por Susan Castle
El corazón es una fuente infinita de
Inteligencia. De hecho y de acuerdo al Dr. Paul Pearsall el corazón es cinco mil
veces más poderoso que la mente. Se ha dicho que la energía electromagnética del
corazón es la mayor fuerza de conexión en el Universo entero.
Existe una Sabiduría magnífica dentro de
cada uno de nosotros una Inteligencia infinita que sabe qué hacer cuándo y cómo
hacerlo.En este momento preciso la Inteligencia infinita está fluyendo a través
de ustedes conforme van leyendo estas palabras. El secreto es sintonizarse en
esta Inteligencia y Confiar en su Sabiduría. La Sabiduría de nuestro corazón nos
sírve bien cuando le permitimos hablar por nosotros.
LOS EXPERTOS DICEN QUE NUESTRO CEREBRO
PIENSA DEMASIADO;
El Dr. Paul Pearsall nos recuerda El
verdadero problema es que nuestro cerebro piensa tanto que no escuchamos la
Sabiduría de nuestro Corazón.
Esta Sabiduría infinita ha estado con
nosotros desde el momento de nuestro nacimiento.Durante nuestra infancia
permanecemos en estrecho contacto con esta Sabiduría, caminamos por la vida con
alegría, con ese Espíritu infantil.
De niños vivimos el momento, despertamos
con una gran curiosidad y el asombro de qué nos traerá este día. Nos permitimos
jugar para expresar nuestra creatividad y siendo niños, amamos muy fácil y
perdonamos con frecuencia. Sentimos con profundidad todas nuestras emociones,
permitimos a nuestras lágrimas expresar nuestra tristeza. Nos amamos a nosotros
mismos con un corazón abierto.
Recuerdo una experiencia que tocó
profundamente mi corazón hace algunos meses.Le hice el favor a mi hermana de
recoger a mi pequeño sobrino en el jardín de niños. Entré al salón buscando a
Ryan. De repente me encontré con un compañero de él de nombre Shawna quien
muchos del salón no querían no porque fuese malo o poco amistoso sino porque
llevaba ropa usada que le quedaba muy chica. Mientras permanecí de pié buscando
a Ryan, Shawn vino corriendo hacia mí, se abrazó a mi cintura y con alegría
gritó: Hola Tía de Ryan : tu me agradas! entonces tomó mi mano y con una gran
sonrisa en su rostro me llevó a donde se encontraba jugando mi sobrino.
IMAGINEN UN AMOR TAN AUTENTICO! Nunca
olvidaré la franqueza de Corazón de este pequeño niño y la maravilla que sintió
mi Corazón con ese abrazo.Su Ser completo fue tan espontáneo y tan profundamente
genuino que tuvimos una conexión de Corazón a Corazón maravillosa en esos
momentos.Mientras manejaba rumbo a casa con Ryan mi Corazón se sentía lleno de
afecto.
Cuando llegamos a la madurez de alguna
forma perdemos algo de esa conexión con el Yo Interno y con los demás. Olvidamos
nuestro Espíritu infantil nos volvemos desconfiados, estamos a la defensiva y
nos cerramos con frecuencia a la verdadera Esencia de quiénes somos.
Nuestro viaje a través de la vida nos trae
una variedad de experiencias y emociones, experimentamos la alegría en ocasiones
y la pena en otras. A veces nuestra pena y dolor parece abrumarnos y aprendemos
cómo evitar sentirlos, los ignoramos e intentamos adormecerlos con comida,
drogas, alcohol y trabajo.
Lo que no comprendemos es que al ignorar
nuestros sentimientos, ésto no siginifica que se vayan al contrario.
Los sentimientos guardados crean rencores
y crecen causando estress y apariencia de enfermedad física.Uno de los órganos
principales que se ven afectados por ello es el Corazón. Qué podemos hacer
entonces?
Podemos comprometernos con nosotros mismos
a aceptar y respetar nuestros sentimientos por completo! Podemos comprometernos
a que seremos amables y honestos con nosotros mismos con lo que sentimos.
Esta honestidad comienza primero dentro de
uno y lo que és más importante, podemos tomarnos el tiempo para escuchar la
Sabiduría de nuestro Corazon y confiar en ella ya que ésta jamás les quedará
mal.