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Brisas Renovadoras para Tu Alma |
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Asunto: | [brisasrenovadoras] Fw: Para Brisas: A tiempo de aprender | Fecha: | Martes, 27 de Noviembre, 2007 16:18:08 (-0300) | Autor: | Gladys Enciso <gladysenciso @.........ar>
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----- Original Message -----
Sent: Tuesday, November 27, 2007 7:32 AM
Subject: Para Brisas: A tiempo de aprender
·Al primer año de nacido aprendí lo importante que es un juguete,
sobre todo si sabe rico. ·A los 2 años aprendí que caerse duele. ·A
los 3 años aprendí que duele más una palabra que un golpe. ·A los 4 años
aprendí lo interesante que puede ser un rompecabezas. ·A los 5 años aprendí
que a los pececitos dorados no les gustaba la gelatina... ·A los 6 años
aprendí que bañar a las tortugas con agua caliente las mata aunque huelan
feo. ·A los 7 años aprendí lo confortante que se siente un abrazo de papá o
mamá cuando me daba miedo o simplemente cuando sentía que necesitaba sentirme
amado. ·A los 8 años aprendí que no todo se puede arreglar con un
berrinche. ·A los 9 años aprendí que mi profesora sólo me preguntaba cuando
yo no sabía la respuesta. ·A los 10 años aprendí que era posible estar
enamorado de cuatro chicas al mismo tiempo. ·A los 12 años aprendí que si
tenía problemas en la escuela, los tenía más grandes en casa. ·A los 13 años
aprendí que cuando mi cuarto quedaba del modo que yo quería; mi madre me mandaba
a ordenarlo. ·A los 15 años aprendí que no debía descargar mis frustraciones
en mi hermano, porque mi padre tenía frustraciones mayores... y la mano más
pesada. ·A los 16 años aprendí que mi hermana no era mi mayor enemiga. Y que
podía ser mi mejor confidente. ·A los 17 años aprendí que emborracharte no
siempre es el mejor sentimiento, (menos al otro día) y que no es la mejor forma
de solucionar los problemas. ·A los 18 años aprendí que no valía la pena
discutir con mi madre. ·A los 19 años aprendí lo que duele dejar a alguien
que amas. ·A los 20 años aprendí que los grandes problemas siempre empiezan
pequeños. ·A los 21 años aprendí que un libro puede llegar a ser una buena
compañía. ·A los 22 años aprendí que si encuentras a la mujer adecuada te
puede enseñar a amar. ·A los 23 años aprendí lo que es extrañar a alguien y
lo grato que es volverlo a encontrar. ·A los 24 años aprendí que con el
tiempo las cosas se miran de una forma diferente. ·A los 25 años aprendí que
aunque me quería comer el mundo aún me faltaba mucha experiencia. ·A los 26
años aprendí que no importa lo lejos que viajes cuando quieras huir de algo, tus
problemas siempre te acompañaran a lo largo de toda la travesía. ·A los 27
años aprendí que el título obtenido no era la meta soñada. ·A los 28 años
aprendí que se puede hacer en un instante, algo que te va a hacer doler la
cabeza la vida entera. ·A los 30 años aprendí que se necesita mucho amor,
paciencia e inteligencia para vivir con alguien. ·A los 31 años aprendí lo
que es ser padre y me empecé a dar cuenta de lo que eso significa. ·A los 32
años me di cuenta lo que me faltó platicar y convivir con mi padre. Y lo mucho
que me faltó aprender de él. ·A los 33 años aprendí que a las mujeres les
gusta recibir flores, especialmente sin ningún motivo. ·A los 34 años aprendí
que no se cometen muchos errores con la boca cerrada. ·A los 35 años aprendí
que puedes deprimirte como cuando tenías 17 años y eso no está mal. Sólo
significa que estás empezando a pensar en ti mismo. ·A los 36 años entendí
que mi madre no va cambiar y sigue siendo inútil discutir con ella. ·A los 37
años comprendí lo lejos que estaba de saber quién era. ·A los 38 años aprendí
que a veces la vida se repite y duele igual que la primera vez. ·A los 39
años aprendí que ser buen amigo no se trata sólo de recibir. ·A los 40 años
aprendí que si estás llevando una vida sin fracasos, no estás corriendo los
suficientes riesgos.
Luego, al pasar de los años
aprendí:

·Que puedes hacer a alguien disfrutar el día solo con un pequeño
detalle que casi siempre no cuesta nada. ·Que niños y abuelos son aliados
naturales. ·Que ver una buena película puede darme una tarde
agradable. ·Que aprender a aceptarme como soy me puede ayudar a no sentirme
tan solo. ·Que es absolutamente imposible tomar vacaciones sin engordar cinco
kilos. ·Que no puedo cambiar lo que pasó, pero puedo dejarlo atrás. ·Que
las cosas que te pasan y que te duelen siempre te dejan una enseñanza. Y está en
ti aprender de ella. ·Que nunca es tarde para decir lo siento y perdón. Que
puede doler, pero sé que después me voy a sentir mejor. ·Que nunca es tarde
para decir la verdad (por más dura que ésta sea), y que tampoco es tarde para
enfrentarme a quien le hice daño si aquélla persona te quiere te sabrá entender
y perdonar. ·Que pedir ayuda puede dar mucha vergüenza y miedo, pero que a
veces es necesario y hay que sacar fuerzas y valor para hacerlo. ·Que la
mayoría de las cosas por las cuales me he preocupado nunca suceden. ·Que
esperar a los hijos despierto cuando salen de noche no va a hacer que lleguen
más temprano. ·Que si esperas a jubilarte para disfrutar de la vida,
esperaste demasiado tiempo. ·Que nunca se debe ir a la cama sin resolver una
pelea. ·Que me hubiera gustado tener la experiencia que tengo ahora cuando
era más joven, seguramente no habría dejado pasar muchas oportunidades. ·Y
que ahora entiendo que eso es imposible y que solo me queda aplicar mis
experiencias y no perder la oportunidad de encontrar a un amigo. ·Que si las
cosas van mal, yo no tengo por qué ir con ellas. ·Aprendí que envejecer es
importante. ·Aprendí que amé menos de lo que hubiera debido.
Y hoy...me doy cuenta todavía; que tengo mucho qué aprender. Y que no
importa la edad que tengas, aún estás a tiempo de cambiar las cosas y ser
feliz.
Paulo Coelho
Aporte de Miguel Angel Arcel
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A.Quintana
Hoy y ahora
(Lc
21,5-11): En aquel tiempo, como dijeran algunos acerca del Templo que
estaba adornado de bellas piedras y ofrendas votivas, Jesús dijo: «Esto que
veis, llegarán días en que no quedará piedra sobre piedra que no sea derruida».
Le preguntaron:
«Maestro, ¿cuándo sucederá eso? Y ¿cuál será la señal de que todas estas cosas
están para ocurrir?». Él dijo: «Estad alerta, no os dejéis engañar. Porque
vendrán muchos usurpando mi nombre y diciendo: ‘Yo soy’ y ‘el tiempo está
cerca’. No les sigáis. Cuando oigáis hablar de guerras y revoluciones, no os
aterréis; porque es necesario que sucedan primero estas cosas, pero el fin no es
inmediato». Entonces les dijo: «Se levantará nación contra nación y reino contra
reino. Habrá grandes terremotos, peste y hambre en diversos lugares, habrá cosas
espantosas, y grandes señales del cielo».
¿Cuántos anuncios hemos recibido de los días que faltan para
que acabe el mundo? Es raro el año que no aparece algún agorero vaticinándonos
el final de los tiempos. Ya nos lo advirtió Jesús. Aunque hay señales que El nos
aporta que aparecen ya desde hace mucho tiempo en la historia y realidad actual
de nuestra humanidad. Cosas espantosas están ocurriendo todos los días. Sin
embargo, sigue vigente aquello de “como ladrón que no avisa”, o lo de la
sabiduría popular “nunca será la víspera”.
Igual lo que tenemos que subrayar hoy es lo de “el fin no es
inmediato”, “estén alertas, no se dejen engañar”.
Realmente son textos difíciles de entender y más aún de
comentar. Pensamos que deberíamos entenderlos como llamadas de Dios a vivir el
hoy, el momento presente, poniendo en ello toda la intensidad de nuestra fe. En
definitiva, somos peregrinos que vamos andando no con miedo y desilusión, sino
con la esperanza bien ceñida y el horizonte de la liberación. Eso es lo único
que tenemos en nuestras manos: el hoy el ahora. Una respuesta a lo que hoy está
ocurriendo en nuestro pensamiento e interior, a nuestro lado en la familia y
vecinos, en nuestro entorno como el trabajo o en la gran realidad de nuestro
mundo y sociedad. Todavía no es el fin, es también que todavía estamos a tiempo
de seguir construyendo el Reino de Dios
María Consuelo Mas y Armando Quintana
http://buscandolaluz.zoomblog.com/
27 11 07
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 [Adjunto no mostrado: (tim_maia)primavera.mid (audio/mid)
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