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Andalucía
Los jornaleros de
Marinaleda son empresarios, dan trabajo a la comarca y controlan el
Ayuntamiento
Del subsidio al pleno
empleo
QUICO CHIRINO/
MARINALEDA
SUR Lunes, 21 de octubre de 2002
Juan
Manuel Sanchez Gordillo,
alcalde de Marinaleda
explicando los presupuestos
municipales en la Barriada
Domingos Rojos,
junio 2001
De
jornaleros a empresarios. Esta ha sido la evolución del pueblo sevillano de
Marinaleda en los últimos cuatro años, un feudo histórico de la CUT,
organización que lidera Juan Manuel Sánchez Gordillo y que pasa por ser una de
las ramas más radicales de IU.
A
principio de los ochenta, los vecinos de Marinaleda tomaron una finca de recreo
del Duque del Infantado. Más de cien ocupaciones del cortijo, una huelga de
hambre de 70 días, encierros en oficinas bancarias y en la propia sede de la
Presidencia de la Junta. También cercaron a Felipe González mientras descansaba
en el Coto de Doñana hasta que se vio forzado a recibirles. «Le rodeamos
como los indios», espeta Sánchez Gordillo, un hombre que levanta filias y
fobias, en iguales términos, y que ha sufrido tres intentos de
atentado.
Finalmente, la Junta expropió las tierras y cedió 1.250
hectáreas a las ocho cooperativas que formaron los jornaleros. Después de cuatro
temporadas, ahora negocian con el consejero Paulino Plata la propiedad de los
terrenos. La «utopía» la han aplicado en el cortijo del Humoso, donde
trabajan más de 300 jornaleros durante todo el año en las explotaciones de
olivares, ajos, pimientos, alcachofas o habas. La cooperativa distribuye sus
productos por grandes almacenes con la marca Humar. Más de 150
operarios trabajan en la fábrica de pimientos y esta semana inauguran una
almazara. En el Humoso todos ganan lo mismo, desde el gerente al jornalero. El
sueldo, pactado en asamblea, es de 32 euros.
Vida
política
Los
jornaleros ostentan el control absoluto del Ayuntamiento desde la transición: 8
concejales de la CUT-BAI, 2 de PSOE y 1 del PP. Gran parte de los dirigentes de
la oposición viven fuera de Marinaleda y muchos de los integrantes de las listas
no son del pueblo.
Sin
embargo, el pleno municipal es meramente testimonial. En Marinaleda, la CUT ha
aplicado el modelo que más tarde se ha hecho popular en la ciudad brasileña de
Porto Alegre. Son los vecinos los que deciden el presupuesto y los que tienen el
poder del voto. Un senado popular se reúne una vez al mes por las calles y un
grupo de acción, integrado por concejales y sindicatos, lleva a la práctica los
acuerdos.
No
hay sector crítico. Otros dicen que se ha borrado. El sistema no se puede
entender si se le aplican los parámetros de cualquier otro ayuntamiento. Los
impuestos son los más bajos de toda Andalucía. La tasa anual de recogida de
basura es de 12 euros y la temporada de piscina cuesta dos euros. El
Ayuntamiento ha comprado todo el suelo que rodea el núcleo urbano. Cuando un
vecino quiere construir una vivienda, el gobierno municipal le regala la
parcela, paga con fondos del PER la mano de obra y una parte de los materiales.
El nuevo propietario tiene que abonar 15 euros mensuales a modo de hipoteca. Con
esta estrategia se han construido 350 viviendas y se han proyectado otras 150,
en un pueblo que no supera los 3.000 habitantes.
Pero los ciudadanos también tienen otras obligaciones no
escritas. Cuando la temporada en el campo baja, se organizan los domingos rojos.
Todo el pueblo tiene que trabajar un día gratis en las cooperativas o
contribuir a la limpieza de las calles y jardines. Así se reduce el gasto de
personal del Ayuntamiento, que apenas es del 6% del presupuesto.
El
sistema se sostiene en Sánchez Gordillo. Un joven que iba para futbolista de
élite -jugó en la cantera del Sevilla- pero renunció porque comenzó a pensar
«de otra manera». No tiene coche -asegura-, tampoco televisor. Enseña
historia en el instituto del pueblo y a sus alumnos les habla de la
«historia de los pueblos, del comunismo primitivo y la lucha de
clases». Y como eso no lo cuentan los
libros, simplemente, pasa de ellos.
El ministro que no pudo tomar café, el cura que se fue y el policía
que echaron
Q.CH./MARINALEDA
Javier Arenas le reprocha a Sánchez Gordillo que le
cerró hasta los bares. El ahora ministro de Administraciones Públicas fue a
Marinaleda a dar un mitin y le recibió un pueblo desierto con las persianas
bajadas. El PP lleva tres legislaturas presentándose a las municipales. En los
pasados comicios consiguió por primera vez un concejal. En buena medida,
representaban el todo contra Sánchez Gordillo. El presidente del PP-A no pudo
ese día tomar café pero el alcalde se defiende: «Es que fue a un bar que
cerraba esa tarde».
Cuando la CUT llegó al Ayuntamiento, eliminó la plaza de
policía municipal y al agente que había le quitó la pistola, «por si se
equivocaba». Ahora no hay Policía y el cuartel de la Guardia Civil del
pueblo vecino se ha trasladado.
La
historia del cura del pueblo es parecida. Hace tres años llegó un párroco joven
que terminó por trasladarse finalmente al pueblo de Estepa. Juan Manuel Sánchez
Gordillo habló con el obispo de Sevilla para que le «mandase un cura de
izquierdas».
En
el pueblo hay dos cofradías y el patrón, San Nicolás, pero el alcalde se niega a
presidirlas o a darles cancha en la televisión municipal. «Nosotros no somos
santeros», sentencia. Los escasos miembros de estas hermandades han
denunciado que la televisión local no retransmite la estación de penitencia. En
Semana Santa, como contrapartida, el Ayuntamiento organiza la Semana por la Paz,
durante la que actúan chirigotas de Cádiz y hay conferencias de teorías
alternativas. «La alegría es un derecho del pueblo», sostiene Sánchez
Gordillo. Por eso, 200 hombres y otras tantas mujeres se organizan en turnos
para trabajar gratis durante dos días en la feria «autogestionada». Las
actuaciones las vuelve a pagar el Ayuntamiento y la comida a precio de
coste.
Historia de
Marinaleda
Marinaleda, la larga lucha
por la Tierra
Marcha hacia una ocupación, 1980
La primera noticia que encontramos de nuestros
antepasados se sitúa al final del Neolítico ya cercana a la Edad de los
Metales pues se han encontrado restos de viviendas de un poblado de hace unos
5.000 años.
En los trabajos arqueológicos realizados se han
recogido hachas de piedra, molinos de mano, restos de semillas y habitáculos
donde estos primeros pobladores vivían. Este poblado,
importante por sus dimensiones, estaba situado a un lado y a otro de lo que
posiblemente en la antigua edad fue un riachuelo y que hoy está ocupado por la
carretera entre Marinaleda y Matarredonda.
Avanzando en la historia nos encontramos con restos de
una calzada romana que unía Estepa con Écija y las continuas apariciones de
monedas (denarios) enterramientos y otros resto que dan señal de la presencia
romana en los alrededores de la zona donde habitamos.
Más adelante también encontramos ruinas que nos hablan
de la presencia árabe en nuestro suelo. Las Torres de Gallape o la fortaleza
árabe de Alhonoz son restos suficientemente significativos y que servían de
comunicación al paso de los ejércitos y que ponen de manifiesto y la pujanza
de una civilización que estuvo en Andalucía durante ocho
siglos.
En la Edad Media, Marinaleda es un puñado de chozos
donde viven los jornaleros que trabajan para los grandes terratenientes
especialmente para el marquesado de Estepa. En la
Edad Moderna reaparece Marinaleda en concreto en 1751 cuando solo existen unas
60 casas la mayoría chozas donde viven jornaleros sin tierra que cobran dos
reales de sueldo por una jornada de Sol a Sol. El
número de habitantes es de 80 personas pero eso sí para tan menguado número de
habitantes hay tres clérigos aunque no hay médico ni nada que se le parezca y
la única venta existente es propiedad del Marqués de Peñaflor que vive en
Écija. La única actividad en esta época es la
agricultura y los cultivos son el trigo, la cebada, el olivo y los chaparros
de un rabioso secano en el que no existen ni una fanega de tierra de
regadío.
En el s. XIX aparece de nuevo Marinaleda vinculada con
los bandoleros y en las partidas de José María "El Tempranillo" natural de
Corcoya, "El Pernales" o Juan Caballero donde se agrupan marinaleños formando
parte de estos grupos que tanto tendrían que hablar al final de este siglo y a
principios del s. XX.
Ya en el s. XX, en la Segunda República con una
población de 2318 habitantes y con tan solo 317 votantes, ya
que no podían votar las mujeres los resultados electorales de esta época
fueron: 12 Abril 1931 ganan los
monárquicos; 31 Mayo 1931 Ganan los
republicanos; 16 Febrero 1936 Gana el Frente
Popular. Vicente Cejas Moreno es elegido alcalde que
luego sería asesinado junto a su hijo en la era Empedrá de El Rubio con una
crueldad infinita.
Cuando Franco da el golpe de Estado se desata la
represión indiscriminada que se lleva por delante a más de 30 personas en
nuestro pueblo. Desde ese instante por supuesto ya no
habrá más elecciones y los alcaldes del franquismo serán elegidos a dedo por
los gobernadores civiles.
Los años 1945-50 serían muy duros. El hambre llegaba a
los estómagos de muchas familias jornaleras que no tenían más remedio que irse
a rebuscar aceitunas o bellotas por los campos. La
represión continuaba con saña. Un mando de la Guardia Civil de Écija se hizo
famoso en la zona porque manda arrancar los dientes de los jornaleros que
cogían cogiendo bellotas por los cortijos.
En los años 60 hubo una gran emigración. Casi la mitad
de la población emigró a Barcelona, Alemania, Francia, Suiza... porque el
tren de la huida era la única esperanza de vivir para los que habían
caído ya en las redes del paro estructural.
En el año 1977 se fundo en nuestro pueblo el
Sindicato de Obreros del
Campo en el jardín que en aquel momento era de Queipo de
Llano y que hoy es la Avda. de la Libertad.
En el año 1978 ocupación de la finca de Bocatinaja
entre Osuna y Los Corrales. Es la primera vez en la historia de Andalucía que
se ocupa una finca durante dos días después de la Segunda República. Al final
fuimos desalojados violentamente por la Guardia Civil y varios dirigentes de
nuestro sindicato fueron encarcelados.
En el año 1979 primeras elecciones democráticas
después de la República. La CUT (Colectivo de Unidad de los Trabajadores)
obtiene mayoría absoluta al conseguir nueve de los once concejales que forman
el pleno del Ayuntamiento.
En este mismo año se produce el cambio del nombre de
las calles:
General
Muñoz Grandes, se cambia por Che
Guevara
General
Queipo de Llano, se cambia por Avda. de la
Libertad
José A. Primo
de Rivera, se cambia
por Andalucía
Acceso de
Queipo de Llano, se cambia por Mariana
Pineda
Calvo Sotelo,
se cambia por Alcalde Vicente
Cejas
Castejón, se cambia por Antonio
Machado
Ministro
Castiella, se cambia por Jornaleros
Miguel Osuna,
se cambia por Pablo
Neruda
General Mola,
se cambia por Boabdil
Plaza de
España, se cambia
por Plaza del
pueblo
Plaza de
Franco, se cambia
por Plaza de Salvador
Allende
General
Sanjurjo, se cambia
por Federico García
Lorca
General
Varela, se cambia
por Miguel
Hernández
Victoria, se cambia por Blas
Infante
En el año 1980 Marinaleda protagonizó una
huelga de hambre masiva durante trece días y
con la participación de 700 personas. Era una hualga de hambre contra el
hambre y el motivo era reivindicar más dinero y una regulación más exacta del
antiguo Empleo Comunitario. La huelga se saldó con
éxito. A partir de ahí comenzaron la lucha por la tierra y las ocupaciones de
fincas que nos llevarían a hacer realidad la vieja consigna revolucionaria de
la tierra para el que la trabaja.
Para ello en el año 1984 ocupamos el pantano de
Cordobilla con una consigna, agua para regar la tierra y con una intención,
conseguir que se pusieran en riego el cortijo de los Humosos propiedad del
duque del Infantado porque este era el único resquicio que dejaba la ley para
poder expropiarle la finca a este gran terrateniente. Estuvimos 30 días, el
grado interno de solidaridad, convivencia y compañerismo sería el cimiento de
las luchas que a continuación tendrían que darse para conseguir el viejo sueño
de la tierra.
A partir del año 1985 se comienzan una serie de
ocupaciones (más de 100) que nos llevaran a realizar todo tipo de acciones
pero siempre centrados en la tierra llegando incluso a permanecer en la finca
durante 90 días y 90 noches. Ni que decir tiene que la Guardia Civil nos
expulsaba a diario y que tuvimos infinidad de procesos judiciales por estas
luchas.
En el año 1991 nos notifican que tendremos por fin la
tierra. Serán 1200 Has. de tierra conquistados tras muchos años de lucha y por
primera vez en 5000 años de la historia de Andalucía.
En 1992 y en 1994 las luchas contra las peonadas
y por un puesto de trabajo llevan a una serie de acciones radicales como la
ocupación del Banco de España, la paralización del AVE en varias ocasiones,
del aeropuerto internacional de San Pablo de Sevilla o las ocupaciones
del Palacio de San Telmo, Canal Sur Radio TV así como manifestaciones todos
los días por las distintas calles de Sevilla. Al final las peonadas se
reducirían de 60 a 35 no sin antes sufrir el engaño de la delegada del
gobierno en Andalucía, Dña. Amparo Rubiales.
En 1997 comenzamos a poner en marcha el Humoso
una vez que ya tenemos instalado de riego toda la finca. A partir de ahora ya
no se oirá la voz del amo sino la de los jornaleros que a partir de ahora
serán los propietarios colectivos para crear y repartir la riqueza que ellos
mismos producen.
En 1999 comienza a funcionar la primera industria en
Marinaleda que también será propiedad colectiva de los obreros y que vienen a
multiplicar el empleo y a dar un salto cualitativo y en la apropiación
colectiva de los medios de producción.
Cuando llegamos al año 2000 con la tierra y con la
industria del pimiento de piquillo, la haba, la alcachofa y la aceituna
estamos muy cercanos a alcanzar el pleno empleo.
En 2001 nuestro sindicato convoca una huelga
general en el campo sevillano con participación de piquetes masivos de nuestro
pueblo en los que cada día han participado más de 100 personas por la
conquista de un convenio justo. En La Rinconada ese día fuimos tiroteados por
un terrateniente sin que la justicia hiciera otra cosa que como tantas veces
hacer "la vista gorda".
En 2002 se celebra en Marinaleda un encuentro
estatal del movimiento antiglobalización ya que Sevilla y sus autoridades
(Diputación y Ayuntamiento) habían negado las instalaciones para este evento
debido al miedo que produce la criminalización interesada del
mismo. Para nosotros esta celebración ha sido un honor ya que llevamos años
luchando por la construcción de la utopía desde un presupuesto básico que hoy
defiende el movimiento antiglobalización como es la soberanía alimentaria, el
derecho a la tierra al agua y a las semillas por parte de los pueblos porque
estamos cansados de la presencia destructiva y opresiva de los terratenientes,
los aguatenientes y los semillatenientes que son las grandes
multinacionales.
Enlaces:
Marinaleda.com, pagina oficial de Marinaleda, que ofrece un detallado y muy
interesante repaso de su realidad.
Valoraciones políticas:
Opinión
Marinaleda,
la experiencia tras el simbolo
El pueblo de Marinaleda se ha
ganado por meritos propios figurar en la historia de Andalucía. Un cuarto de
siglo de luchas lo han elevado a la categoría de simbolo. Con las lógicas
oscilaciones de tiempo y ámbito, según las épocas y los espacios políticos del
momento, Marinaleda ha actuado simultáneamente para buena parte de
la izquierda andaluza como referente; como modelo a seguir o, en
todo caso, como experiencia a valorar. Incluso, durante algunos años,
el mito de Marinaleda llegó a tomar tanto cuerpo como para
sobreponerse a su mucho más interesante e
instructiva realidad.
La experiencia política y
social de Marinaleda es inexplicable e incomprensible
sin la figura de su alcalde, Juan Manuel Sánchez Gordillo. La Marinaleda que
se ha hecho famosa y respetada y que hoy existe, es deudora de su trabajo
militante; de sus capacidades y también de sus carencias; de su compromiso,
sus prioridades y de su forma de trasladar a un pequeño pueblo jornalero
andaluz su lectura política y ética del Che.
En 1996 se
publicó un interesante libro sobre Marinaleda de Félix Talego Vázquez,
Cultura jornalera; Poder
Popular y Liderazgo
Mesiánico. (Antropología
política de Marinaleda)*, elaborado tras un trabajo de campo que llevó al autor a
residir en el pueblo, compartiendo sus vivencias y luchas, durante un
amplio periodo. El trabajo, hecho desde el afecto, denotaba rigor en
la observación y espíritu critico en el análisis, sin retroceder ante la
exposición de conclusiones desmitificadoras por ninguna
autocensura. Con todas sus lucidas reflexiones, sin embargo, el
enfoque académico de la obra y sobre todo, la reducida experiencia política
militante del autor -que afectaban especialmente al contexto nacional y a la
génesis política general en las que obligadamente insertar su objeto de
estudio- dejaban el cuadro final con demasiados blancos y toques
desvaídos como para aportar un retrato completo y plenamente certero de
la experiencia marinaleña. Criticas injustas se colocaban junto a otras
atinadas; se destacaban elementos criticables secundarios mientras sólo
se mencionaban incidentalmente otros mucho más serios. En resumen,
demasiada antropología y poca
política.
A la hora del balance, conviene
partir de una constatación y es que la calidad material y moral de vida de la
Marinaleda que se ha construido en estos 25 años, la sitúan muchos codos
por encima de la media, como se ve obligada a reconocer hasta la prensa hostil
y como acredita el odio que despierta entre los reaccionarios y españolistas.
También es necesario tener siempre presente que estamos hablando de una
población de sólo 2.638 habitantes; sin burguesía ni casi pequeña burguesía
local; sin presencia previa a la constitución del actual modelo, de
organizaciones políticas o sociales... Estas dimensiones,
historia y composición social y política, explican en buena medida
la singularidad marinaleña y las aperturas sobre las que el sostenido esfuerzo
y la labor militante de Sánchez Gordillo -mezclando discurso, ejemplo,
practica y metas concretas- pudieron construir la Marinaleda actual. La
combinación de ambas especificidades -social y colectiva y personal-
interrelacionadas a partir de una coyuntura especial, dieron lugar a la
excepcionalidad de Marinaleda. Marinaleda es, ante todo, una experiencia
colectiva de la que, legítimamente, se muestran orgullosos sus protagonistas
pero también es un proceso que se ha mostrado incapaz de expandirse y enraizar
incluso en localidades muy similares y cercanas, como -por ejemplo- el
muy próximo pueblo de El Rubio. Marinaleda forma parte del patrimonio
simbólico y político del SOC y de la CUT pero nadie -salvo por ignorancia-
podría pensar que Marinaleda representa su resumen o que incluso puede
asimilarse a otras experiencias prolongadas de trabajo político y social como
las desarrolladas en El Coronil, Martín de la Jara, Osuna, Los Corrales etc,
por no seguir citando casos específicos indefinidamente.
Marinaleda ha demostrado una
meritoria capacidad de movilización estable. Cada vez que ha sido necesario,
autobuses llenos de marinaleños y marinaleñas han permitido desarrollar, con
las aportaciones de otros pueblos, las acciones que han hecho nacional e
internacionalmente conocido al SOC. La entrega, combatitividad y
solidaridad del pueblo marinaleño se han hecho proverbiales, elevándose a
señas de identidad del proceso popular. La articulación de la que se ha
ido dotando, han permitido su persistencia y desarrollo local; como a la vista
está. A la vez, toda esta practica y esta formulación -que tan eficaz se ha
evidenciado para estos objetivos- no ha sido capaz de crear en la proporción
debida y aparentemente previsible, dada la riqueza y duración de la
experiencia, un numero suficiente y significativo de cuadros políticos
formados y autónomos, capaces de sostener por si mismos la continuidad del
proceso y sobre todo de contribuir fuera de Marinaleda a la implantación y
expansión del proyecto y el discurso que han inspirado su propia
practica.
Talego, en su libro citado, daba
una importancia -a nuestro juicio, desproporcionada- a los mecanismos de
coerción y cohesión moral en el conflicto
interno local entre la
mayoría identificada y participe del proceso popular -desde nuestro punto
de vista, en general correctos y necesarios- y los elementos
minoritarios que gráfica y descriptivamente son allí conocidos como
la Contra. Entendemos, por nuestra parte, que para acercarse
ajustadamente a la experiencia de Marinaleda, ha de insertarse esta y su
dinámica en su contexto político y social nacional -y en particular en el
de la izquierda andaluza- y que es desde este enfoque desde donde
cabe medirla en su devenir y comparativamente. En contraste con una
visión sociológica aislacionista, mucho más importante y
problemático políticamente nos parece reseñar el mantenimiento de Sánchez
Gordillo -tras tanto hecho y vivido-como pivote central e imprescindible
del proceso.
Sustentamos esta percepción
critica desde un plano estrictamente político y en
absoluto personal, psicológico o ético. Para un encuadre ajustado,
esta carencia ha de relacionarse con otra general que afecta especialmente al
SOC y, en otra medida, al conjunto de la izquierda andaluza y que
deriva de su propia y compartida historia. No puede olvidarse que el SOC
surgió como una iniciativa política del desaparecido PTE -insertado
posteriormente en su sindicato general, la CSUT primero y luego el
SAT- y que, tras encarnar socialmente y por tanto autonomizarse, les
sobrevivio. La CUT, gestación paralela y luego sustitutiva, nunca ha ido más
allá de ser la versión electoral y/o municipal de los militantes que sostenían
la correspondiente implantación local del SOC. Y este a su vez, para
bien y para mal, se ha consolidado a partir de un muy reducido numero de
cuadros locales, esencialmente sindicalistas jornaleros -perdidos los
cuadros políticos nacionales con la extinción de sus referentes
generales- que, con una gran diversidad de resultados y
matices según los pueblos, han ido construyendo a su alrededor una
sucesión de círculos concéntricos (activistas locales, militantes, afiliados,
simpatizantes...) que le han permitido, a trancas y barrancas, mantener
su actividad como movimiento socio-político. Así pues, el papel esencial de
los lideres locales -esos contados cuadros supervivientes- no es algo
privativo de Marinaleda (aunque allí haya tomado formas particulares) como
tampoco lo es la metodología, las perspectivas y prioridades básicamente
locales -aunque no aisladas- y sus inevitables consecuencias plasmadas en
la desestructuración estratégica, falta de generación y formación de nuevos
cuadros y militantes, pobreza del debate político y del balance colectivo
general, dificultades de expansión... Es el propio modelo
activista-asambleario -sin auténtica organización política militante
específica- el que si de una parte, les ha servido para transitar este difícil
periodo marcado en la Andalucía rural por el Subsidio Agrario-PER
manteniendo una influencia social significativa en sus baluartes y una
meritoria capacidad de actuación fuera de ellos, de otro ha impedido que el
SOC sea capaz, por ejemplo, de capitalizar políticamente su trabajo
impulsando realmente una confederación sindical nacionalista o ha facilitado
que la CUT se acomode al amparo del PCE-IU, renunciando de hecho a ser más que
su complemento y abdicando de la tarea de construir una fuerza de izquierda
andaluza nacional. Es esta compleja y contradictoria trayectoria -que
resumimos a riesgo de distorsionar- la que permite entender paradojas como la
aparentemente inexplicable coexistencia entre actuaciones radicales y
dependencias políticas e ideológicas como las que sucesivamente y aún
paralelamente han venido manteniendo sus protagonistas con el extinto PCPE de
Monereo; Anguita y Rejón del PCE-IU o ahora la Corriente Roja de IU. A todo
ello, seamos justos, ha contribuido también la desaparición o debilidad
de otras formaciones de izquierda consecuente andaluza, incapaces hasta hoy de
ganarse una presencia política suficiente como para dialogar e influir
seriamente sobre esta corriente política.
Partiendo de estos apuntes de
reflexión, es como cabe insertar otros elementos secundarios, materiales e
ideológicos, también presentes, en Marinaleda y casi más, fuera de
ella.
En todo caso, si ya se sabe que es
imposible el socialismo en un sólo país -aunque no lo sea comenzar la
construcción de la emancipación- sería absurdo exigir lo propio en un sólo
pueblo. Los santos están en el santoral y no en la vida. De Marinaleda,
queda una experiencia viva apasionante, con sus aciertos y errores; multitud
de ejemplos; una labor militante que, aún desde una perspectiva critica,
merece todo el respeto y mucha-mucha buena gente. Gente nuestra, en
el más profundo, humano y sincero sentido. Gente como la que Andalucía
necesita.
*TALEGO VÁZQUEZ, Félix, Cultura jornalera, poder popular y
liderazgo mesiánico. Antropología política de Marinaleda.
Sevilla, 1996, Fundación Blas Infante. Universidad de
Sevilla
Marruecos
El poder
marca el camino
Coincidiendo con la subida al trono de Mohamed VI en
1999, se alzaron algunas voces para reclamar elecciones anticipadas. El
razonamiento era el siguiente: la sucesión abría la puerta a una verdadera
ruptura con el pasado. Esta ruptura, que se creía que deseaba el propio monarca,
sólo podía realizarse si los ciudadanos estaban convencidos de su credibilidad.
Pero, ¿cómo se podía creer en ello mientras persistía un Parlamento que, según
el propio primer ministro, surgió de unas elecciones amañadas? La prensa del
Gobierno y del entorno del rey barrieron de un manotazo este argumento.
Oficialmente, se situaban dentro del continuismo oficial y del respeto del
calendario electoral; oficiosamente, no contemplaron en ningún momento lanzarse
a lo desconocido.
Tres años más tarde, el índice de analfabetismo es
prácticamente el mismo que entonces y los indicadores socioeconómicos incluso
han empeorado. Del puesto 112 de la clasificación del Programa de Naciones
Unidas para el Desarrollo, en 1997, Marruecos ha bajado a la 123Ș
posición.
Las elecciones se han celebrado. ¿Acaso el régimen
marroquí se ha sumado de pronto a las tesis democráticas? No es seguro. Varios
elementos permiten afirmar que en este caso concreto el poder ha marcado el
camino. Para empezar, el proceso electoral ha sido técnicamente arreglado para
evitar las malas sorpresas. Ya la ley electoral ha marcado la pauta. Así, la
edad necesaria para votar ha sido mantenida en los 20 años. Una medida que
permite evitar la franja de edad de 18-20 años, considerada proislamista.
Asimismo, el proyecto de ley preveía mantener la exclusión de los candidatos Sin
Adscripción Política (SAP). Esta decisión fue decretada por Hassan II bajo el
pretexto oficial de reforzar a los partidos políticos. En realidad, se trataba
de evitar que determinados movimientos prohibidos utilizasen los SAP como
caballo de Troya. Una medida anticonstitucional que terminó por hacer reaccionar
al Consejo Constitucional que la invalidó en junio pasado. Sin embargo, aceptó
que la ley electoral establezca como condición para la candidatura de un SAP el
obtener 500 firmas de cargos electos.
La distribución electoral también es reveladora de esta
estrategia de exclusión. Así, se ha observado un aumento del número de
circunscripciones rurales en detrimento de las urbanas. Y el islamismo es un
fenómeno urbano, como todos los movimientos contestatarios en Marruecos, por
cierto. Por último, escoger el método proporcional para realizar el escrutinio
permite, como mínimo, mantener la balcanización de la escena política. La
probabilidad de que surja una fuerza política de peso cuya legitimidad pueda
desafiar a la Monarquía queda reducida. Conviene también destacar la actitud
sumamente conciliadora del partido islamista con representación parlamentaria,
el Partido de la Justicia y el Desarrollo (PJD). El PJD, que desde su nacimiento
ha adoptado una estrategia de integración suave dentro de la esfera política
oficial, ha afirmado, a través de uno de sus líderes, que no deseaban lograr una
victoria aplastante. El partido sólo se ha presentado en 50 circunscripciones de
un total de más de noventa.
Lo que resulta destacable es la adhesión de los llamados
partidos nacionales, actualmente en el Gobierno, a los planes de la Monarquía.
Un ejemplo entre otros muchos: aunque la Unión Socialista de Fuerzas Populares
(USPF), cuyo secretario general es el propio primer ministro, reivindicó durante
su último congreso adelantar a los 18 años la edad mínima para votar, ahora se
ha sumado sin chistar a las tesis del Ministerio del Interior. Tampoco ha
criticado la distribución electoral cuando en las consultas realizadas no dejó
de estigmatizar el incumplimiento de las reglas elementales de la
representatividad. En realidad, la alternancia ha desembocado en una
domesticación notable del partido de Abderramán Yussufi. Si la relación de
fuerzas entre la USPF y la Monarquía no era de por sí favorable para la primera
en el momento de la alternancia, lo es aún menos ahora tras cinco años de
gobierno. En los discursos de los pesos pesados de la USPF ya no se menciona la
reforma constitucional. Los llamados ministros de
soberanía, que son nombrados directamente por el rey y que
detentan carteras estratégicas como Asuntos Exteriores, Justicia, Interior o
Asuntos Religiosos, están en la actualidad totalmente
aceptados.
Por último, el reducir las prerrogativas del Gobierno en
materia económica en favor del gabinete del Rey no parece haber molestado mucho
al equipo de Yussufi. Hay que decir que la división del partido con la marcha
masiva de los miembros de la dirección de su organización juvenil, por otro lado
muy populares, la retirada de un grupo de intelectuales respetados conocido bajo
el nombre de Fidelidad a la Democracia y, finalmente, la escisión de la sección
sindical, antaño punta de lanza del partido en la relación de fuerzas con
palacio, han contribuido en gran medida a que los amigos de Yussufi se hayan
vuelto más mansos. Por todas estas razones, el régimen puede permitirse el lujo
de organizar unas elecciones transparentes.
Los beneficios para el régimen de unas elecciones libres
no son nada desdeñables. En caso de éxito, el rey Mohamed VI puede recuperar el
lustre que le acompañó cuando accedió al poder y la reputación de rey demócrata
lograda al principio de su reinado. Esta reputación ha quedado minada, por un
lado, por las numerosas decisiones represivas contra la prensa libre y, por
otro, por los escándalos económicos en los que se han visto implicadas personas
cercanas al poder.
El sistema de Gobierno que conoce Marruecos desde hace
cuatro décadas ha fracasado en el plano social y económico. Este fracaso corre
hoy el riesgo de barrer las instituciones del país. De nada vale el
maquiavelismo político cuando se es incapaz de situar al país en la vía del
crecimiento y de la justicia social.
*Aboubakr Jamaï es director de los semanarios marroquíes
Le Journal Hebdomadaire y Assaifa Al
Ousbouiya.
Dos perfiles de
Jettu
Driss
Jettu
Un
tecnócrata afín a la monarquía
En las
apresuradas biografías que ayer ofrecían las agencias de prensa sobre Driss
Jetu, nuevo primer ministro marroquí, ninguna se hacía eco de sus vinculación
con el monumental escándalo que desató la indagación del Parlamento en las
cuentas del Banco de Crédito Inmobiliario y Hotelero (CIH).
La entidad,
que Demain calificó como «caja negra del Estado», acumuló en
15 años un agujero de 343 millones de euros gracias a préstamos para proyectos
ficticios, cancelación de deudas de manera arbitraria y toda suerte de
desatinos financieros, incluida una coqueta mansión que se construyó el
director con 1,3 millones de euros de la entidad.
El órgano de
expresión de la juventud del Istiqlal dijo en aquel entonces
que gente como Jetu, o André Azoulay, otro de los consejeros más cercanos de
Mohamed VI, figuraban entre los personajes ajenos a la institución bancaria
que ordenaron la concesión de créditos. La averiguación parlamentaria por
supuesto no supuso menoscabo alguno para los altos dirigentes del régimen
citados.
Lejos de ello,
en agosto de ese mismo año, Jetu -un diplomado de estudios superiores en
física y química, nacido en 1945- era nombrado para dirigir la Oficina de
Fosfatos, la primera empresa pública del reino alauí.
Jetu se
confirmaba así como un tecnócrata afín a la monarquía, cuyos intereses
financieros en el conglomerado empresarial ONA llegó a gestionar. El fiel
funcionario lo mismo integraba el denominado Grupo 14, una asociación de
expertos que aconsejaban al soberano en cuestiones económicas, que servía como
ministro de Comercio e Industria, cargo al que accedió en 1993, o se convertía
en titular de Finanzas en 1997. Finalmente fue nombrado ministro del Interior
el 19 de septiembre de 2001.
Las críticas
que ha cosechado por las polémicas elecciones que se celebraron el pasado 27
de septiembre tampoco han mermado su prestigio en el entorno real. Ni tan
siquiera el hecho de que no se presentara a esos comicios y que por tanto su
nombramiento suponga un retroceso respecto a la designación de Yusufi, que al
menos sí concurrió a las votaciones de 1997.
«Está
claro que el rey se queda con todo. Es un escándalo que confirma que vivimos
en una dictadura. Ahora espero que se entienda bien el titular de nuestra
revista del mes pasado: ¿Elecciones para qué?», afirma Alí Mrabet,
director de Demain.
La
cara amable del 'majzén'
Driss Jettu es
un político con amplia experiencia económica y que sabe forjar consensos. Por
esas dos razones ha sido, probablemente, designado primer ministro después de
haber organizado unas elecciones legislativas más transparentes que sus
predecesores al frente del Ministerio del Interior. Nacido hace 57 años en El
Jadida, al sur de Casablanca, Jettu no es un político de nuevo cuño. Fue
durante cinco años ministro de Comercio y de Finanzas con Hassan II antes de
regresar a los negocios como presidente de Siger, el holding que gestiona la
fortuna de la familia real. Antes había sido, entre otras cosas, presidente de
la federación de industrias del cuero.Mohamed VI le nombró, hace 13 meses, al
frente de Interior con un doble cometido: organizar las elecciones y utilizar
los resortes de ese ministerio, el más poderoso del reino, para atraer la
inversión. El Ministerio de Economía, en manos de un socialista, había,
aparentemente, fallado en esa tarea. Nunca se ocupó Jettu de la vertiente
policial de su cartera. Los abusos de los servicios le incomodaban cuando, por
ejemplo, secuestraban revistas. En alguna ocasión descolgó el teléfono para
llamar a un periodista, a punto de ingresar en prisión, y tranquilizarle sobre
su futuro judicial. Por eso se le describía como la cara amable del majzén,
ese entramado de cortesanos que rodean al rey y ejercen el poder en la
sombra.
Opinión
Marruecos,
Elecciones
majzenianas
Ni el apresurado aval del Gobierno
francés ni la mesura critica de la mayoría de la prensa española o la rápida
felicitación de Aznar al nuevo Primer Ministro Jettu, pueden ocultar la
evidencia: las ultimas elecciones marroquíes -primeras del reinado de Mohamed
VI- han vuelto a ser una elecciones majzenianas, es decir, fraudulentas. Sólo
los intereses estratégicos de los imperialismos francés y español en Marruecos
pueden explicar las hipócritas felicitaciones sobre la pretendida
"transparencia" de los recientes comicios. Nada que ver con unas
elecciones democráticas; ni siquiera en el concepto que se usa al
efecto mayoritariamente en Europa.
Las elecciones marroquíes se han realizado con
partidos de izquierda ilegalizados -como las próximas en Euskadi-; tal es el
caso de Annahj
Addimocrati-Via
Democrática. La manipulación televisiva y mediática ha sido
total. Los distritos electorales han sido hechos a medida para asegurar
una representación desproporcionada y desigual y la distribución de las mesas
y colegios electorales, planificada exprofeso para impedir el control del
escrutinio. Se ha elevado la edad de voto para impedir la cuantificación del
voto joven. Se ha negado el derecho de voto a la comunidad marroquí en el
extranjero; precisamente a quienes con sus remesas permiten la
subsistencia de buena parte de la población marroquí y evitan la quiebra total
de su economia. El censo ha excluido a priori a centenares de miles de
votantes. Y, dando prueba del carácter controlado y cocinado de la
convocatoria, el islamismo oficial encarnado en el Partido de
la Justicia y la Democracia (PJD) -también
una criatura de palacio- previendo que fuera el receptáculo de demasiados
votos de protesta, se ha autolimitado para evitar ganar, presentándose en sólo
56 de las 91 circunscripciones.
Y lo más importante: las elecciones no decidían
nada. La Monarquía marroquí -según reconoce su Constitución otorgada vigente-
sigue dejando todo el poder real en manos del rey y su majzen. El rey nombra
al primer ministro que le parece y lo despide si así le place; designa a los
ministros esenciales: Interior, Asuntos Exteriores, etc; ejerce el mando
directo de las Fuerzas Armadas. Puede disolver el parlamento a su gusto y
sustituirlo entretanto en sus funciones. También puede declarar cuando
quiera el estado de excepción o convocar referéndum para aprobar leyes en
contra de un hipotético rechazo parlamentario o incluso para reformar la
Constitución. El Art. 39 de la actual Constitución marroquí sintetiza su
naturaleza política cuando establece la negativa a reconocer inmunidad a los
diputados en el caso de que alguno se atreviera a expresar opiniones en sede
parlamentaria que "cuestionen el régimen monárquico, la religión musulmana
o atenten contra el respeto debido al rey".
El espejismo se ha desvanecido. Hassan II
preparó en sus últimos años antes de su muerte anunciada el escenario de la
llamada "alternancia consensual", colocando de primer ministro al
usefepeista Yussuffi, para facilitarle una transición tranquila a su
hijo. La represión de los años de plomo se atenuó hasta
restringirse y paralizarse. Se liberaron presos y volvieron exilados; eso si,
sin castigar a los culpables de robos, corruptelas, torturas y
asesinatos, por supuesto. Marruecos pasó de la dictadura a la
dictablanda. La apertura se concretó en una mayor tolerancia de hecho
-aun acompañada de un endurecimiento legislativo, como en la ultima ley de
prensa- que dejaba a Marruecos comparativamente bien en relación al resto
del Magreb y la nación árabe. Un sector de las elites se empeñó en creer
y defender que su alianza con el Majzen permitiría pasar, a la manera
española, vía reforma paulatina a una democracia homologable. Primero, el
fraude electoral, aunque haya sido ejecutado en forma distinta a las
anteriores y luego, aún más si cabe, la designación de un Primer Ministro
palaciego, sin filiación partidaria y por tanto demostrando cuan poco vale ese
pretendido parlamento, imponen sobre todas esas fantasías la cruda realidad de
la continuidad majzeniana.
Las elecciones no consiguieron embaucar al
pueblo marroquí. Tres horas antes del cierre, el propio Ministerio del
Interior reconocía que sólo había votado un 30%. Posteriormente, de
forma milagrosa, llegado al momento del computo final, este índice
fue elevado convenientemente al 51,5% y aún así, no hubo manera de camuflar
que más de un 17% había votado nulo. En una nueva manifestación de
incompetencia, el Gobierno marroquí fue incapaz de hacer públicos los
resultados definitivos durante días -pese a contar con sofisticados
equipos informáticos- mientras era notorio que el reparto de escaños se
negociaba políticamente en palacio y se cocinaban técnicamente los
datos destinados a convertirse en oficiales. La noche electoral que se había
preparado para intentar reproducir los modos y formulas occidentales,
terminaba en fiasco.
El islamista oficial PJD -una criatura creada
en su día para sustituir al islamismo real encarnado en
Justicia y Caridad, que había llamado al
boicot- habría, al parecer, admitido ser relegado del primero al tercer
puesto, dejando pasar delante a la USFP y al Istiqlal para evitar el impacto
político de su victoria; más imponente si cabe si recordamos su
ya citada autolimitación. En el esquema previsto por el Majzen, el PJD
estaba destinado a ser canal de encuadramiento del islamismo y oposición
preparada para justificar la unidad majzeniana y el papel arbitral y
pretendidamente protector de la Monarquía, frente a la amenaza islamista. De
ahí los resultados oficiales.
Siguiendo la tradición familiar, Mohamed VI
configuró un reparto en el que ninguna formación política pudiera presentarse
ante la sociedad marroquí con fuerza suficiente como para creerse
alternativa a la Monarquía o siquiera en condiciones de pactar de igual a
igual con ella. También concedió representación parlamentaria a casi
todas las fuerzas políticas -berberistas oficiales, en sus diversas
versiones; sucesivos partidos de palacio; excomunistas oficiales;
incluso a la extrema izquierda reconocida de la GSU..., siguiendo así la
practica paterna que partía de considerar que, una vez integradas, mejor
mantener dentro que fuera a todas las posibles oposiciones.
Sólo fueron castigados con la exclusión o la mínima representación
parlamentaria las ultimas escisiones -posiblemente por exigencia de sus
casas partidarias matrices- o las candidaturas más artificiosas últimamente
creadas; una vez cumplida su misión de darle animación al cotarro
preelectoral. Este esquema presuponía un nuevo Gobierno de coalición
USFP-Istiqlal, complementado con alguno de los partidos de palacio y
coloreado con izquierdas satélites y berberistas.
No tenemos elementos para afirmar con
rotundidad si la opción Jettu era contemplada o no con antelación a las
elecciones. Pero cabe especular con que el hecho de que finalmente
fuera la escogida tuvo algo que ver con el comportamiento post-electoral
tanto de la USFP como del Istiqlal. Ambos, en lugar de plantearse la
reproducción de la Kutla -el bloque que había servido de eje del anterior
Gobierno- y seguir el guión, se dedicaron a la carrera a recabar apoyos
para encabezar el Gobierno, disputándose el control de las prebendas y cargos
que ello conlleva. La USFP obtuvo el sostén del PPS, las FFD, el RNI (uno de
los partidos palaciegos) etc; el Istiqlal, por su lado, hizo lo propio con los
berberistas del MP, MDS, otros partidos palaciegos e incluso con el PJD.
Parecía como si los dos puntales del régimen se hubieran olvidado de que sus
posiciones derivaban de la voluntad real y se creyeran actuando en un régimen
parlamentario normal. La designación de Jettu sonó como un palmetazo desde
palacio que los devolvía a su autentico papel. El tono del discurso real en la
apertura del parlamento, primando la eficacia económica sobre cualquier otra
consideración, sonó también como una advertencia y un nuevo toque de atención.
La operación, no obstante, cabe también interpretarla como una nueva muestra
de la torpeza últimamente predominante en el Majzen (recordar la operación
Leila-Perejil). A la vista está que el rey no fue capaz de imponer a
USFP y a Istiqlal, especialmente a este ultimo, que cedieran en sus
ambiciones y hubo de salir a escena. Si a corto plazo, este protagonismo
aparenta ser un ejercicio de autoridad, en una más amplia perspectiva, implica
socavar todo el andamiaje formal de la alternancia, dándole toda la
razón a sus críticos y opositores y dejando a la Monarquía
majzeniana sola en el futuro con sus responsabilidades y culpas
frente a la nación marroquí.
Aunque hoy el pueblo marroquí se ocupa
prioritariamente de subsistir o en su caso, de buscar las formas de emigrar a
Europa o Québec, el panorama político que fijan estas ultimas elecciones
majzenianas, sumado a la política dependentista y neo-liberal del Majzen y los
terribles costes sociales que conlleva, pueden abrir vías para una
politización antimajzeniana del malestar popular. La sensibilidad
social y el acierto y valentía políticas demostrados por el
PADS y Annahj
Addimocrati-Vía Democrática
al propugnar el boicot desde la izquierda a esta mascarada majzeniana,
mantienen abierta la posibilidad de que esta reacción popular no sea
capitalizada en exclusiva por los islamistas y los sitúan en buenas
condiciones para perseverar en su ardua tarea. Una dura batalla política
tiene y tendrá lugar en Marruecos. Es una obligación estratégica central de la
izquierda nacional andaluza -que corresponde a básicos intereses
nacionales de Andalucía- seguirla atenta y estrechamente, desde la solidaridad
con la izquierda marroquí consecuente.
Enlaces:
A la hora
de ampliar información, hemos optado por ofrecer varios textos de
análisis publicados en EL PAÍS, especialmente los redactados por el
profesor Bernabé López García, que nos parecen doblemente interesantes
porque los datos que aporta están elaborados desde una perspectiva política de
apoyo critico a la autoreforma del Majzen y a la estabilidad del Régimen
monárquico marroquí, a partir de considerarla la estrategia más acorde con los
intereses esenciales del imperialismo español en la
región. También reproducimos una selección de crónicas
de los últimos hechos acaecidos. Finalmente, un
directorio comentado de enlaces marroquíes, mayoritariamente en francés, para
quienes deseen acudir a las fuentes y/o realizar un seguimiento de la
situación en Marruecos.
Textos de Opinión:
Cronicas:
Directorio de
Enlaces de Marruecos
Fuerzas
Politicas: Le paysage
politique (Util
introducción a las diversas fuerzas políticas marroquies, selección de articulos
y enlaces), Partis
politiques (Pagina
complementaria a la anterior); USFP (Partido socialdemocrata surgido del tronco comun del movimiento
nacionalista marroquí. - Colaborador del Majzen) Liberation (Diario de la
USFP); Istiqlal (Partido
conservador surgido en 1943 que vertebró la oposición
política anticolonial en alianza con la Monarquia - colaborador del Majzen)
L'Opinion (Diario del Istiqlal); PPS (partido excomunista oficial, heredero del PLS-PCM - colaborador del
Majzen) Al
Bayane (Diario del PPS);
MNP (Partido
berberista, colaborador del Majzen); Gauche Socialista
Unifiée (coalición de la
OADP y otras pequeñas organizaciones; la OADP es heredera del sector más
moderado de la izquierda radical marroquí, evoluciono hacia la derecha,
pactó su legalización con Hassan II y apoyó desde fuera al Gobierno
Yussufi; PADS-Partido de la Vanguardia
Democrática Socialista (pagina en construcción - escisión por la izquierda de la
USFP que ha evolucionando a posiciones de izquierda radical. Boicoteo las
elecciones); Annahj Addimocrati,
sitio oficial mayoritariamente en arabe - Annahj
Addimocrati (Vía Democrática)
sitio mayoritariamente en frances (organización de izquierda
revolucionaria, heredera de Ilal Aman. Llamó al boicot de las elecciones y
reclama una asamblea constituyente); ARSO (quizá la pagina
mejor hecha de las afines al Frente
Polisario). Elecciones Septiembre 2002: Pagina
oficial
Brasil
Lula: "La gente tiene que
comer tres veces por día"
Desde el nacimiento, en 1980, el
Partido de los Trabajadores de Brasil tuvo la
simpatía del diario de izquierda italiano "Il Manifesto". Su especialista en
América latina, un amigo de Lula que se tutea con él, interrogó al candidato
presidencial sobre Chávez, Bush y lo que hará con la esperanza
popular.
II Manifesto de Italia y
Página 12 de Argentina
Por
Maurizio Matteuzzi
Si quieren
Dios y los orixás, pero sobre todo los 115 millones de brasileños que integran
el pueblo electoral,
Luiz Inácio
Lula da Silva será electo presidente de Brasil cuando le gane a
José Serra, el candidato del mercado y de Fernando Henrique Cardoso. Lula está
jugando lo que él llama "tiempo suplementario". Recorre miles de kilómetros para
encontrar líderes políticos y empresariales, lanza nuevos spots de televisión y
responde a las jugadas sucias, como el dólar a casi cuatro
reales.
-¿Qué Brasil encontrará
después de ocho años de Cardoso?
-En los
últimos ocho años fuimos más bien para atrás. El Plan Real fue un éxito y logró
eliminar la hiperinflación. Desafortunadamente, después, el gobierno de Cardoso
perdió la oportunidad histórica de construir sobre los fundamentos de una
economía estabilizada el desarrollo que toda la sociedad brasileña esperaba. Al
contrario, tomó el peligroso camino de una apertura irresponsable de la economía
junto a una política megalómana de tasas de interés y, al menos hasta la crisis
del '99, de sobrevaluación del cambio. Resultado: transferencia al exterior de
puestos de trabajo, debilitamiento del parque industrial brasileño,
vulnerabilidad externa. También, caída de la producción nacional y explosión de
la deuda pública, que pasó del 29% del producto bruto interno en el '95 a 62%
últimamente. Estos ocho años fueron el período en que Brasil creció menos en
términos de ingreso per cápita. Al mismo tiempo, la criminalidad llegó a niveles
incontrolables y el riesgo país es uno de los tres más altos del mundo. Nuestra
participación en el comercio internacional cayó del 1,4% al 0,9 actual. La
concentración de la riqueza continúa siendo tal cual era en tiempos de la
oligarquía. Este es el Brasil que deja Cardoso.
-¿Cómo será el Brasil
de Lula?
-Yo propongo
un nuevo contrato social para Brasil. Un pacto que ponga alrededor de la mesa de
negociación a sindicatos y empresarios, sectores de la sociedad civil organizada
y movimientos sociales, para que juntos podamos encarar las reformas
estructurales que necesitamos para volver al crecimiento económico y marchar,
por primera vez, a la justicia social.
-El mercado parece
tenerle miedo. ¿Qué política desplegará para los capitales
extranjeros?
-Hoy Brasil no
puede prescindir de ellos. El capital extranjero continuará participando en el
desarrollo del país. La diferencia estará en que en nuestro gobierno el Estado
no renunciará a planificar y definir las prioridades brasileñas. En lugar de
patrimonio público y altas tasas de interés, Brasil debe ofrecer a los
inversores extranjeros infraestructura, mano de obra calificada y mercado
interno.
-Cardoso y Serra dicen
que Brasil será la próxima Argentina y Lula el próximo
Chávez.
-Lo he dicho y
repetido: respetaremos los contratos firmados por el actual gobierno. Pero
rechazo toda comparación porque es terrorismo electoral y demuestra la
irresponsabilidad del gobierno o del candidato del gobierno. Los inversores
saben bien cuál es el peso de Brasil en el mundo y la importancia de nuestro
mercado. El antídoto más seguro para no llegar a una situación del tipo de las
de la Argentina o Venezuela será retomar un nivel de crecimiento no inferior a
un 4% anual y estimular el mercado interno. La clave para la economía será la
inclusión de 50 millones de brasileños que hoy viven bajo la línea de
pobreza.
-¿Por qué se opone al
Acuerdo de Libre Comercio de las Américas?
-
Creo en una
integración latinoamericana que no sea sólo económica y comercial sino también
política y cultural. Por eso pensamos que el
ALCA sería una anexión. Pero todos deben tener
claro que sin Brasil el ALCA no existe y que una verdadera integración debe
incluir hasta a Cuba. Los Estados Unidos, hegemónicos en todos los campos, no
parecen tener ninguna intención de proponer políticas de compensación y
reequilibrio como las que la Unión Europea realizó para España, Portugal y
Grecia. El pueblo brasileño ya pagó un precio muy salado por la sumisión a la
globalización neoliberal. El comercio no puede significar la anexión pura y
simple sino un camino de ida y vuelta.
-Todos dicen que hay un
Lula "muy cambiado" y que por eso lo votan incluso muchos que no son
del PT y ni siquiera son de izquierda. Se
habla de un Lula "light" o "diet" que no tiene nada que ver
con el sindicalista duro de antes. Vos mismo hablaste de un "Lulita paz e
amor". Y Serra no pierde ocasión de mentar al lobo que pierde el pelo pero
no las mañas. ¿Cambiaste?
-Los que me
conocen saben que soy como aparezco en la campaña: firme y duro para negociar
pero a la vez exuberante, afectuoso y espontáneo. Eso es lo que llevo en la
sangre. Y también llevo la preocupación por la redistribución de la riqueza, la
justicia social, la lucha contra los prejuicios y por la democracia. Obviamente,
como el PT ya tiene 22 años ya estamos más maduros. Cumplimos nuestro rol de
opositores y ahora los brasileños piden un PT que diga qué hay que hacer. Antes
de la primera vuelta ya gobernábamos a más de 50 millones de brasileños. Desde
el 6 de octubre nuestra responsabilidad es mayor. Y somos el partido de la
mayoría relativa en la Cámara de Diputados, con 91
legisladores.
-¿Puntos clave de la
política exterior?
-Vamos a
combatir el proteccionismo, buscaremos abrir mercados para los productos
brasileños y sobre todo defenderemos nuestra soberanía (comenzando por la
Amazonia). Para Brasil, en este momento, lo más importante es relanzar el
Mercosur, que está en crisis pero fue decisivo para dinamizar el comercio entre
sus miembros. Reforzarlo implicará agregar a los países andinos y estrechar
lazos con la Unión Europea mientras aumentamos el comercio con China, India,
Asia, Sudáfrica...
-¿Y en política
interna?
-La prensa
habla mucho de la deuda externa, pero la deuda social es enorme. Es con los
indios, los negros, las mujeres, los chicos, los discapacitados, los
desocupados. Una de nuestras claves es reducir la desigualdad social. Combatiré
para que cada persona coma tres veces por día. Y en cuatro años deberemos
terminar con el hambre. Ese es nuestro compromiso con la justicia social y con
la decencia, y vamos a honrarlo.
-Casi 40 millones de
votos y el 46,4% el 6 de octubre. Una extraordinaria amplitud política y social
en torno de tu candidatura. ¿Es garantía de la futura
gobernabilidad?
-La adhesión
creciente a mi candidatura asume cada día el carácter de un movimiento en
defensa de Brasil, de nuestros derechos y de nuestras aspiraciones como nación
independiente. Movimientos populares y sociales, intelectuales, artistas y
religiosos de las matrices ideológicas más diversas proclaman espontáneamente su
apoyo a un proyecto de cambiar Brasil. Gobernadores, intendentes y
parlamentarios de partidos no ligados al PT, y ni siquiera sus amigos, anuncian
que nos apoyarán. Lo mismo sucede con un sector significativo de los
empresarios. Es una coalición vastísima, en muchos sentidos suprapartidaria y
transversal, que será esencial para garantizar la
gobernabilidad.
-En la campaña
electoral del '89, con tu primera candidatura, el presidente de los industriales
de San Pablo, Mario Amato, amenazó con que 800 mil empresarios se irían de
Brasil si Lula fuese electo presidente. Hoy tu vice, José Alencar, es un gran
empresario. ¿Quién cambió?, ¿Lula o los empresarios?
-Una parte
nada pequeña de aquellos 800 mil o cerró su empresa o quebró, gracias a la
política económica del gobierno de Cardoso. Por eso hoy el panorama empresario
brasileño es distinto. Después de las privatizaciones, las viejas empresas
familiares perdieron peso y el empresariado evolucionó hacia una visión más
social.
-Reforma agraria,
salud, educación, desocupación, criminalidad... Son muchos desafíos, y habrá
más. ¿No tenés miedo de que la esperanza en torno de tu presidencia sea excesiva
y que la presión de las masas populares y los movimientos sociales, como los Sin
Tierra, se vuelva insostenible?
-Mi gobierno
será de negociación permanente. Yo empecé negociando como sindicalista en los
años duros del régimen militar. Es una vida entera negociando. El contrato
social que proponemos será fundamental para aprobar las cinco grandes reformas:
tributaria, agraria, política, del trabajo y de la jubilación. La reforma
agraria, por ejemplo, se realizará tras discutir en torno de una mesa donde se
sentarán el gobierno, los trabajadores sin tierra, los sindicatos y los
propietarios, pacífica y civilizadamente. No habrá necesidad de la ocupación o
de la violencia. Pero no se trata sólo de dar la tierra. Hace falta también
ofrecer condiciones para producir y estimular las cooperativas de crédito, de
consumo y de producción como se hizo en la Emilia Romaña.
-¿Cómo
serán las relaciones con los Estados Unidos de Bush?
-Un
gobierno democrático y popular en Brasil no tendrá ninguna hostilidad
preconcebida hacia los Estados Unidos. El mercado norteamericano absorbe el 25%
de nuestras exportaciones. Los mismos norteamericanos saben que hoy existe un
sentimiento anti-EE.UU en todo el mundo, en América latina y en Brasil, pero
pueden tener la certeza de que ese sentimiento no prevalecerá en nuestra
política exterior. Los Estados Unidos son una gran nación. Esperamos que los
Estados Unidos entiendan que Brasil es un país fundamental para la estabilidad
del continente.
Sugerencias:
Tierra y Libertad
de Ken
Loach
Hoy, sabado
26, en La 2, dentro del programa La
Noche Tematica, se emite un reportaje,
"Extranjeros de si mismos", que tiene la desfachatez de mezclar
voluntarios de las Brigadas Internacionales con gentuza como los camisas negras
italianos que lucharon en las filas franquistas o los miembros de
la División Azul española que combatio con los hitlerianos en la URSS.
Luego, en torno a la 1 de la madrugada, hora
andaluza, se proyecta la pelicula Tierra y
Libertad. Está claro que esta banda de
hipocritas de la televisión pública española quiere poder decir que son tan
plurales, tan plurales que hasta dan peliculas de izquierda revolucionaria.
Eso si; de sabado a domingo y de madrugada, no vaya a verla demasiada gente. En
todo caso, si estais a tiempo, verla o revisarla (y quien lo tenga, que ponga a
funcionar el video para guardarla).
'Tierra
y libertad' (1994). Dirigida por el británico Ken
Loach, obtuvo un gran éxito de crítica y público, sobre todo,
porque es la historia de unos personajes reales que en la pantalla estuvieron
interpretados por Ian Hart, Rosanna Pastor, Iciar Bollaín y Tom
Gilroy. 'Tierra y libertad' es una coproducción hispano-británico-alemana y,
entre otros, obtuvo el Premio Sant Jordi en 1996 a la Mejor Película; el
del Sindicato de Críticos del Cine Francés; el 'Moussinac' a la
Mejor Película Extranjera (Francia); el 'César' a la Mejor Película
Extranjera (Francia), y la actriz Rosana Pastor consiguió un
Goya.
Noticias
Solidaridad con Palestina
Música: Joao
e Maria, Chico
Buarque
Hasta el 27 de Octubre,
Musica Popular Brasileña
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