Los Destructores de Sistemas : La Manera
de los Guerreros Índigo
por Celia Fenn
Traducción: Xitlalli
Contreras
“Niños Índigo” es
el nombre dado a un grupo muy especial de seres que han elegido encarnar en
nuestro planeta con una misión y un propósito específicos.
El nombre de “Niños Índigo” se refiere al
color del alma Índigo, el cual indica un Alma Maestra
que sirve como maestro o sanador. Cada Niño
Índigo emprende esta misión de enseñar o sanar de alguna manera, con frecuencia
simplemente siendo quien sea él o ella.
Los Índigo han estado viniendo a nuestro
planeta por mucho tiempo. Algunos argumentan que Jesús y Buda eran Índigos, ya
que sus misiones, a una escala global, fue enseñar y sanar, y cambiar la
conciencia de la humanidad.
En un pasado reciente, los Índigo comenzaron a
encarnar en el planeta en incrementadas cantidades después de la Segunda Guerra
Mundial, para la preparación del cambio global que estamos experimentando ahora.
Ellos encarnaron entre la generación del “auge de los bebés” en los cincuenta y
nacieron para el “florecimiento de los niños” de los sesenta. Sin embargo, en
esta etapa no había suficiente cantidad de ellos en el planeta para crear
cambios significativos.
Después, en 1970, llegó la primera “ola” de
generación de Niños Índigo. Estos seres ahora están en sus finales de los veinte
y principios de los treinta, y son la generación del “guerrero” real que ha
comenzado el proceso de desafiar y cambiar los viejos sistemas.
Fueron seguidos en los ochentas y noventas por
Índigos de incrementada sensibilidad y refinamiento, hasta finales de 1990 y al
principio del 2000 fue cuando se les unieron los Niños Cristal, un tipo
diferente de guerrero espiritual.
Cómo Reconocer un Índigo
Con frecuencia se me pregunta en el curso de
mi trabajo cómo reconocer a un Índigo. La respuesta obvia sería verificar el
color del aura. Pero no, no todos los Índigo tienen auras azul oscuro todo el
tiempo. El término “Índigo” se refiere al estado del alma y no al color del
aura, el cual en el humano promedio cambia día a día dependiendo del humor y el
interés. Loas clarividentes que leen el alma establecen que son capaces de
identificar a los Índigo.
Sin embargo, es fácil identificar a un Índigo
por su sensibilidad, creatividad, espiritualidad y patrones generales de
comportamiento.
Cuando niños, ellos lucen como otros niños,
aunque con frecuencia son bellos físicamente con ojos penetrantes. Siempre son
altamente inteligentes y llenos de preguntas y exigencias. Ellos son
energéticos y activos
y tienen voluntades fuertes y un fuerte sentido de su propio valor e
importancia. Ellos saben que son especiales y que están aquí para hacer algo
significativo.
Ellos están orientados por el lóbulo
derecho del cerebro, y generalmente son atraídos a las ocupaciones de éste
tales como música, arte, escritura y espiritualidad. Ellos adoran los cristales
y el reiki y la meditación y el yoga.
Son muy apasionados e intensamente
leales a sus amigos, de los cuales siempre tienen muchos. Ellos creen en la
honestidad y la comunicación en las relaciones. Con frecuencia son
confundidos por la deshonestidad y la manipulación y otras formas de
comportamiento egoísta considerado normal por sus mayores.
Su actitud hacia el dinero es o rechazarlo ya
que es innecesario o estar muy concientes de su poder y buscar crear, con
frecuencia exitosamente, afluencia para ellos mismos.
Una característica clave de los Índigo con
frecuencia es la ira. No seguirán órdenes por las tan llamadas “figuras
de autoridad”. En un nivel profundo, los Índigo no reconocen la “autoridad”.
Ellos saben que todos somos iguales, entonces son enfurecidos por aquellos que
asumen la autoridad y se comportan dictatorialmente, ya sean padres, maestros o
jefes.
Es aquí donde son importantes como maestros –
nos están enseñando a apropiarnos de nuestro poder y a respetarnos a nosotros
mismos, no cediendo nuestro poder a aquellos que lo exigen. Nos están
enseñando más allá a
valorar nuestros seres creativos y espirituales y no colocar mucho valor
a los logros materiales.
El Niño Índigo
El Índigo como niño es activo, energético e
imaginativo. Se pueden entretener ellos mismos y jugar en su propio mundo por
horas. Con frecuencia tienen amigos imaginarios, y adoran a las hadas
y los delfines.
Los niños con frecuencia tienen más de una
tendencia hacia el comportamiento hiperactivo y destructivo. Esto está
probablemente determinado culturalmente por la necesidad de nuestra sociedad por
expresar el dominio del hombre, el cual es adquirido por ellos a una etapa
temprana.
La inteligencia excepcional de los Índigo
puede ser exasperante para los adultos. A ellos no se les dirá “qué hacer”, sino
que querrán debatir y negociar cada instrucción. Hasta que el padre aprenda que
se le está enseñando a respetar el derecho a elegir del niño, y honrar esa
elección, ellos continuarán confrontándose en cada
oportunidad con la lucha de poderes y batallas de voluntad.
La forma correcta de manejar a un Índigo es
estar deseoso de negociar, explicar y ofrecer opciones. Las instrucciones vacías
de “haz lo que se te dijo” solamente producirán hostilidad o indiferencia.
A los Índigo con frecuencia no les gusta la
escuela intensamente. Se aburren con el paso lento (para ellos) y las tareas
repetitivas consideradas adecuadas para los niños por los maestros que no
entienden su inteligencia.
Ellos batallan con la autoridad y la presión
social, que pueden ser bastante agobiantes para un alma índigo joven con poco
entendimiento real del “poder sobre otros”, de los estados comunes de dominación
y sumisión para la sociedad de la Tierra.
Los problemas experimentados en la escuela
incluyen el DDA y el DDAH, un resultado del aburrimiento y la irritación.
Aprender incapacidades como la dislexia con frecuencia también reflejan las
formas de ser y pensar utilizada por los Índigo.
El Adolescente Índigo
Como la mayoría de los adolescentes, los
Índigo alcanzarán la transición del estado de pubertad y se volverán mal
humorados e introvertidos ya que su cuerpo cambia. Sin
embargo, en esta etapa, los Índigo jóvenes con frecuencia comienzan a ver a
través del intenso materialismo y los dramas de víctima que forman la bases de
la mayoría de la vida de los adultos en el mundo moderno.
En este punto ellos con frecuencia se
“desconectan” de estos estilos de vida y optan por “alternativas” que consideran
con más significado o más divertidas o sólo simple reto a los adultos.
Desafortunadamente, muchas de estas incluyen
la cultura de las drogas y varias fiestas de trance que incluyen estados de
felicidad inducidos químicamente que son cortos y provocan adicción.
En este punto, el adolescente está
expresando su ira y rechazo a un sistema que no ofrece nada de valor al alma
índigo. Los padres pueden llevar a sus hijos a programas de Rehabilitación, pero
ellos en realidad necesitan en verdad preguntarse por qué tales seres
inteligentes y creativos con frecuencia parecen querer auto-destruirse.
Otra forma de comportamiento adolescente
auto-destructivo sucede cuando el niño enfrenta los valores de los padres y
busca sobrellevarlos. Esto puede ser alarmante, ya que los Índigo por naturaleza
son dotados y talentosos de manera excepcional. Estos Índigo con frecuencia
desarrollan fenomenales habilidades académicas y técnicas para ganar
reconocimiento y éxito, pero sacrifican el desarrollo emocional lo cual puede
dañar enormemente más adelante su vida cuando busquen crear uniones
significativas.
El Adulto Joven Índigo
En sus veintes y a principios de sus treinta,
los Índigo generalmente caen en uno de los dos grupos.
El primer grupo sigue un camino “feliz” y crea
afluencia, generalmente a través de una carrera en TI o las Artes. Buscan
relaciones estables y tener hijos y crear familias. Pero batallan con las
exigencias y normas de los sistemas de matrimonio, familia y empleo. Sus almas
Índigo luchan por expresar sus esencias y permanecer leales a quienes son
mientras todavía están logrando el “éxito” como es dictado por nuestra
cultura.
El segundo grupo opta por “separarse”, y con
frecuencia los individuos viajan extensamente, volviéndose un “ciudadano global”
y batallando para establecerse en algún lugar. Estas personas con frecuencia no
tienen una carrera o trabajo arreglados, y viven un alternativo estilo de vida
que incluye las drogas. Mientras que con frecuencia claman ser felices, también
están frustrados por su incapacidad económica para aspirar a esas actividades
“normales” de crear una familia y contribuir a una comunidad.
Ambos grupos están intentando redefinir lo que
significa ser un adulto en el mundo contemporáneo, y encontrar formas de vivir
su verdad mientras encuentran la felicidad y la estabilidad como adultos. Son la
generación que está definiendo nuevas elecciones y nuevas opciones para la vida
adulta en la Nueva Tierra.
Destrucción de Sistemas : Los Índigo y el
Sistema de Educación
El área de vida en comunidad donde los Índigo
han tenido más efecto es el sistema de educación. Como se mencionó
anteriormente, los Índigo, mayormente orientados por el lóbulo derecho del
cerebro, son energéticos y activos. No les gusta quedarse sentados por largos
periodos, que se les diga que hacer y aburrirse por tareas repetitivas que
fracasan en retarlos. Ya que esto generalmente define la experiencia de la
escuela, es obvio que los Índigo tendrán y causarán problemas.
La orientación del lóbulo derecho del cerebro
quiere decir que muchos Índigo se esfuerzan por mantener el interés y enfocarse
en un modelo educativo diseñado para la actividad orientada por el lóbulo
izquierdo. Su necesidad por expresar su energía en movimiento y aliviar su
aburrimiento quiere decir que están sin descanso y pueden ser destructivos.
Cuando comienzan a caer en sus presiones, pueden llegar a estar estresados y
ansiosos.
Los diagnósticos generales dados a los Índigo
son DDA (Desorden de Déficit de Atención) y DDAH (Desorden de Déficit de
Atención con Hiperactividad), los cuales son considerados como desórdenes de
“disfunción cerebral mínima” por la medicina. El padre necesita elegir entre
definir a su hijo con una etiqueta patológica, o aceptar que el niño representa
el próximo paso en la evolución humana, y que no necesita ni quiere pasar 6 ó 7
horas al día sentando detrás de un escritorio y que le digan que pensar.
Enfrentémoslo – el sistema escolar arcaico y
disfuncional. Las escuelas originalmente fueron diseñadas para educar a los
niños de las clases altas, quienes tenían la riqueza y el
tiempo para dedicarse a ocupaciones mentales como una señal de su superioridad.
Gradualmente, en el siglo 19 y principios del 20, la educación se volvió
universal.
Pero, ¿qué hace en realidad el sistema
escolar? La mayoría de los Índigo están de acuerdo en que lo que se enseña en la
escuela raramente es relevante en la vida real. Los confina a una experiencia
mental o “mecánica”, y la mayoría de los Índigo quieren una experiencia de vida
real para ser sus maestros.
Además, sentarse detrás de una banca de
escuela por 6 horas al día es visto como no más que un entrenamiento para
sentarse detrás de un escritorio de oficina por 8 horas al día o más, y la
mayoría de los Índigo no tienen interés en ese camino de vida.
Las clases de la escuela moderna en Sudáfrica
generalmente consisten de 30 o más niños y una maestra. El sistema funciona
porque los niños están de acuerdo en ser controlados por la maestra. Sin
embargo, como más y más niños Índigo dicen que no, el sistema comienza a
decaer.
Quizá los Índigo nos están enseñando que hay
mejores formas de aprender. Quizá, más allá de unas cuantas horas al día de
letras y números básicos, el niño del futuro elegirá proyectos para continuar en
la comunidad bajo la supervisión de los padres o maestros. Estos podrían estar
orientados a la “vida real”, y ser de beneficio tanto para el aprendiz como para
la comunidad.
Por lo pronto, más y más Índigos está diciendo
no a la educación formal de la escuela.
Historias Índigo
Estas son experiencias de la vida real
extraídas de mi trabajo con los Índigo.
Conocí a Alison cuando ella tenía 15 y había
abandonado la escuela. Ella era atractiva, inteligente y sensible. Venía de una
familia adinerada, su padre era un respetado médico.
Alison se rehusaba absolutamente a ir a la
escuela, y se había involucrado en las drogas. Sus padres, sin saber como
arreglárselas, se vieron forzados a permitirle dejar la escuela y tratar su
problema de drogas y su rebeldía. Ella entró a un programa de rehabilitación.
Ella quería estudiar Reiki y Sanación con
cristales, pero realmente era demasiado inmadura para ser sanadora.
Eventualmente se convirtió en una modelo, y
fue capaz de conseguir trabajo en Londres y Tokio. Ganaba grandes sumas de
dinero y fue capaz de viajar por el mundo. Siendo atractiva, no carecía de falta
de compañía masculina en su vida.
¿Cómo le dice uno a un Índigo como Alison que
necesitaba ir a la escuela? Claramente ella no lo hizo. Era capaz de vivir una
vida más allá de lo que la mayoría de las personas aspiran sin gastar años en la
escuela y la universidad. Esto es típico de los Índigo: hacen funcionar el
sistema y lo usan para su ventaja en lugar de ser controlados por él.
Peter, por el otro lado, cayó en una profunda
depresión su año final de la escuela. Se salió, no a causa de la presión del
trabajo, sino porque él era capaz de ver la futilidad y la ilusión del sistema
escolar. Su padre se opuso, pero su madre con quien él vivía, estaba deseosa de
permitirle su travesía.
Después de varios meses de tratar con su
depresión, Peter decidió no regresar a la escuela, sino a conseguir un diplomado
técnico para el cual no necesitaba un certificado escolar.
Esta opción le dio tiempo para buscar sus
otros intereses en la vida, sanación alternativa y estilos de vida más
saludables.
Una historia más trágica es
la de Jamila, una chica joven Sur Asiática Africana que también abandonó
la escuela en su último año. En el caso de Jamila, sus padres eran altos
académicos exitosos, y Jamila de hecho se dio por vencida por la presión para
realizarse así como también por la ira contenida por la “ausencia” de sus padres
en su vida mientras ellos conseguían sus carreras.
Ella es inmensamente dotada, sensible, y
cariñosa, así como también hermosa. Pero ella desarrolló un desorden alimenticio
como señal de que no todo estaba bien en su mundo.
Desafortunadamente, sus padres adoptaron que
la “niña tenía problema” de acercamiento, y buscaron para encontrar a alguien
que la “curara”. No fueron capaces de entender que sus propios comportamientos y
el sistema en el cual se basaron era perjudicial para su hija Índigo y su amable
y sensible acercamiento a la vida.
Después, por otro lado, está la historia de
Kim de 4 años, quien informó a su madre que ella no iba a ir a la escuela. Ella
pretendía ser madre cuando creciera, y por eso, le dijo a Mamá, que no
necesitaba ir a la escuela. La madre no estuvo de acuerdo, y Kim fue inscrita en
la Escuela local Waldorf. Los sistemas de educación Waldorf y
Montessori buscan ser los mejores disponibles para los Índigos en el momento.
Muchos padres de Índigos están asegurándose que el niño obtenga la educación
necesaria.
Destrucción de Sistemas : Los Índigo y el
Sistema Médico
Otra área donde los Índigo se están haciendo
sentir su presencia en con el sistema médico. Esto es un resultado de los
diagnósticos médicos de DDA e Hiperactividad, o “disfunción mínima cerebral”. La
respuesta de la ciencia médica es una droga – generalmente Ritalín, a veces
Prozac.
He visto a un niño tan joven como de siete
años con un anti-depresivo médicamente prescrito. He oído a un respetado
pediatra recomendar que a los niños de tres años les den Ritalin.
Hay mucho debate alrededor de los pros y
contras del Ritalin, y no voy a adentrarme en eso aquí. Basta decir que el
Ritalin es una droga de una clase de anfetamina estimulante. Tiene efectos
secundarios y retira los síntomas, y también causa adicción si se usa
inadecuadamente.
La importancia de este debate en términos de
Índigos, es que muchas personas ahora están cuestionando un sistema médico que
droga a los niños pequeños con estimulantes que alteran la química cerebral así
como también arreglárselas con el comportamiento que no conforma a la “norma”
del “niño promedio”.
En mi trabajo con los niños he encontrado
niños que van desde dotados y “brillantes” a aquellos que son autistas y con
problemas de aprendizaje. En este viaje, he llegado a creer que no hay tal cosa
como “el niño promedio”. Cada niño es como un copo de nieve – único e
individual, con sus propias necesidades y deseos.
Todavía el
sistema educativo está adaptado al “niño promedio”, y si un niño no se amolda a
este modelo se le droga hacia el ajuste. El Dr. Peter Breggin, un psiquiatra
americano que está en contra del uso del Ritalin, señala que lo que es definido
como DDA o DDAH es solamente la manifestación de un niño que funciona a “un
extremos del espectro de energía” – el alto extremo!
La gente que trabaja con los Índigo prefiere
llamar a estos niños “aprendices quinestéticos”, y sugerir que ellos necesitan
modos de aprendizaje adecuados a sus niveles de energía, en lugar de
Ritalin.
La dieta también ha mostrado tener un mayor
efecto en los niños. Los estimulantes en cafeína, las azúcares refinadas y los
aditivos de los alimentos, todos tienen un efecto negativos sobre los niños que
ya son altos en energía. Eliminar estos alimentos y concentrarse en alimentos
frescos y orgánicos se han conocido por ayudar a balancear a los Índigo
sobre-estimulados. Mucho Índigo, de hecho, prefieren este tipo de dieta si se
les permite acceder a ella. Pero, los padres ocupados con frecuencia agravan los
problemas alimentando a sus hijos con alimentos procesados y prácticos los
cuales molestan a sus sistemas sensibles.
Los Índigo nos están enseñando una vez
más la importancia de la vida holística, terapias naturales y sanación, de la
comida natural, no procesada. Ellos también están retando a un sistema médico
que busca drogas farmacéuticas como “elementos mágicos”, a pesar de las
consecuencias y efectos secundarios.
El Índigo Infeliz
Si a los Índigo se les da la oportunidad de
expresar quienes son, si son honrados y respetados, pueden volverse personas
altamente sensibles, cariñosas y dotadas. Si no, tienden a volverse
auto-destructivos y disfuncionales.
La alta incidencia del abuso de drogas,
desórdenes alimenticios y comportamiento disfuncional entre los Índigo es un
indicador de que la forma en que vivimos es disfuncional.
Por Favor, Nunca les Digan que No Son lo
Suficientemente Buenos….
Los Índigo nacen con un fuerte sentido de
“misión”. Son los guerreros espirituales del Rayo Índigo. Ellos saben que tienen
algo realmente especial que hacer en este planeta.
Aún, desde el momento que llegan, son
bombardeados con mensajes negativos que afectan su merecimiento propio. Desde el
tiempo que comienzan a hablar, hay un constante “no hagas esto/no hagas eso”,
hasta mensajes que dicen “eres estúpido”. He visto a una de cuatro años que me
informó que ella era, desafortunadamente, estúpida. Que dañino es esto,
especialmente para un Índigo.
Si a un Índigo se le hace sentir sin valor y
no lo suficientemente bueno, tienden a sentir que ellos son fallas. Ellos han
fallado en su misión, y esto los deprime, enoja, los pone neuróticos y auto
destructivos.
Así que por favor, si son padres o cuidan de
un Índigo, asegúrense que están afirmando su valor. Respétenlos por quienes son,
no importan que tan diferente sean para ustedes. Los niños no pretenden ser
clones de sus padres, o cargar las aspiraciones del padre. Permítanles ser
quienes son, y florecerán y lucharán.
Historias Índigo
He trabajado con muchos Índigo, para ayudarles
a balancear sus vidas y ser exitosos.
Sonya de 10 años llegó a mí con un intenso
eczema por todo el cuerpo. No estaba durmiendo bien y estaba ansiosa y
deprimida. La canalicé a un homeópata para que le diera un tratamiento para el
eczema. El homeópata utilizó tratamientos homeopáticos y naturistas junto con
una dieta. Cuando trabajé con Sonya utilicé el Balanceo de Energía, las técnicas
de cristales y visualización para ayudarla. Después de varios meses, su madre
reportó que el eczema casi estaba completamente curado, y que ella estaba feliz
y disfrutando su vida.
Lara de 24 años llegó conmigo en un estado de
profunda depresión. Ella estaba desempleada, a pesar de ser una artista
calificada. Ella lloró a lo largo de nuestras sesiones iniciales. Trabajé con
ella intensamente sobre un periodo de alrededor de 18 meses, viéndola una vez al
mes. Usamos Aclaración Emocional y técnicas de Regresión junto con el Balanceo
de Energía y terapia de Cristal.
Lara encontró un trabajo adecuado a sus
talentos, y eventualmente se mudó a uno que incluía viajar. Estaba emocionada
con los cambios en su vida como un resultado del trabajo espiritual. Además, su
vida social mejoró y dejó la casa de su madre y comenzó a compartir una casa con
una amiga.