nē 267
En este Correo:
Andalucía. IX Congreso Nacional del
SOC
*El SOC
se compromete a construir el Sindicato
Andaluz del Trabajo, Andalucía
Libre
*El
Remate, Andalucía:
Encrucijada Sindical, Andalucía Libre
*Materiales para el
Debate
Relacionados:
-
Agricultura andaluza y trabajadores extranjeros: del jornalero
andaluz al temporero inmigrante, Estrella Gualda Caballero
-
Algunas ideas en torno a la Reforma del Sistema de Subsidio de
Desempleo para Trabajadores Agrarios, Jose I. García Pérez
- Campo Andaluz, Sindicalismo jornalero, Subsidio
Agrario y PER, Andalucía Libre
-
Informe a la Asamblea Nacional Extraordinaria del SOC (julio de
2003), Diego Cañamero
*Solidaridad con
David Reyes
*Sugerencias:
-
Tres Documentos de CUT-BAI:
Soberanía, ahora es el
Momento; Estatuto Nacional de
Andalucía; Informe
Politico
- Encuesta:
Valora Andalucía, a la hora de la
Reforma Estatutaria
- Etnicidad andaluza: su modelo de
identidad en el discurso político-educativo de
Andalucía, M. Hijano del Rio y F. Ruiz Morales,
- Flamenco.
Recorrido en la Red
- Arbonaida.
*Directorio de
Andalucía en Internet,
Andalucía
Celebrado el IX Congreso Nacional del SOC
El SOC se compromete a construir el
Sindicato Andaluz del Trabajo
Andalucia Libre
Durante los días 26, 27 y
28 de Agosto, el Sindicato de
Obreros del Campo celebró en Mollina (Comarca de Antequera) su IX Congreso Nacional.
En representación de unos 20.000 afiliados, 269 delegados
aprobaron el Informe de gestión y balance desde el anterior Congreso*;
debatieron y votaron diversas resoluciones, entre las que destacan la
decisión de impulsar la creación de una confederación sindical andaluza de
ámbito general y una redefinición de la posición del SOC ante las elecciones
sindicales. Tambien renovaron su dirección nacional, reeligiendo por
unanimidad a Diego Cañamero como secretario general. Asistieron y se dirigieron
al plenario representantes de organizaciones políticas (CUT-BAI, PA, PSA,
PCE-IU y PCPE); sindicales (CGT y CSA) y de pequeños campesinos
(COAG), entre otros.
Cañamero se dirige al pleno junto al nuevo Comité
Ejecutivo
Balance de gestión
Diego Cañamero presentó un Informe -aprobado por
257 votos a favor y una abstención- en que destacaba la expansión afiliativa y
territorial del SOC desde su anterior Congreso Nacional en 2001. Desde esa
fecha, el SOC había creado 34 nuevas Uniones Locales e
incorporado 8.000 afiliados más. De los 20.000 afiliados
con que declara el SOC a nivel nacional, 6.000 son mujeres.
Subrayó Cañamero en este
plano la integración en el SOC de "significativos sectores sindicales
provenientes de CCOO y de UGT en diversas comarcas andaluzas". Igualmente,
recordó la creación en estos años de la Federación de Construcción del
SOC "que viene a organizar a un sector de jornaleros,
fundamentalmente jóvenes, que se han incorporado al boom de la construcción ante
la falta de oportunidades en sus respectivos pueblos y que ya ha
intervenido en defensa de los trabajadores en varios conflictos".
En su balance de luchas,
destacó la pelea por la retirada del decretazo del PP de reforma del Subsidio
Agrario que a día de hoy con el nuevo Gobierno del
PSOE permanece vigente. El SOC -recordó- llevó a cabo
entonces más de 100 acciones reivindicativas, entre ellas los cortes de la
Nacional IV en Despeñaperros, la concentración de 10.000 mujeres jornaleras en
la Plaza de España en Sevilla, la toma de los Aeropuertos de Málaga y
Sevilla o la Marcha a Madrid. Estas luchas le han supuesto al SOC el
procesamiento de 220 militantes y multas por valor de 60.000 euros. El
SOC ha tenido presencia en este periodo en más de 1.000
fincas, donde se ha hecho un seguimiento del cumplimiento de los
convenios vigentes. La acción sindical del SOC le ha llevado, siguiendo a
los jornaleros andaluces, a la vendimia francesa o a la
recogida de los espárragos en Navarra. La ocupación de
fincas, uno de los métodos tradicionales de lucha del movimiento jornalero,
ha continuado ejerciéndose en Fincas como La Romana o La Turquilla, que han sido
ocupadas por el SOC en varias ocasiones. Mención especial hizo Cañamero al
trabajo realizado con los inmigrantes en las comarcas de
agricultura intensiva de Almería y Huelva.
Tradicionalmente el SOC no se
había presentado a las elecciones sindicales a delegados y
comités de empresa, mediatizadas en el campo andaluz por las condiciones de
temporalidad generalizada. Sin embargo y como consecuencia de los cambios en
implantación, señaló que el SOC comienza ya a tener delegados
sindicales: en el Plan Infoca contra Incendios(Jaén), Telemarketing
(Córdoba) y en varias fincas de Sevilla.
Los
debates-estrella
El Congreso se organizó en
varias comisiones de trabajo donde se debatieron las ponencias presentadas que
anteriormente se habían discutido durante tres meses en las uniones locales del
SOC; recogiendo y votando las enmiendas registradas como trabajo previo a su
presentación y votación en el Pleno. Se formaron Comisiones sobre Soberanía
Alimentaria y Reforma Agraria; Situación de la mujer jornalera; Subsidio Agrario
y REASS; Juventud y Formación; Vivienda, Plan Forestal
y Cooperativismo; Elecciones sindicales y Por un sindicalismo de
clase, unitario y alternativo: SAT. Estas dos ultimas cuestiones
focalizaron la atención.
Sobre la formación del
SAT, antes de iniciarse el Congreso, Cañamero ya declaró a la
prensa que "La idea es, una vez se apruebe en el congreso, mantener una
serie de contactos con sectores críticos de UGT y CCOO, con la CGT, con el
Sindicato Unitario de Huelva, con organizaciones autónomas de distintas
provincias y con grupos independientes existentes en comités de
empresa" para constituir la confederación, "pero todavía no
está definido, dado que en el diseño intervendrán todas aquellas organizaciones
que se unan en este sindicato". En su opinión "sería una segunda vía
sindical importante" a la que auguraba llegar
"rápidamente" a más de 50.000 afiliados en Andalucía y ser "la
primera fuerza sindical de Andalucía en cuatro años". El dirigente del
SOC indicó al respecto que ya había mantenido contactos en este sentido con el
sindicato de Enseñanza USTEA, "con quien compartimos servicios jurídicos y muchas cosas en
distintas provincias y con quien queremos potenciar la colaboración".
En la Comisión del Congreso la
propuesta a favor del SAT se argumentó "desde la preocupación por unir
las fuerzas sindicales de izquierda de Andalucía e ir levantando una alternativa
sindical de ámbito nacional desde la acción y la movilización frente a los
aparatos burocráticos que representan CCOO y UGT", aprobándose por 38
votos a favor y 1 en contra. Presentada en el Pleno por Luis Ocaña, la
ponencia con la propuesta de "crear un Sindicato Andaluz del Trabajo que
aglutine al sindicalismo de izquierdas, de clase, nacional y alternativo de
Andalucía" se aprobó por unanimidad con
258 votos a favor. En posteriores declaraciones a la
prensa, Cañamero explicó que el proceso de conformación del SAT aprobado por el
SOC constará de dos fases que espera que culminen en dos o tres
años con la celebración del congreso nacional constituyente del nuevo
sindicato presente en todas las ramas de la producción, que será "una vía
sindical distinta, no dependiente de partidos y sin ataduras",
indicó. Primero -explico- "se hará un llamamiento a la sociedad
andaluza en general y a la organizada sindical para evaluar y ver dicha
propuesta, que tendría de plazo hasta el 4 de diciembre de 2005 y a partir
de ahí, comenzaría el proceso de creación del SAT".
En lo tocante a la participación del SOC en
las elecciones sindicales a delegados y comités de empresa en
la comisión del Congreso se plantearon tres
posturas: Una, a favor de que el SOC
comience a presentarse a las elecciones sindicales. Dos, otra
"que ve enormes dificultades para poner en marcha esta idea" y una
tercera, que planteaba la participación del SOC en las
elecciones sindicales "como una opción de cada unión local y en función de
las características y necesidades de cada una".
La ponencia inicial redactada por los
miembros de la Ejecutiva saliente J. Luís Caballero y M. Guerra, procedentes del
'Foro Sindical Andaluz', fue retirada en la Comisión.
A la hora de su presentación y debate
en el Pleno, se articuló una "Declaración
Transaccional", defendida así por José Cañamero: "la
crítica que ha hecho el SOC al modelo actual de elecciones sindicales sigue
siendo válida, pues los precarios no pueden ejercer su derecho a participar y en
el campo esto se traduce en que sólo pueden ejercer el voto el 2% de los
trabajadores. Sin embargo, debemos dejar una puerta abierta para que bajo
ciertas condiciones las uniones locales que así lo consideren puedan hacerlo.
¿Qué condiciones son esas?. El acuerdo de la unión local, en primer lugar. Que
las elecciones se realicen cuando haya campañas de recolección, porque así se
garantiza una mayor participación y no cuando le venga bien al empresario. Y en
tercer lugar, la ejecutiva del sindicato debe aceptar a los candidatos de común
acuerdo con la unión local". Sometida a votación fue aprobada por
81 votos a favor frente a 59 en
contra.
El sector opuesto a la participación, por su
parte, resumió así ante el Pleno su posición: "El SOC está
creciendo sin necesidad de presentarse a las elecciones sindicales, no es
necesario recorrer el mismo camino que ha llevado a otros sindicatos a
burocratizarse". Además, la ponencia original retirada en Comisión
también fue defendida en el Pleno por varios delegados, por lo que se puso
a votación obteniendo el apoyo de 25
delegados.
Finalmente, el Congreso aprobó
una representación mínima de mujeres del
30% en los órganos de dirección y eligió un Comité
Ejecutivo de 34 miembros con criterios políticos y de representación
territorial. Diego Cañamero, tras 16 años de secretario general, fue
propuesto por 77 Uniones Locales y reelecto en el cargo con 269
votos a favor, ninguno en contra y ninguna abstención en la última
jornada del IX Congreso.
*Ver: Crónica y análisis del VIII
Congreso Nacional del SOC en Andalucía Libre nē 82, 14 de Marzo de
2001
El
Remate
A propósito del
IX Congreso Nacional del SOC
Andalucía: Encrucijada
Sindical
Andalucía
Libre
De entrada,
es sabido que para cualificar un Congreso es conveniente ir más
allá de lo que suele recogerse formalmente en las respectivas disposiciones
estatutarias en cuanto a la definición de su papel en la vida de la organización
que lo protagoniza y aún de la letra de sus resoluciones. No en todas las
organizaciones políticas y/o sindicales los Congresos tienen la misma
entidad decisoria; ni en todas tienen los aspectos de balance y definición
políticas y de elección de nueva dirección el mismo peso y la misma
relación y ni aún así todos los Congresos tienen luego idénticas
repercusiones. Hay quien afirma que habitualmente un Congreso más que
marcar una nueva etapa, toma nota y condensa lo ya producido en la
precedente, proyectándolo hacia adelante. En otras ocasiones, sin embargo, una
aparente continuidad incluye elementos que al desarrollarse dan
lugar a una nueva realidad y por acumulación a un cambio de
orientación. Sea como fuere, la casuística es infinita.
Sólo el futuro nos dirá si su IX
Congreso Nacional será o no un hito importante para el SOC en
particular y -lo que es más importante aún- para la historia del
sindicalismo andaluz y de Andalucía en general. Para valorarlo, habrá que
esperar, no sólo a la edición de sus resoluciones sino sobre todo y en
especial a ver como estas van poniéndose en practica en los próximos
meses. Además, a la hora de
hacer balance riguroso y ecuánime de las elaboraciones y
definiciones aprobadas conviene situarlas y leerlas simultáneamente en un
doble contexto: el del devenir de la organización que las produce y el de la
realidad del movimiento obrero y la Nación en que esta se inserta, con todos los
condicionantes que ello implica. No pueden entenderse bien sin esta doble
vinculación y a su luz es como hay que intentar medir sus aciertos o sus
insuficiencias. Aún así, la ocasión es apropiada para adentrarse -aún
a riesgo de error- en balances y reflexiones de
conjunto.
Continuidades y
cambios
En una
primera mirada hacia este IX Congreso Nacional del SOC resaltan elementos que se
han desarrollado desde el precedente por diversas causas: unas preexistentes,
otras sobrevenidas; unas objetivas, otras políticas.
Un cambio
significativo producido en el SOC en el ultimo periodo ha sido la incorporación
de sindicalistas del PCPE -de larga y compleja trayectoria sindical- tras
concluir su militancia en CCOO. Esto ha ampliado la presencia del SOC en algunas
comarcas como la Vega del Guadalquivir o Sierra Magina. A esta integración hay
que sumarle otras, de otras procedencias, que en conjunto y añadidas a las
derivadas de su propia dinámica, han incrementado su pluralidad
política interna y su amplitud territorial.
De otra
parte, otros factores han producido también cambios acumulativos en el SOC
que aún están en curso. Así, por ejemplo, la
incipiente diversificación sectorial -con
nueva Federación de la Construcción ya incluida en un sindicato del
campo(!)- respondía a una realidad objetiva: el trasvase a la construcción de
muchos antaño jornaleros y especialmente de muchos jóvenes del medio
rural andaluz, que han pasado en los últimos años de estar predestinados
a heredar de sus mayores la labor de temporeros en el
campo a ejercer ahora en significativa proporción como trabajadores
precarios en las obras generadas por el boom de la especulación inmobiliaria. Un
hecho objetivo de importantes consecuencias, que ya ha provocado en la
practica que el SOC vaya más allá de las intenciones e implicaciones que en
su día motivaron, hace años, el añadido "y del medio rural" a su
denominación oficial, llevándolo hasta la costa incluso. Esta mutación -aun
incipiente- fruto de la migración ha generado otra vía
de nueva implantación territorial y de confluencia con otros sectores
militantes, presionando significativamente a favor de una ampliación de
perspectivas.
La
afiliación al SOC de trabajadores inmigrantes africanos y
magrebies en las comarcas de agricultura intensiva de Almería y Huelva -con
todas sus singularidades- es a su vez otro dato relevante que no sólo ha
contribuido a expandir la implantación territorial del
Sindicato, respondiendo a una apuesta y un trabajo especifico
realizados, sino que también conlleva expectativas y desafíos políticos que
trascienden lo estrictamente sindical tanto en el ámbito comarcal como
nacional. Ese fenómeno de sustitución creciente de jornaleros
autóctonos por foráneos motivada por los bajos salarios del campo -pareja
al anteriormente citado paso de muchos braceros andaluces a la
construcción- da la impresión de que requiere todavía de más estudio, reflexión
y debate de forma que sea cabalmente integrada en todos sus aspectos e
implicaciones (generales, nacionales y de genero) en la visión del SOC sobre los
cambios acaecidos en el medio rural andaluz a la hora de definir su discurso y
estrategia política y sindical.
El
crecimiento de la afiliación femenina en un movimiento
socio-político como el SOC -tradicionalmente de predominio masculino- y
particularmente su especial protagonismo en las movilizaciones por el Subsidio
Agrario del ultimo periodo es un dato a subrayar y que ha tenido
reflejo en el Congreso. Puede ser entendido no sólo como una manifestación
de los cambios producidos en la situación de las nuevas generaciones de mujeres
andaluzas y de la fructificación de las semillas plantadas por el trabajo
del SOC en los pueblos durante años sino también como otra expresión de
esas modificaciones generales apuntadas, ya que la discriminación de genero
en cuanto a perspectivas de empleo y saláriales -pese a la retórica oficial
del Gobierno andaluz- sigue plenamente operativa en Andalucía. Ni las mujeres ni
los mayores tienen demasiadas posibilidades, por ejemplo, de
pasarse y ser aceptadas en un gremio como la construcción,
donde hoy tanto predomina el trabajo por cuenta a destajo y
además sufren especialmente de la ausencia de otras expectativas de empleo.
De ahí la especial importancia para las mujeres del Subsidio Agrario como
ingreso personal y aportación a la renta familiar.
Desde esta
perspectiva analítica y aún teniendo siempre en
cuenta las obligaciones ineludibles que impone la especificidad de la
acción sindical -aún las tan singulares de un sindicato a su vez tan
singular como el SOC- en cuanto a la defensa de los intereses inmediatos de
su afiliación, parece que sería interesante avanzar más de lo hecho hasta ahora
en una reevaluación de la actitud a mantener por el SOC ante el Subsidio
Agrario, tomando conciencia de los riesgos implícitos en su posición
actual. La reivindicación tan destacada del
papel del SOC en las luchas por su defensa que puede verse en los balances
presentados al Congreso puede bloquear al sindicato en una reflexión
más global sobre su función y sobre las alternativas a oponerle que aparece
cada día más necesaria y que no colman las propuestas de reforma que
tradicionalmente ha venido presentando al respecto.
Al margen
de los efectos de las traiciones o componendas de los aparatos burocráticos
de CCOO-UGT -que paradójicamente son los auténticos padres y beneficiarios del
sistema del subsidio, junto al PSOE- resultaría conveniente para el
SOC constatar que la percepción social de la legitimidad del
Subsidio Agrario se ha modificado sustancialmente a nivel nacional en un
sentido entre crítico y desfavorable, incluso dentro de la clase obrera urbana,
con todo lo que ello puede implicar a la hora de requerir y organizar
solidaridades. Pocos recuerdan ya, dentro y fuera de Andalucía, que el
Subsidio -y su antecedente: el Empleo Comunitario- fueron impuestos en su día
por el Gobierno español -con la colaboración inapreciable de CCOO- precisamente
para evitar la Reforma Agraria y han sido desde entonces bases sustanciales de
la Reconversión agrícola andaluza al favorecer la pasividad social y los bajos
salarios. Lo que hoy queda impreso y vivo en la retina social es su
conexión con el fraude y con el trabajo negro, más el
derroche y el clientelismo en la gestión del PER en la mayoría de los
pueblos y esto prima sobre la ridícula cuantía que reciben sus
beneficiarios o el montante global escaso que supone a escala
nacional. Además la visión de los trabajadores inmigrantes
en las recolecciones -excluidos de su percepción tras la reforma del PP- y las
repetidas declaraciones patronales sobre una pretendida "pertinaz falta de
mano de obra" en el campo -frente a la que las emigraciones de jornaleros
andaluces a la vendimia francesa (9.000 declarados este año) quedan
interesadamente relegadas a lo anecdótico- también contribuyen a reducir su
respaldo. En ese contexto y en previsión del futuro, parecería apropiado
valorar hasta que punto procede progresar hacia un reequilibrio en la
acción que deje de favorecer la reducción de la imagen del SOC a la marca
de "el sindicato del subsidio" (o el de los "papeles para
todos", por citar otro cliché) para incidir más en otros aspectos de la
acción sindical que el SOC desarrolla como la negociación
colectiva y la dignificación salarial -con la difícil cuestión
anexa añadida de su avance hacia un convenio nacional-, la vigilancia
sobre las condiciones laborales o la modificación del régimen de
contratación en el campo, entre otros. Y eso, aún siendo
conscientes de que estos planos de acción, dadas las desfavorables
condiciones que se han ido acumulando en estas ultimas décadas y el crónico
papel colaboracionista de CCOO-UGT, requieren comparativamente de muchos más
esfuerzos para alcanzar la movilización y sobre todo el éxito e implican
asimismo afrontar otro complejo debate conexo sobre la estrategia y táctica
del SOC en relación con las organizaciones de pequeños
campesinos.
De igual
modo, quizá habría que pensar también con mayor detenimiento en todas las
implicaciones del hecho de que -como consecuencia de todas las derrotas
acumuladas en Andalucía en los últimos 30 años- la Reforma
Agraria -como cambio real de la estructura de propiedad de la tierra-
haya dejado de ser sentida por la amplia mayoría de los trabajadores del
campo en las comarcas andaluzas como una consigna reivindicativa de
actualidad operativa -aparte de casos locales excepcionales muy concretos-
pudiéndose aventurar que, de alcanzarse algún día, su consecución vendrá casi
más del ámbito nacional al rural que a la inversa. No, por supuesto, para
aceptar sumisamente el orden de propiedad territorial existente -que sigue
siendo socialmente injusto y nacionalmente lesivo- sino para reelaborar el
programa y la estrategia reivindicativa.
Apuestas de
futuro
En este
Congreso el debate sobre la participación del SOC en las elecciones
sindicales a delegados y comités de empresa ha sido quizá el que ha
generado mayor polarización. De hecho, el Sindicato ya tenía representantes
electos surgidos de experiencias y necesidades concretas pero ahora había
que avalar la practica con la debida resolución. Planteado el
debate se ha resuelto en fondo y forma según la más genuina tradición
del SOC, reflejando algunos elementos de su
realidad.
La
propuesta inicial definitoria -defendida desde la Ejecutiva saliente por nuevos
incorporados- provocó la emersión de una oposición que forzó su
retirada, sustentada en un rechazo a la participación en elecciones por
entenderlas esencialmente burocrátizadora, con argumentos que recuerdan
mucho a los usados tradicionalmente por la anarquista CNT. Llegados a este punto
se propuso una transacción que significaba, en
síntesis, avalar la presentación tal y como se ha venido realizando hasta
el Congreso: un instrumento a utilizar cuando las condiciones lo permitan y
aconsejen, dadas las especifidades de un sector como el del campo andaluz y con
las garantías debidas para que ello no desnaturalice la línea sindical del SOC.
Y esto es lo que ha aprobado el Congreso en una votación -por 81 a 59- con
escasa participación comparativa en relación a otras desarrolladas en el
Congreso, que no por ello deja de marcar una pauta importante para
el futuro del Sindicato, dejándole vías libres para conectar con las
necesidades practicas de acción sindical según lo impongan las circunstancias y
asumiendo así una línea adecuada para prepararse ante nuevas
situaciones del porvenir.
Porque, sin
lugar a dudas, la decisión que marca este Congreso y la que servirá esencialente
para valorarlo es el compromiso de construir el SAT como
confederación sindical general de ámbito nacional, implantada en todas las ramas
de la producción. Una apuesta de evidentes consecuencias políticas que
trasciende lo estrictamente sindical.
Con esta
resolución aprobada por unanimidad, el SOC está diciendo que no cree en la
conveniencia de continuar siendo un sindicato de rama, por significativa y
amplia que sea y que el futuro del movimiento jornalero andaluz, del que es
parte tan significativa, está indisolublemente unido más que nunca al del
conjunto de la clase obrera andaluza. Una reflexión, por cierto,
que trasciende su ámbito y es perfectamente aplicable hoy a otros
sectores como la Enseñanza o la Administración pública. Es en parte una
vuelta a sus orígenes del principio de la Transición, cuando el SOC formaba
parte de una confederación como la CSUT -luego SAT- pero presentado y
sustentando sobre bases políticas y sindicales bien distintas a las de aquella
época. Entonces, aunque con sus especificidades, el SOC nacía formando parte de
un proyecto sindical estatal animado por el entonces maoísta PTE. Ahora,
desaparecidos hace años el partido impulsor y su proyección sindical, habiendo
conseguido sostenerse atravesando tiempos difíciles, asumido una identidad
nacional y con una historia detrás de luchas ejemplares que le han
conferido indiscutible personalidad política y sindical propia, el SOC se
compromete a trabajar con plazos por un Sindicato
nacional de izquierda sindical.
El
ámbito y definición nacional del proyecto SAT propuesto
conlleva objetiva y subjetivamente un reconocimiento de la especificidad del
marco nacional para el desarrollo de la lucha de clases -integrándolo con
la imprescindible perspectiva y compromiso
internacionalistas- dotándole de singularidad y adecuación únicas dentro
del mapa sindical andaluz. Frente a los estatalismos dependentistas de
derecha o de izquierda, el proyecto del SAT supone una apuesta
coherente por el protagonismo de la clase obrera andaluza en la construcción de
Andalucía como Nación, en la definición de su proyecto nacional y en el avance
hacia su Liberación Nacional desde contenidos socialistas anticapitalistas.
Tambien un compromiso por su autonomía decisoria y su conformación como
sujeto. Implica constatar en lo inmediato y en lo estratégico la necesidad de
que las luchas obreras andaluzas y el movimiento sindical andaluz superen
-desde la independencia y la unidad sindical- su actual orfandad política
-que no partidaria- que en tanto los debilitan hoy día, asumiendo un horizonte
global propio que responda a sus intereses y los conecte entre
si.
Esta
resolución implica asimismo una autocrítica implícita y un cambio
frente a la orientación y practica anterior del SOC ante la unidad sindical
que produjo una Intersindical(1) -organizada como mesa unitaria de varios
pequeños sindicatos- que no llegó nunca a cuajar y languideció pronto como
cartel de siglas autolimitado a mantener relaciones preferentes, a convocar
conjuntamente el 1ē de Mayo y a poco más. Resulta evidente que una alternativa
sindical que quiera seriamente atraer nuevos militantes y afiliados, implantarse
territorialmente en pueblos, empresas y ciudades y ser algo más que la
mera suma aritmética de sus componentes iniciales ha de poseer personalidad
política, sindical y orgánica propias como sindicato general que le
permitan trascender sus experiencias previas y sectoriales y construir en
conjunto un nuevo proyecto sindical articulado sobre la base de sus luchas y
reflexiones compartidas.
La
propuesta es abierta y unitaria en el marco de
su naturaleza y de ahí la primera fase de contactos que se propone dure hasta el
4 de Diciembre y también es prudente al situar en el horizonte el Congreso
Nacional Constituyente del SAT para dentro de dos o tres años. Pero no es
indeterminada ni indefinida y ha de presuponerse que tal y como se ha formulado,
tampoco parece estar sometida a vetos o condicionantes.
Las
dificultades del empeño son tan obvias como su necesidad. La situación sindical
andaluza está marcada por el retroceso de la fuerza social y política de la
clase obrera(2) y por el peso de los aparatos subvencionados de CCOO-UGT,
sostenedores y beneficiarios del social-liberalismo del PSOE y del sometimiento
nacional de Andalucía. De igual modo, aunque en diferente proporción,
también sufre las consecuencias de la rutina orgánica, gremial o doctrinal
de algunas franjas de la izquierda sindical.
El
llamamiento del SOC por el SAT plantea ineludiblemente un debate definitorio al
conjunto del movimiento sindical andaluz -y especialmente a sus destinatarios
preferentes o expresos- al que habrán de responder de aquí al 4 de
Diciembre. La oportunidad y la vía para resolver las carencias tantas veces
sufridas y señaladas está planteada. No cabe esconder la cabeza debajo del ala:
el momento es hoy.
No hay que
ocultar tampoco la entidad del envite asumido por el SOC. La
responsabilidad histórica de la nueva dirección del SOC -que vuelve a encabezar
Diego Cañamero- para conseguir una adecuada gestión del proyecto es
evidente. No resultaría exagerado adelantar que los resultados que obtenga
en la conformación y constitución del SAT serán claves para su
balance político militante.
Deseamos
vivamente que se impongan la coherencia, el arrojo y la amplitud de perspectivas
de manera que el máximo de fuerzas confluyan para hacer más fuerte un proyecto
que la clase obrera y Andalucía necesitan. En prueba
de ello concluimos este articulo a la vieja usanza: ¡Viva el Sindicato Andaluz del Trabajo!.
¡Viva Andalucía Libre y
Socialista!
1. Ver: Intersindical Andaluza
- Documentos para su Historia, Andalucía Libre - Ficheros/Carpeta
Andalucía
2. Para las condiciones
saláriales, de precariedad y desempleo de la clase trabajadora andaluza, ver
Andalucía en
Datos, Andalucía Libre nē 262, 20/4/2005
Más
Información y Fotos en el Sitio del SOC
Materiales para el
Debate Relacionados
SOC, Subsidio Agrario-PER, luchas jornaleras y
campesinas en el campo andaluz en ANDALUCÍA
LIBRE:
-
Crónicas: nēs 56, 71, 76, 80, 81, 82,
88, 112, 115,
118, 119,
121, 122,
123, 124, 125, 126, 128, 129, 132, 133,
135, 136, 137, 139, 140, 141, 145,
146, 147, 150, 154, 156, 157, 185, 191, 202, 207, 220, 223, 233, 234, 239,
240, 241, 250, 251, 257
-
Análisis y
Opinión: nēs 82, 115, 121, 122, 124, 125, 127,
128, 132, 133, 137, 139,
140, 141,
145, 146, 154, 156,
157, 164,
239, 250,
254
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Independiente y Socialista
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Solidaridad con
David Reyes
Continua en curso la
Campaña de Solidaridad por la
Libertad de David Reyes, de
la que informábamos en Andalucía Libre nē 265. En el sitio del Comité de Apoyo a David Reyes pueden consultarse sus novedades en cuanto a acciones y hechos de
solidaridad y noticias como la difusión del comunicado de Comité de Apoyo
ante la decisión de las autoridades penitenciarias de recomendar que David
no acceda al tercer grado, entre otros materiales de
interes.
Sugerencias
Precisamente
sobre los contenidos y línea de ese numero, recordamos que sigue abierta en
nuestro sitio una Encuesta en la que es posible votar expresando así valoración y opinión
al respecto. A propósito, cerraremos la encuesta el próximo 15 de septiembre así
que os animamos a participar antes a traves de este medio.
Ahora que
comienza un nuevo Curso escolar, recomendamos especialmente la lectura del
trabajo de Manuel Hijano del Rio y Fernando C. Ruiz Morales, Etnicidad andaluza: su modelo de identidad en el discurso
político-educativo de Andalucía,
publicado por el Centro de Estudios
Andaluces. Aunque estemos en desacuerdo con el
alcance político que en este texto parecen darle sus autores a las
potestades de la Administración autonómica andaluza en cuanto a la ordenación y
naturaleza del sistema educativo y percibamos algún exceso de benevolencia
en cuanto a la valoración de la trayectoria del PA en estos asuntos, el
estudio es extremadamente interesante -en cualquier caso- como repaso
documentado de la política asimilacionista española desarrollada por el PSOE
desde 1982 contra la identidad nacional andaluza y muy útil e instructivo como
exposición rigurosa y detallada de los mecanismos discursivos españolistas para
favorecer la alienación nacional, el adoctrinamiento constitucional y el
papanatismo europeísta entre la juventud
andaluza.
El flamenco es una
expresión artística que la nación andaluza ha aportado a la Humanidad.
Un fruto de la historia y la cultura andaluzas -creación dialéctica de
pueblo y artistas- que, siendo profundamente nacional y único, ha alcanzado
dimensión e impacto universal por su profundidad y versatilidad para
manifestar los sentimientos y aspiraciones humanas y su capacidad para hacerlo
en dialogo creador con otras culturas. Para conocer su
historia procede revisar con detalle el sitio Flamenco y Músicas Mediterraneas. También es obligada la visita reposada al Centro
Andaluz del Flamenco y a su
revista Mundo
Flamenco. El sitio Guía Telemática del
Flamenco, nos abre asimismo diversas
rutas de explotación y conocimiento. Hay en la Red, por
supuesto, muchos sitios donde se escribe, se interpreta y se polemiza
sobre el flamenco, desde diferentes y a veces encontradas perspectivas, como
cabe esperar de algo vivo, plural y apasionante. Recogerlos todos ahora y
aquí es bien dificil. Uno de ellos es Los Caminos del Cante. No puede faltar tampoco la visita al clásico Los Cabales en la Red. Otra pagina que merece verse
es Flamenco Cante Guitarra y Baile y para acceder a la actualidad más inmediata y comprobar
hasta donde llega el flamenco en nuestros días, la políglota Flamenco-World.
Finalmente reseñar que ya se encuentra
en la Red el sitio de la Distribuidora
Arbonaida, al que puede
solicitarse todo tipo de material de propaganda independentista (camisetas,
pegatinas, etc).
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Música de fondo: Tu me
camelas, Paco Ortega
Publicidad del Servidor E-Listas