La vida es como un camino por donde viajamos con
destino hacia la perfección.
Cada persona recorre un camino particular,
cuyo final siempre es el mismo.
Si tu camino es accidentado, lleno de abismos, de curvas
y obstáculos, mientras el de otro es tranquilo, recto y sin
obstáculos, no envidies el camino ajeno.
Sigue adelante con paciencia, calma y vigilancia.
Supera los obstáculos, desvíate de los abismos y toma
las curvas con seguridad.
Pero recuerda que las carreteras rectas y tranquilas
son siempre incómodas y monótonas y, generalmente,
los viajeros por esta carretera privilegiada suelen
dormirse al volante.
Irán Ibrahim Jacob
Feliz día con amor
Graciela