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Asunto: | [AndaluciaLibre] nº 327 - Balances tras las Elecciones | Fecha: | Viernes, 18 de Abril, 2008 21:03:57 (+0200) | Autor: | Andalucia Libre <andalucialibre- @......es>
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nº
327
En este
Correo:
Andalucía
*Apuntes para un
balance postelectoral, Andalucía Libre
*Documentación: Resultados
electorales en Andalucía, marzo 2008
*Opinión, El futuro del andalucismo, Isidoro
Moreno
*Nuevo numero de
Independencia - Sumario y Enlaces para
descarga
*Sugerencias -
Enlaces: Mapa del emirato de Granada // Sebta y Mlilya //
Revalandus.
*Andalucía Libre es Andalucía
Laica
*Directorio de Andalucía en
Internet
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Andalucía
Apuntes para un balance
postelectoral Andalucía
Libre
Dos españolistas: Arenas (PP) y
Chaves (PSOE)
Con un
alto índice de participación (73,65%), el PSOE ha obtenido en
2008 su octava victoria consecutiva en Andalucía, revalidando su mayoría
absoluta en el Parlamento andaluz (48,19% y 56
escaños). El PP ha sido derrotado, pero progresa significativamente
(38,63% y 47 bancas), consiguiendo la
victoria en las provincias de Almería y
Málaga y hegemonizando el voto urbano y costero. Ambos reúnen
el 86,82% del voto. IU sigue retrocediendo, aunque conserva
el mismo numero de diputados en el Parlamento andaluz que hace cuatro años (6,
ahora con el 7,09%). Finalmente, el andalucismo regionalista
sufre una derrota terminal: desciende a un 2,78% (pierde el
67,2% de los apoyos obtenidos en 2004) y se convierte en
extraparlamentario. De los 109 asientos
del Parlamento andaluz, se puede adelantar ya hoy que 108 estarán ocupados por
españolistas férrea y visceralmente comprometidos con la opresión y
asimilación de Andalucía por España. El restante –que ocupa el líder de
CUT-BAI, Juan Manuel Sánchez Gordillo, gracias a su inclusión
como numero 1 en la lista de IU por Sevilla- merece tratamiento aparte.
Tal como somos La
doble convocatoria electoral del 9 de Marzo ha supuesto una nueva victoria del
Régimen español en Andalucía. Los resultados reflejan la paulatina regresión
de la situación política y social. Han avanzado el bipartidismo, la
españolización y la derechización social. La
complementariedad PSOE-PP, al escenificar una falsa bipolaridad, ha funcionado
perfectamente, retroalimentándose mutuamente. Como causa primero y
consecuencia después de este fenómeno, los ejes y márgenes del debate político
andaluz se han seguido derechizando y restringiendo. A escala general
–hablando del común de los andaluces- no es ya que no se apoyen propuestas
alternativas en lo político, nacional o social es que ni siquiera se
conocen o imaginan (quizá también porque tampoco se oferten, por pura
debilidad política y desimplantación social). El malestar social no tiene
traducción política. Obviamente, la ley
electoral vigente favorece la gestación y consolidación de este escenario pero
este hecho –como la parcialidad restrictiva de los medios de comunicación
masiva, unánimemente en manos españolas- no es novedoso, aunque sus efectos sí
puedan ser acumulativos. Ambos forman parte de los parámetros constituyentes
del actual Régimen español desde su configuración durante la Transición.
Buscar ahí la razón primaria de esta situación –como han hecho a modo de
excusa desde PA y PCE/IU- implica un riesgo cierto de desenfoque.
Por el contrario, sería mucho más sensato
situarla haciendo hincapié en el curso político seguido durante los últimos
treinta años por las diferentes fuerzas y en los efectos ideológicos y
sociales que este juego ha facilitado desarrollar y cristalizar, hasta su
ultima decantación el 9 de marzo. En otras palabras, la Andalucía que se
mostró hace pocas semanas en las urnas es, por activa, fruto y expresión de la
acción prolongada y combinada del PSOE y del PP, como ejes sostenedores, y del
PCE-IU y el Andalucismo regionalista, como satélites coadyuvantes necesarios.
Por pasiva, resultado de los errores y debilidades de la izquierda, es decir o
lo que es lo mismo, del independentismo andaluz. Los
datos bipartitos El
PSOE -partido del capitalismo nacionalmente dependiente- impulsor,
expresión y beneficiario del modelo vigente de Andalucía dependiente, vence
gracias, de una parte, al aún superviviente ‘miedo al PP’ y de otra,
merced a su funcionalidad y correspondencia con la Andalucía subordinada y
alienada que ha contribuido decisivamente a configurar y en la que
disfruta de hegemonía ideológica y social aplastante.
Aún así -y como paradójico resultado de su
éxito- el PSOE va paulatinamente abriéndole camino al PP. No
es sólo que la derecha extrema españolista haya subido 295.000 votos a
nivel nacional; es que también el PP gana por vez primera en las
circunscripciones de Málaga y Almería (donde supera el 50%), arrasa en la
costa mediterránea y consolida sus triunfos en la mayoría de las grandes
ciudades andaluzas y en su inmediata periferia. Tras el 9 de marzo, la
perspectiva de una futura victoria del PP en Andalucía deja de ser quimérica
para convertirse en una hipótesis ciertamente aún difícil de consumar (la suma
PSOE-IU aún le saca al PP 742.273 votos) pero
viable. Aún ahora este escenario bipartidista
con hegemonía urbana de la derecha no deja de ser sintomático y generar
efectos. Si el PSOE conserva aún mayorías en las ciudades de
Algeciras, Jerez, Huelva,
Dos Hermanas y Sevilla, el
PP consolida triunfos en Almería,
Cádiz, Córdoba (donde una alcaldía de IU se
traduce sólo en un 9,77% de voto), Granada,
Jaén, Málaga y Marbella. Es
un hecho sociológico significativo y de alcance político que allí donde el
modelo socio-económico andaluz, asentado en la agro-exportación, la
hostelería, el turismo y la construcción –con sus correlatos de extrema
precariedad laboral, inmigración y desagregación social- alcanza sus mayores
cotas sea también donde el PP sustituye ya al PSOE con mayor autoridad.
Incluso algunos dirigentes del PSOE lo han reconocido bajo la formula “a
mayor inmigración, más apoyo al PP”. La
situación es tal que aunque el PSOE pueda impunemente desarrollar políticas
fiscales y presupuestarias regresivas o aplicar un discurso patronal (el de
los “emprendedores” o la “excelencia en calidad”, legitimado
por la concertación con CCOO-UGT) y a la vez beneficiarse todavía del
“voto útil” antiPP, no por ello su propia acción neoliberal de
asimilación españolista deja de ser fundamental para legitimar a la derecha
extrema e irle creando bases políticas, ideológicas y sociales cada día más
amplias al PP. Izquierda Unida IU
ha obtenido en la doble convocatoria electoral 229.159 votos
para las españolas (perdiendo 60.000 votos en relación con 2004) y
315.909 para las andaluzas (aquí retrocede 20.000 votos).
IU se ha quedado nuevamente extraparlamentaria en Madrid
(bajando del 6,39% al 5,13%) y aunque también ha disminuido en las andaluzas
(del 7,51% al 7,09%), el mantenimiento de sus escaños y la reentrada de su
coordinador oficialista Valderas en el Parlamento andaluz, en un contexto
comparado de desastre estatal y junto al hundimiento andalucista, han atenuado
el impacto de los resultados. La lectura interna de los resultados viene a ser
algo así como que “si bien IU estatal se está pudriendo a pedazos, en
Andalucía se han ganado cuatro años de prorroga”. IU sufre
los efectos de ejercer políticamente como “segunda marca del
PSOE”, en voluntad y en hechos cada vez que las condiciones le
permiten manifestarlo -tal y como demostró por enésima vez el proceso de
reforma estatutaria- pero todavía sobrevive en Andalucía gracias a la
combinación del sostén de su red de cargos municipales, al usufructo de los
restos del voto identitario ‘comunista’ y muy especialmente al
aprovechamiento de su condición de receptáculo del ‘voto
útil’ de quienes se sitúan a la izquierda del PSOE (que no
encuentran otra candidatura que sostener).
Además, IU
se ha beneficiado nuevamente de la superposición electoral. La posibilidad de
votar dos veces –para españolas y para andaluzas- ha permitido que
86.000 votantes que muy posiblemente hayan apoyado al PSOE
para Madrid le hayan concedido a IU el voto en las andaluzas, considerando que
aquí el riesgo de victoria del PP era sustancialmente menor.
La sucursal andaluza de
IU sigue siendo esencial para la
supervivencia estatal de su referencia: de hecho, IU obtiene el 24% de su
respaldo estatal en Andalucía. Con todo, los porcentajes del PCE-IU son aquí
los más bajos de toda su historia, oscilando entre el 3,89% de Almería y el
9,47% de Córdoba. La gresca interna estatal de
IU, en la que diversas facciones pelean por sus despojos -unida a su quiebra
económica: IU tiene una deuda minima de 15,8 millones de euros sin pagar- no
dejaran de afectar a su sucursal andaluza, evidenciando su situación de
marginalidad. No obstante, la mayoría absoluta
del PSOE en Andalucía –que convierte a IU en innecesaria o prescindible desde
el punto de vista parlamentario- le evitara a la formación españolista de
izquierdas un debate inmediato peligroso por su impacto clarificador y
permitirá a sus diversas corrientes seguir enfrentándose –según su costumbre-
desde la retórica y la ambigüedad, ocultando su sustancial acuerdo político en
esencial; tal y como demostró –con la excepción de la CUT/BAI- su compartido
apoyo entusiasta al Estatuto
de la Dependencia. El desastre
andalucista Las fuerzas integradas en
la Coalición
Andalucista (Partido
Andalucista, más PSA, más otros)
obtuvieron en 2004, 377.164 votos. Cuatro años después sólo
mantienen el 32,8% de ese respaldo, perdiendo el
67,18%: 152.674 sufragios. En las elecciones
españolas el andalucismo regionalista ha retrocedido del
4,04% nacional de 2004 (181.868 votos) a un escuálido
1,53% (68.334). En las andaluzas, de 275.674 (6,16%) ha
bajado a 123.776 (2,76%). Mirando
circunscripciones, en Almería los andalucistas obtienen el
1,04%, en Jaén, el 1,83%,
en Granada, el 1,59% y en
Cádiz, el 4,19%. En las
ciudades, sus datos son dramáticos:
0,94% en Almería; 4,06% en
Algeciras; 2,36% en Cádiz;
3,48% en Jerez (donde Pacheco ha sido
alcalde durante quinquenios); 2,15% en
Córdoba; 1,20% en Granada;
2,00% en Huelva; 1,16% en
Jaén; 1,30% en Linares;
1,64% en Málaga; 1,67% en
Marbella; 2,63% en Dos
Hermanas y 2,52% en Sevilla (donde
hace años ostentó la alcaldía). Los resultados
obtenidos no son sino la consecuencia previsible del agotamiento terminal del
discurso regionalista. Su incoherencia, cobardía y españolismo han terminado
por condenarle a la irrelevancia parlamentaria. Años de oportunismo, han
facilitado que el andalucismo regionalista sea considerado electoral y
políticamente innecesario. Las prácticas y discursos de los Rojas
Marcos, Pacheco, Pérez Bueno,
Ortega, Del Olmo, Aranda,
Villar, Aroca, Checa,
Egea, Benavides y tantos más, se han
demostrado no sólo reaccionarios sino también inútiles.
Aquí están las consecuencias de no oponerse
nunca a España y de competir con PSOE, PP y PCE-IU en verborrea españolista en
cada caso y circunstancia, poniendo su referencia pretendidamente
andalucista al servicio de España. Su insistencia extenuante en una
retórica dependentista anticatalana y antivasca ha terminado por favorecer el
traspaso de buena parte de su electorado a quienes ejercen de españoles sin
atenuantes ni añadidos: el PP y el PSOE. Faltos
de norte político y de escrúpulos éticos, los andalucistas no han tenido
problemas en formalizar coaliciones municipales o nacionales
no sólo con el PSOE sino también con el españolismo extremo del PP,
desautorizándose a si mismos como fuerza política necesaria por la vía de los
hechos, porque ¿quién puede ser admitido como socio por el PP si
no tiene bien acreditado su españolismo?. Desprovistos así de
perfiles propios y sin proyecto nacional alguno, no han generado conciencia
nacional, sino al contrario. Los andalucistas
nunca han entendido que aunque PNV, CiU y otras fuerzas nacionalistas
moderadas puedan hacer en la práctica política regionalista, lo hacen siempre
desde una previa identidad política claramente nacionalista –en la que su
nación siempre esta claro que no es España y en la que siempre se reservan, al
menos formalmente, su derecho a la soberanía y a la autodeterminación
nacional- que es la que le permite luego justificar ante su electorado sus
hechos por pragmatismo o cualesquiera razones y mantenerlo. Por el contrario,
son miles los ejemplos en los que –incluso durante esta ultima campaña y en
televisión- los andalucistas han acreditado que cuando piensan realmente en
algo ‘nacional’ están refiriéndose a España y nunca a Andalucía.
En resumen, en treinta años no ha habido líder
andalucista que haya dicho públicamente ante una cámara de televisión
que no es español sino andaluz; que
Andalucía es una Nación porque lo es; que esta en
contra de la dependencia de Andalucía en relación a España y a favor de la
Soberanía Nacional y la Autodeterminación de Andalucía. Por el
contrario, todos los que han representado al andalucismo se han reafirmado en
cada oportunidad en su españolidad, en el sometimiento llorica y en el agravio
comparativo. El equipo de Julián
Álvarez se ha quedado sólo al principio del camino en la revisión del
curso andalucista y como suele ocurrir en estos casos ha pagado su
inconsecuencia. Aunque fuera a trompicones –plagiando textos ajenos de mala
manera y con argumentos torcidos y torpes- llegó a asumir el
‘no’ puntual al nuevo Estatuto, pero luego ha sido incapaz de
mantenerlo y desarrollarlo como eje de una línea política. Le ha puesto
sordina, avergonzándose de lo que era su principal seña de identidad nueva,
sustituyéndola por propuestas, que no por peregrinas dejaban de ser menos
estupidas, como su reiterada defensa de un 'Gobierno tripartito
PP-PA-IU', justificada únicamente como medio para excluir al
PSOE (con quien había gobernado en coalición no hace mucho).
La coalición PA-PSA ha sido nefasta, no tanto
por ella en si misma o por lo insustancial de sus propuestas o por su
alucinante propaganda e imagen como porque se ha hecho sobre las bases
políticas del andalucismo de siempre (que el PSA ha
mantenido sin siquiera las dudas y ambigüedades del PA de la etapa Álvarez)
que son las que se han transmitido a la población andaluza. Los desastrosos
resultados están a la vista. Inserto en la
crisis postelectoral, los primeros datos que trascienden del ámbito
andalucista indican un empecinamiento en el error que les ha
conducido al fracaso. No se atisban en su seno pronunciamientos y proyectos
realmente refundadores y que postulen un giro nacional y de izquierdas. En el
andalucismo domina un silencio sepulcral, sólo alterado por el runruneo de las
navajas entre los dinosaurios que disputan por el cargo de
enterrador. A día de hoy no aparecen
en el espacio andalucista plataformas políticas programaticamente
nacionalistas, antes al contrario, los rumores sobre las candidaturas
alternativas para su Congreso extraordinario de Junio se
limitan a la posible postulación del alcalde de Utrera, Curro
Jiménez –caracterizado españolista, bien conocido por sus serviles
homenajes a los Borbones y al ejercito español-; Pilar
González –portavoz parlamentaria que ha reproducido a lo largo de sus
discursos y trayectoria todos los tics crónicos del regionalismo- o
Manuel María de Bernardo –alcalde de San Fernando en alianza
con el PP-, tres variantes que ubican al andalucismo en una perspectiva de
extinción cierta. Sánchez
Gordillo… El líder de CUT-BAI,
Juan Manuel Sánchez Gordillo, vuelve a ocupar por tercera vez un escaño en el Parlamento
andaluz. Es uno de los seis diputados con que cuenta IU en el Parlamento.
De momento, su posicionamiento más
significativo ha sido el pronunciarse de antemano por el ‘no’
a la investidura de Chaves, dejando entrever que no respetaría la disciplina
de voto en el caso de que el grupo de IU optara por la abstención. Como quiera
que finalmente IU se ha decantado por el voto negativo, no ha habido ocasión
para que se concretara la discrepancia. De otra
parte, la CUT-BAI presenta a su coordinador como aspirante a ser “la voz de
los sin voz” en el Parlamento andaluz, a la vez que apuesta públicamente
-todavía a estas alturas- por una “refundación de
IU”. De hecho, estas primeras
escaramuzas manifiestan lo que será el desafío al que Gordillo y la CUT tienen
que responder en esta legislatura. O bien
Gordillo y CUT-BAI optan por seguir jugando a mantener el papel liturgico de
“añadido honesto” del españolismo de izquierdas –que contribuye a
embellecer políticamente a IU y a difundir la falsa idea de que los andaluces
pueden fiarse de algún partido español- o bien apuestan de una vez por poner
su implantación al servicio de una nueva fuerza andaluza de izquierda,
arrostrando los riesgos consecuentes. Las circunstancias –su misma visibilidad
en el Parlamento- han hecho que ambas opciones dejen de ser objetiva y
subjetivamente compatibles. Dicho en otras
palabras. O Gordillo deja el grupo parlamentario de IU a lo largo de
esta legislatura –bien porque se va al mixto o bien porque le echan y
mejor cuanto más pronto- y se convierte en portavoz parlamentario de
esa nueva fuerza nacional o la CUT-BAI se une definitiva e
irremediablemente al curso político general de IU. Decidirse en uno u
otro sentido es asunto que sólo compete a Gordillo y a la CUT-BAI..
Para completar finalmente el cuadro general,
hay que anotar que la extrema izquierda española en Andalucía
ha sido incapaz de presentarse a las elecciones –puede que por no tener gente
suficiente ni siquiera para rellenar las candidaturas- con la excepción del
PCPE, que consiguió completar listas en cuatro provincias. Esta
organización postestalinista ha obtenido en las elecciones andaluzas
2.606 votos a nivel nacional -0,06%-
colocándose como 13ª fuerza. En las españolas, 3.337 (0,07%),
situándose por detrás de listas como la del Partido Antitaurino contra el
Maltrato Animal (6.272 votos) u otras de similar enjundia
Y la izquierda
independentista La izquierda
independentista andaluza se encuentra hoy en situación de extrema debilidad.
No hay porque ocultarlo. Resiente su escasa implantación nacional y su
debilidad política. No tiene capacidad para influir a corto plazo en los
acontecimientos. No obstante, cuenta a su favor con un valor
importante y decisivo a medio y largo plazo: el
independentismo es la única opción realmente subversiva y alternativa al
Régimen español y que puede encarnar un modelo de Andalucía
distinta. Para que este valor se
concrete, la izquierda independentista andaluza ha de avanzar en su
clarificación política, programática e ideológica, construyendo orientaciones
y practicas homogéneas nacionalmente; manteniendo y desarrollando sus
organizaciones militantes actuales, hasta que nuevos datos faciliten nuevas
opciones. En la etapa inmediata –que sigue
siendo de primaria acumulación de fuerzas- ha de otorgar especial énfasis al
esfuerzo por ampliar la propaganda y agitación independentista que le permitan
acercarse a nuevos sectores y reclutar nuevos militantes, especialmente
jóvenes, remarcando su singularidad política en relación a cualesquiera otras
fuerzas españolas (incluso las que utilizan de forma oportunista la bandera
andaluza para camuflar su compromiso español). Es muy necesario dar un salto
cualitativo en la formación política de los militantes
independentistas. El mantenimiento de su
presencia en plataformas puntuales amplias y sobre todo su implicación en la
consolidación del SAT
desde un perfil político propio (junto a la coordinación nacional del
trabajo que se hace en otros sindicatos) es otra tarea
básica. A día de hoy, la forma en que se
manifiesta la crisis andalucista no aconseja que se adopten a nivel nacional
mayores implicaciones en ese espacio. Tampoco cara a CUT-BAI, salvo las que ya
se derivan de la colaboración objetiva que deviene de la implicación mutua en
el sostenimiento del SAT. Por supuesto, nada fundamenta en esta fase
operaciones entristas en cualesquiera formaciones españolas de izquierda o
extrema izquierda. Andalucía está sufriendo ya
el impacto de la crisis. Las perspectivas no son buenas. El cambio de ciclo se
produce cuando no existe alternativa visible para la inmensa mayoría del
pueblo andaluz. La solidez de principios y la actividad
militante de la izquierda independentista son hoy pues más necesarios que
nunca para resistir la marea y preparar el
futuro.
Documentación:
DATOS ELECTORALES
ANDALUCIA 2008

Tras el
fracaso en las últimas elecciones y la consiguiente desaparición del andalucismo
político del Parlamento de Andalucía, muchos se han apresurado a extender su
certificado de defunción. No pocos comunicólogos y los jacobinos de siempre han
aprovechado para resucitar la vieja tesis de negar la propia existencia tanto de
conciencia como de sentimiento andaluz: Andalucía sería sólo una región de
España, no existiría como pueblo sino como entidad geográfico-administrativa, y
no tendría una cultura propia sino ciertos rasgos folklóricos que o bien
deberían desaparecer, porque son lastres a superar, o mantenerse sólo como
recurso para el mercado turístico. Otros, que viven económica o
intelectualmente de los tópicos andaluces -mediante la insistencia acrítica en
ellos o la insistencia en su critica tópica-, han adjudicado al PSOE de
Chaves la etiqueta de “andalucista” para procurar
seguir viviendo de lo mismo. Y los publicistas de la derecha dura se han
inventado la etiqueta del “andalucismo españolista” o “españolismo
andalucista” (?) para tratar de atraer a algunos ex-andalucistas hacia el
PP. Existe casi total unanimidad en que asistimos a la liquidación del
andalucismo, al menos el político. Tanto más, cuanto que el “bipartidismo
imperfecto” -la imperfección la constituyen los seis parlamentarios de Izquierda
(des)Unida- se ha adueñado, parece que con casi general satisfacción, del
Parlamento andaluz y éste camina hacia la homologación con Comunidades del peso
político de Castilla-La Mancha, Extremadura o
Murcia. En cualquier caso,
parece cierto que ha concluido una larga etapa de creciente debilitamiento del
que ha sido el referente político-electoral más importante del andalucismo, que
nació como ASA (Alianza Socialista de Andalucía) todavía bajo
el franquismo y luego pasó a ser PSA, PSA-PA y
PA. Un partido que comenzó su proceso de autodestrucción
-siempre fomentado desde el PSOE- en el mismo momento de sus mayores éxitos:
grupo parlamentario en el Congreso de los Diputados en 1979, alcaldías
importantes y muchas concejalías ese mismo año, representantes en el Parlamento
catalán, apoteosis andalucista el 28-F… La torpeza, el oportunismo y los
enfrentamientos internos llevaron al fracaso en la gestión de estos éxitos, a no
aprovecharlos para extender y profundizar la conciencia andalucista, y generaron
el mayor problema arrastrado durante casi treinta años: la falta de credibilidad
y de proyecto ideológico-político. La obsesión ha sido siempre mantener algunos
puestos de poder ofreciéndose como muleta de apoyo a unos y otros. Y la
estrategia para ello, el no pronunciarse con claridad sobre las cuestiones y
problemas centrales de Andalucía y del mundo. Y así, evidentemente, no se
consolidan respaldos y ni siquiera se logra respeto. Esto es lo que explica,
principalmente, que cuando en los últimos tiempos se han adoptado algunas
posiciones claras, respecto, por ejemplo, a la reforma del Estatuto de
Autonomía, ello haya sido considerado otra pirueta oportunista y no haya
impedido el previsible fracaso electoral. Es
claro que el modelo de partido y la estrategia diseñada a finales de los setenta
por sus líderes de entonces está más que agotado. Pero ello no significa que no
exista un espacio político andalucista. Primero, porque
Andalucía, por poseer identidad histórica, identidad cultural e identidad
política tiene los tres requisitos para autoafirmarse como nación -en el propio
Estatuto es definida como nacionalidad e incluso como
realidad nacional-. Segundo, porque,
como señalaban hace unos años los profesores Del Pino Artacho y
Bericat, en su análisis de la Encuesta Mundial de
Valores, casi un tercio de los andaluces, exactamente un
27,5% del total, declara sentirse “más andaluz que
español” o “sólo andaluz” (frente a sólo
un 10,5% en la posición contraria), un porcentaje que jamás ha
tenido reflejo electoral. Y, tercero, porque incluso si todo lo
anterior no fuera así, que lo es, habría necesidad de un proyecto para defender
los intereses de nuestra tierra, de nuestra gente y de nuestra cultura que en
modo alguno cabe en los dos modelos de gestión del capitalismo globalizado
neoliberal que representan el PP (su versión más dura) y el PSOE (su versión
edulcorada). Y que tampoco, por múltiples razones, puede tener sitio en IU (si
es que ésta sigue existiendo). No estoy de
acuerdo, por tanto, con quienes pregonan el fin de la historia del andalucismo
político. Se ha cerrado -y espero se haga con dignidad- una etapa y deberá
abrirse otra. Pese a todas las dificultades, ha de surgir un nuevo andalucismo
que recoja las experiencias e ideas positivas desde Blas
Infante, y aún desde más atrás, hasta hoy y que, a la vez, se sitúe en
el presente en base a análisis rigurosos y una estrategia clara y sin complejos.
Ha de surgir porque es imprescindible para que Andalucía tenga futuro como
pueblo. Y aunque no siempre lo necesario es posible, permítanme que sea
optimista al respecto: siempre, claro está, que no se pretenda construir sobre
la base de ideas y personas caducadas ni a partir de restos averiados de
diversos naufragios
Nuevo número de la revista Independencia,
publicación de Nación
Andaluza.

Con el mes de
marzo ha visto la luz el nuevo número de la publicación de Nación Andaluza
INDEPENDENCIA, dedicado especialmente al recientemente creado
Sindicato Andaluz de Trabajadores. En su interior encontraréis 36 páginas
con diversos contenidos como: •“Entrevista acerca del
Sindicato Andaluz de Trabajadores” por Paco Vílchez, •“El S.A.T.
contra el acuerdo de negociación colectiva 2008” por S.A.T., •“La
salud en Huelva cada día más en peligro” por Juana Orta,
•“Deporte andaluz: manipulación y represión” por Ángel Velasco,
•“Por un modelo de Comarcalización de la izquierda soberanista
andaluza” por Nación Andaluza, •“Debate por Andalucía. Las
mentiras del profesor Juanma Barrios(1ª parte)” por J.A. González,
•“¿Una nueva teoría de Andalucía?” por Manuel Hijano del Río...
En Málaga se puede conseguir en el Centro Andaluz del Pueblo “Er
Llano”, en Granada en el quiosco de prensa de la Plaza de S. Isidro, en el Bar
Entresuelo (junto al mercado de S. Agustín) o en el quiosco de la Facultad de
Filosofía y Letras. En Huelva y Sevilla también habrá puntos de distribución
aún por concretar. Si lo deseas, en los enlaces te puedes
descargar las páginas interiores en formato PDF.
El patriotismo también se mide en
Euros
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voz por una Andalucía Libre, Independiente y
Socialista
Ayuda a ANDALUCÍA LIBRE:
Ingresa tu contribución en la Cuenta Corriente del BBVA:
0182 3344 24
0202889151
Sugerencias
El mapa de emirato nazari de
Granada
El mapa del reino nazarí de Granada
realizado por Manuel Lozano, es un bello y completo trabajo
sobre el "Mamlaka min Garnata", elaborado hacia 1480, cuando una tras
otra, ciudades fronterizas como Archidona, Alhama o Ronda van cayendo en manos
castellanas. Un mapa muy interesante para conocer los topónimos árabes de las
principales ciudades y pueblos de la alta Andalucía. Debido a su gran tamaño
original se reproduce el mapa reducido para una rápida visualización, pero
puedes pulsar para obtenerlo con todo su esplendor aquí: Granada.zip,
Sebta y
Mliya.
Puede visitarse en la red una
pagina marroquí con información en francés sobre el colonialismo español en
Ceuta, Melilla y presidios menores: Sebtamlilya.net. Llama
la atención que no este traducida ni al castellano ni al árabe ni al tamazigh y
que sólo deslice una critica implicita al regimen marroquí por omisión. Como es
habitual por esos lares, los autores ni siquiera tienen en cuenta la
existencia al otro lado del estrecho de una Nación sin estado como es
Andalucía. Además, erronea e inexplicablemente la pagina incluye al
islote andaluz de Alborán entre las dependencias coloniales
españolas en Marruecos. Por lo demás, constituye un material interesante para
ampliar la perspectiva sobre este contencioso colonial que nos queda tan
cerca.
Revandalus.
El sitio de Revolucionarios de
Andalucía (Revandalus.com) sigue sirviendo de punto de encuentro e
informativo de los independentistas andaluces y en general de quienes les
interesa conocer de la historia y la realidad de Andalucía. Un trabajo
perseverante con excelentes resultados.
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Andalucía Libre es Andalucía
Laica
POR UN SISTEMA ANDALUZ DE
ENSEÑANZA , LAICO, PUBLICO,
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NINGÚN PRIVILEGIO LEGAL NI
FISCAL PARA LAS ENTIDADES RELIGIOSAS.
POR LOS DERECHOS DE LAS
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LAS INTROMISIONES CLERICALES
¿Inquisiciones, Teocracias,
Integrismos...?. NUNCA
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Música de fondo: A.C. Jobim - Aguas de
Março
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