Si amas a
Dios,
en ninguna parte has de
sentirte extranjero,
porque El estará en
todas las regiones,
en lo mas dulce de todos
los paisajes,
en el limite indeciso de
todos lo horizontes.
Si amas a
Dios,
en ninguna parte estarás
triste,
porque, a pesar de la
diaria tragedia
El llena de jubilo el
Universo.
Si amas a
Dios,
no tendrás miedo de nada
ni de nadie,
porque nada puedes
perder y todas las fuerzas del cosmos,
serían impotentes para
quitarte tu heredad.
Si amas a
Dios,
ya tienes alta ocupación
para todos los instantes,
porque no habrá acto que
no ejecutes en su nombre,
ni el mas humilde ni el
mas elevado.
Si amas a
Dios,
ya no querrás investigar
los enigmas,
porque lo llevas a
Él,
que es la clave y
resolución de todos.
Si amas a
Dios,
ya no podrás establecer
con angustia una diferencia entre la vida y la
muerte,
porque en Él estás y Él
permanece incólume a través de todos los
cambios.