NEGROS
Según
los datos del Instituto de Estadística de Canarias, la población de nuestro país
por su lugar de nacimiento daba en el año 2000 un 83,29% de nacidos en Canarias,
un 12,35% de europeos (incluyendo los españoles peninsulares que suponen el
9,14% del total), un 2,90 % de americanos, un 0,47% de asiáticos, un 0,01% de
Oceanía y sólo un 0,95% de africanos.
Trasladados esos porcentajes al censo de población 2005 (
el último de referencia), resulta que, de los 1,968.280 habitantes del
Archipiélago canario, 1,639.380 son canarios, 243.015 son europeos (de ellos,
179,918 españoles peninsulares), 57,108 son americanos (55.784 de Centro y Sur
América(, 9.937 de Asia y Oceanía, y sólo 18.766 son africanos (de los cuales
11.299 son de Marruecos).
No me
crean:comprueben los datos accediendo a la web del ISTAC (http://www.gobiernodecanarias,org/istac/ ).
Si a eso
añaden ustedes una media de turistas europeos de entgre 10 y 12 millones de
personas al año, con estancias medias de entre 10 y 15 días, pueden sumar una
carga poblacional flotante de unas 360.000 personas más. Que consumen agua,
dejan residuos, requieren asistencia sanitaria,
etc.
En
cuanto a los inmigrantes que vienen en barquillas, si bien su número se ha
disparado exponencialmente, la inmensa mayoría son trasladados a territorio
español peninsular, quedando una ínfima parte en Canarias (principalmente
menores de edad).
Viene
todo esto a cuento del hipócrita desgarramiento de vestiduras por la “oleada
inmigratoria” africana. En realidad, si cabe hablar de “oleada inmigratoria”, no
cabe duda de que se trata de una oleada blanca. De inmigrantes con papeles y
permiso de trabajo, que para eso son europeos con libre
circulación.
Así que
lo que molesta a determinados sectores criollos es que los inmigrantes que
vienen en cayucos sean negros (pobres). Servilismo total ante los blancos
(adinerados), cuya presencia no se cuestiona. Y racismo cuando el que viene
tiene la piel oscura y no es rico.
Pero eso
no va a impedir que los desposeídos del mundo vayan a donde hay comida, trabajo,
medicinas, hospitales. Ni Frontex, ni patrulleras europeas, ni
satélites.
Los
europeos pueden impedir que mueran miles en el camino ampliando los cupos de
inmigración legal. Aboliendo el apartheid global. Abriendo las murallas, o
sea
TEODORO
SANTANA
LA
PROVINCIA, 02,
09.06