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Asunto: | [BoletinAndaluciaLibre] nş 108 - Testimonios de la Pueblada Argentina - Toma 200 2 - Las Cajas | Fecha: | Miercoles, 26 de Diciembre, 2001 14:11:21 (+0100) | Autor: | Andalucia Libre <andalucialibre @.......es>
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nş 108
En este
Correo:
*Andalucía: El CES
denuncia el ritmo muy
lento de convergencia de
Andalucía con la Unión
Europea
- Opinión: La
Andalucía dependiente y el
cinismo del PSOE.
*La
Batalla de las Cajas de
Ahorros y sus repercusiones
políticas.
*Granada: La Toma
recupera al Ejército español y
elimina al manifiesto por la
tolerancia.
- Opinión:
Reacción
ultraespañolista y Cagalera
institucional
*Navidades
borbónicas.
*ARGENTINA, TESTIMONIOS DE LA
PUEBLADA
- Miguel Bonasso,
Esa costumbre de
matar.
- Pedro Brieger,
Testimonio de la Pueblada en la
Argentina.
- Agencia Indymedia
Argentina, ¡Cuidado!, en
la calle se
escuchan voces
Enlaces
argentinos.
*Sugerencias, Directorio,
Musica.
--oOo--
Andalucía
El CES señala
que el ritmo de convergencia de Andalucía con la media de la Unión Europea es
'muy lento'
La 'bonanza' por la que pasa la economía
andaluza desde hace cinco años no ha sido suficiente para recortar de modo
apreciable las distancias con la media europea. Más aún, según el informe hecho
público ayer por el Consejo Económico y Social (CES) de Andalucía, la comunidad
ha perdido puestos con relación a otras economías regionales que partían de una
situación similar.
En su informe, el CES recoge los datos de Producto
Interior Bruto (PIB) por habitante publicados por la Comisión Europea para el
periodo 1986-1998. Según estas cifras, Andalucía era hace 15 años una de las 25
regiones europeas con menor renta per cápita de la UE, con un nivel que sólo
alcanzaba al 53% de la media
comunitaria, por encima de Extremadura (44%), Alentejo (37%) y Algarve (44%), en
Portugal, y muy cerca de Castilla La Mancha (54%) o Galicia
(55%).
El panorama doce años después no era nada
halagüeño para la economía andaluza. Como el resto de las regiones menos
desarrolladas y gracias, entre otras cosas, a los fondos comunitarios, Andalucía
acortó distancias con la media europea en este periodo, pero lo hizo en mucha
menor proporción que otras economías similares. Así, en 1998, la renta media per
cápita andaluza se situaba en el 58%
de la media comunitaria, cuatro puntos de avance respecto a 1986. Pero en otras
regiones del furgón de cola del tren comunitario, la convergencia ha sido mucho
mayor: el PIB por habitante del Algarve (76%) y Alentejo (67%) ha pegado un
importante estirón, al igual que Castilla La Mancha (67%) y Galicia
(76%).
La renta per cápita andaluza
sólo es superior a Extremadura (50%) y similar a Macedonia y Tesalia (Grecia),
las islas Madeira (Portugal) o Guayana y Guadalupe (Francia).
'Andalucía mantiene un ritmo de convergencia muy lento e inferior al de las
regiones de su entorno', concluye el CES, que se basa en el PIB por
habitante como único índice de convergencia. Otros expertos señalan que, si se
tiene en cuenta el crecimiento demográfico y la creación de empleo, la comunidad
sería una de las que más distancias ha
recortado.
Chaves dice que la convergencia con la UE ya
no se mide con el PIB
El presidente de la Junta, Manuel Chaves, dijo por
su parte que el informe del Consejo Económico y Social de Andalucía (CES) que
advierte que la comunidad converge a un ritmo 'muy lento' e 'inferior' al
de otras regiones europeas, se ha basado en un criterio
'inadecuado'. Para Chaves el Producto Interior Bruto (PIB) per cápita 'ya no
sirve para medir la convergencia de la región respecto a la media europea'.
Dijo que el Instituto Internacional San Telmo llegó a la conclusión de que
Andalucía era la región que 'más había convergido con Europa'. En su
opinión, hay que tener en cuenta otros criterios como población o crecimiento
económico, con los que 'nosotros crecemos por encima de la media española y
europea'. La consejera de Economía, Magdalena Álvarez, declaró que el informe
'carece de fundamento real y de rigurosidad'.
Opinión
La Andalucía
dependiente y el cinismo del
PSOE
El CES es un
órgano que, por regla general, se muestra manifiestamente inutil. Su
función básica es servir de correlato institucional a la concertación
social -vulgo, colaboración de clases- y para algunos
neosocialdemocrátas del PCE-IU estar llamado en un hipotético futuro a
ser sede de una inoperante e impotente planificación
indicativa (en la que, como es sabido, lo adjetivo anula
siempre lo sustantivo).
Sin embargo, hasta allí ha surgido la
constatación de lo que resulta una evidencia manifiesta: el mantenimiento de
la situación dependiente y subordinada de Andalucía. No es que el CES se haya
convertido al nacionalismo revolucionario, simplemente se ha limitado en su
informe a reflejar la realidad socioeconómica que ofrece la estadística y
que el PSOE habitualmente oculta o manipula. La conclusión política es nítida:
veinte años de autonomía constitucional española no han reducido en nada la
dependencia y supeditación de Andalucía; el nivel económico real de
Andalucía es hoy equiparable al de la Guayana
francesa.
La respuesta del PSOE ha sido tan cínica
como patética. El Sr. Presidente del Gobierno andaluz, Manuel
Chaves, aporta al mundo la buena nueva de que el desarrollo económico de
un país no ha de tener en cuenta ni valorar a su Producto Interior Bruto, ni
en términos absolutos ni relativos. Seguro que esta novedosa teoría económica
sería del agrado de los gobiernos de Rusia, Argentina o Burkina Fasso. Si
faltara algo, ha tenido la desfachatez de referirse al empleo como presunto
aval de su tesis, cuando es notorio que Andalucía es la nación con mayor
índice de desempleo de Europa, al que hay que sumar además unas proporciones
de empleo precario y economía sumergida aterradoras.
Los fríos datos evidencian que tanto la
inclusión en España como en la Unión Europea no sirven para recuperar el
diferencial andaluz de subdesarrollo. La ausencia de Soberanía Nacional para
desarrollar una política económica nacional propia y la asunción disciplinada
de los dogmas neoliberales han conducido a Andalucía a esta consolidación del
subdesarrollo, eso sí, modernizado.
Además, cara al futuro, están en el
alero incluso los efectos epidérmicos secundarios de la inclusión en la
UE. Los fondos europeos que han alterado, sin modificar en su fondo, la
subordinación andaluza, financiando redes clientelares e infraestructuras
insertas en el modelo dependiente no dejaran de resentirse de la anexión
neoliberal de la Europa oriental a la UE que tan incoherentemente apoyan las
fuerzas parlamentarias andaluzas. Seguro que aún entonces, Chaves y su
cuadrilla seguirán encontrando argumentos para defender lo indefendible y
así continuaran hasta que el pueblo andaluz convierta la realidad
objetiva en decisión subjetiva de eliminar su
relegación.
Andalucía
La batalla de
las Cajas de Ahorros y sus repercusiones políticas
Andalucía Libre
En una entrevista en la cadena Ser, el
Presidente Chaves ha asegurado que la batalla de las Cajas de Ahorros sevillanas
perseguía su dimisión y "tumbar al Gobierno". Chaves afirma que los protagonistas de esta operación de insumisión y
acoso, fueron los presidentes de las Cajas -Beneroso y Benjumea- "que habían
sido puestos por el PSOE" y "la derecha política y
económica".
Como es sabido, Benjumea y Beneroso intentaron
asegurarse su continuidad al mando de las cajas de ahorros sevillanas, para
lo que no dudaron en no cumplir los preceptos de la Ley de Cajas, cuestionando
de paso el diseño sobre el modelo financiero andaluz impulsado desde la Junta y
la propia autoridad de Chaves. En esta operación contaron con el apoyo de una
red mediática y del empresariado que habían previamente protegido con su
política especulativa (sin mayor oposición o protesta desde el PSOE hasta el
mismo momento de su insubordinación). El discurso público bajo el que
se ampararon estos espureos intereses combinó el más reaccionario localismo
junto a todos los tópicos tecnocráticos propios de catón neoliberal. La
defenestración de ambos ha sido consecuencia finalmente de un pacto entre PSOE,
PCE-IU, CCOO y UGT, al que una vez consumado se sumó el PA, que juntaron
sus representantes directos o indirectos para conseguir la mayoría en los
órganos directivos de las Cajas frente al PP y los afines a los directivos
rebeldes. El proceso de conformación del acuerdo fue un auténtico
festival de pasteleos y conspiraciones paralelas que terminó de saldarse
favorablemente para el PSOE cuando consiguió el apoyo de CCOO. En ese momento,
el PA, que había apostado por los rebeldes muy unidos a la gestión
municipal de Rojas Marcos, cambio de caballo uniéndose a ultima
hora a la coalición tejida por su socio de Gobierno.
Aparte del pulso ganado -que ha incluido acusaciones de
espionaje, campañas de prensa y debates parlamentarios agrestes-, el episodio ha
traído consigo lo que se ha venido en llamar "un nuevo ambiente" para
las relaciones entre PSOE y PCE-IU. Según la prensa, el responsable
institucional de IU -Willy Meyer- en un alarde de inteligencia y
síntesis políticas, lo definía ante los oídos de sus homólogos del PSOE como
"el certificado del fin de la pinza". El susodicho
"ambiente" no ha tardado en manifestarse a trabes de la novedosa
aceptación por parte del PSOE de 22 enmiendas del PCE-IU a los presupuestos de
la Junta (dos más que a sus socios del PA). De hecho, PSOE y PCE-IU ya habían
pactado tiempo ha en la Caja General en Granada y en Unicaja en Málaga y hay que
recordar que el camino que llevó a los pactos municipales PSOE-PCE/IU vigentes
en este mandato se desbrozó de hecho a partir de los previos acuerdos y la
intima colaboración en las Cajas respectivas. Pero, por lo visto, la prueba
de lealtad definitiva desde el punto de vista del PSOE ha sido la actitud de IU
en el asunto de las Cajas sevillanas. Antonio Romero, portavoz parlamentario del
PCE-IU en el Parlamento andaluz, ya ha subrayado en reiteradas
ocasiones con satisfacción que "la ruptura del campo andalucista
entre PA y PSA y su consecuente retroceso electoral deja a IU como único aliado
posible en el futuro para el PSOE en el Gobierno andaluz" o dicho de otra
manera, que salvo en el improbable caso de que el PSOE consiguiera la mayoría
absoluta, tendrá que buscar en el PCE-IU los votos necesarios para formar
Gobierno. Por su lado, Diego Valderas, coordinador de IU en
Andalucía, ya ha advertido "que antes de estudiar la posibilidad de
alcanzar un acuerdo de gobierno con el PSOE tras las próximas elecciones
autonómicas, debe
hablar el electorado, que es el que tiene que decir si el presidente de la
Junta, Manuel Chaves, acertó con su decisión de gobernar con el PA y
es que, en
su día, IULV-CA hizo una oferta de 'giro a la izquierda', de gobierno claramente
progresista que confrontara con el PP, pero el PSOE y Chaves optaron por un
Gobierno de tranquilidad con el PA, que no venía a resolver los problemas de
Andalucía". Es decir, que no dirán que van a pactar con el
PSOE para entrar en el Gobierno si al PSOE les hace falta -para no repetir
el fracaso de las ultimas elecciones autonómicas- hasta que se cierren las urnas
y se cuenten los votos; el modelo a repetir es el de las municipales. La
nula entidad y consistencia del presunto "giro a la izquierda" que
requieren ya se puede comprobar precisamente mirando tan sólo a la
política desarrollada por sus gobiernos de coalición municipal en Córdoba o
Granada, por citar sólo dos ejemplos. Paralelamente, más que para los
incautos -de los que ya quedan pocos- para quienes quieran hacerse con un lugar
al sol en ese futuro, andan reflotando un ómnibus al que vuelven a llamar
Convocatoria por Andalucía. Por cierto, como todavía en IU no están
discutiendo el orden de la candidatura de Sevilla, de la CUT-BAI no
se escucha ni un suspiro.
Andalucía
Granada: La Toma recupera al Ejército español
y saca del guión la lectura del manifiesto por la
tolerancia
Una Compañía Militar de Honores desfilará de
nuevo en la procesión cívica. La corporación iniciará los actos con una
visita-homenaje a la Alhambra
IDEAL / Granada
El Ayuntamiento de Granada ha renunciado a
algunos de los cambios introducidos en el ceremonial del 2 de Enero para volver
a una Toma más tradicional en la que el Ejército recupera protagonismo con la
participación de una Compañía de Honores, y en la que se ha decidido suprimir la
lectura del manifiesto por la tolerancia desde el balcón municipal, lectura que
en los dos años anteriores que se ha hecho ha sido boicoteada por los gritos en
contra de los grupúsculos de ultraderecha.
Se vuelve pues a una Toma más 'castiza', con un
ritual que prácticamente respeta el guión original exceptuando la
visita-homenaje a la Alhambra, una de las máximas joyas patrimoniales de la
ciudad junto a la Capilla Real, el otro gran escenario del 2 de Enero. ĞNo
deseamos que haya ninguna excusa para que personas que demuestran que son muy
reaccionarias armen broncağ, dijo ayer la concejala de Relaciones
Institucionales, Asunción Jódar (PSOE), para justificar la doble rectificación
municipal.
Visita a la Alhambra
Al igual que se hizo con motivo del Día de la
Hispanidad, el pasado 12 de octubre, el Ayuntamiento ha invitado a desfilar
junto al cortejo cívico de la Toma a una Compañía de Honores del Ejército Ğen
representación de la Casa Realğ, señaló Jódar. La presencia militar en el
desfile venía siendo reivindicada por colectivos tradicionalistas y por la
oposición municipal del PP, que el año pasado se ausentó del ceremonial en
protesta por la decisión del gobierno de limitar la presencia del Ejército a la
del teniente general del MADOC.
El Ayuntamiento ha decidido mantener la visita
protocolaria a la Alhambra, en donde se iniciarán los actos institucionales del
2 de Enero. La corporación acudirá acompañada de una comitiva histórica de
maceros, porteros y pajes vestidos de época. En esta ocasión se celebrará en la
Alhambra un acto literario con presencia de conocidos arabistas y se rendirá un
homenaje a la Sala de los Secretos -que ocupa los sótanos de la Sala de las dos
Hermanas- y que tras su restauración será abierta al público. Como colofón al
acto de la Alhambra, la comitiva realizará una visita guiada a los baños árabes
del monumento nazarí y posteriormente bajará al Ayuntamiento para participar en
la procesión cívica, en la que van a desfilar 115 personas ataviadas con trajes
de época.
Como es tradicional, el cortejo acudirá a la
Capilla Real para la tremolación del Pendón ante las sepulturas de los Reyes
Católicos. Tras una misa Te Deum en la que cantará una coral, la comitiva
regresará al Ayuntamiento con una parada ante el monumento de Isabel la Católica
para una ofrenda floral. En el balcón consistorial
tendrá lugar el ceremonial del 'Granada qué' y la tremolación del
Pendón de Castilla a cargo del concejal popular Jaime Sánchez Illescas. La
lectura desde el balcón del manifiesto por la tolerancia ha quedado suprimida
para Ğno dar excusas a los que quieren armar jaleoğ, señaló Asunción
Jódar.
Opinión
Reacción ultraespañolista y
Cagalera institucional
Declaraciones posteriores del
Alcalde Moratalla (PSOE) han venido a reafirmar las motivaciones de esta
modificación regresiva en el ritual de la Toma: puro miedo ante la protesta de
los sectores más ultraespañolistas y fascistas. La salida que ha
encontrado el Gobierno municipal tripartito (PSOE-PCE/IU-PSA) ante la presión
de la reacción ha sido simplemente ceder en toda la línea eliminando los
retoques cosméticos que había sumado al protocolo de la Toma en años
anteriores y volver al guion establecido en 1982. La
españolada consecuente se felicita ahora ante la cesión de los
españolistas vergonzantes. Así, el PP ya ha dicho que volverá a
participar en un acto que, a fin de cuentas, es suyo y al que no asistio el
año pasado, entre otras razones, por hallarse necesitado de encontrar algo en
qué diferenciarse del amorfo Gobierno tripartito ante el evidente continuismo
de su gestión. Los opinantes localistas reaccionarios que tienen como
acogedora tribuna habitual las columnas del único diario local, IDEAL
-sucursal del grupo vascoespañol Correo- cantan victoria. La Granada
eterna se embrava; sintiéndose legitimada y
reivindicada.
La reacción ha dado un ejemplo de
coherencia y de valoración ajustada de lo que significan los simbolos. Los
cambios anteriores del Gobierno tripartito eran menores, tímidos; sólo
evidenciaban su mala conciencia por mantener unos actos ultrarreaccionarios,
españolistas y xenófobos y el intento de salvar la cara, atenuando su
significado. Resultaba absolutamente ridículo y fuera de lugar colocar como un
añadido la sempiterna lectura del consabido manifiesto sobre la redicha
tolerancia en pleno clímax de un auto de fe integrista como es
la Toma. Pero la reacción no vio en esas modificaciones sólo lo que
implicaban en la practica sino el cuestionamiento implícito de su discurso y
del significado profundo que encierra la Toma y arremetió con dureza para
matar en germen cualquier futuro cambio que atentara contra su
hegemonia.
Y como era de prever, quienes han hecho
la misma política urbanística de la derecha españolista al servicio de los
especuladores y constructores o han mantenido o incluso aumentado las
privatizaciones y el enchufismo, no iban a dar precisamente en este asunto
ejemplo de coherencia de izquierda o de valor político nacional. El PSOE lo ha
dicho claro: cambiamos para que nos dejen tranquilos. PCE-IU y PSA
han optado por excusas más hipócritas: cambiamos porque es un tema
menor. No han encontrado estos presuntos representantes de la
izquierda o del nacionalismo andaluz (¡qué
vergüenza!) mejores argumentos para justificar su capitulación en toda
regla ante el fascismo españolista.
El Dos de Enero la Plaza del Carmen de
Granada volverá a llenarse con una masa de botarates donde se mezclan
curiosos, ignorantes y fascistas; compartiendo vítores a la Inquisición, al
racismo xenófobo y a la dominación española sobre
Andalucía. Nuevamente, se nos volverá a amargar la boca ante ese
espectáculo horrendo de negación de Andalucía a quienes sentimos y
queremos una Andalucía Libre y Socialista. Más aún si cabe porque -un año más-
la izquierda nacionalista -según nuestros datos- volverá a estar ausente allí,
por debilidad e imprevisión, para aportar el contrapunto necesario de la
Andalucía alternativa. Ojalá que, de una vez, el 2003 sea
diferente.
Andalucía
Navidades borbónicas
Andalucía Libre
Juan Carlos con
Franco;
el que le colocó en el puesto
Como todos los años, en plena cena de Nochebuena,
mientras dábamos cuenta de la sopa o de la pepitoria con la tele
encendida se nos coló en la casa el Sr. Borbón para hacer acto de presencia e
impartir doctrina. Como todos los años, ya pudimos botonear a diestro y
siniestro que no conseguimos librarnos de su presencia. Todos los canales,
públicos y privados, conectados en cadena, reproducían simultáneamente el
discurso. Hasta las más cutres televisiones locales se sumaban al engendro.
Algunos volvimos, por unos minutos, a esos tiempos de la infancia cuando
nuestros padres, ante la aparición en pantalla de Franco, pasaban de la
primera a la segunda para luego -entre maldiciones y una vez comprobada la
omnipresencia del dictador- apagar la tele o eliminar el volumen. Y eso
hicimos. Una vez más, sólo ETB -la televisión publica vasca- se salió del
guión y no emitió el sermón monarquico. Un ejemplar recordatorio del
pluralismo informativo realmente existente, que cada año por estas
fechas nos vuelven a traer las fiestas navideñas. Que no se nos olvide el
resto del año.
Argentina -
Testimonios de la
Pueblada
Esa costumbre de matar
Miguel
Bonasso
Con Ana, mi compañera, nos
hemos pasado las últimas cuarenta y ocho horas entre la Plaza del
Congreso, la Plaza de Mayo, la Plaza de la República y las calles
interrumpidas, iluminadas por las hogueras, de una Buenos Aires a la vez
cruel y redimida de tanta mierda como tuvo que trasegar en estos
años.
En la madrugada de ayer, caminando por
Diagonal hacia Plaza de Mayo, vimos cómo un policía -bajo, retacón y
nazi- se bajaba de un patrullero, pelaba la Itaka y le disparaba a
quemarropa a un manifestante que le había arrojado una piedra. La
agilidad del muchacho y el instinto de sus 17 o 18 años lo salvaron del
impacto en la espalda desnuda. ¿El proyectil era de goma o de plomo
como los que asesinaron horas después a cinco ciudadanos?. Por
suerte no lo sabré nunca, porque el tiro no dio en el
blanco.
En cambio sí llegamos a ver que el
hombre que bajaba sentado las escalinatas del Congreso, como si tuviera
miedo a pararse por la granizada de balazos que sonaba a sus espaldas,
estaba herido. Malherido. Cuando se desplomó, su pecho se alzaba y bajaba
por el shock y las ansias de la agonía. Más tarde, en casa, por la
tele, supimos que se había muerto, desangrado. Como un símbolo de
la ciudadanía, inmolado en la escalinata de un edificio vacío
de contenido histórico y humano; habitado dicen que por
los representantes del pueblo de la Nación Argentina. No pudimos
acercarnos: dos metros adelante nuestro cayó una granada de gas
lacrimógeno dentro de una empalizada. Y luego otra, detrás nuestro, en la
acera de Avenida de Mayo. Por algún pudor especial no quisimos correr
junto a otros manifestantes; caminamos lentamente hacia Rodríguez Peña,
donde la multitud se iba encajonando perseguida por los balazos a granel
de la Policía Federal. Un gas picante, más agresivo que el de nuestra
época, ya nos perforaba las mucosas. El sabor a cosa vieja,
conocida, que nos traía el humo, las sirenas, las siluetas recortadas
contra la neblina y el estampido de los escopetazos, nos arrebató la
alegría feérica que habíamos experimentado horas antes frente al edificio
de avenida Libertador donde vive (o vivía) el jubilado Domingo Cavallo.
Nos arrancó de la mente la percusión extraordinaria del cacerolazo
generalizado y hasta el reírnos de esa treta de García Márquez que el ex
ministro había adoptado para huir del edificio, consistente en ponerse
una máscara de goma con su propia efigie. Curiosa estratagema de
un cobarde que, para no dar la cara, usa la propia.
Igual que en los setenta me pregunté
por qué en este matadero de Esteban Echeverría las alegrías populares
duran tan poco y son castigadas con décadas de silencio y oscuridad. Por
qué en medio de los festejos debo ver un hombre con el pecho desnudo y
el rostro destrozado de un escopetazo sobre las baldosas de la
Plaza de Mayo que evocan, precisamente, la blanca sombra de
los desaparecidos. ¿Por qué -.me digo- tengo que volver a ver
toda esta sangre encima?. Que no me llena de temor ni llanto sino
de una cólera infinita y eterna, que me trascenderá.
Mientras el hijo le escribe el
discurso -que sigue siendo estólidamente "de campaña"- me pregunto si
Fernando de la Rúa sabe que va a quedar en la historia como uno más de
nuestros múltiples asesinos seriales. Y si lo entiende. Y si le importa.
Y si se ha enterado, preocupado como está por el diálogo con
los malandras más simpáticos del partido de enfrente, que a
pocos metros de su despacho la Gestapo del gobierno radical
sigue asesinando ciudadanos y golpeando Madres, como no lo
hiciera -.allí al menos- la mismísima policía de la dictadura
militar. Recuerdo entonces lo que me decía el ex radical Arturo
Jauretche (que los conocía bien), sobre la Semana Trágica, la
Patagonia Trágica, el bombardeo del 16 de junio de 1955, los
fusilamientos de junio de 1956, la complicidad de Ricardo Balbín con el
fusilador Aramburu. Y la de Fernando de la Rúa con el desaparecedor
Videla. Me pregunto a quién se le ocurrió resucitar al monstruo que,
en tiempos de Massaccesi estaba en el pulmotor y brindarle
la Alianza, el poder y las nalgas. Tal vez el hombre cuyo domicilio
fue atacado a balazos esta mañana por los "desconocidos de
siempre".
Veo, con pavor, que no solo tiran tiros,
que también se quitan la máscara de periodistas amplios y tolerantes a
que obliga la democracia y vuelven a los buenos tiempos del Batallón 601,
como Enrique Llamas de Madariaga, que ayer distinguió tres clases
de manifestaciones: la de los saqueadores subdivididos en
quienes roban harina y quienes roban calefones; la de las familias
pacíficas del cacerolazo y la de las "banderas rojas", debajo de las
cuales con vista de Guardia Civil vio desfilar a Rafael Bielsa. Me
indigna, pero pienso que no importan estas regurgitaciones del pasado
oneroso porque, les guste o no les guste a todos estos señores que huelen
a naftalina, lo que ha ocurrido se inscribirá para siempre en la historia
de las grandes gestas populares. Como el día en que los argentinos
dejaron de mirar para el suelo.
(Texto remitido por un
suscriptor argentino de ANDALUCIA LIBRE)
Testimonio de la
Pueblada en la Argentina
Pedro
Brieger

En momentos que todavía se
cuentan los muertos que ha dejado el gobierno de De la Rúa -antes de irse por
la puerta de atrás- me gustaría compartir con ustedes mis vivencias de la
Pueblada del 19 de diciembre, un día que quedará grabado en la historia
argentina.
El miércoles amaneció con el
fantasma de los saqueos en Provincia de Buenos Aires y el recuerdo de 1989
cuando los asaltos masivos a supermercados terminaron con el gobierno de Raúl
Alfonsín. El martes, De la Rúa
decía que no había que “magnificar los episodios”. Una semana antes el presidente del
Episcopado le advierte de un estallido social y, como siempre, De la Rúa lo
ignora y habla de un “plan de emergencia alimentario“. Mientras tanto, hay cortes de rutas,
algunos paros sectoriales, gente frente a los supermercados esperando por unas
bolsas de alimentos y miedo.
A las 6 de la tarde tengo
que tomar examen en la Universidad de Morón y el panorama por la Avenida Gaona
es triste y desolador. El noventa
por ciento de los negocios está cerrado por miedo a los saqueos que ya se
extienden por el Gran Buenos Aires y los supermercados gigantes de las cadenas
extranjeras ya cerraron. No eran sólo rumores, aquí y allá aparece un pequeño
supermercado destrozado y el colectivo cambia su recorrido para evitar
enfrentarse vaya uno a saber con qué.
Unos llamados telefónicos confirman que el temor también se apodera de
la Capital Federal, donde los comercios cierran sus persianas mientras todos
intuyen que “esto” no da para más, aunque no es la primera vez que se lo
dice. Algunos amigos
periodistas aseguran que, ahora sí, Cavallo se va.
La Universidad está en el
centro de Morón y aquí también la mayoría de los negocios están cerrados o
dejan una ventana abierta para vender una gaseosa.
A las 8, después de tomar
examen, vuelvo para mi casa y la Avenida Gaona está más desierta que
antes. La radio anuncia que el
presidente va a hablar por cadena nacional. Tenía que haber hablado a las 7 pero
dicen que grabó el mismo mensaje tres veces para que su hijo Antonio pudiera
elegir la mejor toma.
La televisión no hace más
que mostrar las imágenes de las turbas entrando en los supermercados y
llevándose todo lo que pueden.
Pero también levantan con fierros las persianas de los pequeños
negocios. Lo primero que surge en
la mente al ver esas imágenes es la desolación; pobres contra pobres. Los que no tienen nada contra lo que
tienen un poquito, apenas un poquito.
La desintegración social ha llegado a extremos inimaginables. ¿Quién
dice que es el efecto “no deseado” del modelo? Las imágenes de la televisión
son desgarradoras porque transmiten lo que ya sabemos, que el tejido social
está completamente roto. La
desesperación y la acumulación de bronca de años no tiene miramientos ni
distingue entre ricos y pobres.
“Tenemos hambre” le gritan algunos a las cámaras mientras se llevan una
caja con 6 gaseosas, media res al hombro o un carrito lleno de lo primero que
encontraron. No se escucha
ninguna voz cuerda o serena que politice el sentimiento de hambre y
vergüenza. Ni siquiera los
movimientos sociales de piqueteros que vienen cortando rutas hace tiempo y
organizando a los “sin trabajo” pueden controlar el desborde masivo.
Las imágenes son
terribles. La cara del chino Wang
Zhao-He llorando desconsoladamente porque le destrozaron su supermercadito es
desgarradora. El teléfono suena,
“¿viste al chino?”. ¿Quién podrá
olvidar esa cara de desesperación?
Aquí y allá surgen noticias de los muertos; ya son varios, saqueadores
y saqueados, pobres contra pobres.
Poco antes de las once de la
noche aparece De la Rúa en pantalla.
El discurso es corto y lo más importante es que –a pesar de todo-
Cavallo no se va. “Así como
enfrenté los problemas económicos, así como dispuse medidas de emergencia para
asistir a los más necesitados...”
¿Qué? ¿Dónde vive? ¿Es autista o tiene Alzheimer? Todo es
patético. Para colmo,
reafirma el Estado de Sitio que se decretó unas horas antes y que parece un
delirio.
Comienzan a sonar los
teléfonos. ¿Lo viste? Parece que nadie se perdió el
discurso. “Es un autista” dicen
unos; “no lo puedo creer” dicen otros.
A Luciano no se le puede escuchar ni una palabra porque de fondo
retumba el ruido de cacerolas.
Parece que apenas terminó el discurso alguien gritó “Chupete hijo de
puta” y todo el mundo salió a batir cacerolas. “¿Qué, en tu barrio no suenan
cacerolas?” pregunta asombrado. De repente, a lo lejos, de algún lugar, surge
el ruido metálico de una cacerola.
Laura, ni lerda ni perezosa, va a la cocina, agarra la vieja cacerola
de su abuela y sale a la calle para buscar conectarse con Nino, el taxista que
vive enfrente y está golpeando con un fierro el poste de un farol. Miro por el balcón y me río. De tanto estudiar procesos
revolucionarios y analizar situaciones históricas uno “sabe” que de golpear
cacerolas no se llega a ningún lado. A lo sumo, trae el no tan grato recuerdo
de la clase media chilena que ayudó a tumbar a Salvador Allende. El teléfono no para de sonar. Herminia de ATTAC llama y dice que se
va a la Plaza de Mayo, que “esta” no se la pierde por nada en el mundo, aunque
no tiene ni la menor idea de quién está convocando, y a qué. Me río otra vez olvidando que la
“intuición y el olfato” de Herminia ya tienen muchas batallas.
Algo que no puedo explicar
me impulsa a ponerme las zapatillas y un short, agarro una olla grande y con
el torso desnudo camino hacia la esquina y comienzo a golpear la vieja
cacerola con una cuchara de madera.
Por aquí y por allá se escucha el eco de las respuestas. Con Laura nos turnamos para golpear la
cacerola y ver qué dice la tele.
“Cacerolazo en la Capital” titula “Crónica TV”. Nos damos cuenta que no somos unos
cuantos locos. Al rato en una
esquina ya somos decenas batiendo cacerolas. La protesta se generaliza aunque no
sabemos adónde ir. Hasta que
pasan unas cuantas familias con aire de murga y nos arrastran. No conocemos a nadie pero los
seguimos. “Este es el
saqueo de la clase media” le digo a un estudiante de sociología que me
reconoce. Meta batir el
parche.
Al rato nos pasan a buscar
en auto para ir a Plaza de Mayo y vamos con lo puesto. Ni siquiera buscamos nuestros
documentos o algo de plata, sólo tenemos el celular para comunicarnos. Todavía no sabemos a lo que vamos,
pero sentimos que tenemos que estar allí, en “la” Plaza. Cuando cruzamos la avenida Corrientes
y vemos la marea humana que se dirige hacia la Plaza nos damos cuenta que aquí
se está gestando algo nuevo.
¿Habrá sido así el famoso 17 de octubre de 1945?
Decidimos ir primero al
Congreso donde ya hay algunos miles cantando “qué boludos, que boludos, el
Estado de Sitio se lo meten en el culo”.
Extraña paradoja. El
Estado de Sitio se decretó para “contener” a los más marginales, a los que de
manera descontrolada salieron a asaltar los supermercados. Claro que a los que conviven con la
violencia cotidiana, con la desocupación, el hambre y la desesperación poco
les importa otro decreto. Pero a
la clase media -que gran parte de ella fue
partícipe de diversos movimientos por los derechos humanos- la sola mención
del Estado de Sitio es motivo de irritación.
En el Congreso los legisladores están en
sesión. La televisión ni siquiera
transmite los debates; pero a nadie parece importarle qué debaten. Ningún congresista se atreve siquiera a
asomar la nariz. Si se asomaran,
verían sentados sobre las escalinatas a decenas de jóvenes que agitan
sus brazos hacia el cielo y cantan el himno argentino subrayando la última
estrofa que dice “o juremos con gloria morir” como si estuvieran en una cancha
de fútbol. Cantan de espaldas al
Congreso, no de frente; porque la protesta incluso se da el lujo de darles la
espalda.
El Estado de Sitio ya no existe!! Miles y miles de personas se desplazan
por las calles de la Capital Federal protestando. Desde el Congreso se comienza a
marchar hacia Plaza de Mayo.
Nadie encabeza, nadie dirige, pero todos nos movemos. Alguien me dice que militantes del
Partido Obrero intentaron desplegar una bandera para hacerse ver, pero que
inmediatamente les dijeron que la enrollaran. No se quieren banderas
partidarias. La única bandera que
ondea por doquier es la Argentina y miles de gargantas coreando “Ooooh,
Argentina, cada día te quiero más”.
Extraño fenómeno. Parece
la fiesta después de un triunfo de la selección argentina de fútbol. Y, sí, es una fiesta; vaya si lo
es. Siento la piel de
gallina. ¿Son así las
revoluciones? pregunto en voz alta sin que nadie sepa articular una
respuesta. En fracciones de
segundos uno recuerda y trata de bucear en la memoria qué paso el 14 de julio
de 1789 en Francia o en febrero de 1905 en la Rusia zarista. Pero la historia no se repite ni
como farsa ni como tragedia, sencillamente es.
Lentamente aparecen caras conocidas,
algunas que no vimos por años.
Pero aquí están, donde todos
debemos estar, porque nuestros sanos reflejos nos hicieron llegar al mismo
lugar. Detrás de mí, alcanzo a
ver una discreta bandera de “familiares de
desaparecidos”.
Las cacerolas no paran de
sonar aunque muchas ya están abolladas.
Qué importa! Esta no es una manifestación más. Aquí no están los políticos de
siempre, ni los dirigentes sindicales, ni las banderas de los partidos
políticos. Estamos frente a un
fenómeno nuevo. Esto sí que es la
desobediencia civil en su forma más espontánea. No cabe la menor duda! Ni siquiera se escuchan los bombos,
marca registrada de cualquier manifestación en la Argentina. Esta vez no hizo falta un paro
general, ni la convocatoria de los sindicatos, ni los dirigentes estudiantiles
que toman facultades en soledad.
Hasta la izquierda brilló por su ausencia. ¿Será por eso que ahora tenemos
éxito?
Alguien esparce el rumor de que renunció
Cavallo. Ya no es un rumor. Renunció! Pero queremos más. Que también renuncie De la Rúa. Y queremos más. ¿Qué? No lo sabemos. Por suerte a nadie se le ocurre tratar
de tomar la Casa de Gobierno.
Nos acercamos a Plaza de Mayo por la
Avenida de Mayo cantando “que se vayan, que se vayan” hasta que una marea
humana viene en sentido contrario.
Ya están tirando gases lacrimógenos. Nos llaman al celular y que nos dicen
que retrocedamos, que la televisión está mostrando la represión en la Plaza y
que es dura. Milagros de la
globalización. Algunos
protestamos en las calles y otros desde casa. Queremos avanzar. Me niego a retroceder. Pero tampoco estamos preparados para
resistir; menos que menos las familias que sacaron a sus hijos de las camas, o
estaban a punto de acostarse, o simplemente salieron con sus perros.
Reprimen. Poco les importa que las calles estén
tomadas por familias, por gente común que salió a protestar. Logran su objetivo; nos hacen
retroceder. Algunos dicen que
minutos antes todo era pacífico.
Retrocedemos, pero queremos volver a la Plaza. Lo intentamos nuevamente. “Si este no es el pueblo, ¿el
pueblo dónde está?” gritamos todos.
Pero los gases nos obligan a salir corriendo. No tiene sentido intentarlo otra vez,
por eso la mayoría nos vamos alejando.
Al fin y al cabo nadie tenía planificado estar en las calles a las 2 de
la mañana. Además, lo que todos
buscaban se logró. Cavallo se
fue.
Deambulamos un rato para que se nos vaya
el efecto del gas lacrimógeno pero no nos queremos ir. Ya son las tres de la mañana y
caminamos otra vez por Avenida de Mayo hacia el Congreso. Las familias ya se fueron. Quedan muchos jóvenes y las caras van
cambiando, aparece el componente “lumpen” que antes no veíamos. Nos enteramos que se destruyeron
algunas vidrieras. No nos
asombramos. En muchas manos ya no
hay cacerolas sino botellas de cerveza y el alcohol se mezcla con el
inconfundible olor a marihuana.
En la explanada del Congreso quedan algunos cientos que no se quieren
ir. Siguen cantando con sus
manos al cielo. Siempre de
espaldas al Congreso. Dudamos.
Sentimos que debemos quedarnos allí porque no hay que abandonar las
calles y porque no nos conformamos con la renuncia de Cavallo. Pero los miles que salieron
espontáneamente ya no están. La
pueblada se repliega. Nosotros también aunque no queremos. Sentimos que no hay que abandonar el
terreno ganado, y menos que menos la Plaza de Mayo. Recorremos algunos barrios
y vemos llantas y basura quemada por doquier. Es muy fácil reconocer a un
manifestante: camina con una cacerola en la mano. La cacerola se ha convertido en un
arma de resistencia! El pueblo
pasó por todos lados.
Una hora más tarde, a las cuatro de la
mañana, y todavía con toda la adrenalina en nuestras venas, prendemos la
televisión y vemos como la policía reprime y alguien se desangra en las
escalinatas del Congreso después de haber recibido un balazo.
El jueves amanecemos con alegría. Los argentinos estamos de pie. Todavía no tenemos conciencia de lo
que estamos viviendo. A Cavallo
lo volteamos nosotros. ¿Quién
canalizará el descontento popular?
Esa es la pregunta del millón y no tenemos
respuesta.
En la Plaza de Mayo todavía hay
gente. Queremos volver. Sentimos que debemos estar allí porque
quien se apodere de la plaza ganará la batalla. Pero no hay miles de personas como
anoche, sólo algunos cientos; entre ellos las corajudas Madres de Plaza de
Mayo. Algún que otro político se
acerca pero tiene que refugiarse en una ambulancia porque lo reconocen. Hay gritos e insultos pero no hay
motivo para reprimir. Los
radicales están aterrorizados y escondidos dentro de la Casa Rosada. ¿Tendrán miedo que los linchen? Comienzan a
reprimir.
Pasado el mediodía la gente está
expectante. Espera. ¿Espera qué? La sensación es que en la Argentina
hay vacío de poder. El gobierno
ya no controla nada. Por eso hay
que volver a la plaza aunque nadie sabe muy bien qué hacer. Redactamos un comunicado de ATTAC para
enviarlo por correo electrónico y llamar a que todos vuelvan a la plaza a las
15.30, hora de la inagotable ronda de los jueves de las Madres, y que no van a
suspender por nada del mundo.
Sabemos que pocos se van a acercar porque ahora no son las multitudes
las que se movilizan. No importa.
Volvemos. No se puede llegar a la
plaza porque la policía reprime y no lo permite. El corazón de la ciudad, entre el
obelisco que está en la Avenida 9 de Julio y la Casa Rosada está sitiado por
el enfrentamiento entre cientos de jóvenes que pugnan por ganar la plaza y la
obstinación del gobierno para que la plaza esté vacía.
A
esa altura ya sabemos que hay dos muertos. Estamos detrás de la Casa Rosada
expectantes. Escuchamos el sonido
hueco de los disparos de gas lacrimógeno y los tiros secos de balas ¿de goma?
Los caballos de la policía nos alejan aunque nuestra actitud es pacífica. Dejamos otra vez la plaza. Los medios de comunicación condenan la
represión. La cantidad de muertos
crece. Pasada la tarde
sucede lo inevitable: De la Rúa
renuncia.
Pero no estamos alegres como hoy en la
madrugada. Hay 5 cadáveres en el
corazón de la Capital Federal y
casi 30 muertos en todo el país.
¿Cómo festejar? En menos
de 24 horas la Pueblada logró derribar un gobierno pero a un alto precio. Tenemos sentimientos
encontrados.
Entre el 19 y el 20 de diciembre el
pueblo argentino salió a las calles y provocó una verdadera pueblada. Ninguna revuelta es lineal porque no
es una prueba de laboratorio; pretender otra cosa es la necedad de los
puros. Las revueltas están
compuestas de múltiples factores porque la propia sociedad es compleja. Entre el lunes y el miércoles los más
pobres salieron a protestar a su manera y canalizaron su bronca acumulada por
años a través de los saqueos. El
miércoles a la noche salieron principalmente las capas medias de la ciudad más
rica del país pero que también sufren las consecuencias de un modelo económico
que en los noventa ha empobrecido a gran parte de la otrora orgullosa clase
media. El miércoles a la
noche salieron los que estaban hartos, los que necesitaban hacer catarsis, los
querían protestar contra el Estado de Sitio, contra el modelo neoliberal,
contra las medidas que atenazan los depósitos bancarios, contra los políticos
y la política en general, contra Cavallo, contra De la Rúa, por derecha y por
izquierda. Todo mezclado, todo
mezclado. Pero eso no le quita
legitimidad a una pueblada que
derribó a un gobierno y convirtió al 19 de diciembre en una fecha
histórica. Es verdad que el
jueves los manifestantes que se enfrentaron a la policía eran una minoría, y
que entre ellos había probados militantes con trayectoria intachable mezclados
con gente enojada y harta y marginales que se sumaron a la protesta para
romper cuánto estaba a su alcance.
Pero el hecho de no abandonar las calles ayudó a que De la Rúa
renunciara, porque el jueves 20 no pudo ni siquiera controlar el centro de la
ciudad y aislar la protesta. El
se aisló aún más porque los medios de comunicación manifestaron su simpatía
con la protesta espontánea del miércoles a la noche porque allí no estaban ni
los políticos, ni los sindicalistas, ni los partidos de izquierda, y porque
criticaron duramente la brutal represión. Es verdad que está todo mezclado. Es verdad que la crítica a “los
políticos” y “la política” está fomentada por el discurso neoliberal que
prefiere que la población se recluya mientras los “técnicos”, “los que saben”,
gobiernan. Pero no es menos
cierto que este sistema político no resiste más. El pueblo, este pueblo, con todas sus
contradicciones, dijo BASTA. Y el
19 de diciembre de 2001 será un punto de inflexión en nuestra historia. Y esto
es lo más importante, aunque aún no sepamos para dónde irán las aguas. Los ríos de las revueltas son
sinuosos. A veces se pierden
entre las piedras y desaparecen, otras se llenan de barro y suciedad; pero
también pueden limpiar el camino para que broten las flores más bellas. Por ahora, no guardemos las
cacerolas.
Buenos Aires, 22 de diciembre
2001
(Texto
remitido desde el PRT de Mexico)
¡Cuidado!. En la calle
se escuchan voces
Agencia
Indymedia

"La gente siente que tiene el poder,
que es en realidad lo que tiene que pasar". Sentada justo en el
medio de la Av. Entre Ríos, con toda simpleza una joven decía hoy esas
palabras. Una mujer de unos cincuenta años agregaba que "desde el 76 hasta
ahora no vivimos nada así...la gente se ha despertado, y con alguna
esperanza". Un joven, venido desde el Gran Buenos Aires, agregaba que
"Yo estuve bajo los gases, y me tiraron mal...vi a un pibe que lo mataron
de un tiro en el cuello, y la gente pedía que se vayan todos...era
increible...y nosotros lo aguantamos igual".
Prender un grabador implicó en la
movilización de hoy frente al Congreso que decenas de personas se agolparan
para decir lo que sentían y pensaban. Uno no tenía mas que mostrar el
micrófono, y ellos hablaban por si mismos. Un jubilado copa la escena cuando
se enciende una cámara. Comienza a contar todo su linaje; parientes de
funcionarios, primo de un senador. La gente se desilusiona y cuando están por
decirle que se calle, el abuelo estalla en lágrimas y exclama "...y con
todos esos parientes que tengo, yo me estoy muriendo de hambre, y por eso salí
a la calle, por eso estoy acá".
La gente se agolpa contra las vallas,
insulta con odio no contenido a la policía. Cuando comienzan a moverse,
algunos padres de familia paran a sus hijos para que no se abalancen sobre
ellos. Cada persona de traje que sale del congreso, es insultada hasta mas no
poder.
Una mujer enarbola una bala de plomo y
grita "¡ustedes,hijos de puta, le tiraban con esto a la
gente!".
Una chica, llegada de algún barrio de
clase media alta, grita con indignación "en canal 13 y Clarín están
diciendo que somos vandalos...y acá mataron a 28 personas...están matando a la
gente con balas, y que quieren, ¿que nos quedemos en nuestras casas?...acá la
gente está sacada, y si rompemos todo, lo rompemos por eso...vamos a vengar a
los 28 que mataron". No parece ella misma.
Hace falta ser descriptivo, mostrar cada
detalle de lo que se dice y se hace, porque los medios han juramentado
(¿frente a que Biblia?) sacar los ojos de la calle, no mostrar, como dijo otro
joven, "el lado de acá, lo que estamos viviendo nosotros". Cambiaron
la cámara en directo desde el lugar de los hechos por la tragedia de pequeños
comerciantes arruinados, rumores de masas de saqueadores enardecidas contra el
quiosco de la esquina, discusiones palaciegas en el parlamento, testimonios
contra los "vándalos" y un largo etcetera.
Varios comentarios en las puertas del
Congreso señalaban que Crónica TV había sido "intimada a
no sacar la protesta en directo, para evitar que la gente comience a
autoconvocarse nuevamente". Mientras las pantallas de TV eran inundadas
por largos discursos parlamentarios, en la calle se vivía otra historia. Junto
a la convocatoria unitaria de los partidos de izquierda (MST-PO-PTS-PC-PCR),
cientos de personas protagonizaron hoy una importante movilización frente al
Congreso, exigiendo la libertad de los presos, el esclarecimiento de las
muertes y su oposición al nuevo gobierno. Tenemos
que ayudar a que todas esas voces no sean silenciadas. Esa es la tarea que nos
propusimos los que hacemos Indymedia Argentina
(Texto
Distribuido por Resumen
Latinoamericano-Diario de
Urgencia nş 53)
Solidaridad con Palestina
Pié de foto:
Niña palestina de cuatro meses
muerta el pasado mes de mayo en el campo de refugiados de Yan-Junis en la franja
de Gaza.
Se llamaba Imam
Hedjo.
Murió por culpa de la metralla
de los cañones de los blindados israelíes que bombardeaban su campo de
refugiados.
La misma noticia de prensa
informaba de que entre setiembre del año 2000 y la muerte de Imam, habían muerto
120 niños palestinos en similares circunstancias.
Enlaces:
Música: No
llores por mi
Argentina,
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Andalucía Libre es una
iniciativa militante. Aún así, tiene gastos y pagos ineludibles:
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 [Adjunto no mostrado: Evita.mid (audio/mid)
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