Abril
3
No basta con querer una cosa; es indispensable
poner los medios para alcanzarla; porque querer una cosa y no poner los medios,
una de dos: o es una simpleza o es una cobardía.
Una simpleza que
pretende alcanzar las cosas sin esfuerzo, sin trabajo, sin emplearse a fondo; o
una cobardía, que no deja desarrollar las fuerzas del espíritu, las inhibe,
afloja los resortes de la voluntad.
El que lucha y al mismo tiempo confía
en Dios, llegará a la victoria; el que se esfuerza y también tiene fe en sus
propios esfuerzos, va por buen camino; el que se emplea a fondo con optimismo y
no mira tanto al trabajo como al éxito que coronará el trabajo, es digno de que
Dios mismo esté de su parte y lo apoye.
Y si Dios está de su parte, ya
puede dar por descontada la victoria; victoria que no llegará quizá por sus
esfuerzos sino por la ayuda de Dios; pero ayuda de Dios que exige que nosotros
pongamos nuestros propios
esfuerzos.