De los días
especiales
14 de
febrero
Nunca he entendido bien los llamados “Días internacionales”, ni
tampoco los “Días especiales”. No entiendo mucho el día del padre, ni el de la
madre, ni tampoco comprendo el Dia de los enamorados. Son días comerciales. La
propaganda lo invade todo para captar tu mejor regalo en la mejor tienda para el
mejor padre, para la mejor madre, para la mejor novia/o, esposa/o. Aquí en mi
tierra este año no he visto tanta publicidad en el Día de los Enamorados. La
descubro más en los emails que me llegan de América Latina. En el trabajo hoy
nadie ha nombrado con cara de festejo que es día de San
Valentín.
¿Estaremos evolucionando? ¿Para qué sirven estos días? Si acaso,
he pensado que pueden servir para recordarnos que tenemos un padre, una madre a
quien querer y honrar todos los días del año. Para indicarnos que hay alguien
enamorado/a de nosotros y nosotros a la viceversa, que hemos de cuidar todos los
días del año. Un día especial o internacional solo sirve para eso. Para hacerlo
visible todos los días del
año
Y siempre me pregunto por qué no hay un Día Internacional del
Hombre, o el día del suegro y de la suegra. Se pondrán, sin duda. Hace poco ya
aparecieron los días de los abuelos. Menos mal. Siempre nos va tocando un trozo
de cada cosa.
Creo que voy a cambiar de opinión. Yo creo que es bueno seguir
poniendo días de estas y mas cosas. Porque así todos los días estaremos amando,
queriendo, respetando, y no daremos vacaciones al amor. Porque así todos los
días será imposible atender la propaganda comercial que nos incita al regalo ya
que superaría los presupuestos habidos y por haber. Porque así cada día habría
un empeño por más tolerancia y comprensión, se acabaría el mirar por encima del
hombro a los que son diferentes y las guerras se irían a tomar por saco. Cada
día sería una sorpresa y siempre habría un beso que dar, un abrazo que recibir,
una lágrima emotiva que derramar. Cada día haríamos también algo de jardineros,
regando, porque si no se seca, la planta de la amistad, del cariño y del
amor.
Al fin de cuentas a cada uno se nos ha dado un trozo de vida, un
trozo de mundo y de cada uno depende que esa vida y ese mundo sea algo más
bonito. Como muy bien dice, mi amiga Ninfa Duarte: “Si hay un hueco en tu vida,
…llénalo de
amor”.
Armando Quintana
Lo
comparto con amor
*Volando con los ángeles*
Aimara