
Un día, la piedra dijo: “¡Soy el más fuerte!" Oyendo eso, el hierro
dijo: “¡Soy más fuerte que tú! ¿Quieres verlo?" Entonces, los dos lucharon hasta
que la piedra se convirtió en polvo.
El hierro dijo a su vez: “¡Yo soy
fuerte!" oyendo eso, el fuego dijo: “¡Yo soy más fuerte que tú! ¿Quieres verlo?"
Entonces los dos lucharon hasta que el hierro se derritió.
El fuego dijo
a su vez: “¡Yo soy fuerte!" oyendo eso, el agua dijo: “¡Yo soy más fuerte que
tú! ¿Quieres verlo?" Entonces, los dos lucharon hasta que el fuego se
apagó.
El agua dijo a su vez: “¡Yo soy fuerte!" oyendo eso, la nube dijo:
“¡Yo soy más fuerte que tú! ¿Quieres verlo?" Entonces, los dos lucharon hasta
que la nube hizo evaporar al agua.
La nube dijo a su vez: “¡Yo soy
fuerte!" oyendo eso, el viento dijo: “¡Yo soy más fuerte que tú! ¿Quieres
verlo?" Entonces los dos lucharon hasta que el viento sopló la nube y ella se
esfumó.
El viento dijo a su vez: “¡Yo soy fuerte!" oyendo eso, los montes
dijeron: “¡Somos más fuertes que tú! ¿Quieres verlo?" Entonces, los dos lucharon
hasta que el viento quedó preso entre el círculo de montes.
Los montes a
su vez dijeron: “¡Somos fuertes!" oyendo eso, el hombre dijo: “¡Yo soy más
fuerte que ustedes! ¿Quieren verlo?" Entonces, el hombre dotado de gran
inteligencia, perforó los montes, impidiendo que atajasen al viento.
Acabando con el poder de los montes, el hombre dijo: “¡Yo soy la
criatura más fuerte que existe!" Hasta que vino la muerte, y el hombre que se
creía inteligente y lo suficientemente fuerte con apenas un golpe, se
terminó.
La muerte todavía festejaba, cuando sin que esperase, vino un
hombre y en apenas tres dias de muerto resucitó, venciendo a la muerte y todo
poder le fue dado en el cielo, en la tierra y debajo de la
tierra.
Venciendo la muerte ÉL nos dio el derecho a la Vida Eterna, a
través de su sangre que libera del pecado, cura las enfermedades y salva el alma
del tormento eterno.
Ese hombre es Jesús, el Hijo de
Dios.
- autor desconocido-
-Aporte de Miguel Angel
Arcel-
--------------------
A.Quintana