Así
es la vida
Un agricultor pacífico y
tranquilo que vivía con su hijo vio un día que su único caballo se había escapado del establo. Los
vecinos no dudaron en acercarse a su casa y condolerse por su mala
suerte.
- Pobre amigo, qué mala
fortuna. Has perdido tu herramienta de trabajo. ¿Quién te ayudará ahora con las
penosas tareas del campo? Tú solo
no podrás, y te espera el hambre y la ruina.
Pero el hombre únicamente
contestó:
-Así es la
vida.
Pero dos días después su
caballo regresó acompañado de otro joven y magnífico ejemplar. Los vecinos esta
vez se apresuraron a felicitarlo.
-¡Qué buena suerte, ahora
tienes dos caballos, has doblado tu fortuna sin hacer nada! El hombre sólo
musitó:
-Así es la
vida.
Pero a los pocos días el
padre y su hijo salieron juntos a cabalgar. En un tramo del camino, el joven
caballo se asustó y tiró de la montura al muchacho, que se partió una pierna en
la caída. Nuevamente los vecinos se acercaron a su
casa.
-Sí que es mala suerte; si
no hubiese venido ese maldito caballo, tu hijo estaría sano como antes, y no con
esa pierna rota que Dios sabe si sanará.
El agricultor volvió a
repetir:
-Así es la
vida.
Pero ocurrió que en aquel
reino se declaró la guerra y los militares se acercaron a aquella perdida aldea
a reclutar a todos los jóvenes en edad de prestar servicio de armas. Todos
marcharon al frente menos el hijo del agricultor, que fue rechazado por su
imposibilidad de caminar. Los vecinos fueron otra vez a casa del agricultor, en
esta ocasión con lágrimas en los ojos.
-¡Qué desgracia la nuestra,
no sabemos si volveremos a ver a nuestros hijos; tú en cambio tienes en casa al
tuyo con una pequeña dolencia!
El hombre, una vez más,
dijo:
-Así es la
vida.
...................
LOS
120 MEJORES CUENTOS
DE
LAS TRADICIONES ESPIRITUALES
DE
ORIENTE