Purificador
de Plata





Había
un grupo de mujeres reunidas en su estudio bíblico semanal,
y
mientras leían el libro de Malaquías encontraron un versículo que dice:
"Y
Él se sentará como fundidor y purificador de plata",
este
verso les intrigó en gran manera acerca de qué podría significar esta afirmación
con
respecto al carácter y la naturaleza de Dios.
Una
de ellas se ofreció a investigar el proceso de la purificación de la
plata.
Esa semana la dama llamó a un Orfebre e hizo una cita para ver su
trabajo.
Ella
no le mencionó detalles acerca de la verdadera razón de su visita,
simplemente
dijo que tenía curiosidad sobre la purificación de la plata.
Mientras
observaba al orfebre sostener una pieza de plata sobre el fuego
dejándolo
calentar
intensamente, él le explicaba que para refinar la plata,
debía
ser sostenida
en
medio del Fuego donde las llamas arden con más fuerza,
para
así sacar las impurezas.
En ese momento ella imaginó a Dios
sosteniéndonos en un lugar así de Caliente.
--Entonces recordó una vez mas el versículo
"Y
Él se sentará como fundidor y purificador de plata".
Le
preguntó al platero si era cierto que él debía permanecer
sentado
frente al fuego durante todo el tiempo que la plata era refinada.
El
hombre respondió-"SI"
No
sólo debo estar aquí sentado sosteniendo la plata,
también
debo mantener mis ojos fijamente en ella
durante
el tiempo que estŕ en el fuego,
si
la plata fuese dejada un instante más de lo necesario
sería
destruida.
La mujer se mantuvo en silencio por un momento y luego
preguntó.
-¿Cómo
sabe cuando ya esta completamente refinada?
El sonrió y le respondió:, "Ah,
muy simple
--
Cuando puedo ver mi imagen reflejada en ella."
Si hoy sientes el calor
del fuego,
recuerda
que Dios tiene sus ojos puestos en tí
y
continuará observándote hasta que vea su imagen en tí.