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Sent: Monday, September 03, 2007 9:44 PM
Subject: ->DESTERRAR LA CORRUPCIÓN DE UNO MISMO
DESTERRAR LA CORRUPCIÓN DE UNO MISMO
Desterrar la
corrupción, será el resultado de un trabajo interior muy profundo, en cada
habitante de este planeta, más allá de toda discriminación. Nos invita a ver con
crudeza en el espejo de la realidad, que el personalismo margina y automargina.
Además, genera violencia justificada, y en la búsqueda de alianzas,
establece la corrupción como forma de presión y poder sobre los demás. Esto es
degradante para la especie humana. Sólo sirve para dar cumplimiento
a objetivos egoístas. Decía Salvador Porta March: El personalismo nos
aleja de Dios y la impersonalidad nos aproxima a Él.
El verdadero
cambio surgirá del desapego a los resultados de nuestras propias acciones, con
la visión clara de saber a donde vamos. No hay duda que hemos sido educados para
restar, observando el aspecto negativo de todas las cosas, actuando en forma
apropiativa, y dividiendo todo, con el triste objetivo de dominar a los demás.
Cuando Randolfo López Barboza, uno de los tantos autodidactas que dejó huella,
decía: ¡Quién te vive? La respuesta era obvia, el ego, la personalidad
o el Maestro Interior. Tal elección ivitaba al discernimiento. Cada uno tendrá
que revisar si su acción es egocéntrica, o no lo es. Una vez realizada tal
opción, sólo nos queda sumar y multiplicar, en favor de la solidaridad y el
amor. Sin una conciencia expandida, será imposible alcanzar una nueva calidad de
convivencia.
De no entender
el valor de cada individuo en el contexto del colectivo social humanitario, el
proceso autodestructivo adoptará formas monstruosas en forma
inevitable. Llegando incluso al riesgo de una conflagración nuclear, que deje
sumido en el caos a gran parte del Planeta. Es obvio que el egoísmo tiene el
poder de deglutir generaciones y generaciones, sin dar tregua a la estupidez y
la dependencia, basada en el condicionamiento.
Pareciese
que por el momento, la hipocresía no tiene fin. A diario vemos
instituciones que en su aspecto exterior, se muestran dedicadas a la solidaridad
o la ecología y en definitiva, no son más que lobos disfrazados de corderos, que
en su rostro "altruista", encubren la corrupción la perpetuación del conflicto,
que surge del doble discurso. No obstante, es cada vez es más fuerte el
grito que clama en el corazón humilde, el cual pide desde el desierto de la
ignorancia, una verdad sin vueltas, sin tapujos y especulaciones, basada en el
bien común, la cual dará luz a la nueva humanidad. Estamos pariendo el Tiempo
Nuevo y Juntos Podemos!!!
Néstor
Almagro |