Madrid, corazón de
España, late con pulsos de fiebre. Si ayer la sangre le hervía, hoy con
más calor le hierve.
Ya nunca podrá dormirse, porque
si Madrid se duerme, querrá despertarse un día y el alba no vendrá a
verle.
No olvides, Madrid, la guerra; jamás
olvides que enfrente los ojos del enemigo te echan miradas de
muerte.
Rondan por tu cielo halcones que precipitarse
quieren sobre tus rojos tejados, tus calles, tu brava
gente.Madrid: que nunca se
diga, nunca se publique o piense que en el corazón de España la sangre
se volvió nieve.
(RAFAEL
ALBERTI)
Hoy
todos somos madrileños
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