Algo parecido
seguro que le ha ocurrido a muchos padres.
Un niño, de
once o doce años, le dice al suyo:
- Papá, va a
ser tu cumpleaños y voy hacerte un regalo.
- Mira, hijo
-responde el padre- el mejor regalo, y el que más te
agradezco,
es que
estudies mucho y saques buenas notas.
-Bueno, papá,
siempre estás con lo mismo.
Pero, sabes,
yo ya te he comprado una corbata
..................
No parece importar
demasiado al crío lo que al padre le gusta,
sino lo que a él le
resulta cómodo.
¡Cuántas veces con
Dios hacemos lo mismo!
Ofrecemos, no lo que
El quiere,sino lo que a nosotros se nos ocurre
o nos resulta más
fácil
-Agustín
Filgueiras-
Texto seleccionado
por : ARMANDO QUINTANA
Montaje:
CAIA
SI REENVÍAS HAZLO TAL CUAL ESTÁ. GRACIAS
!!