"Me produce arcadas la frigidez ante el dolor ajeno que está
demostrando Naciones Unidas. El edificio de la primera avenida neoyorkina se ha
convertido en un mausoleo desmesurado para la paz, cuyas dimensiones sólo se
justifican por la inoperancia y el despropósito que acumulan.
La Carta de Naciones Unidas comienza así: "Nosotros los
Pueblos de las Naciones Unidas resueltos a preservar a las generaciones
venideras del flagelo de la guerra que dos veces durante nuestra vida ha
infligido a la Humanidad sufrimientos indecibles…". Les recomiendo que la lean,
aunque sólo sea por recordar la teoría."
Esperanza Pamplona, periodista canaria 11 08
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