La mujer entró en la caverna y encontró muchas
riquezas.
Fascinada por el oro y por las joyas, puso
al niño en el piso
y empezó a juntar ansiosamente todo lo que podía en
su delantal.
La voz
misteriosa habló nuevamente. " Tienes sólo ocho minutos
".
Agotados los ocho minutos, la mujer cargada de oro
y piedras preciosas,
corrió hacia fuera y la puerta se cerró.
Recordó entonces, que el niño estaba dentro de
la caverna
y la puerta se había cerrado para
siempre.
¡La riqueza duró poco y la desesperación para el
resto de su vida!.
Lo mismo ocurre a
veces con nosotros;
tenemos
muchos años para vivir en este mundo,
y una voz
siempre nos advierte: "No te olvides
de lo principal".
Y lo principal son
los valores espirituales, la oración, el amor a Dios,
a la familia, a los
amigos y a la vida.
Pero la riqueza
y los placeres materiales nos fascinan tanto,
que lo
principal siempre se queda a un lado.
Así agotamos
nuestro tiempo aquí,
y dejamos a un
lado lo esencial: "Los tesoros del alma".
Que jamás nos olvidemos que la vida en este mundo
pasa rápido
y que la muerte llega inesperadamente.
Y que cuando la puerta de esta vida se cierre para
nosotros,
de nada valdrán
las lamentaciones.
Ahora piensa por un momento, qué es lo principal
en tu vida?...
"Qué cosa
extraña es el hombre:
nacer no pide,
vivir no
sabe,
morir no
quiere"
Autor Desconocido