Asunto: | [BoletinAndaluciaLibre] nş 179 - La Guerra, el PSOE y la izquierda andaluza. | Fecha: | Martes, 1 de Abril, 2003 22:03:18 (+0200) | Autor: | Andalucia Libre <andalucialibre @.......es>
|
nş
179
Día
13 de la Guerra
En este Correo:
*La Guerra, el PSOE y la izquierda andaluza,
Andalucía
Libre
*ACTA DE LA REUNIÓN DE COORDINACIÓN ESTATAL CAMPAÑA CONTRA LA
GUERRA, Documento,
*El Remate,
Planificación
Antiguerra, Andalucía
Libre
*Iraq,
Análisis de la situación militar -
Dossier Enlaces
*Guerra contra
Iraq: Comisión de DDHH de la ONU
se lava las manos,
Eduardo
Tamayo
*Buscando Un
Secretario General de la ONU íntegro,
James
Petras
*Una bajada de
pantalones, Carlos
Taibo
*Egipto, Las calles de El
Cairo, Gary
Leupp
*Iraq debe escribirse con
q - Fotos Al
Yazira
*Euskadi, Sentencia Ilegalización
Batasuna.
*Solidaridad
con Palestina
*Directorio, Musica de
Fondo
--oOo--
La Guerra, el PSOE y la izquierda
andaluza.
Andalucía
Libre
Hace unos días, en el debate sobre la Guerra en el
Parlamento andaluz, el portavoz del PSOE, José Caballos, definía a esta guerra
como "una guerra imperialista y colonialista". Si hace sólo
unos meses, alguien de otra formación se hubiera atrevido en aquella sede a
utilizar esas mismas palabras -imperialista y colonialista- no es
demasiado aventurado suponer que hubiera merecido del mismo orador una surtida
catarata de improperios y descalificaciones, en los que, seguramente, lo menos
hiriente que le hubiera endilgado es el calificativo de arcaico. Quizá
sea esta anecdótica recuperación oportunista por parte del PSOE de conceptos
propios de la izquierda que durante décadas ha considerado ajenos y
adversarios, una buena manera de resumir tanto el
alcance de la reorientación discursiva de nuestros conocidos social-liberales
patrios como de la oscilación a la izquierda del eje de gravedad del mapa social
que ya ha traído consigo la guerra imperialista contra Iraq.
La hábil ubicación política del PSOE ante el
conflicto bélico provoca estos epifenómenos. No cabe extrañarse tampoco de
que -con la trayectoria capitalista e imperialista que arrastra el PSOE-
durante las semanas que precedieron a la invasión, primara entre la izquierda
andaluza la desconfianza ante su perseverancia en la oposición a la guerra.
Constatada esta, toca analizar cuales son las razones que le han movido a
adoptar esta posición y sobre todo valorar y reflejar sus limites para ayudar a
combatir sus efectos.
Razones
Resulta evidente que la razón fundamental que
permite al PSOE, integrar, conferir espacio y dar soporte a otras es su
condición de oposición al Gobierno del PP. El PSOE no carga con las
responsabilidades de ser Gobierno y puede encontrar en el rechazo al belicismo
de Aznar y al alineamiento del PP con Bush un elemento de diferenciación muy
necesario en relación al Gobierno de la derecha (con el que comparte el grueso
de la política económica, el españolismo o la restricción de derechos
democráticos) para sustentar sus aspiraciones de alternancia electoral. Es
seguro que su posición -aun no siguiendo enteramente a Bush- hubiera sido
bien distinta -menos visceral y militante- de haberse encontrado en esta
coyuntura ocupando La Moncloa.
En cuanto a los parámetros generales con que
el PSOE establece su doctrina internacional cabe establecer una analogía
genérica con el análisis que hacia Trotsky sobre la relación entre la
socialdemocracia alemana y la democracia burguesa antes de la conquista del
poder por los nazis. Trotsky, polemizando con los estalinistas, que entonces
definían a la socialdemocracia como "social-fascista", recordaba que si
bien los socialdemócratas estaban obviamente contra cualquier ruptura
anticapitalista también rechazaban un régimen fascista que por su propia
naturaleza los excluía, condenándolos a la desaparición y que su esencia
política los vinculaba indisolublemente a la democracia capitalista (sin que
ello les impidiera asumir y defender radicales limitaciones antidemocráticas de
darse el caso, pero dentro de ese marco). Trasladando el razonamiento al
escenario internacional -y sobre todo, una vez periclitados los imperios
coloniales clásicos, tras la descolonización- la socialdemocracia se habría
identificado en general con las formas de dominación imperialista
convenientemente ocultas y legitimadas tras el recurso a los organismos
internacionales y el sempiterno Derecho Internacional. De ahí su
incomodidad actual ante la exhibición sin hipocresías de la fuerza bruta como
soporte y linea general del ejercicio imperialista que va unida a la politica de
Bush, que va mucho más allá de la tolerancia ante los excesos,
que han prodigado históricamente los EEUU -bombardeos, intervenciones
interpuestas, invasiones en su patio trasero latinoamericano...- siempre
perdonados, en tanto en cuanto han sido valorados hipócritamente como
excepciones o salidas momentáneas de este curso general. El
imperialismo yanqui -tanto por sus acciones como especialmente por sus
justificaciones, hechas además bajo los focos de la opinión mundial- habría
superado el umbral de tolerancia y digestión admisibles.
Teniendo su base esta argumentación, para
desacartonarla y darle relieve y viveza, habría que sumarle, al menos, otros
tres elementos concretos.
En primer lugar, constatar las intimas relaciones
entre el PSOE y el imperialismo alemán, asentadas desde su resurrección y
fabricación como fuerza política en el tardofranquismo y la
Transición al amparo y bajo la protección de la Fundación Friedrich Ebert y
el SPD y luego sostenidas incluso a través de la relación especial
mantenida entre Felipe González y Helmut Khol. Una vez que Schroëder y el SPD
adoptan una orientación de no seguidismo pleno a EEUU en la anunciada
crisis de Iraq, estaba cantado que en esta coyuntura el PSOE no
reproduciría anteriores fervores atlantistas. La posición del imperialismo
francés ahonda y consolida esta tendencia.
Lo que nos lleva al segundo elemento, el papel
central de la Unión Europea -o lo que es lo mismo, un modelo político y social
articulado en torno a la hegemonía del acuerdo imperialista francoalemán- en el
imaginario, la ideología y la estrategia que el PSOE asume y defiende,
tanto para el imperialismo español en su acción exterior como para la
reproducción del modelo capitalista español (que obviamente lo diferencia del
New Labour británico, muy afectado por las dudas y contradicciones estratégicas
que arrastra desde hace decenios el imperialismo ingles). El unilateralismo
yanqui cuestiona esa función central que el PSOE da a la UE como elemento de
legitimación interna y como vehículo de aplicación de un capitalismo neoliberal
camuflado tras altas dosis de hipocresía y dosificado por la practica
del clientelismo social.
Y finalmente, tercer punto, el PSOE es consciente
de la existencia en su exterior de un proceso de recomposición de la izquierda
social (es decir, de la izquierda y los sectores obreros y populares que
aún carecen de referente político definido y expreso) que, pese a todas sus
limitaciones, le inducen a mantener especial atención para evitar ser
sobrepasado (hay que tener presente que la vieja generación del PSOE siempre
tuvo muy vivo el cuidado por no reproducir experiencias como la de la SFIO
francesa o el PS italiano). Al PSOE no le preocupa que una pequeña parte de este
proceso -que afecta colateralmente a su propia base social y electoral-
pueda recalar provisionalmente en el muelle del PCE-IU (al que sabe siempre
dispuesto a negociar y a sostenerle en lo fundamental y del que conoce
bien su estrategia socialdemócrata y compromiso españolista) y que,
además, en lo inmediato, puede proporcionarle pingües beneficios institucionales
mediante alianzas postelectorales. Lo que le inquieta de las potencialidades que
encierra esta circunstancia es que pudiera seguir un curso autónomo propio que
le llevara a cristalizar posteriormente en nuevas opciones políticas y de
ahí que no quiera abandonarlo y mucho menos confrontarse; generando desde ya
condiciones para su posterior absorción y reintegración. Hay que tener en cuenta
aquí la especial naturaleza politica del PSOE -que le diferencian del otro
gran partido capitalista español, el PP- como natural plataforma de la
izquierda capitalista española; expresión paralela del capitalismo
humano y canal natural de las ambiciones personales de ascenso y
promoción social intramuros del sistema.
Limites
Obviamente, el PSOE no se ha trasmutado
mágicamente en estos días -pese a la retórica- en un partido
antiimperialista; ni siquiera antiyanqui. Sigue esencialmente donde estaba,
defendiendo el orden capitalista e imperialista mundial y español, a partir de
una alianza equilibrada entre lo que entiende que es la UE y los EEUU,
en donde inserta los intereses del capitalismo e imperialismo español. De ahí
sus respuestas ante la crisis, aún con toda la carga de descalificación
coyuntural a la política Aznar que busca desgastar al PP y facilitar su
sustitución en el Gobierno español.
Ejemplos de esto puede encontrarse abundantemente
cuando portavoces del PSOE bajan del rechazo general a la guerra a
la concreción de sus propuestas ante la situación de
Iraq.
La evolución de los acontecimientos -que ilustra
tanto sobre el presente como sobre el pasado- deja en mal lugar las
justificaciones a posteriori de anteriores alineamientos del PSOE con el
imperialismo yanqui o los imperialismos europeos, forzándolo a argumentaciones
defensivas a la hora de explicar su apoyo a la guerra imperialista de 1991 o a
la intervención en Kosovo en 1999, explicadas a desgana ahora como operaciones
destinadas a "evitar males mayores": sea la perdida de la
independencia del emirato ultra de Kuwait, desgajado de Basora por el
imperialismo británico a finales del siglo XIX, en un caso; sea la a todas luces
falsa detención de una presunta limpieza étnica -no una simple cuestión
de opresión nacional- en el caso de la provincia serbia de mayoría albanesa. Es
perceptible que el PSOE sabe que en este asunto pisa terreno cenagoso y de ahí
tanto el interés del PP por acorralarlo en esa parcela como el del mismo PSOE
por despachar la cuestión sin demasiadas honduras.
El PSOE, por ejemplo, no apoya la
agresión militar angloyanqui en Iraq, pero -tampoco el PCE/IU- no se define
explícitamente favorable a una victoria de Iraq sobre los invasores
imperialistas. En una guerra donde dos bandos pegan tiros, no cabe pretenderse
neutrales* Más aún, no descarta la presencia de tropas imperialistas en Iraq
ahora o en el futuro, siempre y cuando trabajen bajo la bandera de la
ONU (¿quizá como en la guerra de Corea?). ¿Qué ocurriría si Iraq -con buen
criterio- como cualquier pueblo o régimen avisado concluyera que el color del
casco no es lo fundamental para definir la naturaleza política de una invasión
militar?.
El PSOE ya ha expresado que ve bien una
administración (eufemismo sustitutivo de ocupación) de Iraq bajo
patronazgo de la ONU; es decir, un protectorado compartido por todos los
imperialismos con el visto bueno de Washington, Paris, Berlín y Londres, a
la manera de los Mandatos de la extinta SDN, adobado de modernidad con
ONGs a la manera bosnia. ¿Qué ocurre si los iraquíes -incluida la oposición
antisadam no quisling- no aceptan que su régimen sea establecido al amparo de
los aviones o los tanques extranjeros y combaten esa tutela?. ¿Qué ocurre si los
movimientos kurdos, giran en su táctica actual de defender un Iraq federal a
propugnar su soberanía nacional irrestricta, pese a la doctrina onusiana de
preservación de las fronteras preexistentes?.
El PSOE -también el PCE/IU- comparte la
manipulación de lo que ha venido en llamarse ayuda humanitaria,
apoyándola -lo que por cierto permite el enganche del PP, en un ejercicio
de cinismo inconmensurable- deslindándola del resto de elementos de la guerra,
obviando hechos como que es la guerra impuesta por los agresores la que causa su
necesidad, que estos mismos invasores son los que impiden al propio régimen
iraqui distribuir asistencias y que su uso y distribución está indisolublemente
unido al resto de aspectos políticos y militares (tanto ahora, en plena guerra,
como después) reproduciendo el discurso interesado que proclama la presunta
neutralidad de las ONGs.
El PSOE -y el PCE/IU- a la vez que reclama
su retorno, manifiesta "su solidaridad con los militares españoles que
han sido enviados a la zona del conflicto" en lugar de considerarlos
mercenarios integrantes del dispositivo invasor (al mismo nivel que
los australianos, daneses, polacos y checos que auxilian a las fuerzas
angloyanquis)y por tanto, de estar ahí, igualmente merecedores de que sean
derrotados. A propósito de esta postura, cabría preguntarse sobre los efectos
de incomodidad en el PSOE y sobre cual hubiera sido su
postura final si Aznar no hubiera reculado en el ultimo minuto de su
inicial disposición a remitir al Golfo al portaaviones español Príncipe
de Asturias y si en lugar de reducir la presencia militar
española a un destacamento ridículo y vergonzante, hubiera valorado de
otra forma costes y beneficios políticos y sus consecuencia sociales, ampliando
el contingente español hasta convertirlo en una fuerza de combate
efectivo implicada en la guerra (con todo lo que ello hubiera
conllevado de seguimiento mediático). Ya vemos que el rechazo a la guerra
del PSOE no llega hasta el punto de desear la derrota de los militares
españoles, así que podemos suponer cual hubiera sido su actitud de haberse
confirmado ese escenario hipotético. Como elemento comparativo digamos que el
dimisionario dirigente laborista británico Robin Cook tras pedir un domingo
la vuelta de las tropas inglesas ha rectificado al siguiente lunes diciendo:
"Ahora que la guerra ha empezado es vital que termine en victoria. No habría
peor resultado que permitir que Saddam sobreviva."
Si tanto el PSOE como el PCE-IU, el PA o el PSA
coinciden en que la decisión sobre el destino de las bases yanquis en
territorio andaluz le sea usurpada a la Soberanía de la Nación andaluza,
endosándosela al Parlamento español, el PSOE le suma además una distinción
cínica que pretende afirmar que el empleo que en esta guerra hacen de sus
bases los EEUU es ilegal y por tanto disociable de la propia naturaleza
de la presencia imperialista yanqui en Andalucía. Un ejercicio de hipocresía con
el que pretenden, simultáneamente, exculparse de anteriores usos yanquis
ocurridos con su beneplácito en precedentes agresiones y no cuestionar la
continuidad en Andalucía de unas bases fundamentales para la tutela yanqui y
para su despliegue militar, lo que entienden que trascendería la linea de
irreversibilidad en su presente desafecto a la politica de EEUU, convirtiendo lo
coyuntural en estable, con las previsibles consecuencias de desagrado y
represalias desde Washington.
El PSOE, finalmente -y el PCE/IU- aún
cuando valora como una maniobra de despiste la operación de
autovictimización del PP, no legitima ni avala públicamente las
protestas que tienen como objetivo acosar las actividades del partido
que sostiene la guerra (aun cuando participen en ellas a titulo individual
algunos afiliados suyos). Reproduce la conocida cantinela divisora
entre buenos y malos protestatarios -buenos,
pacíficos; malos, violentos-. El PSOE considera un torpe
despropósito que el PP denomine "batasunos" a quienes
participan activa y contundentemente en la protesta antiguerra; no por supuesto
porque no comparta también el opio pacifista o la fe españolista sino porque
reconoce en la argucia desesperada del PP impreso el riesgo de que esa
asimilación gubernamental -que el PP ahonda a escala
estatal contraponiendo a las mociones municipales contra la guerra la
presentación de otras favorables a la ilegalización de Batasuna-
pueda provocar indeseadas conclusiones, desde su punto de
vista, fuera de Euskadi. Este fenómeno resulta especialmente
evidente en la sucursal vascoespañola del PSOE que intenta reiteradamente
-con escaso éxito- vincular a ETA** con Bush (sic), introduciendo con calzador
el discurso antiterrorista en la movilización antiguerra para atenuar la presión
sobre su aliado españolista en Euskadi.
¿Como
combatir al PSOE?
Al PSOE le interesan los votos y que no haya nada
a su izquierda realmente alternativo. A la izquierda nacionalista, el avance en
la conciencia, organización e independencia de la resistencia popular, de
forma que en un futuro también pueda expresarse electoralmente, pero no sólo ni
esencialmente. Al PSOE hay que verlo tal cual es. Tiene poco sentido, por
ejemplo, encerrarse y perderse en discusiones terminológicas interminables
sobre si es o no de izquierda (signifique eso lo que
signifique); lo importante es saber que es un enemigo -no un mero adversario-
con el que hay que tratar y contra el que hay que luchar de forma específica,
incluso en un momento como este en que los fuegos se concentran (y
además se deben concentrar) sobre otro enemigo -el PP- con el que
tiene tantas coincidencias de fondo como diferencias de forma y
función.
En esta pelea en curso es importante articular
medios, acciones, métodos y explicaciones. Sabiendo y reconociendo que hay un
espacio coyuntural de coincidencia con el PSOE -el no a la guerra-
hay que afianzar la autonomización de los sectores no afectados previamente por
su influjo y a la vez aprovechar las contradicciones entre la cúpula y la
estructura de su organización y franjas de su afiliación y base social y
electoral. El PSOE querrá progresivamente llevar el centro de atención y
resolución de la oposición antiguerra al terreno institucional (Parlamento) y
sobre todo electoral (municipales de mayo); el movimiento popular antiguerra ha
de remarcar pues su carácter extrainstitucional y su independencia expresa
frente a todas las opciones electorales.
Nadie plantea la conveniencia de pasar a la
lucha armada o preparar ahora una insurrección en
Andalucía -digámoslo así, para llevarlo al extremo del absurdo y dejar
claro donde nos movemos- pero sí es conveniente no sólo mantener las practicas
múltiples de protesta en curso -que incluyen el seguimiento y acoso al PP-, unas
más masivas que otras, sino también legitimarlas y reivindicarlas todas,
sin capitular ante la presión mediática o los intereses electoralistas de
algunos. Conviene tener claras las prioridades y desde luego hay que descartar
tonterías del estilo de "preocuparse por mantener las simpatías de
los votantes del PP que están contra la guerra", que suelen ser la antesala
justificativa de rebajas en forma y fondo que sólo pueden afectar
negativamente al centro de gravedad social de la protesta antiguerra sin deparar
ninguna ventaja (tal y cual pudo comprobarse en similar debate ocurrido en el
seno del movimiento antiOTAN en vísperas del referéndum de 1986). Es
mucho más importante consolidar la recuperación de la calle y de la legitimidad
de practicas de lucha dura (sin tolerancias falsamente
democráticas, siempre pendientes de la urbanidad y
displicentes ante los contenidos) que serán muy importantes en el futuro,
incluso después de la guerra y para otras luchas por venir. A este respecto,
quizá convendría debatir la conveniencia de que, junto a las modalidades de
movilización ya puestas en practica, se incorporasen otras de bloqueo a la
actividad militar imperialista o de boicot activo selectivo. En todo caso,
la solidaridad incondicional con todos los activistas antiguerra frente a la
represión es condición inexcusable. La reciente detención de varios jóvenes en
Barcelona (Cataluña) a los que se acusa de actuar contra una gran tienda de
El Corte Ingles (en unas imágenes que fueron reiteradamente emitidas
por las cadenas afines al Gobierno y que preocuparon sobremanera a los
bienpensantes por su efectividad demostrativa y por la inteligente
selección ejemplarizante de su objetivo) es una excelente prueba
sobrevenida para ubicar y definir -no sólo al PSOE- según se solidaricen con los
detenidos -como ya adelantamos, ocurre en nuestro caso- o bien se desmarquen,
abandonándolos a su suerte ante la represión.
En el terreno de las consignas y contenidos hay
que pasar de centrar el peso en el No a la guerra
a hacerlo en el Yanquis fuera de Iraq (lo que
implica la derrota de los agresores imperialistas), sin abandonar la primera. La
transición y la convivencia es fácil porque la percepción amplia de la
izquierda ya ha ubicado la intervención como una guerra de conquista y una
invasión y entiende sin problema la disociación entre el apoyo a Iraq y a su
pueblo frente a sus invasores de la afinidad o la mera tolerancia ante el
Régimen de Saddam Hussein (al que gustaría ver derrocado pero sólo por
los propios iraquíes y sin invasores). Y por supuesto mantener el
énfasis en el Asesinos que tan gráficamente describe
política y éticamente a los adalides españoles de la agresión, tan
desmoralizador resulta para sus filas y tan polisemico y productivo deviene,
teniendo en cuenta su papel político y social en su
globalidad.
La descalificación del Derecho
Internacional, de la ONU, de las intervenciones y ayudas humanitarias... es
decir, el rechazo a las invocaciones a la legalidad internacional, las
subvenciones a ONGs, las quiméricas y doctrinarias referencias a la
resolución pacifica de los conflictos y similares mercancías averiadas,
tienen que tomar progresivo protagonismo, abriendo debate y marcando espacios.
Vuelve a tener sentido en foros y plataformas unitarias dedicar tiempos y
esfuerzos a discutir y proponer alternativas a textos y manifiestos, más cuanto
más audiencia haya, sin ceder ante las presiones practicistas o
unitaristas de algunos ni admitir la imposición de un catón al gusto de
liberales y socialdemócratas ideológicos varios. A este efecto, también hay
que afianzar la recuperación de palabras-concepto, como por ejemplo
imperialista, como hitos desde el que resocializar instrumentos no
sólo simbólicos sino también de descripción, análisis y
propuesta.
Resulta oportuno ya introducir elementos de descripción
y critica de las razones del alineamiento de Aznar con Bush-Blair que vayan más
allá de la maldad intrínseca del personaje y lo relacionen con
los intereses políticos, militares y económicos del imperialismo español*** y
que vayan de la mano de la ligazón -neoliberalismo mediante- entre los
fundamentos de la intervención imperialista y la degradación de las condiciones
de vida y los derechos sociales de los andaluces, en la linea de describir como
el capitalismo fortalecido aquí -mediante la precariedad, las ETT, los bajos
salarios, las peores condiciones de trabajo, el enchufismo etc que van unidos a
las sucesivas políticas de PSOE y PP- es el que puede permitirse luego atacar
afuera, sea en Iraq u otro sitio...
En
Andalucía la exigencia de Soberanía Nacional es hoy de plena actualidad
política como elemento de coherente lucha antiguerra y solidaridad
internacionalista. No hay que cansarse de repetir que los muertos en Iraq
que se producen a partir de la utilización yanqui de las bases militares
situadas por voluntad española en territorio andaluz, podrían evitarse si las
instituciones andaluzas -donde presuntamente hay mayoría contra la guerra-
ordenaran la paralización de esas bases como antesala de su denegación a los
EEUU. Lo que implica exigir sin descanso a Chaves, la Junta, el Parlamento
andaluz... un acto de soberanía nacional y dignidad andaluzas; lo que
conlleva evidenciar que el españolismo es y actúa no sólo subjetiva sino
también objetivamente como instrumento al servicio de la guerra y de los
yanquis.
NOTAS:
*El caso del frente
norte kurdo, dado como se ha configurado además el teatro bélico, tiene
evidentes singularidades. Las fuerzas kurdas, hasta el momento, se han
demostrado más pendientes de impedir la invasión turca de su
territorio que de participar activamente en la guerra general y además
circunscriben de hecho su ámbito de operaciones dentro de su propio espacio
nacional, apuntando a recuperar las ciudades kurdas de Mosul y Kirkuk. De
hecho, si el Régimen de Sadam Hussein no fuera como es, un reconocimiento
desde Bagdad del derecho kurdo a la autodeterminación sería previsible que
generaría muy complejos desarrollos y
prometedoras consecuencias políticas, tanto en el seno del
movimiento nacional kurdo como en cuanto a sus relaciones oportunistas con los
EEUU y el comportamiento de otros actores como Turquía o Irán, que no
dejarían de beneficiar en ultima instancia a la resistencia árabe contra la
invasión imperialista.
**Todo lo cual no
quita para que, conociendo de la visceral estupidez -sobradamente acreditada-
de la dirección de ETA, no sea descartable que en el momento más imprevisto e
inoportuno, acuda rauda en socorro del PP, dificultando la
consolidación de su deslegitimación y aislamiento social, mediante alguna
acción que sirva a través del uso de una violencia desproporcionada, para
reconvertir simbólicamente por enésima vez a ojos de la mayoría social vasca y
del resto del Estado, a los verdugos en
victimas.
Calendario y Sugerencias de
Acciones Antiguerra
ACTA DE LA REUNIÓN DE COORDINACIÓN ESTATAL CAMPAÑA CONTRA LA
GUERRA Sevilla, 29 de Marzo de 2003
Los reunidos en Sevilla, procedentes de las
comunidades de Cataluña, Baleares, Madrid, Canarias y Andalucía, acordamos
proponer al movimiento estatal en su conjunto una serie de ACCIONES Y FECHAS
para que sean de referencia en las asambleas y foros de cada
localidad.
-ACCIONES CONTINUAS EN EL
TIEMPO
Concentración en las
plazas públicas de pueblos y ciudades los MIÉRCOLES en torno
a las 20 horas. Proponer al movimiento estudiantil que las acciones
(huelgas, paros o manifestaciones) se realicen en días fijos, por ejemplo los
miércoles. Caceroladas todos los JUEVES a las 10 noche
durante 15 minutos, con apagón general.
-ACCIONES
PUNTUALES Y MASIVAS
10 de Abril Huelga
General. En este sentido valoramos muy positivamente la iniciativa
sindical de paros, en todas sus formas posibles. Y manifestamos que una
convocatoria general de 24 horas contaría con el total apoyo de todo el
movimiento ciudadano contra la guerra. Por tanto proponemos que el movimiento
haga suya la convocatoria, la extienda a los foros y al conjunto de la
ciudadanía, ¡PAREMOS EL PAÍS, PARA PARAR LA GUERRA¡. Asimismo dicha
convocatoria conllevaría también la posibilidad de concentraciones o
manifestaciones de trabajadores-as y ciudadanos-as.
12 de
Abril, Jornada Internacional de movilizaciones propuesta ya por
numerosos países en todo el mundo.
1ş de Mayo Día
Internacional del Trabajo, convertirlo en una jornada de lucha CONTRA LA
GUERRA Y LA EXPLOTACIÓN DE LOS TRABAJADORES Y LOS
PUEBLOS.
-OTRAS ACCIONES Y CAMPAÑAS
-Objeción
fiscal a los gastos militares !DESARMEMOS LOS IMPUESTOS¡ -Boicot a los
productos de Multinacionales implicadas en la guerra -Seguir con la
campaña de exigencia de DIMISIONES DE CARGOS PÚBLICOS que apoyen la acción
ilegal de esta guerra, empezando por el gobierno de Aznar. Personarnos en
todos los actos políticos públicos para hacer patente, de forma clara y
pacifica esta denuncia. -Proponer a todo el arco político
romper pactos o acuerdos de gobierno con aquellas fuerzas
políticas o cargos públicos que no se pronuncien claramente CONTRA LA
GUERRA. -Valorar la posibilidad de realizar UNA CONSULTA POPULAR con
carácter general.
-ENCUENTROS DEL
MOVIMIENTO
Día 13 de Abril o en su caso 20 (a determinar por
los organizadores) ENCUENTRO INTERNACIONAL DEL MOVIMIENTO CONTRA LA
GUERRA en Barcelona. Ir proponiendo una fecha consensuada y con el
carácter más general y amplio posibles para un ENCUENTRO ESTATAL DEL
MOVIMIENTO (para lo cual proponemos reunión de coordinación estatal el 26 de
Abril, de donde debería salir la fecha
definitiva)
El Remate
Planificación
Antiguerra
A modo de constatación, reconozcamos sinceramente que
lo que se encuentra en los foros sociales andaluces no es un movimiento
articulado y sustentado en un enfoque y una estrategia nacional. Como reflejo
de la sociedad y de la mayoría de la izquierda política y social andaluzas, no
pasa de ser un amontonamiento de plasmaciones básicamente locales y
localistas, dependientes de una perspectiva española; sin discurso y objetivos
andaluces. Nos puede apenar y parecer una opción trágicamente
derrochadora de esfuerzos y potencialidades políticas, pero así es, al día de
hoy. No cabe extrañarse de ello teniendo en cuenta sus perfiles ideológicos
dominantes y su composición conexa, en la que se mezclan
predominantemente, directa o indirectamente, PSOE, PCE-IU, CGT, Acción
Alternativa-ExMC y otras pequeñas organizaciones de izquierda
cosmopolita. Nos queda confiar en que la reflexión de las nuevas
generaciones que se incorporan al calor de la protesta antiguerra haga balance
de los fracasos y carencias de todos esos proyectos y a medio plazo
concluya en la adopción de una adscripción nacional (siempre y cuando, claro
es, la izquierda nacionalista y el movimiento nacionalista andaluz en general
también haga sus propios deberes).
Dentro de esta situación política, la
reunión de Sevilla -de parca asistencia- tiene al menos la virtualidad de
proponer un cierto orden lógico en la continuación de las movilizaciones
antiguerra, de manera que no se den convocatorias casi clandestinas (como las
ultimas caceroladas en bastantes ciudades) que por su mismo planteamiento y
ausencia de publicidad disminuyan su audiencia y se racionalice la
secuencia de acciones para mantener la tensión movilizadora. De ahí que
reproduzcamos sus conclusiones. La conveniencia de difundir y fijar pautas de
actuación es evidente. Sólo hay que recordar como hace años que, por ejemplo,
el Sindicato de
Estudiantes (frente de masas juvenil de
la organización El
Militante -CMI, que a su vez hace entrismo en el PCE
e IU) mantiene su presencia multiplicada a base de fijar eficazmente fechas de
convocatorias, que una vez difundidas, sirven de percha a las que se apuntan
tanto otras múltiples organizaciones como -cuando hay condiciones-
estudiantes autoorganizados de forma espontánea. El SE, por cierto, ha
difundido la cita de los días 3 y 10 de Abril como jornadas de Huelga
General Estudiantil contra la Guerra.
Iraq
Análisis de la situación
militar
Datos y evaluaciones
de la inteligencia rusa sobre la marcha de la guerra, en inglés,
nuevo informe cada 12
horas aproximadamente:
Traducciones al
castellano:
- Informe de iraqwar.ru del 27 de marzo a las
14:25
- Informe de iraqwar.ru del 27 de marzo a las 23:21
- Primeras conclusiones de la guerra/Informe de iraqwar.ru del 28 de marzo a las 14:48
- Informe de iraqwar.ru del 29 de marzo a las 09:24
Guerra contra
Iraq: la Comisión de Derechos Humanos de la ONU se lava las
manos
Ginebra. Mientras la guerra
anglo-estadounidense contra Irak prosigue causando destrozos y numerosos
muertos y heridos, la Comisión de Derechos Humanos adoptó una resolución
negándose a convocar a una sesión especial para conocer la situación de los
derechos humanos y la situación humanitaria en
Irak.
En la votación que se realizó este 27 de marzo,
25 países se pronunciaron en contra de la propuesta de abordar el tema en el
actual período de sesiones que culmina el próximo 25 de abril, 18 a favor y 7
abstenciones. La resolución les ahorra la "molestia" a los países agresores
(Estados Unidos, Reino Unido, Australia) de dar explicaciones sobre la
invasión a un país soberano y sobre las actuaciones de sus ejércitos que han
bombardeado universidades, mercados, zonas residenciales, buses y otros
lugares provocando centenares de muertos y heridos, entre ellos mujeres,
niños/as y ancianos.
De la votación se desprende que
los países desarrollados hacen causa común cuando se trata de defender sus
intereses. Incluso Francia, Alemania y Bélgica, que se han opuesto a una
intervención armada en Irak fuera de los marcos de las Naciones Unidas, le
dieron su espaldarazo a Estados Unidos y sus aliados. A esta posición se
sumaron Canadá, Japón, Suecia, Austria, Irlanda, Grecia, Australia y Reino
Unido, Argentina, México, Costa Rica, Perú, Guatemala, México, Paraguay,
Uruguay, Armenia, Camerún, Polonia, Corea, Tailandia y Uganda. De fuentes
diplomáticas se conoció que varios de estos países fueron sometidos a
"tenaces presiones" para que respalden la posición de Estados Unidos.
Estos países argumentaron que la Comisión no era el lugar apropiado para
discutir la situación humanitaria de Irak puesto que el Consejo de Seguridad
de la ONU ya estaba debatiendo el asunto.
Votaron por
que la CDH cumpla el mandato para la que fue creada Venezuela, Brasil, Cuba,
Argelia, Bahrain, Burkina Faso, China, Kenia, Libia, Malasia, Pakistán,
Federación Rusa, Arabia Saudita, Sudan, Siria y Zimbabwe. Se abstuvieron:
Chile, República Democrática del Congo, Gabón, India, Senegal, Sri Lanka y
Togo. Los que hablaron a favor de la propuesta de abordar el tema de Irak en
la Comisión subrayaron que la guerra contra Irak era unilateral e ilegal, sin
ninguna justificación, y que la misma ha provocado una gran pérdida de vidas
humanas entre los iraquíes, además de un gran daño
material.
El representante de Brasil expresó que se
debe convocar a una sesión especial porque la seria situación de Irak tiene
que ser abordada por la Comisión desde una perspectiva de derechos humanos. El
representante de Venezuela dijo, por su lado, que Irak atraviesa una severa
crisis alimentaria, crisis de salud y desplazamientos internos, por lo que la
Comisión debe centrarse a debatir la situación humanitaria y de derechos
humanos. El representante de Cuba argumentó que esta es una guerra de
conquista totalmente ilegal, objetada por todo el mundo y que nadie puede
prever la magnitud de sus consecuencias.
Tras
conocerse los resultados de la votación algunos gobiernos y ONGs se mostraron
preocupados por la marcada división, la pérdida de credibilidad y el giro que
está tomando la CDH, en la cual se ha vuelto misión imposible abordar las
masivas y flagrantes violaciones de derechos humanos cuando está involucrada
la superpotencia unipolar del mundo.
El representante
de Sudáfrica dijo que la guerra ha sido iniciada por una minoría en el Consejo
de Seguridad, una minoría en la Asamblea General y una minoría en todo el
mundo y que esta vez a la Comisión se le ha privado de una oportunidad para
expresarse sobre esta tragedia. La Comisión es la que debía enviar un mensaje
al pueblo de Irak, porque el Consejo de Seguridad es una entidad disminuida y
coja, agregó.
"Esta es un día oscuro para la Comisión. Cómo puede
la Comisión hablar de derechos humanos e ignorar los apuros que están pasando
26 millones de iraquíes. Esta no es una cuestión de procedimientos, esta es
una cuestión de vida o muerte. La Comisión debe estar contra una flagrante
violación de los derechos humanos. Los ciudadanos de Irak tienen derecho a que
su situación sea discutida. Hoy mismo, los Estados Unidos contemplan el envío
de 30.000 soldados adicionales para continuar las violaciones de los derechos
humanos. Tal comportamiento también deber ser condenado", aseguró un
diplomático de Irak.
Con esta resolución también se
pasó por alto el pronunciamiento de las 27 organizaciones con estatus
consultivo en el Consejo Económico y Social, ECOSOC, que pidieron a la CDH que
condene la invasión a Irak como una violación de la Declaración Universal de
Derechos Humanos y que dedicara una sesión especial para este propósito. Las
ONGs, sin embargo, demandaron el inmediato cese del acto de agresión de
Estados Unidos y Gran Bretaña lanzado a nombre de una "guerra preventiva", lo
que constituye una grave amenaza tanto el derecho de autodeterminación de los
pueblos como la paz y seguridad internacionales. La acción militar, cuyo real
propósito apoderarse de los yacimientos petrolíferos de Irak, no se puede
justificar bajo el pretexto de proteger los derechos humanos o restaurar la
democracia, añadieron.
Buscando Un Secretario General de la ONU
íntegro
Mucha gente progresista en todo el mundo solía
considerar a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como la mejor
institución para la solución pacífica de conflictos y para servir la causa de
la justicia, libre del control de los intereses de las grandes potencias.
Dentro de la ONU, el secretario general era considerado como una persona de
ecuanimidad, integridad y, sobre todo, independencia de la persuasión de las
grandes potencias. Para algunos izquierdistas postmodernos como Toni Negri, la
ONU era un nuevo modelo para un gobierno mundial.
Una y otra vez hemos visto cómo la ONU permanece
pasiva o realmente colabora ante guerras de agresión, limpieza étnica y
genocidio económico.
Para ser justos, la ONU, en las décadas previas,
estaba lejos de ser una organización perfecta y el Secretario General era
usualmente una persona que evitaba las confrontaciones con las grandes
potencias, particularmente con los países de la OTAN. Pero en los años 70 y
hasta principios de los 80, la Asamblea General solía criticar
consecuentemente las desigualdades entre el Norte y el Sur, y proponía un
nuevo orden mundial en el que el Tercer Mundo recibiría la ayuda técnica y
financiera necesaria para el desarrollo social y económico. Entonces, el
Secretario General Kurt Waldheim se negó a ceder ante la presión de Estados
Unidos y tomó una actitud equitativa hacia el Oriente Próximo, oponiéndose a
la ocupación israelí y apoyando una solución de dos estados. Incluso
Boutros-Gali, que inicialmente fue apoyado por Washington y que fue el
predecesor de Annan, se opuso a la ocupación israelí y estuvo a favor de una
conferencia multilateral más activa con la participación de Europa. Washington
se opuso a su reelección, a pesar de que en general tenía puntos de vista
pro-occidentales.
Kofi
Annan fue
el candidato preseleccionado por Washington para el puesto de Secretario
General. Presentado como "representante de África" Annan fue elegido
gracias a una fuerte intervención, sobornos y amenazas de Estados Unidos,
hacia sus clientes y receptores de ayuda de África y América Latina. Annan no
poseía una base política independiente de apoyo, era un virtual desconocido
del público en general, pero era conocido en Washington, como un candidato
maleable con el que podía contar para que cumpliera con sus órdenes en todos
los temas de importancia para Estados Unidos. Fiel a su vocación, Kofi ha
ganado el título de "El Mensajero" en círculos de la ONU, por su
capacidad para transmitir las órdenes de Washington a la comunidad
mundial.
Bajo Annan, varios importantes funcionarios de
la ONU con una actitud crítica, por razones humanitarias, hacia las políticas
de Estados Unidos, han sido obligados a renunciar; guerras agresivas han sido
excusadas y la ONU ha suministrado fuerzas de ocupación militar
("mantenedores de la paz") para consolidar las victorias imperiales.
Bajo Annan ha perecido más de un millón de iraquíes, mientras se niega a
condenar el embargo y ha forzado la renuncia de dos vicesecretarios generales
de la ONU a cargo de los programas de "Petróleo por alimentos" que
criticaron el embargo dirigido por Estados Unidos como un desastre
humanitario. Bajo Annan, la ONU ha encubierto crímenes contra la humanidad
cometidos por Estados Unidos y su aliado israelí. Finalmente, ningún Secretario General ha sido más flagrante y
públicamente identificado con el libre mercado y las multinacionales que Kofi
Annan.
Su historial habla por sí sólo: Cuando la ONU organizó el mortífero embargo contra Irak,
Annan lo administró utilizando a la ONU como pantalla para un programa que
impedía que Irak reconstruyera su infraestructura básica para suministrar agua
limpia, un suministro adecuado de alimentos y de productos farmacéuticos.
Además permitió a sabiendas que un equipo de inspección de armamentos de la
ONU, infiltrado por espías de Estados Unidos, reuniera información utilizada
en los bombardeos de Estados Unidos.
El antiguo Jefe de Inspectores de Armamentos de la ONU
en Irak (1991-1997), Rolf Ekeus confirmó recientemente que Annan retiró los
inspectores de la ONU a fines de los años 90, cuando Washington informó a
Annan que estaban planeando el bombardeo de Bagdad. Más tarde, Annan repitió
la mentira de Washington de que Irak había expulsado el equipo de inspección
de la ONU. Durante todo el período, Annan se ha negado a negociar la
naturaleza del proceso de inspección -a pesar de la admisión de espionaje de
la misión anterior- repitiendo la estipulación de "sin condiciones" de
Washington.
Dos distinguidos funcionarios civiles
internacionales, Denis Haliday y Hans von Sponeck, que sirvieron bajo Annan
como coordinadores humanitarios en Irak entre 1997 y 2000, renunciaron en
protesta contra la prolongación del embargo y la aquiescencia del Secretario
General. Bustani, un destacado brasileño a cargo de
la Comisión de las Naciones Unidas contra los armamentos químicos y
biológicos, responsable por la supervisión, acusó a Estados Unidos de haber
dirigido la campaña para desbancarlo. Annan recibió bien su reemplazo.
Mary Robinson, la antigua Presidente
de Irlanda y conocida humanitaria, fue obligada por Washington a renunciar
como Alta Comisionada de la ONU sobre Derechos Humanos. Annan le agradeció sus
servicios y acogió positivamente su reemplazo.
Durante
los ataques de Estados Unidos y de la OTAN contra Yugoslavia, Annan nunca
expresó crítica alguna contra el bombardeo de objetivos civiles -hospitales,
obras hidráulicas, estaciones de televisión. La misión de Annan de la ONU en
Kosovo no actuó para impedir el asesinato de más de 2.000 personas y la fuga
obligada por el ELK de 200.000 no albanos después de la guerra. En lugar de
hacerlo, Annan ajustó su retórica sobre la naturaleza humanitaria de la guerra
de la OTAN.
Mientras crecía la oposición mundial a la Organización
Mundial de Comercio y el Foro Social Mundial en Porto Alegre lograba la
atención del mundo, Annan voló a Davos, Suiza, y dio un endoso sin precedentes
de la ONU a los "libre mercados" y a la "globalización" ante la
reunión de multimillonarios y funcionarios corporativos. Nunca antes un
Secretario General había hecho una tal inequívoca declaración en defensa de
una de las instituciones más corruptas y explotadores de nuestra
época.
Más recientemente, Annan ha servido a sus amos de
Washington ofreciendo una pantalla para crímenes contra la humanidad. Después
de la destrucción israelí de Yenín, donde miles perdieron su hogar y cientos
de civiles fueron asesinados o heridos, Annan envió una comisión a Yenín para
"investigar" el alcance de la catástrofe humana. Basándose en fuentes
israelíes, ignorando a las agencias médicas y humanitarias palestinas, la
comisión de Annan declaró que no hubo masacre, ya que sólo pudieron
identificar a 53 muertos, incluyendo a 26 civiles. Los medios israelíes y los medios de masas de Estados
Unidos difundieron la propaganda de la "no masacre" en un intento por
desacreditar a los palestinos y a todos los críticos de la violencia israelí -
mientras Annan permanecía hipócritamente en segundo plano.
Poco después Washington se vio nuevamente ante
profundos problemas por la matanza de numerosos aldeanos afganos. Annan envió
otra comisión a Afganistán. Esta
vez el informe preliminar indicó que había ocurrido una masacre y que las
fuerzas de Estados Unidos penetraron a la escena del crimen y eliminaron
evidencia condenatoria. Cuando el informe preliminar fue filtrado a la prensa,
el fiel sirviente de Washington, Kofi, intervino y el informe fue corregido
para complacer a la administración Bush. El informe completo nunca fue hecho
público.
Kofi Annan ha establecido nuevos estándares
para el nombramiento de un Secretario General de las Naciones Unidas: El
servilismo hacia Washington, la agilidad en la manipulación de informes para
que convengan a las potencias occidentales, la aquiescencia en el despido de
funcionarios humanitarios dedicados, y la ceguera moral ante las depredaciones
imperiales. No cabe duda que Annan ha servido bien
al imperio de Estados Unidos, pero ha causado un gran perjuicio a la
humanidad, sobre todo a los millones en el Oriente Próximo, en Asia del Sur y
en los Balcanes. Sus frases piadosas y vacías no engañan a nadie. Bajo su
dirección la ONU ha degenerado, su misión se ha degradado de ser un
instrumento de paz y justicia a ser una organización para la guerra, cuyos
funcionarios se enriquecen encubriendo las atrocidades de Washington y sus
aliados. Esto es más evidente en Kosovo que en ninguna otra parte, donde se ha
visto que los funcionarios de la ONU no son sólo los mejores clientes en los
burdeles con muchachas adolescentes, sino que algunos han formado operaciones
comerciales conjuntas con empresarios albanos, liberados de las restricciones
del ahora destruido estado yugoslavo. Sin duda Kofi Annan registrará esto como
otra exitosa misión humanitaria de las Naciones Unidas.
¿Quién nominará a Kofi para el Premio Nobel de la Paz
- Rumsfeld o el agradecido ELK?
NOTA:
Hacemos constar, brevemente, dos puntos en
relación al artículo de Petras que arriba
reproducimos.
1ş. Aún reconociendo la
existencia de matices y singularidades entre los diversos personajes
que han protagonizado las sucesivas etapas de la ONU y los efectos de sus
funciones en el escenario internacional, nos parece importante subrayar
que desde su fundación en 1945 -y como su antecesora la
Sociedad de Naciones- la ONU no ha
podido abstraerse de su papel esencialmente subsidiario de los intereses
imperialistas; la confianza en la pretendida honradez o neutralidad de
la ONU han sido una ideología y una practica profundamente erróneas, de
altos costes para la izquierda y los pueblos. En el caso de Annan, aparte de
los cargos ya expresados, hay que hacer reseña de su amparo a los ataques
imperialistas al principio de Soberanía Nacional bajo la cobertura de la
defensa de las "intervenciones humanitarias".
2ş. Estamos en profundo
desacuerdo con la posición de Petras ante la cuestión nacional (de
las naciones sin Estado) en general y en la ex-Yugoslavia en particular.
Su postura contra el derecho a la autodeterminación de los albaneses de Kosovo
(que incluye obviamente su derecho a la independencia y reunificación con
Albania) nos parece tan equivocada como el rechazo asumido por otros al
derecho a la autodeterminación de los serbios de las comarcas serbias de
Croacia, Kosovo y la entidad bosnia, que ha de incluir expresamente su
derecho a la unificación con Serbia (aparte de la valoración de las
actuaciones de todas las respectivas direcciones políticas
implicadas). Ambas negaciones simétricas han confluido favoreciendo la
intervención imperialista, el establecimiento de protectorados en la
entidad Bosnia y Kosovo, fortísimas ingerencias en Serbia y Macedonia y
en general la frustración -al momento presente- de los derechos nacionales de
todos los pueblos implicados -asentada en el reaccionario y arbitrario
principio de respeto a las fronteras administrativas preexistentes- y con ello
el bloqueo de la posibilidad de resolver las cuestiones pendientes y la
posibilidad de abrir una nueva fase política y
social.
ANDALUCÍA
LIBRE
Unión Europea,
Francia y Alemania
Una bajada de
pantalones
Carlos
Taibo - 27 de marzo de 2003 Rebelión-Especial
La declaración aprobada por la Unión
Europea en la noche del 20 de marzo es un golpe bajo para quienes pensaban que
Francia y Alemania se mantenían en sus trece en lo que respecta a la
conveniencia de dar réplica a la agresividad norteamericana de estas horas.
Pareciera, antes bien, como si una y otra hubiesen optado por plegar banderas
y por acatar, sin mayor voluntad de disidencia, el imperio de la ley de la
selva.
Semejante conclusión tiene un sólido
fundamento: París y Berlín bien podían haberse negado a estampar su firma en
un texto que en modo alguno acarrea una condena de las dramáticas violaciones
del derecho internacional que Estados Unidos, junto con sus aliados británico
y español, protagonizan en estas horas. El hecho de que hayan sorteado tal
posibilidad obliga a concluir -como lo acabamos de anticipar- que su oposición
a Washington va de bajada. Y al respecto no es sino un magrísimo contento el
que proporciona un clavo ardiendo al que algunos han optado por agarrarse: la
legalidad internacional -se nos dice- sigue en pie, toda vez que la mayoría de
los Estados integrantes de Naciones Unidas disienten de la política
norteamericana, y ello pese a que, como salta a la vista, no se ha arbitrado
mecanismo alguno de sanción que recaiga sobre el infractor de las normas más
elementales. Bien significativo es, por cierto, que ni Francia, ni Alemania ni
Rusia se hayan atrevido a sacar adelante en Naciones Unidas lo que a muchos se
nos antoja el único comportamiento consecuente: una convocatoria del Consejo
de Seguridad, en su caso de la Asamblea General, encaminada a escenificar una
casi planetaria condena de la agresión contra
Iraq.
Volvamos, de cualquier modo, al texto recién
bendecido por la Unión Europea, y hagámoslo para rescatar dos de sus
dimensiones más patéticas. La primera no es otra que el filantrópico designio
de atribuir a Naciones Unidas un destacado protagonismo en la ayuda
humanitaria y, más allá de ella, en la reconstrucción posbélica en Iraq. La
ONU se presenta como una suerte de apagafuegos que otros, contra el espíritu y
la letra de su carta fundacional, encienden a capricho. La propuesta de la UE
al respecto no sólo engarza a la perfección con los intereses de Estados
Unidos, deseoso de encontrar quien financie su aventura militar, sino que
ilustra por enésima vez la condición pusilánime de Kofi Annan y del equipo que
dirige. ¿Cuándo veremos al secretario general de la máxima organización
internacional plantar cara a la prepotencia de Washington? La declaración
aprobada por la Unión Europea en la noche del 20 de marzo es un golpe bajo
para quienes pensaban que Francia y Alemania se mantenían en sus trece en lo
que respecta a la conveniencia de dar réplica a la agresividad norteamericana
de estas horas. Pareciera, antes bien, como si una y otra hubiesen optado por
plegar banderas y por acatar, sin mayor voluntad de disidencia, el imperio de
la ley de la selva.
La otra dimensión impregnada de
patetismo la aporta la firme decisión, que la UE avala, de fortalecer el
vínculo trasatlántico. En lenguaje más llano, y para el lector poco avezado,
lo que Bruselas reclama es que, una vez demostrado que Estados Unidos hace lo
que le viene en gana, se olviden los desafueros correspondientes y se
reconstruyan los lazos de la mano de lo que, en esas condiciones, no puede ser
sino una dramática y ocultatoria sumisión. El texto que el domingo 16
aprobaron, en las Azores, Bush, Blair y Aznar no dejaba dudas en lo que
respecta a la condición propia del vínculo que nos ocupa. En él, y por un
lado, se identificaba en el terrorismo, con formidable desparpajo, la
principal amenaza planetaria: ¿para qué recordar que cada día mueren en este
mundo 50.000 personas de resultas del hambre? Pero, y por el otro, para hacer
las cosas aún más sangrantes se formulaba una única demanda en relación con el
conflicto palestino-israelí: la de que las nuevas autoridades palestinas se
muestren propicias a una negociación que muchos entendemos aboca en un
Bantustán acaso acompañado, en su creación, de una nueva y masiva expulsión de
habitantes de la Cisjordania. ¿Para qué incluir, aquí, alguna mención de las
políticas criminales que despliega, de siempre, Ariel Sharon?
Que Francia y Alemania se hayan inclinado por
respaldar un documento tan claudicante obliga a concluir que en sus dirigentes
se ha depositado una confianza excesiva. Eso es lo que están llamados a
entender quienes, cargados de razón, siguen manifestando en nuestras calles su
descontento.
Egipto
Las calles de El
Cairo
Traducido para Rebelión
por Germán Leyens
"¡Muéstrame la cara de la
democracia! comienza una consigna repetida a menudo en las recientes
manifestaciones contra la guerra en EE.UU. "¡Ésta es la democracia!"
es la respuesta. La gente en la calle, marcha, impulsada por una cólera
justiciera, la determinación de detener al gigante imperialista y la fe en la
posibilidad de un mundo mejor. Es lo que vemos ahora, igualmente, en el mundo
árabe.
Los neoconservadores que dirigen la
administración Bush han subrayado su intención de imponer "la libertad y
la democracia" en el mundo árabe. Tal vez tengan éxito, pero no como se
lo esperaban. Su ataque criminal contra Irak lleva, sin proponérselo, a las
masas árabes a la vida política, a la auténtica política de la calle, al
ardiente debate, y a la toma de conciencia que proviene de la confrontación
con el poder. Manifestaciones pacíficas fueron recibidas por cordones
policíales con garrotes, gas lacrimógeno, cañones de agua, balas y masivos
arrestos. La gente respondió dirigiendo su furia, no sólo al imperialismo de
EE.UU., sino a los gobiernos pro-yanquis que tratan de negarles la democracia
de la protesta callejera. La democracia que podría comenzar a parecerse a una
revolución.
Los medios corporativos han presentado un
mínimo de informaciones sobre estas manifestaciones, que han ocurrido en todo
el mundo árabe, desde Rabat a Beirut y Ammán. Pocas veces mencionan, al citar
el número de participantes, que en la mayor parte del mundo árabe esas
manifestaciones son ilegales y que los que participan a menudo arriesgan su
vida; ni que el gobierno de EE.UU. quiere que sean ilegales, y aplica presión
a los gobiernos árabes que subvenciona (especialmente Egipto) para que
continúen reprimiendo el disenso antiyanqui.
Las
mayores manifestaciones (fuera de las de Bagdad) han tenido lugar en Sana'a,
Damasco, El Cairo, Jartum, Casablanca, Rabat, Manama y Beirut. Han ocurrido en
países alineados con EE.UU., como Egipto y Marruecos, y en aquellos que han
sido calificados de "auspiciadores del terror" por EE.UU. (Siria,
Sudán). Pero las más significativas, podría decirse, tuvieron lugar en El
Cairo. Esta metrópolis de 17 millones es la capital cultural del mundo árabe,
y la capital de Egipto, que, al depender de 2.000 millones de dólares de ayuda
de EE.UU. al año, es un ejemplo clásico de un estado cliente. Lo que sucede en
El Cairo puede determinar si el movimiento árabe contra la guerra causará
serios golpes al imperialismo y a sus leales sátrapas (tan nerviosos a veces),
o si sucumbirá ante la represión fascista que esos sátrapas deben utilizar
para conservar la buena voluntad de sus amos.
Los
"analistas" occidentales al servicio del imperialismo, preocupados por el
orden y la estabilidad en vez de la democracia, parecen petulantemente
convencidos de que los sátrapas vencerán. Un alto diplomático occidental con
20 años de experiencia medio- oriental declaró a Reuters: "No
pienso que [las manifestaciones] puedan amenazar a los regímenes porque las
fuerzas de seguridad siguen controlando firmemente la situación y se están
comportando de una manera muy controlada." Los recientes acontecimientos
en El Cairo (y en Sfax, Sana'a y en otros sitios) desmienten esa
evaluación.
Después de la histórica conferencia
internacional en la ciudad el 18 y 19 de diciembre, auspiciada por la
Campaña Popular
Egipcia Contra la Agresión
de EEUU contra Irak,
(que había sido prohibida por el régimen de Mubarak), hubo pequeñas
manifestaciones en El Cairo, reprimidas brutalmente, pero que culminaron en
una manifestación masiva de unos 140.000 participantes dentro y fuera del
Estadio X de Febrero de El Cairo. Este último evento fue autorizado; los
subsiguientes fueron reprimidos. El 20 de marzo, el día después del ataque
generalizado contra Irak, unas 500 personas (desde comunistas a miembros de la
ilegalizada Hermandad Musulmana) se reunieron en Tahrir Square. La policía
levantó barricadas para impedir que otros manifestantes se les unieran; y
aunque la policía descalabró a varios, no logró detenerlos. La concentración
creció a 2.000 participantes, y la multitud repetía su oposición al ataque
contra Irak así como contra la dirección egipcia. "¡Abajo los líderes
árabes!" "¡ Vete, vete Mubarak!" Así comenzaron 24 horas de ocupación de
la plaza.
Más tarde, según Nadia Abou el-Magd de
Associated Press, 1000 manifestantes, sobre todo estudiantes de la
Universidad Americana de El Cairo, lanzaron piedras y barandillas de metal
contra la policía antidisturbios mientras trataban de marchar a la embajada de
EE.UU., protegida por elevados muros de hormigón. "Queremos que bajen la
bandera", declaró un estudiante de 21 años a la prensa. "No queremos
que EE.UU. esté aquí para nada." 150 se separaron de la marcha para
bloquear el tráfico cerca del Museo Egipcio, exigiendo la revolución. Fueron
heridos y dispersados por la policía. Algunos volvieron por segunda vez a la
embajada de EE.UU., enfrentando a la policía, a la que atacaron con piedras.
Mientras tanto, en Zagazig, 10.000 estudiantes universitarios protestaron
contra la guerra, igual que miles de sus compañeros en todo el país, desde
Alejandría en el norte a Aswán en el sur.
"Las
manifestaciones en la plaza Tahrir, en Garden City, en Boulaq y en el centro
de El Cairo fueron maravillosas", escribió una estudiante llamada Amira
el jueves. "Escuché a muchas personas que decían que estaban muy
'orgullosas" de ser egipcias y más orgullosas todavía de que El Cairo haya
visto las manifestaciones más fuertes y poderosas contra la guerra en el mundo
árabe. Todos los que participaron hoy merecen sentirse como yo. Nunca en mi
vida he visto a tantos manifestantes en Tahrir, bloqueando la plaza, el
tráfico y tomando el control. A pesar de la violencia de la policía
antidisturbios, pienso que todos vimos de qué somos capaces, lo que es
mucho."
Otro estudiante escribió: "Muchos de
los que he encontrado, jóvenes y mayores, hicieron el mismo comentario, que
proviene de una antigua canción escrita por Salah Jahin, me dijeron, El Sharei
Lena, la calle es nuestra. Incluso una joven comentó: 'Nunca comprendí lo que
eso significaba, ahora sí.' La calle era nuestra, y no hemos terminado aún,
los próximos días son cruciales, podemos hacer de la Intifada Tahrir nuestro
propio Seattle, y de ello surge un movimiento que puede desafiar a estos
gobernantes y sus regímenes caducos."
¡Nuestro
propio Seattle!. Siento un extraño estremecimiento de orgullo de ser
estadounidense.
El viernes, continuaron las protestas
en El Cairo. 5.000 estudiantes se reunieron en la Universidad Al-Azhar.
"¡Oh, ejército árabe! ¿Dónde te has quedado?" corearon, llamando a
los estados árabes a enfrentar a las fuerzas de EE.UU. que atacan a Irak.
Después de las plegarias en la Mezquita Azhar, 50.000 manifestantes chocaron
con la policía antes de dirigirse a la plaza Tahrir. Estaba clausurada, así
que se reunieron delante, enfrentando el gas lacrimógeno, los perros de presa
y las bombas de incendio, utilizadas como cañones de agua, dos de las cuales,
según una información, cayeron en manos de los manifestantes y fueron
incendiadas. La policía y matones pagados los atacaron; los manifestantes
informaron a Middle East Times que 80 fueron arrestados. Estos incluían
a la activista internacional Nada Kassas. Hamdein el-Sabahi, parlamentario,
fue herido; quebraron el brazo de un miembro del Partido Nasserista, fue
arrestado el domingo, presumiblemente por su participación en la
manifestación. Una corresponsal de al-Yazira que filmaba a la policía fue
atacada y le robaron su cámara y su cartera.
Según
AP, 35 manifestantes y 8 policías fueron heridos. Mientras tanto, la
policía y agentes del Mabaheth Amn El-Dawla (Investigación de Seguridad del
Estado o SSI) allanaron las oficinas del Sindicato de Abogados, golpeando y
arrestando a decenas de personas que fueron evacuadas en
furgonetas.
El sábado, según el diario
saudí Arab News, "en Egipto... miles de estudiantes realizaron
mítines contra la guerra en las universidades… bajo extremo control policial.
Pero, contrariamente a los dos días anteriores, no hubo informes iniciales
sobre violencia o choques con la policía." CNN informó que 15.000
estudiantes manifestaron en cuatro
universidades.
Sobre estos eventos Amira escribió,
"Pero a pesar de todo, la mayoría de los que me han
hablado, no se sienten fastidiados. Están furiosos y no están dispuestos a
permitir que el gobierno reprima a la gente de esa manera. Y para los que se
sientan intimidados al leer esto -no se sientan así. Ellos no pueden hacer
esto todos los días y si mantenemos la presión, venceremos."
Shoukran [gracias], hermanos y hermanas en El
Cairo. Todo el mundo está observando, esperando que
venzan.
fotos - fotos 2
Gary Leupp es profesor asociado, Departamento de Historia,
Universidad Tufts, y coordinador del Programa de Estudios
Asiáticos.
Euskadi
Recopilación de artículos de opinión sobre la
cuestión vasca
publicados en el
Boletín ANDALUCIA LIBRE
Solidaridad con
Palestina
Música: Cucha
las payas. Las
Ketchup
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