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Asunto: | [BoletinAndaluciaLibre] nș 133 - Alternativa SOC - Marruecos - Gibraltar - PSA - | Fecha: | Miercoles, 31 de Julio, 2002 18:30:38 (+0200) | Autor: | Andalucia Libre <andalucialibre @.......es>
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nș
133
En este Correo:
*Andalucía,
*El SOC anuncia el bloqueo
del aeropuerto de Málaga en protesta por el 'decretazo'
*Plataforma Alternativa del SOC
frente al decretazo
*El PSA rechaza que la Unión
Europea firme Tratado de libre comercio con Marruecos
*Sigue la ultima crisis
en el PCE-IU - Enlaces
*Opinión, Gibraltar: Las cartas sobre la mesa,
Andalucía
Libre
*Marruecos
*Mohamed VI, la desilusión de un país, Carla Fibla - Enlace Discurso M6
*Opinión, El ‘impasse‘
marroquí,
Ignacio
Álvarez-Ossorio
*Opinión, Crisis del islote
Taura-Leila-Perejil,
Balance de un asalto, Andalucía
Libre
*Colonias Ceuta y Melilla, Gobierno español activa un plan económico
especial
*Líderes de Ceuta discrepan sobre la
soberanía de Perejil
*Videos de la Crisis
*Petroleo: El “gran juego” del Sahara occidental, Ramón
Aymerich
*Aviso de
vacaciones y
Sugerencias
*Solidaridad con Palestina, Directorio,
*Música - Memoria
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Andalucía
El
SOC anuncia el bloqueo del aeropuerto de Málaga en protesta por el
'decretazo'
EP | Sevilla Lunes, 29 de julio de
2002
El Sindicato de
Obreros del Campo (SOC) acordó ayer
bloquear el aeropuerto de Málaga, el de mayor volumen de viajeros durante el
verano, el próximo día 12 de agosto en protesta contra el decreto de reforma del
desempleo aprobado por el Gobierno central, mientras que el día 1 impedirán la
actividad en varios cortijos andaluces.
Unos 150
representantes del SOC se reunieron ayer en la localidad sevillana de El Coronil
para establecer el calendario de movilizaciones para el mes de agosto, cuya
ejecución dependerá del resultado de la entrevista que esperan mantener la
próxima semana con el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Eduardo Zaplana,
según afirmó el secretario general de la organización sindical, Diego
Cañamero.
El aeropuerto de
Málaga se ha elegido como escenario de la movilización por ser el que cuenta con
un 'mayor tráfico aéreo de toda Andalucía durante estos meses', mientras que la
fecha tiene un significado simbólico al conmemorarse la muerte de Blas
Infante, considerado 'padre de la patria
andaluza'.
Asimismo, el día
1 pretenden interrumpir el laboreo en cortijos de 'terratenientes andaluces' de
familias 'emblemáticas' en las provincias de Sevilla, Córdoba y Jaén. En la
actualidad en el campo andaluz la actividad se centra, principalmente, en la
recogida del girasol, por lo que los sindicalistas pretenden impedir el trabajo
de las segadoras a fin de 'paralizar' las labores.
El SOC pide al
Gobierno central la retirada del decreto de reforma de desempleo y ha propuesto
ocho medidas destinadas a 'mejorar las condiciones de la vida de los
trabajadores del campo'.
Plataforma del SOC - Documento
alternativo al Decretazo
Estos son los ocho puntos que hemos entregado al
anterior ministro Sr. Aparicio, al Sr. Chozas y al presidente de la Junta de Andalucía el Sr.
Chaves y que son la alternativa al decreto del gobierno.
-
Doble opción.
Planteamos que los jóvenes después de pasar por una Casa de Oficios que
permita su formación tendrán derecho a elegir entre acogerse al subsidio
contributivo o bien al subsidio agrario. Igual que los jóvenes cualquier
trabajador podrá siempre optar entre el R.E.A.S. o cualquier otro régimen
que al trabajador le convenga.
-
Planteamos un
mes de PER, es decir de trabajo público para todos los trabajadores en paro
de Andalucía o Extremadura. Actualmente solo se dan seis o siete días al año
lo que significa una cantidad ridícula de dinero para los trabajadores
además de la imposibilidad de hacer proyectos que creen empleo. Este aumento
de fondos para el PER posibilitaría hacer actuaciones en cooperativas,
agroindustrias, construcción de naves industriales, repoblación forestal y
otras tantas actuaciones que significarían el aprovechamiento de nuestros
recursos naturales.
-
Creación de
comisiones locales de empleo formadas por el INEM, los ayuntamientos, los
sindicatos y los empresarios para que se controlaran tanto la contratación
pública como privada, así como las bajas por enfermedad previo certificado
médico.
-
Ninguna
persona podrá ser expulsada del subsidio agrario por error administrativo o
semejante. Las sanciones serán proporcionales a la falta cometida pero en
ningún caso pueden significar la extinción de un derecho tan vital como el
cobro de un subsidio por desempleo de manera indefinida.
-
Los mayores de
52 años podrán compatibilizar el cobro del subsidio de desempleo y la
realización de trabajos en el campo sin que por ello se les recorte ni una
peseta en sus prestaciones.
-
A fin de
fomentar el empleo proponemos la valoración ponderada de las peonadas de tal
manera que quien más peonadas declare cobrará un tanto superior del salario
mínimo interprofesional además de que obligaremos a los grandes
terratenientes a declarar las peonadas oculta. Nuestra propuesta sería:
-
35
Peonadas đ 75%
SMI
-
60
" đ
80% SMI
-
85
" đ
85% SMI
-
110
" đ 90%
SMI
-
135
" đ 95%
SMI
-
160 o
más đ 100%
SMI
-
Los
cooperativistas que no tengan tierras a su nombre ni repartan beneficios
tendrán derecho a cobrar el subsidio de desempleo en el caso de estar parado
al igual que cualquier otro trabajador ya que esto será una forma de
incentivar el cooperativismo agrario.
-
Creación de un
fondo de desarrollo rural de 850 mil millones de pesetas financiado por la
UE, el Gobierno Central y la Junta de Andalucía a fin de invertir:
-
Reforma
Agraria. Haciendo experiencia piloto en 5 o 6 puntos de Andalucía
mediante el aprovechamiento de las tierras públicas o privadas que se
vieran oportunas para ello.
-
Apuesta
por la agricultura ecológica.
-
Deslinde
de las vías pecuarias y descansaderos de Andalucía y Extremadura.
-
Desarrollo
de la agroindustria mediante la creación de polígonos industriales,
naves y fomento de la comercialización de los productos agrarios.
-
Repoblación forestal.
-
Creación
de un banco público de tierra.
-
Inversión
en nuevos regadíos así como la modernización de los actuales para
aprovechar el agua existente que actualmente se despilfarra.
-
Creación
de infraestructuras en nuestros pueblos y comarcas como serían viviendas
de autoconstrucción y otros servicios de los que se carecen el medio
rural.
-
Política
Agraria teniendo en cuenta los intereses de Andalucía con criterio
propio para enfrentarse a la agresividad de las grandes multinacionales.
-
Desarrollo
de infraestructuras de comunicación especialmente mediante un
ferrocarril rápido que comunique a las distintas zonas de Andalucía.
En la reunión de Chaves celebrada el pasado 25 de
Julio a las 6 de la tarde le hemos planteado además del documento de los ocho
puntos que acabas de leer, las siguientes peticiones:
-
Que asuma este documento en su totalidad y que
actúe en consecuencia.
-
Que no permita que las tierras públicas más de
18.000 Has. que están en manos del patrimonio del Estado del Gobierno
Central no sean transferidas a Andalucía y repartidas entre jornaleros en
paro y campesinos pobres. En concreto le hemos pedido la finca de "La
Romana" en el término de Utrera.
-
Hemos pedido que en Jaén se desarrolle en su
totalidad las acciones que se iban a realizar en "Cota 400" y que
significaría la compra o expropiación de 3.000 Has. de tierra para el
desarrollo de cultivos como el espárrago mediante cooperativas.
-
Que se apoye los actuales asentamientos dándole un
impulso mediante la inversión pública para el desarrollo de la industria
agroalimentaria complementaria que permita la creación de empleo y la
consolidación de estas experiencias como la de "El Humoso", "El Indiano",
"Tierra y Libertad" y otra experiencias en distintas provincias de
Andalucía.
-
Que los medios de comunicación públicos no
oculten la verdad de las movilizaciones que se están realizando contra el
decreto sea el sindicato que sea quien protagonice tales
movilizaciones.
-
Ley de financiación de los sindicatos para que
estos gocen de los medios económicos y la independencia suficiente para
ejercer sus funciones sin ningún tipo de
dependencia.
Andalucía
El PSA rechaza que la UE firme un tratado de
libre comercio con Marruecos porque "sería una ruina" para la
agricultura andaluza
El
secretario nacional de Agricultura y Pesca del Partido
Socialista de Andalucía (PSA), José
Demetrio Rodríguez, rechazó que la Unión
Europea firme un tratado de libre comercio con Marruecos,
"ya que perjudicaría de forma importante a la agricultura almeriense,
principal productora junto a otras provincias andaluzas, de frutas y
hortalizas". Según explicó Rodríguez, de un informe elaborado por el
Tribunal de Cuentas de la UE relativo al ejercicio 2000 se desprende que
"con lo que producimos en la UE se abastece de forma total las necesidades
de consumo de Europa, por lo que no está justificado que haya importaciones
masivas de países terceros a la UE que perjudiquen a los productores
comunitarios".
Para el secretario nacional de Agricultura del
PSA, además de por la "autosuficiencia" de la UE en este sector,
"rechazamos el tratado de libre comercio con Marruecos porque las
condiciones de los trabajadores de allí son lamentables, ya que mientras la
media que cobra un jornalero en Andalucía es de 4 euros por hora trabajada, en
el país marroquí se les paga 0,45 euros por el mismo periodo de tiempo sin
cotizar, por supuesto, a la Seguridad Social".
Por
ello, la Secretaría nacional de Agricultura y Pesca del PSA ha propuesto que el
comité ejecutivo nacional apruebe una resolución instando al grupo parlamentario
mixto-PSA a que presente las iniciativas ante el Parlamento andaluz con el
objetivo de defender a los productores y trabajadores directos e indirectos de
la actividad económica que hay en este importante sector de frutas y hortalizas
de Andalucía.
Por
último, recordó que el Gobierno de Marruecos se ha negado a renovar el
convenio de pesca, "un hecho que ha perjudicado gravemente al sector
pesquero andaluz ante la impasibilidad del Gobierno central y de la Junta de
Andalucía, llevando al desguace de numerosos barcos y al paro a una gran parte
de los trabajadores del sector pesquero". "Este tema relacionado con la
pesca justifica más que razonadamente que se debe estar en contra de los
objetivos del Gobierno marroquí con la renovación del acuerdo de asociación, con
las conversaciones iniciadas en Rabat el pasado 23 de enero de 2002",
concluyó.
Andalucía
Sigue la ultima crisis en el
PCE-IU
Cambios de cerraduras - demandas judiciales -
Frutos habla; Llamazares también - Lo tomas o lo dejas - Fantasmas del
pasado... - Acusaciones de golpe de estado, etc
etc
Para quienes tengan interés en sumergirse con detalle
en la ultima y accidentada crisis del PCE-IU, a partir de lo ocurrido en su
organización de Almería, que ya tratamos en nuestro numero anterior pero que
continua aún produciendo abundantes crónicas
periodísticas, ofrecemos a continuación una selección de enlaces
ordenados cronologicamente.
Enlace 1, Enlace 2, Enlace 3, Enlace 4, Enlace 5, Enlace 6, Enlace 7, Enlace 8, Enlace 9, Enlace 10, Enlace 11, Enlace 12-Documentos
Andalucía
Opinión
Gibraltar: Las cartas sobre la
mesa
Andalucía
Libre
Peter Caruana, alcalde de
la colonia
de Gibraltar
En las ultimas semanas tres hechos han venido a
clarificar el momento actual del contencioso colonial de
Gibraltar.
Primero, Jack Straw, ministro de Asuntos
Exteriores británico, comparecía sorpresivamente en su Parlamento para
reafirmar la voluntad del Gobierno británico de llegar a un acuerdo con el
Estado español sobre Gibraltar, según la metodología conocida y con el
régimen de cosoberania como propuesta de solución al conflicto. La
declaración de Straw se producía en plena crisis entre Marruecos y el Estado
español a cuenta del islote Leila-Perejil.
Segundo, Peter Hain, ministro británico para
Europa, en una entrevista en EL PAÍS, aclara, en términos casi de
ultimátum, que la posición británica exige que el acuerdo de cosoberania con
el Estado español sea permanente y que excluya a la base militar
(el 40% del territorio de la Colonia) que seguiría bajo exclusiva
soberanía y control británicos, aun cuando se permitiera su uso por las FFAA
españolas como cualquier otro aliado de la OTAN, es decir, como si
fuera Dinamarca. Al poco, el primer ministro Blair, avala en rueda de prensa
este posicionamiento.
Tercero, Peter Caruana -alcalde de la Colonia
con el titulo de ministro-principal- anuncia su intención de convocar
unilateralmente en octubre un referéndum para que los ciudadanos con estatus
gibraltareño se pronuncien sobre los acuerdos hispano-britanicos. El Gobierno
británico declara inmediatamente que no concede ningún valor a esa
consulta.
De esta manera, un proceso que aparentemente
aparecía bloqueado, toma nueva vida por iniciativa británica, aunque lo hace
en forma harto problemática.
El colonialismo británico evidencia su interés
por asegurar su presencia en el Peñón, alterando formalmente su regimen. El
Gobierno británico quiere que el Gobierno español abandone sus títulos
histórico-jurídicos, provenientes del Tratado de Utrecht, a cambio de la
imagen de ver ondear en Gibraltar la bandera española junto a la británica.
Desde el punto de vista del colonialismo británico, su propuesta implicaría
que la cuestión de Gibraltar desaparecería de la ONU y dejaría de incordiar en
la Unión Europea con el aval español, sin por ello verse afectado el régimen
de privilegio de Gibraltar, los intereses británicos en la Roca y su
separación institucional del resto de Andalucía. El carácter
indefinido del acuerdo -sin disposiciones de revisión ni plazos de
transición a la soberanía española- conferiría a la posición británica todas
las ventajas de la actual situación sin ninguno de sus inconvenientes.
Extremadamente significativa es la clarificación de la postura británica sobre
la soberanía de la base militar -rectificando incluso declaraciones previas
del embajador británico en Madrid que asumían el doble mando
hispanobritánico- que ahora se explicita que sería de exclusiva titularidad
británica, según el modelo chipriota. Esto supone sustraer buena parte de la
extensión de la colonia al régimen de cosoberania y muestra que,
incluso hoy, siguen vigentes las iniciales motivaciones militares para la
ocupación británica del Peñón. Además, se desprende de ello que el
dispositivo militar imperialista angloyanqui entiende que en Gibraltar ni
siquiera es suficiente lo que ya disfruta en Rota y Morón,
bases militares también ubicadas en territorio andaluz.
Caruana, por su parte, ha decidido sacar ahora a
la superficie su recurso de convocar un plebiscito a la rhodesiana
para mostrar que la población de la Colonia con estatus gibraltareño no está
de acuerdo con el plan hispano-británico. Londres ha dicho reiteradamente que
el hipotético acuerdo entre Gran Bretaña y el Estado español -formalizado como
una declaración conjunta- no sería operativo hasta contar con el asentimiento
de los gibraltareños. No obstante, es obvio que aparte de establecer un
horizonte delimitado sobre el futuro de la Colonia, el acuerdo
beneficiaría a los británicos desde su misma firma con
Madrid, permitiéndoles forjar eje en la UE sin la molestia del
contencioso gibraltareño. Lo que Caruana pretende con el anuncio es, primero, intentar
mantener abiertas sus expectativas de acceder al régimen de la Isla de Man,
ideal para mantener con plena seguridad el entramado financiero que sostiene
la economía de la Colonia; segundo, condicionar el curso de la política
británica y reafirmar sus pretensiones de reconvertir a la población colonial
en un sujeto más y además definitorio para la resolución del conflicto. La
respuesta británica a esta iniciativa -calificándola de excéntrica,
ilegal, irrelevante e innecesaria- afirmando que el
único plebiscito que puede valer es aquel que cuente con la
autorización británica, ha evidenciado nuevamente que los
pretendidos derechos de la población colonial sólo han contado y
cuentan para Londres en tanto sirvan para encubrir y facilitar los intereses
británicos. Joe Bossano -líder de la oposición gibraltareña- descubre
ahora la hipocresía británica, haciendo expresa referencia
a la diferente actitud de Londres que hoy no reconoce el mismo ejercicio
plebiscitario que en 1967 impulsó para dar cobertura a su continuidad
colonial.
Desde Andalucía sólo cabe rechazar con
contundencia el proyecto hispano-británico. En otras ocasiones ya hemos
advertido que para Andalucía podría ser
tácticamente interesante, como expediente temporal, que Gibraltar
pasara a soberanía española; esencialmente porque así se eliminaría la
interferencia política y militar británica presente y futura sobre
Andalucía y dejaría la tarea de emancipación nacional andaluza sólo en
conflicto con el Estado español. Los términos descritos de la propuesta
británica no ofrecen siquiera esas concretas ventajas y las declaraciones del
Gobierno español vuelven a demostrar que, también en este asunto, el Estado
español actúa contra los intereses andaluces. Obviamente, el movimiento
nacionalista andaluz no puede ni reconocer ni entenderse comprometido por
los pactos que puedan rubricar Londres y Madrid, ni mucho menos admitir que
estos afecten en lo más mínimo los inalienables e imprescriptibles derechos de
Andalucía a su plena integridad territorial.
Por otra parte, lo que puedan pensar o desear
los ciudadanos con estatus gibraltareño sobre la soberanía del Peñón y su
futuro territorial es una cuestión simplemente irrelevante. Tan
previsible es que ahora tanto llanitos como ceutíes o melillenses -como antes
hongkoneses, pied-noirs o caldoches- propugnen masivamente el mantenimiento de
sus respectivas situaciones coloniales como que, desde un punto de vista
consecuentemente democrático y por tanto anticolonial, esa opinión no tenga el
menor valor. Los derechos e intereses de esas poblaciones a tener en cuenta y
a respetar, son de otra naturaleza y en absoluto pueden integrar ninguna
capacidad para determinar y ni aún condicionar el futuro de soberanía de esos
enclaves coloniales. Desde Andalucía podemos desear, trabajar y confiar en
reintegrar a la nación andaluza a los andaluces con estatus gibraltareño, una
vez eliminado el poder colonial y subrayar nuestro interés por contar con la
inestimable aportación de sus peculiaridades culturales y lingüísticas como
elemento de enriquecimiento de la identidad nacional andaluza pero,
igualmente, hemos de advertir que no podemos ni debemos supeditar los
derechos nacionales andaluces en la recuperación de nuestra integridad
territorial a posiciones colonialistas irreductibles o intereses
egoistas.
En cuanto a este ultimo aspecto de la cuestión,
es interesante reseñar la contumacia -digna de mejor causa- de ERC
en su actitud procolonialista en la cuestión de Gibraltar, como muestran
nuevamente las ultimas declaraciones de su portavoz Joan Ridao sosteniendo la
iniciativa plebiscitaria de Caruana. Parece claro que esta organización
catalana manifiesta un notorio desprecio por la posición e intereses
de Andalucía en este conflicto, que sólo lee en clave hispano-británica,
llevándole paradójicamente a asumir posiciones del mismo tenor que el
unionismo probritánico norirlandés. Resulta una sustanciosa incoherencia
por parte de ERC que a los pocos días de hacer justa y valiente
referencia al colonialismo español en Marruecos a cuenta de los enclaves de
Ceuta y Melilla no aplique a Gibraltar y al colonialismo británico en
Andalucía idénticos criterios.
Más información y
Textos:
Marruecos
TRES AÑOS DE REINADO DEL
JOVEN MONARCA
Mohamed
VI, la desilusión de un país
Los cambios
anunciados con la entronización del joven monarca se han desvanecido
El sucesor de Hassan II ha desilusionado. El paro y la corrupción no han
disminuido, mientras la pobreza no deja de crecer. Los escasos cambios
efectuados durante los seis primeros meses de reinado forman parte del pasado, y
lo que preocupa ahora es la inestabilidad e indecisión que existe en la cúpula
del poder.
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ABDELJALIL BOUNHAR/AP Mohamed VI, a caballo, después de
presidir la primera plegaria de los viernes tras su subida al trono alauí
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CARLA FIBLA Servicio especial
Rabat. -
¿Qué ha cambiado en Marruecos desde el 23 de julio de 1999? La
muerte del temido y autoritario Hassan II obligó a un cambio que en la persona
de Mohamed VI supuso renovación. El joven rey se enfrentó al relevo de un largo
periodo de casi 40 años en los que el carácter y la fuerza de su padre crearon
un Estado completamente dependiente de la figura del monarca.
Como parte de la herencia, Mohamed VI recibió la sólida
estructura del "majzen" (la cúpula del poder que existe en torno a la
Administración real) y su entramado de personas de mayor o menor rango que
luchan por mantener su lugar, a veces en detrimento del futuro del país. En
Marruecos se asegura que la iniciativa de cambio que vendió el actual monarca
alauí terminó a los seis meses de reinado porque éstos se redujeron a la
destitución del entonces ministro de Interior, Driss Basri, a permitir el
regreso de históricos líderes de la oposición como Abraham Serfaty o de la
familia del socialista asesinado Ben Barka, o al pago de indemnizaciones a
algunos ex detenidos políticos.
La renovación terminó
en esas acciones. Durante estos tres años no se ha intentado cambiar la
estructura que dirige el país. En julio de 2002 existe el mismo primer ministro
(cuyo partido sólo obtuvo un 10% de los escaños en las elecciones de 1997), al
que Hassan II convenció para que asegurase una transición monárquica tranquila,
aunque tuviera que sacrificarse la transición democrática que, según las
autoridades marroquíes, está viviendo el país actualmente. Abderraman Yusufi
cumplió su papel, aceptando pasar a un segundo plano de la vida política que
nadie cuestiona en el interior del país, pero que parece incomprensible para la
comunidad internacional. Los ministerios de Interior, Justicia, Asuntos
Islámicos, Asuntos Exteriores y Defensa dependen del monarca alauí, cumplen
órdenes directas y rinden cuentas del resultado de su trabajo a la Casa Real.
Este año Yusufi ha recibido críticas del entorno directo del rey, y también se
le ha criticado desde su propio partido, la USFP, que ha sufrido diversas
escisiones por desacuerdos importantes en la ideología y la gestión.
Y desde la sociedad civil, ya que uno de los proyectos
que podría haber devuelto credibilidad política al primer ministro habría sido
la prometida reforma del Código de la Familia (la Mudawana), que obliga a la
mujer a ser una menor vitalicia, hoy abandonada por el Gobierno socialista tras
la paralización desde el Palacio Real por la presión de los islamistas.
Tampoco ha variado el nombre y la forma de trabajar de
los responsables de las principales instituciones del Ejército. El general
Hosni Benslimane, al mando de la gendarmería, y Hamidou
Laânigri, al de los servicios secretos, se mantienen en el poder a
pesar de que forman parte de la reciente lista de personas acusadas de haber
cometido crímenes contra la humanidad, realizada por la Asociación Marroquí de
Derechos Humanos (AMDH). Los
pequeños cambios, siempre alejados de las cifras macroeconómicas que indican que
uno de cada cinco marroquíes está en el paro, que no se ha logrado reducir el
analfabetismo, que sólo una de cada diez personas tiene acceso a la Seguridad
Social o que la pobreza no ha dejado de aumentar, suelen concentrarse en la
promoción nominal de los derechos humanos.
El
funcionamiento y el alcance de algunas organizaciones que intentan educar a la
población para que exija sus derechos están aún en una fase embrionaria. Todo
está supervisado por el poder. Incluso el activo Foro Verdad y
Justicia, que intenta confeccionar un "inventario"
del pasado que dé respuestas a los familiares de desaparecidos durante los años
de plomo del régimen de Hassan II, fue supervisado por el secretario de Estado
de Interior, próximo al monarca alauí. Al mismo tiempo, el éxodo rural a las
grandes ciudades provocado por la sequía y las duras condiciones de la
agricultura han provocado la expansión de las zonas pobres alrededor de los
núcleos urbanos.
La unidad territorial se plantea como
uno de los principales asuntos que en su discurso del trono abordará Mohamed VI.
En el último año, el monarca ha viajado en dos ocasiones al Sahara Occidental,
se ha creado una agencia de cooperación para desarrollar la zona, y la
"marroquinidad" del territorio ha estado presente en muchos discursos oficiales.
Hablar de la soberanía marroquí también es prioritario por el incidente entre
España y Marruecos a raíz del islote del Perejil, que ha permitido al reino
alauí situar en la agenda internacional su histórica reivindicación de los
enclaves norteafricanos que pertenecen a España.
El que
en otro tiempo fue llamado "rey de los pobres" ha preferido en poco tiempo
perder estos calificativos. El mensual "Economie et Entreprise" publicó
en junio que el patrimonio real se estima en 584 millones de
euros, cifra en la que no se incluye el patrimonio inmobiliario.
El temor actual es que la experiencia de la
alternancia, que se pretende consolidar con las elecciones previstas para
finales de septiembre, haya estancado al país. Los interrogantes se concentran
en cuál es el sentido del proceso democrático cuando ya se ha demostrado que la
cúpula del poder no ha permitido el desarrollo y las reformas necesarias para
que Marruecos avance.
Opinión
El ‘impasse‘
marroquí
Ignacio
Álvarez-Ossorio*
El tira y afloja hispano-marroquí en torno a la isla
Perejil ha despertado la atención respecto a nuestro cercano y a la vez
sumamente desconocido vecino sureño. Cuando Mohamed VI fue entronizado como rey
de Marruecos hace tres años, poco después del fallecimiento de su padre Hassan
II el 23 de julio de 1999, generó unas inusitadas y quizá desmesuradas
esperanzas entre sus súbditos, que se apresuraron a bautizarlo como «el rey de
los pobres» debido a su preocupación por los más desfavorecidos. Al mismo
tiempo, sus constantes referencias a la necesidad de una reconciliación nacional
tras ‘los años de plomo’, en los que los derechos humanos más
elementales fueron violados de manera sistemática, dieron cuenta de su voluntad
de romper con la herencia de su padre. Célebres opositores, como el dirigente
izquierdista Abraham Serfaty o la familia del desaparecido Ben Barka, fueron
autorizados a regresar después de varias décadas de exilio forzoso. Pero el
gesto mejor recibido por la opinión pública fue la destitución del maquiavélico
Driss Basri, el hasta entonces todopoderoso ministro de Interior, principal
responsable de la represión. Las subsiguientes promesas de reformas en los
terrenos político, económico y social hicieron que se comenzase a hablar de
‘la primavera marroquí’.
Tres años después de su entronización, la realidad no
puede ser mas desalentadora. La mayoría de los cambios han sido meramente
cosméticos y las anquilosadas estructuras del Majzen (el aparato
político-administrativo de gobierno) permanecen intactas. La frustración de la
población es evidente, máxime cuando muchos de los marroquíes se habían dejado
seducir por este discurso reformista. En el terreno político, el gobierno de
alternancia dirigido por el socialista Yusufi ha decepcionado a unos y otros por
su escaso éxito a la hora de sacar adelante leyes importantes (entre otras la
Reforma del Estatuto Jurídico de la Mujer o, más recientemente, la nueva Ley
Electoral). Por lo que respecta a la economía, la situación se ha deteriorado de
manera notable en los últimos años, a pesar de que los indicadores
macroeconómicos son positivos (2,6% de inflación y 3% de déficit público): la
tasa oficial de desempleo supera el 25%, mientras que más de la mitad vive bajo
el nivel de la pobreza. Poco o nada se ha avanzado en la lucha contra el
analfabetismo en un país en el que la mitad de la población lo es (el porcentaje
entre las mujeres alcanza al 70%). Además, las diferencias entre las áreas
rurales y urbanas son todavía abismales, como lo prueba el hecho de que el 65%
de los hogares rurales no dispone de agua, el 87% de electricidad y el 93% está
privado de cobertura médica. Estos datos, así como las recientes sequías,
explican que la emigración hacia las ciudades no haya dejado de crecer, al igual
que los interminables barrios de chabolas de Casablanca, Rabat o Tánger, que se
intentan ocultar con los denominados ‘muros de la
vergüenza’.
El último Informe de Desarrollo
Humano publicado por el Programa de
Desarrollo de las Naciones Unidas (PNUD) sitúa a Marruecos en el puesto 112 del
mundo en cuanto a su desarrollo, muy por detrás del resto de los países árabes y
sólo por delante de un puñado de países africanos y asiáticos sumidos en
conflictos bélicos. No nos ha de extrañar que una proporción elevada de la
población marroquí (un 70% según las últimas encuestas) desee emigrar a la Unión
Europea. Esta circunstancia no se explica únicamente aludiendo a la situación
económica, sino también a la presión política y social. El desempleo azota
especialmente a los más jóvenes: un tercio de los 30 millones de marroquíes
tiene menos de 15 años y la mitad de la población está por debajo de los 25
años.
En los tres años de su reinado, Mohamed VI ha permitido
la aparición de diversas publicaciones críticas siempre que respeten unas normas
elementales, entre ellas que sus ataques vayan dirigidos exclusivamente contra
el gobierno pero no afecten a la familia real. Así, han aparecido los
francófonos Le Journal y
Demain, pero también medios árabes como el semanario
al-Shahifa y el diario
al-Ahdaz
al-Magrebiya, que se han erigido en portavoces de una
sociedad civil deseosa de algo más que retórica. Estas publicaciones se han
permitido atacar a algunas de las más importantes figuras políticas, como el
primer ministro Yusufi o el ministro de Asuntos Exteriores Benaïssa, uno de
‘los ministros de soberanía’ designados directamente por el monarca (al
igual que los titulares de Interior, Defensa, Asuntos Religiosos y Justicia).
Le Journal ha llegado allá donde muy
pocos se han atrevido, al exigir la modificación de la Constitución para limitar
los poderes del monarca. Como era de esperar, esta transgresión le valió el
secuestro de varias ediciones y finalmente el cierre de la
publicación.
Sin duda el mayor éxito de Mohamed VI en su breve
reinado ha sido el apoyo que Estados Unidos y Francia, dos de sus aliados más
fieles, han prestado a sus tesis para resolver la espinosa cuestión del Sahara.
La denominada ‘tercera vía’, promovida por Palacio, se basa en el
reconocimiento de la soberanía marroquí sobre la antigua colonia española a
cambio de la concesión de una amplia autonomía. De esta manera se evitaría el
referéndum planteado en su día por las Naciones Unidas y se reconocería la
política marroquí de hechos consumados basada en la ocupación de la mayor parte
del territorio saharaui.
Probablemente las elecciones legislativas convocadas
para septiembre de este año no ayuden a Marruecos a salir del ‘impasse’
en el que se encuentra, ya que el Parlamento ha demostrado en el curso de la
última legislatura su incapacidad para zafarse de la asfixiante presión de
Palacio. Las pasadas experiencias nos llevan a pensar que las elecciones no
serán precisamente ‘transparentes’, tal y como se ha comprometido el
Gobierno marroquí, y sus resultados serán cocinados como en citas anteriores. A
esta circunstancia ha de sumarse que el movimiento islamista
Justicia y Caridad, probablemente el
que goza de mayor respaldo, no concurrirá a las elecciones, ya que ni tan
siquiera está legalizado. Este grupo, que pretende una conquista pacífica del
poder, posee una amplia red de servicios sociales, sanitarios y educativos para
ayudar a la población necesitada. La popularidad de la que goza el movimiento
del jeque Yasin se debe a que llega allá donde el Estado es incapaz de llegar,
especialmente a los sectores más afectados por la pobreza y la miseria. La
negativa a legalizar este movimiento se justifica aludiendo al caso argelino,
donde el triunfo en las urnas del Frente Islámico de Salvación motivó la
interrupción del proceso electoral por el Ejército y la posterior guerra
civil.
La herencia de Hassan II a su hijo fue en cierta medida
una herencia envenenada. Tres años después de su muerte, los cambios han sido
más formales que de fondo, las estructuras del Majzen permanecen inalterables y
la esperada primavera marroquí no acaba de florecer. Probablemente el episodio
de la ocupación de la isla Perejil tenga mucho que ver con la necesidad de
cohesionar a una población desmotivada y hastiada por la lentitud agónica de los
cambios. Esta huida hacia adelante puede ser peligrosa, ya que podría instaurar
una dinámica de conflicto más que de consenso en las relaciones entre dos
vecinos con unos intereses comunes. En este sentido, no sería excesivamente
difícil que en los próximos años la cuestión de Ceuta y Melilla retornara al
primer plano de la escena política marroquí. Tres años después de la muerte de
Hassan II, los cambios han sido más formales que de fondo
------------------
*PROFESOR DE ESTUDIOS ÁRABES E ISLÁMICOS EN LA UNIVERSIDAD DE ALICANTE Y COLABORADOR DE BAKEAZ
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Opinión:
Crisis del
islote
Taura-Leila-Perejil
Balance de un
asalto
Andalucía
Libre
"Glorioso" ejercito español nuevamente en acción,
en pos de su modelo,
El Gobierno español apostó por la exhibición de
musculatura militar frente a la iniciativa marroquí y al menos en lo
coyuntural y cara a la mayoría de la opinión publica española, ganó. Consiguió
comprimir el espacio temporal de la crisis y alterar los planes del Majzen.
Una encuesta del Centro de Investigaciones
Sociológicas, oportunamente difundida tras el final de la crisis, dice que
el 75,6% de la población del Estado español apoyó el desembarco y
desalojo de los soldados marroquíes del islote. Sólo hay que recordar el
rostro exultante de los mandos militares españoles en televisión al ser
entrevistados para valorar el alcance simbólico y político del operativo como
muestra propagandística de lo que es capaz el nuevo ejercito profesional
español. (Por cierto, aunque sea a posteriorí, cabe referir que este
hecho evidencia lo incorrecto del análisis y demandas, de lo que fue en
su día el movimiento de insumisión y en particular del MOC). De otra
parte, filtraciones desde el Gobierno acreditan que si se hubieran
producido bajas españolas o incluso marroquíes en la invasión,
previsiblemente se habrían producido dimisiones en cadena e incluso una
crisis de Gobierno con convocatoria de elecciones. Sentado el precedente
y convenientemente intoxicada la opinión pública, no es seguro que otro
episodio similar conllevara esas desagradables consecuencias para el Gobierno
de turno responsable de la acción, salvo escalada
posterior.
El
Gobierno español intervino militarmente con el objetivo de dejar clara su
posición ante los casos de las colonias españolas de Ceuta y Melilla.
Previamente a la instalación marroquí en Leila-Tura-Perejil, aunque con nula
repercusión publica, ya se
habían desarrollado maniobras anfibias en aguas territoriales marroquíes
inmediatas al enclave colonial español del Peñón de Alhucemas. No es de
extrañar la satisfacción reinante entre las poblaciones coloniales de los
Presidios ante la reacción española. El Gobierno español actuó además en el
momento justo antes de que las discretas gestiones de Francia -primer
protector del Majzen desde la independencia- afectaran sensiblemente el apoyo
formal obtenido en la UE y en la OTAN. La ocupación, frente al hecho
consumado marroquí concitó además manifestaciones favorables de Argelia y
del Frente Polisario que, nuevamente, priorizaron su conflicto con el Majzen a
la más elemental solidaridad árabe o anticolonial.
A
partir del éxito de la demostración de fuerza, la prioridad del Gobierno
español era desalojar el islote antes de que pudieran generarse desarrollos
imprevistos -tanto desde el Majzen como desde el pueblo marroquí- y
hacerlo con garantías de que no se producía una nueva presencia militar
marroquí en el peñasco. La intervención de EEUU vino a facilitarle esa salida
a través del comunicado publico de Colin Powel, secretario de Estado yanqui.
Teniendo en cuenta la presencia política y militar de los Estados Unidos en la
zona, sus relaciones con ambos regímenes -español y marroquí- y el peso
político específico del Estado español, no es nada singular que se produjera
esta intermediación, necesaria ante todo para ofrecer una resolución
procedimental del conflicto coyuntural que permitiera salvar la cara
al Majzen.
El
PSOE y el Grupo Prisa (EL PAÍS, SER, CNN+ , etc) apoyaron la intervención
militar, aunque luego por razones de protección electoral han intentado
disminuir sus efectos y restarle meritos al Gobierno del PP, pronunciándose
vigorosamente a favor de la necesidad de una normalización con Marruecos.
Desde el PSOE se ha propuesto sustituir el apoyo actual español a las
posiciones del Frente Polisario en el conflicto del Sahara -reclamación de la
validez y actualidad del proceso a culminar en un referéndum de
autodeterminación- por la aceptación de la Tercera Via o Acuerdo
Marco; es decir, mantenimiento del Sahara bajo soberanía marroquí con una
autonomía otorgada por el Majzen. Sucesivas declaraciones de Zapatero, Solé
Turá, Marín etc han venido a consolidar un posicionamiento que ya se apuntaba
con anterioridad a la crisis del Perejil y que deja el patrocinio político del
Polisario en las manos preferentes del Gobierno del PP. También han criticado
-con sumo cinismo- que el Gobierno español no fuera capaz de mantener el
conflicto en un marco bilateral estricto, haciendo referencia al papel de
avalista e intermediario de EEUU.
El
PCE-IU, por su parte, ha intentado en lo posible tapar su descrédito tras su
alineamiento en términos de unión sagrada con el Gobierno del PP
firmando la resolución de apoyo aprobada en el Parlamento español horas antes
de la ocupación. No sin soportar algún episodio chusco como la
contradicción entre su rechazo estatal al desembarco y el simultaneo apoyo
expreso a la acción militar española por parte del coordinador de su
sucursal andaluza, Diego Valderas -ver video en ANDALUCÍA LIBRE nș 131- al que
evidentemente no le llegó a tiempo la nueva consigna y entendió que lo
coherente al voto de su formación en Madrid era sumarse al ardor
guerrero español. En la practica, el PCE-IU se ha movido muy cerca de los
limites en los que suele hacerlo -con las lógicas especificidades- su homologo
marroquí, el PPS. Así lo muestra la tribuna publicada en EL MUNDO por su
portavoz parlamentario Felipe Alcaraz, en la que reitera su advertencia de que
los hechos y sus consecuencias no pueden afectar "la
innegociable posición española sobre el Sahara, Ceuta y
Melilla", con lo que evidencia que relaciona y pone políticamente al
mismo nivel y en el mismo plano, cuestiones que, en principio, deberían ser
consideradas distintas, como el sostén a la posición del Frente Polisario
en el conflicto saharaui y el posicionamiento más reaccionario y
ultracolonialista que cabe en relación al contencioso de los Presidios
coloniales españoles en Marruecos.
Ciertamente, la acción española más allá del corto
plazo implica riesgos e interrogantes. Hay que tener siempre presente que el
imperialismo español en la región transita desde hace casi cuarenta años entre
su absurda e irracional defensa de la permanencia colonial en los Presidios
-que sólo le causa problemas y rémoras para ampliar su presencia neo-colonial
en Marruecos y que además es económicamente costoso- y que sostiene por
razones internas derivadas del papel de Ceuta y Melilla como símbolos
ideológicos del españolismo contemporáneo y de otra parte, su compromiso
-compartido con EEUU, Francia e incluso también Argelia y el Polisario- en no
poner en riesgo la continuidad del dominio de la Monarquía en Marruecos. Esta
ventana de actuación restringida -compartida por PP y PSOE- limita lógicamente
su capacidad de maniobra, al menos en tanto se mantengan ambos pilares.
Aunque, como suele decirse, no tiene sentido echarle en cara a la gallina
que tenga pico, plumas y ponga huevos; el imperialismo español es como
es. Dado que el conflicto saharaui se ha prorrogado seis meses más -y
además resultaría problemático al Gobierno español del PP proceder a un
cambio de posición pública que no viniera previamente precedido por un aval
exterior en forma de resoluciones de la ONU- organizaciones agrarias andaluzas
ya han advertido -veremos si son capaces de mantenerlo- que no están
dispuestas a tolerar que nuevamente se intente buscar en aspectos económicos
que afectan crucialmente a la economía andaluza los espacios con los que
aplacar las presiones marroquies.
Aunque la ministra Palacio iniciara su
comparecencia parlamentaria en Madrid rindiendo formal tributo al proceso de
apertura del régimen marroquí, ello no obsta para que el balance final de la
crisis haya sumado desde el punto de vista de Mohamed VI, una cuenta pendiente
más a la previa lista de agravios.

Marroquíes en la costa frente a
Leila se
dirigen a los legionarios
españoles
En Marruecos ha funcionado el obligado consenso
público, aún cuando se han publicado algunos artículos interrogándose sobre
cómo se gestó la instalación militar en el islote Leila-Perejil
(AS-SAHIFA AL-OUSBOUIYA, endosaba el protagonismo en el asunto
al general Hosni Benslimane) e incluso cuestionándose los resultados del
asunto.
Sin reiterar argumentos anteriormente ya expresados
aquí, fue manifiesto el desconcierto del Majzen ante la
imprevista respuesta militar española, los avales obtenidos y los
escandalosos silencios de los aliados tradicionales de la Monarquía marroquí
(regímenes ultrarreaccionarios como Arabía Saudí o los Emiratos esperaron a la
retirada española para hacer publica su solidaridad con el Majzen).
Aparte declaraciones grandilocuentes, el ministro
Benaissa perdió su escaso crédito -en el caso de que le quedara alguno- cuando
-con los españoles todavía en Leila- primero dio repetidas garantías en
entrevistas radiofónicas -como la que concedió a la cadena SER- de que los
militares marroquíes no volverían al islote para facilitar así la retirada
española para luego, en Paris, desdecirse y retomar la retórica belicosa. El
Gobierno marroquí -incluido el premier Yussuffi- se mantuvo como convidado de
piedra a lo largo de toda la crisis.
Tuvo que salir a primer plano el propio rey Mohamed VI
-demostrando quien manda y decide realmente en Marruecos y manifestando así la
esencial continuidad con los tiempos de su padre- conversando en cuatro
ocasiones con Colin Powel -como destacaba el oficial Le
Matin- para obtener una salida, que implicaba reconocer
desde Marruecos el retorno al status-quo ante según la interpretación
española y además restringía exclusivamente a la propia persona del rey la
credibilidad como interlocutor valido, tanto por parte de Washington como de
Madrid. La propia intervención de EEUU tuvo un claro tinte
protector frente a un socio débil en aprietos; especialmente
necesario no sólo por la estratégica región en la que está ubicado sino
también por la previsión de su utilidad como aliado dentro de la nación
árabe en una próxima agresión imperialista contra
Irak.
Luego, la escenificación posterior en Rabat del
acuerdo obtenido, al margen de los desplantes a la ministra Palacio, tampoco
obtuvo para el Majzen rédito alguno porque mientras Benaissa intentaba hacer
de ese encuentro inicio de una negociación global hispano-marroquí, el
Gobierno español del PP se iba de la crisis sin admitir haber tratado nada más
que del restablecimiento, desde su punto de vista, de la situación
en el islote; posponiendo hasta septiembre cualquier dialogo de fondo. Además,
antes de partir a Marruecos -por si fuera poco- la ministra y el Gobierno
español ya declararon públicamente que ni iban a cambiar de postura sobre el
Sahara ni estaban dispuestos siquiera a permitir que se abordara de ninguna
manera la cuestión de las colonias de Ceuta y Melilla, de españolidad
indiscutible para el imperialismo español.
A
esto hay que sumarle que las protestas por la intervención española
-aparte de las espontáneas de los vecinos de las aldeas marroquíes inmediatas
al islote- fueron convocadas por asociaciones sociales de la izquierda
marroquí como la AMDH, que impidieron con su rápida reacción y capacidad de
iniciativa que la reacción marroquí pudiera ser capitalizada por los
islamistas o por los partidos del Majzen. Estos últimos, desorientados
por lo imprevisto e inopinado de la operación majzeniana, hubieron de
limitarse prácticamente a reproducir comunicados y artículos de condena en sus
subvencionados órganos de prensa. A este respecto destaca el énfasis que desde
la AMDH se dio en esas concentraciones al pronunciamiento del PCE-IU contra la
acción militar española una vez producida que, obviamente y al margen del
real comportamiento de esta formación española, buscaba ante todo evitar una
deriva chauvinista marroquí y buscar en la otra orilla referentes
afines; loable empeño en lo que de menos importa es que tomara como
percha a una fuerza como el PCE-IU que notoriamente no estaba a la
altura de lo requerido.
Súmese a esto el desarrollo insatisfactorio -aunque no
irreversible- de la sesión del Consejo de Seguridad de la ONU para las
pretensiones del Majzen en relación al Sahara y se comprenderá que
Mohamed VI no tenía más remedio -sobre todo teniendo en cuenta el paralelo
desarrollo de la cuestión de Gibraltar- que sacar a relucir en su discurso del
Trono con contundencia la reivindicación marroquí de la devolución de las
colonias españolas de Ceuta y Melilla.
En
septiembre están convocadas elecciones generales en Marruecos. Al margen de
los ya previamente restrictivos márgenes que sitúan la Constitución otorgada
marroquí -con sus conocidos temas tabú-, el código de prensa regresivamente
reformado o la ley electoral, el que estas elecciones se celebren y que
además sean las primeras sin fraude generalizado o por el contrario se
mantenga la pauta tradicional de manipulación, es una cuestión sumamente
importante para el futuro desarrollo de la situación.
En
lo que toca a Ceuta y Melilla, la Monarquía marroquí desde la independencia
nunca ha pretendido seriamente su recuperación. Siempre ha eludido una
confrontación directa en este tema, quizá por temor ante el riesgo de desatar
dinámicas incontroladas que pudieran volverse contra el mismo regimen. Por no
hacer, el Majzen ni siquiera ha formalizado la cuestión en la ONU, donde
se limitó en enero de 1975 a proponer su inclusión en la lista de Territorios
No Autónomos a descolonizar para luego, en agosto del mismo año -una vez en
vía de obtener el acuerdo sobre el Sahara- dejarlo dormitar, pese a contar
entonces con fuertes expectativas de exito. Los pronunciamientos favorables
obtenidos por Marruecos en la Liga Árabe, la OCI, OUA o el MPNA o
los formales recordatorios marroquíes en cada Asamblea General
de Naciones Unidas no compensan esta carencia heredada, más aún si se tiene en
cuenta la cerrazón española a cualquier dialogo bilateral al respecto. Aparte,
aunque sea obvio, el Norte no es el extremo Sur; Ceuta y Melilla no son el
Sahara; 2002 no es 1976 y Mohamed VI no es Hassan II. Los enclaves coloniales
españoles del Norte parasitan Marruecos ciertamente y en una proporción
amplísima, aunque por su propia naturaleza difícilmente cuantificable, pero la
red de beneficiarios marroquíes de esta situación y sobre todo la cantidad de
marroquíes que sobreviven con las migajas que se desprenden de esta
relación parasitaria son muy significativos. ¿Puede un régimen manifiestamente
corrupto, dependiente, neo-colonial e incompetente como la Monarquía marroquí
intervenir sobre esos engranajes -que le tocan además tan de cerca- sin verse
afectado por ello?. Recurrir a futuribles como el superpuerto tangerino o las
zonas francas no solucionan las necesidades cotidianas. ¿Hasta que punto
promover una movilización social en el Norte marroquí contra lo que significan
e implican los enclaves coloniales españoles es compatible con las propias
bases sociales, económicas y políticas del Majzen?.
Aparte de todos estos interrogantes que irán
progresivamente despejándose, desde Andalucía y especialmente desde su
izquierda nacionalista nos compete declarar con contundencia que Ceuta,
Melilla y demás enclaves son hechos coloniales cuyo destino legitimo es su
devolución a Marruecos. Seguro que en los próximos tiempos habrá repetidas
ocasiones para manifestarlo frente al repulsivo colonialismo
españolista.

Protesta marroquí frente a
Leila
Colonias de Ceuta y Melilla
El Gobierno español activa un plan económico especial para Ceuta
y Melilla
Logró 'luz
verde' el viernes, sin hacerlo público, a un proyecto para que no dependan de
Marruecos
Juan Carlos I y Mohamed
VI lloran por Hassan II (1999)
CARLOS SEGOVIA
MADRID.- El Gobierno ha decidido poner en marcha, en
cualquier caso, un plan para evitar que Marruecos pueda estrangular la
economía de Ceuta y Melilla, por si las relaciones vuelven a empeorar en el
futuro. El vicepresidente segundo, Rodrigo Rato, presentó el pasado viernes un
informe sobre la actual situación de las relaciones económicas con Marruecos y
la fuerte situación de dependencia del país vecino en que se encuentran Ceuta
y Melilla. Según los datos presentados, de carácter confidencial, «más del 50%
del comercio de Ceuta y Melilla está destinado a residentes de Marruecos para
consumo en territorio marroquí». Sólo en Ceuta, se
estima que el beneficio económico que produce Marruecos anualmente supera los
600 millones de euros (100.000 millones de pesetas).
Por tanto, si el Gobierno marroquí tomara en el futuro la
decisión de restringir el acceso o incluso bloquear su frontera con Ceuta y
Melilla, la economía de ambas ciudades se encontraría estrangulada. Fuentes
del Ministerio de Economía resaltan que el reino alauí también tendría un
problema en caso de «cierre de la verja», porque «el desarrollo económico de
la zona norte de Marruecos también sufriría». Pero el Gobierno ha decidido prever todos los
escenarios y -aunque no fue comunicado públicamente- dió luz verde a Rato para
que ponga en marcha todos los puntos del plan. El delegado del Gobierno en
Ceuta, Luis Vicente Moro, declaró el pasado jueves que es necesario «un modelo
económico alternativo al comercio tradicional con Marruecos». El informe
implica medidas en distintos capítulos, aunque no están cuantificadas, porque,
según las fuentes consultadas en el Ministerio de Economía, «se trata avanzar
en una serie de direcciones que se irán concretando». De momento, las
autoridades españolas consideran que, a pesar del conflicto, se ha mantenido
cierta normalidad comercial en Ceuta y Melilla con Marruecos. Pero el Gobierno
ceutí sí ha constatado, sin embargo, un descenso en los primeros meses del año
en el comercio transfronterizo.
Se potenciará la inversión
pública del Estado en Ceuta y Melilla con desarrollo de infraestructuras. Ya
estaba previsto actuar en la zona portuaria, pero, tras las últimas tensiones
con Marruecos, el Gobierno ha decidido «la necesidad de acelerar los
proyectos». El espacio aéreo que proporciona Perejil podría,
curiosamente, tener su importancia para un hipotético aeropuerto futuro de
Ceuta.
Impuestos
e inversiones.
El Gobierno no sólo acelerará la negociación con los
gobiernos autónomos para actualizar su encaje en el nuevo modelo de
financiación autonómica, sino que reconoce la necesidad de «mejorar el régimen
fiscal». El objetivo es facilitar con estímulos fiscales que haya cada vez más
empresas que se establezcan en las dos plazas norteafricanas. «Es preciso
potenciar a Ceuta y Melilla como polos de atracción de inversiones», sostienen
los autores del informe. El presidente de la Ciudad Autónoma de Ceuta,
Juan Jesús Vivas (PP), tiene previsto mantener un encuentro el próximo martes
en Madrid con el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, para ir concretando
soluciones. El responsable del Ejecutivo ceutí solicitará expresamente la
cesión de los rendimientos de los impuestos de sociedades, donaciones y sobre
el juego, entre otras medidas.
El secretario de
Estado de Comercio y Turismo, Juan Costa, se desplazó el pasado lunes a Ceuta
dentro de la movilización del Gobierno para tranquilizar a la población. Y
destacó entre las posibilidades de desarrollo potenciar la actividad
turística.El plan prevé acelerar la reforma del parador nacional en Ceuta, una
vez que acaba de ser inaugurado el de Melilla, según las fuentes
gubernamentales consultadas. Según el informe, Marruecos es el primer destino
turístico de los ciudadanos españoles fuera de la Unión Europea, aunque se han
producido un 25% de cancelaciones por la crisis. El Gobierno prevé potenciar
que Ceuta y Melilla sean más tenidas en cuenta a en el itinerario vacacional
de los españoles.
Gobierno español triplica la oferta de financiación a Ceuta y
Melilla
Los presidentes de Ceuta y de Melilla, Juan Vivas y
Juan José Imbroda, respectivamente, mostraron ayer su satisfacción con la
oferta recibida por el Ministerio de Hacienda para la financiación de ambas
ciudades autónomas en el futuro. Ambos presidentes debatieron con el ministro
de Hacienda, Cristóbal Montoro, la aportación del Estado a estas dos ciudades
y aseguraron que, en términos porcentuales, la nueva oferta triplica sus
ingresos anteriores. 'Incluyendo el Fondo de Compensación Interterritorial
y las fuentes de financiación que afectan a la construcción de viviendas de
promoción pública mediante concierto con el Ministerio de Fomento, podemos
hablar del orden de 54 millones de euros (9.000
millones de pesetas) de anualidad para cada ciudad', destacó
Vivas. Los dos dirigentes señalaron también que desde el Ejecutivo
se les apoya para potenciar la creación de nuevo empleo con una
bonificación del 50% de los impuestos relacionados con
empresas, para que esto pueda revertir en puestos de trabajo. Tanto
Vivas como Imbroda destacaron que el encuentro había significado un avance
para ambas ciudades en el sentido de mejorar el arraigo de la población y
garantizar la suficiencia financiera tanto de Ceuta y como de
Melilla. [Entre las propuestas tambien se plantea el posible incremento
de la prima por residencia a los funcionarios, hasta elevarla al
100% del sueldo, es decir, doblar los ingresos en relación a
lo que se cobraría en la peninsula].
Imbroda coincidió en la 'impresión
satisfactoria' de la reunión. Según explicó, se trataron medidas
relativas a los incentivos para incrementar la actividad económica de Ceuta y
Melilla.En cuanto al Régimen Fiscal Especial, el presidente de Melilla señaló
que se estudiaron las medidas presupuestarias, en las que se solicita la
subvención al transporte que ya tienen Baleares o Canarias.
Apoyo
'firme e impecable'
Ambos presidentes agradecieron la 'firme e
impecable' postura que ha mantenido el Gobierno 'en todo
momento' durante la crisis con Marruecos y abogaron por que las
relaciones con el país vecino sean 'buenas y fluidas'. Imbroda, de
Unión del Pueblo Melillense (UPM), aseguró que la ciudad de Melilla ha
'encontrado el calor y apoyo del Ejecutivo, de la totalidad de la sociedad
española y de los partidos políticos'. El presidente ceutí, Juan
Vivas (PP), destacó también la 'sensación de confianza y seguridad'
que ha tenido Ceuta gracias a la respuesta 'firme, inteligente y prudente' del
Gobierno en este contencioso. No obstante, reconoció que esta situación pone
de manifiesto que 'hay algunas cuestiones que hay que resolver de cara a
la estabilidad económica de estas dos ciudades'. Respecto a las
reivindicaciones de Marruecos por las ciudades de Ceuta y Melilla, Imbroda
señaló que 'son periódicas' y que no le preocupan en absoluto. Para
Imbroda, habría sido alarmante otra reacción de España, pero 'las cosas
están clarísimas'. 'Tenemos argumentos políticos, históricos y
administrativos tan abrumadores como cualquier otra ciudad española',
añadió.
Líderes de Ceuta discrepan sobre la
soberanía de Perejil
La Vanguardia - 10.32 horas -
21/07/2002
Mohamed Ali (a la izquierda) se
enfrenta ante
la prensa con Abselan Hamadi (a la derecha)
La escena, en un hotel de Ceuta, la protagonizaron dos
dirigentes musulmanes ante una treintena de periodistas. Uno de los
contendientes era Mohamed Ali, presidente de
la Comunidad Musulmana de
Ceuta; el otro, Abdeslam
Hamadi, dirigente de la federación de asociaciones de vecinos
y miembro de la asociación Bujari. El
primero, muy minoritario y pro marroquí, rechazó la toma de Perejil por tropas
españolas. El segundo, pro español y antimarroquí, aplaudió la actuación del
Ejército.Es difícil encontrar en tan poco espacio una representación tan real
de la sociedad ceutí del momento. Mohamed Ali, declarado oficialmente
persona non grata por la asamblea de la ciudad, leyó un comunicado en
el que calificó la toma de Perejil como una "flagrante agresión a la
integridad territorial de Marruecos". Ceuta y Melilla son -dijo-
ciudades marroquíes ocupadas por España. En su opinión, los
musulmanes son tratados a puntapiés por el Gobierno español. Entró luego en
escena Hamadi para negar que Ali represente a los musulmanes ceutíes y lo
acusó de ser un impostor a sueldo de Marruecos. "Los musulmanes de esta
ciudad estamos unidos bajo la bandera española", señaló. El presidente de
la asociación Al Kadi
Ayyad, Mohamed Stitu, dice
que Perejil es de Marruecos y para Ceuta y Melilla preferiría la doble
dependencia. - J. BEJARANO
Diferencias
entre marroquies de
Ceuta
El “gran juego” del Sahara
occidental
Distintas petroleras han firmado
acuerdos exclusivos con el Polisario y con
Marruecos
Reparto de zonas de exploración
petrolifera
El Frente Polisario ha cerrado un acuerdo
exclusivo para la explotación de gas y petróleo en aguas del Sahara occidental
con la compañía australiana basada en Londres Fusion Oil &
Gas PLC. El acuerdo entra directamente en conflicto con la licencia exclusiva de
exploración concedida en febrero a la francesa TotalFinaElf y a la americana
KerryMcGee por el reino de Marruecos, que reclama la soberanía de los
territorios que integran la vieja colonia española. En el trasfondo de este
pequeño “gran juego” sobre el Sahara occidental está la urgente necesidad de las
compañías petroleras para hacer acopio de reservas en un periodo de
inestabilidad en el que la exploración en aguas profundas adquiere creciente
importancia.
“Nuestro único interés es el de
asesorar a la RASD a elaborar una buena política de gestión de recursos
energéticos”, explica Jonathan Taylor, uno de los fundadores de Fusion Oil
& Gas PLC para justificar su sorprendente acuerdo con el Polisario. En
realidad, según fuentes del sector, esta compañía nacida hace cinco años en
Perth, ha aprovechado la crítica situación de la zona para hacerse un hueco
entre los grandes. La Fusion Oil llega al Sahara tras haber prospectado con
éxito en aguas de Mauritania y de toda el África occidental, convertida ya en
una de las áreas de reservas estratégicas del mundo.
“Lo que ocurre es que el sector privado
está necesitado de nuevas reservas en un escenario internacional dominado
básicamente por Oriente Medio –explica Mariano Marzo, catedrático de Recursos
Energéticos de la facultad de Geología de la Universitat de Barcelona–. En este
acopio de reservas juega una creciente importancia la exploración en aguas
profundas, que es más cara y exige inversiones más elevadas.”
Se considera exploración en aguas profundas
la que se realiza en la zona comprendida entre los 500 y los 3.000 metros de
profundidad. Su peso es casi marginal en el conjunto de las reservas mundiales,
en torno al 3-4% del total y tiene un difícil retorno de la inversión. Como
ejemplo: poner en el mercado un barril de crudo extraído en Arabia Saudí cuesta
un dólar; hacer lo mismo con un crudo extraído en aguas profundas cuesta once
dólares. ¿Porqué entonces tanto interés? “Porque el 80% de las reservas están en
manos de empresas públicas, y sólo el 20% restante, en manos del sector privado
–dice Marzo–. Las empresas privadas necesitan reponer reservas a toda velocidad,
demostrar a sus accionistas que están en punta de exploración. En el panorama
mundial de reservas de hidrocarburos, las que se encuentran a gran profundidad
son las menos conocidas.”
Su localización tendrá, además, importantes
efectos desde el punto de vista de la geopolítica y promete complicar todavía
más si cabe la resolución del conflicto saharaui. El Movimiento
de Países no Alineados ha mostrado su preocupación por la “irrupción” del gas y
del petróleo en el conflicto del Sahara occidental. Se da el caso de que el
África occidental es, junto a Brasil y el Mediterráneo egipcio, la zona más
prometedora en materia de exploración profunda.
Existe, además, un problema añadido. Las
exploraciones que se vienen realizando se alejan cada vez más de la costa, de
las 200 millas. Más allá son aguas internacionales que la ONU definió en 1982
como patrimonio de la humanidad. “A medida que la demanda de gas se acelere y
llegue a su techo, la presión para explorar en aguas profundas aumentará
–explica Marzo–. La comunidad internacional deberá entonces afrontar el problema
de saber a quien pertenecen los beneficios de esas extracciones.”
Hay
que añadir finalmente que Repsol está prospectando frente a las costas de
Fuerteventura, en un área de 6.160 kilómetros cuadrados y a una profundidad de
1.000-1.500 metros. Repsol no ha mostrado hasta ahora interés alguno por
explorar en aguas del Sahara occidental, tanto por razones técnicas –carece de
la tecnología necesaria para hacerlo– como por el deterioro de las relaciones
entre España y Marruecos.
NOTA:
Los últimos acontecimientos en relación a la
cuestión de Sahara y el interés por difundir este numero antes del periodo
de vacaciones, nos aconsejan posponer hasta nuestro próximo numero la
publicación del prometido comentario de análisis sobre el Sahara, que
esperamos actualizar en estos días. Gracias por vuestra
comprensión.
Aviso y Sugerencias
Andalucía
Libre nos tomamos un descanso veraniego. No nos colapséis el
correo. Pronto volveremos a la brecha.
Por cierto,
tanto para andaluces como foráneos, si se esta pensando en un viaje por nuestro
país conviene acudir a Andalucía.org, donde en sus versiones
en castellano, francés, inglés y alemán, pueden encontrarse interesantes
indicaciones.
Dada la época,
os ofrecemos un revoltijo de variopintas paginas andaluzas por donde
navegar, perderse o saltar a lo saltamontes, sea en la hora de la siesta si la
calor os despierta (y tenéis tarifa plana) o en la noche profunda en busca del
fresquito o cuando os apetezca. Como muchas de ellas son nacionalistas, puede
comprobarse de primera mano como está y como anda el patio. Aprovechamos la
ocasión para aclarar que no tenemos relación con quienes comparten nuestro
nombre y figuran en la Red como Gueb Andaluza-100% andaluza Andalucía
Libre.(Un saludo). Por lo demás, si hay problemas o hay más
ganar de navegar, siempre esta ahí Andalucía Viva, el Directorio de
Andalucía en la Red; a quienes, por cierto, también procede felicitar por
las miles de visitas recientemente computadas. Un saludo.
PAÍS ANDALUZ ,BLAS INFANTE, PADRE DE LA PATRIA
ANDALUZA ,NACIÓN
ANDALUZA, NACION ANDALUZA
(Sevilla) , NACION
ANDALUZA (Huelva) ,REBERDÍA
ANDALUZA ,IZQUIERDA ANDALUZA , ASAMBLEA DE ANDALUCÍA , SINDICATO DE OBREROS DEL CAMPO , USTEA,
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ANDALUZA ,
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TATE ,
ESTADO LIBRE DE ANDALUCÍA , SKINHEAD AL-ANDALUS , FORO
ANDALUZ, BLAS
INFANTE, GÜEB
ANDALUZA, ANDALUCÍA LIBRE ,
REVOLUCIONARIOS DE ANDALUCIA, BLAS
INFANTE EN INGLÉS,
CENTRO DE ESTUDIOS HISTÓRICOS
ANDALUCES , ROJOS
Y ANDALUCES
, CÁDIZ
REBELDE ,
COORDINADORA ANDALUZA DE
ESTUDIANTES , UTOPÍA
VERDE
, Andalucia Documentos y Narraciones (ADN), ANDALUCISTAS EN LA RED , ALMENARA
, EL
ADARVE ,
ANDALÚ EN
INTERNET, PLATAFORMA
26 - D ,ALCURNIAS
ANDALUSÍES, REVISTA DE
ANDALUCÍA, AL-ANDALUS, EL LEGADO ANDALUSI, LA MEZQUITA
DE CORDOBA, La
Mezquita, LA CATEDRAL DE
SEVILLA, LA
ALCAZABA, LA
ALHAMBRA, LA
ALHAMBRA Y EL GENERALIFE, ARGANTONIO Y TARTESSOS, CENTRO ANDALUZ DEL FLAMENCO, Musica Andaluza, ANDALUCIA DESDE EL
CIELO, Hecho en
Andalucía, FEDERICO
GARCIA LORCA, CARLOS CANO, LOS MILLARES, LA LINEA, SANLUCAR,
...
Solidaridad con
Palestina

Música: Canto
de los Partisanos
Sobre los 139
acusados caían más de 30 siglos de prision. (...)
Salieron de la sala
entonando una canción revolucionaria árabe cuya música era la del
Canto de los Partisanos"
Gilles
Perrault, Nuestro amigo el Rey,
Plaza&Janes, Barcelona, 1991, pag. 257
Proceso de
Casablanca a militantes de la izquierda revolucionaria marroquí, Enero-Febrero
1977
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 [Adjunto no mostrado: RASD.bmp (image/bmp)
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 [Adjunto no mostrado: CP Le Chant des Partisans-Himno Guerrillero.mid (audio/mid)
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