Ayer mientras paseaba por un
barrio
apartado, pasé por frente de la casa
donde solía entrar cuando era
joven.
Allí el Amor mi cuerpo había dominado
con su poder
maravilloso.
Y ayer
cuando pasé por la vieja calle,
se embellecieron al
punto por el encantamiento del amor
los negocios, las aceras, las
piedras,
y murallas, y balcones, y ventanas:
nada feo quedó allí.
Y
mientras estaba detenido, y contemplaba la puerta,
y permanecía detenido, y
me tardaba allí delante de la casa,
de todo mi ser brotaba
la guardada
emoción del placer.
KONSTANTIN CAVAFIS
IMAGEN:
Pueblito de OIA en la isla de Santorini
(Grecia)