El sol crecía en plenitud,

sueños, deseos, tú química

se combinaban en la cornisa

del esplendor que

ella cual megaperla amanecía en ti,

un delirio de espejos

en acordes alma.

Esa mujer, que no sabía

caminó por la pasarella del ensueño

inspirada en lo exótico de tu tañir,

Fue la diva que adoraste

en solsticios de encaje y satén,

noches de burbujas y lunas intrépidas,

Fue tu creación, Fue vida,

fibras que abrieron los sentidos.

Conjugaste la ilusión con el verbo

en destellos de fuegos y runas,

la coronaste tu musa, eterno vibrar,

la piel extasiada tu piel

Mas una noche,

en París llovió,

los días de invierno

se robaron las estrellas....

No sé cómo será tu mirada hoy,

sólo sé que,

algunas veces llora sin que la vean

aún roba suspiros, ya no sonríe,

ojos sin brillo, piel sin caricias,

un corazón seco de dolor.

Porque te amó con todos los sentidos

explotando en infinito

y tú, amándola no te animaste,

después de ti nunca.... nunca

su corazón volvió a estremecerse,

es un pálido reflejo del ya fue.

Quedó sin alas

cual águila prisionera...

En París

dijiste adiós

y todo se convirtió en distancia.

Geo

Chartres