Contradicciones
Hace algún tiempo escuché una de las frases
más contradictorias que jamás haya oído. Mientras estaba en un café,
leyendo y preparando los últimos detalles para mi ponencia en una
convención, la letra de una canción pegadiza captó mi
atención.
“Turf”, conjunto musical argentino de creciente fama,
coreaba: “para saber lo que es amar hay que perder la libertad, y para mí
eso no se llama amor...”.
¿Eh? ¿Cómo? ¿Escuché bien? Juego de
palabras; análisis semántico; interpretación libre... llámelo como usted
desee. Pero para mí se trata, ni más ni menos, que de una total,
deliberada y consciente contradicción.
Es que en todos los ámbitos
ocurre algo similar:
Sabemos que la honestidad es el camino, pero
muchas veces optamos por permitirnos “pequeñas” concesiones... (que en el
fondo son “pequeñas corrupciones).
Conocemos el valor de invertir
tiempo en nuestras familias, pero estamos “tan atareados” que utilizamos
nuestras casas como si fueran meros “hoteles” de paso...
Entendemos
que para alcanzar grandes objetivos hay que sacrificarse, pero en
incontables ocasiones preferimos el hedonismo, alcanzando sólo “placeres”
inmediatos...
Comprendemos que el amor es una decisión, pero vez
tras vez lo disfrazamos de pasiones y sentimientos volátiles, accediendo a
satisfacciones pasajeras sin llegar a disfrutar el gozo que produce la
fidelidad y la entrega permanente...
En fin, por lo general sabemos
qué es lo mejor para nuestras vidas, pero de manera muy frecuente nos
contentamos con “jugar a la existencia”, postergando nuestros sueños,
transando nuestras ilusiones y frustrando nuestros destinos.
Hoy
quiero captar su atención y animarlo a que dedique este fin de semana para
examinar su vida, reafirmar sus valores y reestructurar el orden de sus
prioridades. o basta con saber qué es lo mejor para usted... hace falta ir
más allá y tomar decisiones que dirijan sus pasos hacia el éxito que tanto
anhela. i sabemos... ¡debemos ponernos manos a la obra!
Grace
Fdez
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