Andalucía Libre
Independencia República Socialismo
nş 90
En este
Correo:
*II Curso
sobre el Mundo Arabe
contemporaneo.
*Trato de
favor a Vera y
Barrionuevo
*Marruecos:
Comunicado de denuncia de la
AMDH.
*Argentina:
Agresión contra Madres de
Plaza de Mayo
*ESPECIAL
MÉXICO. Dos análisis tras la
Marcha zapatista
Sergio
Rodríguez Lascano,
La
Marcha Zapatista: Un
río subterráneo con
ojos de agua.
El Congreso de la
Unión: Un sótano
oscuro donde ni se oye ni se
ve.
Edgard
Sánchez Ramírez, Retos y
Debates después de la Marcha
zapatista
*Sugerencias,
Encuestas, Enlaces,
Directorio, Música.
--oOo--
Andalucía
II
Curso de verano sobre el Mundo Árabe contemporáneo:
1991-2001: Diez años de ‘Nuevo Orden Regional’ para el Mundo
Árabe
El Comité de
Solidaridad con la Causa Arabe de Andalucía, organizá en la
Residencia Universitaria
Teatinos de Málaga, entre los días 24 y 27 de Julio, su II Curso de
Verano sobre el Mundo árabe contemporáneo.
Para más información sobre
inscripciones, becas, alojamientos y demás cuestiones organizativas, se puede
escribir a:
csca-malaga@nodo50.org o llamar al
telefono (+34) 952 21 62 71.
A continuación reproducimos su
programa:
MARTES 24 DE JULIO
9’30 a
10’45 horas
INAUGURACIÓN DEL CURSO
¿Fin de la Pax Americana en Oriente Medio?
Introduce: Juan Ortega, Departamento de Árabe, Universidad de
Málaga
Ponente: Pedro Martínez Montávez,
Catedrático de Árabe e Islam, Universidad Autónoma de Madrid
Debate
10’45 a 12’00 horas
I. PANORÁMICA ÁRABE ACTUAL:
MAGREB
1. De Barcelona a Marsella: balance de cinco años
de Proceso Euromediterráneo
Introduce: Francisco G. Fajardo economista, Universidad de
Málaga
Ponente: Iván Martín,
economista, Middlebury College in Spain
Debate
12’00 A 12’30 horas
DESCANSO
12’30 a 14’00 horas
I. PANORÁMICA ÁRABE ACTUAL: MAGREB
2. La cuestión saharaui en el contexto regional
magrebí
Introduce: Francisco J. Guerrero Valle, (Asociación malagueña de Amigos
del Pueblo Saharaui)
Ponente: Carlos Ruiz Miguel, Catedrático de Derecho Internacional
Público, Universidad de Santiago de Compostela.
Debate
17’00 horas
TALLERES
Información y Solidaridad. Cómo evaluar la información para desarrollar
la solidaridad
Taller 1: El conflicto palestino-israelí ¿conflicto
religioso-secular o proceso de descolonización?
Coordina: Loles Oliván, arabista, CSCA
ACTIVIDAD CULTURAL
MIÉRCOLES 25 DE JULIO
9’30 a 10’45 horas
I. PANORÁMICA ÁRABE ACTUAL: MAGREB
3. Marruecos ¿una transición
frustrada?
Introduce: Manuel Lorenzo, arabista
Ponente: Fouad Abdelmoumi, vicepresidente de la Asociación Marroquí de
Derechos Humanos (AMDH), Marruecos
Debate
10’45 a 12’00 horas
I. PANORÁMICA ÁRABE ACTUAL: MAGREB
4. Argelia, el retorno a la
violencia.
Introduce: Iván
Martín, economista, Middlebury College in Spain
Ponente: Luis Martínez , CERI, París
Debate
12’00 A 12’30 horas
DESCANSO
12’30 a 14’00 horas
II. PANORÁMICA ÁRABE ACTUAL: MAXREQ
1. Nuevos sistemas de seguridad en Oriente Medio:
El eje Israel–Turquía y la OTAN
Introduce: Pedro Rojo, arabista, consejo de redacción de Nación
Árabe
Ponente: Graham Usher, analista y escritor británico, residente en
Jerusalén Oriental
Debate
17’00 horas
TALLERES
Información y Solidaridad. Cómo evaluar la información para desarrollar
la solidaridad
Taller 2: Iraq, régimen político y denuncia del
embargo
Coordina: Carlos Varea, coordinador de la Campaña estatal por el
levantamiento de las sanciones a Iraq
ACTIVIDAD CULTURAL
JUEVES 26 DE JULIO
9’30 a 10’45 horas
II. PANORÁMICA ÁRABE ACTUAL: MAXREQ
2. El Golfo, una región estratégica: renta
petrolífera, seguridad regional y nuevas alianzas
Introduce: Carlos Varea,
coordinador de la Campaña estatal por el Levantamiento de las Sanciones
a Iraq
Ponente: Luis Mesa Delmonte, investigador del CEAMO, La Habana,
Cuba
Debate
10’45 a 12’00 horas
II. PANORÁMICA ÁRABE ACTUAL: MAXREQ
3. a. Conflicto y negociación palestino-israelí:
perspectivas tras la elección de Ariel Sharon
Introduce: Isaías Barreñada, politólogo, consejo de redacción de Nación
Árabe
Ponente: Asma Agbarieh, Organización para la Acción Democrática,
Israel
Debate
12’00 A 12’30 horas
DESCANSO
12’30 a 14’00 horas
II. PANORÁMICA ÁRABE ACTUAL: MAXREQ
3. b . Conflicto y negociación palestino-israelí:
perspectivas tras la elección de Ariel Sharon
Introduce: Loles Oliván arabista, Comité de Solidaridad con la Causa
Árabe
Ponente: Zuhaire Sabbagh sociólogo, Universidad de Birzeit,
Palestina
Debate
17’00 horas
TALLERES
Información y Solidaridad. Cómo evaluar la información para desarrollar
la solidaridad
Taller 3: ¿Existe una ‘mujer árabe’?: feminismo y etnocentrismo en la
visión occidental sobre las mujeres árabes
Coordina: Luz Gómez García, arabista, Universidad de Alicante, consejo
de redacción de Nación Árabe
ACTIVIDAD CULTURAL
VIERNES 27 DE JULIO
9’30 A 10’45 horas
III. MINORÍAS, DERECHOS HUMANOS Y PLURALISMO POLÍTICO
1. Libertad de expresión en los países
árabes
Introduce: Juan Ortiz Molina, Universidad de Málaga
Ponente: Ali Lmrabet , director del semanario Demain, Casablanca,
Marruecos
Debate
10’45 a 12’00 horas
III. MINORÍAS , DERECHOS HUMANOS Y PLURALISMO POLÍTICO
2. Minorías en el Mundo Árabe: la cuestión
beréber
Introduce: Luz Gómez García, arabista, Universidad de Alicante, consejo
de redacción de Nación Árabe
Ponente: Ali Guenoum, historiador y especialista en movimiento Amazigh,
Argel, Argelia
Debate
12’00 A 12’30 horas
DESCANSO
12’30 a 14’00 horas
III. MINORÍAS , DERECHOS
HUMANOS Y PLURALISMO POLÍTICO
3. Israelíes de segunda: la minoría árabe de
Israel
Introduce: Isaías Barreñada, politólogo, consejo de redacción de Nación
Árabe
Ponente: Mohammad Zeidan, coordinador de la Asociación Árabe de
Derechos Humanos (HRA) Nazaret, Israel
Debate
17’00 horas
III. MINORÍAS, DERECHOS HUMANOS Y PLURALISMO POLÍTICO
4. Cultura, religión y desarrollo de la cuestión de
género en el mundo árabe
Introduce: María de los Ángeles López, arabista
Ponente: Amina Lmrini, Asociación Democrática de Mujeres de Marruecos
(ADFM), Marruecos
Debate
CLAUSURA DEL CURSO
ACTIVIDADCULTURAL
CASO
MAREYğ / TRATO DE FAVOR AL GAL
La historia de una decena de privilegios
concedidos a dos secuestradores
La ley es teóricamente igual para
todos, pero José Barrionuevo y Rafael Vera han disfrutado de una serie de
ventajas inimaginables para otros presos comunes condenados por delitos incluso
de inferior gravedad. Los privilegios a lo largo de los años han sido, al menos,
una decena.
Unos a la cárcel, otros no, El 17 de febrero de 1995, el juez
Garzón ordena la prisión preventiva para Rafael Vera y Ricardo García Damborenea
tras haber hecho lo mismo con el resto de imputados dos meses antes. ¿Y
Barrionuevo? Había que esperar a que el caso pasara al Supremo al tratarse de un
aforado. El 23 de noviembre de aquel año, el Supremo se hace cargo y, pese a
darse los mismos indicios que en el resto de acusados, no ordena la prisión
preventiva del ex ministro del Interior.
No es banda armada, El 29 de julio de 1998, en su histórico fallo,
el Tribunal Supremo no incluye en la sentencia el delito de pertenencia a banda
armada y condena a Barrionuevo y Vera a 10 años de cárcel. Con este delito
adicional la pena podría haber sido superior en hasta 12 años más. En contraste,
el Supremo condenó ayer mismo a Miguel Brescia, el camionero de los GAL, a 67
años de cárcel por considerar, entre otros delitos, el de pertenencia a banda
armada. Así que los jefes no, pero los mercenarios sí.
Vacaciones para todos, El mes de agosto de 1998 fue realmente de
vacaciones para jueces y condenados. Aunque la sentencia fue el 29 de julio,
Barrionuevo y Vera no ingresaron en prisión hasta el 10 de septiembre por el
periodo vacacional del Supremo.
Guadalajara, El 10 de septiembre Barrionuevo y Vera cruzan el
umbral de la cárcel de Guadalajara, donde se les interna en un pabellón
particular para ellos, con comedor y cocina especiales y sin más compromiso de
horario -al contrario que otros reclusos- que el de comer a las 13.00 horas.
Vertiginoso indulto, El 18 de diciembre de 1998, el Supremo
informa a favor de un indulto para todos los condenados, salvo para Amedo y
Domínguez. El Ministerio de Justicia recibió los 3.500 folios del informe el día
22 a las 13.20 horas. Sin embargo, sólo 20 horas después, la titular, Margarita
Mariscal de Gante, ya tenía lista la propuesta para ser presentada ante el
Consejo de Ministros.
El generoso perdón, Pese a la gravedad del delito probado, el
Gobierno decidió conceder un indulto que redujo en nada menos que dos tercios
las penas de los condenados. Los 10 años por secuestro quedaban en poco más de
tres. El perdón fue aprobado por el Consejo de Ministros el 23 de diciembre de
1998.
Rápido tercer grado, Aquel mismo día, el Consejo de Ministros
decide otorgar a los condenados el llamado tercer grado para la pena pendiente y
no recogida en el indulto parcial. Sólo irían a la cárcel a dormir, pese a haber
cumplido sólo 105 días de cárcel.
Fuera por si acaso, El Tribunal Constitucional decide excarcelar
el 29 de diciembre de 1998 a Barrionuevo y Vera, entre otros acusados, al haber
iniciado el estudio de los recursos de amparo. Consideró que debían salir fuera
de la prisión, por si los condenados tenían razón en los recursos. Dos años y
tres meses después, el Constitucional rechazó finalmente esos recursos.
Olvido de comunicación, El Supremo no comunicó en 1998 al
Ministerio de Trabajo y al Ayuntamiento de Madrid que Barrionuevo y Vera habían
sido inhabilitados como funcionarios. Al producirse este olvido, ambos pudieron
reintegrarse a empleos públicos al salir de la cárcel.
Nueve horas, Las autoridades penitenciarias dejaron ayer en un
tiempo récord salir de la cárcel a Barrionuevo y Vera al valorar, entre otros
factores, que tienen trabajo y que están integrados socialmente.
Barrionuevo y Vera quedan
libres. El Estado ya no guarda ni las formas
El ex ministro del Interior José Barrionuevo, el
ex secretario de Estado para la Seguridad Rafael Vera, el ex director general de
la Seguridad del Estado Julian Sancristóbal, el ex jefe superior de Policía de
Bilbao Miguel Planchuelo y el ex secretario general del PSOE de Bizkaia Ricardo
García Damborenea, entraron ayer a la cárcel por una puerta y salieron por la
otra. El secuestro de Segundo Marey les ha acabado saliendo prácticamente gratis
a sus autores. La celeridad y coordinación con la que en esta caso han actuado
las juntas de tratamiento de cada uno de los centros penitenciarios a los que
acudieron los condenados da una idea de que todo estaba ya perfectamente
planificado. Los argumentos, más bien argucias, alegados para la
aplicación de este tercer grado tan especial que en realidad es una
excarcelación en toda regla, son un sangrante chiste. Que condenas de diez años
de cárcel se hayan convertido en penas de tan sólo tres meses y medio, gracias
al indulto gubernamental y a tan generosa actuación de Instituciones
Penitenciarias, evidencia que, al margen de cuál sea el partido en el Gobierno
en cada momento, el Estado no abandona a aquellos que le han prestado sus
servicios, sobre todo si estos ocuparon altos cargos. En relación a los GAL, a
la llamada guerra sucia contra el independentismo vasco, el Estado español se ha
quitado ya todas las caretas. La imagen de Vera y Barrionuevo, saliendo
nuevamente de una cárcel en la que apenas pasaron unas horas, es tan gráfica
como esclarecedora.
Marruecos
Comunicado de denuncia de la AMDH
Asociación Marroquí de
Derechos Humanos
Comité Central.
BP: 1740 PP Rabat.
Comunicado:
Tres
meses de prisión cerrada y 3.000 dirham de condena contra 36 defensores de los
Derechos Humanos.
La AMDH denuncia
esta sentencia por arbitraria y por su contradicción total con los discursos
oficiales sobre el Estado de Derecho y el respeto a los derechos humanos en
Marruecos.
En el mediodía del 16 de mayo de
2.001 a las 15.30 horas la sentencia ha sido notificada a los 36 defensores de
los derechos humanos, habiendo entre ellos responsables y miembros de la
Asociación y de otras organizaciones de defensa de los derechos del hombre, todo
ello en el marco de una persecución con motivo de la realización de una
concentración de protesta pacífica, convocada por la asociación en la víspera de
la conmemoración mundial de los Derechos del Hombre, el 9 de diciembre de 2.001,
para luchar contra la impunidad de un número de personas implicadas en violaciones de
derechos humanos contra las cuales la Asociación dispone de pruebas
demostrativas de su culpabilidad en los delitos de desapariciones forzadas, de
torturas y ejecuciones extrajudiciales.
Las pesadas sentencias
arbitrarias que alcanzan los 3 meses de prisión cerrada y 3.000 dirhams de
condena contra 36 personas perseguidas, desvelan una vez más el carácter
artificial de los discursos oficiales sobre el Estado de derecho y el respeto a
los Derechos Humanos por el estado marroquí, y confirman la injerencia y las
presiones del poder ejecutivo, fundamentalmente del Ministro del Interior, de la
Justicia y de los Derechos del Hombre, sobre la judicatura, denunciada por la
AMDH a lo largo de todo el proceso.
El comité central de la
AMDH, de cara a estas sentencias, declara y reitera lo siguiente:
1) Denuncia las condenas arbitrarias
pronunciadas contra 36 defensores de los Derechos Humanos.
2) Protesta contra las graves
irregularidades que se han cometidos en la tramitación del proceso, habiendo
rechazado las alegaciones presentadas por la defensa en cuanto a la forma, hasta
el punto de no dar la palabra a las personas perseguidas por el Tribunal.
3) Estas nuevas sentencias arbitrarias no
hacen más que confirmar la dependencia y subordinación del aparato judicial al
poder ejecutivo.
4) Las sentencias pronunciadas en contra de
las personas perseguidas ponen de manifiesto una vez más la contradicción entre
la adhesión formal del estado marroquí a la Declaración Universal de Protección
de los Defensores de los Derechos del Hombre y la práctica real de la represión
de las libertades y los derechos fundamentales de los ciudadanos.
5) En este momento en que el Estado estaría
llamado a realizar investigaciones con relación a los nombres que figuran en la
lista presentada por la AMDH respecto de las cuales se disponen de pruebas
contundentes en cuanto a la culpabilidad en los crímenes de desapariciones
forzadas, la tortura y el encarcelamiento arbitrarios, el Estado se ha dedicado
a perseguir y a reprimir ilegalmente a los participantes en la concentración de
protesta y contra sus responsables que han intervenido en la misma. Son
precisamente los defensores de los derechos humanos quienes son objeto de
persecuciones.
A pesar de esta arbitrariedad,
cuyas víctimas son los militantes de los derechos humanos, la AMDH continuará la
lucha contra todas las formas de impunidad en los crímenes del estado y los
crímenes económicos. Las sentencias arbitrarias pronunciadas, no intimidaran a
la asociación en su acción reivindicativa para la aplicación efectiva de la Ley
internacional y interna en la materia.
La AMDH hace un llamado a todas
las organizaciones políticas y civiles en vista a expresar su solidaridad y
denunciar estas sentencias y tomar todas las medidas adecuadas y legítimas para
poner fin a las violaciones de los derechos humanos, en primer lugar, la
violación del derecho a la libertad de opinión, de expresión, de manifestación,
de protesta pacífica y en el derecho a la defensa en los derechos
humanos.
El comité central de la
AMDH.
Rabat,
el 16 de mayo de 2.001
Argentina
ATAQUE A LA CASA DE HEBE DE
BONAFINI
El viernes, 25 de mayo, tres individuos jóvenes armados
entraron en el domicilio de Hebe de Bonafini, presidenta de la Asociación Madres
de Plaza de Mayo, simulando ser técnicos de una empresa telefónica. En la casa
de la calle 45 de la ciudad de La Plata estaba Alejandra, la hija de 32
años de Hebe, que fue ferozmente torturada por estos sujetos, quienes le
sometieron a sesiones de asfixia por el método de "la bolsa", le quemaron con
cigarrillos, y hasta se tomaron el trabajo de reanimarle con agua para que
estuviera consciente y así seguir atormentándola. Se fueron sin robar nada y
profiriendo amenazas contra las Madres.
No es la primera vez en estos últimos años que las
Madres -y en especial su presidenta, Hebe- son el blanco de ataques que, sin
embargo, nunca habían llegado a ser tan graves. No podemos aislar el episodio
del contexto actual, de la escalada represiva cotidiana, de la manipulación
mediática, del aumento del autoritarismo, y la cada vez mayor transigencia
oportunista de sectores antaño pro Derechos Humanos.
Especial
México

Presentación.
Un
modesto Boletín de nuestras características no puede aspirar a seguir
todo lo que pasa en el mundo. Ni siquiera estamos en condiciones de reflejar
o comentar todo o la mayor parte de lo que ocurre en nuestra Nación.
Con mayor o menor acierto, nuestra humilde realidad nos fuerza a
seleccionar procesos, acontecimientos, hechos...; tratando unos con más
detalle, citando ocasionalmente otros, omitiendo los más. Además hemos
de tener presente que nuestra audiencia no sólo es nacional pero si
nuestra motivación y prioridad. Pero la selección no implica indiferencia,
por supuesto.
En esta
ocasión, recuperamos un hecho importante -la Marcha zapatista en México- a
través de dos artículos de balance y análisis desde dos perspectivas
políticas de la izquierda mexicana.
Lo
hacemos no sólo por lo que la Marcha y los acontecimientos posteriores han
significado y pueden significar para México, un país clave de América
Latina. También y muy destacadamente, porque los debates que la experiencia
mexicana provoca -y de los que los dos artículos que reproducimos se
hacen eco- trascienden su concreto ámbito nacional y reflejan y conectan, a
su modo y con sus claves particulares, con discusiones bien vivas en toda la
izquierda de este principio de siglo. Están presentes en reflexiones y
actitudes de activistas cuya labor actual e incorporación futura son
decisivos para la construcción del movimiento de liberación nacional
andaluz.
En
buena parte no estamos -como casi siempre- ante debates absolutamente
nuevos. Alguno lleva arrastrándose casi ciento cincuenta años; otros algunos
menos. Unos son específicamente mexicanos -como la valoración del
papel de Zapata en la Revolución Mexicana- y evidencian en su tratamiento
como pasado, presente y futuro se entrelazan. A este respecto, por cierto,
algunos seguimos viendo en un viejo y brillante libro de Adolfo Gilly,
La Revolución
Interrumpida, un buen instrumento para entender
México. Otros son universales, aunque el acercamiento, desde cada
perspectiva política, se haga impregnado de los propios condicionantes
nacionales como es lógico y natural: la cuestión de la relación entre
movimientos populares y organización y representación políticas; la
articulación entre movimientos, reivindicaciones y formas de lucha; la
actitud ante el Estado y los modelos de organización militante y de masas...
Estrategia, táctica, partido... conceptos y discusiones familiares, vistas
con nuevos tonos en donde -como siempre ha ocurrido- lo viejo y lo nuevo se
entremezclan en todas las reflexiones que se producen y que se confrontan
con la siempre compleja realidad. Polémicas y opciones que, en este caso,
son mexicanas pero que también son vistas y leídas, con mayor o peor
fortuna, como propias en Andalucía.
Sergio Rodríguez fue
dirigente del PRT mexicano y de la IV Internacional, organizaciones que
abandonó para participar en la constitución del Frente Zapatista de
Liberación Nacional.
Edgar Sánchez, por su
parte, sigue en la dirección del PRT y de la IV
Internacional.
ANDALUCÍA LIBRE
La
Marcha Zapatista: Un río subterráneo con ojos de agua.
El
Congreso de la Unión: Un sótano oscuro donde ni se oye ni se ve.
Sergio
Rodríguez Lascano*
ĞUn sauce de
cristal, un chopo de agua,
un alto surtidor
que el viento arquea,
un árbol bien
plantado mas danzante,
un caminar de río
que se curva,
avanza, retrocede,
da un rodeo
y llega
siempreğ.
(Octavio Paz:
Piedra de Sol)
El 2 de diciembre del 2000,
cuando los zapatistas anunciaron que viajarían a la Ciudad de México para
dialogar con la sociedad civil por un lado y con el Congreso de la Unión para
convencer a los legisladores de las bondades de que se apruebe la Ley de
Derechos y Cultura Indígena, nadie ni el más optimista, podía haber imaginado el
tremendo éxito que esta movilización tendría.
Previamente, desde los
intelectuales orgánicos del poder (entre otros, los herederos de lo peor del
pensamiento de Octavio Paz y de ninguna de sus amplias capacidades como poeta y
ensayista) se había venido fabricando la versión de que el EZLN había perdido,
no tan sólo la poca fuerza social naciónal con la que habIa contado sino que
incluso entre los mismos Indígenas su fuerza se había disipado. La idea de la
rendición era el único escenario viable que le dejaban al zapatismo y en
especial al Subcomandante Marcos.
Entre el equipo que rodea al
nuevo presidente de la república, un sector era favorable a esta hipótesis y por
lo tanto se inclinó a promover una serie de acciones que trataban de evidenciar
que la marcha no tenía razón de ser.
El mismo presidente Vicente Fox,
en un primer momento se rehusó a tomar una posición clara frente a la marcha. En
cambio diseñó una política mediática que buscaba que la gente observara su buena
voluntad. Todos los días, desde el 3 de diciembre hasta finales de enero, su
presión contra la marcha fue evidente. De lo que se trataba era de lograr
cualquiera de dos cosas: o inhibir la marcha misma en función de que los
zapatistas reflexionaran sobre un posible fracaso ante el apoyo masívo de la
sociedad hacia Fox, una serie de encuestas -que hoy buscan sustituir cualquier posibilidad
de debate y de opinión- ubicaban que Fox tenía un apoyo de 80 por ciento y el
EZLN y Marcos de solamente 17 por ciento; o, convencerlos, ante lo contundente
de la situación, de que la única posibilidad sería sentarse a negociar con Fox
-para este señor la foto con Marcos se ha convertido en una obsesión- y en un
acto espectacular firmar la paz y, aunque suene ridículo- lograr que Marcos
participara de alguna manera con su gobierno.
Al margen de todo eso, los
zapatistas se preparaban para su larga marcha. Ellos habían solicitado tres
señales de parte del gobierno para poder reiniciar las negociaciónes (liberación
de los más de 100 presos políticos zapatistas, desmantelamiento de 7 posiciones
militares de las 249 que tenía el ejército en Chiapas y la aprobación de la Ley
de Derechos y Cultura Indígena, -que fue redactada con base a los Acuerdos de
San Andrés- desde diciembre de 1996, por diputados de la Comisión de Concordia y
Pacificación, en la que participan todos los partidos políticos). Más allá de
las acciones espectaculares foxistas y de los resultados apabullantes de las
encuestas, los zapatistas se mantuvieron en su dicho.
A partir de principios de febrero
el gobierno de Fox tuvo que cambiar
su posición, ante lo irremediable: la marcha se llevaría a cabo y además no
habría una reUnión entre Marcos y él. El hostigamiento se convirtió en algo
aparentemente más sutil: querer aprovecharse de la marcha e incluso llegar a
decir que la misma se llevaría a cabo con el objetivo de apoyarlo. ¡Incluso
buscó ser el padrino de la marcha y la bautiza como Ğ la marcha por la
pazğ!.
Así se creó tal expectativa, que
los medios de comunicación comienzan a abrirse y se anuncia una cobertura
mediática como nunca antes se había dado a ninguna acción ciudadana.
La
Marcha de la Dignidad Indígena se inicia.
Ğun caminar
tranquilo de estrella o primavera sin premura,
agua que con los
párpados cerrados
mana toda la noche
profecíasğ
(Octavio Paz:
Piedra de Sol)
En los días previos a la fecha en
la que daría inicio la marcha, nuevos rumores corrieron en los medios: ĞMarcos
no marcharía En tanto nunca pensó
que Fox autorizara esa movilizaciónğ. El 24 de febrero, con luna nueva, cerca de
20 mil Indígenas se reúnen en San Cristóbal de las Casas para despedir a los 23
comandantes zapatistas y al Subcomandante Marcos.
En el mitin, Marcos bautiza a la
movilización con el nombre de ĞLa Marcha por la Dignidad Indígenağ y le niega
cualquier posibilidad a Fox de hablar sobre la misma o de interpretarla. A
partir de ese momento, no cabe ninguna duda, la marcha será un éxito. En el
desarrollo del mitin presenta al Arquitecto Fernando Yáñez como el intermediario
del EZLN para reunirse con los diputados de la Cocopa y en general con los
miembros del poder legislativo. Esta acción genera nueva suspicacias, en algunos
medios de comunicación se inicia una verdadera campaña de odio hacia al
zapatismo.
Incluso se comienza a manejar la
idea de que Fox se equivocó en permitir que la marcha se celebrara. En una
declaración de antología, uno de los hombres más ricos de México Juan Sánchez
Navarro, (se le conoce como el ideólogo de los empresarios) declara que a
diferencia de cuando salieron de Chiapas las bases de apoyo zapatistas (1998) y
fueron invitadas por él para hablar en el club de los Industriales, ahora no
invitaría a la delegación zapatista, el motivo era que sus actos estaban
permitiendo que el pobrerío se reuniera y agregaba, entre los pobres hay mucho
rencor, para finalizar diciendo, que él iba a encerrar a su mujer y a su familia
durante toda la estancia de los zapatistas en la Ciudad de México. Sin quererlo
y, muy probablemente, sin saberlo, repetía lo que los ricos de México habían
dicho y hecho, cuando en 1914 entraron los zapatistas originales a la Ciudad de
México.
Por donde iba pasando la marcha,
los actos iban siendo más grandes y más combativos. Incluso en ciudades donde la
derecha tiene y ha tenido una fuerza fundamental como Orizaba y Puebla, la
reacción de la sociedad fue impresionante. En la primera se puede decir que la
inmensa mayoría de la gente que vive ahí participó, ya fuera en el mitin, ya
fuera en la recepción en las calles.
Conforme la marcha avanzaba, los
diversos pueblos Indígenas iban entregando a los zapatistas sus bastones de
mando. Cada vez era más claro que no había ninguna otra fuerza Indígena con
quien buscar una discusión alternativa por parte del gobierno.
Los zapatistas habían logrado
ubicar al Congreso Naciónal Indígena (creado a partir de que el EZLN invita a
los representantes de los pueblos indios a ser sus asesores en la discusión con
el gobierno) como el único interlocutor válido. Los pueblos indios no tan sólo
emergían como un sujeto social coherente y sólido sino que contaban con un
organismo que los representaba.
La derecha mexicana, agrupada en
el Partido Acción Naciónal (el partido de Fox), las cúpulas empresariales y la
jerarquía del clero católico comenzaron a llevar a cabo una nueva campaña
histérica antiEZLN. Por el lado del PAN, sus legisladores más conspicuos,
señalaron que no se podía recibir al EZLN en el Congreso por varias razones: que
estaban encapuchados, que eran unos delincuentes, que solamente lo harían si se
reunían con Fox previamente. Incluso algunos de ellos amenazaron a la caravana
de que era mejor no pasar por sus estados por que su vida corría riesgo. Esto
despertó un sentimiento general de solidaridad con los zapatistas.
La derecha que venía de Ğsuğ
triunfo electoral, que sentía que tenía un consenso social sumamente grande, no
podía creer lo que estaba pasando frente a sus ojos. Unos indios infames no tan
sólo salían a las calles y a las plazas sino que eran vitoreados y vistos como
el factor fundamental para poder considerar que México iniciaba su camino hacia
la construcción de un país democrático.
Al mismo tiempo, al interior del
PAN se comenzaba a fraguar la venganza en contra de Fox. En esos días un destacado panista señaló
que Fox le había entregado al PAN únicamente 75 puestos de la estructura de
gobierno, de más de 5000. Es indudable que al interior del panismo se
manifestaron un sin número de descontentos por la conformación del gabinete.
Este descontento era, por decir lo menos tardío, en tanto, desde el diseño de la
campaña electoral hasta la campaña misma, como los meses previos a la toma de
posición fue claro que uno de los puntos claves de la estrategia de Fox fue
mostrar una Ğ sana ğ distancia frente al panismo. Los amigos de Fox fueron los
que desde el inicio tomaron el control de toda esta política; la razón era muy
simple: lo que se estaba jugando era demasíado importante para dejarlo en manos
de un partido que nunca rebasó el 26 por ciento de los votos. No hay que olvidar
los enojos de Ricardo GarcIa Cervantes, Diego Fernández de Cevallos y el mismo
Felipe Calderón (legisladores panistas y principales dirigentes de la línea
conservadora de ese partido) sobre el papel totalmente secundario que el PAN
jugó desde el inicio de la campaña. Parecería entonces que de lo que se trataba
ahora era de cobrar viejas cuentas.
Nurio: La Movilización se convierte en la Marcha del Color de la
Tierra.
ĞUna presencia
como un canto súbito,
como el viento
cantando en el incendio,
una mirada que
sostiene en vilo
al mundo con sus
mares y montesğ
Nurio es una pequeña población de
México, en la meseta tarasca. Pueblo Purépecha que tiene una población de 30 mil
personas. En ese pueblo, cerca de 6 mil representantes de los diversos pueblos
indios de México participaron en su tercer Congreso. Las comunidades Indígenas
de todo el país se dieron cita, incluso aquellas del norte del país, que nunca
se habían participado en el Congreso Naciónal Indígena. En Nurio, los pueblos
indios de México decidieron acompañar al zapatismo al Congreso de la Unión e
hicieron suya la demanda de aprobación de la Ley de Derechos y Cultura
Indígena.
Los indios hacen su aparición y
con esto todas las estrategias y tácticas que se tenían desde el poder y desde
los partidos políticos saltan en mil pedazos.
En un comunicado leído en el
Encuentro Intercultural en el que participaron, José Saramago. Manuel Vázquez
Montalbán, Bernard Cassen, Alain Touraine, entre otros, Marcos dejaba claro cuál
era su visión sobre la forma en que el zapatismo actuaría políticamente en esta
coyuntura. Marcos contó un cuento: Ğ Un grupo de jugadores se encuentra
enfrascado en un importante juego de ajedrez de alta escuela. Un Indígena se
acerca, observa y pregunta que qué es lo que están jugando. Nadie le responde.
El Indígena se acerca al tablero y contempla la posición de las piezas, el
rostro serio y ceñudo de los jugadores, la actitud expectante de los que los
rodean. Repite su pregunta. Alguno de los jugadores se toma la molestia de
responder. "Es algo que no podrías entender, es un juego para gente importante y
sabia". El Indígena guarda silencio y continúa observando el tablero y los
movimientos de los contrincantes. Después de un tiempo, aventura una pregunta
-¿Y para qué juegan si ya saben quién va a ganar?-. El mismo jugador que le
respondió antes le dice: "Nunca entenderás, esto es para especialistas, está
fuera de tu alcance intelectual". El Indígena no dice nada. Sigue mirando y se
va. Al poco tiempo regresa trayendo algo consigo. Sin decir más se acerca a la
mesa de juego y pone en medio del tablero una bota vieja y llena de lodo. Los
jugadores se desconciertan y lo miran con enojo. El Indígena sonríe
maliciosamente mientras pregunta: ¿Jaque?.
En Nurio, los Indígenas mexicanos
decidieron que había sonado la hora de participar en la política naciónal. Que
era indispensable actuar de cara a la nación reivindicando sus derechos y sabían
que eso lo tenían que hacer, también frente a la Ğclase políticağ mexicana, una
de las peores del mundo, si es que es posible hacer una comparación tan
riesgosa.
Una parte de los políticos
mexicanos y de sus amanuenses se frotaban las manos; el EZLN y los pueblos
indios llegarían por fin a su terreno, que nadie conoce como ellos. Los
zapatistas y los pueblos indios salían de sus comunidades, a campo abierto y
peor aún, querían dirigirse al Congreso de la Unión, cuyo reglamento y normas
solamente conocen unos cuantos iniciados. Partían del supuesto, no totalmente
equivocado, de que cuando los movimientos rebeldes o revolucionarios han salido
para tratar de transitar un camino pacífico inevitablemente entran en contacto
con un entramado político que los hará, al final, convertirse en rehenes de eso
mismo contra lo que luchaban.
Los zapatistas anunciaban
claramente, para quien quiera leerlo, que prefieren ensayar un camino inédito:
mantenerse como una fuerza rebelde independientemente de si deja las armas o no.
Desde luego, para lograr lo anterior deben inevitablemente romper con la forma
tradicional de entender la política. Con la modestia de siempre, los zapatistas
le preguntaban a la clase política mexicana ¿jaque? Acostumbrada como ha estado
esa clase política a que todo mundo vea cómo juega entre sí, sin permitir ya no
digamos jugar a alguien más sino ni siquiera explicar las reglas del juego, no
pudo entender que de repente decenas de miles de Indígenas mexicanos
representando a millones de ellos mismos y apoyados por millones de mexicanos no
Indígenas, pongan una bota llena de lodo en el tablero y pongan en jaque a las
instituciones del Estado. Volveremos sobre esto un poco más adelante.
El
Zócalo: 1914-2001. Obsesivos Días Circulares.
ĞOh vida por vivir
y ya vivida,
tiempo que vuela
en una marejada
y se retira sin
volver el rostro,
lo que pasó no fue
pero está siendoğ
(Octavio Paz:
Piedra de Sol)
Siguiendo exactamente lo que fue
la ruta de entrada a la Ciudad de México que llevó a cabo Emiliano Zapata y su
Ejército Libertador del Sur en 1914, entró al Zócalo de la Ciudad de México el
Ejército Zapatista de Liberación Naciónal y el Congreso Naciónal Indígena.
Centenares de miles de personas salieron a las calles para recibirlos en su
trayecto de Xochimilco hasta el
Zócalo. Algunos calcularon que en las calles había cerca de 500 mil personas.
Luego una entrada apoteótica en una plaza central donde estábamos reunidos más
de 350 mil personas, muchas de las cuales habían llegado desde la noche anterior
(unas 30 mil pasaron la noche ahí), otros llegamos desde las 9 de la mañana y
esperamos hasta la 3 de la tarde para que se iniciara el mitin, bajo una
temperatura de 30 grados.
Durante toda la marcha el EZLN
inauguró un nuevo método de convocar concentraciones masívas, nunca se decía la
hora en que iniciarían y nunca se señalaba con anticipación el recorrido que
haría la caravana, a pesar de lo cual miles y decenas de miles de ciudadanos
escuchaban las estaciones de radio, simplemente para enterarse del recorrido y
estar presentes en las calles.
En el Zócalo los zapatistas
habían logrado un primer objetivo. Poner en el centro de la escena política
naciónal al único movimiento social que no está controlado por los viejos
vínculos corporativos priístas; o por los nuevos, pero igualmente corporativos,
perredistas; o por la dinámica del voto útil que endiosó a Fox para poder
derrotar al PRI, el movimiento Indígena.
En el mitin los zapatistas no tan
sólo hablaron de la necesidad de que se apruebe la Ley de Derechos y Cultura
Indígena sino que también hablaron sobre algo que en términos clásicos del
pensamiento de izquierda, puede ser asímilado como una visión estratégica.
Explicaron con palabras sencillas por que no son una vanguardia, por que no son
tan irresponsables de hacer llamados a la insurrección generalizada, a partir de
qué y cómo se construye un movimiento social, cómo éste es producto de una larga
experiencia de vida (E.P. Thompson hubiera sido un feliz espectador en ese
mitin).
En un discurso insólito, que
descontroló a varios políticos de derecha y de izquierda el EZLN, en voz de su
Subcomandante señaló lo siguiente: ĞUn espejo somos, aquí estamos para vernos y
mostrarnos, para que tú nos mires, para que tú te mires, para que el otro se
mire en la mirada de nosotros. Aquí estamos y un espejo somos. No la realidad
sino apenas su reflejo. No la luz, sino apenas un destello. No el camino, sino
apenas unos pasos. No la guía, sino apenas uno de tantos rumbos, que a la mañana
conducen (...) cuando decimos somos también decimos no somos y no seremos (...)
No somos quiénes aspiran a hacerse del poder y desde él imponer el paso y la
palabra. No seremos. No seremos quiénes ponen precio a la dignidad propia o a la
ajena y convierten a la lucha en mercado donde la política es quehacer de
marchantes, que disputan no proyectos sino clientes. No seremos (...) No somos
quiénes, ingenuos, esperamos que de arriba venga la justicia, que sólo desde
abajo se crece; la libertad que sólo con todos se logra; la democracia que es de
todos los pisos y todo el tiempo luchada. No seremos (...) No somos la moda
pasajera que echa tonada y se archiva en el calendario de derrotas que este país
luce con nostalgia. No seremos (...) No somos el arrepentido del mañana, el que
se convierte en la imagen aún más grotesca del poder; el que simula sensatez y
prudencia donde no hubo sino compra-venta. No seremos (...) Podemos ser con o
sin rostro, armados o no con fuego, pero zapatistas somos, somos y siempre
seremos. Hace 90 años los poderosos preguntaban al de abajo -Emiliano Zapata se
llamaba- ¿Con qué permiso, señores? y los de abajo respondimos y respondemos:
ĞCon el nuestroğ y con el permiso nuestro desde hace 90 años nos hicimos gritos
y rebeldes nos llamamos y hoy lo repetimos: rebeldes somos, rebeldes
seremosğ.
En mi ya larga vida de militante
(me toco ver el ingreso sandinista a Managua, los paros naciónales en Perú, la
Marcha del hambre de Oruro a La Paz en Bolivia, varias huelgas generales en
Ecuador, el triunfo de Mitterrand en Francia (que tanto emocionó a muchos), los
preparativos de la Huelga General Activa en Lodz en Polonia, la entrega de las
armas en el Volcán de Guazapa en El Salvador, la derrota sandinista en
Nicaragua, algunos paros cIvicos de Colombia, varios Congresos del PT de Brasíl,
varias reUniónes del Foro de Saġ Paulo. Escuchar a grandes y fogosos oradores:
Lula, Hugo Blanco, Daniel Ortega, Rosario Ibarra, Alain Krivine, Fidel Castro,
Douglas Bravo, Eleuterio Fernández Huidobro, Ernest Mandel, etc.) nunca habIa
escuchado en un mitin de centenares de miles de personas un discurso así. Marcos
nunca intentó levantar la voz, nunca lanzó una consigna, nunca buscó el aplauso.
Fue un discurso en el que conversó con 350 mil personas. Nos platicó, como
platican entre ellos, sin prisas, con calma, como dicen que platicaban los
antiguos zapatistas cuando en el monte del Ajusco, en las afueras de la Ciudad
de México, se reunIan a esperar la orden de tomar la Ciudad y mientras con
paciencia prendían sus fogatas y se iluminaba la noche y en torno a esas fogatas
se ponían a platicar.
Casí 90 años después los nuevos
zapatistas nos platicaron lo que han sido, lo que son y lo que nunca serán.
Sería bueno que la izquierda socialista mexicana e internaciónal les comenzarán
a creer. Se trata de un movimiento rebelde y yo diría revolucionario (aquI creo
que hay un debate pendiente con los compañeros del EZLN) que no existe en
función de tomar el poder; no por un problema táctico o por que no pueden sino
por que no lo quieren, por algo muy profundo, muy zapatista. Yo no sé si eso es
mejor o no (yo creo que sí) pero aquí lo importante no es eso. Si alguien quiere
hacer un análisis del zapatismo tiene que tomar en serio lo que ellos dicen de
sí mismos.
De nada sirve asumir actitudes de
profesores rojos y desde la altura que da años de fracasos, querer decirle a los
zapatistas lo que tienen que hacer. O decirles que está muy bien su marcha pero
que no basta con luchar y no basta con resistir que es necesario una alternativa
programática. O, que no entienden que los Indígenas no pueden cambiar al país y
al mundo que es indispensable que se subordinen a la clase obrera. O, más
ingenuamente, pedirles que se conviertan en un partido político, por que eso ya
es el colmo de no entender nada. O, la de aquellos que se lamentan de la
inexistencia de una organización independiente que sea un puente entre el
zapatismo y el socialismo, entre el movimiento indio y los otros movimientos
sociales y que sin más se hacen eco de lo que los diarios de circulación
naciónal señalaron sobre la supuesta inexistencia del Frente Zapatista de
Liberación Naciónal, sin percatarse de algo que también es muy zapatista: actuar
sin buscar reflectores y reconocimientos, pero actuar.
El zapatismo es muy otra cosa
(como dirían ellos), ni mejor ni peor (como dirían ellos), simplemente
diferente. El eco que su discurso y su planteamiento han tenido debería forzar a
la izquierda mexicana -que está por fuera del zapatismo- e internaciónal a
reflexionar sobre el significado de esta expresión nueva del pensamiento
emancipador.
En el Zócalo de la Ciudad de
México el zapatismo Indígena dijo su palabra, lo hizo sin aspavientos, de una
manera muy sencilla, diáfana, y casí en secreto. 350 mil personas guardamos un
silencio nunca antes visto en un mitin. Fue y es un discurso a reflexionar y a
discutir. El zapatismo actual se encontró reflejado en la imagen de su espejo el
viejo zapatismo.
Unos Ojos negros en la Tribuna más Alta de la
Nación
ĞRostro de llamas,
rostro devorado,
adolescente rostro
perseguido
años fantasmas,
días circulares
que dan al mismo
patio, al mismo muro,
arde el instante y
son un solo rostro
los sucesivos
rostros de la llama,
todos los nombres
son un solo nombre,
todos los rostros
son un solo rostro,
todos los siglos
son un solo instante
y por todos los
siglos de los siglos
cierra el paso al
futuro un par de ojosğ.
(Octavio
Paz: Piedra de Sol)
Después del Zócalo, desde el
poder se comenzó a acariciar la idea de que había que administrar la estadía del
EZLN en la Ciudad de México. Desde la izquierda, algunos dijeron que era
indispensable que los zapatistas se regresaran rápido, por que la Ciudad se
traga todo (parecía más bien una autocrítica) y el EZLN corría el riesgo de
convertirse en parte del paisaje o en una anécdota más.
Cuando fue claro lo que era la
posición del poder, el EZLN señaló que en vista de que el Congreso de la Unión
no se ponía de acuerdo (con una visión de oficialía de partes, había propuesto a
los zapatistas que se reunieran sólo con 10 diputados y 10 senadores para que
expusieran sus demandas) y que por lo tanto no tenían voluntad de escuchar a los
Indígenas mexicanos, se regresaban a la selva de Chiapas para informar a las
comunidades -cuestión similar haría en Congreso Naciónal Indígena- que no
existía voluntad de paz por parte de las instituciones políticas mexicanas.
Entonces, una verdadera crisis se
desató al interior de la clase política. Nadie quería pagar los costos del
fracaso de la negociación, desde luego, con excepción del partido del
presidente, el PAN, el cual -como señalamos arriba- tanto por su racismo
biológico como por la necesidad de arreglar cuentas pendientes con Ğ su ğ
presidente, prefirió aparecer como el intransigente. Apostaba a que si los
zapatistas no iban a la tribuna del parlamento, las posibilidades de que la ley
Indígena -contra la cual siempre han estado- fuera aprobada se hacían más
remotas y, si se votaba que los zapatistas podían ir a la tribuna del Congreso
con su oposición, apostaban que harían un discurso agresivo, lleno de
calificativos contra la clase política y los partidos y que eso sería la muerte
política del zapatismo.
En una votación muy cerrada, 220
contra 210, la Cámara de diputados decidió invitar a los comandantes zapatistas
a la ĞTribuna más alta de la Naciónğ. En una alianza sui-generis (como casí todo
lo que pasa en México) el PRD, el PRI, el Partido Verde Ecologista de México
(que apoyó a Fox y que tiene como características que ni es partido, ni es
verde, ni es ecologista ni es de México) y otros partidos pequeños lograron que
los zapatistas fueran invitados. Desde luego, hubo algunos diputados priístas,
los más vinculados al régimen anterior y los de origen militar que votaron en
contra -los primeros- o se abstuvieron -los segundos-.Pasaron 6 dIas entre esta
votación y la participación del EZLN y del Congreso Naciónal Indígena en la
Cámara de Diputados. Mientras en los medios de comunicación se hacIan las
hipótesis más descabelladas sobre lo que sería la actitud del EZLN y en especial
del Sup en su comparecencia. Unos apoyaban la tesis del PAN sobre el tipo de
discurso que haría Marcos.
Otros decían que en medio de sus
discurso Marcos se iba a quitar el pasamontañas. Fue tal la expectativa, que a
diferencia de lo que sucedió en el Zocalo, tres cadenas de televisión, las tres
privadas, anunciaron que trasmitirían en vivo la participación del EZLN y del
CNI en el Congreso. 7 horas duró la trasmisión. Tres canales de televisión y
cuatro estaciones de radio
trasmitieron en vivo todo lo que pasó.
La mañana se inició con un gran
desconcierto, al no llegar el Subcomandante Insurgente Marcos a las puertas de
la Cámara de Diputados, un halo de decepción dejaban ver los locutores de
televisión. Igualmente algunos diputados estaban realmente molestos, incluso un
senador del PRD hizo una de las declaraciones más patéticas, dijo: Ğ estoy harto
del protagonismo de Marcos ğ. Era la primera vez que se acusaba a una persona de
protagonista por no participar en algo.
El zapatismo hizo su último y más
eficaz movimiento. La decisión de que Marcos no fuera a la Cámara de Diputados
cambió toda la correlación de fuerzas en el país.
Una mujer Indígena, la comandanta
Esther hizo el discurso central del EZLN, dijo: Ğ El Subcomandante Insurgente
Marcos es eso, un Subcomandante. Nosotros somos los comandantes, los que
mandamos en común, los que mandamos obedeciendo a nuestros pueblos (...) Esta
tribuna es un símbolo. Por eso convocó tanta polémica. Por eso queríamos hablar
en ella y por eso algunos no querían que aquí estuviéramos. Y es un símbolo
también que sea yo, una mujer pobre, Indígena y zapatista, quien tome primero la
palabra y sea el mío el mensaje central de nuestra palabra como zapatistas (...)
Mi nombres es Esther, pero eso no importa ahora. Soy zapatista, pero eso tampoco
importa en este momento. Soy Indígena y soy mujer, y eso es lo único que importa
ahora ğ.
Fue la fiesta de los indios
mexicanos y nadie ni nada la podía opacar. Millones de mexicanos, desde sus
hogares, en sus trabajos, en las calles, en los almacenes, en sus carros, veían
y escuchaban un hecho histórico inusitado. Los Indígenas hablando en la Ğ más
alta tribuna de la nación ğ; argumentando las bondades de la autonomía;
cuestionando ellas mismas los usos y costumbres Indígenas que marginan y
violentan a las mujeres, pero recordándoles a los diputados del PAN y del PRI
que en los usos y costumbres del resto del país la marginación y la violencia
contra las mujeres también existen; defendiendo su derecho a ser diferentes, a
vestirse diferente, a hablar otro idioma, a tener otra cultura, a establecer una
relación diferente con el resto de la Nación.
Sin decírnoslo nos decían que
México no tiene futuro sin sus indios y que de alguna manera esta es la última
posibilidad de que se cierre una herida abierta en el cuerpo de la nación, en
términos más o menos pacíficos.
Si la sociedad estaba dividida en
50 por ciento antes de la llegada del EZLN al Congreso, después de la
participación de los comandantes y comandantas y de los representantes de los
pueblos indios organizados en el Congreso Naciónal Indígena, esa proporción dio
un vuelco dramático, la mayoría de la sociedad respondió con gran emoción a
favor de los pueblos indios. Los costos que tendrá para el partido que se oponga
a la Ley de Derechos y Cultura Indígena serán mayúsculos.
Una Indígena mexicana, pobre,
zapatista, pero sobre todo mujer, con su discurso y su presencia ganó la batalla
por los símbolos y no hay que olvidar que muchas veces esa es la batalla central
que libran los pueblos en su proceso de emancipación. Desde la Ğ más alta
tribuna de la nación ğ los ojos negros de la historia de México, de esa historia
plena de rebeliones, revueltas y
revoluciones hablaron; los ojos negros, de los que nos había el poeta, los ojos
negros de Cajeme, de Canek, de Vicente Guerrero, de Morelos, de Emiliano Zapata,
de Jaramillo y de millones que en un poco más de 500 años han hecho más de 350 rebeliones y 3
revoluciones. Los ojos negros que le cierran el paso al futuro, pero al futuro
que se niega a incluirlos, aceptándolos como son: pobres, Indígenas o no,
mujeres, zapatistas, rebeldes.
Afuera del Congreso llegó Marcos
y junto a la gente esperó a que saliera la comandancia y el CNI. Luego en un
mitin muy emotivo se despidió: ĞGracias México. Nos vamos, de verasğ Y la gente
respondía y casí suplicaba: "no" Una jovencita decía: ¿ qué será de nosotras sin
los zapatistas? Ya, unos días antes, el comandante Zebedeo había dado una
respuesta a esa pregunta cuando dijo: ĞNos vamos, pero no nos vamosğ. Durante
toda la marcha, los representantes zapatistas no se cansaron de explicar que no
son una vanguardia, que no buscan dirigir al pueblo hacia un camino luminoso,
preestablecido por los documentos básicos de una organización. Que como dijo un
gran historiador hoy convertido en "una anécdota folk", Antonio García de León:
Ğel 1 de enero descubrimos que la insurrección estaba en nosotros mismosğ. Nos
vamos pero no nos vamos representa la idea de que el nosotros y el ustedes
merecen ser borrados. Que los rebeldes no existen únicamente en Chiapas sino en
todo el país.
Regreso con Gloria
ĞCuando la
Historia duerme, habla en sueños: en la frente del
pueblo dormido el
poema es una constelación de sangre.
Cuando la Historia
despierta, la imagen se hace acto, acontece el poema:
la poesIa entra en
acción.
Merece lo que
sueñas ğ
(Octavio
Paz: Hacia el Poema).
Los zapatistas lograron su
objetivo: hablar con el pueblo de México. Evidenciar que no tan sólo no se les
ha olvidado sino que están presentes en las discusiones y debates por construir
un México democrático. Que son la otra legitimidad, la legitimidad Indígena, la
de los pobres de México, la de los que no fueron derrotados en una elección, la
de los que no apostaron todo a una elección, la de los que no se vendieron a un
sistema corruptor, la de los que sin decirse abiertamente socialistas
representan el espíritu original del socialismo antes de ser pervertido por los
socialistas de mercado o los socialistas de Estado (ambas aberraciones teóricas
y prácticas incompatibles con el socialismo), los que desde más abajo que de
abajo sueñan con cambiar al mundo y merecen ese cambio.
La
Ley Indígena aprobada por el Congreso: Un paso adelante, dos pasos
atrás.
Las modificaciones
Constituciónales que el Senado de la República con el voto de todas las
fracciones partidarias, para vergûenza del PRD, en materia Indígena en sus
aspectos fundamentales se ubicaron más cerca de la Ley Zedillo que de la Ley
Cocopa. Una vez más los partidos políticos no han sido sensibles al reclamo
Indígena, apoyado por millones de mexicanos no Indígenas, de dotarse de un marco
jurídico que les permitiera lograr un doble objetivo: participar como un sujeto
con reconocimiento jurídico en la reorganización del Estado naciónal y lograr lo
anterior por medio del reconocimiento jurídico de sus mecanismos propios de
regular su vida social, política, económica y cultural.
En el dictamen que propuso el
Senado y que avaló la Cámara de Diputados y que posteriormente lo harán los
congresos locales, se avanza en la definición general sobre el concepto de
autonomía o sobre pueblo Indígena, donde se incorpora la conciencia de su
identidad, para inmediatamente borrarlo o limitarlo al máximo cuando se pasa a
las definiciones más concretas. Más aún, si hacemos una comparación entre la Ley
propuesta por la Cocopa, la que presentó Zedillo y la que ahora se promueve
veremos que en algunos casos se trata de una Ley aún más regresiva que la del
anterior presidente.
Cuatro son los puntos más
cuestionables del actual proyecto de Ley:
En el texto original de la Cocopa
se planteaba a las comunidades Indígenas como Ğentidades de derecho públicoğ, en
la Ley Zedillo esto se cambiaba y se señalaba Ğlas comunidades Indígenas como
sujeto de interés públicoğ. En la propuesta del Senado se plantea Ğasí como el
reconocimiento de las comunidades como entidades de interés públicoğ. Entre la Cocopa y Zedillo, el Senado escogió al segundo.
¿Qué implica esta diferencia?. Que en la propuesta de la Cocopa se le reconocía
a las comunidades como sujeto de derecho público, es decir, como parte del
Estado; en la propuesta de Zedillo, hoy avalada por el Senado, se les da un
trato a las comunidades Indígenas mexicanas similar al de una tienda de la
Conasupo, al considerarlas como de interés público. Todo esto contradice el
párrafo 1 del artículo 2 de la propuesta del Senado que a la letra dice: ĞLa
nación tiene una composición pluricultural sustentada originalmente en sus
pueblos Ğindígenasğ. ¿Como se puede decir eso y luego reconocerle a esos pueblos
una estatus jurídico similar al de una tienda Conasupo?
En el texto original de la Cocopa
se planteaba lo siguiente: ĞAcceder de manera colectiva al uso y disfrute de los
recursos naturales de sus tierras y territorios, entendidos éstos como la
totalidad del hábitat que los pueblos Indígenas usan y ocupan, salvo aquellos
cuyo dominio directo corresponde a la Naciónğ. La propuesta Zedillo decía: Ğ
Acceder al uso y disfrute de los recursos naturales de sus tierras, respetando
las formas, modalidades y limitaciones establecidas para la propiedad por esta
Constitución y las leyesğ. La propuesta del Senado dice: ĞAcceder, con respeto a
las formas y modalidades de propiedad y tenencia de la tierra establecidas en
esta Constitución y a las leyes de la materia, así como a los derechos
adquiridos por terceros o por integrantes de la comunidad, al uso y disfrute
preferente de los recursos naturales de los lugares que habitan y ocupan las
comunidades, salvo aquellos que corresponden a las áreas estratégicas, en
términos de esta Constituciónğ. Otra vez no hay duda, la ley Zedillo pesó más
que la de la Cocopa. El concepto territorio, clave para entender y definir la
autonomía desaparece. De esta manera el espacio geográfico donde la autonomía se
podría ejercer queda limitado al máximo.
En el texto original de la Cocopa
se decía: ĞSe respetará el ejercicio de la libre autodeterminación de los
pueblos Indígenas en cada uno de los ámbitos y niveles en que hagan valer su
autonomía, pudiendo abarcar uno o más pueblos Indígenas, de acuerdo a las
circunstancias particulares y específicas de cada entidad federativa. Las
comunidades Indígenas como entidad de derecho público y los municipios que
reconozcan su pertenencia a un pueblo Indígena, tendrán la facultad de asociarse
libremente a fin de coordinar sus accionesğ. En la Ley Zedillo se decía: ĞLas
comunidades de los pueblos Indígenas como entidades de interés público y los
municipios con población mayoritariamente Indígena, tendrán la posibilidad de
asociarse libremente a fin de coordinar sus acciones, respetando siempre la
división político-administrativa en cada entidad federativağ. La propuesta del
Senado dice: Ğ Las comunidades Indígenas, dentro del ámbito municipal, podrán
coordinarse y asociarse en términos y para los efectos que prevenga esta ley ğ.
Aquí, incluso, se ubican por atrás de la propuesta de Zedillo, al desaparecer la
posibilidad de asociarse en términos regionales, más allá de los municipios
existentes, mecanismo que representa la única garantía de reConstitución de los
pueblos Indígenas después de más de 500 años de fragmentación y marginación. El
agregado al 115 que se propone representa una burla completa a los pueblos
indios.
En la ley de la Cocopa se decIa:
ĞPara establecer la demarcación territorial de los distritos uninominales y las
circunscripciones plurinominales, deberá tomarse en cuenta la ubicación de los
pueblos Indígenas, a fin de asegurar su participación y representación políticas
en el ámbito naciónalğ. En la propuesta de Zedillo se decía: ĞPara establecer la
demarcación territorial de los distritos electorales uninominales, deberá
tomarse en cuenta la ubicación de los pueblos Indígenas, a fin de asegurar su
participación y representación políticas en el ámbito naciónalğ. En la propuesta
del Senado, en el tercero transitorio, se dice: ĞPara establecer la demarcación
territorial de los distritos uninominales deberá tomarse en consideración,
cuando sea factible, la ubicación de los pueblos y comunidades Indígenas, a fin
de propiciar su participación políticağ. Una vez más la propuesta del Senado se ubica por atrás de la Zedillo. No tan
sólo se está en contra de que los pueblos indios, esos que son el sustento
original de la Nación, tengan una representación específica, vía una
circunscripción plurinominal propia sino que ahora ya no se "deberá tomar en
cuenta la ubicación de los pueblos Indígenas" sino que esto se hará solamente
cuando sea factible.
Cuando Ernesto Zedillo presentó
su propuesta señaló que había retomado la de la Cocopa en un 85 por ciento, el problema era que
en el 15 por ciento restante se ubicaba lo central del proyecto de autonomía
Indígena. Ahora con la propuesta del Senado se puede decir que lo que se recoge
es el 80 por ciento (5 por ciento menos que en la de Zedillo) pero,
igualmente, el 20 por ciento que
queda fuera es la columna vertebral de la autonomía Indígena.
La omisión del Senado no se puede
sustituir con planteamientos generales y abstractos sobre la autonomía o con una
propuesta asístencialistas de gobierno (todo el apartado B del artIculo 2 de la
propuesta) que es una vergûenza que se ponga dentro del cuerpo de la
Constitución y que además ha sido la plataforma política de un sistema que fue
derrotado el 2 de julio.
Es verdaderamente lastimoso que
una vez más el Senado (el mismo que se negó a escuchar a los zapatistas y a los
miembros del Congreso Nacional Indígena) y la Cámara de Diputados le den la
espalda a los pueblos Indígenas de México. La convicción de que esta decisión
cerrará una herida histórica no tan sólo es ficticia sino una broma de mal
gusto. Si se aprueba esta propuesta de Ley, en la Cámara de Diputados y luego en
los Congresos de los estados, se habrá cumplido un expediente pero no se
solucionará el grave problema de más de 10 millones de mexicanos. La lucha por
los derechos y la cultura Indígena seguirá siendo una asígnatura
pendiente.
El
PRD en su Laberinto
Ahora bien, desde una perspectiva
de izquierda, lo más lamentable no se ubica en el voto del PRI y del PAN sino en
el voto del PRD en el Senado. Las justificaciones son tan ridículas que resultan poco
creíbles.
Supuestamente el voto del PRD se
decidió a partir de una doble consideración:
En el proyecto de Ley se hacía un
reconocimiento explícito a la autonomía, a la autodeterminación y a los pueblos
indios, lo mismo que un reconocimiento a la necesidad de considerar como un
delito cualquier tipo de discriminación. Y por lo tanto eso era algo a lo cual
el PRD no le podía dar la espalda. Por que un voto en contra lo hubiera
marginado de la negociación sobre la Ley.
Con esto queda perfectamente
claro que los senadores del PRD no solamente son pésimos políticos sino que
tampoco tienen la menor idea de cómo se hace el trabajo legislativo. El único
mecanismo de presión que ellos tenían, en su trabajo legislativo, era
precisamente su posibilidad de no avalar el dictamen del Senado. Incluso, ellos
decidieron votar a favor en lo general después de que se enteraron que en la
noche anterior los senadores del PRI y del PAN habían decidido llevar a cabo un
último cambio quitándole a las comunidades el carácter de entidades de Ğderecho
públicoğ y ubicándolas como
entidades de Ğinterés naciónalğ. No
tan sólo no pesaron en la negociación sino que se burlaron de ellos frente a sus
ojos. Peor aún cometieron otro error al aceptar que esa negociación se llevará a
cabo al estilo tradicional de la burocracia política: la secrecía.
El senador Jesús Ortega puede
pagar un desplegado y mostrar su indignación contra el Subcomandante Marcos,
diciendo que es Ğun soezğ, pero eso tiene una importancia muy menor si lo
comparamos con lo que esa Ley significa para más de 10 millones de mexicanos y
en particular para las comunidades Indígenas de Chiapas y todavIa más
particularmente para los integrantes del EZLN. El senador se preocupa por su
prestigio personal, nosotros por una ley que, de no cambiarse, será utilizada
como un nuevo mecanismo contra insurgente y sino al tiempo.
Según las diversas explicaciones
ofrecidas por el Senador Jesús Ortega, la Ley Indígena aprobada en el Congreso
no puede ser caracterizada, como lo hacen algunos sectores del PRD, como la Ley
Bartlett-Diego sino como la Ley Bartlett-Fernández-Ortega. La defensa casí
absoluta que hace de la Ley ubica el debate en sus justos términos. No se trata
de un error táctico, ni del temor por quedar aislados del debate parlamentario
(cualquier cosa que eso signifique en un país donde ese animal no existe),
tampoco se trata de una negociación a cambio de algo; se trata de algo más
profundo, los senadores del PRD estaban
convencidos que esa era la mejor Ley posible, viable y por eso votaron a
favor y por eso siguen convencidos que actuaron correctamente, simplemente hay
que leer las declaraciones del senador Sodi de la Tijera y del mismo Ortega.
Ahí reside el problema y no es de
dimensión menor, como lo sería en cualquiera de las explicaciones anteriores. Si
realmente hubiera sido un error táctico o, si tienen una preocupación auténtica
de permanecer en el debate parlamentario (decir eso en torno de la Ley es una
broma macabra, cuando todo se hizo con la mayor secrecía, en el típico método de
la clase política mexicana) o, si fueran unos vulgares vendidos, realmente no
sería tan grave.
El asunto es que después de siete
años de guerra, asesinatos, hambre, cerco, militarización, paramilitarización,
después de cientos de reuniónes en la que pacientemente los Indígenas mexicanos
han explicado lo que realmente quieren, los senadores de la izquierda mexicana
defienden una Ley que lo que otorga con la mano derecha lo quita con la mano
izquierda. Bajo la visión del senador Ortega realmente no es muy importante que
a las comunidades no se les reconozca su carácter de Ğentidades de derecho
públicoğ; tampoco que no se hable del Ğdisfrute colectivo de los recursos
naturalesğ (según Ortega esto es "innecesario"); incluso lo del territorio, en
tanto el Ğhábitat abarca lo del territorioğ. Con todo lo anterior, los reclamos
y la oposición de los pueblos indios de México en contra de la Ley, que el
senador quiere limitar a Ğgente cercana al EZLN y al subcomandandanteğ
(achicamiento que ya hemos conocido en otros debates y en otros tiempos, aunque
nunca desde la perspectiva de la izquierda), quedan reducido a la incomprensión
de sus bondades. Por lo tanto, en diversos medios de comunicación han sumado sus
voces a las de los priístas y panistas (incluso en ocasíones más que éstos) en
la defensa de su Ley. Es mejor debatir con esa claridad, por lo menos es
indispensable reconocer que el senador habla claro y no recurre al método
cantinflesco del Comité Ejecutivo Nacional del PRD: "pues sí, pero no".
El debate sobre la ley Indígena
aprobada en el Congreso de la Unión, en el caso del PRD y de todo México, no es
una raya más en el cuerpo del tigre, representa una frontera, una gran línea
imaginaria (a lo mejor estamos demasiado cerca para ver eso, pero no tengo dudas
que así será). Lo siento, voy a decir algo que posiblemente no está en
concordancia con el lenguaje de la Ğnueva izquierdağ (que por cierto es tan
vieja como la izquierda misma), pero esa línea imaginaria se resume de la
siguiente manera: con los pueblos indios o con la ley Indígena aprobada en el
Congreso de la Unión.
Y esa encrucijada no se vio o no
se quiso ver en el Congreso Naciónal del PRD, por eso guardaron (todos) un
discreto silencio. Ahora la dirección del PRD quiere llamar a una consulta
pública sobre la Ley e inmediatamente surgen una serie de dudas sobre esta
propuesta, sobre su validez; una de esas dudas consiste en saber como votarían
los lideres de ese partido: ¿A favor? ¿A favor en lo general y en contra en lo
particular de algunos puntos?, ¿En contra?.
La
clase política: del racismo biológico al temor de clase.
Pero, solamente como variable,
establezcamos una hipótesis. La nueva-vieja Ley Indígena votada en el Congreso
de la Unión no tan sólo refleja el racismo biológico de una buena parte de la
clase política ("El racismo pretende establecer entre mi vida y la muerte del
otro una relación que no es simplemente militar o bélica sino de tipo
biológicaI. Mauricio Lazzarato: Pour une redéfinition du concept de
Biopolitique) sino también el odio hacia el EZLN y su forma de concebir,
entender y practicar la política.
Al interior del poder, dos líneas
de fuerza se han confrontado entre sí. Los que están convencidos de que la mejor
manera de derrotar al zapatismo es sacarlo a la lucha política civil, aunque
fuera necesario conceder sobre el tema Indígena, en tanto apuestan a que el
zapatismo alejado de su aura militar perdería mucho de su magia; más aún, parten
de lo que ha sido la experiencia de un sin número de grupos revolucionarios
latinoamericanos que en su proceso de transición de una fuerza militar a una
fuerza política civil, se adaptaron a la lucha en los marcos institucionales y
se convirtieron en agencias electorales de oposición leal, clientes respondones
del Estado, que validan la frase lapidaria del teórico moderno del Estado
corruptor mexicano (Jesús Reyes Heroles): Ğel que resiste apoyağ.
Por otro lado, los que están
convencidos que hay que impedir a como de lugar que el EZLN salga de la
clandestinidad y que pueda circular por todo el país, los que dijeron que iban a
encerrar a su familia todo el tiempo que el EZLN estuviera en la Ciudad de
México, los que acusaron al EZLN de Ğfavorecer intereses bastardosğ, los que en
diciembre de 1996 dijeron que no se podía aceptar la Ley de la Cocopa porque era
como Ğsoltar a un chivo en la cristalería electoral de 1997ğ, los que en abril
del 2001 aprobaron una Ley que sabían que era inaceptable para el zapatismo y
para el Congreso Nacional Indígena. Podemos decir que una vez más éste segundo
sector de la clase política mexicana (en la que se encuentran la mayoría de los
dirigentes y "representantes populares" del PRI, PAN y PRD) ganaron.
Este pequeño triunfo de la clase
política mexicana en contra de los pueblos indios de México refleja no solamente
el racismo biológico, del que hemos
hablado, de una parte significativa de la misma sino también el profundo temor
en contra de lo que el EZLN representa en el terreno político. Igual que en
diciembre de 1996, desde el poder se prefiere mantener al EZLN en las montañas
azules de Chiapas, en la clandestinidad; aparentemente el "maná del Estado",
accesible únicamente a los iniciados, quedó a salvo. (ĞEn el secreto de Estado
se objetiviza una vez más, de modo palpable e inmaterial a la vez, el antiguo
maná de los jefes de tribu y de los reyes sacerdotes: es el secreto del Poder
por excelencia. Su presencia provoca oleadas de profundo respeto, su revelación
causa histérica indignación. Para violar el tabú ya no se precisan más
agresiones; en la fase de decadencia en que se halla, basta la interrogación. Es
una clase de arrobamiento como jamás gozó soberano alguno. El maná del secreto
de Estado se trasmite a sus portadores y los inmuniza, según su grado de
iniciación, contra la interrogación.
con ello se les dispensa responder y, en el sentido propio de la palabra,
pasan a ser irresponsables. A tenor de los secretos de Estado que uno conoce se
establecen su categoría y sus privilegios dentro de una jerarquía estructurada
con toda precisión. La masa de súbditos no tiene secretos; es decir, no tiene
derecho alguno a participar del poder, a criticarlo y a controlarloğ. Hans
Magnus Enzensberger: Delito y Poder)
La Ley aprobada en el Congreso de
la Unión, con el beneplácito de los senadores del PRD y el repudio de los
diputados del mismo partido, comienza a ser utilizada como un nuevo instrumento
contrainsurgente y será un nuevo ariete en la guerra de baja intensidad contra
las comunidades Indígenas de México, en tanto será utilizada como un mecanismo
de división intercomunitaria.
Desde luego, la última palabra no
ha sido pronunciada. La "masa de súbditos" sigue sin tener secretos, pero ya ha
revelado varios de los que se ocultaban en las frías mazmorras del poder.
Fernández, Bartelett y Ortega ya están bajo el escrutinio social y ciudadano. Ya
no pueden escudarse en el secreto de Estado. La marcha zapatista logró poner en
el escenario nacional otra forma de concebir y entender la política, ya no
únicamente en tal o cual comunicado sino en una acción social y ciudadana. Ahí
se puso en práctica un nuevo concepto de ciudadanía (entendida como
constituyente y soberana) y una nueva práctica de participación social. La
"maldita trinidad", como siempre pasa en estos casos, puede pensar que ya ganó,
la realidad será más necia. La impronta zapatista recorre todo el país (por más
que el Ingeniero Cárdenas solamente la observa en Chiapas) y frenar su curso
requiere de algo más que el concurso de estos tres tristes personajes. No
tenemos la menor duda de que el Congreso Nacional Indígena será el motor que
aglutine nacionalmente la movilización y acción ciudadana contra esa
Ley.
A
manera de Conclusión.
Más allá de las aspiraciones de
cada cual, el nivel de las luchas pasadas y en especial de la Marcha Zapatista
por la dignidad Indígena no da todavía para la formulación de una propuesta alternativa común, pero fija en el
horizonte la necesaria formación de una fuerza política de nuevo tipo que en los
balbuceos de un nuevo siglo retome, de una manera diferente (nueva), la vieja
necesidad de cambiar al mundo. Cambiando las relaciones políticas cosificadas,
en especial en lo que tiene que ver con una izquierda tradicional (por más que
se quiera disfrazar de nueva), que buscan velar una realidad imposible de
ocultar: ĞLa gran paradoja existencial
de la izquierda consiste en que niega su identidad y pierde su razón de
ser al compartir con la derecha una
misma idea de lo que es la política (...) es fácil, entonces, de comprender por
qué, además de no tener presente, la izquierda carece de futuro si no rompe con
los modos teórico-prácticos que conlleva esa forma de entender la políticağ
(Jorge Stratos: La idea derechista de la política que comparte la
izquierda). La conformación de esa
nueva fuerza política no se puede realizar sin el concurso directo y activo del
EZLN, en esto no hay vuelta de hoja.
Por lo tanto una última
reflexión: México no se merece un EZLN obligado a la clandestinidad. ¿Eso
significa apoyar la Ley del Congreso? Desde luego que no; ¿Eso significa
reestablecer la negociación con el gobierno? Tampoco. Lo que significa es que
hay que subir la apuesta y cobrarles más caro su Ley y toda la política,
ideología, y Ğusos y costumbres ğ de los que se alimentan y medran del Ğmanáğ
del poder.
Ciudad de México
mayo del 2001.
PD Algunos se desvelan
por lo que sigue. Paciencia, el zapatismo Ğse curva, avanza, retrocede, da un
rodeo, y llega siempreğ.
*Sergio
Rodríguez Lascano es militante del FZLN y colaborador en la revistas Viento del
Sur (México), Hika (Euskadi) y Viento Sur (Estado español).
Emiliano Zapata
Retos y Debates después de la Marcha
zapatista.
Edgard
Sánchez Ramírez.(*)
La aprobación en el Congreso de la Unión, a fines de abril, de la
reforma constitucional sobre derechos y cultura indígena que sustituyó a la
propuesta elaborada por la COCOPA (Comisión de Concordia y Pacificación) va en contrasentido del amplio respaldo social
que obtuvo la marcha del EZLN (Ejército Zapatista de Liberación Nacional). Este
resultado, inmediatamente después de la marcha que cimbró al país durante
febrero y marzo, no significa que ésta fuera inútil sino que habla de la
insensibilidad y la firmeza reaccionaria y conservadora del nuevo bloque en el
poder. Plantea nuevos retos que deben discutirse abiertamente para superar la
confusión que, en medio de los nuevos vientos de lucha, prevalece.
La reforma
aprobada.
La paradoja entre el gran respaldo social a la marcha zapatista y la
reforma constitucional aprobada, sin embargo, introdujo desconcierto en vista
del gran optimismo que había generado la respuesta social a la presencia del
EZLN en la Ciudad de México y sobre todo su presencia en la Cámara de Diputados.
Seguramente algo así previeron los propios zapatistas cuando media hora después
de terminar la comparecencia de los Comandantes del EZLN en la tribuna
parlamentaria, en el mitin que se hizo en la calle para recibirlos a un lado del
Palacio Legislativo de San Lázaro, el Subcomandante Marcos anunció,
sorpresivamente, que se regresaban a Chiapas al día siguiente. La decisión ahí
anunciada respondía, seguramente, a saber que la votación que había permitido
por muy escaso margen que los Comandantes hablaran en la tribuna no
necesariamente sería igual para la aprobación de la iniciativa sobre derechos y
cultura indígena elaborada por la COCOPA. Si el EZLN había participado
directamente, por medio de Fernando Yáñez, en la negociación para subir a la
tribuna, ahora se abstenía de buscar esa negociación en relación a la aprobación
de la reforma retirándose de inmediato. De esa manera no quedaba comprometido
con el resultado de la votación y con las manos libres para poder denunciar
incluso al PRD (Partido de la Revolución Democrática) si, como se comprobó con
su fracción parlamentaria en el Senado, capitulaba en la defensa de la causa
indígena. Por eso seguramente en las horas decisivas de la votación en el Senado
estaba fuera de servicio el teléfono celular de Fernando Yáñez, quien había sido
presentado por el EZLN como su contacto al iniciarse la marcha en Chiapas a
fines de febrero.
Inmediatamente después de la conmoción que significó el atrevimiento
de que el Congreso de la Unión, encabezado por el PAN y el PRI y particularmente
por los Senadores Diego Fernández de Cevallos y Manuel Bartlett, desechara la
propuesta de la COCOPA para hacer aprobar una reforma distinta se ha empezado un
intenso debate sobre el significado y contenido de la propia reforma. En este
mismo número de la revista publicamos un cuadro comparativo de las dos
iniciativas, así como las declaraciones respectivas del EZLN y el Congreso
Nacional Indígena (CNI). La reforma aprobada no incluye el reconocimiento de las
comunidades indígenas como entidades de derecho público, sino como de interés
público; no incluye el reconocimiento de los territorios indígenas ni el uso y disfrute colectivo
de los recursos naturales que se encuentran en dichos teritorios y la
posibilidad de asociación entre municipios indígenas lo que es necesario si se
reconoce la existencia de pueblos indios cuyo ámbito territorial va más allá de
determinadas comunidades y municipios. Aunque se reconozca el derecho a la
autonomía se eliminan las formas de concretarla.
Algunos analistas, además de legisladores que la aprobaron, incluidos
Senadores del PRD, insisten en señalar que hay varios aspectos positivos en la
reforma aprobada, incluso novedades como la relativa al rechazo de la
discriminación. Calificarla con el cliché de "un paso adelante y dos pasos
atrás" es insuficiente. Indudablemente que viendo la reforma parte por parte y
cada parte en abstracto se pueden encontrar aspectos positivos. En un futuro
-quizá no tan lejano- si la vigencia legal de la reforma no se pudiera
cuestionar, quizá estaremos como frente a otras legislaciones en las que hay que
aprender a luchar buscando resquicios para defender derechos que no fueron
incluidos en esa legislación. Pero en este momento lo más conveniente para el
movimiento indígena por el respaldo social que se consiguió en los meses
recientes es rechazar la reforma como tal e insistir en la validez de la
propuesta de la COCOPA. No es el momento de buscarle los aspectos positivos para
desarrollar y considerar el golpe como asimilado.
Fernández de Cevallos, en su característico estilo insolente, ha
insistido desde las primeras horas de la aprobación que "tenemos que legislar no
para Xóchitl, no para el presidente Fox ni para Marcos, sino para cien millones
de mexicanos". Por su lado, Jesús Ortega, coordinador de los senadores del PRD,
se justifica diciendo que decidieron "participar en la negociación, la discusión
con y frente a los otros grupos parlamentarios para influir hasta donde las
posibilidades y nuestra fuerza nos alcanzara...no quisimos automarginarnos para
caer, nuevamente, en un oposicionismo testimonial que puede dar hasta la imagen
de 'radical' pero con resultados concretos magros, inexistentes o incluso de
retroceso".
El argumento que encubre la reaccionaria decisión de desechar la
propuesta de la COCOPA insiste en el derecho de los legisladores de aprobar la
reforma que les dictara su conciencia, lo que fuera resultado de las
negociaciones parlamentarias o lo que permitiera la lógica "posibilista" de los
senadores del PRD. Pero este enfoque es completamente equivocado para el caso de
la iniciativa sobre derechos y cultura indígena donde lo que debería aprobarse
era la iniciativa elaborada por la COCOPA. No era éste un proceso normal de
producción legislativa. El origen y la naturaleza de este debate legislativo es
diferente. En enero de 1994 el EZLN se levantó en armas declarando su propósito
de deponer al gobierno que había puesto en vigor en la misma fecha el Tratado de
Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá. Al inicio de esa guerra, desde la
sociedad movilizada, notoriamente el 12 de enero, hubo una presión para buscar
una solución pacífica y política al conflicto por medio del diálogo entre el
EZLN y el Gobierno Federal. El Congreso de la Unión decidió contribuir a ese
proceso aprobando la Ley de la COCOPA, suspendiendo las órdenes de aprehensión
contra el EZLN mientras durara el diálogo y finalmente comprometiéndose a
traducir en una inicitiva de reforma legal los Acuerdos a que llegaran las dos
partes producto de ese diálogo. Para esta coadyuvancia integró la parlamentaria
Comisión de Concordia y Pacificación (COCOPA) con representantes de todos los
partidos que, efectivamente, elaboró la iniciativa que lleva su nombre queriendo
con ella recoger los Acuerdos de San Andrés entre el Gobierno y el EZLN. Zedillo
vetó la iniciativa elaborada por los legisladores de la COCOPA, pese a que
estaba comprometido con los acuerdos de San Andrés que suscribieron sus
representantes después de meses de discusión y necesarias concesiones de ambas
partes. Entonces, la iniciativa enviada por Fox en diciembre, al tomar posesión
como Presidente, no es cualquier iniciativa a ser considerada, analizada y
eventualmente aprobada o reformada por el Legislativo, sino es el resultado de
un diálogo para detener la guerra. Es un resultado avalado por los
representantes del Gobierno Federal en San Andrés y elaborado en forma de
iniciativa por la comisión parlamentaria (con representación de todos los
partidos) designada por el Congreso de la Unión para ese propósito. Por estas
razones es que la iniciativa no podía ser reformada sustancialmente como ha
hecho ahora el Congreso. Es una condición necesaria para llegar a la paz; es una
condición necesaria para demostrar al EZLN y a la sociedad toda que hay seriedad
por parte del Gobierno Federal y por el Congreso para continuar con el
diálogo.
La actitud al respecto del Presidente Fox es de principio a fin
demagógica. Presenta en diciembre la iniciativa de la COCOPA como si fuera
propia, pero luego no la defiende -ante los legisladores de su propio partido en
primer lugar- con la vehemencia e interés que defiende, por ejemplo, su
propuesta de reforma fiscal que, afortunadamente, no pudo hacer aprobar en este
pasado periodo ordinario de sesiones. Luego, durante la marcha insiste en que el
EZLN viene a apoyar "su" iniciativa y que Marcos viene a firmar ya la paz, para
lo cual le hace públicas invitaciones a reunirse en la residencia presidencial.
La demagogia foxista pretendía deshacerse del compromiso de continuar el diálogo
interrumpido por el incumplimiento de Zedillo de los Acuerdos de San Andrés. Los
zapatistas no venían a firmar la paz, como insistentemente explicaron durante su
marcha, sino a exigir el reinicio del diálogo aprobándose las tres "señales" que
reclamaban, entre ellas la aprobación de la iniciativa de la COCOPA. La firma de
la paz solamente puede ser la conclusión de un diálogo donde se resuelven los
temas que originaron el conflicto y no el inicio de un diálogo de café, con foto
y supuestamente en la residencia presidencial de Los Pinos. Hacerlo de esta
manera sería simplemente, como denunciaron los zapatistas, la rendición sin
discusión que han buscado todo el tiempo los gobiernos priístas y ahora el
panista de Vicente Fox. Demagógicamente se insiste en presentar al EZLN como
opuesto al diálogo y negociación, con una exigencia que supuestamente fuera
producto de un capricho, como dice Fernández de Cevallos al decir que no legisla
para Fox y Marcos, y se olvida que el EZLN ya negoció, ya dialogó y llegó a
acuerdos, incluso a algunos que no le satisfacieron del todo pero con los que se
comprometió producto del diálogo. Esa negociación sobre la que tanto insisten
ocurrió en la primera mesa del diálogo en San Andrés y ahí salieron los primeros
Acuerdos y una iniciativa legislativa. De tal manera que no es al EZLN al que le
ha faltado voluntad de diálogo y negociación. Era al Gobierno y al Congreso de
la Unión que les tocaba, desde 1996 en que se firmaron los Acuerdos, hacer su
parte para cumplirlos llevándolos a la Legislación. Al hacer su parte, se
continuaría con el diálogo en las siguientes mesas temáticas que se habían
acordado previamente. Por eso lo grave de que hubieran aprobado una reforma
distinta a la de la iniciativa de la COCOPA. Pero también, por eso, es que esta
reforma no podía verse como cualquier otro proceso legislativo.
La reforma fue aprobada en el Congreso de la Unión. Por ser reforma
constitucional ahora debe aprobarse en más de la mitad de los congresos locales
para finalmente ser publicada por el Ejecutivo en el Diario Oficial. Más que
buscar una negociación en el marco de esa reforma, desde el movimiento lo que
hay que hacer es continuar rechazándola. Para ello es necesario un movimiento
civil y de masas que se exprese junto con el movimiento indígena y zapatista. No
podemos hacernos ilusiones sobre la actitud de los congresos locales dominados
la mayoría por el PRI o por el PAN. Algunos sectores, sobre todo intelectuales,
han llamado a que Fox haga uso de su derecho constitucional de vetar la
publicación de la reforma en el Diario Oficial de tal forma que no se vuelva
vigente. En todo caso lo necesario es enderezar un amplio movimiento de rechazo
a la reforma aprobada y que la presión política nacional e internacional para
cumplir con los acuerdos de San Andrés obligue al Gobierno a buscar el mecanismo
legal que impida la vigencia de esa reforma y regrese al debate la iniciativa de
la COCOPA. En ese sentido apunta, por cierto, la actitud de la Fracción de los
Diputados del PRD (que votaron diferente a los Senadores del mismo partido) que
recientemente han presentado ante la Comisión Permanente nuevamente la
iniciativa de la COCOPA tal cual.
La experiencia de la marcha
zapatista.
Insistir simplemente en que Fox vete la reforma es darle nuevamente
la oportunidad de que exprese su protagonismo demogógico. Fox tiene un programa
y prioridades distintas frente a la causa indígena. Si en algo cede será
producto de la presión y lucha políticas y no de su interés y convicción. Su
preocupación es el Proyecto Puebla-Panamá y la necesidad de relegitimarse
después de las elecciones del 2 de julio ya en el gobierno.
La derecha más recalcitrante cree que el voto que llevó al Gobierno a
Vicente Fox es claramente por su programa. En el lapso entre el 2 de julio y el
1 de diciembre en que tomó posesión como Presidente esa derecha beligerante
quizo tomar la ofensiva con ese cálculo equivocado, como lo mostraron en los
casos de Guanajuato, Aguascalientes, Baja California con el apoyo de sectores de
la jerarquía eclesiástica y grupos como Pro-Vida. La reacción social y en la
opinión pública en contra de esos intentos derechistas demostró que el voto que
hizo Presidente a Fox es más complicado y no vivimos un giro a la derecha en la
conciencia de las masas. Es decir, una buena parte de esa votación lo fue, más
que por el programa de derecha de Fox y del PAN, un voto contra el PRI, por el
"cambio" que sacara ya al PRI del gobierno. Por supuesto que ya instalado en el
gobierno, Fox y la fuerza política que representa (que no es solamente el PAN)
buscan capitalizar realmente a su proyecto el apoyo electoral que obtuvo. La
legitimación que obtuvo con el voto para sacar al PRI del gobierno, requiere en
la práctica de gobierno reafirmarla pero ahora en función de su programa para no
ser una experiencia circunstancial, de 6 años o menos. Esta relegitimación busca
llenar un vacío político que deja el fin del régimen priísta. El objetivo se le
facilita por la crisis de muerte que le significa al PRI la derrota de la
elección presidencial, aun cuando trate de recomponerse ahora desde la
oposición. También por la crisis que se vive en el PRD que, en el último periodo
representó electoralmente la larga lucha de la izquierda por poner fin al
sistema de partido de Estado del PRI y que no logró hacerse del triunfo sino que
lo rebasó el "voto útil" a favor de Fox.
En ese contexto es que el EZLN, después de un largo silencio y de
ausencia de iniciativas en el periodo en que estaba definiéndose electoralmente
la derrota del PRI, anuncia su marcha a la Ciudad de México para defender la
iniciativa de la COCOPA sobre derechos y cultura indígena. La iniciativa del
EZLN le permite recuperar rápidamente el nivel de interlocución a nivel nacional
y con el Poder Ejecutivo que había tenido en los primeros años después del
levantamiento. Pero ahora Fox pretende disputar esa presencia nacional y
autoridad moral al EZLN porque quiere evitar que el vacío político existente en
la oposición desde el triunfo del PAN sea llenado con la opción que puede
representar el EZLN.
El discurso demagógico de Fox frente a la marcha, al que ya hemos
hecho referencia antes, buscaba capitalizar el prestigio de la causa indígena en
su favor y dar la impresión de que Marcos y el EZLN podían ser cooptados -y ya
que en la realidad eso es imposible, fabricar esa imagen desde los medios, es
decir en froma virtual.
La marcha zapatista demostró que la derrota del PRI el 2 de julio no
se dió en el contexto de un giro a la derecha en la conciencia de las masas. El
apoyo social a la causa indigena representada por el EZLN, los 23 Comandantes y
el Sub comandante Marcos, no se explicaría de otra forma. Si el voto por Fox
hubiera sido un voto por el programa de la derecha la marcha no hubiera tenido
el éxito que conoció. Ese voto por el fin del PRI no se expresa más ampliamente
por una opción de izquierda por la crisis de esta misma como proyecto político
en las nuevas condiciones y por la resistencia del EZLN a ofrecer esa opción en
el terreno político más amplio.
La marcha recorrió 12 estados de la República, alrededor de 3.500
kilómetros desde el 24 de febrero que la delegación zapatista se concentró en
San Cristóbal hasta el 11 de marzo que entraron al Zócalo de la Ciudad de
México. Aún más, permanecieron en la Ciudad de México hasta hablar en la tribuna
de la Cámara de Diputados el 28 de marzo. Una experiencia política inédita.
Cientos de miles de personas conocieron directamente por voz de los zapatistas
las razones de la causa indígena, la denuncia de sus condiciones, incluso de la
situación de las mujeres y sobre todo las razones para el apoyo de la iniciativa
de la COCOPA. Ese auditorio se amplió a millones, seguramente, con motivo de la
presentación televisada de los zapatistas en la Cámara de Diputados. Incluso más
que la entrada al Zócalo con que finalizaría la marcha, la comparecencia en la
Cámara de Diputados se convirtió en el clímax y el más importante momento del
recorrido. El tamaño de las repercusiones y la legitimidad que conquistaba la
causa indígena ahí fueron inconmensurables. La decisión de que la voz del EZLN
se escuchara por medio de los Comandantes y no por medio del Sub Comandante
Marcos fue un acierto gigantesco. Sobre todo por la participación de la
Comandanta Esther y su magnífico discurso que puede ser leído en estas mismas
páginas de Convergencia Socialista.
Por estas razones es que la oposición a la reforma aprobada por el
Congreso de la Unión puede contar con un gran respaldo social si logramos
explicarla y llegar a esos oídos que antes escucharon el mensaje zapatista, en
primer lugar los de los pueblos indios.
El otro reto: la recomposición de la
izquierda con una nueva fuerza política.
Pero la confusión que existe sobre los pasos a seguir y las
posibilidades de lucha tiene que ver también con otros temas a debate,
especialmente el relativo a la necesidad de estructurar una nueva fuerza
política que se dirija a organizar ese gran respaldo y simpatía social que logró
levantar la marcha zapatista.
En este tema, como en el de las acciones a realizar frente a la
reforma aprobada, se requiere imaginación e iniciativas desde todo el movimiento
solidario con el EZLN y la causa indígena o que es parte del CNI o en general de
la izquierda. Algunos dicen que es mejor tener paciencia, supuestamente aprender
de los ritmos y tiempos del movimiento indígena y del zapatismo. No hay que
confundir, sin embargo, eso con simplemente esperar un nuevo comunicado del EZLN
para obedecer. En las nuevas condiciones del movimiento y del país es importante
revisar críticamente todas las
formas de hacer política. Como dice la compañera Marcela Lagarde "al mediar
responsabilidades y derechos construidos de manera participativa y justa, en vez
de mandar y obedecer, tendremos que consultar, analizar, proponer, disentir y
asentir, y aprender a cooperar para desarrollar alternativas" ("La belleza y la
paz. Democracia, género y etnicidad" en Cuadernos Feministas No.15 y también en
este número de Convergencia Socialista) Esto aunque entendamos el sentido de la
fórmula mandar obedeciendo como "crítico de poderes que mandan y no escuchan". O
sea la mejor solidaridad con el EZLN y la causa indígena también es contribuir
con propuestas que aunque sean discutibles deben ayudar a encontrar las mejores
opciones de acción para el movimiento.
En febrero, unos días antes de que arrancara la marcha zapatista,
publicamos como Partido Revolucionario de las y los Trabajadores
(PRT)-Convergencia Socialista, A.P.N., un pronunciamiento saludándola en el
periódico La Jornada (que puede también leerse en la revista
Desde los 4 Puntos No.29) titulado "La marcha del
EZLN: una oportunidad para la paz y la justicia". Concluíamos en este pronunciamiento
proponiendo que el EZLN convocara a la formación de una nueva fuerza política,
tema que desde ópticas diversas ha sido polémica desde esos días y sobre lo cual
de una manera u otra se pronunciaron los zapatistas, especialmente el Sub
Comandante Marcos.
Citamos en extenso la propuesta para aclarar los términos del
debate:
"Al mismo tiempo que pensamos que la marcha del EZLN es una
posibilidad para una paz con dignidad, como reclaman los zapatistas, así como
para el reconocimiento de los derechos indígenas, también pensamos que, en el
terreno político más general, es una nueva oportunidad para que el EZLN
convoque o promueva un reagrupamiento político que a futuro facilite su propia
expresión en este terreno, pero que también contribuya a responder a la nueva
situación creada en el país después del 2 de julio. La derrota del PRI por
tanto tiempo buscada por la izquierda, paradójicamente, ha ocurrido en el
terreno electoral instalando un gobierno con claro programa de derecha
neoliberal y pro-empresarial. Para hacer frente a esa situación ya no es
suficiente un programa político que se queda en la lucha por las demandas
democráticas y parciales de la sociedad civil, sino con la polarización social
y política que implicará el nuevo gobierno, se requerirá cada vez más una
opción política claramente de izquierda identificada no solamente en general
con las demandas de la sociedad civil, sino en particular con las de las
clases y sectores sociales explotados, oprimidos y marginados. Hace algunos
años, el propio EZLN hizo una consulta sobre las opciones que había para
constituir una nueva fuerza política. Independientemente de las diferentes
valoraciones de la opción tomada por el EZLN en estos últimos años y del
balance en relación con la propuesta que presentó como nueva fuerza política,
en las actuales circunstancias pensamos que se requeriría una alternativa
distinta. Efectivamente, construir una nueva fuerza política de izquierda que
en el reacomodo de fuerzas y partidos tradicionales, que ocurrirá con la
derrota del PRI, será necesaria porque ninguno de ellos representará una
alternativa global frente a la derecha. Una nueva fuerza política que se
construya con la izquierda presente en el movimiento social, pero también en
la lucha política, en la izquierda extraparlamentaria pero seguramente con los
reacomodos que ocurrirán en los próximos meses y años también con sectores con
la experiencia de participación electoral, parlamentaria y gubernamental.
Frente a la beligerancia de la derecha, no serán suficientes opciones
partidarias que se queden en el terreno de la búsqueda de la alternancia, para
luego hasta poner en duda derechos de manifestación como el que el EZLN va a
ejercer ahora. Pero frente a esa situación tampoco será suficiente quedarse
como fuerza contestataria, vigilante de la actuación de los gobiernos y los
políticos, sino actuante en todos los terrenos de la lucha política y social
para que los cambios que ahora están ocurriendo en México no se queden en la
superficie. Para evitar que cambie el personal de gobierno, pero se mantenga
el mismo sistema."
"La marcha del EZLN representa también, por eso, una posibilidad
para un relanzamiento de la izquierda en la nueva situación. El EZLN es quien
puede encabezar ese relanzamiento. No se debería desaprovechar nuevamente esa
oportunidad".
En la situación creada después de la aprobación de la reforma
constitucional, nos parece que el tema nuevamente debe ser debatido. No puede
desecharse simplemente identificando esta propuesta, desde una perspectiva de
izquierda, con las vulgares invitaciones que desde la derecha y el sistema
político se han hecho al EZLN y a Marcos para "integrarse" al sistema político.
No hay relación con las propuestas y provocaciones que durante la marcha, pero
también antes y después, se hacían llamando a que los zapatistas a que se
quitaran el pasamontañas y "dieran la cara" e hicieran política "abiertamente".
Obviamente el pasamontañas representa un símbolo en esta lucha que desde el
poder lo que quisieran es con la hipócrita insistencia de quitarlo presentar la
imagen de que las causas para el levantamiento del EZLN se han acabado. Tampoco
se trata de las tonterías dichas en los medios imaginando a Marcos o al
Comandante Tacho como candidatos o como diputados, senadores o participando en
el Gobierno de Fox. A todas esas fantasías que desde el poder idean para
desprestigiar al EZLN los propios zapatistas han dado respuesta todo el tiempo y
no hay que agregar nada. Los zapatistas no se levantaron en armas para conseguir
una foto en Los Pinos con Fox o para conseguir una prebenda personal política,
una candidatura o un cargo público.
Pero los zapatistas tampoco se levantaron en armas sólo para
conseguir la reforma sobre derechos y cultura indígena. Su programa -los 13
puntos- es más amplio y tiene que ver con una transformación del conjunto de la
sociedad. Por eso, por cierto, la paz no podía firmarse simplemente con la
reforma sobre derechos y cultura indígena. Los zapatistas habían conseguido el
compromiso gubernamental de realizar otras mesas sobre los otros temas que están
en el origen del levantamiento. El de derechos y cultura indígena era el primer
tema de la primera mesa.
Para lograr esta transformación global que está en el fondo del
programa zapatista se requiere también una lucha política de conjunto e
instrumentos adecuados para ese objetivo. Esta necesidad no se puede obviar
simplemente con las frases de algunos seguidores del zapatismo -más papistas que
el Papa- despotricando sobre la clase política, los políticos y partidos por
igual lo que en un momento de crisis y cambios como los que vivimos tienen
también un efecto despolitizador, inhibidor de la necesaria participación
política que debe darse entre los sectores más amplios del pueblo. Es decir, se
requiere convencer que para que las decisiones políticas no queden en las mismas
manos de los actuales políticos profesionales, de eso que llaman sin
distinciones, clase política, se requiere de la participación política de los de
abajo, de los que han estado hasta ahora excluídos de derechos y poder
político.
Obviamente esto tiene que ver con el otro tema en debate, el relativo
al poder.
Como dice Marcela Lagarde, "éste es el momento de aclarar el
pensamiento y reconocer que la democracia a la que queremos arribar para que
esta travesía y otros afanes tengan sentido, deberá plasmarse en poderes.
Aspiramos a tener poderes vitales para las personas y comunidades y, ya es hora
de decirlo, no está en nuestro horizonte ni mandar ni obedecer. Tampoco la
carencia puede configurar el porvenir. "Una nueva ética que dignifica la vida
individual y colectiva construye poderes alternativos no opresivos, para que las
libertades emerjan. ¿Qué no son poderes vitales los derechos y qué no lo son, de
primerísima necesidad, los derechos humanos? ¿No es un poder democrático la
autonomía de los pueblos indígenas? ¿No es un poder vital el acceso a los bienes
y recursos naturales, patrimoniales, históricos y económicos? ¿No es un poder
pensar, amar, cocinar, sanarse y ciudadanizarse en la propia lengua? ¿No es un
poder de las mujeres elegir sus métodos anticoncepctivos y no ser 'atiborrados
de ellos'? ¿No es un poder leer y escribir y representarse?
"Los usos y costumbres implican formas de autogobierno y, qué
autogobernarse no es un poder? ¿No es un poder tener un sitio de igualdad en la
federación y en el Estado para opinar e incidir en los propios asuntos y en los
de la nación toda? ¿No es un poder que se haga justicia?. "Sabemos que todos
esos y otros más, sí son poderes. Pero necesitamos dejar de asociar poder con
dominio y decir desde una teoría política alternativa, que aspiramos a tener,
ejercer, crear y potenciar poderes democráticos" (op.cit.).
El problema con algunos planteamientos de los zapatistas que se han
popularizado es que generalizan sacando de contexto el concepto. Al generalizar
se cuestiona instituciones por igual y por tanto en abstracto, sin
contextualizar el contenido social y las relaciones sociales concretas en que se
presentan y por tanto negando la posibilidad de instituciones alternativas. En
relación al poder para algunos el conflicto central de la sociedad parece
ubicarse en la relación de mando-obediencia, haciendo abstracción de la
existencia de clases sociales, es decir explotadoras y explotadas y por tanto
dominantes y dominadas. Contra lo que algunos creen, quizá desilusionados con la
perspectiva de la izquierda socialista a la que mimetizan con la "clase
política" en general, el neoliberalismo no ha acabado con las clases sociales y
las diferencias sociales; por el contrario ha profundizado esas diferencias
sociales y la situación de los pueblos indios de México y del resto de América
Latina es ejemplo de ello.
Igual en relación a la propuesta de una nueva fuerza política. Se le
descalifica con el argumento de que sería un nuevo partido político y que el
EZLN no se levantó para buscar el registro de un partido. De nuevo se ridiculiza
la propuesta. Decimos una nueva fuerza política para organizar y agrupar en
torno a objetivos políticos comunes que sustancialmente podrían ser los del
programa del EZLN que obviamente vienen de una tradición de izquierda
revolucionaria identificada con "los de abajo", incluso con los más pobres de
los pobres. La marcha del EZLN demostró esa necesidad. La delegación recorrió 12
estados de la república y congregó alrededor suyo en mítines y recorridos a
cientos de miles de personas. Muchas de esas personas estarían dispuestas a
contribuir en muchas formas más a la causa indígena y del EZLN además de haber
ido al mitin, al centro de la población más cercana donde estarían los
Comandantes o por lo menos a la orilla de la carretera por donde pasarían. La
expresión política organizada de muchos de esos cientos de miles hoy, después de
la marcha y en el momento que en el Congreso de la Unión están desechando la
propuesta de la COCOPA, sería altamente necesaria y útil. Pero es un apoyo y
simpatía que queda disperso por la falta de una alternativa. Una alternativa que
no simplemente esperar otro comunicado del EZLN para saber qué hacer, sino que
organizada en torno a un programa común con los zapatistas peleara
cotidianamente y de diversas formas por el mismo. Sin hacer caso a las
insinuaciones-provocaciones que desde el poder le hacían a los zapatistas para
integrarse al sistema tradicional, mucha gente esperaba también una propuesta de
parte del EZLN.
La propuesta no llegó, sin embargo. Confundiendo la crítica a ciertos
partidos con toda posibilidad de organización política, Marcos insiste en deslindarse de cierto
concepto de vanguardismo autodeclarado renunciando a ofrecer una opción que sin
ser vanguardista podría discutirse democrática y colectivamente, en mutua
retroalimentación, como en otros temas han propuesto iniciativas. Al concluir su
discurso en el Zócalo el 11 de marzo, Marcos dice, en cambio: "Ciudad de México,
aquí estamos, aquí estamos como rebelde color de la tierra que grita:
democracia, libertad y justicia. México, no venimos a decirte qué hacer, no
venimos a guiarte a ningún lado; venimos a pedirte humildemente,
respetuosamente, que nos ayudes. No permitas que vuelva a amanecer sin que esa
bandera tenga un lugar para nosotros, los que somos el color de la tierra.
Gracias, ésta es la séptima llave, la que faltaba. La séptima llave son
ustedes".
Nueva fuerza política, organización política partidaria no quiere
decir -como se ha hecho común en México- la idea de un partido exclusivamente
para las elecciones, con registro legal y todo lo que implica. Por eso tampoco
tiene que ver con una opción como la del PRD, exclusivo instrumento electoral
sin posibilidades de cambiar su naturaleza. La organización política partidaria
quiere decir la acción común de sus militantes en torno a un programa
democráticamente aceptado y que busca la transformación revolucionaria de la
sociedad, sustituir este poder por otro poder, un poder democrático, desde
abajo. Pero se trata de una organización que no es simplemente un comité de
apoyo a la causa zapatista, sino una organización militante que actúa en los
movimientos políticos y sociales para desarrollar ese programa. Una organización
de ese tipo no tiene por qué tener los defectos de algunas organizaciones de
izquierda del pasado (y del presente) que se autoproclaman vanguardia y que, en
consecuencia, actúan bajo esa visión sectaria y manipuladora. La visión de los
que se consideran a sí mismos como la única corriente revolucionaria -un defecto
que se da no sólo entre los que se reivindican del socialismo- y que es una
continuación de la idea del partido único del proletariado. La crítica implícita
en los planteamientos de Marcos a la izquierda tiene que ver con la crítica a un
modelo que fue hegemónico en la izquierda en México y en el mundo durante el
siglo XX. Pero ese modelo, identificado con lo que vergonzantemente se
denominaba "socialismo realmente existente" no tiene por qué ser nuestro modelo.
No lo ha sido, aunque el esfuerzo de corrientes del marxismo revolucionario,
como la encabezada por Trotsky, no logró finalmente separar la identificación
que ante la historia del siglo XX se hizo entre la deformación denominada
"socialismo realmente existente" y el proyecto del marxismo revolucionario. Se
sigue cargando con la confusión de identificar, incluso ahora, la caída del
régimen burocrático y contrarevolucionario con la derrota del programa del
socialismo revolucionario.
En la entrevista que le hizo Julio Scherer a Marcos durante la marcha
y que además de trasmitirse por la televisión se publicó en la revista
Proceso No. 1271, Marcos expresa sintéticamente en sus
respuestas esta óptica diferente de la perspectiva de la izquierda
revolucionaria producto de una crítica a un modelo que fue hegemónico pero que
no tiene por qué ser nuestra referencia. Transcribimos las preguntas en
cuestión:
"Scherer: ¿Es usted un rebelde que exige cambios
profundos o un revolucionario que lucha por transformaciones radicales, otra
manera de hacer patria?.
Marcos: Nosotros nos ubicamos más como un rebelde
que quiere cambios sociales.Es decir, la definición como el revolucionario
claísco no nos queda. En el contexto en el que surgimos, en las comunidades
indígenas, no existía esa alternativa. Porque el sujeto colectivo lo es
también en el proceso revolucionario, y es el que marca las pautas.
Scherer: ¿Si fracasara usted como rebelde optaría
por la vía revolucionaria?
Marcos: El destino es diferente. El revolucionario
tiende a convertirse en un político y el rebelde social no deja de ser un
rebelde social. En el momento en que Marcos o el zapatismo se conviertan en un
proyecto revolucionario, es decir, en algo que devenga en un actor político
dentro de la clase política, el zapatismo va a fracasar como propuesta
alternativa.
Scherer: ¿Por qué un revolucionario se convierte
en político?.
Marcos: Porque un revolucionario se plantea
fundamentalmente transformar las cosas desde arriba, no desde abajo, al revés
del rebelde social. El revolucionario se plantea: vamos a hacer un movimiento,
tomo el poder y desde arriba transformo las cosas. Y el rebelde social no. El
rebelde social organiza a las masas y desde abajo va transformando sin tener
que plantearse la cuestión de la toma del
poder."
Esta distinción entre rebelde social y revolucionario prejuzga una
visión del revolucionario marcada por la experiencia del estalinismo del siglo
XX y la teoría que hizo para explicarse a sí mismo y explicar la historia. Es
esa visión deformada del socialismo la que confunde la lucha por el poder con la
lucha por el poder para el partido, para la "vanguardia". En el ejemplo
histórico que dio origen al mayor y más común paradigma de los revolucionarios,
es decir la Revolución Rusa de Octubre de 1917, no fue ese el caso en realidad.
La revolución triunfante no se condujo bajo la concepción del "poder para el
partido" (y después para el Secretario General) sino "todo el poder para los
soviets", es decir la organización de las masas de trabajadores, campesinos y
soldados, en donde se expresaban varias corrientes y partidos y no solamente los
bolcheviques. La idea de que el socialismo propone, entonces, el poder para el
partido y, en consecuencia, toda la orientación vanguardista, aparatista,
burocrática que está en el fondo de la crítica de Marcos a la "vieja izquierda",
en realidad es una crítica legítima pero a esa deformación del socialismo que
fue el estalinismo. La concepción marxista revolucionaria no supone, por tanto,
esta idea de que lo revolucionario es hacerse del poder para "desde arriba"
transformar a la sociedad. La revolución implica la organización y
auto-organización de los de abajo para crear los órganos de nuevo poder
democrático -en el 17 fueron los soviets, pero cada caso puede ser distinto- de
las masas, no del poder simplemente para el partido. El partido propone un
programa al movimiento y contribuye a la organización desde abajo y no debe
sustituir a las masas. Por eso efectivamente interesa discutir quiénes son
colectivamente, como clases o sectores de clase en cada caso, los sujetos
revolucionarios, pero no identificándolos con el partido o la organización
revolucionaria. En la derrota o deformaciones de los procesos revolucionarios
sucede otra cosa y por eso es correcto criticar esas deformaciones -en realidad
contrarrevoluciones triunfantes- pero no por eso sustituir un proyecto
revolucionario por un proyecto de contestación, de rebeldía social que sería
limitado para lo que hoy se necesita en la polarización social que el
neoliberalismo impone, así como gobiernos de derecha y pro-empresariales como el
de Fox.
La distinción entre rebelde social y revolucionario también corre el
riesgo de identificar el proyecto revolucionario con lo que, desde hace unos
años diversos intelectuales hacen al reducir el caso de revoluciones, como la
rusa, a un simple golpe de Estado, un golpe de mano que busca "desde arriba"
cambiar las cosas. "La revolución de un niño mimado" como diría Vázquez
Montalván en el prólogo a la nueva biografía de Lenin escrita por Robert Service
y publicada por Siglo XXI. Pero, "la revolución rusa no fue el resultado de una
conspiración sino de la explosión, en el contexto de la guerra, de las
contradicciones acumuladas por el conservadurismo autocrático del régimen
zarista...El desarrollo del proceso revolucionario, entre febrero y octubre de
1917, demostró claramente que no se trataba de una conspiración minoritaria de
agitadores profesionales, sino de la asimilación acelerada de una experiencia
política a nivel masivo" dice Daniel Bensaid en "Tres debates sobre la
Revolución de Octubre" en Convergencia Socialista No. 2 de octubre de 1997.
Al final de cuentas, la disyuntiva planteada por Marcos entre rebelde
social y revolucionario es importante pues tiene que ver con la discusión sobre
las perspectivas y el qué hacer en un momento decisivo y de rápidos cambios
políticos.Algunos pensaron en febrero que la propuesta de una nueva fuerza
política tenía que ver exclusivamente con la expectativa de que se conseguía
fácilmente la aprobación de la iniciativa de la COCOPA y el EZLN entraba en una
fase de participación política asimilada por el sistema. Pero en realidad tiene
que ver con una perspectiva de lucha para crear también la relación de fuerzas
necesaria para conseguir objetivos como el de la reforma de la COCOPA y para un
periodo que continuará con más agitación e inestabilidad políticas.
La insistencia de que el EZLN convoque a la formación de una fuerza
política no es por una supuesta pretensión de dar consejos no pedidos, sino por
la convicción de que solamente el EZLN podría en las actuales circunstancias
acelerar un proceso de reagrupamiento que relance a la izquierda revolucionaria
como otro de los actores políticos determinantes en el proceso iniciado con el
fin del régimen priísta. Los tiempos también cuentan para el éxito de algunos
proyectos políticos y por eso la insistencia. De todos modos desde otro ámbito
intentamos acelerar un reagrupamiento y convergencia de la izquierda socialista
pero que evidentemente no puede tener las mismas repercusiones a corto
plazo.
El gran éxito de la marcha del EZLN a la Ciudad de México que,
justamente, rememora la entrada de los zapatistas en 1914 no debe, sin embargo,
quedarse en el mismo paralelismo de ausencia de una alternativa política frente
al poder.
*Dirigente del Partido Revolucionario de las y los
Trabajadores (PRT) de México. Artículo publicado en Convergencia Socialista Nş
13.
Sugerencias y
Encuestas
Córdoba, de nuevo. Una pagina maravillosa para
conocer la Mezquita
y hacer un viaje virtual por su historia y sus secretos.
Desde Dos Hermanas se acaba de colocar en la
Red una nueva pagina introductoria sobre Blas
Infante, con biografia, bibliografia, enlaces y espacio
especifico dedicados a la bandera, el himno y el escudo.
Una vez cerrada la encuesta sobre Euskadi -cuyos
resultados están distribuidos y asequibles en la pagina ENCUESTAS-
hemos abierto otra sobre el futuro de Andalucía: ¿Que estatus
politico desearías para Andalucía?. Aparte de a través del correo
recibido, es posible votar -y modificar el voto- accediento a
esa pagina. Por cierto, visto como va la encuesta, posiblemente tendremos que
explicar en un proximo numero que es realmente eso del federalismo
español ... Seguramente habrá polémica.
L'Estaca,
Lluis Llach
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Directorio de
Andalucía en Internet: