Pentecostés 2004 Boletín
extraordinario.
15 de mayo.
Material de Oración y
reflexión
La fiesta de Pentecostés es la tercera gran Pascua cristiana,
la tercera gran celebración liberadora. La primera fue Navidad, cuando Dios
se hace humano y amigo, pobre y pequeño, cuando nos llueve y penetra la
ternura, cuando nos abrimos a la esperanza porque Dios viene a liberar a su
pueblo.
La segunda fue la Resurrección, cuando Dios se hace
espiga de primavera, vida y victoria, amor que vence toda esclavitud y toda
muerte.
La tercera, hoy, Pentecostés. Dios se hace aliento
vivificante, fuerza insuperable, fuego de amores, es el don del Espíritu
Santo, que todo lo recrea.
¿Qué nos dice la Palabra de Dios?
* Ver Hch. 2; 1-11
En Pentecostés los judíos conmemoraban la entrega de
la ley y ofrecían las primicias de las cosechas. En Pentecostés los cristianos
reciben el Espíritu Santo, que es para ellos ley y abundancia de frutos.
* Ver 1ª Cor. 12; 3-13
Preciosa la enseñanza de San Pablo sobre el Espíritu
Santo. El Espíritu es el agua en que nos bautizamos y el manantial del que
bebemos. Agua que purifica yagua que nos sacia. Pero una sola es la fuente;
que nadie rompa la unidad.
* Ver Jn. 20; 19-23
Quien recibe este Espíritu no sólo se santifica,
sino que es capaz de santificar, de perdonar pecados, de trabajar por un
mundo nuevo. Hay que alentar sobre toda muerte y toda impureza. Hay que
dejarlo todo lleno de limpieza y hermosura. Hay que llenarlo todo del
Espíritu de Jesús.
Para nuestra vida:
¿Qué
signo de la presencia del Espíritu observas en tu vida personal, familiar,
social, eclesial?
¿Dónde
descubres la falta de espíritu, signos de muerte?
¿Qué
podrías hacer para que estas situaciones se vayan impregnando del Espíritu
Santo?
Un rato de oración:
Ven, Espíritu Santo
Ven a empujarnos con tu fuerza.
Ven a dinamizarnos con tu viento,
Ven a espabilarnos con tu sabiduría.
Ven a despertarnos con tu música.
Ven a removernos con tu energía.
Ven a fraternizarnos con tu Amor.
Ven a hacernos bailar con tu melodía.
Ven a sacarnos de nuestra mediocridad con tu
maravilla.
Ven a enseñarnos a perdonarnos y perdonar.
Ven a despertarnos la creatividad para abrir caminos
nuevos.
Ven a cada casa, cada rincón, cada familia, a
llenarla de tu amor.
Ven a cada fábrica, obra, despacho y comercio a que
trabajemos contentos.
Ven a cada transporte, a cada esquina, a cada kiosco
a ser palabra amiga.
Ven a los listos y a los torpes, a los ricos y a los
pobres, a traer igualdad.
Ven a las cocinas, a las tabernas, a los palacios y
más a las chabolas, a traer reparto.
Ven al África con sida, a Irak en guerra, a América
crecida.
Ven a generar entendimiento.
Ven a todo el que tiene hambre, a despertar a los
que comemos.
Ven a todo el que esté solo, a avisarnos a los
acompañados.
Ven a los saciados, a empujarnos a compartir y hacer
justicia.
Ven a nuestros periódicos y televisión es a dar la
buena noticia
de que los cristianos no podemos seguir siendo gente
light,
de que hemos de formar comunidades, impulsoras de
cambio,
fabricantes de gente feliz que trabaja por un mundo
más justo.
Ven a recordarles que no trabajan solos…
Piensa en esta semana...
"La razón del
compromiso con los demás está en los profundo de cada uno; allí donde el
Espíritu nos hace decir: Abba, Padre"
(G. Gutiérrez)
Información
procedente de la Delegación Diocesana de Pastoral de Juventud.
Diócesis de Sevilla.
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