El cerebro, movido por las emociones, produce sustancias químicas que
hacen
que la persona eleve su autoestima, experimente sensación de
euforia, se
sienta animada, alegre, y vigorosa, sin necesidad de tomar,
inyectarse, o
fumar nada.
Estas sustancias que produce el cerebro, denominadas hormonas endógenas
(ya que se producen en la corteza cerebral) bien podrían llamarse
"drogas de la felicidad".
Algunas de ellas son:
*La oxitocina, que se produce cuando
existe un amor pasional y se relaciona
con la vida sexual.
*La dopamina, que es la droga del amor y la ternura.
*La fenilananina, que genera entusiasmo y
amor por la vida.
*La endorfina, que es un
trasmisor de energía y equilibra las emociones,
el sentimiento de plenitud, y el de depresión.
*La epinefrina, que es un estímulo para el desafío de
la realización de metas.
Si hay abundancia de estas hormonas endógenas, hay inteligencia
emocional e
interpersonal; la persona se siente ubicada, sabe quién es, a
dónde va;
controla sus emociones, conoce sus habilidades y sus talentos,
y se siente dueña de sí misma.
¿Cuándo y cómo se crean estas drogas internas?
Se realizó un análisis bioquímico a la sangre de la Madre Teresa y se
halló
que era una persona altamente dopamínica; es decir, plena y
feliz.
¿Cómo se desarrolla esta condición?
A través del servicio a los demás.
¡Qué sencillo y comprometedor era el secreto de la felicidad de la Madre
Teresa!
Se han realizado descubrimientos como estos:
-Cuando una mujer va a dar a luz, se vuelve altamente
dopamínica; es decir,
genera una cantidad enorme de dopamina (la
droga del amor y la ternura).
-Cuando estamos enamorados, la dopamina aumenta 7000 veces su
cantidad,
acompañada de la oxitocina, responsable de la pasión
sexual, y de las
fenilananinas, responsables del entusiasmo,
bloqueando el aspecto de la
lógica y la
razón.