|
|
Asunto: | [AndaluciaLibre] nº 310 - Trotsky independentista - 18 de Febrero Refer endum | Fecha: | Lunes, 15 de Enero, 2007 05:00:30 (+0100) | Autor: | Andalucia Libre <andalucialibre @.......es>
|
Porque el Estatuto reformado es neoliberal
y españolista.
Por Andalucía, Contra
España - El 18 de Febrero, VOTA NO al
Estatuto de la Dependencia
nº 310
En este correo:
*Andalucía - Convención Nacional del PA aprueba
votar NO en el Referendum del Estatuto
*Consejo Andaluz de IU aprueba la
gestión de Valderas y el SI al Estatuto
*El SOC celebrará
asambleas y repartirá dípticos para pedir el «no» *El Remate - PA e IU:
Reflexiones sobre las formas de un NO y de un SI, Andalucía
Libre
*Plataforma 'Andaluces por
Andalucía' inicia campaña por el no al Estatuto *A propósito de la Plataforma ‘Andaluces por Andalucía’,
Andalucía Libre *Análisis General
del Proceso de Reforma Estatutaria
*Documentación
- "La "armonización" del Estatuto
andaluz en Cortes: Entre el proyecto de los parlamentarios y la LOAPA", Manuel Ruiz Romero
- Las Propuestas de Preámbulo
al Estatuto andaluz: Ideología y modelos para
Andalucía
*Trotsky
independentista: A modo de Introducción, Andalucía
Libre
*La Independencia de Ucrania y el
confusionismo sectario, León Trotsky
*Actos contra la cumbre de la OTAN,
Sevilla, del 18 de enero al 8 de febrero, FSS
*IESA presenta Barómetro de Opinión Publica
Andaluza
*IV Encuentro Andaluz de
Solidaridad con Cuba - El Coronil, febrero de 2007 *Euskadi - ETA rompe
su alto el fuego - Andalucía Libre
recopilador
*Andalucía Libre es
Andalucía Laica
*Directorio de Andalucía en
Internet
--oOo--
En el
Referendum del 18 de Febrero
Por
Andalucía, Contra España:
VOTA NO AL
ESTATUTO
DE LA DEPENDENCIA
Andalucia
Convencion
Nacional del PA aprueba votar 'No' en el referéndum del Estatuto
Alvarez asegura que el papel asignado actualmente a Andalucia es el de
ser "un solar para la pelea permanente de PP y PSOE" MALAGA, 13 Ene.
(EUROPA PRESS) -
Más de 400 cargos públicos y orgánicos del Partido
Andalucista aprobaron hoy de forma
unánime, durante su Convención Nacional que tuvo lugar en Málaga,
votar 'No' en el referéndum del Estatuto de Autonomía de Andalucía. Así, esta
formación es la única del arco parlamentario que muestra su oposición a la
reforma estatutaria.
En su intervención durante la convención, el
secretario general del PA, Julián Alvarez, señaló que la
reforma del Estatuto planteada por el resto de partidos "no lucha por la
democracia". "Este Estatuto tiene el sello de Mariano Rajoy
y la risa de fondo de José María Aznar", manifestó, al
tiempo que indicó que "se parece mucho a lo que quería el PP".
"El PA se declara rebelde
al papel que nos tienen asignado en España, donde somos sólo un solar para la
pelea permanente de PP y PSOE, no un pueblo con sus derechos y con su
historia", apuntó. Alvarez manifestó que "PP y PSOE nunca se ponen
de acuerdo en nada y es curioso que ahora lo hayan hecho" y argumentó
que "los dos tienen la misma visión del papel de
Andalucía en el futuro, tienen el mismo modelo, que es el de no cambiar el papel
de Andalucía".
Así, señaló que "son muchas las cosas que se nos
niegan" y destacó el tema de las competencias. "Una cosa van a ser las
competencias de Cataluña, exclusivas, y otra muy distinta es lo que han pensado
para Andalucía". Además, indicó que "no solamente debemos compararlo
con el Estatuto de Cataluña, sino que para lo que han hecho ahora, era mejor
tener el Estatuto anterior". En este sentido, manifestó que "tenemos
reconocido en nuestra legislación que el Estado es capaz de intervenir en las
competencias de Andalucía, lo cual demuestra que tenemos menos de lo que
teníamos, que nos bajan de categoría y derogan el 28 de febrero, lo que
representa un atentado".
Alvarez se refirió también al tema de la
financiación. "En Cataluña han prometido 60.000 millones de euros más y a
nosotros nos lo están negando", afirmó, al tiempo que manifestó que "no
sólo lo niegan sino que ese dinero sale a costa de nosotros y de algunos
otros". Según el secretario general del PA, esta situación viene
marcada porque en Cataluña es "donde están las empresas". "Ellos tienen el
poder político y económico y por eso nos maltratan", señaló, ante lo cual
remarcó la necesidad de "hacer frente a este Estatuto" y decir que
no.
"Podemos también hablar de la identidad que nos otorgan",
dijo. "En el nuevo Estatuto parece que los otros son más históricos que
nosotros, que lo somos tanto como los demás", apuntó. Al mismo tiempo
destacó que el PA es el "único partido que lucha por una Andalucía
distinta". Así, indicó que "pedimos mecanismos más avanzados, como
el de las listas abiertas o la no coincidencia de las elecciones" y reiteró
que "no estamos dispuestos a renunciar a seguir luchando
por la democracia".
Por último, Alvarez manifestó que el PSOE
"se ha propuesto buscar conflictos entre nosotros", al señalar que existían
voces en el PA favorables al Estatuto. En este sentido, señaló que "todos
estamos hoy aquí apoyando esta propuesta". Así, concluyó diciendo que
ésta "es una votación histórica porque somos el único partido que ha tenido
lo que hay que tener para consultar con su gente".
Por su parte, la portavoz del PA en el
Parlamento andaluz, Pilar González, defendió ayer que una
participación inferior a la que se registró en el referéndum del 28 de febrero
de 1980, que se situó en el 63,88%, «no debe servir para derogar» el
Estatuto vigente en la consulta del próximo 18 de febrero. González dejó claro
que su partido «no pide la abstención» en el referéndum, sino que reclama un «no
rotundo, firme, sereno y convencido» a la reforma del Estatuto por considerar
que constituye un «claro retroceso para el estatus político de Andalucía» en el
conjunto del Estado. Además, González criticó el «silencio absoluto» que
mantienen los medios públicos de comunicación sobre la posición del PA por el
«no» en el referéndum de la reforma del Estatuto y anunció que los servicios
jurídicos del partido estarán «atentos y vigilantes» ante este tratamiento
informativo. En su opinión, los medios públicos de comunicación deben trasladar
a los ciudadanos que «votar «no» es una opción tan válida como votar «sí» en el
referéndum» y explicar que el PA se opone a la reforma estatutaria porque «no es
buena para Andalucía y deroga los logros alcanzados el 28-F».
Consejo
Andaluz de IU aprueba la gestión de Valderas y el SI al
Estatuto E. P./SEVILLA, Domingo, 14 de enero de 2007
El Consejo Andaluz de IU, reunido ayer en Sevilla, aprobó con un
respaldo del 80% de los asistentes, el informe político
presentado por el coordinador general, Diego Valderas, en el que, entre otros
muchos asuntos, pidió a la militancia un 'sí' para el Estatuto de Andalucía, que
calificó de «avanzado, social y progresista». Fuentes de IU informaron de que el
resultado final de la votación fue de un 80% por ciento de
votos a favor, por un 12% de opiniones en contra y un
8% de abstenciones.
Asimismo, las citadas fuentes
explicaron que el informe político se votó en su conjunto y no se dividió por
temáticas, lo que, en su opinión, motivo la existencia de ese 12% de votos
negativos, que corresponden al Colectivo de Unidad de los Trabajadores-Bloque
Andaluz de Izquierda (CUT-BAI) que
«pese a estar plenamente de acuerdo con el análisis político de Andalucía y
España que ha hecho Diego Valderas, no lo están tanto con el Estatuto».
Según señaló la formación de izquierdas, el CUT «reconoce los avances sociales del nuevo Estatuto, pero cree que
tiene aún un déficit en aspectos de la economía agraria, entre otros, que hace
que el texto aprobado no colme con sus expectativas».
En este
sentido, explicaron que, si la votación se hubiese separado por aspectos
diferentes, el informe de Valderas «habría recibido un respaldo aún mucho
mayor, ya que todo el Consejo se ha mostrado muy satisfecho con el análisis
político y el CUT sólo ha mostrado discrepancias en lo relativo al
Estatuto».
Enlace Relacionado:
Un sitio de una de las 'familias' de
IU.
Lo más interesante, las reseñas de
las reuniones internas
de los organos de
dirección estatal de IU que recoge.
El SOC
celebrará asambleas y repartirá dípticos para pedir el «no»
SEVILLA. El Sindicato de Obreros del Campo (SOC) celebrará
asambleas y repartirá carteles y dípticos por más de 100 municipios andaluces
para pedir el «no» en el referéndum para ratificar el nuevo Estatuto de
Autonomía de Andalucía, que se celebrará el próximo 18 de febrero.
Según dijo a Europa Press el secretario
general del SOC, Diego Cañamero, la campaña para expresar su oposición al nuevo
texto se materializará la próxima semana en los municipios de influencia del
sindicato, donde «cada Ayuntamiento llevará a cabo las acciones que
quiera, después de que ya hayamos dado las consignas pertinentes y los
razonamientos a nuestra negativa». Así repartirán carteles y
dípticos, se realizarán llamamientos al «no» con megáfonos en vehículos, que
circularán por diversos pueblos, según explicó Cañamero.
El SOC mostró su total oposición al texto
del nuevo Estatuto de Autonomía andaluz, «pues nos parece totalmente
insuficiente». «No se contempla la reforma agraria, ni la soberanía
alimentaria para Andalucía, es decir que el territorio tenga capacidad para
decidir qué hacer con sus cultivos y su agricultura», lamentó
Cañamero.
El
Remate
PA e IU:
Reflexiones sobre las formas de un NO y de un SI
Andalucía Libre
Este fin de semana el Partido Andalucista
y la federación en Andalucía de IU han aprobado formalmente sus
respectivas posiciones de voto definitivas ante el Referéndum
de la Reforma del Estatuto de Autonomía para Andalucía que se celebrará
el próximo 18 de Febrero. El PA votará NO e
IU votará Sí.
En marzo pasado nos dirigimos en Carta
Abierta a la militancia del PA y de IU haciendo hincapie en que
esta decisión era de las más importantes que podía tomar una organización
política y que por tanto requería, en nuestra opinión, un proceso de
debate y participación que sólo podía venir de la mano de un Congreso Nacional
(o su equivalente). Nuestra intención con esta iniciativa era no sólo llamar
la atención sobre un procedimiento democrático necesario sino tambien y como
era obvio favorecer la emersión y expresión de los sectores que podían
sustentar un decantamiento hacia el NO en las dos formaciones
aludidas. En ambos casos, finalmente, la opción política de las
respectivas direcciones ha configurado su posición pública sin
previa definición y pronunciamiento de sus militantes o afiliados.
Que en unos -los andalucistas- se haya optado por el
NO, cumpliendo los minimos de dignidad exigibles a una fuerza andaluza, en
tanto en los otros -los de IU- se haya escogido un SI infame y
colaboracionista, no exime de constatar los hechos tal y como han acaecido y
extraer de ellos las debidas conclusiones.
Los andalucistas no han realizado un Congreso pero sí
han convocado una Convención Nacional con 400 asistentes para reafirmar su
postura partidaria, donde al menos cabía la oportunidad de que quienes
tuvieran una posición diferente a la de la dirección pudieran manifestarla
publicamente.
La federación en Andalucía de IU, por su parte,
ha cumplido rutinariamente el tramite de ratificar a toro pasado su posición
favorable a la Reforma Estatutaria en una reunión ordinaria de su Consejo
Andaluz. Para mayor escarnio, lo han hecho a la vieja manera de los PCs,
subsumiendo la cuestión dentro de la votación general del habitual
Informe-Rio que presenta el jerarca de turno. Expresandose sin acritud, se constata no
sólo que sus afiliados no han tenido oportunidad alguna de pronunciarse y
decidir sobre una cuestión política de máxima importancia sino que -lo que es
aún más significativo, visto desde el exterior- tampoco han reclamado ese
derecho. De otra parte, las familias antaño conocidas
como 'Oficialista' y 'Critica' han demostrado
que en las cuestiones de entidad política significan y defienden lo
mismo. No ha habido batalla política interna en IU a cuenta del
Estatuto. Nadie la ha planteado seria y rigurosamente; ni desde la base sin
adscripción, ni siquiera desde las corrientes organizadas -como CUT/BAI-
que aparentemente estaban llamadas a priori a protagonizarla.
Por lo que respecta al binomio CUT/SOC, de momento se
cuenta con el pronunciamiento del SOC por el NO aprobado en su ultima Asamblea
Nacional -que Cañamero desarrolla en sus ultimas declaraciones publicas-
y con su posicionamiento desfavorable en el Consejo Andaluz de
IU. A la espera de que la CUT-BAI haga publica su posición de voto y
campaña y entretanto se formula, cabe adelantar que muchos -entre los que nos
contamos- miraran con lupa el 19 de Febrero los datos de localidades
como Martín de la Jara, El Coronil , Osuna, Pedrera o Aguadulce -por no
seguir engrosando la lista- para hacer su
balance.
Plataforma 'Andaluces por Andalucía' inicia campaña por el no al
Estatuto Europa
Press,12-01-2007

La plataforma ciudadana 'Andaluces por
Andalucía', que preside el abogado sevillano y nieto de Blas Infante,
Estanislao Naranjo Infante, pone hoy en marcha una campaña
informativa para pedir el 'no' en el referéndum sobre la reforma del Estatuto de
Autonomía con sus primeros actos de presentación en Jerez de la Frontera y la
Bahía de Cádiz.
La plataforma ha celebrado su primera Asamblea General en
Sevilla tras la convocatoria del referéndum sobre la reforma del Estatuto para
el próximo 18 de febrero, que contó con la asistencia de una treintena de
representantes de las ocho provincias andaluzas, en la que se acordó poner en
marcha una campaña informativa que, bajo el lema 'Con Andalucía,
esta vez no', recorrerá todas las capitales andaluzas, como
Almería el próximo 19 de enero, Granada y Córdoba el día 20 y Jaén el día 27,
para concluir en Sevilla.
Según informaron a Europa Press fuentes de la
plataforma, la campaña, que consistirá en mesas de análisis y presentación,
encuentros con medios de comunicación y reparto de hojas informativas y
cartelería, se centrará en 'detallar las grandes carencias del nuevo
Estatuto y las diferencias que, en relación a otros territorios, determinarán en
el futuro una autonomía de segundo nivel para Andalucía y los
andaluces'.
Así, 'Andaluces por Andalucía' advierte de que, 'una
vez avalado por el derecho foral vasco y por la redacción del nuevo Estatuto
catalán, asistimos a un intento encubierto de articulación de un sistema federal
en España con el establecimiento de capitales administrativas en Madrid,
Barcelona y Bilbao' en el que, a su juicio,
'Andalucía quedará incapacitada para la decisión efectiva en las materias de su
propia financiación'.
En este sentido, la plataforma expresa su
preocupación por el hecho de que la 'solidaridad interterritorial' se basará en
un 'acuerdo político discrecional entre Madrid y los territorios más ricos
del Estado' mientras que el nuevo Estatuto 'no establece mecanismo
alguno de garantía por el que Andalucía pueda recibir contraprestaciones
fiscales pese a que la tributación de la riqueza -a la que Andalucía contribuye-
se concentrará en otras comunidades'.
Junto a ello, 'Andaluces por
Andalucía' trasladará a los ciudadanos que 'Andalucía perderá peso político en las decisiones sobre materias
hídricas, radioeléctricas, agrícolas, industriales, culturales o deuda
histórica, mientras que las campañas de los partidos tratarán de enmascararlo
con un superfluo debate sobre las supuestas mejoras con relación a nuestro
anterior Estatuto, sin dar a conocer que no es posible establecer esas
comparaciones entre uno y otro si no es analizando también la transformación
que, a partir de ahora, se produce en la articulación del conjunto del
Estado'.
Dentro de su campaña informativa sobre la reforma del
Estatuto, la plataforma tiene previsto hacer público en los próximos días el
'Manifiesto por los Andaluces', al que ya se han sumado más de un centenar de
instituciones y personalidades de diversos ámbitos de la política, la cultura,
la economía y la sociedad civil andaluza.
A
propósito de la Plataforma ‘Andaluces por Andalucía’ Andalucía Libre Ante la constitución y presentación de la
Plataforma ‘Andaluces x Andalucía’, iniciativa que integra a
personas de diversa adscripción política e ideológica que promueven el NO al
Estatuto, nos parece oportuno expresar algunas consideraciones. Además, dado
que algunos integrantes del colectivo editor de ANDALUCIA LIBRE hemos sido
contactados por alguno de sus miembros para invitarnos a adherir a dicha
Plataforma y hemos declinado esa oferta, nos parece
procedente explicar públicamente las razones que nos motivan para no firmar ni
integrarnos en ella. Conste la obviedad de que
en un referéndum como el del Estatuto se puede votar NO por diversas razones y
desde muy distintos planteamientos. Y que hay que tomar esa diversidad
simplemente como un hecho. Así, en el próximo Referéndum del 18 de Febrero
habrá, de entrada, el NO andalucista del PA; el NO
independentista y quizá algún NO más, de alguna parte de la extrema
izquierda española que se apunte al carro. Cada uno es distinto del otro.
Coinciden en el NO pero sus fundamentos y alternativas son muy diferentes
entre sí. Hipotéticamente, también hubiera podido haber un NO del
PCE-IU –se han opuesto al Estatuto valenciano, aunque sea esencialmente
sólo por el umbral del 5% que impone para la representación parlamentaria- y
el NO andalucista del PSA, si a Pacheco le hubiera parecido oportuno;
lo que hubiera aumentado el caudal y el pluralismo del NO. Cuantitativamente
está bien que existan porque aportan votos desde posturas diversas.
No obstante, la campaña del Referéndum no es
sólo ni principalmente, a nuestro modo de ver, un corto preámbulo para un
recuento. Es un tiempo de delimitaciones y definiciones políticas de fondo;
una ocasión para expresar y difundir un análisis de la situación de Andalucía
y para defender y extender propuestas alternativas. Es decir, junto a la pelea
entre el SI y el NO también hay una lógica competencia entre los contenidos
políticos de los diversos Sies y los diversos Noes, que trasciende este
momento y se proyectan hacia el futuro; porque tan importante es ganar apoyos
como el discurso y las propuestas con las que se
consigan. En ese contexto y con esa perspectiva,
aun cuando respetamos el esfuerzo que supone la formación de la Plataforma y
aún reiteremos nuestra disposición a colaborar en su caso en la difusión del
NO -tal y como hemos venido haciendo hasta ahora- hemos de constatar que el
contenido político del Manifiesto y demás materiales de la
Plataforma no alcanzan los mínimos que permitirían a
independentistas socialistas como los que animamos ANDALUCÍA LIBRE suscribir
sus textos e integrarnos en su seno. En otras palabras, aunque
compartamos con la Plataforma la posición de voto NO el 18 de Febrero,
no podemos asumir su discurso; que es lo mismo que asumir sus balances y sus
alternativas. Sumarnos en esas condiciones a esta Plataforma implicaría una
confusión de posiciones políticas que nos parece sustancialmente más negativa
a corto y largo plazo para nuestro compromiso con la Liberación Nacional de
Andalucía que mantenernos al margen. A modo de
resumen, explicitamos a continuación algunos de los puntos -extraídos de sus
textos- que sustentan nuestra decisión y nuestra
posición. De entrada, los documentos de la
Plataforma no reclaman en ninguna parte ni por ningún lado la
Soberanía Nacional ni el derecho a la
Autodeterminación de Andalucía. Tampoco reconocen y definen a
Andalucía como Nación. Son cuestiones de principio que deben
ser pedagógicamente difundidas sin descanso, especialmente en una coyuntura
como la presente. Por el contrario, se refieren repetidamente a Andalucía como
“Comunidad” y en varias ocasiones además relacionándola con “otras Comunidades
españolas”, lo que implica una expresión y asunción de españolidad que
rechazamos. Comparten ese argumento falso de que
Andalucía obtuvo ‘estatus de primera’ en 1981, cuando entonces, baste
citar a modo de breve y simplificado recordatorio: A. No se
obtuvo por veto constitucional español el Estatuto fiscal de la CAV y
Navarra, que si podían denominarse ‘de primera’. B. El
Estatuto se pactó y elaboró conjuntamente con la derecha españolista de la UCD
y C. Los pactos autonómicos de 1981 diluyeron la singularidad
de Andalucía y el impacto del 28-f sumergiendola tras la recua de comunidades
artificiosas españolas. Dicen además que el anterior Estatuto “no se ha
aprovechado”, lo que es una manera postmortem de reivindicarlo y
embellecerlo. También hay una valoración
positiva de la Unión Europea con relación a Andalucía, que
está en total contradicción con su función practica real presente y sobre todo
futura. Singularmente, no compartimos el eje
básico de su discurso que es el “agravio
comparativo” con corolario uniformista y referido especialmente
a Cataluña. Y no por una mecánica simpatía o por ninguna ilusión ingenua
acerca de cualesquiera extranjeros sino porque esa posición distorsiona la
ubicación del enemigo principal de Andalucía que es el Estado español y
España. Parece que a sus ojos la responsabilidad de la situación de Andalucía
estuviera básicamente fuera, por decirlo claro, en Cataluña o Euskadi- y no,
como es en realidad, dentro de la propia Andalucía –por la opción y
trayectoria histórica de todas las fuerzas parlamentarias andaluzas- y por
voluntad de España. Aquí la cuestión del énfasis es importante, porque ese
conocido y viejo discurso regionalista que centra la atención en la
comparación de Andalucía con Cataluña en lugar de en la relación justa y
conveniente desde un punto de vista nacional entre Andalucía y España ya se ha
visto que a quien sirve y beneficia políticamente siempre es a los
españolistas comprometidos con la dependencia de Andalucía (PSOE, PP, IU). El
problema principal del Estatuto reformado andaluz no es que sea
‘inferior’ al Estatut catalán –que lo es, aunque no en la forma que
se describe en los textos de la Plataforma que sobredimensiona sus avances y
omite sus limites y trampas- sino en que consolida y reafirma el estatus de
dependencia andaluza, revalida una estafa a los derechos nacionales de
Andalucía y no satisface en absoluto las necesidades mínimas andaluzas en los
ámbitos político, económico, social y
cultural. Reincide la Plataforma en los
argumentos de la “igualdad” y de que España se encargue de redistribuir, como
si eso fuera bueno y positivo para Andalucía; lo que es una forma de seguir
defendiendo la subsidiariedad de Andalucía en relación a España. El énfasis en
la llamada ‘Deuda Histórica’ sustituye, por ejemplo, a la reclamación de
Soberanía fiscal y Concierto económico, por citar un
caso. Luego, se enuncian carencias pero no se
concretan y especifican demandas de competencias políticas en
positivo y de formas transitorias de relación política con España coherentes
para satisfacerlas. No hay ninguna referencia a
la lucha contra la asimilación cultural e identitaria española que sufre
Andalucía y a mecanismos para contrarrestarla.
Y la defensa de los emigrantes
andaluces suena preocupantemente cercana a la demagogia españolista
del PP. Por ejemplo, ¿qué significa eso de ‘derechos lingüísticos’
para los emigrantes andaluces?. ¿Acaso asumir la posición reaccionaria de
defender al castellano en Cataluña?(*).
Todo ello delimita un espacio que no es el
nuestro. Así pues, como independentistas, nos
aplicamos a aquello de ‘marchar separados, golpear juntos’, lo que
aquí significa coincidir en la defensa del NO y manifestar nuestra disposición
a colaborar si así se nos reclama, pero desde nuestra independencia política y
desde propuestas propias.
Análisis General del Proceso de Reforma Estatutaria:
Andalucía
Libre nº 266, 24 de julio de 2005
Andalucía
Libre nº 284, 1 de marzo de 2006
Andalucía Libre nº 94.
11 de Julio de 2001
Documentación
-
Manuel Ruiz
Romero nos remite su interesante trabajo "La "armonización" del Estatuto andaluz en Cortes: Entre
el Proyecto de los Parlamentarios andaluces y la
LOAPA", que introduce así: "El
Estatuto de Autonomía para Andalucía de 1981 durante el proceso de su
tramitación final por el procedimiento contemplado en el artículo 151 de la
Constitución, representa el único y definitivo examen del articulado por parte
del Congreso de los Diputados, así como la convocatoria posterior de un
referéndum para la ratificación popular del texto. De esta forma, los acuerdos
políticos suscritos entre UCD y PSOE condicionarán la gestación en Cortes del
texto. El trabajo examina cómo se desarrollan los instantes finales de aquel
proceso de conquista de un autogobierno político, en el marco de los grandes
acontecimientos que deparan aquellas fechas para el proceso de restauración
democrática, y a partir de los acuerdos y desacuerdos de las formaciones
políticas alrededor del articulado".
-
Las
Propuestas de Preámbulo al Estatuto andaluz: Ideología y modelos para
Andalucía, recopila las propuestas de
preambulo al Estatuto de Autonomia reformado presentadas en el Parlamento
andaluz por las cuatro fuerzas parlamentarias: PSOE, IU, PP y PA y el texto
finalmente aprobado por el Parlamento español. A traves de su lectura -que nos
hemos limitado a subrayar en sus parrafos más significativos y definitorios-
puede aprecierse cuales son los alcances y limites ideologicos y
políticos de cada una de estas fuerzas, cuales sus coincidencias y
diferencias y consecuentemente cuales son sus modelos de Andalucía.
Se encuentra disponible para descarga en Ficheros Andalucía Libre-Carpeta
Andalucía.
Trotsky independentista: A modo de
Introducción
Andalucía Libre
Entre las múltiples reacciones -por acción u
omisión- que provocó nuestro articulo "La 'izquierda social' en
Andalucía y la prueba de la Reforma Estatutaria"
(Andalucía Libre nº 308) hubo una que en una lista de izquierdas nos
respondió con tanta sinceridad como virulencia, espetándonos que
"Resulta perfectamente previsible que la 'izquierda social', (de hecho que
las izquierdas todas) que basan su ideología en la igualdad y (como corolario
necesario), el internacionalismo y el rechazo (o al menos la 'prevencion' ante
ellos) de los conceptos esenciales de la derecha totalitaria tales como 'nación'
o 'patria', no muestre, en general ni el mas mínimo interés por aquello que a un
grupo de extrema derecha nazional sozialista como 'Andalucía Libre' le parece
esencial, tales como 'la condición de Andalucía como Nación y su derecho
consecuente a la Soberanía Nacional y a la
Autodeterminación'. Semejantes patochadas pueden defenderse bien
desde una mentalidad falangista propia del nazional socialismo local, pero no
desde las posiciones de izquierda." Dejando al
margen insultos o exabruptos -que nos traen al fresco- este alegato, por lo que
tiene de representativo de una determinada actitud política, nos ha hecho
considerar de interés y actualidad recuperar de nuestro archivo y difundir el
articulo de Trotsky que abajo reproducimos.
Reconocemos de entrada y de antemano que el
antetítulo en el sumario -"Trotsky independentista"- esta expresamente
escogido a modo de provocación y con toda intención. Al hacerlo no
pretendemos en absoluto ni situar a Andalucía Libre al amparo de
Trotsky, reclamando algún tipo de legitimidad por herencia, ni convertirle
a posteriori en precursor inconsciente y aún ni siquiera 'objetivo', de
la que hoy son nuestras posiciones políticas. Siempre nos ha parecido un método
profundamente estéril ese tan habitual en la izquierda de basar o contraponer
posiciones políticas a base de exégesis o de lanzarse citas o presuntos
'argumentos de autoridad' (además habitualmente situados fuera de su
contexto original).
Queríamos, eso sí, contribuir a romper con
el cliché que increíblemente aún opera en muchos militantes de izquierda que los
hace creer que el unionismo -en nuestro caso, españolismo- ha de ser su segunda
naturaleza -o la primera- si quieren seguir reciamente los que creen que
son sus principios esenciales o fundacionales; que la Autodeterminación -cuando
se acepta- sólo es en el mejor de los casos un rodeo astuto para volver luego al
redil de una 'III Republica' cualquiera o que la expresa demanda de
independencia para una Nación sin Estado siempre ha estado
extramuros y más allá de los horizontes programáticos de la izquierda. El
articulo de Trotsky creemos que evidencia que esas tres premisas son falsas.
Y es tan verdad que Trotsky es
independentista para la Ucrania de 1939 en relación a la URSS (como lo fue para
Cataluña en 1934) -y de ahí que sea legitimo subrayarlo- como que nuestro
independentismo para Andalucía en 2007 no es -ni puede, ni debe ser- el que
Trotsky formuló entonces.
La postura de Trotsky sobre Ucrania se
inserta en una coyuntura extremadamente compleja, en los prolegómenos y primeros
compases de lo que luego sería la II Guerra Mundial. Para aquilatar y
situar su alcance en toda su dimensión se requeriría una extensa
introducción, no sólo sobre aquella situación internacional y sobre la
realidad de la URSS estalinista sino también sobre la historia de Ucrania y del
movimiento nacionalista ucraniano, que excede ahora de nuestros propósitos
Porque de lo que este texto nos interesa
particularmente ahora no es tan sólo ni siquiera fundamentalmente el precedente
o el desconcierto que pueda provocar en algún indocumentado, sino sobre
todo su método y su sugerente libertad a la hora de intentar concretar a
una realidad los principios subversivos realmente
esenciales.
Que os sea
útil
La Independencia de Ucrania y el
confusionismo sectario[1]
León Trotsky
30 de
julio de 1939
Lenin y Trotsky
En una de esas minúsculas publicaciones sectarias que
aparecen en Norteamérica, que se alimentan de las migajas que caen de la mesa
de la Cuarta Internacional y nos retribuyen con la más negra ingratitud, di
por casualidad con un artículo dedicado a la cuestión ucraniana. ¡Qué
confusión!. Su sectario autor se
opone, por supuesto, a la consigna de una Ucrania soviética
independiente. Está a favor de la revolución mundial y a favor del
socialismo, “de la cabeza a los pies”. Nos acusa de ignorar los
intereses de la URSS y de apartarnos de la concepción de la revolución
permanente.[2] Nos sindica de centristas. La crítica es muy
severa, casi implacable. Desgraciadamente, no entiende nada (el título de esta
minúscula publicación, El Marxista, resulta bastante irónico). Pero su
incapacidad para comprender asume formas tan definidas, casi clásicas, que nos
permite aclarar mejor y más acabadamente la cuestión.
Nuestro crítico parte del siguiente planteo: “Si los
obreros de la Ucrania soviética derrocan al estalinismo v restablecen un
estado obrero genuino, ¿se separarán del resto de la URSS? No.” Y
etcétera, etcétera. “Si los obreros derrocan al estalinismo” entonces
podremos ver más claramente qué hacer. Pero primero hay que derrocar al
estalinismo. Y para lograrlo no se debe cerrar los ojos ante el crecimiento de
las tendencias separatistas en Ucrania sino darles una expresión política
correcta. “No volver nuestras espaldas a la Unión Soviética -continúa
el autor- sino lograr su regeneración y restablecimiento como ciudadela
poderosa de la revolución mundial; ése es el camino del marxismo.” La
tendencia real del desarrollo de las masas, en este caso de las masas
nacionalmente oprimidas, se sustituye por nuestras especulaciones sobre el
mejor camino posible que podría tomar ese desarrollo. Aplicando el mismo
método, pero con mucho más lógica, se podría decir: “nuestra tarea no es
defender a una Unión Soviética degenerada, sino a la revolución mundial
triunfante que transformará a todo el mundo en una Unión Soviética
mundial”, etcétera. Tales apriorismos son demasiado baratos.
El crítico repite varias veces el planteo de que el
destino de una Ucrania independiente esta indisolublemente ligado al de la
revolución proletaria mundial. Partiendo de esta perspectiva general, el abecé
de cualquier marxista, se las arregla sin embargo para pergueñar una receta
mezcla de pasividad contemporizadora y nihilismo nacional. El triunfo de la
revolución proletaria a escala mundial es el producto final de múltiples
movimientos, campañas y batallas y no una condición prefabricada para la
solución automática de todos los problemas. Sólo el planteo directo y audaz de
la cuestión ucraniana en las condiciones concretas dadas permitirá que las
masas pequeñoburguesas y campesinas se nucleen alrededor del proletariado,
como sucedió en Rusia en 1917.
Es cierto; el autor podría objetar que antes de Octubre
la revolución que había que realizar en Rusia era la burguesa, mientras que
hoy ya se hizo la revolución socialista. Una consigna que en 1917 podía ser
progresiva en la actualidad es reaccionaria. Ese razonamiento, totalmente
imbuido de espíritu burocrático y sectario, es falso del principio al fin.
El derecho a la autodeterminación nacional es, por
supuesto, un principio democrático, no un principio socialista. Pero en
nuestra era el único que apoya y aplica los principios genuinamente
democráticos es el proletariado revolucionario; por esta razón las tareas
democráticas se entrelazan con las socialistas. La lucha resuelta del Partido
Bolchevique por el derecho a la autodeterminación de las nacionalidades
oprimidas por Rusia facilitó en extremo la conquista del poder por el
proletariado. Fue como si la revolución proletaria hubiera absorbido los
problemas democráticos, sobre todo el agrario y el nacional, dándole a la
Revolución Rusa un carácter combinado. El proletariado ya encaraba tareas
socialistas, pero no podía elevar inmediatamente a este nivel al campesinado y
a las naciones oprimidas (a su vez predominantemente campesinas), dedicadas a
la solución de sus tareas democráticas.
De aquí surgieron los compromisos, ineludibles
históricamente, tanto en la esfera agraria como en la nacional. A pesar de las
ventajas económicas de la agricultura a gran escala, el gobierno soviético se
vio obligado a dividir las grandes propiedades. Recién varios años después el
gobierno pudo pasar a la agricultura colectiva; inmediatamente dio un salto
demasiado audaz y se vio obligado, luego de un tiempo, a hacer concesiones a
los campesinos, permitiendo la propiedad privada de la tierra, que en muchos
lugares tiende a devorar las granjas colectivas. Todavía no se han resuelto
las próximas etapas de este contradictorio proceso.
La necesidad de un compromiso, o mejor aun de una
cantidad de compromisos, se plantea de manera similar en lo que hace a la
cuestión nacional, cuyos senderos no son más rectilíneos que los de la
revolución agraria. La estructura federada de la Unión Soviética es fruto de
un compromiso entre el centralismo que exige una economía planificada y la
descentralización necesaria para el desarrollo de las naciones que en el
pasado estaban oprimidas. Construido el estado obrero sobre este principio de
compromiso de una federación, el Partido Bolchevique inscribió en su
Constitución el derecho de las naciones a la separación completa, indicando de
este modo que no considera resuelta de una vez y para siempre la cuestión
nacional.
El autor del artículo crítico argumenta que los
dirigentes partidarios esperaban “convencer a las masas que permanecieran
dentro de los marcos de la República Soviética Federada”. Esto es
correcto, siempre que se tome la palabra “convencer” en el sentido de
impulsar la experiencia de la colaboración económica, política y cultural y no
en el de la argumentación lógica. La agitación abstracta en favor del
centralismo no tiene gran peso por sí misma. Como ya dijimos, la federación
fue una desviación necesaria del centralismo. Hay que agregar también que
la composición de la federación no queda de antemano establecida para siempre.
Según las condiciones objetivas, el desarrollo de una federación puede tender
hacia un centralismo mayor o, por el contrario, hacia una independencia más
amplia de sus componentes nacionales. Políticamente no se trata de si es
conveniente “en general” que diversas nacionalidades convivan dentro de
los marcos de un estado único, sino de si cada nacionalidad, en base a su
propia experiencia, considera ventajoso adherir a un estado
determinado.
En otras palabras: ¿qué tendencia, la centrípeta o la
centrífuga, predomina en el régimen de compromiso de una federación? O, para
plantearlo más concretamente:
Stalin y sus sátrapas ucranianos, ¿lograron o no
convencer a las masas ucranianas de la superioridad del centralismo de Moscú
sobre la independencia de Ucrania? Esta cuestión es de una importancia
decisiva. Sin embargo, su autor ni siquiera sospecha su existencia.
¿Desean las amplias masas del pueblo ucraniano separarse
de la URSS?. A primera vista podría parecer difícil responder esta pregunta,
ya que el pueblo ucraniano, igual que todos los demás pueblos de la URSS,
carece de toda oportunidad de expresar su voluntad. Pero el origen mismo del
régimen totalitario y su intensificación cada vez más brutal, especialmente en
Ucrania, prueban que las masas ucranianas son irreconciliablemente hostiles a
la burocracia soviética. No faltan evidencias de que
una de las razones fundamentales de esta hostilidad la constituye la supresión
de la independencia ucraniana. Las tendencias nacionalistas irrumpieron
violentamente en Ucrania entre 1917 y 1919. En el Partido Borotba se expresaba
el ala izquierda de estas tendencias.[3] El indicador más importante
del éxito de la política leninista en Ucrania fue la fusión del Partido
Bolchevique ucraniano con la organización de los borotbistas.
En el transcurso de la década siguiente, sin embargo, se
efectivizó una ruptura con el grupo Borotba, a cuyos dirigentes se empezó a
perseguir. El viejo bolchevique Skripnik, estalinista de pura sangre, se vio
impulsado al suicidio en 1933 por su supuesta tolerancia excesiva hacia las
tendencias nacionalistas. El verdadero “organizador” de este suicidio fue el
enviado estalinista, Postishev, que luego se quedó en Ucrania como
representante de la política centralista.[4] Actualmente, sin embargo,
el mismo Postishev cayó en desgracia. Estos hechos son profundamente
sintomáticos porque revelan la fuerza de la presión de la oposición
nacionalista a la burocracia. En ninguna parte las purgas y represiones
asumieron un carácter tan salvaje y masivo como en Ucrania.
Reviste una enorme importancia política el profundo
alejamiento de la Unión Soviética de los elementos ucranianos democráticos de
afuera de la URSS. Cuando se agravó el problema ucraniano a comienzos de este
año no se escuchó ninguna voz comunista, pero la de los clericales y
nacionalsocialistas ucranianos sonó muy fuerte. Esto significa que la
vanguardia proletaria dejó que el movimiento nacional ucraniano se le escape
de las manos y que este movimiento ha ido muy lejos por el camino del
separatismo. Últimamente también resultan muy significativos los ánimos de los
emigrados ucranianos en América del Norte. En Canadá, por ejemplo, los
ucranianos conforman el grueso del Partido Comunista; en 1933 comenzó, como me
informó un importante activista del movimiento, un notorio alejamiento del
comunismo por parte de los obreros y campesinos ucranianos que cayeron en la
pasividad o en los más variados matices del nacionalismo. De conjunto, estos
síntomas y hechos atestiguan indiscutiblemente la fuerza creciente de las
tendencias separatistas entre las masas ucranianas.
Este es el factor fundamental que subyace tras todo el
problema. Demuestra que pese al gigantesco avance realizado por la Revolución
de Octubre en el terreno de las relaciones internacionales, la revolución
proletaria aislada en un país atrasado fue incapaz de resolver la cuestión
nacional, especialmente la ucraniana, que es, en esencia, de carácter
internacional. La reacción termidoriana, coronada por la burocracia
bonapartista, ha hecho retroceder a las masas también en la esfera de lo
nacional.[5] Las grandes masas del pueblo ucraniano están insatisfechas
con la situación de su nación y desean cambiarla drásticamente. Este es el
hecho del cual debe partir la política revolucionaria, a diferencia de lo que
hacen la burocrática y la sectaria.
Si nuestro crítico fuera capaz de razonar políticamente,
se hubiera imaginado sin mucha dificultad los argumentos de. los estalinistas
contra la consigna de una Ucrania independiente: “niega la defensa de la
Unión Soviética”, “rompe la unidad de las masas revolucionarias”, “no sirve a
los intereses de la revolución sino a los del imperialismo”. En otras
palabras, los estalinistas repetirían los argumentos de nuestro autor.
Indefectiblemente lo harán en el futuro.
La burocracia del Kremlin le dice a la mujer soviética:
como en nuestro país hay socialismo usted debe ser feliz y no hacerse abortos
(o sufrir el castigo consiguiente). Al ucraniano le dice: como la revolución
socialista resolvió la cuestión nacional, es su deber ser feliz en la URSS y
renunciar a toda idea de separación (o aceptar el pelotón de
fusilamiento).
¿Qué le dice un revolucionario a la mujer? “Debe ser
usted quien decida si quiere un niño; yo defenderé su derecho al aborto frente
a la policía del Kremlin.” Al pueblo ucraniano le dice: “Lo que a mí me
importa es su actitud hacia su destino nacional y no las sofisterías
‘socialistas’ de la policía del Kremlin; ¡apoyaré su lucha por la
independencia con todas mis fuerzas!
El sectario, como tantas
veces sucede, se encuentra ubicado en el bando de la policía, salvaguardando
el status quo, es decir, la violencia policial, en base a la especulación
estéril sobre la superioridad de la unificación socialista de las naciones y
contra el hecho de que permanezcan divididas. Seguramente, la
separación de Ucrania es una desventaja si se la compara con una federación
socialista voluntaria e igualitaria, pero será una ventaja indiscutible
respecto al estrangulamiento burocrático del pueblo ucraniano. Para unirse más estrecha y
honestamente a veces es necesario separarse primero. Lenin a menudo
recordaba que las relaciones entre los obreros noruegos y suecos mejoraron y
se hicieron más estrechas luego de la ruptura de la unificación compulsiva de
Noruega y Suecia.
Debemos partir de los hechos
y no de preceptos ideales. La reacción termidoriana en la URSS, la
derrota de una cantidad de revoluciones, los triunfos del fascismo (que está
moldeando el mapa de Europa a su gusto) hay que pagarlos en efectivo en todos
los terrenos, incluso en el de la cuestión ucraniana. Si ignoramos la nueva
situación creada como consecuencia de las derrotas, si pretendemos que no
ocurrió nada extraordinario, si vamos a contraponer las abstracciones comunes
a los hechos desagradables, podemos muy bien estarle cediendo a la reacción
las oportunidades que tendremos de vengarnos en un futuro más o menos
inmediato.
Nuestro autor interpreta la consigna de una Ucrania
independiente de la siguiente manera: “Primero la Ucrania soviética se debe
liberar del resto de la Unión Soviética; luego se hará la revolución
proletaria y se unificará con el resto de Ucrania”. ¿Pero cómo puede haber
una separación sin que haya primero una revolución?. El autor se ve atrapado
en un círculo vicioso, y la consigna de una Ucrania independiente junto con la
“lógica defectuosa” de Trotsky quedan irremediablemente
desprestigiadas. De hecho, esta lógica peculiar –“primero” y “luego”- es sólo
un ejemplo evidente de pensamiento escolástico. Nuestro desventurado crítico
ni siquiera sospecha que los procesos históricos pueden no darse
“primero” y “luego” sino paralelamente, influir unos sobre
otros. acelerarse o retardarse mutuamente; y que la tarea de la política
revolucionaria consiste precisamente en acelerar la acción y la reacción mutua
de los procesos progresivos. La consigna de una Ucrania independiente
dirige sus dardos directamente contra la burocracia de Moscú y permite a la
vanguardia proletaria nuclear a las masas campesinas. Por otra parte, la misma
consigna le da al partido proletario la oportunidad de jugar un rol dirigente
en el movimiento nacional ucraniano de Polonia, Rumania y Hungría. Ambos
procesos políticos harán avanzar al movimiento revolucionario e incrementarán
la influencia de la vanguardia proletaria.
Nuestro sabio distorsiona mi planteo de que los obreros y
campesinos de Ucrania occidental (Polonia) no quieren unirse a la Unión
Soviética, tal como está constituida actualmente, y de que este hecho es un
argumento más en favor de una Ucrania independiente. Afirma que, aunque lo
desearan, no podrían unirse a la Unión Soviética porque sólo podrían hacerlo
“después de la revolución proletaria en Ucrania occidental” (obviamente
Polonia). En otras
palabras, hoy la separación de Ucrania es imposible, y después de que la
revolución triunfe sería reaccionaria. ¡Una cantinela vieja y
familiar!
Luxemburgo, Bujarin, Piatakov y muchos más
utilizaron este mismo argumento contra el programa de autodeterminación
nacional:[6] bajo el capitalismo es utópica, bajo el socialismo
reaccionaria. El argumento es falso hasta la médula porque ignora la
etapa de la revolución social y sus tareas. Con toda seguridad, bajo la
dominación del imperialismo es imposible una independencia genuina, estable y
en la que se pueda confiar de las naciones pequeñas y medianas. También es
cierto que en el socialismo plenamente desarrollado, es decir, con la
desaparición progresiva del estado, desaparecerá también el problema de las
fronteras nacionales. Pero también es cierto que entre esos dos momentos, el
del socialismo actual y el del socialismo realizado, transcurren décadas
durante las cuales nos preparamos para concretar nuestro programa. La consigna
de una Ucrania soviética independiente es de importancia excepcional para
movilizar a las masas y educarlas en el período transicional.
El sectario simplemente
ignora el hecho de que la lucha nacional, una de las formas de la lucha de
clases más laberínticas y complejas pero al mismo tiempo de extrema
significación, no puede dejarse de lado con simples referencias a la futura
revolución mundial. Con sus miras puestas fuera de la Unión Soviética,
sin recibir apoyo ni dirección del proletariado internacional, las masas
pequeñoburguesas e incluso obreras de Ucrania occidental están cayendo
víctimas de la demagogia reaccionaria. Indudablemente se están dando procesos
similares en la Ucrania soviética, sólo que es más difícil descubrirlos. La
consigna de una Ucrania independiente planteada a tiempo por la vanguardia
proletaria llevará a una inevitable estratificación de la pequeña burguesía y
facilitará a sus capas inferiores la alianza con el proletariado. Sólo de esta
manera es posible preparar la revolución proletaria.
“Si los obreros realizan con éxito una revolución en
Ucrania occidental [...]
-persiste nuestro autor- ¿nuestra estrategia tendría que ser exigir
que la Ucrania soviética se separe y se una al sector occidental? Precisamente
tendría que ser la opuesta.” Esta afirmación demuestra bien a las claras
la profundidad de “nuestra estrategia”. Nuevamente escuchamos la misma
melodía: “Si los obreros realizan...” El sectario se satisface con
la deducción lógica a partir de una revolución triunfante que se supone ya
realizada. Pero para un revolucionario el nudo de la cuestión consiste
precisamente en cómo allanarle el camino a la revolución, cómo hallar un
camino que se la haga más fácil a las masas, cómo aproximaría, cómo garantizar
su triunfo. “Si los obreros realizan...” una revolución
victoriosa, por supuesto todo será hermoso. Pero ahora no hay
revolución victoriosa; por el contrario, hay una reacción
victoriosa.
Encontrar el puente que permita pasar de la reacción a la
revolución; ésa es la tarea. De paso, digamos que eso es lo que plantea todo
nuestro programa de consignas transicionales (La agonía mortal del
capitalismo y las tareas de la Cuarta Internacional).[7] No hay que
sorprenderse de que los sectarios de todos los matices no comprendan su
contenido. Se mueven con abstracciones, una abstracción del capitalismo y una
abstracción de la revolución socialista. El problema de la transición del
imperialismo real a la revolución real, de cómo movilizar a las masas en cada
situación histórica concreta hacia la conquista del poder, constituye para
estos sabihondos estériles un secreto escondido bajo siete llaves.
Acumulando indiscriminadamente una acusación sobre otra,
nuestro crítico declara que la consigna de una Ucrania independiente sirve a
los intereses de los imperialistas (!) y los estalinistas (!!) porque
“niega completamente la posición de defensa de la Unión Soviética”. Es
imposible comprender por qué se traen a colación “los intereses de los
estalinistas”. Pero limitémonos al problema de la defensa de la URSS.
Podría verse amenazada por una Ucrania independiente únicamente en el caso de
que ésta fuera hostil no sólo a la burocracia sino también a la URSS. Sin
embargo, planteada esa premisa (obviamente falsa), ¿cómo puede exigir un
socialista que una Ucrania hostil permanezca dentro de los marcos de la URSS?.
¿O el problema se refiere solamente al período de la revolución nacional?
Sin embargo, nuestro crítico aparentemente ha reconocido
la inevitabilidad de una revolución política contra la burocracia
bonapartista.[8] Esta revolución, como cualquier otra, presentará
indudablemente determinados peligros desde el punto de vista de la defensa.
¿Qué hacer? Si nuestro crítico hubiera pensado realmente en el problema nos
contestaría que ese peligro es históricamente ineludible, ya que bajo la
dominación de la burocracia bonapartista la URSS está aplastada. El mismo
razonamiento se aplica, idéntica y totalmente, a la insurrección nacional
revolucionaria que representa nada más que un segmento aislado de la
revolución política.
Es notable que a nuestro crítico ni se le pase por la
cabeza el argumento más serio contra la independencia. La economía de la
Ucrania soviética es parte integral del plan. Su separación amenazaría con
echarlo abajo y disminuiría las fuerzas productivas. Pero este argumento
tampoco es decisivo. Un plan económico no es un libro sagrado. Si las secciones nacionales
de la federación, pese a la unificación el plan, empujan en direcciones
opuestas, significa que el plan no les satisface. Un plan está hecho
por hombres. Puede reconstruirse de acuerdo a las nuevas fronteras. En la
medida en que el plan beneficie a Ucrania, ésta deseará entablar los acuerdos
económicos necesarios con la Unión Soviética y encontrará el modo de hacerlo,
de la misma manera en que se las arreglará para establecer las alianzas
militares necesarias.
Más aun, es inadmisible olvidar que el gobierno grosero y
arbitrario de la burocracia tiene mucho que ver con este plan económico, y
constituye una pesada carga para Ucrania. Ello exige antes que nada una
drástica revisión del plan. La casta gobernante está destruyendo
sistemáticamente la economía del país, su ejército y su cultura; está
aniquilando a la flor y nata de la población y preparando el terreno para una
catástrofe. Solamente un vuelco total puede salvar la herencia de la
revolución. Cuanto más audaz y resuelta sea la política de la vanguardia
proletaria, entre otros problemas respecto a la cuestión nacional, tanto más
éxito logrará el vuelco revolucionario y menor será su costo ulterior.
La consigna de una Ucrania independiente no significa que
Ucrania permanecería aislada siempre, sino solamente que volverá a decidir,
por su cuenta y libremente, sus relaciones con los demás sectores de la Unión
Soviética y con sus vecinos occidentales. Supongamos una variante ideal, más
favorable para nuestro crítico. La revolución se da simultáneamente en todas
las partes de la Unión Soviética. La araña burocrática es estrangulada y
barrida. El congreso constituyente de los soviets está a la orden del día.
Ucrania expresa su deseo de determinar nuevamente sus
relaciones con la URSS. Hasta nuestro crítico, suponemos, estará dispuesto a
concederle este derecho. Pero para decidir
libremente sus relaciones con las otras repúblicas soviéticas, para contar con
el derecho a decir sí o no, Ucrania debe recobrar su libertad de acción
total, por lo menos mientras dure este período constituyente. Y a esto no se
lo puede llamar de otra manera que independencia del Estado.
Ahora supongamos que la revolución abarca simultáneamente
también a Polonia, Rumania y Hungría. Todos los sectores del pueblo ucraniano
se liberan y negocian su unión con la Ucrania soviética. Al mismo tiempo
expresan su voluntad de decidir sobre las relaciones de la Ucrania unificada
con la Unión Soviética, Polonia soviética, etcétera. Es evidente que para
decidir estas cuestiones habrá que convocar al congreso constituyente de la
Ucrania unificada. Pero un congreso
“constituyente” no significa otra cosa que el congreso de un Estado
independiente que se prepara a determinar nuevamente tanto su régimen interno
como su posición internacional.
Tenemos todas las razones para suponer que en el caso de
triunfo de la revolución mundial las tendencias a la unidad adquirirán
inmediatamente una fuerza enorme, y que las repúblicas soviéticas encontrarán
las formas adecuadas de ligarse y colaborar entre ellas. Esta meta se alcanzará sólo
si los antiguos lazos compulsivos, y en consecuencia las viejas fronteras, se
destruyen completamente; sólo si cada una de las partes es totalmente
independiente. Para acelerar y facilitar este proceso, para hacer
posible en el futuro una fraternidad verdadera entre los pueblos, los obreros
avanzados de la Gran Rusia deben comprender ya las causas del separatismo
ucraniano, el potencial latente que alberga y que obedece a leyes históricas.
Deben declarar sin
reservas al pueblo ucraniano que están dispuestos a apoyar con todas sus
fuerzas la consigna de una Ucrania soviética independiente en la lucha común
contra la burocracia autocrática y el imperialismo.
Los nacionalistas ucranianos consideran correcta la
consigna de una Ucrania independiente. Pero se oponen a relacionar esta
consigna con la revolución proletaria. Quieren una Ucrania independiente
democrática y no soviética. No es necesario entrar aquí en un análisis
detallado de esta cuestión porque no tiene que ver sólo con Ucrania sino con
la caracterización general de nuestra época, que ya hicimos muchas veces.
Delinearemos solamente sus aspectos más importantes.
La democracia está degenerando y desapareciendo incluso
en sus centros metropolitanos. Sólo los imperios coloniales más ricos o
algunos países burgueses especialmente privilegiados pueden mantener todavía
un régimen democrático, y bastante degradado. La esperanza de que la Ucrania
relativamente pobre y atrasada pueda establecer y mantener un régimen
democrático carece de todo fundamento. Ni la independencia de Ucrania duraría
mucho en un marco imperialista. El ejemplo de Checoslovaquia es por demás
elocuente. En tanto predominen las leyes del imperialismo el destino de las
naciones pequeñas y medianas seguirá siendo inestable. Sólo la revolución
proletaria podrá derribar al imperialismo.
La actual Ucrania soviética constituye el sector
principal de la nación ucraniana. El desarrollo industrial creó allí un
poderoso proletariado netamente ucraniano. Es el destinado a ser el dirigente
del pueblo ucraniano en sus luchas futuras. El proletariado ucraniano desea
liberarse de las garras de la burocracia. La consigna de una Ucrania
democrática es históricamente tardía. Para lo único que sirve es, tal vez,
para consolar a los intelectuales burgueses. No unificará a las masas. Y sin
las masas son imposibles la emancipación y unificación de Ucrania.
Nuestro severo crítico nos endilga a cada momento el mote
de “centristas”. Según él, el artículo fue escrito de manera tal que
constituye el ejemplo más evidente de nuestro “centrismo”. Pero no hace el
menor intento de demostrar en qué consiste exactamente el centrismo de la
consigna de una Ucrania soviética independiente. Por cierto que no es tarea
fácil.
Se llama centrismo a la política que es por su esencia
oportunista y que pretende aparecer como revolucionaria por su forma. El
oportunismo consiste en la adaptación pasiva a la clase gobernante y su
régimen, a lo ya existente, incluyendo, por supuesto, las fronteras entre los
estados. El centrismo comparte totalmente este rasgo del oportunismo pero lo
oculta, para adaptarse al descontento de los obreros, tras comentarios
radicales.
Si partimos de esta definición científica vemos que la
posición de nuestro infortunado crítico es parcial y completamente centrista.
Comienza considerando
como algo inmutable las fronteras específicas que segmentan a las naciones
(accidentales desde el punto de vista de la política racional y
revolucionaria). La revolución mundial, que para él no es una realidad
viva sino el milagro de algún brujo, debe aceptar indefectiblemente estas
fronteras.
No le interesan en absoluto
las tendencias nacionalistas centrífugas, que pueden favorecer tanto a la
reacción como a la revolución, que violentan su quietista formulario
administrativo construido en base a “primero” v “luego”. Se aparta de la lucha
por la independencia nacional contra el estrangulamiento burocrático y se
refugia en especulaciones sobre la superioridad de la unidad
socialista. En otras palabras, su política (si es que puede llamarse
así a los comentarios escolásticos sobre la política de otras personas)
presenta las peores características del centrismo.
El sectario es un oportunista que se teme a
sí mismo. En el sectarismo, el oportunismo (centrismo) en las etapas iniciales
está replegado como un delicado pimpollo. Poco a poco el pimpollo se abre, un
tercio, la mitad, a veces más. Entonces se nos aparece la peculiar combinación
de sectarismo y centrismo (Vereecken); de sectarismo y oportunismo del más
bajo (Sneevliet). Pero en ocasiones el pimpollo se marchita sin llegar a
abrirse (Oehler). Si no me equivoco, Oehler es el director de ‘El
Marxista’.[9]
NOTAS
Texto
de las Notas reproducido por la Edición de Escritos Leon Trotsky,
Editorial Pluma, Bogotá, 1976.
Original, Patfhinder Press,
Nueva York, 1973
[1] “La independencia de
Ucrania y el confusionismo sectario”. Socialist Appeal, 15 y 18 de
setiembre de 1939. El Socialist Appeal era el periódico semanal del
SWP, que luego cambió su nombre por The Militant. Trotsky contesta en
esta oportunidad una crítica a un artículo que había escrito en abril de 1939,
que se reproduce en Escritos 1938-1939 con el título de “La cuestión
ucraniana” [recogido en la recopilación de Andalucía Libre, Textos
sobre la independencia de Ucrania]
[2] La teoría marxista de la
revolución permanente, elaborada por Trotsky, plantea entre otras cosas que
con el fin de llevar a cabo y consolidar incluso tareas democrático-burguesas
tales como la reforma agraria en un país subdesarrollado, la revolución debe
exceder los límites de un proceso democrático y convertirse en una revolución
socialista que establezca un gobierno de obreros y campesinos. Tal revolución,
por lo tanto, no tendrá lugar en “etapas” (primero una etapa de desarrollo
capitalista a la que continúa en el futuro una revolución socialista), sino
que será continua o “permanente”, pasando inmediatamente a una etapa
poscapitalista. Para una exposición total de la teoría, ver La revolución
permanente y Resultados y perspectivas, de León
Trotsky.
[3] El Partido Borotba
[Lucha] ucraniano se mantuvo activo entre los años 1918 a 1920, en que se
fusionó con el Partido Comunista Ucraniano. A mediados de la década del 20 los
ex borotbistas se adueñaron de la dirección del PC ucraniano y aplicaron una
política de ucranización hasta el fin de la década, en que los estalinistas se
volvieron contra Ucrania y expulsaron a los borotbistas de la dirección. La
mayor parte de los borotbistas murió en las purgas de la década del
30.
[4] Nikolai A. Shripnik
(1872-1933): se unió a la socialdemocracia rusa en 1897. Después de la
Revolución de Octubre fue, en varias oportunidades, comisario de asuntos
interiores y de educación en la República Socialista Soviética de Ucrania y
miembro del comité Central del Partido Comunista Ucraniano. En Escritos
1932-1933 se publica un artículo sobre su suicidio.
Pavel
P Postishev
(1888-1940): fue un viejo bolchevique que se convirtió en miembro del
Politburó en 1926 y secretario del Partido Comunista de Ucrania. Fue arrestado
en 1938 y ejecutado, pero luego rehabilitado por las revelaciones de
Jruschov.
[5] Termidor de 1794 fue el mes
del nuevo calendario francés en que los jacobinos revolucionarios encabezados
por Robespierre fueron derribados por un ala reaccionaria de la revolución que
no avanzó lo suficiente, sin embargo, como para restaurar el régimen feudal.
Trotsky utilizó el término como analogía histórica para designar la toma del
poder por la burocracia conservadora de Stalin dentro del marco de las
relaciones de producción nacionalizadas. Bonapartismo es un término marxista
que describe un régimen con ciertos rasgos de dictadura durante un período en
que el dominio de clase no es seguro; está basado en la burocracia militar,
policial y estatal más que en partidos parlamentarios o un movimiento de masas
(ver el ensayo de Trotsky “El estado obrero, termidor y bonapartismo”, en
Escritos 1934-35).
[6] Rosa Luxemburgo
(1871-1919): fue una dirigente notable en la historia del movimiento marxista
y destacada adversaria del revisionismo y el oportunismo antes de la primera
guerra mundial. Organizó el Partido Social Demócrata Polaco y fue líder del
ala izquierda de la socialdemocracia alemana. Encarcelada en 1915, ayudó a
fundar la Liga Espartaco y el Partido Comunista Alemán. Fue asesinada por
miembros del gobierno socialdemócrata durante la insurrección de enero de
1919. Su principal discrepancia teórica con los bolcheviques residía en la
cuestión de la autodeterminación nacional.
Nikolai
Bujarin
(1888-1938): viejo bolchevique que se alió con Stalin contra la Oposición de
Izquierda hasta 1928. Sucedió a Zinoviev como presidente de la Comintern desde
1926 a 1929. Fue líder de la Oposición de Derecha en 1929; expulsado, luego
capituló, pero igualmente lo ejecutaron luego del tercer juicio de Moscú, en
1938.
Georgi L.
Piatakov
(1890-1937): se unió al Partido Bolchevique en 1910 y realizó tareas
partidarias en Ucrania. Durante 1915-1917 se opuso a la posición de Lenin
sobre el derecho de las naciones a la autodeterminación. Fue miembro del gobierno de la Ucrania
soviética después de la Revolución de Octubre. Expulsado del Partido Comunista
en 1927 por pertenecer a la Oposición de Izquierda. Capituló ante Stalin y le
fueron concedidos importantes cargos en la industria, pero igualmente fue
víctima del segundo juicio de Moscú.
[7] Este documento, también
conocido como Programa de Transición, fue adoptado por la conferencia
de fundación de la Cuarta Internacional en 1938. Su texto completo se puede
hallar en El programa de transición para la revolución
socialista, de León Trotsky.
[8] Trotsky llamó a una
revolución política contra la burocracia estalinista para restaurar la
democracia soviética y una política exterior internacionalista revolucionaria.
Entendía por revolución política el derrocamiento del régimen estalinista
preservando las relaciones de propiedad que hizo posibles la revolución de
1917.
[9] Georges Vereecken
fue representante de una tendencia sectaria en la sección belga del movimiento
trotskista.
Henricus
Sneevliet
(1883-1942): fundador del Partido Comunista de Holanda e Indonesia. Abandonó
el PC en 1927 y en 1933 se alió al movimiento de la Cuarta Internacional;
firmó el primer llamamiento público para constituir una nueva internacional
(“La Declaración de los Cuatro”, en Escritos 1933-1934). Pero, rompió con la
Cuarta Internacional en 1938 por diferencias con la política sindical y la
guerra civil española.
Hugo Oehler dirigió una fracción
sectaria del Partido Obrero de Estados Unidos que se oponía por principio a la
entrada de ese partido al Partido Socialista como forma de llegar al ala
izquierda del mismo, que se fortalecía numéricamente cada vez más. El y su
grupo fueron expulsados en 1935 por violar la disciplina
partidaria.
Incluye:
- La cuestión ucraniana, 22
de abril de 1939
- La independencia de Ucrania y
el confusionismo sectario. 30 de julio de 1939
- Los feudalistas democráticos y
la independencia de Ucrania, 5 de agosto de 1939
- La guerra y la cuestión
ucraniana, 6 de septiembre de 1939
- Stalin, depositario interino
de Ucrania, 18 de septiembre de 1939
- Anexo: León Trotsky, El derecho de las
naciones a la autodeterminación, Mayo de 1917
Andalucia
Sevilla, del 18
de enero al 8 de febrero Actos contra la cumbre de la OTAN
ACTOS:
-
18 DE ENERO -
Paraninfo de la Univesidad, 19 horas. Presentación de la Campaña contra la
OTAN, y escrito de intelectuales. Presentado por Carlos Taibo e Isidoro
Morero
-
28 ENERO - MARCHA
A LA BASE DE MORON. 12 h. en el Cruce de la Nena Crta. Morón-Sevilla, Cruce El
Coroniñl-Arahal(salida de Sevilla 9 mañana en Bar Citroen, autocar consultar
pagina FSS)
-
2 Y 3 FEBRERO -
Asamblea Internacional de Movimientos contra la Guerra, el Imperialismo y la
OTAN (Centros Cívicos, consultar en página web FSS)
-
4 FEBRERO - A
las 12 h. en el Caballo Plaza del Cid (Prado San Sebastian) Gran Manifestación
Internacional. OTAN NO, CONTRA LA GUERRA Y EL IMPERIALISMO, NO
PASARAN.
-
7 y 8 FEBRERO,
Acciones de Interferencia y Bloqueo a la Comitiva de la OTAN (se informará por
página web de FSS y carteles)
El
patriotismo también se mide en Euros
Colabora para que continúe en la red
una voz
por una Andalucía Libre, Independiente y
Socialista
Ayuda a
ANDALUCÍA LIBRE:
Ingresa tu contribución en la
Cuenta Corriente del BBVA:
0182 3344 24
0202889151
IESA presenta Barómetro de Opinión Publica
Andaluza El 80% de los andaluces cree que hay
irregularidades urbanísticas en muchos ayuntamientos - El PSOE aventaja en
17 puntos al PP, mientras que el 47% de los sondeados desconoce la celebración
del referéndum estatutario AGENCIAS/SEVILLA
Casos de
corrupción como el de Marbella han hecho mella en la opinión pública andaluza.
El número de ciudadanos que percibe irregularidades en la gestión
urbanística de bastantes o muchos municipios ha pasado del 59,9% en
2005 al 80,6% de los encuestados en 2006, según los resultados
del barómetro de opinión pública de 2006. El director del Instituto de Estudios
Sociales Avanzados de Andalucía (IESA), Manuel Pérez Yruela,
que presentó ayer dicho sondeo, informó de que la mitad de los encuestados
(52,5%), opina que su propio ayuntamiento podría estar afectado por
irregularidades en materia de urbanismo frente a un 22,7% que piensa que no.
Asimismo, el 39,4% de los encuestados responde que las irregularidades en
urbanismo son responsabilidad de los ayuntamientos. El 29,2% dice, por contra,
que son de la Junta, mientras que el 25,7% cree que corresponden a ambas
administraciones.
El barómetro, que pregunta por primera vez por las
medidas que habría que adoptar con las viviendas construidas de
forma ilegal, revela que el 82,2% cree que hay que buscar alguna solución sin
llegar al derribo y el 68,7% piensa que los propietarios deben hacerse cargo de
los costes de los servicios y no los ayuntamientos. No obstante, el 66,2% de los
sondeados se muestra a favor de derribar las viviendas ilegales cuando
perjudiquen a algún bien público de valor.Además, la vivienda se ha convertido
en el tercer problema de los andaluces (con un 25% de menciones), aunque para la
población joven -entre 18 y 29 años- es el asunto que más le preocupa.
La
inmigración es el segundo problema, con un 27%, si bien en los
últimos años ha mejorado la percepción social de los inmigrantes, señaló el
director del IESA. No obstante, la mayoría de los encuestados, el
47,9%, sostiene que la inmigración es más bien negativa para
Andalucía frente al 25,1% que la considera positiva y un 23,3% que la declara
neutra.
En la arena política, el barómetro desvela que
el PSOE andaluz volvería a obtener mayoría absoluta con el 50,6% de los votos,
frente al 32,8% del PP-A, el 7,9% de IU y el 5,3% del PA, de haberse celebrado
elecciones autonómicas en la primera quincena de diciembre. El
PSOE, que mejoraría tres décimas frente a los comicios de 2004, aventaja en 17,8
puntos al PP, que subiría casi un punto al pasar del 31,9% al 32,8%. IU también
avanzaría cuatro décimas, mientras que el Partido Andalucista bajaría del 6,2 al
5,3%. Estos datos revelan un resultado casi igual al obtenido en las últimas
elecciones celebradas en 2004, según el director del IESA.
La encuesta
refleja un gran desconocimiento entre los andaluces sobre la celebración del
referéndum del Estatuto. El 47,3% no sabe que
en febrero tendrá lugar la consulta popular, y de los que tienen conocimiento de
ella el 49,1% piensa ir a votar con toda seguridad. Pérez Yruela dijo que la
intención de voto rondará el 50%, aunque indicó que se podría incrementar a
medida que la gente durante la campaña tenga conocimiento del Estatuto. No
obstante, lo que es seguro -dijo- es que los votantes darán un «sí mayoritario»
a la reforma, ya que, según el director del IESA, la proporción en contra y a
favor es de uno a diez. Es decir, por cada ciudadano que lo rechaza diez lo
apoyan.
IV Encuentro
Andaluz de Solidaridad con Cuba
Remitido
Los próximos días
16, 17 y 18 de febrero de
2007 se celebrará en El Coronil el IV Encuentro
Andaluz de Solidaridad con Cuba. Metodología. El IV Encuentro
desarrollará sus tareas en plenarios, en los que se llevarán a cabo Mesas de
exposición y debate sobre los siguientes temas: La situación y evolución de
Cuba, en el marco de América y el mundo - Balance general, línea
sociopolítica y tendencias de la Solidaridad con Cuba en Andalucía -
Balance y propuestas concretas de la Cooperación (proyectos, brigadas, envíos,
etc) - Balance y propuestas concretas de las Campañas (los 5, aniversario
Ché, etc) - Balance y tendencias de la Coordinación de la Solidaridad con
Cuba en Andalucía. Elección Comisión Andaluza de la CASC. - Debate y
aprobación Documento Final.
Euskadi
ETA rompe
su alto el fuego
Andalucía Libre
El pasado 30
de Diciembre de 2006, ETA colocó una bomba en la terminal T4 del aeropuerto de
Madrid-Barajas. El hecho ha tenido y tendrá repercusiones políticas de entidad a
escala estatal y vasca y obvias e inevitables repercusiones nacionales en el
futuro. Para atender los previsibles
requerimientos de información y análisis inmediato de quienes nos reciben dentro
y fuera de Andalucía, sugerimos un catalogo de enlaces a sitios y
textos.
Un articulo
redactado antes de la explosión que sirve para reflejar la
situación entonces existente y que conserva todavía ahora su interés como
testimonio y como reflexión es el de Antón
Corpas, Euskadi:
Balance a ocho meses del alto el fuego.
Un articulo de
opinión de análisis sistemático elaborado después del atentado
de Barajas que toca las diversas implicaciones de la nueva situación es el
de José Ramón Castaños 'Troglo': ETA dinamita los puentes de la
negociación
Por lo que a
nosotros respecta, aplicandonos el orden de prioridades, aplazamos nuestro
tratamiento de la cuestión a despues del 18 de Febrero.
--oOo--
Andalucia Libre es Andalucia
Laica
POR UN SISTEMA ANDALUZ DE ENSEÑANZA , LAICO,
PUBLICO, NACIONAL.
NINGÚN PRIVILEGIO LEGAL NI FISCAL PARA LAS ENTIDADES
RELIGIOSAS.
POR LOS DERECHOS DE LAS MUJERES Y LOS HOMOSEXUALES:
TOLERANCIA CERO A TODAS LAS INTROMISIONES
CLERICALES
¿Inquisiciones,
Teocracias, Integrismos...?. NUNCA MÁS
Música de
fondo: Costaleros
|
|
|
Hit Counters
|