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Asunto: | [BoletinAndaluciaLibre] nş 168 -Tambores de Guerra contra Iraq | Fecha: | Viernes, 14 de Marzo, 2003 05:32:47 (+0100) | Autor: | Andalucia Libre <andalucialibre @.......es>
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nş
168
En este Correo:
*Tambores de Guerra contra Iraq, Andalucía
Libre
*Más Convocatorias
Antiguerra en
Andalucía
*Enlaces
*Bombas
Racimo, El Viejo
Luis
*Solidaridad
con Palestina
*Directorio, Musica de
Fondo
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Tambores de
Guerra contra Iraq
Andalucía
Libre
Mientras los
cabildeos diplomáticos se van sucediendo a velocidad vertiginosa, la agresión
imperialista contra Iraq avanza hacia su consumación. La concatenación de
hechos incita a confrontar de continuo los acontecimientos
con prospectivas globales para mantener la
perspectiva de conjunto(1) y poder valorar así el curso de los
acontecimientos.
Los
EEUU es la potencia imperialista hegemonica. Tiene un predominio militar
indiscutible. Sin embargo, el proyecto de asentamiento y ampliación de su
hegemonía que inspira sus planes en 2003 está teniendo más dificultades de
principio para ejecutarse que las que tuvo en 1991 en la I Guerra del Golfo.
La escena
internacional
Por
supuesto que estas no provienen (como dicen socialdemócratas y liberales)
de la contraposición de fundamentos formales entre aquella y esta coyuntura. Que
en 1991 se hubiera producido el conflicto a raíz de la incorporación del
Kuwait de los jeques al Iraq de Sadam Hussein (una violación, dicen,
del Derecho Internacional) y ahora no haya cargo tan espectacular
sólo afecta a las funciones de percha, legitimación e intoxicación que
cumple esa ideología en cuanto a los hechos, intereses y acciones reales. Darle
entidad retrospectiva sería lo mismo que creerse ahora que el desarme de
Iraq es el objetivo de esta guerra o que su embargo de doce años
(unánimemente sostenido en la ONU(2) por todas las potencias
imperialistas) se fundaba en su hipotética y adjudicada condición de
amenaza a la paz mundial.
Lo
que realmente ha cambiado para el imperialismo yanqui de 1991 a 2003 es
que su curso de actuación en esta década y las tendencias que
manifiesta han alertado y puesto en movimiento a sus competidores imperialistas,
especialmente Francia y Alemania. Además, la izquierda social especialmente en
Europa occidental, Australia y América Latina, a través de un
complejo y contradictorio proceso -del que el llamado movimiento
antiglobalización es una expresión- sin todavía estar a la ofensiva ni
mucho menos, sí ha comenzado a asomarse del pozo en el que muy
diversas derrotas la habían postrado. La interacción de ambos elementos es lo
que ha venido en crear dificultades imprevistas para
Washington.
En
poco menos de un mes se han sucedido muchos hechos. Tras las masivas
manifestaciones del 15 de febrero se han sucedido nuevas manifestaciones en
Marruecos, Egipto (finalmente tolerada), Indonesia... La Liga de Estados
Árabes se ha demostrado nuevamente vomitivamente incapaz de poner coto a la
traición de Jordania, Arabia Saudí y los estadillos del Golfo y empeñada en
facilitar la victoria previa de EEUU mediante el conveniente exilio de Sadam
Hussein (en lo que coincide con Berlusconi y el intragable Panella), mostrando
de paso al embajador saudí por televisión amenazando de muerte al libio Gaddafi
por recordarle sus alianzas con EEUU. La Cumbre de los No Alineados
en Malasia se ha opuesto a la guerra con un eco que no se recordaba en mucho
tiempo. En Turquía, los islamistas del PJD, primero, se han insubordinado
en el Parlamento y no han aprobado la utilización del país como base para la
agresión -pese a las compensaciones pactadas y la vía libre concedida para
agredir al Kurdistan iraquí- pero luego el omnipotente Ejército ha expresado su
apoyo a EEUU, se han seguido desembarcando tropas y pertrechos y el recuperado
líder islamista Erdogan trabaja por rectificar y dar vía libre formal a los
intervencionistas(3), descubriendo lo que oculta el llamado islamismo
moderado. Los kurdos de
Iraq han reafirmado que consideran a los turcos como
enemigos.
Los EEUU han
recibido el apoyo expreso de los gobiernos de Japón, Australia, Canadá (en
forma de propuesta puente), Portugal, Dinamarca y la recua de Europa oriental.
Vietnam se ha pronunciado contra la agresión.
Incordios
Francia,
tras asegurarse el vital respaldo y apoyo de Alemania, se ha deslizado hasta
amenazar públicamente con el veto en la ONU, boicoteando así el empeño por
envolver de presunta legitimidad la agresión. En este proceso, el imperialismo
francés ha aprovechado su previsión al pactar la resolución 1441, que le dejaba
abiertas las opciones de acompañar o dificultar el proyecto político yanqui,
según evolucionaran los acontecimientos. Dado que la Administración Bush ha
reafirmado su disposición a entender la remoción de Sadam Hussein como un
ejercicio dirigido en exclusiva desde Washington y a su mayor beneficio
patrimonial, la suma del acuerdo con Alemania y la presión del movimiento
antiguerra han conducido a Paris a valorar que la mejora de su correlación
política frente a los EEUU, tanto para negociar en la postguerra o
para dejar abiertas otras vías de actuación, pasaba por restarle el aval de
la ONU, desplazando desde un principio la intervención del llamado escenario
rosa al escenario gris(4). La decisión de Chirac y Schröder ha permitido que Rusia
abandone el fatalismo, recuerde sus intereses petrolíferos globales (que van más
allá de sus inversiones y perspectivas directas en Iraq) y especialmente las
incursiones yanquis en Asia Central y el Caucaso, considerando que con Paris y
Berlín cuenta con un colchón suficiente para soportar las presiones de
Washington. Al obtener el compromiso del veto ruso, Francia y Alemania no sólo
han superado su aislamiento sino que también han podido establecer una relación
paralela con China (que a las razones petroleras y de prevención por Asia
Central, le añade su papel en relación con Corea del Norte y su interés por
condicionar el curso futuro de la orientación japonesa). No es pequeña cosa
tanto desde el punto de vista mediático, político y financiero que Francia,
Alemania, Rusia y China no sólo no apoyen sino que incluso se
opongan.
Contradicciones
Esta
evolución ha provocado de rebote graves contradicciones entre los tres miembros
del eje imperialista agresor: EEUU, Gran Bretaña y España.
Los EEUU
siempre han dejado claro que piensan invadir con o sin el apoyo de la ONU y
que su objetivo no es el desarme sino liquidar el régimen de Sadam e imponer su
dictado y dominio en Iraq y la región. Traducido a la jerga de la ONU, significa
que el derecho de autodefensa o la resolución 1441 son
justificaciones suficientes para la agresión. Washington confía en su
capacidad militar de aplastamiento, en la descomposición del régimen iraquí y en
una guerra que sea corta (en lo que el cumplimiento de los planes y plazos de
despliegue y ataque tiene su importancia). Pero también ha de contar con que
para preservar su retaguardia interna y a efectos de imagen le conviene no dar
una impresión de absoluta soledad, pensando también en la postguerra. Esto
implica tener en cuenta las dificultades y necesidades del Gobierno Blair y
el riesgo de que un motín de parlamentarios laboristas al actuar sin amparo
onusiano le abra un nuevo flanco en un momento incómodo. De ahí la aceptación de
la propuesta de segunda resolución, su intensa participación en la
captación y compra de votos y sus mensajes contradictorios, incluyendo el
exabrupto del secretario Rumsfeld al declarar indiscretamente que habría
invasión de Iraq "con o sin británicos".
Gran Bretaña
ha apostado por conseguir bien una retractación de Francia, bien una llamada y
recién inventada mayoría moral. Nueve votos que vender
en Londres mediaticamente como expresión de apoyo de la ONU -aún
cuando los vetos impidieran la adopción formal de la resolución- de forma que
Blair pudiera esgrimirlos como argumentos frente a sus críticos y opositores,
especialmente en el New Labour. El grado de desesperación del Foreign
Office puede imaginarse al recordar que entre las seis cláusulas de su
propuesta reformada de segunda resolución, destinada a facilitar la compra de
los votos de los llamados estados indecisos, haya incluido la
peregrina petición de una comparecencia televisiva de Sadam Hussein en actitud
de confesión de sus pecados y acto de contricción.
España, por
su parte, una vez que el Gobierno Aznar no se ha atrevido a explicitar sus
razones reales para apoyar a Bush(5) en el interior, sin ningún otro apoyo
parlamentario, sin que su argumentario (antiterrorismo, peligro Sadam,
legalidad y seguridad internacional, alianza con EEUU) cale en la opinión y
con unas elecciones autonómicas y municipales en Mayo, lo que desea es que la
invasión empiece cuanto antes y termine cuanto antes. Madrid confió en un
principio en que el poder de EEUU permitiera sacar la Segunda Resolución pero al
correr de los días y dilatarse el zoco está por no prolongar más
esta fase
agónica, de ahí que a la ministra Ana Palacio (para incomodo de Londres)
fuera la primera en reconocer -aunque luego rectificase- que cabía la
posibilidad de que la tan traída segunda resolución, finalmente, no
fuera sometida a voto.
Lo cierto es
que tras varios días de presiones y negociaciones los Estados Unidos, a fecha de
hoy, no han sido capaces de asegurarse un mínimo de nueve votos seguros
favorables en el Consejo de Seguridad. Su bloque fijo sigue reducido a los tres
proponentes -EEUU, Gran Bretaña y España- más Bulgaria.
Enfrente, Francia, Alemania, Rusia, China y Siria. Emprendida
la caza de los votos, en un arrebato de furia y locuacidad, Bush ha llegado a
decir que no le importa no obtenerlos si con ello certifica ante la opinión
norteamericana que la ONU es un instrumento inútil y fija
vengativamente la imagen de los amigos y los enemigos de
EEUU. Otros sectores de su Administración -como su secretario Powel- no
entienden qué ventajas pueden obtenerse en evidenciar un fracaso, es decir, que
ni siquiera con las amenazas y ofertas combinadas de Washington, Londres y
Madrid se consigue en esta coyuntura conseguir el respaldo pleno y completo de
potencias como Angola, Camerún,
Guinea, Pakistán, Chile
o México.
El problema
con los llamados indecisos es que sólo tienen interés desde el punto de
vista del eje imperialista agresor si se consigue el apoyo de, como mínimo,
cinco de los seis. Pero si se excluye uno, deja en muy mal lugar a los otros
cinco. De ahí el carrusel de intoxicaciones y desmentidos. Además los seis
tienen sus circunstancias especificas. Camerun y
Guinea saben que optar por Washington no le saldrá gratis ante
su tradicional patrón frances. Pakistan -que anuncio en
principio su abstención- se sabe necesario a EEUU en todo punto y para dar el
salto de la abstención al apoyo, es muy posible que exija contraprestaciones en
Cachemira que excedan lo que es posible conceder sin arriesgarse a molestar en
exceso a India. Chile acaba de anunciar que, a esta
hora, sólo duda entre el no y la abstención, metiendo presión a Fox y
dejando más difícil un giro. Chile y Mexico,
se arriesgan a despertar una oposición interior que sería más costosa aún si uno
de los dos resistiera las presiones entretanto el otro cediera; además tampoco
parece que Washington les oferte compensaciones positivas sustanciosas.
Sobre todo este proceso, Kissinger ha señalado en una entrevista a la
CNN que la dinámica del Consejo de Seguridad es "rara", ya que
ahora países pequeños africanos u otros "de repente son sujetos de visitas
del canciller francés y apelaciones del presidente de Estados Unidos, sobre un
asunto que el presidente y el público estadounidense considera esencial para la
seguridad estadounidense... una dinámica donde se dice que la opinión mundial
está definida por este grupo relativamente pequeño de naciones", con lo que
ha venido a advertir sobre los costes de prestigio de la operación para el
imperialismo yanqui y la conveniencia de cerrarla.
Parar la
Guerra
La guerra podría
pararse si se produjera una fuerte movilización interna antiguerra en EEUU; allí
la protesta y el rechazo crecen y se manifiestan tendencias muy
interesantes, pero sin llegar al umbral de paralisis. También podría pararse si
en Oriente Próximo se produjeran fuertes y continuas protestas que pusieran en
riesgo la continuidad de los Regímenes en Riad, El Cairo, Amman... o Ankara,
poniendo en riesgo la retaguardia militar yanqui y amenazando sus intereses
esenciales. O si coincidieran fenómenos de crisis de alta intensidad -es decir,
no meras protestas masivas sino movimientos que pusieran en riesgo la
continuidad de los regímenes instituidos- en diversos puntos (Colombia o
Argentina y Corea; Magreb y Brasil... u otras combinaciones
hipotéticas). Como es lógico, ni siquiera cabe contemplar la reproducción de
escenarios de bloqueo similares a los de la guerra fría. No hay datos que
permitan pensar en la viabilidad de estas hipótesis en este
momento.
Así pues, parece
que el único camino con alguna posibilidad para obtener éxito en el objetivo de
torcerle el brazo al imperialismo yanqui pasa ahora por un rodeo que
partiendo de Europa continental (Australia queda lejos), anulara a su socio
británico de forma espectacular, incidiendo entonces dramáticamente sobre la
opinión pública norteamericana y abriendo fisuras en la clase dirigente yanqui.
Siguiendo esta especulación, habría de combinarse el fracaso en el Consejo de
Seguridad con una incrementada movilización popular en Europa que legitimara y
arropara la escisión en el New Labour, hasta el punto de provocar la dimisión
parlamentaria del Gobierno Blair y el consecuente abandono británico de la
coalición.
Esta movilización
popular apuntada sólo cabe traducirla en forma de Huelga General acompañada de
fuertes enfrentamientos ciudadanos; una situación de impacto que
fuera capaz de saltar el Canal, aunque fuera desde Escocia.
Desafortunadamente, la CES sólo ha convocado de momento unos muy cortos quince
minutos simbólicos de paro que son claramente insuficientes a priori para
provocar esta reacción en cadena y el tiempo se agota. Las manifestaciones
del 15 -que se han preparado en menos ciudades que hace un mes- aun
cuando repitieran asistencia, si se limitaran a lo hecho hace 30 días,
tampoco alcanzarían el nivel requerido. Que la mayoría de la población
está contra la guerra imperialista es un hecho sabido y aceptado; la cuestión
pendiente es si esa coyuntura de opinión contiene riesgos para la estabilidad
política, institucional o social de los estados afectados.
En Andalucía, el
PSOE aparece cómodo y beneficiado por su posición contraria a la guerra y al
alineamiento de Aznar con Bush. La actitud ante la guerra le ha proporcionado el
elemento clave de diferenciación con el PP que le faltaba hasta la fecha (dada
su común política españolista y su acuerdo de fondo en lo socioeconómico, al
margen de matices como los que configuraban el Decretazo). El equipo
Zapatero (con el asesoramiento de Marín y Cajal) ha apostado por refugiarse tras
el derecho internacional y el
multilateralismo; apoyándose en la identificación del
europeismo con la posición franco-alemana, situando en su estela la
alianza con EEUU. A la hora de optar, apuestan por retomar la discreción en la
actuación imperialista española en América Latina y por pactar con Francia la
acción imperialista española en el Magreb. Se ha visto a Zapatero criticar
en el Parlamento español al Presidente Bush, decir que esta guerra es por
el petróleo y sólo por los intereses de EEUU e incluso afirmar que la guerra
sería ilegitima con o sin resolución avaladora de la ONU (y a la vez, más
discretamente, también se ha podido escuchar a dirigentes como el excomisario
europeo Marín, afirmar que no habría problema si el control de Iraq se hiciera
conjuntamente sin guerra mediante la desaparición de Sadam Hussein). El PSOE ha
auspiciado que el Parlamento andaluz cuestione -aunque sea sin mayores
consecuencias practicas- la autorización del Gobierno español para
la utilización de las bases yanquis en Andalucía por los EEUU sin un
mandato de la ONU. Esta combinación de política y discurso lo ha situado en
el centro del escenario interno.
Es verdad que las
estructuras del movimiento antiglobalización -en muchos casos, plataformas
unitarias donde conviven partidos y asociaciones de muy diverso tipo, junto a
personas individuales- a través de sus conexiones internacionales han fijado las
fechas de movilización y que se han cuidado las formalidades de convocatoria y
organización (pancartas, cabeceras...) para preservar su independencia. Pero,
amen de las coincidencias espontáneas -por ejemplo en la cuestión del
Derecho Internacional- derivadas de la misma composición interna de
esos foros, estas precauciones no pueden sobreponerse a los efectos objetivos de
la correlación política existente. Lo que queda, en ultima instancia, es la foto
y la imagen televisiva de Zapatero (PSOE), Llamazares (PCE-IU), Fidalgo
(CCOO) y Mendez (UGT) convocando los 15 minutos de paro... También, por
supuesto, la nueva gente que se incorpora a la lucha y está haciendo sus
experiencias.
Nota:
El
efecto narcótico del Derecho
Internacional
Por poner un
solo ejemplo para no extenderse en demasía, conviene recordar que el
conflicto de Palestina surge estrictamente de lo que
suele llamarse Derecho Internacional -la resolución de
partición de la ONU de noviembre de 1947- y desde entonces acá,
además, ha conllevado incontables violaciones de ese mismo
Derecho con absoluta impunidad, incluyendo la ocupación y
anexión sionistas de territorios -desde 1948 parcialmente y desde 1967 en su
totalidad- de lo que la misma ONU definió como Estado árabe de
Palestina o de Siria, que aún se mantienen (y durante largos años de
parcelas de Egipto y Líbano). Amparado en la realidad de las relaciones de
fuerza -que son las reales- el Estado sionista de Israel, como es
notorio, ha podido vivir y actuar con continuidad contra ese mismo
Derecho Internacional sin que ello ni le haya impedido en
absoluto mantenerse como miembro pleno de la ONU o incluso firmar
favorables acuerdos de asociación comercial con la UE.
Por otro
lado, convertir al Derecho Internacional (residenciado y emanado
esencialmente a partir del Consejo de Seguridad de la ONU) en trasunto de
una pretendida regulación democrática y justa de las relaciones
internacionales no sólo se da de bruces con la historia y la realidad
mundial (que no es democrática ni justa) sino incluso con las más evidentes
formulas formales democráticas: el CS vale más que la Asamblea General y
además -aunque en estos días lo exijamos y aprovechemos- incluye el
privilegio de veto a sólo cinco potencias (lo que, por
cierto, implica también que no pueda siquiera pensarse en que una resolución
de condena y sanciones a EEUU, Gran Bretaña y España por una invasión a
Iraq pueda aprobarse por fundada que estuviera, en el muy improbable caso de
que algún país tuviera la coherencia de presentarla a voto). Igual
ocurre en relación al pretendido orden penal mundial que desde un principio
excluyó de entrada detener y enjuiciar, por poner un ejemplo, a todos los
presidentes y altos cargos vivos de las sucesivas administraciones
norteamericanas o de otras potencias imperialistas implicados en invasiones
y crimenes. Ese orden penal internacional quedó gráficamente retratado en
sus funciones y limites al enjuiciar a Milosevic pero ni siquiera
plantearse hacer lo propio con Solana o Clinton, por sólo citar
dos nombres. Quienes ahora hacen aquí hincapié en todas estas patrañas
para defenderse de los ataques propagandísticos de los hoy belicistas,
simplemente intentan cubrirse de sus precedentes alineamientos o
capitulaciones ante los intereses imperialistas en una anterior etapa de
consenso; sea en sus silencios o apoyos en la larguísima lista
de agresiones yanquis, sea en su sostén a las intervenciones contra el
derecho a la autodeterminación de los pueblos en Bosnia y Kosovo (que
implicaban sus respectivas particiones) producidas bajo la excusa de la
ingerencia humanitaria (una nueva edición de lo mismo que ya
ocurría en los Balcanes en el siglo XIX). De hecho, toda esta verborrea no
es más que el correlato de su misma actitud hipócrita y cínica en el ámbito
interno ante sus respectivos Estados, cuando asumen y defienden el
Derecho y el orden constitucional establecidos para asegurar la
desigualdad y perpetuar los poderes dominantes nacionales y
sociales.
*(1)Un ejercicio sugerente en
C.A. Zaldívar, Invasión de Iraq - Escenarios
negros, Andalucía
Libre nş 161 - Archivo de
Boletines
*(3)Por cierto, el mismo día que
el Tribuna Constitucional español confirma la Ley de ilegalización de
partidos destinada a poner fuera de la ley a la izquierda abertzale vasca,
su homologo turco ha hecho lo propio con el partido HADEP por "sus lazos con los rebeldes
kurdos".
*(4)Siguiendo la clasificación de
Zaldivar, op. cit.
Más
Convocatorias Antiguerra en Andalucía.
Huelva: SÁBADO 15
MARZO Manifestación 12:00 h desde la Plaza del Estadio Colombino (el
antiguo) y llegará hasta la Plaza de las Monjas. Huelva
Contra la Guerra
Más Enlaces
Internacionales Antiguerra:
Bombas
Racimo
El Viejo
Luis - Correo remitido

Esto apareció en el diario local de hoy. El
epígrafe de la foto dice: PODER MORTAL: Los norteamericanos
preparan bombas racimo, cada una de ellas lleva dentro 202 bombas de distinto
poder. O sea que en la foto no hay tres bombas sino 606. PERO ESTO NO
ES LO PEOR.
LO PEOR es que las bombas racimo ya se
usaron con mucho éxito en Vietnam y que no están destinadas a explotar y matar
y destruir sino a herir y aterrorizar... Lo que no explica el diario y lo que
la mayoría de la gente no sabe es cómo funciona una bomba racimo. Trataré de
explicarlo brevemente.
La bomba racimo se basa en el
principio de causar la mayor cantidad de heridas posible entre los civiles y
los cuerpos organizados de primeros auxilios... su función no es destruir y
matar sino herir, aterrorizar y desmoralizar a la población
civil.
Cuando la bomba cae, una explosión principal
se produce al igual que en las bombas convencionales causando la
destrucción del objetivo y produciendo muchas muertes pero muchísimos más
heridos que quedan desangrándose en el suelo y esperando ayuda o suplicando
ayuda a los gritos...
Pero la bomba principal ha
esparcido 200 bombas menores en el radio afectado por la explosión...
Estas bombas se activarán luego por mecanismos
propios de tiempo, de proximidad, de vibración o de
movimiento.
Estas 200 pequeñas bombas están destinadas
a explotar cuando los cuerpos de primeros auxilios acudan al rescate de los
heridos, ya que detectan (sensores infrarrojos) el movimiento de personas en
su zona de influencia y explotan esparciendo pequeños perdigones en todas
direcciones con el propósito de causar mas heridos. Lo mismo hacen al detectar
vibraciones (de ambulancias, por ejemplo) o la proximidad de alguna persona o
animal...
Pero esto no es lo más inhumano, las que
tienen controles de tiempo, pueden explotar uno o dos días más tarde cuando ya
la zona ha sido despejada y causan más heridos y muertos entre transeúntes que
pasan por el lugar ya que no hay señales de ataque aéreo y la gente aprovecha
esos momentos para salir a provisionarse de alimentos y
agua.
El plan es simple y maquiavélico. Los muertos en
la guerra son fáciles de enterrar o de incinerar... pero los heridos requieren
cuidados, medicinas, camas en los hospitales, médicos,
servicios...
Los médicos y enfermeros no dan abasto...
los heridos se cuentan por miles, los servicios de primeros auxilios son
destruidos, nadie se anima a acercarse a los heridos por una bomba que mueren
gritando su dolor desangrados en las calles o en lo que quedó de sus
casas...
Los "Humanos Angloamericanos" han atacado.
Con bombas racimo.Destinadas a matar y destruir como todas las bombas... pero
principalmente a herir civiles, médicos y paramédicos, voluntarios de la Cruz
Roja y voluntarios de primeros auxilios, destruir ambulancias y automóviles o
carros para el transporte de heridos, desmoralizar, desanimar, impedir la
circulación de civiles...
Los vietnamitas heridos por
alguna de estas bombas, solían buscar con la mirada alguna de las bombas del
"racimo" y se arrastraban hasta ella hasta arrojarse sobre ella al efecto de
terminar pronto con su vida y evitar las heridas de quienes pudieran ir en su
socorro...
Imaginen.
Imaginen
una madre iraquí cuyo hijo ha sido herido por una de estas bombas en su propia
casa y que lo escucha gritar de dolor durante 6 o 7 horas y no puede acercarse
a ayudarlo porque el precio de esa ayuda será ella misma o sus familiares
heridos por otra de las "bombas racimo".
Imaginen que
una sola de esas bombas explotara en el centro de
Manhattan...
Imaginen los gritos de dolor de los
angloamericanos y los titulares de la prensa servil acerca de los terroristas
al día siguiente...
Pero millares de esas bombas
explotarán sobre Irak y nadie publicará nada sobre los derechos humanos
Iraquíes.
Me alegro mucho de no haber nacido en
Irak... pero mucho más me alegro de no haber nacido en USA o en
Inglaterra...
Con profundo dolor y deseos de
paz.
El Viejo Luis Movimiento P.U.M.A.S. Por Una Magnífica América
Solidaria
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Solidaridad con Palestina
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