Un cuento "De las artimañas del
amor" (de Paulo
Coehlo)
El califa y su
mujer
El califa árabe hizo llamar
a su secretario:
-Encierra a mi mujer en la torre mientras
estoy
de viaje –ordenó.
-¡Pero si ella ama a Su
Majestad!
-Y yo la amo a ella –respondió el califa-.
Pero sigo un viejo proverbio de
nuestra tradición: "haz pasar hambre a tu perro y te será
fiel; hazlo engordar y te morderá.”
El califa partió
hacia la guerra y volvió seis
meses después. Al llegar, llamó a su secretario y pidió ver a su
esposa.
-Os ha dejado –fue la respuesta del
secretario-. Su Majestad citó un bello proverbio antes de
partir, pero olvidó
otro dicho árabe: "Si tu perro está preso, acompañará
a cualquier persona
que le abra la jaula."