No soy perfecto ¡gracias,
Señor!
Quise imaginar lo que sería mi vida siendo un ser perfecto:
sin tristezas, sin vacíos, sin necesidad de amar y sentirme amado,
teniendo todo a la mano, para alcanzarlo sin el más mínimo esfuerzo,
siendo poseedor de una imagen y figura perfecta ante los ojos de los
demás; sintiendo el poder en mis manos... Después de todo eso es lo que
anhelan y sueñan los seres humanos.
Y después de imaginar lo que
sería mi vida así, no fue un sueño, sino una pesadilla de la cual
inmediatamente quise despertar... Corrí al espejo y al contemplar mi
imagen dije con voz de alivio: ¡no soy perfecto, gracias Señor!.
Si no me equivocara jamás, tal vez no podría entender los errores
que también cometen los demás, viviría juzgándolos, y me quedaría solo,
porque no encontraría a nadie que me pudiera igualar.
Si mi imagen
y figura fuera perfecta para la humanidad, nadie supiese quién realmente
soy, me buscarían por mi apariencia, verían en mí solo lo material; tal
vez me convertiría en esclavo del cuerpo y de lo superficial, queriendo
encontrar la fórmula de la eterna juventud, para no envejecer jamás,
viviendo una vida superficial.
En el espejo no vería más que mi
figura, no sabría quién soy en realidad... Prefiero ser pequeño, estar
segura de que los que me quieren me conocen en verdad. Si no tuviera
vacíos, no tendría necesidad de amar y sentirme amado, y sería una persona
indiferente; eso me aterra. No quiero pensar lo que es vivir sin amor; sin
experimentar esa necesidad de ser amado y los enormes deseos de dar
amor... Ese es el motor de nuestra existencia, si por ello mismo nos creó
Dios.
No soy perfecto y le doy gracias a Dios, porque mi
imperfección le da sentido a mi vida, me invita a ser cada día mejor.
Gracias Dios, por mi imperfección. Pon en mí solo el toque de tu
perfección: "el amor"
AMEN
Grace
Fdez
|