Abecedario para la Navidad
Agradecer a Dios el habernos regalado las personas con
las que convivimos.
Buscar el bien común por encima de los intereses
personales.
Corregir con esmero a aquel que se
equivoca.
Dar lo mejor de uno mismo, poniéndose siempre al
servicio de los otros.
Estimar a los otros sabiendo reconocer sus
capacidades.
Facilitar las cosas dando soluciones y no creando más
problemas.
Ganar la confianza de los otros compartiendo con ellos
sus preocupaciones.
Heredar la capacidad de aquellos que saben ser sinceros
con valentía y respeto.
Interceder por los otros a Dios, antes de hablarle de
nuestras cosas.
Juzgar a los otros por lo que son, no por lo que tienen
ni por lo que aparentan.
Limitar las ansias personales frente a las necesidades
del grupo.
LLenarse con lo mejor que uno encuentra en el camino de
la vida.
Mediar entre los compañeros que no se
entienden.
Necesitar de los otros sin ningún
prejuicio.
Olvidar el miedo al qué dirán dependiendo de la opinión
de los demás.
Preocuparse por los más débiles o más
necesitados.
Querer siempre el bien de las
personas.
Respetar las opiniones de los demás, los derechos de las
personas y de los animales.
Salir al encuentro del otro, no esperando que él dé el
primer paso.
Tolerar los defectos y límites propios y ajenos con
sentido del humor.
Unirnos todos para vivir en paz y
armonía.
Valorarse con realismo sin creerse superior a los
demás.
X es una incógnita que invita a la búsqueda constante de
la verdad con mayúscula.
Yuxtaponer ilusiones y esperanzas, trabajos y esfuerzos
por crear fraternidad.
Zambullirse sin miedo en el nuevo día que Dios regala
cada mañana.
Gracias María del Valle- ENVIADO por Felipe de
Urca