Por la Soberanía
Nacional; por la República de
Andalucía: NO A LA CONSTITUCIÓN
EUROPEA
nº 204
En este Correo:
Elecciones en
Cataluña
*ERC, clave para el futuro de
Cataluña, Andalucía Libre
*Enlaces - Documentos
*España juzgada por el Tribunal de
Derechos Humanos, acusada de torturas a catalanes - Enlaces
Andalucía
*Cataluña, Euskadi,
Andalucía
*El Síntoma Pimentel - Texto y
Enlace
*La división interna marca la primera
asamblea de Foro de Pimentel
*Andalucía indefensa, Andalucía
impotente - Enlaces
*IU: Retratos de la izquierda inútil,
Andalucía Libre - Enlaces
Euskadi
*Acoso
español
*Declaración del Anaitasuna, Documento
*Solidaridad
con Palestina,
*Directorio de Andalucía en Internet,
*Música de fondo -
La letra de L'Estaca - Ayuda
Tras las Elecciones
Catalanas
ERC, clave para
el futuro de Cataluña
Carod-Rovira (ERC), En su mejor
momento
Las elecciones
catalanas del pasado 16 de Noviembre las ha ganado en escaños CiU, aun
retrocediendo sensiblemente sobre sus anteriores resultados, sobrepasando la
prueba del relevo de Pujol gracias a enarbolar su condición de fuerza
catalana, presunta garantía de no pasar a dominio directo de Madrid. Las ha
perdido el PSOE que, en una ocasión única, no sólo no ha avanzado sino que
también ha retrocedido, perdiendo votos hacia ERC, ICV y el PP; sin credibilidad
social para avalar un cambio significativo en relación al pujolismo y
sin credibilidad nacional suficiente en su doble presentación como fuerza
simultáneamente catalana y española. Las ha perdido también el PP, que aun
creciendo algo gracias a votos españolistas escapados del PSOE a causa del
discurso duplice de Maragall, queda como fuerza irrelevante en Cataluña. Las ha
ganado especialmente ERC -recibiendo apoyos desde los nuevos
votantes y trasvases desde CiU y desde el PSOE- quedando tras su importante
avance como fuerza definidora y clave para el futuro de Cataluña.
La abstención,
36,61%, ha sido sólo un 0,71% superior a la de las ultimas elecciones generales
españolas en Cataluña celebradas en 2000. La disparidad entre escaños y votos
(el PSOE tiene 7.915 votos más que CiU y cuatro escaños menos) un ejemplo -que
en este caso juega en perjuicio del PSOE- de las añagazas del sistema electoral
no estrictamente proporcional instaurado en la Transición que el mismo PSOE ha
tenido hasta ahora interés en mantener.
Para la memoria
quedan algunas declaraciones como aquella de Mayor Oreja (PP) en la que, de
forma alambicada, establecía toda clase de paralelismos entre Euskadi y
Cataluña, Pujol y el PNV, para concluir asimilando con toda
desfachatez ERC a ETA o la del inefable Felipe González (PSOE) en la
que proclamaba a Pasqual Maragall como "el heredero natural de Jordi Pujol"
o aquella otra del presidente extremeño Rodríguez Ibarra (PSOE) en la que,
dejando bien claro su orden de prioridades, tras expresar su preocupación
por "el grave momento que vive España" se descolgaba solicitándole al Presidente
Aznar que continuara porque «es más importante la unidad de España y la unidad
de la Constitución que cumplir la promesita de permanecer sólo ocho años al
frente del Ejecutivo».
Los resultados dejan
abiertas diversas posibilidades para la formación del Gobierno catalán. ERC,
como movimiento de apertura, sigue defendiendo el Gobierno de Unidad Nacional
compuesto por CiU, PSOE y ERC (ICV se ha autoexcluido, de momento, de esa
hipótesis) que ya propuso en campaña. De hecho, esta propuesta cumple para
ERC la función de amparar una doble negociación paralela sin cerrar puertas
ante las otras opciones en juego.
Patronales y
españolistas extremos como Rodríguez Ibarra (PSOE) ya se han pronunciado
favorables a un Gobierno de Gran Coalición CiU-PSOE. La gran
coalición bajo presidencia de CiU, pensada exprofeso para excluir a ERC del
Gobierno, aseguraría tranquilidad para los negocios y apagaría a corto
plazo el riesgo de que desde Cataluña se abriera un nuevo foco de
cuestionamiento del orden constitucional español. El problema que implica esta
opción es que significaría un reconocimiento expreso del fraude político que
conlleva la alternancia bipartidista, supondría el suicidio político del PSOE en
Cataluña y conferiría además a ERC la condición de única oposición de
peso, con el riesgo cierto de favorecer un mayor incremento futuro de su apoyo
electoral. Una variante de este modelo lo está impulsando el PP. A este
respecto, el secretario general del PP
y candidato a la presidencia del Gobierno español, Mariano Rajoy, ya ha viajado
a Barcelona para pedir a los empresarios catalanes que aboguen por un Gobierno
de CiU con el apoyo externo del PSOE y el PP, y que impida el acceso de ERC a la
Generalitat. Rajoy se reunió con los líderes de las principales organizaciones
empresariales catalanas: Joan Rosell, presidente de Foment del Treball; Josep
González, presidente de Pimecsefes; Eusebi Cima, presidente de Cecot; Antoni
Brufau, presidente del Círculo de Empresarios, y Miquel Valls, presidente de la
Cámara de Comercio.
El Gobierno
tripartito de izquierdas PSOE-ERC-ICV permitiría -bajo presidencia
de Maragall- salvar la cara al PSOE en Cataluña e implicarlo desde un principio
en los proyectos de reforma estatutaria y financiera que impulsa ERC. Al PSOE le
significaría fuera de Cataluña verse sometido al acoso del PP, que
lo tacharía de fuerza españolista escasamente fiable que llegado el caso no
duda en aliarse con independentistas y dejaría en muy mal lugar al PSOE vasco.
CiU atacaría a ERC por entregarle el Gobierno catalán a una fuerza española pero
al tiempo, debería acompañar su critica pujando con propuestas estatutarias
y fiscales más avanzadas. Chaves (PSOE) preocupado por las consecuencias de
la frustración que puede instalarse en el PSOE catalán si sigue sin tocar
poder, le ha dado su apoyo a esta opción.
El Gobierno
nacionalista CiU-ERC, con presidencia de Más, supone la
continuidad de CiU al frente de la Generalitat y sería atacado desde PSOE e ICV
como ejercicio de continuismo. Ya que ERC exige siempre a todos sus hipotéticos
aliados que se rompa todo lazo de apoyo o colaboración con el PP, el
Gobierno nacionalista generaría una situación de acoso político y mediático
desde el Gobierno español y una mayor confrontación nacional, traspasando a
Cataluña una polarización a la vasca, que no dejaría tampoco de
exigir ubicaciones claras a PSOE e ICV.
A todo esto hay que
tener presente que los programas de gobierno inmediato en asuntos
económico-sociales de PSOE, ERC e ICV son muy cercanos, dentro del ámbito
competencial actual de la Generalitat y que aunque por parte de CiU existen
compromisos previos con intereses corporativos concretos (enseñanza y sanidad
privada concertada, por ejemplo) en caso de necesidad como la presente, existe
un terreno de encuentro posible entre los mínimos y máximos de unos y
otros.
Políticas y estrategias de
ERC
ERC aspira a
sustituir a CiU como fuerza hegemónica del nacionalismo catalán y
como fuerza dirigente de Cataluña. Ha llovido mucho desde 1980, cuando
existía una visión de complementariedad mutua. Y la escena política en
donde ERC cree posible proceder a esa sustitución es en el proceso de
consecución de un nuevo estatus político para Cataluña dentro del Estado
español. ERC es independentista, pero, conviene recordarlo, no es
ni el PNV ni la izquierda abertzale ni está en la situación ni de uno ni de
la otra; de igual modo que Cataluña no es Euskadi. ERC, de momento, no trabaja
por la independencia sino por una Cataluña aun más privilegiada en España
como escalón necesario hacia posteriores desarrollos.
Para la próxima
legislatura, ERC quiere trabajar al amparo de que se visualicen cambios
efectivos y palpables para la población catalana en educación y sanidad
publicas, infraestructuras, pensiones y ordenación del sistema financiero
catalán (cajas de ahorros) [ver Compromisos bàsics]. Todo ello es
asequible dentro del marco estatutario vigente. Y factible su consecución
tanto si pacta con CiU como si pacta con el PSOE (ICV en todo esto va de
palmero).
Pero el objetivo
esencial de ERC, el soporte desde el que puede avanzar hacia sus metas ultimas,
es conseguir pactar una reforma estatutaria en Cataluña antes de 2005 y una
reforma del sistema de financiación en forma de Concierto que incremente
sensiblemente sus recursos, antes de 2006. El nuevo Estatuto, en cualquier caso,
sería bastante menos claro que la Propuesta Ibarretxe. ERC, según el
artº 56 del Estatuto catalán, no puede iniciar sola la Reforma estatutaria
(tiene 23 diputados y se requieren un mínimo de 27) ni menos aún aprobarla en
Cataluña (se necesitan 90 o lo que es lo mismo, el apoyo de CiU y PSOE).
De ahí su discurso
de unidad nacional que incluye al PSOE y utiliza sus contradicciones en
Cataluña. ERC juega a la vez a implicar a CiU y PSOE y a enfrentarlos entre si y
con sus respectivas ambiguedades. A CiU la coloca entre su imagen de garante de
los intereses nacionales catalanes y sus ataduras a las parciales y pedestres
conveniencias de la burguesía catalana. Al PSOE entre su marca como fuerza
catalana (PSC) y su vinculación y dependencia de votos que le vienen en tanto
sucursal catalana del PSOE. Partiendo del
consenso parlamentario existente (con la excepción del PP) sobre la necesidad de
un cambio que amplié el autogobierno y confiera una situación privilegiada a
Cataluña en el marco español [ver Catalunya Perspectiva 2008], ERC
sitúa al PSOE en la tesitura de apoyar su proyecto so pena de marginalizarse y
aún a riesgo de dividirse en Cataluña, aunque ello implique que el PSOE español
actué a su remolque como cómplice de la operación para darle satisfacción a su
organización catalana. Lo que todavía no está claro es cómo considerará más
viable la consecución de este objetivo si compartiendo Gobierno con el PSOE o
presionándolo en la oposición.
El objetivo primario
de ERC es conseguir un acuerdo de reforma estatutaria y financiera legitimado en
Cataluña con una mayoría parlamentaria; si luego esta tiene mayoría absoluta
para aprobarse en las Cortes españolas bien. Si no lo tiene (sea porque el PP
tiene mayoría absoluta en Madrid o porque el PSOE no llega hasta el final), bien
también, porque estará servido el conflicto de legitimidades nacionales y
abierto otro capitulo político donde también puede jugar con
ventaja.
Veremos como se
desarrolla la partida y que pareja escoge ERC para iniciarla.
Resultados
2003
- Resultados 1999
Resultados 2003 -
Participación: 63,39%
PARTIDO |
ESCAÑOS |
VOTOS y PORCENTAJE |
CiU |
46 |
1.018.115 |
30.93 % |
PSOE(PSC) |
42 |
1.026.030 |
31.17 % |
ERC |
23 |
542.045 |
16.47 % |
PP |
15 |
390.650 |
11.87 % |
ICV |
9 |
240.358 |
7.30 % |
Cataluña
España
juzgada por el Tribunal de los Derechos Humanos, acusada de torturas
Remitido
A partir del 18 de noviembre, tendrá lugar en el Tribunal
Europeo de los Derechos Humanos, con sede en Estrasburgo (Francia), una vista
sobre las demandas que presentaron trece personas detenidas antes de los Juegos
Olímpicos de Barcelona de 1992, y que fueron objeto de brutales torturas por la
policía española. Este juicio, donde España se sentará en el banco de los
acusados por prácticas de torturas, está siendo silenciado por los medios de
comunicación españoles. Es muy importante, por el derecho a la justicia y la
verdad que el mundo sepa que está pasando y que pasó.
En los meses de
junio y julio de 1992, más de 50 catalanes fueron detenidos por orden del juez
Baltasar Garzón, por ser presuntos miembros de la organización independentista
"Terra Lliure" (Tierra Libre). Esta operación, conocida con el nombre de
"Operación Garzón", y con la cobertura y la complicidad del gobierno
español de la época, su presidente Felipe
González, y la mayoría de partidos políticos españoles, se pretendía silenciar
las reivindicaciones independentistas durante los Juegos Olímpicos, para que el
mundo no conociera la existencia de la nación catalana y sus reivindicaciones de
libertad y del derecho a la autodeterminación.
La mayoría de los
detenidos fueron trasladados a Madrid, y allí fueron objeto, por parte de la
policía española, la Guardia Civil, de brutales torturas y otras prácticas de
humillación y atentados contra la dignidad humana. De los mas de 50 detenidos,
solo 24 fueron juzgados, de los cuales 6 fueron encarcelados, pero absueltos al
cabo de 3 años, y el resto indultados. En definitiva, que eran inocentes, pero
fueron torturados por el hecho de ser independentistas
catalanes.
Consecuencia de las brutales torturas, los detenidos
denunciaron al Estado Español. Empezó entonces, un largo proceso judicial, por
juzgados y tribunales españoles que rechazaban el caso, y que ha durado diez
años, pero finalmente ha sido aceptado por la Justicia Internacional, por el
Tribunal de los Derechos Humanos.
Es la primera vez que España será
juzgada por parte de un organismo internacional, el Tribunal de los Derechos
Humanos, por la práctica habitual de tortura por la policía española contra el
movimiento independentista catalán. El Tribunal de los Derechos Humanos, tiene
mas de 30.000 demandas anuales, y el hecho de que está petición haya sido
aceptada, es un reconocimiento a la lucha contra la tortura que ejerce España.
Es un reconocimiento a la verdad y a la dignidad. En cambio este juicio está
siendo silenciado por los medios de comunicación españoles...
Más
información:
Cataluña, Euskadi,
Andalucía
Andalucía
Libre
Cataluña, Euskadi
y Andalucía son tres naciones distintas que han sufrido de diversa manera la
opresión política del Estado español y el permanente intento, de diferente
forma, desde lo que se llama España por negar sus respectivas
personalidades y culturas nacionales. Pero si Cataluña y Euskadi han
accedido a la condición de países industrializados y desarrollados, incluso
bajo el dominio español; en el caso andaluz a las otras agresiones citadas hay
que sumarle el pertinaz empeño español por mantener a Andalucía en el
subdesarrollo y la dependencia. España ha tolerado o amparado el desarrollo
catalán y vasco (y aún ha creado y alimentado artificialmente bajo su
regazo a Madrid) pero ha sido implacable con Andalucía también en lo
economico.
Y sin embargo,
mientras en Cataluña y Euskadi -con diferentes expresiones y por variadas
vías- se percibe una voluntad de progreso y un compromiso por actuar como
sujetos de sus propios destinos, Andalucía vegeta al pairo de lo que deciden
otros y de iniciativas ajenas.
El fenómeno tiene
raíces profundas pero una expresión política simple. En Cataluña y la CAV han
gobernado y gobiernan fuerzas catalanas o vascas y han trabajado y
trabajan fuerzas que sin recato alguno afirman su voluntad de independencia
nacional que han ido, paso a paso, moviendo el escenario. En Andalucía PP,
PSOE y PCE-IU son fuerzas españolas y el andalucismo regionalista (PA y PSA)
nunca ha actuado como una fuerza que afirmara la incompatibilidad de las
opciones andaluza y española. En Cataluña, el peso de las fuerzas catalanas ha
obligado a hacer equilibrios al PSOE -que reconoce a Cataluña como
nación- y al menos a convertir al referente catalán de IU en algo como lo
que es ICV. En Euskadi, las fuerzas vascas han conseguido evidenciar el
agotamiento del modelo estatutario. En los parlamentos de Cataluña y Euskadi
hay, es verdad, sendos grupos de diputados traidores leales a
España pero a su lado, en su diversidad y aún respondiendo a intereses
sociales contrapuestos y participando de diferentes vías, hay fuerzas con
proyectos para su país. En el Parlamento andaluz, por contra, hay
abundancia de nulidades y carencia absoluta de valor y perspectiva
política; falta patriotismo andaluz y compromiso socialista y
sobra politiquería barata y corrupción moral.
Y de todo ello
resulta que ahora, la nación que tendría mayores motivos para demandar si no
ya directamente la independencia, si como mínimo y como preámbulo, un
tratamiento singular que en su caso sólo seria medio para la devolución
de lo previamente expoliado, ejerciendo con contenidos socialistas una
asimetría realmente lesiva para el orden capitalista español, se mantiene como
mera espectadora impotente del juego que realizan otros y en claro riesgo de
volver a ser prostituida, utilizada por enésima vez como mamporrera de España.
Las consabidas quejas y los reiterados lamentos andaluces sin asumir
los medios e instrumentos que puedan acabar con sus causas son ejercicios
inutiles. ¿Nos extrañaremos aún de que no haya elecciones andaluzas separadas
o de que paso a paso Europa nos recorte impunemente las contadas
compensaciones a nuestra anexión o de que sigamos viviendo a cuenta y no se
sabe por cuanto tiempo de la construcción especulativa, el aceite, las
hortalizas y el turismo o de que se nos siga insultando y ninguneando cada día
en la escuela o en la tele?.
Cada voto andaluz
por fuerzas que no afirmen sin ambigüedades su compromiso con la nación
andaluza y su exigencia de Soberanía Nacional para Andalucía es un
voto por la dependencia y la humillación de nuestro pueblo y la explotación de
su clase trabajadora. Cada renuncia a organizarse de forma independiente en
estricto marco andaluz, una contribución a la alienación de los andaluces y a
la impotencia y esterilidad de sus movimientos sociales.
La burguesía
andaluza ha traicionado históricamente a Andalucía, ejerciendo de española.
¿Por cuanto tiempo todavía la mayoría de la izquierda seguirá instalada
en la dependencia o alucinando sobre sueños que desprecian el soporte
material inmediato sobre el que habrían de
realizarse?.
Andalucía
El Síntoma Pimentel
Andalucía
Libre
Manuel
Pimentel
El
empresario Manuel Pimentel, exministro dimisionario del PP, ha montado una
asociación-foro, Nuevas Propuestas, que el próximo 20
de diciembre tiene apalabrado decidir si se configura o no como partido y
comparece en las próximas elecciones. De momento, anda ya haciendo
presentaciones, trabajándose adhesiones y aprovechando la columna de opinión que
Clavero Arévalo le ha dejado en los periódicos del Grupo Joly para difundir su
proyecto.
Pimentel aspira no sólo a
aglutinar a los desplazados del PP sino también a aquellos insatisfechos con el
PSOE y el andalucismo. De hecho su discurso es muy similar al del
PA, pero sin el lastre de la
imagen cutre que el PA se ha construido a lo largo de su historia y
especialmente en sus últimos años de coalición con el PSOE.
El PA
gestiona un 1,69% del total del presupuesto de la Junta de Andalucía; poco para
incidir sobre la realidad andaluza pero suficiente para alimentar un aparato y
consolidar una red clientelar, que es a lo que se ha dedicado en estos
años; no tiene pues derecho a quejarse por sus propias opciones. Los
andalucistas no han conseguido aprobar en ocho años de
coalición ni una sola ley significativa que pueda atribuírseles ni han imprimido
al Gobierno del PSOE cambio político perceptible. No hay Ley de Comarcas y
las próximas elecciones andaluzas volverán a ser sepultadas por su coincidencia
con las españolas. Incluso a la hora de la reforma estatutaria, los andalucistas
han ido por detrás, instalados en la pura gestión. Bien puede ahora Ortega
intentar criticar a su Gobierno o pretender desmarcarse de alguna de sus
propuestas (Segunda Modernización) y resultados; que para
cualquiera con un mínimo de raciocinio y sensibilidad, esas declaraciones
quedan reducidas a simples desmarques de claro tufo electoralista. Tras tantos
años de Gobierno, el PA no puede pretender que se le tome en serio cuando
intenta eludir su responsabilidad como corresponsable de la situación de
Andalucía.
Pimentel se reclama de un
regionalismo burgués que afirma Andalucía dentro de España. Reivindica parte de
su historia; reclama respeto para el habla andaluza... siempre con la pretensión
de sustentar un proyecto de mejora de Andalucía dentro del marco español. El PA,
de hecho, dice más o menos lo mismo (qué importa que en la intimidad y cuando no
les oye nadie, algunos andalucistas digan que Andalucía es su nación, si al
momento siguiente no tienen escrúpulo en reconocerse
públicamente españoles). La diferencia entre Pimentel y el PA es que el
primero -incluso con todo su pasado como dirigente del PP- suena con más
credibilidad que Ortega cuando constata el inmovilismo político y la regresión
económica andaluza. Y es que Pimentel no lleva ocho años gobernando en la Junta
a las ordenes de Chaves. Pimentel toma nota del incremento de la centralización
económica amparada por el PP de Aznar y de lo perjudicial que ello resulta
para Andalucía o, con sentido común, hace referencia a que el esquema radial de
infraestructuras no responde a los intereses andaluces que estarían mucho más
atendidos con una mejora de comunicaciones con los Países catalanes y a traves
de ellos con Europa (sin pasar necesariamente por Madrid).
Pimentel no es ninguna
lumbrera. En ultima instancia, su proyecto -"dirigido hacia las clases
medias"- se queda reducido a un llamamiento a que desde la Junta de
Andalucía se promueva a la empresa privada andaluza -pequeña y grande- como
soporte de desarrollo y eso mismo es lo que, con unas u otras palabras, dice no
sólo el PA, sino también el PSOE o el PCE-IU. Pimentel es incoherente e
inconsistente cuando demanda desarrollo ateniéndose a un marco político que lo
imposibilita o cuando se queja de las consecuencias sin atacar las causas; pero
no más que el PA, el PSOE o el PCE-IU, que hacen lo propio. No radica
precisamente en sus pretendidas alternativas el interés político y
analítico que puede despertar Pimentel.
Lo que le hace llamativo
es que sea un tipo de derechas que constata y reconoce que Andalucía no
sólo no está imparable sino que está más bien parada, pero no a la
manera demagógica de la sucursal andaluza del PP máximo adalid de la
dependencia, sino intentando reproducir un regionalismo burgués
andaluz. Lo que puede convertir a Pimentel en síntoma es que plantee la
necesidad de una fuerza política de ámbito andaluz como cobertura necesaria de
esa queja y ese programa. El PA, derechizado y encanallado, ha terminado andando
por latitudes políticas similares pero de forma sobrevenida y con origen
degenerativo desde sus iniciales pinitos socialdemócratas, mientras que Pimentel
pretende erigirlo de manera orgánica, presentándose como el representante
natural de una burguesía regional insatisfecha. Lo que esta por ver -y eso se
medirá en euros primero, para ver si cuenta con respaldo para bajar a la
arena electoral- es si realmente hay hoy burguesía regionalista suficiente como
para asumirlo y sostenerlo como referente político y en el caso de pasar el
umbral mínimo -y esto ya se mediría en votos- donde muerde Pimentel, si en la
bolsa del PP o simplemente reubica sufragios del PA y del PSOE. Veremos.
La división interna
marca la primera asamblea de Foro de Pimentel
SEVILLA. El Foro Nueva Sociedad,
Nuevas Propuestas, que auspicia el ex ministro del PP, Manuel Pimentel. vive
ya discrepancias internas en vísperas de su primera asamblea, a celebrar
mañana sábado 22 en Puente Genil. Un sector del mismo, aglutinado en torno a
Juan Luis Pérez, ingeniero que ha dirigido varias empresas y autor de un
ensayo «Andalucía en crisis. Una nación sin rumbo y a la deriva»
actualmente en las librerías andaluzas, mantiene un pulso con Pimentel que, si
no se remedia en las próximas horas, marcará fracturas en la primera asamblea
del foro.
Juan Luis Pérez, uno de los
socios fundadores del Foro, reconoció ayer a ABC sus discrepancias con el
proyecto, básicamente con las dudas de Pimentel, que ha pospuesto al 20 de
diciembre en Ronda la decisión de que el Foro concurra a las próximas
elecciones andaluzas. «Hay un grupo -afirmó Pérez- al que
queremos quitarle la careta. El día 22, lo que tiene que salir de Puente Genil
es un partido y no una serie de divagaciones. Vengo observando que lo que
quieren hacer con esto es un ente sin capacidad de acción. Las elecciones
están cerca y no es tiempo de divagaciones». Juan Luis Pérez le ha enviado a Pimentel un documento, «El
partido y el líder que queremos» en el que resume su posición, esto es,
la constitución de un partido crítico y constructivo para una Andalucía fuerte
en una España fuerte. Ni más ni menos.
Con seis años de militancia
en el PP, partido que abandonó, Juan Luis Pérez, criticó a ABC las
contradicciones de Manuel Pimentel -citó varios de sus artículos- y su
«ingenuidad», que puede dilapidar el proyecto con tanto marear la
perdiz. «Somos ya adultos para seguir divagando. El Foro tiene que ser un
partido ya (Unión Nacional Andaluza) porque Andalucía lo necesita».
Pérez está dispuesto a plantar cara en Puente Genil
y habló de «golpe de timón». Si bien se mostró confiado en que el
enfrentamiento no se produzca, también advirtió que las diferencias pueden
desembocar «en un desacuerdo» sobre el proyecto. Pérez no está solo.
Sus posiciones son apoyadas por una parte cuantitativamente importante de los
150-200 presumibles asistentes a la asamblea de Puente Genil. Preguntado sobre si la pusilanimidad de Pimentel se debe a que su
interés es sólo sacar uno o dos parlamentarios y ofertarlo al mejor postor,
Pérez eludió pronunciarse, si bien otros integrantes del Foro sí han expresado
a ABC este temor.
Andalucía
Andalucía
indefensa; Andalucía impotente
Consecuencias de votar
partidos españoles
Consecuencias de no tener
Estado nacional propio
Enlaces:
Andalucía
Opinión
IU: Retratos de la izquierda inútil
Andalucía Libre
Si hiciéramos el ejercicio de
colocar a Andalucía Libre en una pirámide política construida a
semejanza de la de la evolución zoológica habríamos de situarla en su escalón
más elemental. Estaríamos ante algo que recuerda a un organismo primario
unicelular propio de los primeros y titubeantes andares de la vida. Un
ente volátil y de existencia virtual. Algo que no es un partido ni tampoco
una organización. Un medio que no tiene ni edición en papel ni dominio propio en
Internet. Dificilmente puede estarse más abajo en la cadena evolutiva. La
sucursal andaluza de IU, por contra, es una fuerza política con grupo
parlamentario en el Parlamento andaluz y en el español, que gobierna en
municipios y cuenta con representación en la mayoría; con presencia en
organismos múltiples; sustentada en miles de afiliados reconocidos, que dispone
de sedes y liberados a sueldo con dedicación a tiempo completo...
Siendo sideral la distancia objetiva existente entre
ambas en cuanto a sus realidades materiales parecería lógico que,
aplicándoles el criterio de utilidad como instrumentos emancipatorios, el
resultado hubiera de mantener similar y proporcionada diferencia en favor de IU.
Este boletín, desde luego, tiene que reconocer de antemano que desde que existe
no ha conseguido cambiar en nada globalmente positivo las condiciones materiales
de vida del pueblo andaluz ni de su clase obrera. ¿Lo ha hecho
IU?. Este boletín sí ha intentado analizar las
condiciones de dominación que sufre el pueblo andaluz y su clase obrera -en su
origen y en su plasmación- y apuntar propuestas coherentes en medios y metas
para subvertir esa situación. ¿Lo ha hecho, lo hace; puede
y quiere hacerlo IU?. Dejemos para otro día el
balance político detallado de lo que ha hecho la sucursal andaluza de
IU en las instituciones y desde el presente, a partir de las
propuestas que se presentan para su próximo Congreso (1), echemos un vistazo hacia el
futuro.
Preámbulo de
ubicación
Antes de entrarle a los textos -para ponernos en
situación- recordemos brevemente algunos elementos definidores del objeto
político que los produce.
Ser de IU sólo obliga en principio a aportar una
simbólica cuota para figurar en su relación de afiliados. De hecho en muchas
ocasiones -nos atreveríamos a decir que en la mayoría- ni siquiera se paga.
Habitualmente sólo en época de congresos o de formación de candidaturas
institucionales y para poder votar -especialmente si hay pelea- se requiere el
cumplimiento de este precepto. Incluso así, el voto de quien sólo aparece para
votar en esas trascendentales ocasiones y el de aquellos que actúan con
regularidad vale lo mismo. IU no es ni pretende ser una fuerza militante.
Llegado el caso, esos afiliados virtuales pueden ahogar y ahogan con su peso
numérico -convocados al efecto- a aquellos contados más activos. El valor
real de la afiliación en IU se evidencia cuando IU sigue
considerando administrativamente afiliado a alguien incluso lustros
después de haber desaparecido de toda presencia o actividad. No es de
extrañar por ello que, en muchos casos, IU tenga que recurrir a contratar
gente para que le pegue los carteles en las campañas electorales o a subastar
sus casetas en las ferias. Tampoco es sorprendente por ello que, en ese
contexto y en ese ambiente, aquellos con ideas políticas diferentes a las de los
fundadores de IU -incluso con toda su disposición militante- sean
incapaces de incrementar su presencia y respaldo, salvo por aquellos
contingentes que desde fuera atraen hacia IU.
IU subsiste materialmente gracias a los recursos
estatales y a los prestamos financieros (esencialmente de las cajas de ahorro
donde figura en sus consejos de administración). Son fondos que provienen
de la compensación de los gastos electorales, de la financiación publica de las
formaciones políticas con representación; de las partidas que subvencionan el
funcionamiento de los grupos en las instituciones y según establece
IU, del diferencial entre las retribuciones que cobran sus cargos
públicos (o sus representantes en organismos derivados de su presencia
institucional) y sus sueldos anteriores o los que les establece IU. Así
pues un arquitecto con empleo previo y un parado que representen a IU en la
misma institución perciben de ella lo mismo pero se supone que han de entregar a
la organización diferente cantidad, cobrando el arquitecto como arquitecto y el
parado como parado, aunque realicen la misma actividad. Que se sepa, IU nunca ha
suministrado a nivel nacional a su afiliación una relación nominal de lo
que han cobrado y cobran efectivamente sus diputados, alcaldes, concejales
y representantes en entidades publicas y financieras, que permita revisar y
comparar especifica y nominalmente el grado de cumplimiento de este
criterio. Si sumamos esta realidad a la anteriormente apuntada cabe concluir que
la presencia institucional es crucial para la pervivencia de IU.
Así resulta lógico que pese a que en el discurso de IU
desde su fundación lo institucional siempre se haya presentado como una
consecuencia de su función global, de hecho el orden de prioridades haya sido
justo el contrario. Alcanzar, mantener y aumentar la representación ha sido el
objetivo y lo demás, medios de diferente entidad y utilidad a su servicio. IU -y
el PCE que sobrevive parasitando a su costa- no se entenderían sin presencia
institucional. Sin casi militancia activa, IU se reduce en esencia a lo que es,
en tanto representación en las instituciones. Eso explica, por ejemplo, que se
den casos como el de una gran ciudad andaluza que decidió gobernarse en
coalición con el PSOE en una reunión de muy escasa asistencia con el argumento
de que la diferencia entre cogobernar y no hacerlo era conseguir ingresos o
dejar de tenerlos. Casualmente, además, resulta que en un 80% de aquellos
que apoyaron la coalición se daba la también la condición de ser personas
que luego resultarían colocados o bien de ser parientes en primer
grado (padres, hijos, hermanos, parejas) de contratados sea en la
institución, sea en la organización, gracias a los cargos y fondos
derivados de la coalición. Tambien ayuda a comprender, en otro
ámbito, hasta que punto puede tener repercusión sobre la política de IU que
un diputado se encuentre en las puertas de acceder al derecho a
percibir en su retiro la jugosa jubilación que concede el parlamento y que
condición para ello sea asegurarse su reelección, previo pase del tramite de
nominación interna.
En IU se aplica a tope la máxima futbolística de que,
llegado el caso, "que pase el balón, pero no el jugador". Si algo
caracteriza a IU es su abundantisima producción de papeles, muchas veces
redundantes. Documentos, resoluciones, programas... se amontonan. Quienes
controlan la casa saben perfectamente cual es su valor. Llegado el caso y si se
ha colado por despiste en un Congreso alguna enmienda o
propuesta inconveniente, basta con no editar el texto resultante para
sustraerle no sólo validez sino incluso llegar a los pocos meses a negar
que el incidente se hubiera producido. Realmente la política de IU es la que van
marcando aquellos de sus cargos públicos que por su función tienen acceso y
audiencia en los medios de comunicación. El resto de la formación, queda como
oyente. IU en sus papeles puede decir sobre tal o cual tema "A"; pero lo
que importa y lo que define realmente a IU, aunque sea "B", es lo que declaran
sus diputados, alcaldes y concejales de grandes ciudades a la prensa. Llegado el
caso IU puede tener también en sus papeles escrito "A", justo hasta el momento
en que se convierte en tema de actualidad política, para entonces trasmutarse
con toda desenvoltura en "B". Tambien pueden votar "B" en lugar de "A" si
llega el caso y luego -si alguien inquiere explicación- aducir que lo
imponía tal o cual maniobra parlamentaria o municipal o tal y cual compleja
disposición reglamentaria, de inasequible comprensión para los simples
mortales. La casuística es infinita, los recursos múltiples y la
imaginación para su desarrollo, portentosa. Inevitablemente, además, los
medios de comunicación son quienes califican a los representantes de IU,
tratándolos con diferente grado de hostilidad o de silencio, según su
talante, posiciones y comportamiento. Con organizaciones de base de las que
habitualmente tiene IU, esa es la imagen que llega a sus afiliados y
puede determinar su valoración, con lo que termina siendo para estos
representantes extremadamente importante caer bien a la prensa para
asegurar su continuidad.
Todo esto, si nos colocamos en el más amplio ámbito de
la izquierda, si con algo tiene que ver es con el tipo de funcionamiento propio
de la tradición socialdemocrata. La ubicación e identificación profunda dentro
del marco político-jurídico del Régimen es otra de sus consecuencias. Por
supuesto, IU no es, en abstracto, menos democrática que otras formaciones
institucionales -la derecha, el PSOE, los andalucistas, que tienen cada uno sus
practicas específicas- lo que provoca esta referencia es que, a diferencia de
los otros, IU pretende ser cualitativamente distinta.
Así pues, si los cargos públicos son los que aseguran la
financiación, tienen tanto que ver en quienes pueden ser sus
beneficiarios y son los portadores y definidores reales de la
línea política, se entiende bien que la lucha crucial en IU este situada en
quien los ejerce, o lo que es lo mismo, quienes ocupan los puestos de salida.
Por ello, para ver qué y quien manda en IU adonde hay que mirar no es a sus
papeles; ni siquiera a sus órganos de dirección (donde habitualmente vegetan
siempre algunos izquierdistas como relleno) sino a quien constituye sus grupos
institucionales en municipios y parlamentos y a quien controla y conforma su
aparato estable, capaz de orientar la formación de las listas. Esto es lo que se
esta discutiendo ahora mismo en la sucursal andaluza de IU.
Papeles en contraste
Para la próxima Asamblea/Congreso de IU se han
presentado tres documentos globales. Uno oficial y otros dos de la corriente
critica. Que sean dos se explica porque en tanto uno de ellos la representa en
su totalidad; el otro que avala CUT-BAI, permite a esta ultima aparecer
formalmente diferenciada en su seno y conseguir para sus
dirigentes unos minutos de atención bajo los focos hasta el momento en
que se produzcan las votaciones de las listas. El secundario lugar del debate
político en este proceso ya ha quedado suficientemente descrito anteriormente y
el margen para la participación, bien delimitado cuando se recuerda que las
normas congresuales exigen un mínimo del 20% de apoyo para que
una simple enmienda o documento alternativo pueda ser planteado y debatido en el
escalón superior.
Aún con los limites antedichos, es obvio que ninguno de
los protagonistas puede presentarse a cuerpo descubierto sin ampararse bajo algo
que recuerde a un proyecto político. Las elecciones están a la vuelta de la
esquina y tampoco la tradición de la izquierda tolera semejantes ejercicios de
franqueza. ¿Porqué tomarse la molestia
de leerlos y valorarlos?. Primero, porque, desparramados por los textos, pueden
encontrarse datos interesantes sobre la situación nacional, expurgados de
diversas fuentes estadísticas; circunstancia natural en documentos de una
formación política que tiene profesionales dedicados a estos menesteres.
Segundo, porque allí puede encontrarse ejes fundamentales del discurso de
la sucursal andaluza de IU que luego son difundidos al conjunto
de la izquierda social. Y tercero y fundamental, porque, entre sus paginas
y aún en contra de la voluntad de sus autores, puede descubrirse y acreditarse,
a poco que se lean con atención, la banalidad de sus argumentaciones y
la inconsistencia de su pretensión de ser el referente de la izquierda
andaluza.
El Documento
oficial
Es el más largo. Pareciera como si el sector oficial
hubiera querido apabullar a sus adversarios no sólo por la fuerza de su aparato
sino también por el grosor físico de sus propuestas. No obstante, una vez leído,
da la impresión de ser una amortización de textos previos colocados en
sucesión que un nuevo documento coherente. Sus patrocinadores no deben contar
con que haya muchos que vayan mucho más allá de mirarle las tapas,
parece.
El enfoque global del documento es el tradicional
de IU. España es la nación y el contexto y Andalucía sólo la región
donde hay que aplicar su política, atendiendo a sus objetivos
españoles. Esto, traducido a la jerga de IU, se
convierte en la consideración de la obtención de un Estado federal español por
vías constitucionales como núcleo del proyecto de la sucursal andaluza
de IU. No falta en el papel siquiera la reivindicación vergonzante de
la estafa política que supuso la aprobación del texto estatutario y de la
defensa persistente del engaño hecha por el PCE-IU a lo largo de los últimos
decenios (2). A todo esto, en
un enésimo ejercicio de travestismo oportunista, lo llaman "andalucismo
de izquierda".
El texto describe abundantes elementos de la situación
andaluza. Relatando los síntomas y haciendo referencia a casi todo lo divino y
lo humano (globalización, Europa...), elude el lógico diagnostico por
incomodo y escurre manifiestamente el bulto a lo hora de proponer un
tratamiento a la altura de la enfermedad descrita. A estas alturas -atados al
marco político del Régimen- siguen defendiendo el consenso con el PSOE y la
derecha españolista del PP como formulas para acceder a una nueva situación y un
nuevo marco político. Tras repasar las dramáticas consecuencias para Andalucía
de la política dependentista neoliberal del PSOE, lo más que se les llega a
ocurrir como demanda de instrumentos para revertirla es exigir para el nuevo
estatuto la gestión del agua del Guadalquivir (!!). Al renunciar a la
Soberanía Nacional de Andalucía y al rechazar la aspiración a un Estado nacional
andaluz; renuncian también a todos los instrumentos políticos, jurídicos y
económicos necesarios para construir, desde y por Andalucía, un escenario
social, cultural y económico desde el que protegerse y recuperarse de las
agresiones capitalistas españolas y europeas. Relatan las lacras de la
dependencia y del neoliberalismo y las consecuencias del sometimiento a España
(citando el crimen pero sin citar al criminal, por supuesto) pero no plantean la
obtención por Andalucía de los poderes y competencias necesarios
para resolverlas. Sus quejas recuerdan a los hipócritas lamentos
católicos por la injusticia social. Ni Código penal y civil propio; ni
potestad de expropiación que posibilite realmente una Reforma Agraria; ni
legislación laboral andaluza que elimine la precariedad; ni veto efectivo
sobre la política europea y presencia internacional andaluza; ni control
exclusivo sobre la educación que permita un sistema de enseñanza andaluz
nacional, laico y gratuito; ni concierto y Hacienda Nacional... ni nada que
al reclamarse implique enfrentarse con el marco español. Es un documento que
supura cinismo y cobardía por todas sus paginas al presentar como pretendida
alternativa lo que es sólo continuidad conservadora, sin acercarse a esbozar
siquiera el catalogo de reivindicaciones mínimo para disponer de medios e
instrumentos con los que conformar un proyecto nacional andaluz (3). Cuando el planteamiento de la Propuesta
Ibarretxe en Euskadi ha demostrado, por activa y por pasiva, cual es la
naturaleza política del Régimen español y por extensión cuales son las formas
mínimas para combatirlo, el sector oficial de la sucursal andaluza de IU sigue
resguardado tras la letra de la Constitución española y el Estatuto que
contribuyeron a imponer; empeñados en nuevas lecturas y
desarrollos constitucionales y en reformas que no reforman nada,
siempre dentro del marco constitucional. Todo su discurso no es más que la
cobertura de sus ansias egoístas de participar con mayor protagonismo en la
gestión de la dependencia.
Llegan, incluso, al extremo de criticar una
hipotética política keynesiana andaluza como eje de un desarrollo
andaluz, descalificándola como antigua, sin reconocer que su mismo
planteamiento exigiría de poderes y competencias para Andalucía que renuncian de
antemano a demandar. Y justo a continuación plantean como presunta
alternativa novedosa, un refrito del discurso y la política del PSOE teñido de
social -pasar el énfasis de los emprendedores individuales a las
cooperativas y sociedades anónimas laborales- envuelto en una presentación
apologética del llamado desarrollo comunitario -tan del gusto de los
burócratas de Bruselas- que no es más que una nueva denominación de la política
de pequeñas subvenciones acompañada de clientelismo y corrupción
social.
A la hora de las concreciones, sin olvidarse de
proclamarse abiertos ante la nueva Constitución europea, concluyen afirmando su
apertura a formar parte de "gobiernos plurales de izquierda" (eufemismo
para describir su incorporación como socio menor al Gobierno
Chaves) aconsejándole al PSOE que no se fíe del PA porque puede
cambiar de pareja haciendo con el PP lo que ya ha hecho con el PSOE (lo que
dicho de otra forma viene a ser algo así como que, para socios fieles, ahí están
ellos).
La Propuesta
critica

El documento critico comienza precisamente
haciéndose eco del debate sobre la utilidad o inutilidad de IU:
"proviene de un reproche social hacia esta
izquierda: sois inútiles (porque no tenéis poder), sois inútiles (porque sois
pocos), sois inútiles (porque no tenéis bastante respaldo social)". El
problema de este reconocimiento -un rasgo de inteligencia política en una
corriente que se pretende critica frente al oficialismo- es que lo sustenta
tomando prestados prejuicios de otra versión de la izquierda inútil -la
oenegera- y lo reduce a argumento para amparar una actitud
más reacia a un próximo Gobierno de coalición con el PSOE; una de sus señas
de identidad coyuntural en la pugna interna actual. Tras la constatación de la
cuestión no hay valentía consecuente en el balance. Por el contrario
-consecuencia obvia de haber sido corresponsables de su dirección durante
años- participa de la misma manipulación que critica en las tesis
oficialistas, proclamando que: "IULV-CA ha sido tremendamente útil para
impulsar debates y propuestas sociales, para impulsar valores de ética y de
solidaridad, para resistir a ciertas ofensivas ideológicas de fondo, mientras
que otras fuerzas políticas, desde su posibilismo y pragmatismo han abierto de
par en par las puertas a ideologías conservadoras.". ¿Qué resistencia hay
cuando, por ejemplo, se critica el neoliberalismo pero se defiende como
solución al desempleo y el subdesarrollo la conversión de los parados en
empresarios?. ¿Qué ética al repetir al mismo compás que los hoy oficialistas
durante años las ignotas maravillas del marco constitucional español?. El texto
no se hace pregunta alguna sobre la trayectoria política de sus más
destacados impulsores ni tampoco revisa qué han hecho allí donde tenían poder
-aunque fuera limitado- como en los municipios en que han gobernado ni cual ha
sido el contenido político del discurso que han difundido en la practica (por
ejemplo, como parlamentarios). En lugar de esto, prefiere huir de este espinoso
aspecto envolviéndose en la moralina abstracta tan del gusto de esa
izquierda oenegera que toma como referente de ocasión: valores, actitudes...
Bla, bla, bla.
Los críticos, como rasgo positivo,
afirman de la Constitución europea con rotundidad que "es un
proyecto que eleva a categoría de fundamental el
neoliberalismo". Lo que de inmediato provoca la pregunta:
¿compromete este pronunciamiento, por ejemplo, a Rosa Aguilar, alcaldesa de
Córdoba y destacada integrante de la corriente?. ¿Es un adelanto de posición de
voto negativo de sus diputados en el Parlamento español?.
El texto -como el de sus oponentes-
repasa múltiples elementos de la realidad andaluza, añadiéndole como aportación
singular una perspectiva de genero, aportando datos escalofriantes sobre el
alcance de nuestra dependencia y
dominación.
Cuando se aterriza en las soluciones, los
críticos afirman: "son los andaluces quienes deben decidir el mejor marco
competencial, las cotas de autogobierno en un ejercicio de soberanía sin
limitaciones. Es decir, no es el Estado [español, se supone] quien debe
definir u otorgar el poder político a los andaluces, sino los propios andaluces
quienes, de forma autónoma y solidaria, definan el marco de un nuevo estado que
necesita una reforma en profundidad". ¿Afirmación de Soberanía Nacional?.
¿Planteamiento de un proceso constituyente nacional enfrentado al Estado español
e insumiso a sus corsés?. ¡Quia!. Dos párrafos después afirman con desenvoltura:
"Andalucía puede ser la comunidad autónoma que desde una concepción
solidaria marque el norte y los ritmos en el necesario proceso o lectura
federalizante de la Constitución Española". O sea, el mismo doble lenguaje
manipulador de toda la vida propio de IU; el mismo procedimiento sincopado
y consensuado con la derecha y el mismo objetivo: la utilización de
Andalucía no por sí, sino como pantalla en defensa de España y
plataforma territorial desde la que oponerse a otras aspiraciones
nacionales más coherentes y ambiciosas que puedan plantearse en Euskadi y
Cataluña. Aquí y allá le suman alguna reclamación concreta a las que ya
presentan los oficiales; pero el método, las premisas y la estrategia es
exactamente la misma. Su orden de lógica política es justo el inverso al que
sería propio de una izquierda que mereciera ese nombre y al que demanda la
coyuntura nacional, estatal y europea: no parten de las necesidades de
Andalucía para reclamar los poderes consecuentes sino que, por el
contrario, desde su lealtad al Estado español y a su Constitución, enumeran
deslavazadas modificaciones políticamente irrelevantes que puedan
acogerse a sus limites. Su propuesta, de aplicarse, dejaría a Andalucía tan
sometida e impotente como ahora. ¿No es esta incapacidad de pensar y trabajar
por alternativas nacionales y sociales coherentes lo que define realmente a
una izquierda inútil?.
Parte importante de su discurso es la reclamación de la
refundación de IU, como necesidad derivada del descrédito acumulado. A
ello le dedican varias paginas sin caer, al parecer, en la cuenta de que el
cuadro que describen de IU para basar su aspiración de alternativa es de tal
degeneración que provoca irremisiblemente en pura lógica otro debate sobre su
lugar en esa IU que dibujan con tan negros tonos. Sin embargo, en ningún momento
plantean lo que sería una precondición de credibilidad para sus
afirmaciones de cambio: un compromiso por su parte de convertir a IU-CA
realmente en una fuerza política andaluza -esa izquierda
andaluza de la que tanto hablan- en la que pudieran plasmarse sus
reivindicaciones de nuevo estilo de funcionamiento, emancipándose de la tutela
burocrática de IU-España. Con toda su pose, no parecen tener interés
alguno en sacar conclusiones políticas del hecho evidente -basta hacer
algunas cuentas- de que IU-España sobrevive como organización
parlamentaria gracias al soporte y uso de los votos andaluces que le
suministra su sucursal. Ni siquiera se plantean obtener el estatus de ICV; por
el contrario, su silencio reafirma su apoyo a la condición de sucursal política
de IU-CA y su sometimiento político e ideológico, también en lo
organizativo, a un proyecto español.
El documento
de CUT-BAI

Bastante antes de valorar el nivel de coherencia formal
del documento y como cuestión previa, lo que de su lectura se desprende son
dos preguntas políticas: Primera. Si esa es seria, real y
sinceramente la posición política de CUT-BAI, ¿como puede conciliarla con
participar de las listas de una Corriente critica con la que tiene de
forma tan notoria tan importantes diferencias políticas?. ¿Qué es para CUT-BAI
aquí lo importante: el proyecto que recoge su papel o la suma de votos que da
acceso al control de las listas electorales y el aparato de IU?.
Segunda. Tras haber presentado en numerosísimas ocasiones la
misma o similar propuesta, sin haber modificado en nada la línea política y el
discurso de IU y sin que ni una ni otro respondan ni remotamente a sus
premisas y objetivos expuestos, ¿que necesita CUT-BAI para considerar que el
marco de IU es incoherente a los presupuestos políticos que formalmente
defiende?. Dos preguntas que llevan a otra. Tercera. ¿Para qué
existe CUT-BAI y qué quiere realmente?.
Al ir junto con los críticos, CUT-BAI no sólo rejunta
votos sino que también les transmite objetivamente un aval como alternativa
política. ¿Piensa CUT-BAI que la política que defienden los críticos es
sustancialmente distinta que la de los oficiales?. Si piensa así, ¿porque no ha
elaborado un documento conjunto que sintetice posiciones?. Y si no piensa así y
cree tan grande la distancia que considera necesario plantear una
alternativa propia, ¿porque luego, a la hora de la verdad, van juntos en las
listas para disputar el poder interno?. ¿Que pinta CUT-BAI -si es una
organización de referencia nacional- sosteniendo a Corriente Roja, que es un
proyecto español?. ¿Que hará CUT-BAI si nuevamente se rechazan sus propuestas?.
¿Continuar cómodamente en IU, ejerciendo de vez en cuando de Pepito Grillo,
para acallar la conciencia dolorida?. ¿Puede pretender ser
honestamente útil una izquierda que con su presencia respalda a una izquierda
inútil y contribuye a su permanencia?
Mientras no se respondan estas y
otras preguntas similares, no tiene caso valorar lo que hasta entonces sólo tiene valor como mero ejercicio de
literatura política. Palabras sin actos; en una organización que se supone mucho
más que un mero boletin.
NOTAS
(1) Sobre el proceso en la
sucursal andaluza de IU, ver La crisis interminable, Andalucía
Libre nº 203
(2). Ver, sobre la historia
del proceso autonómico andaluz:
*A. 25
Aniversario del 4 de
Diciembre [Cómo fue realmente el 4-D],
Andalucía Libre nº 147-
*B. Ya
pasó el 28 de Febrero [Cómo y porqué se
llegó al referéndum de iniciativa autonómica], Andalucía Libre nº 165
*C. Memoria
de Andalucía [El Pacto de Antequera, Los pasteleos de la
elaboración estatutaria],Andalucía Libre nº 120.
(3). Ver, como esbozo de catalogo reivindicativo
y estrategia política, La
Propuesta Nacionalista, Andalucía
Libre nº 94
DOCUMENTOS SUCURSAL ANDALUZA DE IZQUIERDA
UNIDA
Euskadi
Acoso
español
Andalucía
Libre
Se recordará
el intento de boicoteo españolista de la conferencia del Lehendakari Ibarretxe
en Granada, acompañado de broncas y amagos de agresión. Pues bien, a los pocos
días el PP en el Ayuntamiento de Granada
impidió con su mayoría absoluta, la discusión y aprobación de una
propuesta del PSOE de condena de los incidentes. El PSOE acusó al Ayuntamiento
de amparar a los ultras. El PP alegó que la condena institucional excedía las
competencias municipales. El secretario provincial del PSOE, Francisco Álvarez
de la Chica, afirmó que el Ayuntamiento amparaba así a cargos del PP,
refiriéndose a la presencia del diputado provincial del PP, Francisco Saavedra,
y dos de sus hijos, uno de ellos edil popular, en la protesta junto a una
pancarta que rezaba "ETA=PNV". El episodio, muestra una vez más cual es el
sentido y la intencionalidad que el PP da a "las condenas", su relación
de afinidad y complementariedad política con la ultraderecha y cómo plantea la
oposición al Plan Ibarretxe.
Ya la Declaración Institucional del Gobierno español al
presentarse el proyecto en el Parlamento vasco no dejaba lugar a dudas sobre el
enfoque ultraespañolista, la ausencia de todo escrúpulo y la disposición a una
masiva movilización de todo tipo de recursos con los que el PP planteaba su
estrategia de respuesta y acoso.
En las ultimas
semanas, en sucesión continua, se han venido produciendo hechos que responden a
este planteamiento.
1º. Con los votos de
PP-PSOE, aprueban una resolución en Álava en la que amenazan con su segregación
de Euskadi si avanza el Plan, aunque no exista contemplado en el ordenamiento
jurídico español forma alguna con la que una provincia pueda salirse de una
Comunidad autonoma. Este ejercicio de autodeterminación contra la
autodeterminación da lugar a la presentación de un recurso judicial para paralizar el debate y
tramitación de la Propuesta.
2º. Por si los
pronunciamientos favorables a la Constitución española por parte de la patronal
española CEOE fueran insuficientes, salen a la palestra en sucesión orquestada
portavoces de empresas como el BBVA o Iberdrola reiterando su compromiso español
y su preocupación por los costes económicos que pudiera conllevar la situación.
3º. El Gobierno
recurre ante el Tribunal Constitucional español prácticamente todo lo que
aprueba el parlamento o impulsa el Gobierno vasco. Al tribunal se recurre la
formación del Servicio Vasco de Empleo, la Ley Vasca de Cajas de Ahorros, la
apertura de Delegaciones vascas en el exterior e incluso se descuentan 32
millones de euros del cupo.
4º. Una circular de
la consejería de Educación vasca en la que se orienta sobre formulas de
integración pedagógica y lingüística de alumnos matriculados en Euskadi
procedentes del exterior, provoca una escandalera mediática de aupa -con recurso
también incluido- porque en su texto se denomina como "inmigrantes" de igual
modo a los venidos de fuera, sean o no del Estado español. El absurdo es total
-vengan de Senegal o de Galicia, todo alumno no previamente
escolarizado en Euskadi tendrá semejantes necesidades para adecuarse
paulatinamente a la enseñanza del vasco, se supone- pero no quita para que
desde el Gobierno y sus aliados españoles -destacadamente CCOO- se tache la
circular como "racista".
5º. Casualmente,
fuerzas paracaidistas y de otras unidades del Ejercito español -con toda su
parafernalia bélica y destacado despliegue de banderas- se dedican por esos
mismo días a realizar "maniobras" dentro de los cascos urbanos de varias
ciudades vascas. El Gobierno español dice que son "ejercicios de rutina".
6º. En la cumbre
Aznar-Chirac de Carcasona, el presidente francés se pronuncia explícitamente
contra la Propuesta Ibarretxe apoyando las tesis de su colega español.
7º. PP y PSOE
comienzan a presentar y aprobar mociones de condena del Plan Ibarretxe en
ayuntamientos de todo el Estado español y en asambleas legislativas de
comunidades autónomas (especialmente de aquellas más artificiales). Tambien se
informa que están trabajando para que el Parlamento europeo de Estrasburgo se
pronuncie contra la Propuesta.
8º. Los secretarios
generales de los sindicatos españoles CCOO y UGT, Fidalgo y
Méndez, condenan solemnemente en rueda de prensa el plan Ibarretxe. Su
coincidencia en el análisis con la patronal CEOE y las grandes empresas es
portentosa.
Recordemos que la
Propuesta de Reforma Estatutaria de Ibarretxe no es ni un plan de
independencia ni siquiera un plan soberanista* sino una reforma estatutaria que
por su entidad implicaría una reforma constitucional.
La izquierda abertzale mayoritaria, por su
parte, demanda dialogo en su Declaración del Anaitasuna; sin avanzar nada
especialmente significativo ni en el análisis ni en la concreción de
propuestas ni en la toma de iniciativas políticas.
Enlace:
(Documentos, Opiniones, Enlaces)
DECLARACIÓN POLÍTICA DEL ANAITASUNA
Para todo el que quiera analizar objetivamente la situación política
actual de Euskal Herria, dicha situación se puede resumir en dos
constataciones innegables:
Por un lado, el Estado Español
nos niega nuestro reconocimiento como pueblo y ha optado por una represión
brutal (ilegalizaciones, cierres de periódicos, pucherazo electoral, uso
sistemático de la tortura...). El Estado francés, por su parte, ha aumentado
su poder represivo y niega o desprecia las peticiones que se le hacen desde
Lapurdi, Zuberoa o Nafarroa Beherea. Uno y otro tratan de negar a nuestro
pueblo el escenario democrático que tanto necesita; en un intento cada vez más
manifiesto. Hoy en día los estados únicamente nos ofrecen imposición,
represión, desprecio y fuerza bruta. Su única fuerza es la fuerza del Estado:
esa es su única alternativa.
Por otro lado, y con el fin de
asentar nuestro futuro en bases de carácter nacional y democrático, en nuestro
pueblo ha comenzado a desarrollarse un importante debate político. Hoy es el
día en que al hablar sobre nuestro futuro político, económico, cultural o
institucional, se mencionan conceptos como el respeto a la decisión ciudadana
y la importancia de la palabra y la decisión que tome Euskal Herria. Este
debate se ha extendido en gran medida en nuestra vida política, y algunas
instituciones o foros se han hecho eco del mismo. El Foro Nacional de Debate
puesto en marcha hace poco, el debate que se desarrollará en el Parlamento de
Gasteiz, el debate impulsado por la Plataforma Batera, o el debate abierto
entre las fuerzas abertzales de Lapurdi, Xiberoa y Nafarroa Beherea;
demuestran la vitalidad del debate político en nuestro pueblo. En
consecuencia, podemos decir que mientras gran parte de la ciudadanía trabaja y
lucha constantemente por conseguir un nuevo escenario político, los estados
están tratando de evitar dicho cambio.
Sin lugar a duda la realidad que
hoy vivimos es fruto del proceso político abierto en 1998: un proceso
democrático que necesita de nuevos pasos para su desarrollo y madurez. Por
eso, en medio de esta trascendente coyuntura, la izquierda abertzale quiere,
por encima de otras prioridades, reafirmar el compromiso de actuar con
responsabilidad política, y quiere extender esa misma petición a los demás
agentes políticos y sociales.
Somos conscientes de que vivimos
momentos duros y dolorosos. Sabemos que la represión es brutal y que sólo
vemos actitudes provocadoras e irresponsables por parte de algunos. ¿Cómo
entender sino la actitud con que nos trata la Ertzaintza? ¿Cómo entender que
los que se tienen como abertzales y progresistas se aprovechen del apartheid
político?
A pesar de todo, creemos
realmente que ante la nueva oportunidad política que tenemos delante, además
de mantener con firmeza nuestros principios, denunciar esas actitudes y dar
ante ellas una respuesta contundente; necesitamos de iniciativas que
evidencien nuestro talante abierto y nuestra voluntad de acuerdo. Como muestra
de nuestro compromiso por buscar vías de solución, queremos tender la mano a
los agentes políticos, sindicales y sociales que quieran dar una solución al
conflicto político y a los problemas básicos que tenemos como pueblo.
En este sentido, cuando se está
agotando el marco autonómico y se abre una nueva era, tenemos que ir más allá
de la mera resistencia: la izquierda abertzale cree que es necesaria la unión
de las fuerzas populares que tienen como objetivo la consecución de un marco
democrático. Por eso en el futuro, aparte de responder a los Estados y
denunciar las actitudes provocadoras, adoptamos el compromiso de hacer
propuestas positivas y constructivas. Para que seamos así cada vez más en
nuestro trabajo y lucha diarias los impulsores de una solución democrática.
Por tanto, con toda responsabilidad, la izquierda abertzale quiere exponer lo
siguiente:
a) El final del ciclo
autonómico y el debate abierto en Euskal Herria nos demuestran que se están
creando las condiciones objetivas para la resolución del conflicto.
b) Nos encontramos ante un
momento decisivo. Sería una irresponsabilidad terrible no resolver el
conflicto y dejar como herencia a nuestras hijas e hijos un nuevo fraude
para muchos años.
c) Superar el conflicto
político y empezar a buscar las vías de solución para poder sobrevivir como
pueblo constituyen una necesidad política y una prioridad histórica a
afrontar de manera colectiva.
En consecuencia, la izquierda
abertzale quiere proponer y dar a conocer públicamente lo siguiente:
1.- Hacemos un llamamiento
formal al diálogo a todos los agentes políticos, sociales y sindicales que
quieran dar una solución al conflicto político.
2.- El mencionado proceso de
diálogo será sin exclusiones y sin condiciones.
3.- A nuestro entender, el
objetivo de este diálogo político debe ser la resolución del conflicto y de
los problemas básicos que para nuestro pueblo se derivan de él.
4.- Asimismo, la izquierda
abertzale quiere subrayar que los conceptos que se están presentando y
poniendo a debate en las diferentes propuestas políticas pueden ser
importantes bases del diálogo político, constituyendo para la izquierda
abertzale la llave misma de la solución del conflicto. Así, conceptos como
Euskal Herria, siete territorios vascos, el derecho de autodeterminación, el
convenio internacional de derechos civiles y políticos; y la consulta
popular en un escenario de no violencia son planteamientos con los que
estamos de acuerdo y configuran una base totalmente válida para empezar a
debatir.
Nuestro reto es construir un
proceso que mediante un diálogo sin exclusiones ni condiciones sirva para
hacer un plan para la solución del conflicto que sea de todos. Queremos
sumarnos a este diálogo con actitud constructiva, conscientes de que nadie
tiene la razón al cien por cien. Solamente así podremos avanzar en el camino
hacia el acuerdo. -
En Iruñea, a 1 de noviembre de
2003
--oOo--
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