LA
VERDAD
Érase una vez un hombre
que buscaba la verdad.
Un buen día llegó a
un lugar en donde ardía una innumerable cantidad de velas de
aceite.
Éstas
se encontraban cuidadas por un anciano que, ante la curiosidad
de este individuo respondió que ese era el lugar de la verdad
absoluta.
Aquél le preguntó
qué significaban sus palabras, a lo cual respondió que cada vela
reflejaba la vida de cada individuo sobre la tierra: a medida que se consume
el aceite, menos tiempo de vida le queda.
El hombre le preguntó si le podía
indicar cuál era la de él.
Al descubrir que la llama
estaba flaqueando, a punto de extinguirse, aprovechó un instante
de distracción del anciano y tomó la vela de al lado para verter
un poco de aceite de ésta en la suya.
Cuando estuvo a punto de alzar
la vela, su mano fue detenida por la del anciano diciendo: -"creí que
buscabas la verdad"...
A veces en la búsqueda de la
Verdad, cuando creemos encontrarla nos resulta tan difícil asumirla que la
negamos...
Sucede en la vida, ante traiciones,
engaños, infidelidades...
Vamos buscando la verdad para
confirmar nuestras sospechas y al descubrirla nos sentimos débiles para
asumirla, ya que a veces la verdad es tan dolorosa que nos deja paralizados
o nos sentimos morir al enfrentarla...
Optamos por negarla, o tomamos
la parte que más nos beneficia y dejamos la que más nos perjudica...
Descubrir la verdad puede ser
terrible... pero es mucho más doloroso convivir con la
mentira...