Si el motivo es
alguna molestia en su cuerpo,
la
intranquilidad la empeora.
Si la razón es la
enfermedad en un ser querido,
su descontrol es
factor agravante
Si usted sufrió
perjuicios materiales,
la actitud
de reclamo es como bomba retardada.
Si perdió algún
afecto,
la queja hará de
usted una persona menos simpática entre sus
amigos.
Si perdió alguna
oportunidad valiosa tiempo atrás,
la inquietud es
desperdicio de tiempo.
Si aparecen
contrariedades,
el acto de
irritarse apartará de usted la asistencia
espontánea.
Si usted cometió
un error,
la desesperación
es puerta abierta para fallas mayores.
Si usted no
alcanzó lo que deseaba,
la impaciencia
hará más larga la distancia entre usted y el objetivo a
alcanzar.
Si aparecen
contrariedades,
el acto de
irritarse apartará de usted la asistencia
espontánea.
Sea cual fuere la
dificultad, conserve la calma;
porque en todo
problema, la serenidad es el techo del alma
pidiendo el
servicio como solución.