El III
Encuentro Andaluz de Solidaridad con Cuba, que se celebra en Sevilla los días 11
y 12 de abril, ante los dramáticos acontecimientos ocurridos en estas últimas
semanas en el mundo y en Cuba acuerda manifestar lo siguiente:
PRIMERO: Que
el llamado Nuevo Orden Mundial no es sino la denominación para una época
caracterizada por la hegemonía de una nación, los Estados Unidos, sobre el resto
del mundo y de un capitalismo desregulado y fanatizado que condena a las tres
cuartas partes de la Humanidad al hambre y al sufrimiento y a la propia
destrucción del planeta y de sus recursos. Los Estados Unidos, al frente de unos
cuantos paises occidentales, han destapado sus planes de recolonización y
dominio imperialista a escala mundial y su voluntad de hacerlo al margen de la
legalidad internacional, de los organismos y convenciones internacionales y de
la soberanía de los pueblos y naciones.
SEGUNDO: La
conquista y el genocidio en Iraq por una maquinaria militar sin precedentes en
la historia y contra la voluntad de los pueblos del mundo es el vivo y claro
ejemplo del peligro que se cierne sobre la Humanidad. Contra esta campaña
militar, guerra de rapiña y terrorismo de estado a gran escala, se ha movilizado
un potente movimiento internacional que también denuncia la globalización
neoliberal, porque el mundo no es una mercancía, y continuará para exigir que
los asesinos, Bush, Blair, Aznar y sus huestes paguen sus crímenes ante la
justicia.
TERCERO: No
sólo el pueblo de Iraq, también están en el punto de mira de los Estados Unidos
y de sus aliados, otros pueblos que luchan por su dignidad y por su soberanía:
el pueblo palestino, otros pueblos de la nación árabe, como el sirio, el pueblo
saharaui, y, naturalmente, Cuba. Bajo el pretexto de la lucha contra el
terrorismo, los poderosos de la tierra no sólo financian y promueven el
terrorismo en otras partes, sino que, además, lo ejercen directamente. La
tragedia que imponen al mundo y, particularmente, a algunos pueblos les arrastra
hasta la desesperación y hasta el uso, en ocasiones, de una violencia extrema
como último recurso que les queda.
CUARTO: Cuba,
en el ejercicio de su legalidad vigente, ha aplicado la pena capital contra tres
terroristas cubanos que en días pasados secuestraron con extrema violencia y
amenaza de muerte a los tripulantes y viajeros una embarcación de transporte de
pasajeros, con gravísimo peligro para la vida de decenas de personas,
convertidas en rehenes, que estuvieron a punto de perecer.
La Coordinadora Andaluza de
Solidaridad con Cuba lamenta estas muertes y quiere reflexionar sobre el uso de
estas medidas de castigo y sobre su significación política, ideológica y moral.
Sin embargo, estas actuaciones extremas se inscriben en un contexto de defensa
de Cuba frente al permanente hostigamiento y agresión que practican los Estados
Unidos. Cuba, como el pueblo palestino o el iraquí, es víctima de la violencia
criminal de los poderosos de la Tierra: su recurso a la violencia para
defenderse no es equiparable en magnitud ni en calificación moral. Siempre se
realiza en medio de situaciones extremas y en medio de la desesperación, para
defender que sus casas sigan en pie, que sus niños puedan acudir a la escuela,
que sus enfermos puedan recibir asistencia médica, frente a agresiones de
rapiña, de devastación y de dominio. En un mundo angustiado por la violencia que
ejercen los poderes siniestros que lo gobiernan, la defensa de los pueblos se
traduce, a veces, en acciones radicales y dolorosas, como las de los
guerrilleros palestinos, o las referidas ejecuciones en Cuba. La estrategia
desestabilizadora del Gobierno de EE.UU, está dando lugar a una escalada de
dramáticas situaciones que han propiciado condenas de penas de muerte a 3
acusados por actos de terrorismo. No estamos a favor de la pena de muerte. Solo
en un contexto de "guerra de baja intensidad" como a la que está sometida Cuba
desde hace mas de 40 años, se puede entender tan dramática decisión de la que
hacemos responsable a los EE.UU
QUINTO: Los
Estados Unidos mantienen durante décadas una agresión global contra Cuba, en lo
económico, en lo diplomático, en lo militar, financian y promueven el terrorismo
de la ultraderecha cubana de Miami contra Cuba, alientan desde su Sección de
Intereses en La Habana los secuestros de aviones, los ataques a instalaciones
turísticas, etc. Los responsables de estos actos terroristas andan libres por
Florida. Los EE.UU. presionan a terceros países para que no tengan relaciones
con Cuba y mantienen presos y rehenes a cinco cubanos cuyo único delito era
investigar las tramas terroristas en el propio territorio
norteamericano.
SEXTO: El
movimiento andaluz de solidaridad con Cuba sigue reconociendo el desarrollo
educativo, sanitario, cultural, deportivo, social de esta pequeña nación de
hombres y mujeres dignos y solidarios, a pesar de 43 años de hostigamiento y
agresiones de la mayor potencia económica y militar que ha conocido la
Humanidad, y sigue defendiendo su derecho a la soberanía y a vivir en paz.
Asimismo, seguiremos trabajando para estrechar los lazos que unen a Andalucía
con Cuba, para ayudarnos y tratarnos como pueblos hermanos y queridos entre
sí.
SÉPTIMO:
Denunciamos la política intervensionista y agresiva de los Estados
Unidos contra Cuba, y de otros gobiernos como el español que la secundan, y que
no buscan la democracia o la libertad para el pueblo cubano, sino su rendición y
su dominio. Exigimos la libertad de los cinco presos cubanos en EE.UU.,
retenidos ilegalmente y sometidos a un régimen carcelario de torturas. Pedimos
al pueblo andaluz que se ponga del lado de los más débiles, de los mayoritarios
en todos los sentidos, de los pueblos.
CON CUBA, CONTRA LA
GUERRA, OTRO MUNDO ES POSIBLE
Andalucía, 12 de
abril de 2003
Argumentos de Cuba
Isabel
Allende, Embajadora de Cuba en el
Estado español
Intervención inicial
en Conferencia de Prensa del 15 de Abril de 2003
Estimados señores:
Desde hace varios días los
acontecimientos internos en Cuba vienen ocupando gran parte de la atención de
los medios en España. Acaparan tanta atención que se han convertido en un tema
de la política interna española. Es evidente el interés del
pueblo español por Cuba, los enormes lazos de todo tipo que unen a
españoles y cubanos. Por tanto parecería lógico que cualquier cosa que suceda
alrededor de nuestro país despierte atención en España. Lo que no parece lógico y provoca grandes dudas y sensibilidades en
la gran mayoría del pueblo cubano es la forma inusualmente desmedida,
insultante, manipuladora y parcializada con que se presentan en España los
acontecimientos internos de Cuba. Es ello lo que motiva esta
convocatoria con el propósito de reiterar algunos de los aspectos más
importantes de la información brindada por el Canciller Felipe Pérez Roque en
conferencia ante la prensa extranjera acreditada en Cuba.
Abordaré por tanto aquellos
relacionados particularmente con los juicios sumarios a 75 ciudadanos cubanos
que trabajaban en contra de los intereses de la seguridad del estado cubano y en
connivencia con los Estados Unidos. Abordaré también algunos elementos
relacionados con la sentencia de pena de muerte a los tres piratas
secuestradores de la lancha Baraguá.
Creo que todos ustedes conocen
las circunstancias especiales en que vive nuestro país. No les voy a cansar
mucho con ellas, pero es bueno recordar que Cuba es el único país del mundo que
vive hace más de cuarenta años la anormal situación de ser un país sometido a un
férreo bloqueo, que le ha ocasionado pérdidas materiales por alrededor de 70 mil
millones de dólares; que ha sufrido entre 1959 y 2001, 697
actos terroristas, en los que han perdido la vida
3.478 personas y 2.099 han sufrido
afectaciones a su integridad física. Si desean comprobar estos datos,
pueden buscarlos en el Informe presentado ante el Comité correspondiente
de Naciones Unidas, bajo el título de “Informe de Cuba de conformidad con el
párrafo dispositivo 6, de la Resolución 1373 (2001) del Consejo de
Seguridad”.
El 22 de abril conmemoraremos
el asesinato de una mujer que trabajó aquí en esta Embajada y murió, junto a
otro compañero, víctima de un atentado con bomba a nuestra Embajada en Portugal.
No estamos hablando por tanto simplemente de cifras, de muchas de esas víctimas
conocemos muy bien sus rostros. El 11 de septiembre de 1983 moría en un atentado
en Nueva York un diplomático cubano en Naciones Unidas. 10 años después
del golpe de estado en Chile y 18 años antes del cruel atentado terrorista a las
Torres Gemelas en esa propia ciudad. Podemos citar también
más de 600 planes de atentados y asesinatos contra el Jefe del
Estado cubano. Podemos recordarles que cuando todos estos intentos no hicieron
mella en la unidad del pueblo cubano y en sus propósitos de construir una
sociedad distinta, donde imperara la igualdad y la justicia social, los enemigos
del régimen social existente en Cuba, de la Revolución Cubana y por ende de la
independencia y del socialismo en nuestro país, vieron los cielos abiertos con
la caída del campo socialista europeo y del Muro de Berlín.
La decisión fue reforzar el
muro de bloqueo a Cuba, con medidas muy concretas y efectivas. Comenzaron con
la enmienda Torricelli en 1992; fortalecieron la ayuda a las
organizaciones terroristas cubanas asentadas en Estados Unidos, principalmente
a la Fundación Nacional Cubano Americana, extendieron sus
tentáculos a Europa, sobre todo a aquellos lugares que habían servido de refugio
a los que abandonaron Cuba por su identificación con la sangrienta dictadura de
Batista o por sus vinculaciones con los elementos terroristas que en aquellos
primeros años, con armas y dinero de Estados Unidos, organizaron bandas armadas
y sabotajes de toda índole. Al calor de la euforia que significó lo que
muchos consideraron el fin de la historia, el derrumbe de los países
socialistas de Europa del Este, era necesario acabar con el socialismo en el
hemisferio occidental. Una verdadera cruzada comenzó entonces, apareció en
España la filial de los terroristas de Miami: la Fundación Hispano
Cubana; aparecieron otras organizaciones, cuyo único fin no es otro que
el derrocar el régimen cubano. No tengo temor a usar la palabra que
peyorativamente usan otros, en Cuba hay un régimen socialista que los cubanos
han demostrado decisión de defender, no sólo en lo que constituyó en la práctica
un gran referendo hace unos meses, sino con el sacrificio que ha comportado las
dificultades económicas, consecuencia de la pérdida de nuestros mercados y
del reforzamiento del bloqueo.
A la ley Torricelli siguió la
Ley Helms Burton. Se habla mucho de los capítulos III y
IV de esta ley que merecieron `primero el rechazo y luego el llamado
“entendimiento” de Europa. Poco se comenta y se conoce que esa ley
tiene otros dos capítulos, el primero y el segundo, dignísimos continuadores de
la enmienda Platt abolida en los años 30, por lo que significan
de injerencia en los asuntos internos cubanos, incitación a la subversión y
preparación de las condiciones para propiciar el derrocamiento del régimen
socialista que los cubanos queremos tener, al amparo del derecho internacional,
en la Carta de Naciones Unidas y en la de la OEA, organización de la que no
somos miembros (aunque parece que tampoco se conoce que una de las
primeras medidas que tomaron los yanquis con la connivencia de los gobiernos
latinoamericanos de entonces fue suspender la membresía de Cuba en esta
organización). La ley Helms Burton es la sombrilla
que ampara al gobierno de los Estados Unidos para organizar, financiar,
proteger, aupar, unificar, organizar a grupos, bandas, individuos, mercenarios
que sirvan a los intereses de los Estados Unidos de atentar contra la
estabilidad y la seguridad del estado cubano, a distribuir y propagar
informaciones falsas, a desestimular la inversión extranjera en Cuba, a impedir
el desarrollo económico de nuestro país, en fin a facilitar la aplicación de la
política de estrangulamiento económico que significa el bloqueo, para acabar con
un país independiente a 90 millas de los Estados Unidos.
La ley la pueden encontrar
fácilmente. Les pido que la consulten. Muchos abogados españoles la conocen con
el objetivo de proteger los intereses de España que pudieran verse afectados.
Vean la Sección 109: “Autorización del apoyo a los grupos
democráticos y de derechos humanos” y la 115
“Repercusión de esta ley sobre las actividades lícitas del gobierno
de los Estados Unidos”. Esta ley no inhibe el apoyo que se da por
otras vías y por eso la propia ley dice que “nada de lo dicho
aquí.....prohibe ninguna de las actividades de investigación, protección o
inteligencia jurídicamente autorizadas de un organismo encargado de hacer
cumplir la ley o de un organismo de inteligencia de los Estados
Unidos”.... Así, podemos
decir que los Estados Unidos han dedicado buena cantidad del dinero de sus
contribuyentes al financiamiento de las actividades de todo tipo contra Cuba,
desde la propaganda de Radio y TV Martí, hasta las
bombas que han matado a cubanos y no cubanos. Recordemos a Fabio
Di Celmo, el joven turista italiano asesinado por los terroristas en un Hotel de
La Habana el 4 de septiembre de 1997.
Son cifras verdaderamente millonarias las
dedicadas a esto. Sólo una para citar un ejemplo: el cubano Adolfo Franco,
administrador para atender América Latina y el Caribe en la Agencia de
Ayuda al Exterior de Estados Unidos (USAID) declaró el 27 de febrero de
2003 ante un subcomité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes,
que esta agencia había invertido 22 millones de dólares para poner en
práctica la Ley Helms Burton en Cuba. Esta propia agencia ha declarado
que esto es sólo una mínima parte de lo que se dedica a la subversión en Cuba.
Esto es sólo un pálido retrato de todo lo que se hace contra
Cuba, fomentado por la Sección de Intereses de los Estados Unidos. A
trabajar bajo las órdenes de esta Sección se dedicaban los llamados
“disidentes, poetas, intelectuales, periodistas” que
según lo que aquí se dice fueron procesados y sentenciados por el delito de
disentir. Nada más falso. La denominación de
disidentes, acuñada con la misma intención manipuladora que la de los daños
colaterales de la guerra de Irak, es la que se utiliza para encubrir a estos
ciudadanos que violaron las leyes, que cometieron delitos contra la seguridad
del Estado, que trabajaban para una potencia extranjera. Eso que parece
muy duro y radical para algunos, que se asustan cuando se usan los
términos que en nuestro rico idioma son los apropiados para la colaboración con
el enemigo: traición.
Todos estos ciudadanos se
procesaron con respeto al debido proceso y garantías en virtud de la legislación
cubana y de principios generalmente reconocidos y aprobados en el mundo.
1) Todos conocieron los cargos impuestos y tuvieron
oportunidad de alegar sobre ellos ante de la celebración del juicio. 2) Todos
ejercieron el derecho de contar con una representación letrada. Ejercieron 54
abogados. 44 de ellos ( el 80%) designados por los acusados, 10 de oficio.
3) Todos ejercieron su derecho de ser escuchados en el
juicio por tribunales constituidos. No se creó ningún tribunal especial ad hoc
para juzgarlos. 4) Todos pudieron ejercer sus derechos en
vista oral y pública. La ley cubana no permite la celebración de un juicio, como
en otros países (entre ellos Estados Unidos), sin vista oral. No hubo juicios
secretos. Participaron en cada uno un promedio de 100 personas. No
se autorizó la presencia de diplomáticos porque eso no es parte de sus funciones
y privilegios. 5) Los acusados y sus defensores ejercieron
el derecho de aportar pruebas a su favor. 6) Todos los
abogados defensores tuvieron acceso previo al expediente de la acusación.
7) Todos tienen derecho a recurrir a un tribunal superior.
8) Se ha respetado escrupulosamente la seguridad e
integridad física y moral de cada uno de los acusados en todas las etapas del
proceso.
Los procesos penales se
instruyeron con carácter sumario en virtud de la Ley del Procedimiento Penal No.
5 de 1977 lo que significa que el Presidente del Tribunal Supremo tiene
potestad para acortar los plazos pero en ningún caso limitar las garantías.
Los cargos y sentencias responden a la aplicación del
artículo 91 del Código Penal cubano, Ley 62 de 1987, que dice “Actos
contra la independencia o la integridad territorial del Estado. El que en
interés de un Estado extranjero ejecute un hecho con el objetivo de que sufra
detrimento la independencia del estado cubano, o la integridad de su territorio
incurre en sanción de privación de libertad de 10 años a 20 o
muerte”. Se aplicaron los artículos 5.1, 6.1 y
7 de la Ley No. 88 de Protección de la Independencia Nacional y la
Economía de Cuba, adoptada cuando se proclamó la Ley Helms
Burton. Supongo que, como bien informados, ustedes conocen que Cuba no fue el
único país que adoptó leyes para protegerse de la Ley Helms Burton. Lo hizo
Canadá, lo hizo México. Nosotros por supuesto teníamos que adoptar una ley
que nos protegiera de todos los capítulos, y muy particularmente el uno y el
dos.
A pesar de que todo esto ha sido informado a la
prensa extranjera en Cuba, los que no hayan tenido acceso a la conferencia
ofrecida por el ministro Pérez Roque lo único que han podido conocer por
diferentes manifestaciones de todo tipo es que se trata de personas procesadas y
sentenciadas por el simple hecho de opinar, que todos son intelectuales, que ha
habido una verdadera persecución de lo más selecto de la intelectualidad cubana,
que son periodistas que pretenden dar otra visión de nuestro país que no sea la
de la prensa oficial. De 37 procesados considerados periodistas, sólo 4
habían ejercido el periodismo en algún momento de su vida y sólo 14 son
graduados universitarios, incluidos esos cuatro. A
ninguno se les ha procesado por sus poemas o su obra intelectual. Todos se
procesan por el delito de colaborar con la aplicación de la Ley Helms Burton,
que se conoce en nuestro país como la ley de la esclavitud.
Otro acontecimiento que ocupa
la atención de los españoles en estos momentos es la sanción y ejecución de la
pena de muerte de tres ciudadanos que cometieron los delitos de piratería y
secuestro de la lancha Baraguá. ¿Saben ustedes que es la lancha Baraguá? Es una
nave pequeña, de transporte público, que se usa para el traslado de un lado de
la bahía a otro. Había cincuenta personas entre ellas 8 niños y cuatro turistas
extranjeras en esa lancha que fueron tomadas de rehenes. ¿Es o no un acto
terrorista el secuestro de naves? ¿Es o no un acto terrorista la toma de
rehenes? No pretendo que se atengan únicamente a las leyes cubanas. Les pido que
revisen los instrumentos, pactos y acuerdos de Naciones Unidas sobre terrorismo,
suscritos por Cuba el pasado año y en virtud de los cuales se han incorporado a
nuestras leyes algunas figuras delictivas, previamente no contempladas como es
el de la toma de rehenes. Sin embargo, en España parecería
que las personas sancionadas por estos delitos no han cometido más que el de la
disensión. Hay algunos medios que dicen que se han fusilado a “tres
disidentes”, otros comentan que “se trata de personas que querían salir
del país en busca de la libertad”, que es lo que quieren el 80% de
los jóvenes cubanos que sólo han conocido la férrea dictadura cubana (y añado yo
que quien ha dicho esto desconoce que esos jóvenes, por el solo hecho de haber
nacido en la Cuba que quiere ser independiente de los Estados Unidos, están
castigados a vivir bloqueados).
Se obvia que Cuba ha
sido víctima de 54 actos de piratería de aeronaves; que existe una
Ley de Ajuste cubano que fomenta la emigración ilegal hacia los
Estados Unidos; que los Estados Unidos no cumplen sus compromisos migratorios
con el otorgamiento de visas; que los Estados Unidos han sido y son cómplices de
todo esto. Comprendemos las sensibilidades de todos
los ciudadanos que en Europa han tenido la posibilidad de abolir la pena de
muerte. Nuestra filosofía puede compartir esas
sensibilidades pero debido a las condiciones de particular asedio a nuestro
país nos hemos visto en la necesidad de aceptarla con carácter excepcional,
cuando la gravedad de los hechos, su repercusión y los daños que origina o pueda
originar, deben recibir una condena explícita y ejemplarizante. Entre estos
actos está el asesinato, los crímenes sexuales a menores, el terrorismo y
otros que lastiman la sensibilidad de la opinión pública. Porque nuestra opinión
pública, que es la de un país civilizado, pero acosado, tiene sus propias
sensibilidades. Ningún país es igual a otro, cada país tiene sus propias
características y condicionamientos que no siempre tienen que ser compartidas,
pero que deben y tienen que ser respetadas.
Parecería que Cuba es el único
país del mundo que aplica la pena de muerte. Yo me pregunto ¿cuántas ejecuciones
sumarias se producen en otros países, sin que la prensa se entere?. En
este caso fuimos nosotros los que dimos a conocer esta información, con estricto
apego a la verdad. Habría que preguntarse también en cuántos lugares de este
mundo, donde la pena de muerte está formalmente abolida, se ejecutan individuos
sin ni siquiera la oportunidad de un juicio. Este tema podría trascender
lo legal, pero ateniéndonos a la legalidad tengo que decir que la aplicación de
la pena de muerte en Cuba cubre las siete salvaguardas que contempla la ONU, que
en el caso de la legislación cubana la toma de rehenes fue
incorporada a partir de nuestra adhesión a los 12 convenios contra el terrorismo
aprobados por la Asamblea de la ONU y que la caracterización del terrorismo y de
la comisión de actos terroristas se corresponde absolutamente con lo acordado
por Naciones Unidas.
Se nos acusa de ser un país
incivilizado, de tener una terrible dictadura, feroz, alguna gente dice que se
siente horrorizada por lo que ocurre en nuestro país, otros dicen que
aprovechamos la guerra de Irak, para pasar inadvertidos; que queremos canjear a
los cinco héroes prisioneros en los Estados Unidos, por
los colaboracionistas mercenarios procesados. Algunos piden sanciones y
consciente o inconscientemente, a pesar de decir que son muy críticos de los
Estados Unidos, se suman a la Ley Helms Burton cuando piden que no haya ni
inversión ni cooperación en Cuba; cuando reclaman que se nos castigue, que se
tomen medidas bilaterales, en la UE y multilaterales. No
puedo menos que asombrarme de que en el año 2003 todavía se manipulen los
sentimientos y convicciones de la gente de una manera tan burda, con una campaña
tan pérfida. Los que conocen un poco nuestro país, saben muy bien que Cuba nunca
ha enmascarado sus verdaderas posiciones para alcanzar aceptación o supuestos
beneficios. Esa componenda se nos ha ofrecido en varias oportunidades por
algunos ilustres políticos españoles en su momento y no la hemos
aceptado. Cuando el gobierno cubano ha dicho que se compromete a algo
no es por componenda o politiquería barata, sino porque está convencido que
actúa en virtud de los más legítimos intereses de nuestro país y de nuestro
pueblo.
No hemos sido nosotros los que
hemos mezclado la guerra con nuestros asuntos internos. Si se quiere ver esto
con objetividad, recordarán ustedes que los primeros que utilizaron la guerra
fueron los terroristas de Miami que salieron a la calle con
letreros de Irak ahora, Cuba después. Eso es
mundialmente conocido. No hemos sido nosotros los que para
desviar la atención de temas muy complejos y difíciles, hemos
introducido en el debate interno de España los acontecimientos en Cuba,
los que hemos incitado, exigido pronunciamientos de condena, los que han dado
como razón para no hacer la guerra a Irak el hecho de que no se haya hecho la
guerra a Cuba. ¿Cómo se puede ser tan ingenuo? ¿Cómo se puede usar como
argumento para combatir una guerra que no se haya hecho otra? ¿Cómo se puede
manipular la vida y el destino de un pueblo tan ligado a España como el cubano
de esa manera?. Por supuesto que eso no puede menos que
indignarnos. ¿Cómo en medio de la contienda electoral y en búsqueda de ganar
votos de una u otra parte, se usa el tema de Cuba para acusaciones mutuas de los
contendientes? ¿ Por qué se hace esto por quienes dicen que quieren para Cuba lo
que tiene España?.
¿Quién en este mundo tiene
derecho a determinar lo que es bueno o no para un país soberano? Lo hicieron los
Estados Unidos en Cuba con la Enmienda Platt, luego de haber expulsado a
los españoles y desarmado al ejército libertador que sí había ganado con su
sangre y su honor la independencia. Lo hicieron para convertirnos en
protectorado primero y en una neocolonia después.
Nos independizamos verdaderamente en 1959 y nos bloquearon y
elaboraron la Ley Helms Burton. Nos amenazan con el favor o no de
intervenir, de ponernos o no en la lista del eje del mal, porque formamos parte
de los oscuros rincones de este mundo, que no tienen el privilegio de estar en
el mundo de los ricos, de los desarrollados, de los que forman la minoría de
este mundo que ha vivido durante siglos a costa de la mayoría.
Nosotros no vamos a canjear a
nuestros Héroes. Los vamos a defender por todos los medios porque son inocentes.
Vamos a seguir su ejemplo. No se doblegaron ante la propuesta de un
juicio pactado. No se prestaron a reconocer un delito que no habían cometido.
Nosotros vamos a afrontar las consecuencias de
nuestros actos, como lo hemos hecho siempre. Vamos a defender nuestro derecho
soberano, refrendado en la carta de Naciones Unidas y otros instrumentos
internacionales. No vamos a permitir, que bajo la supuesta defensa de los
derechos humanos y del derecho de opinión o asociación se nos conculque lo
esencial. En Cuba se libró hace más de cien años la batalla entre el
anexionismo y el independentismo. Triunfó la última corriente. Esa es la que
prima en nuestros sentimientos. Vamos a defender la independencia, porque nos
asiste un derecho legal y moral. También tenemos el deber de proteger al pueblo
cubano frente a la agresión abierta o solapada, tenemos el deber de cumplir el
legado que nos dejó Martí, mucho más cuando conmemoramos el sesquicentenario de
su natalicio. Martí, hijo de españoles, que luchó por nuestra
independencia pero no contra España, Martí que minutos antes de morir dijo que
lo hacía para impedir, con la independencia de Cuba que los Estados Unidos,
cayeran con esa fuerza más sobre América.
Creo que los españoles que
dejaron su sangre en Cuba, los que descienden de aquellos, o los que tienen
lazos de parentesco con los que volvieron a aquel terruño, pueden entender que
si algunos amigos de Estados Unidos u otros que no lo son, consciente o
inconscientemente, pueden prestarse a favorecer sus intereses hegemónicos con
Cuba, nosotros los cubanos, estamos dispuestos a impedirlo. Es un derecho y un
sagrado deber.
Muchas gracias, estoy a su disposición.
Madrid, 15 de abril de
2003
Leyes Cubanas
Ley No.88, "Ley de Protección de
la Independencia Nacional y la Economía de Cuba", aprobada en febrero de
1999
Artículo
4.1: El que suministre, directamente o mediante tercero, al Gobierno
de Estados Unidos de América, sus agencias, dependencias, representantes o
funcionarios, información para facilitar los objetivos de la Ley
"Helms-Burton", el bloqueo y la guerra económica contra nuestro pueblo,
encaminados a quebrantar el orden interno, desestabilizar el país y liquidar
al Estado Socialista y la independencia de Cuba, incurre en sanción de
privación de libertad de siete a quince años.
Artículo
6.
1: El que
acumule, reproduzca o difunda, material de carácter subversivo del Gobierno de
Estados Unidos de América, sus agencias, dependencias, representantes,
funcionarios o de cualquier entidad extranjera, para apoyar los objetivos de
la Ley "Helms-Burton", el bloqueo y la guerra económica contra nuestro pueblo,
encaminados a quebrantar el orden interno, desestabilizar el país y liquidar
al Estado Socialista y la independencia de Cuba, incurre en sanción de
privación de libertad de tres a ocho años o multa de tres mil a cinco mil
cuotas o ambas.
2. En la misma
sanción incurre el que con iguales propósitos introduzca en el país los
materiales a que se refiere el apartado anterior.
3. La sanción es
de privación de libertad de cuatro a diez años cuando concurra en los hechos a
que se refieren los apartados anteriores, alguna de las circunstancias
siguientes: si los hechos se cometen con el concurso de dos o más personas; si
los hechos se realizan con ánimo de lucro o mediante dádiva, remuneración,
recompensa o promesa de cualquier ventaja o beneficio.
4. La sanción es
de privación de libertad de siete a quince años si el material, por la índole
de su contenido, produce graves perjuicios a la economía
nacional.
Artículo
7.1: El que, con el propósito de lograr los objetivos de la Ley
"Helms-Burton", el bloqueo y la guerra económica contra nuestro pueblo,
encaminados a quebrantar el orden interno, desestabilizar el país y liquidar
al Estado Socialista y la independencia de Cuba, colabore por cualquier vía
con emisoras de radio o televisión, periódicos, revistas u otros medios de
difusión extranjeros, incurre en sanción de privación de libertad de dos a
cinco años o multa de mil a tres mil cuotas o ambas.
Artículo
9.1: El que, para favorecer los objetivos de la Ley "Helms-Burton",
el bloqueo y la guerra económica contra nuestro pueblo, encaminados a
quebrantar el orden interno, desestabilizar el país y liquidar al Estado
Socialista y la independencia de Cuba, realice cualquier acto dirigido a
impedir o perjudicar las relaciones económicas del Estado cubano, o de
entidades industriales, comerciales, financieras o de otra naturaleza,
nacionales o extranjeras, tanto estatales como privadas, incurre en sanción de
privación de libertad de siete a quince años o multa de tres mil a cinco mil
cuotas o ambas.
Artículo
11: El que, para la realización de los hechos previstos en esta Ley,
directamente o mediante tercero, reciba, distribuya o participe en la
distribución de medios financieros, materiales o de otra índole, procedentes
del Gobierno de Estados Unidos de América, sus agencias, dependencias,
representantes, funcionarios o de entidades privadas, incurre en sanción de
privación de libertad de tres a ocho años o multa de mil a tres mil cuotas o
ambas.
Artículo
91 del Código Penal vigente (Ley No. 62), "El que, en interés de un
Estado extranjero, ejecute un hecho con el objeto de que sufra detrimento la
independencia del Estado cubano o la integridad de su territorio, incurre en
sanción de privación de libertad de diez a veinte años o muerte." En 1999 la
Asamblea Nacional del Poder Popular, aprobó también la Ley 87, donde se
introdujo la condena de Cadena Perpetua como alternativa a la de
muerte.
Testimonios
sobre las actividades gusanas:
Sobre
Cuba
Presidente
George W. Bush
Bienvenidos a la
Casa Blanca para celebrar el centenario de la Independencia de Cuba. Hoy
rendimos homenaje a los
vínculos de amistad, familia y fe que unen al pueblo cubano y al pueblo
de Estados Unidos.
Rendimos homenaje
a las contribuciones que los cubanoamericanos han hecho en todos los aspectos de
nuestra vida nacional. Y hoy estoy formulando una propuesta y un reto que pueden
poner a Cuba en el camino de la libertad.
Agradezco que
nuestro Secretario de Estado esté aquí presente. El y yo tomamos este asunto muy
en serio. El ama la libertad tanto como yo la amo. Quiero agradecer a Mel
Martínez, un Pedro Pan, por estar acá; Sr. Secretario, usted está realizando una
gran labor. Bienvenido.
Agradezco la
presencia de los miembros del cuerpo diplomático. Gracias a todos por venir; es
un honor para mí tenerlos en esta ocasión. Quiero agradecer al senador George
Allen del Commonwealth of Virginia. Igualmente al congresista Dan Burton; Sr.
Presidente. Y, por supuesto, a dos magníficos miembros del Congreso de los
Estados Unidos, personas que tienen mucho que ofrecer, muchos buenos consejos
que brindar: Ileana Ros-Lehtinen y Lincoln Díaz-Balart. Gracias a todos por
venir.
La Independencia
de Cuba alcanzada hace hoy un siglo fue inspirada por grandes personajes, tales
como Félix Varela. Fue el resultado de la determinación y el talento de grandes
estadistas, tales como José Martí, y de grandes soldados, como Antonio Maceo y
Máximo Gómez. Por encima de todo, la Independencia de Cuba fue el producto de la
gran valentía y sacrificio del pueblo cubano.
Actualmente y cada
día por los últimos 43 años, ese legado de valentía ha sido ultrajado por un
tirano que utiliza métodos brutales para hacer cumplir una visión quebrada.
Aquel legado ha sido ultrajado por una reliquia de otra era que ha convertido
una bella isla en una prisión. En una carrera de opresión, el Sr. Castro ha
importado misiles balísticos nucleares y ha exportado sus fuerzas militares para
fomentar las guerras civiles en el extranjero.
Es un dictador que
encarcela, tortura y exilia a sus opositores políticos. Lo sabemos. El pueblo
cubano lo sabe. Y el mundo lo sabe. A fin de cuentas, apenas hace un mes, en la
Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, una resolución propuesta
por los países de América Latina hizo un llamado a que el gobierno de Cuba
finalmente -finalmente- comenzara a respetar los derechos humanos de su
pueblo.
En medio de todo
su dolor y privaciones, la aspiración a la libertad del pueblo cubano no
disminuye. Vemos esto hoy en La Habana, donde más de 11,000 valientes ciudadanos
han pedido a su gobierno un referéndum sobre las libertades básicas. Si se permite el referéndum,
puede ser un preludio, un inicio de cambios verdaderos en
Cuba.
Estados Unidos no
tiene ningún designio sobre la soberanía cubana. No es parte de nuestra
estrategia ni parte de nuestra visión. Pero ciertamente, Estados Unidos ha sido un
sólido y constante partidario de la libertad para el pueblo cubano. Y es
importante que aquéllos que aman la libertad en esa bella isla sepan que nuestro
respaldo nunca les faltará.
Hoy estoy
anunciando una Iniciativa para una Cuba Nueva que ofrece al gobierno de Cuba una
ruta hacia la democracia y la esperanza, y mejores relaciones con Estados
Unidos.
Cuba tiene
programado celebrar elecciones para su Asamblea Nacional en 2003. Permítanme
leer el Artículo 71 de la Constitución Cubana. Dice así: ''La Asamblea Nacional
se compone de diputados elegidos por el voto libre, directo y secreto de los
electores''. Eso es lo que dice la constitución. Sin embargo, desde 1959,
ninguna elección en Cuba se ha acercado a satisfacer esos estándares. En la
mayoría de las elecciones, ha habido un solo candidato, el candidato de
Castro.
Todas las
elecciones en la Cuba de Castro han sido un fraude. Las voces
del pueblo cubano han sido reprimidas y sus votos han carecido de peso. Esa es
la realidad. En las elecciones para la Asamblea Nacional de 2003 en Cuba, Cuba
tiene una oportunidad de ofrecer a los votantes cubanos la esencia de la
democracia, no sus procedimientos vacíos y carentes de fondo de
siempre.
Los partidos de
oposición deben tener la libertad de organizarse, congregarse y expresarse con acceso equitativo a los
medios de difusión. Se debe liberar a todos los
prisioneros políticos y permitir que participen en el proceso electoral.
Las organizaciones de derechos humanos deben tener la libertad de visitar Cuba
para garantizar que se creen las condiciones necesarias para unas elecciones
libres. Y las elecciones del 2003 deben ser supervisadas por observadores
objetivos y externos. Estos son los pasos mínimos necesarios para
garantizar que los comicios del próximo año sean una verdadera expresión de la
voluntad del pueblo cubano.
También reto al
gobierno de Cuba a que afloje su dominio, que acabe con su control de la
actividad económica privada. Las libertades políticas y económicas van de la
mano, y si Cuba crea apertura en su sistema político, se harán aun más visibles
los problemas fundamentales de su atrasado sistema
económico.
Si el gobierno
cubano realmente quiere promover la causa de los trabajadores, de los
trabajadores cubanos, sin duda permitirá que los sindicatos existan fuera del
control del gobierno. Si Cuba desea crear puestos de trabajo mejor remunerados,
los empleadores privados
podrán negociar con los trabajadores de su elección y pagarles sin que el
gobierno les diga a quiénes pueden contratar y a quiénes deben
despedir.
Si Cuba desea
atraer la muy necesitada inversión extranjera, deben respetarse los derechos
a la propiedad. Si el gobierno quiere mejorar la vida cotidiana de su
gente, los bienes y servicios producidos en Cuba deben ponerse a la disposición
de todos los ciudadanos cubanos. Los trabajadores empleados por
compañías extranjeras deben ser remunerados directamente por sus empleadores, en
vez de permitir que el gobierno incaute sus sueldos en moneda dura y les pase
una cantidad mísera en pesos. Y finalmente se deben quitar los letreros en los
hoteles que dicen ``Solamente turistas''.
Sin pasos importantes por
parte de Cuba para abrir su sistema político y su sistema económico, el
intercambio comercial con la isla no ayudará al pueblo cubano. Es importante que
los estadounidenses entiendan que sin reformas políticas, sin reformas
económicas, el intercambio comercial con Cuba simplemente enriquecerá a Castro y
a su camarilla.
Las ideas bien
intencionadas sobre el comercio simplemente apuntalarán a este dictador,
enriquecerán a su camarilla y fortalecerán el régimen totalitario. Así no
ayudarán al pueblo cubano. Con reformas políticas y económicas verdaderas, el
comercio puede beneficiar al pueblo cubano y permitir que participe en los
avances de nuestra era.
Si el gobierno
cubano da todos los pasos necesarios para garantizar que las elecciones del 2003
sean certificadamente libres y limpias -certificadamente libres y limpias- y si Cuba también comienza a
adoptar reformas significativas basadas en el mercado, entonces, y solamente
entonces, colaboraré con el Congreso de los Estados Unidos para relajar la
prohibición del comercio y los viajes entre nuestros dos
países.
A una reforma
significativa por parte de Cuba seguirá una respuesta significativa de Estados
Unidos. La meta de
Estados Unidos no es mantener un embargo permanente sobre la economía cubana. La
meta es la libertad del pueblo cubano.
Nuestra iniciativa
de hoy invita al gobierno cubano a confiar en sus ciudadanos y respetarlos.
Insto a otras democracias en este hemisferio y más allá a hacer uso de su
influencia sobre el gobierno de Cuba para que éste permita elecciones libres
para la Asamblea Nacional y promover reformas verdaderas, significativas y
verificables.
La normalización
total de las relaciones con Cuba -el reconocimiento diplomático, el libre
comercio y un programa vigoroso de ayuda- sólo será posible cuando Cuba tenga un
nuevo gobierno que sea plenamente democrático, cuando se respeten las leyes y
cuando los derechos humanos de todos los cubanos estén plenamente
protegidos.
Sin embargo, bajo la Iniciativa para una
Cuba Nueva, Estados Unidos reconoce que, a veces, la libertad crece paso a paso
y exhortaremos a Cuba a dar dichos pasos. La historia en la actualidad
favorece la libertad. Nuestro plan consiste en
acelerar el avance de la libertad en Cuba de todas las maneras posibles,
así como Estados Unidos y nuestros amigos y aliados democráticos lo hicieron
exitosamente en lugares tales como Polonia o Sudáfrica. Aun al procurar acabar
con la tiranía, nos esforzaremos por mejorar las vidas de las personas que viven
bajo el dominio de Castro y le oponen resistencia.
Hoy quiero
anunciar una serie de medidas que beneficiarán directamente al pueblo cubano y
le darán mayor control de su destino económico y político. Mi gobierno suavizará las
restricciones sobre la ayuda humanitaria por parte de organizaciones
estadounidenses religiosas legítimas y otras no gubernamentales que sirven
directamente a las necesidades del pueblo cubano y que ayudarán a forjar la
sociedad civil cubana. Estados Unidos proporcionará a dichos grupos ayuda
directa que pueda utilizarse en actividades humanitarias y
empresariales.
Nuestro gobierno
ofrecerá becas en
Estados Unidos para estudiantes y profesionales cubanos que tratan de forjar
instituciones civiles independientes en Cuba, y becas para los familiares de los
prisioneros políticos. Estamos dispuestos a negociar el servicio postal
directo entre Estados Unidos y Cuba.
Mi gobierno
también continuará buscando maneras de modernizar a Radio y TV
Martí, porque aun los muros de opresión más sólidos no pueden quedar en
pie cuando se abren las compuertas de la información y el conocimiento. Y en los
meses venideros, mi gobierno continuará trabajando con los líderes por todo
nuestro país, líderes que aman la libertad para Cuba, para implementar nuevas
formas de dar poder a las personas en la isla con vistas a alcanzar mayores
oportunidades de alcanzar la libertad.
Estados Unidos continuará
haciendo cumplir las sanciones económicas sobre Cuba y la prohibición de viajes
a la isla hasta que el gobierno de Cuba demuestre que está comprometido a
realizar reformas reales. Continuaremos prohibiendo la financiación
estadounidense de compras cubanas de bienes agrícolas norteamericanos porque
esto sería simplemente un programa disfrazado de ayuda exterior, lo cual
beneficiaría al régimen actual.
La iniciativa de
hoy ofrece al gobierno de Cuba un sendero distinto que lleva a un futuro
distinto, un futuro de mayor democracia, prosperidad y respeto. Con reformas
reales en Cuba, nuestros países pueden comenzar a desmantelar cuatro décadas de
desconfianza y división. Y la decisión recae en el señor Castro.
Hoy, sólo existe
una nación en nuestro hemisferio que no es una democracia. Sólo una. Existe
solamente un líder nacional cuyo poderío se debe más a las balas que a las
boletas. Fidel Castro tiene ahora la oportunidad de escapar de este solitario y
estancado aislamiento. Si acepta nuestra oferta, puede obtener ayuda para su
pueblo y esperanza en nuestras relaciones. Si el señor Castro rehúsa nuestra
oferta, estará protegiendo a su camarilla a costa de su pueblo. Y eventualmente,
a pesar de todas sus herramientas de opresión, Fidel Castro deberá rendirle
cuentas a su pueblo.
José Martí dijo:
“Trincheras de ideas son más fuertes que trincheras de piedra". Para
beneficio del pueblo de Cuba, ya es hora de que el Sr. Castro eche a un lado sus
ideas antiguas y fracasadas y comience a pensar de otra manera sobre el futuro.
Esta fecha podría señalar un nuevo amanecer en una larga amistad entre nuestros
pueblos, pero sólo si el régimen de Castro ve la luz.
Hace un siglo se logró la
independencia de Cuba. Fue luego secuestrada hace casi medio siglo. Sin embargo,
el espíritu independiente del pueblo cubano nunca ha flaqueado. Y nunca ha sido
más fuerte que en la actualidad. Estados Unidos se enorgullece de ponerse del
lado de todos los cubanos y de todos los cubanoamericanos que aman la libertad.
Y continuaremos de su lado hasta que la libertad vuelva a la tierra que tanto
aman. Viva Cuba Libre. 20 de Mayo de
2002
NOTA: Los destacados son nuestros,
Andalucía Libre. Recomendamos el ejercicio de contrastarlos y confrontarlos con la
trayectoria de George W. Bush; el funcionamiento del sistema politico yanqui y
en general de los paises capitalistas; la historia de las relaciones de EEUU
con Cuba y América Latina; y especialmente, valorar su sintonia con las
acciones y reivindicaciones de la oposición gusana en el interior de Cuba y su
complementariedad con la posición mayoritaria de la radicada en Miami, que considera, de
momento, obsoletas anteriores estrategias,que ahora no le parecen convenientes ni
presentables
Treinta
Opiniones sobre Cuba
1. La democracia y la política de EE.UU hacia
Cuba, Tom Crumpacker; 2. Publican
documentos secretos cubanos sobre su participación en África, Peter
Kornbluh; 3. Las elecciones en Cuba, Angel Guerra
Cabrera; 4. La politica
antiterrorista de Bush y Cuba, Ricardo Alarcón; 5.
Las armas
biológicas de Cuba, Richard Levins; 6. Estados Unidos nuevamente contra
Cuba, Eduardo Tamayo G.;
7. Cuba se defiende: Estados Unidos apoya el
terrorismo, Eva Björklund; 8. Los
cinco cubanos y la seguridad de la patria, Mumia
Abu-Jamal; 9. Cuba: La justicia según la fuerza, Enrique
Ubieta Gómez; 10. ¿Qué pasa en Cuba?, Angel
Guerra Cabrera; 11. La inaceptable campaña contra los juicios en
Cuba, Miguel Urbano Rodrigues; 12.
Procès des dissidents
cubains, Rouge;
13. La suerte de la oposición, Octavio Rodríguez
Araujo; 14. En Cuba no hay estatuas de
Fidel, José Manzaneda; 15. Más alla de los disidentes, Haroldo Dilla
Alfonso; 16. Contra la pena de muerte, sobre todo, en Cuba
Juan Torres López; 17. Declaración de la Unión de Escritores y Artistas de
Cuba ;
18. Declaraciones del Jefe de la Sección de Intereses
norteamericanos en La Habana a la televisión de Miami; 19.
Topos y
condenas, Miguel Bonasso; 20. Tres fusilados en Cuba, Heinz Dieterich Steffan;
21. Amplia reacción
contra ejecuciones, Dalia Acosta; 22.
Hasta aquí he llegado, José
Saramago; 23. Ahora, ¿a por Cuba?, Mariano Hormigón; 24. Acusación contra Cuba en la ONU, el
reparto del dinero, Gustavo Espinoza M.;
25. Irak, Cuba y las "lecciones" de
Bush, Miguel Ángel Ferrari;
26.
Doble rasero, Carlos Pérez Uralde;
27. Saramago, no se quede, Ud. no merece retroceder
ante el fascismo, Daniel Aragonés;
28. Cuba fusiló a tres terroristas y condenó a otros a severas
penas, Emilio Marín; 29. Saramago se pasa a la disidencia, Josep Pernau;
30. Saramago, Castro y los nacionales
Eduardo Haro
Tecglen
Opinión
Seguimos con Cuba
Andalucía
Libre
Cuba, 1962
Seguimos con Cuba, lo decimos claramente. El debate
abierto a partir de los últimos acontecimientos en la Isla obliga a definiciones
claras. No somos neutrales ni equidistantes: seguimos con la Revolución
cubana.
A
pesar de los errores, torpezas, degeneraciones; a pesar del burocratismo, las
unanimidades inducidas, de los privilegios de algunos, de las desigualdades; a
pesar del paternalismo carismático omnipresente de Fidel; a pesar de la parte
vergonzosa de la historia de sus posiciones internacionales; a pesar de las
dudas sobre la continuidad de la Revolución cuando muera Fidel... A pesar de
todo esto, mantenemos la convicción de que la Revolución sigue siendo hoy la
mejor opción practica para la vida de la inmensa mayoría del pueblo cubano
y para la dignidad e independencia de la nación cubana y que su persistencia en
un valor positivo para Latinoamérica en particular y el mundo en general.
Sabiendo que Cuba es un país latinoamericano pequeño y pobre y que no es un
paraíso, no podemos olvidarnos de sus meritos y de sus esfuerzos, de sus
múltiples ejemplos (incluso también de los de Fidel). Sabemos que los errores,
carencias y frustraciones cubanas son ininteligibles sin la actuación
contrarrevolucionaria permanente del imperialismo yanqui desde el mismo inicio
de su proceso. El rigor y la perspectiva, a la hora del balance, impiden
ver y valorar éxitos y fracasos cubanos sin a la vez tener
radicalmente presentes las influencias y consecuencias de los fracasos ajenos,
sean continentales o mundiales. Sin autolimitaciones previas, la critica, sin
embargo, por dura que sea, ha de partir de reconocer las dificultades y
complejidades del empeño iniciado en 1959; criticando siempre con la precaución
de hacerlo, intentando ponerse seria y honestamente en el lugar de los
criticados.
La
ejecución de tres secuestradores y la condena a prisión de unas decenas de
gusanos no es precisamente
el peor momento ni el episodio más oscuro de la historia del Régimen
revolucionario. A partir de esta constatación, no escurrimos el bulto para
pronunciarnos al respecto.
La
ejecución de los tres secuestradores nos parece un error. No mataron a nadie
(quizá porque no se les dejó) y por tanto, por mucho que sea legal, su ejecución
aparece como un castigo desproporcionado fuera de Cuba y muy posiblemente
tambien en sectores significativos dentro de Cuba. Aún reconociendo la
influencia del contexto de ofensiva y amenazas imperialistas y aún siendo
conscientes de las graves y concretas implicaciones que tienen los secuestros de
aviones y barcos en Cuba para dirigirse a EEUU, el coste de una valoración
errónea como la realizada supera con mucho, hasta posiblemente anular, incluso
sus pretendidas ventajas como acción ejemplarizante. La
severidad desaparece cuando puede confundirse con arbitrariedad. El mensaje
de resolución y contundencia que se ha querido transmitir podía haberse
perfectamente conseguido con una condena de años a trabajos forzados. Otra cosa
sería, si hubieran matado, pero entonces, incluso así y salvo circunstancias
agravatorias especiales, lo suyo hubiera sido conmutársela,
endilgándoles 30 años de similar modo, en unas condiciones de
cumplimiento que aún preservando sus derechos inherentes (por ellos y por su
efecto educativo social) fueran suficientemente disuasorias frente
a futuros imitadores. En general, la pena de muerte sólo ha de aplicarse en
circunstancias muy singulares, propias de un estado de excepción (lo que no
ocurre ahora mismo en Cuba), cuando su irreversibilidad y radicalidad aparecen
justificadas por su mismo contexto. Si es verdad que hay muertes necesarias (y
el que lo niegue es tonto o hipocrita) estas tres muertes no lo han sido y cada
muerte innecesaria es un cargo muy grave. Ahora bien, incluso tres muertes no
pueden sobreponerse como elemento de juicio terminal a las millones de vidas en
dignidad que protege aún la Revolución cubana.
A
la hora de referirse a los juicios a los gusanos del interior, conviene
tener claras algunas cuestiones. Primero, estos sujetos y
grupitos son indisociables de la actuación y presión del imperialismo yanqui,
que es quien los sostiene y ampara. Son objetiva y subjetivamente traidores a su
país, como ha quedado nuevamente evidenciado. Segundo, a la
manera de la hidra, aunque sean multiformes y se presenten con variopintas
adscripciones ideológicas (que si socialdemócratas, que si
socialcristianos, que si tal o que si cual) comparten exactamente el
mismo programa político: la restauración del capitalismo y la reinstauración de
la dependencia cubana frente a Washington (1). Tercero, no cabe
disociarlos -como algunos interesadamente intentan- de la oposición gusana
tradicional de Miami, presentándolos como una presunta oposición razonable
en contraposición a la batistiana, violenta, ultra, revanchista y
desprestigiada del exilio. Conviene escucharlos tanto a unos (2)
como a otros (3) para así constatar que lo que
hay actualmente entre las alas del interior y de la Florida, es un simple
reparto de funciones táctico que intenta superar la parálisis política y
aislamiento social de la gusanera. Que mayoritaria que no unanimemente, los de
dentro se pronuncien por el levantamiento del bloqueo yanqui o que
hagan ostentación de la reconciliación nacional como consigna son
simplemente precondiciones necesarias que cumplen para poder hacer alguna
agitación, utilizar los problemas de la vida cotidiana en Cuba y ganar algún
apoyo. A fin de cuentas, lo que hacen es aplicar la receta que ya
gráficamente en su día resumió un tipo como Carlos Andrés Pérez, cuando al
explicar porque estaba por el levantamiento del embargo, argumentó: "A la
Revolución Cubana hay que matarla de amor", es decir, quitándole el
argumento del bloqueo y el temor a la revancha y el despojo y facilitando
la penetración exterior. Cuarto, estos grupitos hay
que verlos en su doble naturaleza. De una parte son una cabeza de puente del
imperialismo; expresión también de las influencias inevitables que produce la
existencia a 90 millas de Cuba del centro imperialista; de otra intentan
convertirse en canal de expresión y organización en clave reaccionaria de las
contradicciones y frustraciones sociales que surgen naturalmente de la realidad
cubana en las condiciones en que ha de desenvolverse, intentando aprovecharse
también de los errores, carencias e inconsecuencias practicas del Régimen
cubano. De ahí que no tengan escrúpulo alguno en sumar demagógicamente demandas
evidentemente
contradictorias (4).
Estos grupos han sido tolerados durante años;
realizando sus actividades publicas abiertamente. Las razones inmediatas
para que precisamente en este momento se haya procedido a su detención,
juicio y condena, se nos escapan y suponemos que responden a datos y análisis
con los que trabaja el Régimen cubano. Sin entrar en esas razones de
oportunidad, sí procede afirmar que resulta completamente legitimo considerar,
en las condiciones cubanas, la connivencia y colaboración con el enemigo
extranjero, condición suficiente para proceder sobre estos sujetos. No
merecen ningún apoyo, simpatía o solidaridad.
Ciertamente, hay que reconocer -sin ahondar ahora en
ello- que las mayores restricciones o defensas preventivas responden en Cuba -en
contraste a lo que ocurre con otros estados- a su mayor debilidad comparativa de
partida frente a sus muy potentes enemigos. En todo caso, el tratamiento que
merecen depende de las circunstancias e intereses del Régimen, o dicho
simplificado de otra manera, hay que aplicarles dinámicamente -en las
condiciones concretas de allí- similar escala de situaciones con la que los
suyos nos tratan y amenazan aquí a nosotros.
Aún
así y precisamente por esto, el régimen cubano debería tomarse en serio la
polémica con las posiciones y argumentos de la gusanera interior. Esto a su vez
conduce a la necesidad, evidente por otras muchas razones, de afrontar,
organizar y estructurar el debate y la contraposición plural de posiciones y
propuestas políticas dentro de la Revolución, superando el verticalismo,
reconociendo la diversidad, abriendo paso a la ubicación, reconocimiento y
valoración de errores, sin esperar ni depender de lo que en cada momento tenga a
bien decir Fidel. No se entiende porqué no puede haber más candidatos a votar y
escoger que plazas de diputados; ¿porque no pueden presentarse planteando sus
opiniones y propuestas especificas sobre la situación económica y social
inmediata y nacional, entrando en debate abierto y publico sobre ellas,
recuperando y potenciando lo que era natural en los primeros años de la
Revolución?. A la Revolución cubana le convendría superar la falsa dicotomía
entre monopartidismo frente a pluripartidismo, situándola
donde realmente está: entre unanimismo/despolitización y
pluralismo/participación. Granma no debería tener miedo, en reproducir,
por ejemplo, la Propuesta de 36 Puntos de la gusanera y
abrir un debate abierto y participativo para desenmascarar sus
falsedades, incoherencias y reales objetivos políticos y sociales, sin eludir
los aspectos más espinosos, al contrario.
Y es
que seguir con Cuba, implica, desde nuestro punto de
vista, querer que siga viva, sin acartonamientos, porque eso es condición
necesaria para que se mantenga fuerte y resistente. Sin pretender ser modelo
pero sí patrimonio fraterno de quienes pugnan, también en otras partes, por otro
mundo.
Notas:
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Palestina
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