Vagón de Tercera Clase - Honorato
Daumier
|
la lucha
continúa
Nro. 40. Las elecciones
municipales y el triunfo de los trabajadores de
GASEBA-17/05/05
Esto no significa que
debamos confrontar al mundo con nuevos principios
doctrinarios y proclamar: ¡He aquí la verdad, de
rodillas ante ella! Significa que debemos desarrollar
nuevos principios a partir de los principios existentes
del mundo. No debemos decirle: Abandona tus luchas, son
mera locura, nosotros te daremos los verdaderos
objetivos. En vez de ello, debemos simplemente mostrar
al mundo por qué él está en lucha, y la conciencia de
eso es lo que deberá adquirir, quiéralo o no.
Marx, Carta a Rouge
1843
la lucha
continúa es uno de los emprendimientos inscriptos
en nuestro proyecto del Centro Carlos Marx,
una propuesta plural y abierta de intercambio de ideas e
iniciativas entre militantes sociales y políticos. Todo
lo aquí publicado está a disposición para su difusión y
reproducción total o parcial, porque la
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"La bondad, la honradez, la integridad moral, no
son patrimonio de ninguna escuela política, social o
religiosa determinada, son sencillamente
humanas"
(Andreu Nin, 1912)
1818- 5 de mayo-
2005 - 187 años del natalicio
de Carlos Marx
"CARLOS
MARX"
(Breve esbozo biográfico, con una
exposición del marxismo)
V.I
Lenin |
En este número:
-
Análisis:
-
Sindicales: GASEBA
-
Autoritarismo humanista, YESSIE
MACHIE
-
Monumento
a la
soberbia Declaración del
CONSEJO VECINAL 2
-
DD.HH: No hay nada que negociar
con los militares - ANDRÉS
CAPELÁN
-
El arte de la fuga. De la
cañonera al helicópero J.L.BERTERRECHE
-
Sobre la muerte de André Gunder
Frank. SAMIR
AMIN
-
Vimos en la
Web
-
Buzón de
los
lectores |
Si los
tiburones fueran humanos ,
pregunta la hijita de la propietaria al Señor
K..., ¿serían más amables con los pequeños
peces?.
Naturalmente, respondió él. Si los tiburones
fueran humanos, harían construir en el mar tiendas
sólidas para los pececitos. Allí pondrían todo tipo de
alimentos, plantas y animalitos.
Vigilarían que tuvieran siempre agua pura, y
tomarían todo tipo de medidas sanitarias. Cuando, por
ejemplo, un pececito fuera herido por una aleta, sería
inmediatamente curado para que no lo mataran los
tiburones antes de que sea su hora. Para que los
pececitos no estén nunca tristes, se realizarían cada
tanto, fiestas acuáticas, pues los peces felices tienen
mejor sabor que los tristes.
Evidentemente habría también escuelas en las
grandes tiendas. Los pequeños aprenderían allí el arte
de nadar en la boca de los tiburones. Necesitarían de la
geografía, por ejemplo para poder descubrir a los
tiburones que pasean por cualquier
lugar.
El tema principal sería naturalmente la educación
moral de los pequeños. Se les enseñaría la cosa más
noble, la más bella para ellos que es ofrecerse
espontánea y gustosamente a los tiburones y tener
confianza en ellos, sobretodo cuando dicen que les van a
preparar un brillante futuro.
Se les haría saber a los pececitos que sólo se
les puede asegurar ese futuro si aprenden a obedecer.
Ellos deberían cuidarse de toda inclinación degradante,
materialista y marxista e informar inmediatamente a los
tiburones si alguno de ellos traiciona con tendencias de
ese tipo...
Si los tiburones fueran
humanos, se preocuparían también del arte. Habría
magníficas pinturas representando dientes de tiburones,
con colores replandecientes, boca y maxilares evocando
inocentes lugares de juego donde uno puede divertirse y
hacer piruetas. Los teatros en el fondo del mar
presentarían obras que mostrarían pececitos heroicos
descendiendo con entusiasmo a la garganta de los
tiburones, y la música sería tan alegre que sus notas
prepararían ciertamente a los pececitos, como en un
sueño, para estos tipos de capillas; y así, imbuidos de
los pensamientos más agradables, ellos se dejarían caer
hasta el fondo de la boca de los tiburones. Esto sería,
ciertamente, una religión...
Ella les
enseñaría que la verdadera vida comienza realmente en el
vientre de los tiburones. Y si los tiburones fueran
humanos, los pececitos dejarían de ser, como lo son
ahora, seres iguales. A algunos de ellos se les
confiarían responsabilidades y puestos superiores a
otros. Algunos que fueran más grandes estarían
autorizados a comer a los pequeños. Todo esto no haría
más que alegrar a los tiburones, pues ahora tendrían
migajas más grandes para tragar. Y los más importantes
de los pececitos, los que tuvieran las
responsabilidades, mandarían de ahora en adelante a los
más pequeños. Ellos se transformarían en maestros de
escuelas, oficiales, ingenieros en construcción de
tiendas, etc.
En
definitiva, habría en el mar una cultura, si los tiburones
fueran humanos.
Bertold Brech,
"Historias del Sr.
K".
|
Análisis
PRESENTAMOS AQUÍ DOS TRABAJOS SOBRE
COYUNTURA ELABORADOS POR NUESTRO EQUIPO, PARA INICIAR LA
DISCUSIÓN.
Dos planes de
emergencia
Urge
considerar no lo que el adversario hizo para perjudicarnos,
sino lo que nosotros no hicimos para contrarrestar su
agresión, y lo que tendremos que hacer mañana si no queremos
ser aniquilados -
Manuel
Ugarte
LAS AGUAS
QUE TRAJERON ESTOS LODOS
La crisis del
2002 fue una consecuencia del impacto acumulado de la política
neoliberal llevado adelante durante todo el período
precedente. De la forma en como logra resolverse emerge el
proceso político que acelera y organiza lo que ya se venía
gestando lentamente desde tiempo atrás, y nos va a conducir a
la actual coyuntura: un ajuste en el modo de dominación
burgués que implica un cambio de cara, pero también un cambio
general en su dinámica y sus relaciones con las distintas
clases sociales. Para comprender la naturaleza de este ajuste
debemos comenzar por sus fuerzas motrices. Aquella crisis
ocurrió por el efecto combinado de los dos resultados que el
neoliberalismo ha cosechado en general en el mundo: éxito
político y fracaso económico.
Éxito
político, porque el neoliberalismo logró imponer el programa
de clase de la burguesía sobre los trabajadores, y también los
intereses del sector hegemónico de la burguesía sobre los
distintos sectores de esa clase y su periferia social; logró
además durante un cierto período imponer su impronta
ideológica sobre la época haciendo aceptar su catecismo como
si fuese una verdad indiscutible, incluso por la izquierda.
Esto ha contribuido en forma decisiva a desarmar a la clase
trabajadora, y a su derrota.
Fracaso
económico, porque el neoliberalismo ni siquiera así ha logrado
recuperar la rentabilidad capitalista (excepto para un
reducido sector burgués) y no se ha producido una nueva fase
de expansión productiva de la economía material. Por el
contrario, el desmantelamiento industrial y otros aspectos
destructivos estructurales de la política neoliberal se han
profundizado. La consecuencia ha sido una profunda y aguda
crisis social y el emerger de la desesperación de gran parte
de la población. Esa desesperación no logró traducirse en una
pueblada, aparecieron algunos brotes pero se los pudo
contener. De cualquier manera, eran muy claras señales de
alarma para la clase dominante.
Este efecto
combinado nos lleva así a una situación singular: las formas
políticas hasta ahora tradicionales de la dominación burguesa
en nuestro país han entrado en crisis -no logran contener las
contradicciones sociales, no resultan una garantía confiable
para seguir conteniendo la lucha de los explotados, y ni
siquiera logran contener las contradicciones dentro de la
propia burguesía-; y al mismo tiempo los trabajadores están
aún lejos de contar con nuevas herramientas de organización y
lucha -que puedan superar el colapso sufrido por las
anteriores- para disputarle el poder a la burguesía.
Situaciones parecidas pueden verse en un abanico diverso en
gran parte del continente. Ellos ya no pueden (o al menos hay
momentos en que la cosa se les escapan de las manos), pero
nosotros todavía no podemos.
El
advenimiento del Frente Amplio al gobierno, desplazando a los
viejos partidos burgueses tradicionales, es una manifestación
de este fenómeno: el agotamiento de las viejas formas de
representación burguesa y la necesidad de relevarlas por
otras, la necesidad de contener o prevenir la rebeldía popular
disciplinando a los sectores populares desde adentro, y la
incapacidad de estos últimos de aprovechar las oportunidades
que genera esta coyuntura. En algunos países hemos visto como
levantamientos populares más o menos intensos han logrado
derribar gobiernos burgueses... para que, luego de un cierto
período de inestabilidad (a veces muy grande, con conflictos
agudos, incluso con la aparición de nuevas formas de
organización y lucha) terminen siendo sustituidos por
gobiernos burgueses de una modalidad algo distinta, pero que
en definitiva logran recomponer (siempre en términos
relativos) la estabilidad del dominio burgués. En otros países
se ha seguido un camino algo distinto que ha esquivado esos
estallidos sociales: es el camino del relevo pacífico un tipo
de gobierno burgués tradicional y desembozado por un gobierno
burgués cuya naturaleza de clase no resulte (por un tiempo, al
menos) tan evidente.
Uruguay es
uno de estos casos. El gobierno del Frente es el "plan de
emergencia" de la dominación burguesa. Son "regímenes de
excepción al revés", pero regímenes de excepción al fin. No
caracterizados por la interrupción de las formas
democrático-burguesas (que es lo que generalmente entendemos
por régimen de excepción) sino por el contrario, por su
generoso desarrollo, al punto de aceptar de buen grado el
acceso al gobierno de los supuestos representantes de los
trabajadores, e incluso de algún presidente venido de la clase
obrera como ha ocurrido en Brasil. Bien decía Marx que:
"Cuanto más capaz sea una clase dominante de incorporar a los
hombres más eminentes de las clases dominadas, tanto más
sólida y peligrosa será su dominación".
Pero
gobiernos de este tipo no ocurren en cualquier circunstancia.
Para que puedan existir deben darse un conjunto de condiciones
"de excepción", que a su vez se combinan entre sí. Nuestro
actual gobierno es, antes que nada, un gobierno débil. Importa
comprender esto por encima de cualquier otra caracterización.
Su debilidad es un reflejo de varias
debilidades.
En primer
lugar, es un reflejo de nuestra propia debilidad. Ese gobierno
está ahí porque nosotros no podemos estar en lugar de él,
porque la clase trabajadora no ha sido capaz de generar una
alternativa distinta. Y al mismo tiempo, también es un reflejo
de la debilidad de la burguesía, es decir porque la burguesía
no puede hoy imponer una dominación más directa y más
desembozada. Ambas debilidades tienen un aspecto estructural y
otro coyuntural. Tanto nuestra debilidad estructural como la
de nuestra clase enemiga son viejas conocidas, están
originadas por la debilidad del desarrollo productivo del
capitalismo en Uruguay.
Comencemos
por casa. La debilidad de la clase trabajadora se ha
profundizado en las últimas décadas, aquí como en otros lados,
por la fragmentación, la precarización, el aumento de la
desocupación y la informalidad, la ruptura generacional, el
debilitamiento de las tradiciones obreras, todo lo cual trae
condiciones objetivas desfavorables para las luchas de los
trabajadores. A éstas se agrega la inoperancia no superada del
viejo sindicalismo de presión, agravada por la orientación
política de las direcciones colaboracionistas que ya hasta a
la presión han renunciado. También por la inoperancia y
obsolescencia de las formas políticas de representación
clasistas, tanto las reformistas (que dejan de ser tales) como
las que se han dado en llamar "de intención revolucionaria"
cuya crisis rompe los ojos. Así se produce la acumulación
sucesiva de derrotas de las luchas populares, y su
consecuencia: la desmoralización y el descreimiento de la
gente en la herramienta de la lucha, el vaciamiento de los
sindicatos, la reconversión hacia el reformismo de
organizaciones de tradición combativa, la pulverización de las
que se han mantenido en esta tradición.
El
crecimiento electoral de la izquierda está relacionado con
este fenómeno en ambos sentidos. Paradójicamente, la debilidad
de la lucha de la clase resultó ser una causa de este
crecimiento. Porque la gente decepcionada de los viejos
partidos burgueses tradicionales, no encontró delante ninguna
opción de lucha. Su única apuesta posible era dar su voto a la
izquierda reformista (o que se presume reformista) y esperar
pasivamente los cambios a partir de la verticalidad del
Estado.
Al mismo
tiempo la "paz social" (el desmantelamiento de la lucha
social, una paz sólo de un lado mientras del otro sigue la
guerra) es una condición que hace posible este crecimiento
electoral "por la vía suave". De no ser por ello la izquierda
no hubiese podido obtener la "habilitación" de parte de las
clases dominantes, del imperialismo, y del búnker militar,
para pasar a la rueda de finalistas. La táctica electoral
definida como "hacer la plancha" es la necesaria consecuencia
de la estrategia de colaboración de clases: si se quiere ser
aceptado por la otra clase hay que darle garantías. Esa "paz"
asimétrica es necesaria para demostrar que se tiene capacidad
de contención de la lucha social, y por lo tanto que se puede
sustituir con ventaja al anterior "administrador de los
intereses de la clase dominante".
Por el otro
lado, el de las clases dominantes, esta situación es también
producto de una debilidad estructural y coyuntural. La
debilidad estructural de la burguesía uruguaya es lo que la
hace especialmente vulnerable a los avatares propios del
capitalismo, y de nuestra condición de país periférico, y
periferia de periferia además. La política neoliberal a su vez
profundiza esa debilidad, y de esta forma debilita también la
propia cohesión de la clase dominante. En toda burguesía son
inevitables las fracturas internas. Pero en las condiciones de
debilidad estructural se hace más difícil la recuperación de
esas fracturas, creando una situación de inestabilidad
interna.
El elenco de
dirección de la izquierda colaboracionista jugado a esa
postulación de relevo como "administrador de los intereses de
la clase dominante" y convertido a una ideología política
instrumental y "superestructural", ha desarrollado a partir de
allí una cuidadosa política de "maquiavelismo técnico"
dirigida a introducir una cuña entre la clase burguesa y su
tradicional representación política, intentando romper los
lazos de "lealtad de vuelta" de los sectores sociales
burgueses hacia los partidos políticos burgueses
tradicionales. La forma de lograr esto es "mejorar la oferta"
de aquellos partidos tradicionales hacia la propia burguesía
cliente, en tanto los partidos son proveedores de
política.
Para que una
situación de relevo de este tipo se dé, es necesario además
que la democracia burguesa haya profundizado además su
condición de burguesa. Es decir, que la participación de los
ciudadanos se haya desestimulado y acotado, que los resortes
decisorios de la política se hayan puesto fuera del alcance de
las instancias de representación electiva, que los partidos
políticos sean menos democráticos y más verticalistas, y en
términos generales, que la clase dominante se haya reservado
una segunda línea de posiciones de fuerza de las cual no va a
ser desalojada por los resultados electorales.
Desde Rosa
Luxemburgo para acá, todos sabemos que la degeneración de los
partidos obreros es una condición necesaria para hacer
compatible la continuidad de la explotación capitalista con la
existencia de la democracia política en sociedades donde los
explotados por el capitalismo son amplia
mayoría.
Todas estas
condiciones se han producido en nuestro país en los últimos
años, y la izquierda colaboracionista ha contribuido mucho en
ello. Si la política de los gobiernos de los partidos
burgueses tradicionales desconoció la voluntad popular de
rechazo a las privatizaciones en los plebiscitos y también
profundizó ese vaciamiento de la democracia burguesa, la
izquierda colaboracionista logró superar esta marca:
desconoció de un plumazo nada menos que una reforma
constitucional que ella misma había apoyado. A regañadientes y
saboteando en los hechos este apoyo, pero apoyado al fin.
A este
respecto, esta es la opinión que nos diera James Petras en un
breve reportaje que le hicimos en Porto Alegre: "... es una
señal al gran capital y al Fondo Monetario en tanto el
gobierno está dispuesto a hacer cualquier cosa conforme a las
exigencias del capitalismo, incluso revertir un referéndum que
ganó con mayorías más amplias que el propio Frente Amplio. Es
un acto grotesco y simbólico; simbólico porque muestra con
estas medidas que estamos tomando un camino que profundizará
la política liberal del pasado. El gobierno de Batlle no se
atreve a desconocer un referéndum, tiene que ser un
izquierdista inseguro el que dé este paso, el que asumiera una
posición como representante de la burguesía que tiene que dar
pruebas y más pruebas de que ha abandonado su posición de
izquierda y está conforme con la política liberal." Boletín la
lucha continúa Nro. 31.
A esto
debemos agregar la coyuntura particular por la que atraviesa
el imperialismo. Hemos venido sosteniendo desde hace algunos
años (contra la opinión de otros compañeros y corrientes de la
izquierda radical) que esta etapa histórica se caracteriza por
la decadencia de la hegemonía yanqui en el mundo
(distinguiendo la hegemonía, entendida en su sentido
gramsciano, de la mera dominación o prevalencia). Como no se
trata de una idea personal que hayamos inventado sino que la
tomamos de gente que ha demostrado saber más que cualquiera de
nosotros, no nos sentimos inhibidos de decir que los hechos
nos han dado la razón. El imperialismo yanqui se ha empeñado a
fondo en entrar a través de la guerra en una nueva etapa de
recolonización de la periferia y de recuperación de su
prevalencia sobre sus competidores imperialistas, un "Cuarto
Reich". Esta aventura guerrerista es a la vez un producto de
su debilidad y un camino que probablemente termine
precipitando más rápido esa decadencia. No podemos detenernos
aquí en este punto. (Recomendamos el reciente reportaje a
Samir Amín a propósito de los 50 años de Bandung, "¿Hacia una
solidaridad renovada de los pueblos del sur?", puede
encontrarse en: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=14737 ).
Pero sí
debemos destacar un factor relacionado con este escenario
mundial: la compleja situación en nuestro continente.
Compleja, porque no podemos afiliarnos a la tontería de los
que hablan de "bloque popular regional", "gobiernos
progresistas", etc. (sólo mencionaremos que muchos se apuraron
a contar entre esos "progresistas" a Lucio Gutiérrez). Pero
cuando consideramos las opiniones diametralmente opuestas, que
hablan de estos gobiernos de ex-izquierdistas o parecidos como
"nuevos clientes" de la política imperial, debemos decir dos
cosas. Primero que es cierto, lo son. Pero al mismo tiempo,
que son testigos de una crisis relativa pero creciente de la
dominación imperial incluso en su patio trasero. El
imperialismo yanqui se ve forzado a su "plan B". Es evidente
que Mesa en Bolivia es un vasallo del imperialismo, que
incluso Evo Morales está mostrando una vocación estilo Lula o
Tabaré y que no vulneraría esa dominación. Pero también es
evidente que Bush intentó sostener a Sánchez de Losada y no
pudo, que intentó voltear a Chávez y no pudo, que la huída en
helicóptero de De la Rúa y Gutiérrez no fueron un plan de
Washington. Lo que es una táctica del imperialismo es la forma
en que se adapta al nuevo e intermitente flujo de la lucha
social y logra sacar provecho de nuestras debilidades y del
oportunismo de los ex-izquierdistas. Pero como dijimos, ese es
su "plan B", y es un repliegue relativo. Obviamente y como es
sabido, todos esos gobiernos deben desarrollar una política
económica continuista y deben cumplir con la deuda. Pero es
difícil encontrar un caso más extremo que el uruguayo: el
ministro de economía se decide directamente en
Washington.
En relación a
Uruguay, debemos decir algo que puede levantar polémica:
Uruguay es una pieza muy secundaria en este escenario. Y como
ha ocurrido históricamente, su importancia para el sistema
imperial es más por su lugar en el contexto regional que por
sí misma (la "banda de ningún provecho" según los reyes de
España nunca aportó un botín muy grande para nadie). Por lo
tanto nos atrevemos a decir que con tal de achicar y tener un
oasis de tranquilidad en la región, EE.UU. estaría dispuesto a
hacer concesiones al actual gobierno frenteamplista y mostrar
una vidriera de izquierdistas buenos frente a los salvajes que
pueda haber por ahí que -esos sí- no deben ser
imitados.
Si
reflexionamos un poco sobre todos estos elementos vemos que
"el ejemplo para el mundo " está colgado de los piolines.
Veamos cómo.
TRANSICIÓN
¿HACIA DÓNDE?
Podemos decir
que este gobierno es el de la recomposición de la dominación
burguesa. Pero eso sería decir las cosas a medias. Es una
recomposición desde una postura claramente defensiva, y
ofreciendo para ello un gambito, deshaciéndose del lastre que
ya resultaba insostenible.
Pero para que
el "gatopardismo" sea posible es necesario también que exista
un "garibaldismo" del otro lado, una ingenuidad política -de
nuestro pueblo- que permita esa traición. Esa ingenuidad es
históricamente inevitable, porque es el camino de la propia
experiencia.
Es obvio
además que este retroceso de los partidos burgueses
tradicionales no es un plan maquiavélico de nuestra burguesía
ni del imperialismo sino el resultado de un verdadero colapso
del modo tradicional de gestionar la dictadura burguesa. La
paliza de los partidos tradicionales en las Departamentales
del 8 de mayo no es para ellos un resultado deseable, ni
siquiera "aceptable". Hubiesen preferido arreglar sus negocios
con sus viejos representantes, simplemente no
pudieron.
¿Cuáles son
las tareas que debe cumplir este gobierno "proveedor" hacia la
burguesía "cliente"? Veremos que son tareas de una especial
condición: no van a funcionar si al mismo tiempo no las puede
vender a su otro "cliente", la clase trabajadora. Es un
gobierno intermediador. Esta es la segunda característica que
consideramos clave. Es una condición que replantea la idea de
la sociedad amortiguadora. Todo el gobierno del Frente está
armado con la lógica de un Plan de Emergencia, en el sentido
de que está dominado por lo contingente y lo urgente. Y su
urgencia primordial es la "atención primaria" en particular y
la "medicina preventiva" en general ante el peligro de un
desborde popular y los focos de peligro ya
existentes.
Veamos
primero esas tareas hacia la burguesía. Básicamente significan
a) consolidar o garantizar el avance que ha tenido la
burguesía sobre los trabajadores en los años previos de auge
del neoliberalismo; b) evitar la rebeldía popular; c)
facilitar la recomposición política interna de la clase
dominante (aprovechando para ello su condición de outsider de
la tradición burguesa, y por lo tanto apareciendo como neutral
entre sus sectores).
Si tomamos
por ejemplo el tema salarial vemos estos tres elementos. Antes
de iniciarse la negociación salarial, el PIT-CNT rebaja su
reclamo de salario mínimo a 3000 pesos, y luego el gobierno lo
baja aún más a 2500. Esto fija el piso de la negociación
salarial en términos absolutos (se baja el piso) y a su vez el
techo en términos relativos porque todos los aumentos de las
franjas superiores serán crecientemente más bajos, hasta
topearse en un aumento por IPC que es prácticamente una
congelación salarial. A su vez, el gobierno estira en todo un
año para adelante ese aumento por IPC pelado para los
públicos. Todo esto significa que no habrá recuperación
salarial. El gobierno frenteamplista oficializa que la
expropiación salarial sufrida por los trabajadores en las
décadas precedentes se vuelva
irreversible.
La
convocatoria general a consejos de salarios, tiene, es cierto,
el efecto que se ha señalado de estimular la sindicalización y
también la formación de nuevos sindicatos en sectores donde la
misma ha sido -y sigue siendo- muy difícil. Pero al mismo
tiempo, al absorber la expectativa y la energía de la lucha
canalizándola hacia la negociación controlada, logra
disciplinar el reclamo de la clase aprovechando que esa
rebeldía es aún incipiente y focalizada. Hace marcar el paso a
los más desbocados al ritmo más lento del conjunto. Impone a
su vez un disciplinamiento patronal (relativizado, porque el
propio Bonomi ha hablado de "desenganche"), que es una
condición para asegurar el disciplinamiento de los
trabajadores.
Lo mismo
puede verse en otros aspectos: privatizaciones, verdad y
justicia, etc. El gobierno impondrá a la clase dominante unas
concesiones mínimas. Pero esas concesiones fijan a su vez el
máximo de la recuperación para los trabajadores. Lo que no se
consiga bajo un gobierno de izquierda, no se va a conseguir.
Es un toma y daca, pero un intercambio muy desigual,
nuevamente oro por baratijas.
El Plan de
Emergencia en particular tiene por finalidad desactivar
cualquier posible estallido social. El régimen de dominación
burgués ya estaba muy desprotegido en ese aspecto, a partir de
que las políticas neoliberales socavaron casi totalmente el
tradicional muro de contención que nuestra sociedad tenía
hacia los sectores más carenciados, la capacidad de
"amortización del disenso social" de que habla Real de Azúa.
No tiene otra finalidad salvo la política. No va a cambiar la
situación de estos sectores, pero conjurará el peligro. Esto
es de una enorme importancia para nosotros, porque (espero que
esta afirmación no escandalice) han habido compañeros que
estaban esperando un estallido social, e incluso acomodando su
perspectiva estratégica a esto. No va a
ocurrir.
A su vez, el
Plan de Emergencia cumple otras finalidades accesorias.
Introduce una cuña entre los pobres y culpabiliza las luchas
de los trabajadores desalentándolas. Da de comer a un
estamento de cuadros y gestores provenientes de los sectores
medios que son los ejecutores del plan, y los disciplina a
través de la teta del Estado. Crea una válvula de escape para
el activismo de la militancia frenteamplista. Al mismo tiempo
tiene la notable capacidad de blanquear la deuda externa. ¿Qué
deuda más justificable puede haber que aquella que un país
toma para dar de comer a sus hambrientos? Todas estas son
finalidades políticas.
Otra clave es
el papel del actual Ministerio del Interior gestionado por el
único verdadero socialdemócrata del gobierno (el Plan de
Emergencia es una medida de corte social-liberal). Su
finalidad principal es revitalizar la policía, lavarle la cara
(objetivo casi imposible), asegurar su lealtad al régimen
ganando a su sector más bajo. La sindicalización de la
policía, un punto socialdemócrata que Díaz le pasó por el moño
a la cúpula conservadora del FA cumple esa finalidad, él sabe
que trabaja contra-reloj. También la reforma carcelaria -otro
punto de corte socialdemócrata clásico-, más allá del chantaje
psicológico con el que se jugó al principio con el discurso
amedrentador hacia los sectores conservadores de
descongestionar las cárceles, forma parte también del plan de
social de contención.
En
definitiva:
¿QUÉ PUEDE PASAR PASAR?
El 8 de mayo
se terminó la monarquía absoluta. El Frente, que se ha
convertido en un partido ultracentralizado y
ultraverticalista, encuentra ahora un límite en esta
tendencia. El reparto del aparato del Estado ha empezado a
ocurrir en forma desordenada, y va a desatar otras
contradicciones. Básicamente, son las contradicciones de clase
reflejadas en el gobierno.
La paliza
recibida por los partidos burgueses tradicionales y la
drástica reducción de su cuota en el aparato del Estado
también tiene consecuencias. Probablemente pasen un período de
adaptación y puede a disparar el proceso de corrupción dentro
del aparato frentista.
Los cambios
arriba están ocurriendo mucho más rápidamente que los cambios
abajo. Este país no está acostumbrado a la ausencia de
reformismo, a la ausencia de izquierda, ni a un movimiento
sindical oficialista. Más temprano que tarde, el reformismo
tradicional de la base frentista va a buscar su forma de
canalización. Son una legión de militantes de años y años,
ellos no esperaban la revolución de parte del gobierno, pero
sí reformas. Aún no se han acomodado a la nueva situación. Las
contradicciones irán emergiendo gradualmente. Debemos
descartar todo proceso rápido de cambio ideológico en la
gente. Puede ser lenta maduración.
Aunque el
gobierno no tiene casi nada que ofrecer en términos
estratégicos porque está totalmente atado a los acuerdos con
el imperialismo, tiene todavía mucha holgura en el plano
táctico. Su primer movimiento fue correrse a la derecha lo más
posible, sabiendo que es preferible aprovechar la ventaja del
factor sorpresa y ganar todo el terreno que se pueda. Desde
esa posición extrema puede ir aflojando de vez en cuando si la
situación se lo exija, porque para ello es que cobraron piola
de entrada.
Terminado el
ciclo electoral, la sociedad entra en un territorio
desconocido. Va a llevar un tiempo adaptarse a él. Pero los
menos preparados somos nosotros. Teóricamente, todos aceptamos
que los revolucionarios no le hacen asco a la lucha por
reformas, al contrario. Pero en la cancha se ven los pollos, y
la triste realidad del declive de la izquierda de intención
revolucionaria rompe los ojos. Ha sido un problema permanente
desde el fin de la dictadura hasta ahora. Algo mal habremos
hecho.
Que no
nos tome veinte años discutir que hemos perdido veinte años.
Las elecciones
departamentales
El pasado 8 de mayo
se celebraron en todo el país las elecciones para designar los
nuevos intendentes de cada uno de los departamentos y las
respectivas juntas departamentales. Estos organismos hacen de
legislativo comunal en cada una de las 19 circunscripciones en
que se divide el territorio nacional. Están integrados por 31
miembros y son honorarios. Un dato importante es que el
partido que gana la elección obtiene automáticamente la
mayoría absoluta de los ediles (16 en 31).
La realización de
estas 19 elecciones en forma simultánea nos permite apreciar
la correlación de fuerzas existente en cada una de los
departamentos del país, la agregación nacional de estos datos
nos pueden dar una medida sobre modificaciones en el
comportamiento del electorado transcurridos 60 días del nuevo
gobierno. Pero esta metodología tiene sus limitaciones,
primero porque la realidad local es muy diferente, se procesan
otras alianzas entre grupos y dirigentes que muchas veces no
se condicen con la realidad nacional. Las lealtades son otras,
la proximidad de los candidatos también tiene su efecto sobre
la voluntad de la población. Por eso planteando estas
salvedades intentaremos visualizar algunas conclusiones que se
desprenden del acto eleccionario del pasado 8 de mayo.
El Encuentro
Progresista - Frente Amplio- Nueva Mayoría fue el gran
vencedor en las pasadas elecciones. Por primera vez logró
ganar intendencias en el interior del país. Desde 1990
gobierna en Montevideo y cada votación le ha permitido
lograr guarismos superiores en la capital (1989, 34%; 1994,
44%; 2000, 58%; 2005, 58,5%). En el interior se hizo de siete
intendencias (Canelones, Florida, Maldonado, Treinta y Tres,
Rocha, Salto y Paysandú). Estos datos si bien muestran un
avance también reflejan otras situaciones. Si tomamos como
punto de comparación los totales nacionales de octubre del
2004 con los actuales podremos visualizar que por primera vez
en la historia el EP-FA-NM experimenta un retroceso ( pasó del
50,45% al 48,6% del total de votantes). A nivel interno, si
bien se mantuvieron las posiciones de los diversos sectores se
logran apreciar modificaciones que nos darían la tónica del
trasvase clásico de votantes de un sector a otro y sus
tendencias.
1- El MPP (
MLN-Tupamaros y aliados) continúan siendo la primera
fuerza política, aunque con un descenso en porcentajes y en
votantes ( cae de 325.179 a 217.194). Aunque pueden tener un
peso muy importante en la administración municipal de
Montevideo donde el intendente Ricardo Ehrlich pertenece
-nominalmente, pues no ha estado orgánicamente vinculado- a
este sector.
2- El Partido
Socialista se consolida como segunda fuerza a nivel nacional.
Logra incrementar su participación en votos, pero sobre todo
logra la bancada de ediles más importante (58 en todo el país)
y tiene el control del ejecutivo departamental en por lo menos
tres intendencias (Paysandú, Treinta y Tres y Rocha) y un
fuerte peso en Salto y Florida. La vice intendente de
Montevideo pertenece a este sector. A pesar de sus
enfrentamientos con el Presidente Vázquez desde antes de la
nominación de Gargano como canciller y por la situación del
aborto y la salud reproductiva, el ex partido del presidente
logra avanzar y seguramente marcará la agenda política de aquí
en más. Su aliado electoral y sindical, el Partido Comunista
también logró algunos avances aunque sigue siendo una fuerza
menor (5% aprox.)
3- Asamblea
Uruguay, el sector del Ministro de Economía Danilo Astori fue
otro gran derrotado este pasado 8 de mayo. La apuesta era a
lograr un fuerte respaldo para "el equipo responsable" como
gustan denominarse. Si bien logra un segundo lugar en
Montevideo, su caída es muy significativa si tomamos guarismos
nacionales ( cae de 195.229 a 131.411). Donde presentó
candidato propio a Intendente perdió por paliza.
4- También se
verificó un descenso del sector del ex-intendente Mariano
Arana (Vertiente Artiguista), sector que apoya activamente al
ministro Astori y está al frente del incumplimiento de la
constitución por el tema de la reforma del agua (cae de 98.572
a 86.455)
5- Los que
experimentaron un notable crecimiento, si bien no tanto en
votos, pero sí en protagonismo fueron los sectores vinculados
al vice presidente Nin Novoa (Alianza Progresista) que
lograron mayorías en dos intendencias claves del interior
(Canelones y Maldonado). Los respectivos intendentes Marcos
Carámbula y Oscar De los Santos pertenecen -también en este
caso nominalmente- a este sector político y son referentes
locales de mucho peso en sus departamentos. Pero
también es cierto que el sector "de" Nin Novoa no lo es
tal y no es esperable que tenga un funcionamiento de cuerpo,
es una formación política de aluvión, un rejunte oportunista
de "emigrados políticos" bajo el paraguas de una figura
artificial (Nin) inventada por Tabaré. Carámbula y De los
Santos pertenecen ambos a ConFA, sector de ex-PC, y ambos
siguen siendo claramente PC en su ideología y estilo
político.
6- El fenómeno más
destacable es el crecimiento de los votos al lema, (sin
identificar sector partidario) y el incipiente despegue de la
izquierda radical frentista que logra algunos espacios en el
interior del país. El Movimiento 26 de Marzo mantiene su
electorado a nivel nacional (25.926 en octubre, 25.279 ahora)
pero logra sacar 2 ediles (uno en San José y el otro en Salto)
y está peleando alguno más con el conteo de los votos
observados. El PVP también logra un crecimiento ( de 5.495 a
6.044), siendo el más espectacular el del Espacio
1968 (PST) que pasa de 1.111 votos en octubre a 2.156. La
Corriente de Izquierda desciende en su votación, probablemente
como consecuencia de sus permanentes crisis internas y
rupturas (cae de 10777 a 9434).
Eso en cuanto a la
izquierda
Los partidos
tradicionales de la burguesía sufrieron también bastantes
quebrantos. El Partido Nacional terminó ganando en 10
intendencias, con una derrota significativa del principal
sector del mismo (Alianza Nacional) que perdió importantes
reductos. El avance de los sectores más neoliberales a su
interna (Herrerismo) y la emergencia de nuevos liderazgos
(Correntada Wilsonista) hacen prever movimientos políticos en
este partido que hacen presagiar poca vida política a su líder
Jorge Larrañaga. El Partido Colorado por su parte logra una
sola intendencia (Rivera) pero repunta con respecto a su
catastrófica votación de octubre pasado (sube del 10 al 18%),
logrando un significativo segundo lugar en Montevideo, es
decir una posición digna para un candidato indigno (Pedro
Bordaberry el hijo del dictador), experimentando un
crecimiento producto de la polarización con el Frente Amplio
(logró el 25% de los votos de la capital).
La primera lectura
que se desprende de todo esto es que hay una masa de votantes
conservadores que votan indistantemente a los partidos
tradicionales, esta masa fluctúa de una elección a otra
dependiendo de quien tenga mayor chance de derrotar a la
izquierda. Lo podríamos definir como una masa anti-frente que
englobaría a cerca del 40% de la población del país.
En la izquierda, se
abrió la caja de Pandora. Las autonomías municipales generaran
nuevos liderazgos a nivel nacional. Los candidatos impulsados
por Vázquez no han salido y existe el riesgo potencial de que
la coalición anti-Astori que se planteó en Montevideo
(rechazando a postulantes para la plancha de suplentes
provenientes de Asamblea Uruguay) pueda plantearse ahora en
todo el país. La asistencia financiera que muchos municipios
van a precisar del gobierno central hace prever toda una serie
de conflictos donde seguramente el Ejecutivo intentará
recortar las autonomías municipales y acotar sus gestiones de
gobierno. Solamente la intendencia de Maldonado podrá escapar
a esto, ya que cuenta con recursos propios dado la suculenta
bolsa impositiva de ese departamento.
La izquierda
"radical" ha mostrado nuevamente su impotencia y su nulo peso
en la orgánica. Si bien han existido algunos crecimientos,
sigue siendo una fuerza testimonial. Un tema importante
es como se modifica la orientación del electorado, los dos
polos (que no son tales, pero así se los percibe a nivel
popular) Mujica- Astori, o MPP- Asamblea Uruguay han sido
debilitados, hay un rechazo de la masa frentista a esta
polarización.
Para las clases
dominantes, la elección del domingo 8 fue la culminación de
una forma de gestionar el Estado burgués tradicional en el
Uruguay. Hoy se asume la necesidad de entablar contactos
directos con los nuevos gestores de la cosa pública, buscar y
explorar acuerdos con las autoridades frentistas. Los partidos
tradicionales pierden capacidad de gestión, sobretodo el
Partido Colorado que pasará a ocupar el rol de partido
"ideológico" de extrema derecha. Los blancos por su parte
deberán procesar aún en su interna una profunda lucha que
seguramente disminuya la "renovación progresista" que en
octubre intentó disputar a la izquierda el control del
Ejecutivo. Es muy probable que en ese partido retomen mayor
vuelo las ideas neoliberales "puras".
¿Qué pasará de acá
en más?. Las clases dominantes van a recurrir al viejo
expediente de la corrupción para seguir obteniendo sus
privilegios, tendrán que hacer un período de pruebas, de
ensayo y error. Ya el Presidente Vázquez los alertó en Buenos
Aires, "si alguién les pide una coima, comuniquense conmigo
inmediatamente". La duda que nos queda: ¿es, o se hace?
Ver Además: El Frente Amplio consolida su avance en las
municipales Rebelion
Sindicales
El conflicto de
Gaseba y el nuevo gobierno
ANTECEDENTES
* En 1994
Gaz de France se instaló en Uruguay, tras un proceso
licitatorio "plagado de irregularidades" según denunciaron en
la oportunidad los trabajadores de la ex Compañía del Gas.
* Al momento
de asumir el servicio había 45 mil usuarios. La multinacional
se comprometió a duplicar la cifra en 10 años. En el 2005, 11
años después, tiene 43.000 usuarios, dos mil menos que cuando
ganó la licitación.
* En 1996,
un grupo de trabajadores iniciaron una huelga de hambre
durante 25 días por el reintegro de cuatro dirigentes
gremiales despedidos. Se logró eliminar los despedidos y la
empresa aplicó una suspensión de tres años. Cuando debían ser
reincorporados, el 4 de mayo del 99, la empresa los despide.
* A fines de
ese mismo año, son despedidos 33 trabajadores. Tras un largo
conflicto se logra reintegrar a la mayoría, restando la
situación de tres trabajadores a ser resuelta en una comisión
tripartita, después que concluyeran los plazos de seguro de
paro. Unilateralmente, Gaseba decide despedirlos.
* El
sindicato realizó varias denuncias en el Parlamento
ratificadas por legisladores de diferentes partidos. Entre
ellas, la falta de elementos de seguridad laboral, la no
renovación de las cañerías, lo que llevó a que varios usuarios
resultaran intoxicados por escapes de gas.
* El 20
abril pasado, tres obreros de Gasega Washington Beltrán,
Walter Suárez y Ramón Bañasco iniciaron una huelga de hambre
en reclamo de estabilidad laboral y por el reintegro de los
dirigentes gremiales despedidos.
* Días
después hubo una reunión de conciliación entre las partes en
el MTSS. Los representantes de la patronal fueron tajantes:
"Tenemos directivas de la casa central de no negociar".
* El martes
3 pasado, los trabajadores ocuparon la sede central de la
multinacional, ubicada en 25 de Mayo y Juncal.
* La Dinatra
presenta una propuesta que establece la instalación de una
comisión tripartita, la firma de un convenio de estabilidad
laboral, el reintegro de los seis dirigentes gremiales
despedidos y el reconocimiento y aportes al BPS de los años en
que estuvieron desafectados y el pago de salarios a los
dirigentes despedidos en 1998.
Dos
opiniones sobre este tema
María de los Angeles
Lamanna
Es habitual
oir a los integrantes del elenco de gobierno -trátese del
Presidente de la República como de sus Ministros, directores
de Entes y Organismos descentralizados o legisladores- decir
que gobiernan con la Constitución de la República en una mano
y el Programa aprobado por la ciudadanía el 31 de octubre en
la otra.
Es más,
cada vez que la prensa consulta sobre algún elemento que
parece no adecuarse a las definiciones programáticas o incluso
constitucionales, el gobierno ratifica que no se ha apartado
de esa letra, trátese de la reforma constitucional del Agua,
las empresas públicas, los acuerdos con el FMI, Derechos
Humanos, la salud reproductiva por nombrar algunos de los
temas más discutibles.
El
conflicto que surgió en GASEBA denunciando tratativas secretas
entre la empresa francesa y la PETROBRAS, es una de esas
cuestiones que daría como para que el gobierno demuestre en
los hechos el cumplimiento del programa, como también lo son
el agua, ANTEL, ANCAP, etc.
La Compañía
del Gas así como Pluna fueron de los temas que -tras el
acuerdo del FA con fuerzas no frenteamplistas -inclusive el
Foro Batllista de Sanguinetti- se quitaron del texto sobre las
empresas públicas a plebiscitar en 1992, quedando sólo ANTEL.
Hecho que hizo posible a la postre la privatización de ambos
Entes.
No podemos
dejar pasar por alto el giro inesperado que tomo el coflicto
de GASEBA que encuentra unidos en este momento, intereses de
trabajadores y de gobierno -como surge de las declaraciones de
voceros tanto de uno como de otro lado- en torno a un acuerdo
rápido con Petrobras.
Debemos
expresar la extrañeza que nos provoca que el reclamo de los
trabajadores de GASEBA, como del sector de la Energía o el
propio PIT-CNT quienes históricamente se han manifestado
contrarios a las privatizaciones y así lo ha expresado en
todas las instancia de lucha en defensa del Patrimonio
Nacional, no sea porque ANCAP, que tiene un porcentaje de las
acciones del Gasoducto del Sur, asuma el control de
GASEBA.
LLama la
atención que se llegue al extremo de ir a pedirle al embajador
brasileño en Uruguay y al Canciller de la República que viaja
este lunes a Brasilia para que "apuren" a la PETROBRAS.
Es
incomprensible que luego de una propuesta de asociación con
ANCAP como la que hizo la petrolera brasileña, trabajadores y
gobierno reclamen su presencia en nuestro país.
Pero
volvamos al Programa aprobado por la ciudadanía y que surgió
del Congreso del Frente Amplio, ratificado posteriormente por
la dirección del EP y de la NM, y veamos que fue en concreto
lo que se resolvió en materia de empresas públicas y su
privatización o -como se suele decir ahora- las "concesiones"
o "tercerizaciones" de estos servicios
El programa
dice:
"En nuestro país, con el retorno a la
democracia, los sucesivos intentos reformistas de corte
neoliberal de los partidos tradicionales tienen como mentores
y/o coordinadores a los organismos financieros internacionales
y buscan demonizar al Estado, no para destruirlo, sino para
transformarlo en un instrumento funcional a la estrategia
global neoliberal. La resistencia popular, cuya máxima
expresión fue el resultado del plebiscito de 1992, impidió en
esa coyuntura que lograran su objetivo; más allá de que
persisten con sus claras intenciones de desmantelar el Estado
bajo las más diversas formas e iniciativas. Conforme a
derecho, el gobierno progresista procederá
a examinar la legitimidad de las operaciones realizadas, a
aplicar el más estricto control del cumplimiento de
obligaciones y, caso a caso, a la eventual adecuación
contractual posible, en aquellas áreas prioritarias en el
marco de una estrategia de transformaciones orientadas a la
salvaguarda del auténtico interés
nacional." (Eje Democratización de la
Sociedad y el Estado).
Hasta
ahora, que sepamos, el único contrato revisado fue el de la
consesión de la Ruta 1 y el de Uragua -este último realizado
durante el gobierno de Jorge Batlle-. No se han evaluado ni se
ha anunciado voluntad de hacerlo, los contratos con las
restantes concesionarias de agua o de telecomunicaciones o de
la propia GASEBA, más allá de las denuncias de incumplimiento
denunciadas por los respectivos gremios. Nada se sabe de las
restantes concesiones en la ANP, en AFE u otras áreas de
transporte.
Este
control no sólo está en el Programa sino que fue anunciado
-desde Francia- por el actual Presidente de la República como
fue concitado por agencias internacionales y diarios
nacionales en aquel momento (El Observador, La
Juventud).
Pero el
Programa no se quedó sólo en la revisión de los contratos sino
que fue más allá y al marcar los objetivos de este gobierno en
su introducción no solo claro es clao sino contundente.
El programa
expresa:
"Debe quedar claro que el Uruguay necesita un
cambio real que sólo se alcanzará con un proyecto que se
proponga recuperar el sentido de nación a partir de una
posición de soberanía. De esta manera necesitamos recuperar para el Estado el control de las áreas
estratégicas, de modo de transformarlo en una herramienta a
favor de los intereses nacionales. Para fortalecer a la
sociedad con la descentralización del aparato estatal y para
poner al servicio de la producción y el empleo las palancas de
desarrollo que posee. Todo en el sentido de servir al país,
dentro de los valores democráticos y
republicanos."
Estas citas
son por demás suficientes como para legitimar por ejemplo, que
el gobierno pueda asumir ya el suministro y distribución del
agua potable en Maldonado y Canelones y cumplir no sólo con el
programa sino también con la Constitución de la República,
como es norte de este gobiernos según lo ha planteado
reiteradamente el SR. Presidente de la
República.
La cita de
estos párrafos del Programa son suficientes, también, como
para revisar la subasta de ANTEL y rever una medida que afecta
no sólo la soberanía del país sino el desarrollo económico
como denuncian integrantes de la Unidad de Telecomunicaciones
de la CIP; esto da para revisar los incumplimientos en que ha
caído GASEBA y recuperar para "el Estado un área estratégica."
Es más habilitan al gobierno, en cumplimiento del programa a
que el Estado recupere PLUNA y el uso de bandera nacional en
la navegación aérea y a AFE tal y como lo sostiene el
documento de apoyo de las Grandes Líneas en materia de
políticas de transporte.
Entonces,
el Programa y la Constitución están, la expresión de voluntad
del gobierno por cumplir con ambos, también. Lo único que
falta entonces, es que se lleve a la práctica.
LA MESA ESTÁ SERVIDA PARA LA
PETROBRAS
Finalizó el
conflicto en la empresa GASEBA con un acuerdo que posibilita
el retorno de los trabajadores despedidos hace seis años y
fundamentalmente una "paz" laboral para que PETROBRAS concluya
su acuerdo con GAZ de FRANCE y entre de lleno al mercado
uruguayo. Recordemos que la multinacional de origen brasileño
(hoy prácticamente de la Shell) ya compró parte del paquete
accionario de CONECTA a la española Unión
Fenosa.
María Lamanna
El
Director de Trabajo Julio Baráibar dijo que las expresiones
del presidente de Fucvam el 1º de mayo fueron "una traba para
toda la negociación" de GASEBA con PETROBRAS. En esa
oportunidad Víctor Fernández dijo que "mientras no se retomen
los trabajadores de GASEBA, ni un centímetro del gas de
cañería a las cooperativas de vivienda". "Gaz de France hoy le
han dado en un gesto por eso yo digo y lo repito que es
importante para el país la oportunidad de que el nuevo
responsable de la conexión del gas en el Uruguay, tenga
posibilidades de relacionarse limpiamente, con sus
trabajadores y con el pueblo consumidor", afirmó
Baraibar.
El ministro
de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) Eduardo Bonomi y el
director de la Oficina Nacional de Trabajo, Julio Baraibar
anunciaron en la noche del lunes la finalización del
conflicto. El ministro si bien dijo que la negociación entre
Gaz de France y Petrobrás, no había influído en la resolución
del conflicto, "lo que importa es que si hay transferencia, es
la transferencia de la totalidad de los trabajadores que a
partir de pasado mañana (hoy) trae la empresa".
Consultado
respecto a si se impuso alguna condición, si se dijo algo al
respecto Bonomi respondió que la negociación ya estaba en
marcha "lo que pasa es que no se trata de si la negociación se
puede hacer, sino de las negociaciones que se hacen con
respecto a los trabajadores que formaban parte de la empresa.
Es decir, si los trabajadores que fueron despedidos mantienen
su condición de despedidos en una nueva transferencia, nunca
más iban a entrar".
Por su
parte, Julio Baraibar, dijo que el Ministerio entiende que la
empresa que vaya a tomar el poder de GASEBA, "en este caso la
empresa que está negociando, que es público y conocido por
todos, es la empresa PETROBRAS tenga la oportunidad de
encontrar un relacionamiento laboral en paz y que no haya ni
revanchismo ni situaciones como han existido hasta ahora de
parte de la población. Todos sabemos, por ejemplo el 1º de
mayo oímos al presidente de FUCVAM decir que mientras no se
retomen los trabajadores de GASEBA, ni un centímetro del gas
de cañería a las cooperativas de vivienda, y como eso entendemos que ha sido una traba para toda la
negociación de esta empresa, hoy la transfieren o se va
a transferir y bueno que la nueva que venga tenga la
posibilidad de relacionarse sin
herencias y creo que eso es lo importante, que eso lo
entendió la empresa Gaz de France y sus socios y hoy le han
dado en un gesto por eso yo digo y lo repito que es importante
para el país la oportunidad de que el nuevo responsable de la
conexión del gas en el Uruguay, tenga posibilidades de
relacionarse limpiamente, con sus trabajadores y con el pueblo
consumidor.
Enfoques
AUTORITARISMO
HUMANISTA
Yessie Macchi
La imagen popular
de Tabaré Vázquez está lentamente cambiando en el subjetivo de
las y los uruguayos. Está pasando de ser aquel "muchacho de
barrio, humilde, que con sacrificio hizo su carrera de médico
y trabajaba solidariamente en un merendero para niños",
socialista (y por tanto marxista), humilde y digno, a la de
este oncólogo empresario, católico y admirador de la actual
línea de la Iglesia Católica, sordo a los primeros reclamos
populares ante medidas suyas no comprendidas, y sólo canchero
cuando de medidas efectistas se trata.
Así, ha hecho oído
sordo al clamor de ambientalistas, fraybentinos, PIT_CNT y
muchas organizaciones sociales uruguayas e internacionales
para que no se instale en Uruguay las plantas finlandesas de
celulosa que tanto daño social y ambiental causarán a Uruguay
y Argentina.
Porfiadamente,
insistió en el nombramiento del ex canciller Gross Espiel como
embajador en Francia, a pesar de las múltiples denuncias que
contra él se le hicieron llegar, ya que este ex canciller
actuó como funcionario de Fujimore, encargado de blanquear su
imagen de represor y corrupto ante la comunidad
internacional.
No ha respetado el
resultado del plebiscito del agua, que declara que a partir
del momento en que fue aprobado por más del 60% de la
población, el agua pasa a ser un bien público, en manos del
Estado, no permitiéndose que queden empresas extranjeras en
exploten su uso.
No ha respetado el
resultado del plebiscito del año 92 el que impide las
privatizaciones de algunas empresas públicas, entre ellas
ANTEL, al aceptar la compra por parte de American Móvil,
multimillonaria corporación mexicana, de buena parte de
nuestra telefonía celular.
Se anticipa a que
el tema del proyecto de ley de Salud Reproductiva -que entre
otras cosas despenaliza el aborto- sea visto por el nuevo
parlamento, declarando, a la salida de un almuerzo con el
arzobispo de Montevideo Nicolás Cotugno, que si el aborto se
despenaliza, él lo vetará. Al decir esto, agrega que lo que
pase después es "problema de la población", desconociendo o
subvalorando que en una encuesta hecha el año pasado, un 66%
de la misma estaba a favor de su despenalización.
En el mismo momento
también declaró que no existirá la eutanasia en el país, ya
que los médicos no pueden disponer de las vidas de sus
pacientes. También aquí hay un no reconocimiento a que el
proyecto que se está elaborando de eutanasia deja la
responsabilidad de concretar la muerte de un paciente cuando
éste sea terminal, sin nada que modifique su estado de salud,
y a pedido de él o de su familiar más próximo, si el paciente
ya no está en condiciones de tomar decisiones.
Ahora dialoga con
los militares, quienes lo invitaron a una reunión en el
Comando General, inquietos por el tema de los desaparecidos,
tan inquietos que plantean colaborar con el gobierno en la
búsqueda de los mismos para terminar de una vez por todas con
el tema. ¿Se olvidan los generales y el presidente que existe
una Ministra de Defensa Nacional? ¿Se olvida Vázquez que en
este país hay un fuerte y natural sentimiento antimilitarista
y que pueda al menos doler estas reuniones "muy importantes"?
Los militares no son un partido político, por lo tanto no se
entiende que "ofrezcan su colaboración" en este
tema.
Su misión es
obedecer al mando superior, es decir al presidente.
¿Se olvida que en
Uruguay la Iglesia Católica tiene relativa importancia, y que
con los compromisos que pueda haber contraído con el arzobispo
Cotugno ofendió a otras religiones igualmente gravitantes en
este país, además de no atenerse a lo establecido en nuestra
constitución en cuanto a la separación entre Estado e Iglesia?
La laicidad de nuestro Estado, ¿es sólo un
ornamento?
Pero más allá de
todas estas medidas, declaraciones, y tantos otros episodios
preocupantes, lo que más nos inquieta es una característica
suya que ya se había vislumbrado en su pasaje por la
Intendencia de Montevideo: su autoritarismo. Tendría que
hablarse de un autoritarismo humanista, ya que de humanista se
ha definido a si mismo en su discurso de asunción de mando.
Un autoritarismo
que parece ser visto sólo por la gente de la calle, ya que no
hemos oído ni leído ninguna crítica u opinión al respecto por
ninguna de las personas que son parte de su gobierno, o del
parlamento; dentro de su fuerza política sí se habla de esta
fenómeno, aunque en voz baja.
El Uruguay siempre
fue el país de la demagogia. Lo fue desde Rivera, pasando por
Chicotazo al presente presidente. Así catalogamos su presencia
junto a sus ministros en el acto del 1 de mayo, y la concesión
de 10 minutos de la cadena de radio y televisión, ese día,
para que el secretariado ejecutivo del PIT-CNT diera un
mensaje a la población. Así también la vemos cuando reúne a su
gabinete en Zapicán, un pueblo del departamento de Treinta y
Tres, de 600 habitantes. Medidas simpáticas y efectistas, que
para muchos son símbolos de los "nuevos tiempos". Pero, ¿dónde
está el reconocimiento al "sujeto social", y las instancias de
debate de medidas polémicas? No queremos símbolos sino
hechos.
Algunas personas
dicen "¡pero si recién van dos meses de gobierno"! Nosotras
decimos: ¡"Todo esto en sólo dos meses!"
Debemos estar
atentos a estos signos de poder unipersonal. Loa zapatistas
dicen que el poder corrompe. Nosotras pensamos que sólo si
éste está en manos del pueblo todo, gobernándose a sí mismo,
controlando a los delegados, asegurando mecanismos de recambio
al estilo de la constitución bolivariana, sólo entonces no
tendremos sobresaltos. Como esta concepción no es la de este
gobierno progresista, debemos conformarnos con continuar las
movilizaciones sociales, aplaudir la valiente proclama de los
y las trabajadoras del 1 de mayo, y apoyar y participar en las
luchas sindicales y sociales.
No olvidemos que
fue nuestro pueblo el que llevó al Frente Amplio, Encuentro
Progresista, Nueva Mayoría al gobierno. Recordar eso es lo
primero que debe hacer un verdadero "humanista".
Empezó la
bronca...
EL
MONUMENTO AL PECADO MORTAL DE LA SOBERBIA
POLÍTICA
Comunicado del Concejo Vecinal de la Zona
2
"Montevideo, 27
de abril de 2005
El Concejo Vecinal
de la Zona 2, reunido el día de la fecha,
Ante la resolución
de la Junta Departamental de Montevideo No 2005-0397,
aprobando la iniciativa del Sr. Intendente, de solicitud de
traslado del monumento del recientemente fallecido pontífice
Juan Pablo II para ser emplazada junto a la Cruz monumental
erigida en las intersecciones de Av. Italia y Br, Gral. José
Artigas.
VIENDO que ya la instalación en el
lugar más privilegiado de Montevideo de la Cruz había sido
resuelta como un homenaje a dicho Pontífice por una ley
Nacional, en virtud de que tanto la Junta Departamental como
éste Concejo Vecinal de la Zona 2 se habían opuesto. Como
también lo había hecho este último, hace cuatro años con el
pedido de emplazamiento en un lugar público de la estatua de
Juan Pablo II.
Que ante su muerte
se fundamenta reforzar ése homenaje con el traslado de su
monumento erigido en un espacio privado, a éste nuevo espacio
público.
Que no ha
transcurrido el tiempo suficiente como dimensionar la
personalidad del homenajeado como es de recibo en éstas
situaciones en el entendido que se recuerda a una persona y no
a la institución.
Que dicha ubicación
compite ventajosamente con un símbolo de nuestra
institucionalidad, democrática republicana, como lo es el
"Obelisco a los Constituyentes de 1830" y sí representativa de
todos los orientales.
CONSIDERANDO que todo ello hace
violentar el Art. 5 de nuestra Constitución Nacional, sobre la
laicidad del Estado que prescribe que: "El estado no sostiene
religión alguna". Ésta Laicidad, fruto del avance de las ideas
de Tolerancia y Libertad de muchas generaciones de uruguayos,
que la señalan como una cualidad distintiva para la gran
mayoría de compatriotas -incluidos muchos católicos-, que hoy
están votando esta resolución.
Por lo
anteriormente expuesto, éste Concejo Vecinal en uso de sus
potestades que le confiere el Decreto de su creación donde se
señala que: "debe preceptivamente ser consultado" -cosa que no
se ha hecho- en toda modificación del espacio público de
nuestra Zona,
RESUELVE no aprobar el traslado del
monumento privado de Juan Pablo II a su nueva ubicación.
Dana Dellepiane,
Presidenta; Walter Zurdo, Secretario"
Derechos Humanos-
Uruguay
SACAR TODO
A LUZ - NO HAY NADA QUE NEGOCIAR CON LOS
MILITARES
Andrés Capelán
La noticia publicada el
pasado 5 de abril por el diario "Ultimas Noticias" de
Montevideo, decía que durante las últimas semanas, el
secretario de la Presidencia, Gonzalo Fernández: "ha venido
manteniendo una serie de reuniones muy reservadas con
oficiales del Ejército en actividad y en retiro." Se explicaba
que el objeto de dichos encuentros secretos es el de
convencerlos de que deben dar a conocer el destino final de
los detenidos desaparecidos asesinados por tortura durante la
dictadura. Las fuentes del matutino señalaban que los
encuentros fueron "duros", pero "con respeto", que -además de
solicitar la información- el gobierno "sugirió la posibilidad
de que los responsables del caso de la nuera del poeta
argentino Juan Gelman sean denunciados ante la Justicia
Penal", y que esa "sugerencia" no fue bien recibida por los
interlocutores militares, quienes según el periódico "no
aceptan que camaradas de armas sean enviados a la justicia
penal invocando la Ley de Caducidad de la Pretensión Punitiva
del Estado", y por eso "advirtieron sobre las consecuencias
políticas e institucionales que ello puede acarrear".
¿En qué país estamos
viviendo que hay que pedirle "por favor" a los militares que
digan lo que hicieron con los desaparecidos? ¿Qué derecho
tienen a aceptar o no aceptar ser citados por la Justicia?
¿Cómo se tolera que "adviertan sobre las consecuencias
políticas e institucionales que ello puede acarrear"? En un
Estado de derecho, los militares no opinan, no deliberan, no
discuten y mucho menos amenazan: simplemente acatan las
órdenes del poder civil. En un régimen democrático, el único
papel que les cabe a los militares es obedecer y callar.
Entonces: ¿cómo deben leerse estas "negociaciones" para que
devuelvan los cuerpos de las víctimas de su terror y para que
se presenten a la Justicia si son citados? ¿Es un exceso de
gentileza del gobierno del Presidente Vázquez o es que Uruguay
vive todavía bajo un régimen de "Democracia Tutelada"? Mao Tse
Tung explicó claramente que el poder nace del fusil, que el
ejército es el principal componente del Poder estatal, y que
quienquiera que desee tomar el Poder estatal y retenerlo tiene
que contar con el ejército. En Uruguay, si es que realmente el
pueblo desplazó a la oligarquía en el gobierno, es necesario
destruir a las Fuerzas Armadas de la dictadura y construir
unas al servicio del pueblo. Es obvio que esa transformación
no puede hacerse por la fuerza. Pero es preocupante que -al
parecer- ni siquiera pueda hacerse aplicando lisa y llanamente
las leyes vigentes. Claro, en Uruguay el movimiento popular
cometió el terrible error de plebiscitar la aplicación o no de
la Justicia a los crímenes cometidos por los militares y los
policías durante la dictadura (fue algo así como haber
plebiscitado la rotación de la tierra).
La Justicia es un valor
y un derecho implebiscitable, indiscutible, irrenunciable. Por
más que haya sido ratificada en plebiscito, la Ley de
Caducidad de la Pretensión Punitiva del Estado es
inconstitucional y contradice toda la legislación
internacional sobre derechos humanos. Para estar a tono con el
resto del mundo debería derogarse, pero nada indica que eso
esté planteado.
¿Qué hacer entonces? Hay
que destruír a las Fuerzas Armadas de la dictadura
ideológicamente. ¿Cómo? Para comenzar, las organizaciones
defensoras de los derechos humanos y el gobierno mismo podrían
lanzar una operación mediática para que no haya un sólo
ciudadano que ignore las aberraciones y los latrocinios que
estos militares hoy tan quisquillosos y sus cómplices civiles
cometieron en nombre de la Patria durante los años en los que
hicieron uso discrecional de su poder. Es necesario que se
sepa de una vez por todas cómo vaciaron las arcas públicas y
los hogares privados, y cómo la mayoría de la oficialidad se
enriqueció mediante negociados espúrios, coimas, y uso en
beneficio propio de la hacienda pública. La mera difusión
masiva de los terribles sufrimientos y las sádicas torturas a
las que estos criminales sometieron durante décadas a hombres
y mujeres indefensos, bastaría para quitarles el sustento
ideológico y la autoridad moral para discutir nada. Es
necesario que todo el mundo sepa -por ejemplo- que los
militares violaron "por gusto" a mujeres y hombres adultos y
adolescentes, muchas veces en forma pública.
En el libro "Memorias
del Calabozo" Eleuterio Fernandez Huidobro y Mauricio
Rosencoff cuentan -por ejemplo- que "hubo violaciones de
compañeras a las cuales las estaquearon totalmente desnudas en
la plaza de armas y se autorizó a todo el personal a 'hacer
uso de ellas' pero con la condición de que la violación no
fuera por la vagina sino por el ano. Nosotros sentimos el
relato de los soldados, contentos, cuando en aquella
oportunidad 'mojaron'".
Los mismos autores
cuentan también el caso de una detenida "que no tenía nada que
ver con nada, cuando ya tenía la libertad decretada, cuando ya
no se producían más interrogatorios porque tenían el
convencimiento de que no tenía nada que ver y no podía poseer
información de ningún tipo, la sacaban del calabozo y con el
argumento de una revisación, la llevaban a la enfermería para
violarla." Más de un asesinado fue castrado, para
posteriormente introducirle sus propios órganos sexuales en la
boca y dejarlo morir desangrándose así... Hicieron cosas tan
terribles que no sólo cuesta contarlas, sino que son difíciles
de creer. Pero las hicieron y es necesario que todo el mundo
las sepa. Los detenidos desaparecidos no sólo fueron
asesinados, sino que fueron asesinados de la peor manera
posible. Estos militares tan "honorables", ni siquiera
tuvieron la decencia, la clemencia, de fusilarlos. No, fueron
asesinados mediante tortura, lenta, dolorosa, sádicamente. Y
eso no sólo les sucedió a los 26 hombres y mujeres detenidos
desaparecidos en Uruguay, sino también al centenar de
uruguayos desaparecidos en Argentina a manos de los cóndores
uruguayos (y no de los argentinos). Por otro lado, se da por
sentado que todos los desaparecidos fueron asesinados. Pero
hasta que se pruebe que ha sido así, hasta que aparezcan sus
cuerpos: esos delitos se siguen cometiendo hoy día y por lo
tanto no están amparados en la Ley de Caducidad. Nada impide
investigar, juzgar y condenar a los responsables de esos
crímenes.
La crónica citada dice
que las conversaciones entre los militares y el secretario del
Presidente Vázquez fueron "duras" pero "con respeto". ¿Qué
respeto merecen quienes no sólo cometieron, ordenaron,
justificaron, toleraron, aceptaron, y/o mantuvieron silencio
ante el conocimiento de estas barbaridades, sino que aún hoy
día siguen reivindicando esos procederes sin el más mínimo
atisbo de autocrítica? ¿Qué hay que negociar con estas bestias
y sus herederos ideológicos? ¿Qué autoridad tienen quienes
guardan los cuerpos de sus "enemigos" como "trofeo de guerra"
o los destruyeron, para "advertir sobre las consecuencias
políticas e institucionales" que podrían derivarse de su
concurrencia ante la Justicia? ¿Cómo es posible que los
representantes del pueblo acepten negociar algo con estas
miserias humanas que hasta robaron bebés y además toleren sus
amenazas? Volviendo al principio: si el poder nace del fusil,
y los fusiles los siguen teniendo los violadores de los
derechos humanos, la forma de revertir la situación es
quitarles el sustento ideológico para que los usen, haciendo
públicos estos y otros hechos similares. Es más, como está
sucediendo en Chile, es necesario que las propias víctimas
superen su vergüenza y den testimonio público de los abusos a
los que fueron sometidas. Es necesario difundir todo esto en
cadena nacional de radio y televisión, en suplementos
especiales distribuídos por todos los medios de prensa, en
todas las páginas web del gobierno y de las organizaciones
sociales.
Que todo el mundo sepa
cómo mancillaron los uniformes de la Patria esta sarta de
hipócritas y depravados. Si no puede ser por medio de los
fusiles, será por medio de la verdad que seremos libres. Para
que nunca más pase lo que pasó, lo único que hay que olvidar
es el olvido. ( Tomado de COMCOSUR )
Panorama
Internacional
El arte de la fuga: De la cañonera al
helicóptero
No soy especialista
en música barroca y no es respecto a esa variante del
contrapunto que quiero referirme. Tampoco hablaré de las fugas
al paraíso -vía veneno- una especialidad privilegio del
Vaticano. El tema, de mucha actualidad en nuestro continente,
es el de la expulsión y escape de mandatarios sudamericanos en
momentos estelares. Pretendo acotar la reflexión a los eventos
de este tipo más recientes. Quizá podamos encontrar un padrón
de comportamiento, que pueda auxiliarnos en un vital precepto
de la política: el arte de prever.
Juan Luis
Berterretche *
El ecuatoriano José
María Velasco Ibarra (1893-1979) fue sin lugar a dudas el
presidente latinoamericano con mayor experiencia en
expulsiones de la primera magistratura. De sus cinco períodos
presidenciales (1934-1935; 1944-1947; 1952-1956; 1960-1961;
1968-1972) en cuatro fue destituido por los militares (1935,
1947, 1961 y 1972). En 1978 cuando intentó por última vez
disputar la presidencia, el ejército harto ya de derrocarlo,
le impidió presentarse como candidato. Sospecho que luego del
segundo golpe, era capaz de predecir con antecedencia las
malas intenciones militares, en las miradas aviesas de sus
edecanes uniformados.
Juan Domingo Perón,
(1895-1974), militar populista, fue presidente de la República
Argentina durante tres mandatos (1946-1952; 1952-1955;
1973-1974). El segundo de ellos fue interrumpido por un golpe
militar denominado la "Revolución Argentina"- y el último fue
truncado por su deceso. Su esposa la impopular Isabelita-,
vicepresidenta y sucesora, fue desalojada por otro
levantamiento militar (1976) que instauró una dictadura
célebre por sus desaparecidos y 30 mil víctimas fatales. En el
55, con la aviación dominada por los golpistas, que
ametrallaron a la población en la Plaza de Mayo, Perón debió
huir en una cañonera paraguaya por el río Paraná. Fue la única
fuga presidencial naval registrada en el
continente.
Arturo Frondizi,
(1908-1995), como presidente argentino (1958-1962) tuvo el
record de pronunciamientos militares durante su mandato. Es
muy recordado en su país porque entregó el petróleo a las
compañías extranjeras. Durante los cuatro años en el ejercicio
de la primera magistratura sumó 30 pronunciamientos de los
uniformados. En el 31 lo desalojaron de la Casa Rosada.
A Arturo Umberto
Illia, (1900-1983), presidente de la República Argentina
(1963-1966) los militares lo sacaron a empujones de la casa de
gobierno. De inmediato, al decir del humorista Tato Bores: "la
junta militar en elecciones limpias y por unanimidad -3 votos-
designaron para sustituirlo al Gral. Juan Carlos Ongania".
Pero la más
humillante de las expulsiones la protagonizó Fernando Belaúnde
Terry, (1912-2002), presidente peruano en dos ejercicios
(1963-1968; 1980-1985). Accedió al poder en las elecciones del
63 con el apoyo de los democristianos y los comunistas. Su
política no tuvo ambigüedades: favoreció a los terratenientes
de la costa y a las compañías petroleras estadounidenses.
Enfrentado a los sindicatos y a la guerrilla rural, abrió las
puertas a la intervención del Ejército, que acabó derrocándole
en 1968. Salió de la casa de gobierno escoltado por dos
militares de bajo rango que lo tomaban por los brazos y no le
permitían apoyar los pies en el piso. El detalle ignominioso
es que lo sacaron descalzo.
Estos son algunos
casos emblemáticos de derrocamientos presidenciales en
Sudamérica. Hubo muchos más que los mencionados. La oleada de
golpes militares de la segunda mitad del siglo pasado incluyó
a Paraguay (1954) Brasil (1964) Perú (1962, 1963, 1968, 1975 y
1992 autogolpe de Fujimori) Bolivia (1951, 1965, 1971 y 1978)
Uruguay y Chile (1973) Argentina (1955, 1962, 1966, 1970,
1971, 1976) Ecuador (1961, 1963, 1972, 1976, etc.) Venezuela
(1952, 1958 y dos golpes en 1992) Colombia (1950, 1951, 1953,
1957 y desde la década del 60 se gobierna por decreto en medio
de una guerra civil). Casi todas las mencionadas son
destituciones presidenciales ejecutadas por las Fuerzas
Armadas -la mayoría de las veces auspiciadas por EE.UU.- que
era la tónica del siglo pasado en nuestro
continente.
Pero Fernando Collor
de Mello (1949-) presidente brasileño (1990-1992) inauguró
otro tipo de destituciones. Encaró su mandato con una
orientación de choque neoliberal extremo y un equipo
gubernamental ostensiblemente corrupto. Esto despertó malestar
social y cuando secuestró los fondos de la poupança se hizo
intolerable para la clase política y la burguesía. El proceso
de destitución parlamentario y las movilizaciones juveniles de
cara pintada, lo hicieron transferir el cargo al
vicepresidente y finalmente dimitir como presidente de Brasil.
Con Collor se inició
la etapa de derribos presidenciales parlamentarios,
reclamados, forzados o exigidos por las movilizaciones
populares callejeras. Como en el 64, con el golpe militar que
marcaría en el continente un período de gobiernos
dictatoriales pro norteamericanos, en el 92 Brasil daría
inicio al modelo de expulsiones presidenciales que rige hasta
el momento.
El socialdemócrata
Carlos Andrés Pérez (1922-) presidente venezolano por dos
ejercicios (1974-1979 y 1989-1993) inició su segundo mandato
poniendo en marcha un plan de austeridad muy riguroso de
conformidad con el FMI. Conocido popularmente como El Paquete,
consistía en alzas generalizadas en los precios en los
productos de primera necesidad (carburantes y alimentos), la
liberalización de los demás precios y de los tipos de interés,
la congelación de los salarios, la reducción del gasto
público, la restricción del crédito, la devaluación del
bolívar y la eliminación del Régimen de Cambios Diferenciales.
Justo diez días después estallaron violentísimos disturbios en
los barrios populares de Caracas, con saqueos de comercios y
pillaje generalizado, que rápidamente se extendieron a
Valencia, La Guaira, Mérida, Ciudad Guayana y otros núcleos
urbanos, obligando a Pérez a decretar el estado de emergencia
y el toque de queda. Al cabo de tres días, el célebre
caracazo, o sacudón, dejó un balance incierto pero
estremecedor de muertos, probablemente unos 400, en su mayoría
víctimas de los disparos de los soldados.
Pérez, de momento,
moderó los aspectos más irritantes del plan de ajuste liberal,
como el alza del precio de la gasolina, y tomó medidas de
compensación social como la subida de los salarios mínimos,
aunque, en conjunto, se mantuvo fiel a su neoliberalismo
económico. En 1991, el reguero de huelgas y disturbios culminó
en noviembre con la muerte de 20 personas en los
enfrentamientos con las fuerzas del orden.
La inestabilidad
continuó y en 1992 se produjeron dos golpes de estado contra
su gobierno. En febrero con un saldo de 19 muertos y en
noviembre con 200 muertes. El 20 de mayo del 93 la Corte
Suprema de Justicia tomó la decisión de enjuiciarlo por
malversación y peculado y suspenderlo en su cargo. Lo sucedió
primero el presidente del Senado, Octavio Lepage y luego el
senador de Acción Democrática Ramón José Velásquez Mújica. En
las elecciones de diciembre del 93, ganó Rafael Caldera,
liderando la coalición Convergencia, integrada tanto por
grupos de centro-derecha como por partidos de izquierda. Con
estos hechos, en el 93, concluía la vigencia del sistema
bipartidista dominado por los partidos Comité de Organización
Política Electoral Independiente (COPEI) y Acción Democrática
(AD).
El siguiente
expulsado bajo similar tipo de padrón fue Abdalá Bucaram
(1952-) apodado "el bailarín", presidente de Ecuador
(1996-1997). Portador de un populismo extravagante e
irresponsable inició su mandato con un excesivo aumento de las
tarifas públicas. Desató, con esta medida, una agitación
callejera que llevó al Congreso Nacional a destituirlo a los
seis meses de ejercicio por "incapacidad mental". Su
vicepresidenta intentó asumir y los parlamentarios tuvieron
que contar con la presión del ejército para saltearla y elegir
como interino al presidente del Congreso.
A partir de Bucaram
los parlamentos sudamericanos que se enfrentan a situaciones
ineludibles de expulsiones presidenciales por el ejercicio de
la democracia directa de la población movilizada, han tenido
que elegir, forzar o inventar supuestas "salidas
constitucionales" para mantener la imagen de respeto a las
instituciones establecidas.
Raúl Alberto Cubas
Grau (1943-) presidente de Paraguay (1998-1999) fue dimitido
en medio de una sublevación popular en marzo del 99.
Empresario de la Alianza Nacional Republicana-Partido Colorado
(ANR-PC), partido hegemónico en el país desde 1947, se
enriqueció como contratista de obras públicas -incluida la
hidroeléctrica de Itaipú- durante la dictadura del Alfredo
Stroessner Matiauda (1954-1989). Cuando el general Lino César
Oviedo Silva (Comandante del Ejército destituido en 1996) se
presentó a las elecciones primarias de la ANR-PC en septiembre
de 1997 para elegir el candidato a las presidenciales de 1998,
Cubas lo acompañó como vicepresidente. La victoria de Oviedo
contra Luis María Argaña Ferraro (hombre de confianza de
Stroessner) en las primarias, fue anulada por un proceso en su
contra por intento de golpe en el 96. El Partido Colorado
aprobó una fórmula de compromiso con Cubas para presidente y
Argaña vicepresidente. Oviedo recibió una pena de 10 años por
el incidente del 96. Cubas se impuso ante Domingo Laíno
Figueredo -candidato de la oposición por la Alianza
Democrática- y asumió en 1998.
Su plan de gobierno
incluía expulsión de funcionarios públicos para reducir el
déficit fiscal, privatización de empresas públicas, reducción
del presupuesto gubernamental en un 35%, una ley bancaria que
permitiera socializar los vaciamientos de las instituciones.
En fin, un plan neoliberal "aconsejado" por el FMI y el Banco
Mundial. Al asumir, Cubas decretó la amnistía de Oviedo e hizo
cambios en el ejército nombrando jefes afectos a él. Los
argañistas presentaron en el Congreso una moción de
inconstitucionalidad del indulto apoyados por la Fiscalía
General del Estado y la Corte Suprema de Justicia anuló el
decreto y ordenó el reingreso de Oviedo en prisión. Cubas no
acató la decisión. El conflicto se agravó cuando el 23 de
marzo se produce el asesinato de Argaña a tiros en Asunción
por tres hombres con indumentaria paramilitar. Al día
siguiente, la Cámara de Diputados aprobó un juicio político
contra el presidente en la Cámara de Senadores por el "mal
desempeño de sus funciones".
Se desataron
disturbios callejeros en Asunción y luego de casi una semana
de sublevación popular, francotiradores asesinan a nueve
manifestantes y dejan un centenar de heridos. El 28 de marzo
Cubas renuncia y huye para Brasil. Oviedo se refugia en
Argentina y luego en Brasil. Asume el presidente de la Cámara
de Senadores, Luis Ángel González Macchi (Partido Colorado)
En el 2004, el
chofer de Argañas dio una nueva versión del atentado del 99.
El vicepresidente habría muerto del corazón en la casa de una
amante. Sus correligionarios lo pusieron en un auto y
fraguaron un atentado del que acusaron a Oviedo, promoviendo
el derrocamiento de Cubas.
Con Jamil Mahuad
Witt (1949-) presidente de Ecuador (1998-2000) volvió a
ocurrir, un incidente similar al de Bucaran. Lo expulsó una
revuelta popular en enero del 2000. El día 10 de ese mes el
Banco Central aprobó la vigencia de la dolarización de la
economía ultimando la política en consonancia con el FMI:
apertura a la inversión extranjera, privatización de empresas
públicas y recorte a los gastos sociales. El 15 se inició un
levantamiento indígena -un tercio de la población del país- y
popular contra su gobierno -apoyado por algunos militares
liderados por Lucio Gutiérrez- pidiendo la renuncia de Mahuad.
El día 22 luego de negociaciones entre indígenas, militares y
líderes políticos, la crisis institucional concluyó asumiendo
el vicepresidente Gustavo Noboa que no haría otra cosa que dar
continuidad a la política neoliberal. Mahuad se fugó a Perú,
de ahí a Chile y luego a EE.UU.
El siguiente
desplazado fue Alberto Keinya Fujimori Fujimori (1938-),
presidente de Perú (1990-2000). Gobernó durante una década
bajo el signo del autoritarismo y la corrupción. El fraude en
la elección del 2000 y el escándalo de Vladimiro Montesinos,
su responsable del Servicio de Inteligencia Nacional,
adelantaron su caída. Montesinos fue filmado mientras compraba
un congresista que se pasó a las filas de Fujimori. La
situación social y política se hizo insostenible. El 14 de
noviembre del 2000 Fujimori viajó a Brunei para asistir a la
VIII Cumbre de la APEC, los días 15 y 16. El 18 debía estar en
Panamá para tomar parte en la X Cumbre Iberoamericana, pero no
apareció. En cambio se dirigió a Japón y de aquí no me saca
nadie. El 20 de noviembre, confirmando los rumores de una
renuncia inminente, envió la carta de dimisión al Congreso
peruano, pero la cámara lo destituyó el día 22 bajo el cargo
de "incapacidad moral permanente". Fueron forzados a renunciar
el primero y el segundo vicepresidente para que asumiera el
presidente del Congreso (Valentín Paniagua Corazao, el sucesor
de Belaúnde Terry al frente del Partido Acción Popular) como
mandatario interino. En su década de gobierno, Fujimori
ejecutó un autogolpe (1992), aplicó una política económica
vulgarmente llamada fujishock que descargaba todos los costos
sobre los sectores populares, provocó una guerra con Ecuador
(1995) y condujo la ejecución sumaria de los guerrilleros
(1997) luego del asalto a la embajada del Japón ocupada por el
MRTA. Sin lugar a dudas es el ex mandatario que puso más
distancia -el océano Pacífico- entre su país y el exilio. Huyó
a más de 15.000 km de la Casa de Pizarro demostrando una total
identificación con el concepto de "aldea global".
Fernando de la Rúa
(1937-) presidente argentino (1999-2001) heredó las nefastas
secuelas de dos ejercicios del corrupto Saúl Menem y su
orientación neoliberal pro norteamericana y privatizadora que
dejó al país en condición de quiebra. De la Rúa asumió con la
intención de descargar sobre la población las consecuencias de
los desmanes del menemismo. Un duro paquete de austeridad
lanzado en mayo del 2000, tuvo como respuesta en la calle a
miles de trabajadores convocados por sindicatos minoritarios.
En agosto del 2000 estalló una crisis política al conocerse
los millonarios sobornos pagados por el gobierno a los
senadores peronistas para aprobar una rebaja de los derechos
sindicales. En octubre, luego de una reestructuración del
gabinete, renunció su vicepresidente Álvarez. La situación
económica, financiera y social se agravaba semana a semana.
Luego del desplazamiento de dos ministros de Economía en marzo
del 2001 de la Rúa convocó a Domingo Cavallo -eminencia gris
del gobierno Menem-, quién actuaría como enterrador de su
administración. A mediados del 2001 los trabajadores lanzaron
una serie de huelgas y disturbios en protesta por los bajos
salarios y las malas condiciones laborales. En las elecciones
parlamentarias de octubre del 2001 el presidente perdió la
mayoría en la cámara baja y se redujo aún más en el senado
donde ya era minoría. Entre las papeletas, nulas, en blanco y
la abstención se alcanzaba el 50% del electorado. La población
expresó así su rabia contra la élite política desacreditada.
El descontento y la falta de confianza en el gobierno desató
una corrida hacia los bancos a vaciar las cuentas.
El 3 de diciembre el
gobierno aprueba la inmovilización de los depósitos bancarios
por 90 días, medida conocida impopularmente como el corralito.
El temido estallido social se desencadenó el 19 de diciembre,
cuando una multitud, se lanzó al asalto de tiendas y
supermercados en todo el país. Unas horas de saqueos y
desmanes sumamente violentos bastaron para que los ministros
en pleno presentaran la dimisión. De la Rúa aceptó sólo la
renuncia de Cavallo a la vez que declaraba el estado de sitio
y la consiguiente suspensión de garantías constitucionales.
Bajo la consigna "que se vayan todos" los días 20 y 21 de
diciembre se desató una batalla campal frente a la Casa Rosada
entre los manifestantes encolerizados contra la corrupta clase
política y las "fuerzas del orden".
Durante su mandato
de poco más de dos años, hubo 8 ajustes económicos y 7 huelgas
generales. La batalla final dejó 27 muertos en todo el país.
La imagen inolvidable del helicóptero con el presidente
huyendo de Casa Rosada y una manifestante con el puño en alto
gritándole ¡¡Cagón!! recorrió el mundo.
La decisión de
Gonzalo Sánchez de Losada (1930-) presidente neoliberal de
Bolivia (1993-1997; 2002-2003) de entregar las reservas de gas
natural, a la corporación Pacific LNG, integrada por Repsol,
British Gas y Panamerican Gas, encendió la mecha.
Enfrentamientos en La Paz, levantamiento de la población en El
Alto, huelgas mineras, bloqueo campesino de las carreteras del
altiplano, paro total en Cochabamba, Oruro y Potosí...
acciones de los pobladores, campesinos, obreros, comerciantes,
en su mayoría indígenas aimaras, quechuas y guaraníes, que se
oponían a la continuación del saqueo de las riquezas de su
tierra. Nadie se animaba a predecir el desenlace. Hasta que,
el 12 de octubre luego de una reunión de gabinete con los
altos comandos militares, el presidente Sánchez de Lozada
pronunció las palabras fatales: "Yo no voy a renunciar". A
partir de allí se supo que era cuestión de horas. La memoria
sudamericana nos recordó las mismas declaraciones hechas por
Collor (1992), Bucaram (1997), Fujimori y Mahuad (2000) y De
la Rúa (2001)... Mientras el portavoz del Departamento de
Estado de EE.UU declaraba entre efusivos elogios al presidente
repudiado: "No vamos a tolerar que el gobierno sea derrocado",
el mandatario huía hacia Miami, su verdadera patria. Huyó del
Palacio Quemado -casa de gobierno- en helicóptero repitiendo
el esquema de de la Rúa.
La única tentativa
de golpe militar pro norteamericano en nuestro continente en
los últimos años fue la intentona contra Hugo Rafael Chávez
Frías (1954-) actual presidente venezolano (1999-) en abril
del 2002.
Los empresarios
privados, a través de la Federación Venezolana de Cámaras y
Asociaciones de Comercio y Producción (Fedecámaras), por cuyas
manos pasaba el 90% del PIB no petrolero, y los sindicatos
burocráticos, con la Confederación de Trabajadores de
Venezuela (CTV) unieron fuerzas para propiciar una revuelta
civil que forzara, la dimisión del presidente. Actuaban bajo
el auspicio de EE.UU. e irradiaban sus intenciones a través de
los medios de comunicación pro imperialistas del
país.
El pretendido golpe
era la respuesta a los 49 decretos-ley promulgados por Chávez
que incluían la Ley de Tierras y un decreto sobre los
hidrocarburos aumentando la tributación de las corporaciones
extranjeras hasta el 30% y reservando al Estado una
participación mayoritaria, del 51%, en las sociedades mixtas
con las empresas concesionarias privadas. Petróleos de
Venezuela, S.A. (PDVSA), el emporio estatal, aporta el 80% de
las exportaciones, el 40% de los ingresos del presupuesto
nacional y el 27% del PIB. La Ley de Tierras iniciaba una
reforma agraria contra los terratenientes que detentaban el
70% de la tierras cultivables y el segundo era una verdadera
re-nacionalización del petróleo. Venezuela es el cuarto
productor mundial y el segundo de la OPEP tras Arabia
Saudí.
La CTV convocó una
huelga general el 9 de abril y, constatado su seguimiento
desigual decidió prolongarla al día siguiente. En PDVSA se
trabajó sin novedad, no obstante la crispación causada por los
recientes despidos de ejecutivos rebelados contra el
nombramiento de la nueva dirección y la revisión de los
criterios de gestión mercantilistas del holding. En la segunda
jornada de paros se disparó la tensión, con el llamado por la
CTV y Fedecámaras a la huelga general indefinida, la
desautorización de Chávez por algunos generales y la
advertencia del Gobierno de que había una conspiración para
derribarlo. El día 11, jueves, se aceleraron los
acontecimientos. En respuesta al llamamiento de Fedecámaras y
la CTV, varios miles de caraqueños, exigieron la renuncia
inmediata de Chávez. La marcha, protagonizada por las clases
medias privilegiadas por parte de la renta petrolera, se
encaminó hacia la sede de PDVSA, en el sector este de la
ciudad, pero luego cambió el itinerario y se dirigió hacia el
Palacio de Miraflores, en cuyas inmediaciones estaba
congregada una muchedumbre de los barrios pobres partidarios
del presidente. Las manifestaciones no llegaron a encontrarse,
pero esto no evitó que corriera sangre. Como resultado del
intercambio de disparos en el Puente Llaguno y la Avenida
Baralt en el corazón de Caracas, entre 17 y 20 personas
perdieron la vida y más de un centenar resultaron heridas. Con
posterioridad a estos hechos, ha quedado demostrado que la
matanza fue planificada por los golpistas para crear una
situación de caos, provocar víctimas en las dos
manifestaciones, y desacreditar al Gobierno, justificando su
derrocamiento.
El día 12, se
produjo la caída de Chávez como consecuencia de la
desautorización pública del Alto Mando Militar. Con todas las
características de un golpe de Estado, Chávez, vestido con su
uniforme de teniente coronel de paracaidistas, fue puesto bajo
arresto. Entretanto, el presidente de Fedecámaras y principal
rostro de la oposición en los últimos meses, Pedro Carmona
Estanga, anunció que contaba con el apoyo de los militares
para formar un Gobierno Transicional de seis miembros, de
hecho una junta cívico-militar. Carmona, con el título de
presidente de la República, y su ejecutivo de "transición
democrática y unidad nacional" tomaron posesión por la tarde
en el Palacio de Miraflores, en un clima de euforia en las
filas opositoras, que, creían asistir al final de la era
Chávez. EE.UU. sin disimular su agrado por los
acontecimientos, reconoció de inmediato al nuevo gobierno.
Pero no contaban con la población de los suburbios pobres de
Caracas que se adueñaron de las calles céntricas, rodearon el
palacio de gobierno y exigieron el retorno de Chávez. Frente a
la enorme movilización popular y bajo presión de algunas
unidades militares que salieron en defensa del presidente
depuesto, el ejército le quitó el apoyo a Carmona. En
contraposición a De la Rúa y Sánchez de Losada, Chávez volvió
en helicóptero en la madrugada del domingo 14 de abril al
Palacio de Miraflores para retomar la presidencia. Desde
entonces a Carmona lo llaman el breve.
Lucio Gutiérrez
Borbúa (1957-) presidente ecuatoriano (2003-2005) fue electo
con una plataforma populista de izquierda apoyado por la
organización campesina CONAIE y su brazo político Pachakutik,
sindicatos y organizaciones de izquierda, prometiendo resolver
los problemas sociales del país. Una vez en el poder adoptó
las políticas propuestas por el FMI, cortando subsidios de
alimentos y programas sociales y dedicando más del 40% del
presupuesto -basado en la renta petrolera- al pago de la deuda
externa. En política internacional se arrogó el papel de
principal aliado de George W. Bush en América Latina, apoyando
el Plan Colombia y el Tratado de Libre Comercio. En el país
funcionan como mínimo 5 agencias estadounidenses: Agregaduría
de Defensa (DAO, por sus siglas en inglés), Agencia de Control
y Fiscalización de Drogas (DEA), Grupo Consultivo y de Ayuda
Militar (MAAG), Departamento de Seguridad Interna (DHS) y
Agencia Nacional de Seguridad (NAS). A ellas se suman las
fuerzas de la base de Manta, en el litoral pacífico, ocupada
por el Comando Sur desde 1999, cuando se firmó un acuerdo
bilateral por 10 años. No es extraño, entonces, que el 11 de
abril pasado, el general Richard Myers, jefe del comando de
las fuerzas armadas de Estados Unidos y brazo derecho de Bush,
condecoró a Gutiérrez en Quito, agradeciéndole la inmunidad
conferida a sus tropas en Ecuador.
La crisis se inició
en diciembre del 2004 cuando Gutiérrez destituyó 27 de los 31
jueces de la Suprema Corte, que apoyaban la tentativa del
Congreso de hacer impeachment del presidente y colocó aliados
para sustituirlos. Los nuevos jueces anularon los procesos por
corrupción al ex presidente Bucaram que retornó del exilio a
principios de abril del 2005.
La respuesta fue en
la calle: las movilizaciones devinieron en auténticas oleadas
de ciudadanos descontentos que protestaban por la política
económica, la exoneración de los gobernantes involucrados en
casos de corrupción y la destitución de los jueces de la Corte
Suprema. El grito de consenso: "Lucio fuera". Con la intención
de frenar las protestas callejeras el presidente decretó, el
15 de abril, el estado de sitio. Esta medida no hizo más que
estimular las movilizaciones y 19 horas después fue obligado a
levantarla. El 16, unos 30 mil manifestantes desarmados -con
fuerte participación de las clases medias y los pobres
urbanos, junto a los estatales, docentes, estudiantes y con el
apoyo político de las organizaciones campesinas e indígenas-
rompieron cercos y sortearon alambres de púas y enfrentaron
gases y balas de caucho. Luego de algunas artimañas del
Congreso que no detuvieron la revuelta, en la noche del 19 de
abril, las movilizaciones se multiplicaron, llegando a más de
40.000 manifestantes en la capital. El enfrentamiento con la
policía dejó decenas de heridos y un periodista muerto,
agudizando la crisis en extremo.
La jornada del
miércoles 20 fue decisiva, el gobierno debilitado armó su
propia fuerza de choque que se enfrentó con los manifestantes,
encontrando por primera vez una firme respuesta con los
estudiantes actuando como el sector más radicalizado. En un
edificio cercano al Congreso, 60 legisladores de 62 presentes
en un total de 100, destituyeron a Gutiérrez y al presidente
del Congreso -Omar Quintana, oficialista- y designaron al
vicepresidente Alfredo Palacio como nuevo mandatario. Lucio
Gutiérrez terminó abandonando en helicóptero el Palacio de
Carondelet, sede del gobierno.
Dos indicios
vaticinaron el desenlace. Como en seis acontecimientos
similares anteriores, el presidente, amenazado por las
movilizaciones, anunció "No voy a renunciar". El otro síntoma
fue cuando comenzó a escucharse en la calle la consigna: "que
se vayan todos", reflejando -como en Argentina- la repugnancia
por el espectáculo grotesco de un sistema político
envilecido.
Durante los últimos
ocho años los trabajadores, campesinos, indígenas y pobladores
pobres, dieron sobradas muestras de disposición a la lucha
contra los gobiernos, sus políticas neoliberales y sus
concesiones militares a EE.UU., llegando a tirar tres
presidentes. Así fue, con las movilizaciones que expulsaron a
Bucaram (1997), luchando luego contra su sucesor Fabián
Alarcón, derrocaron a Jamil Mahuad (2000), movilizándose luego
contra Noboa y finalmente echaron a Lucio Gutiérrez (2005).
Este
sobrevuelo por las variadas destituciones presidenciales nos
permiten sacar algunas conclusiones:
1- En los últimos 13
años hay un cierto padrón de comportamiento que se inicia con
Collor y se reproduce 9 veces: tres en Ecuador
(1997;2000;2005) y por una vez en Brasil (1992), Venezuela
(1993), Paraguay (1999), Perú (2000), Argentina (2001) y
Bolivia (2003). En todos los casos la movilización popular
cumple un rol fundamental en la expulsión de los presidentes.
La única variante se da en Venezuela (2002) donde Chávez es
restituido luego de una intentona de golpe patronal auspiciado
por EE.UU. Pero en los diez casos, fueron multitudes
movilizadas las que forzaron la salida definitiva.
2 - En los nueve
casos de expulsión de presidentes, el escenario económico del
proceso que conduce a los acontecimientos, son planes de
gobierno que aplican las medidas neoliberales de la receta del
FMI y el Banco Mundial. En el caso de Venezuela, la
restitución de Chávez, es en defensa de un gobierno que
comienza a distribuir la renta petrolera entre los sectores
desposeídos. De manera que la dirección del vector
movilización es la misma.
3 - En todos los
casos hay un rechazo a las elites políticas tradicionales que
administran el país en función del capital imperialista y sus
socios nativos. Esta política aplicada conduce, por un lado, a
desgastar las bases de apoyo social de las elites dirigentes y
de las clases dominantes en las llamadas clases medias; y por
otro, a corroer la legitimidad de las elites dominantes que se
convierten de hecho en apéndices poco confiables de las
potencias imperialistas y sus direcciones. Los planos
económicos dictados por el imperialismo no dejan margen al
clientelismo clásico.
4 -Tanto las elites
dirigentes como las clases dominantes están sometidas a todos
los procesos de corrupción inherentes a la venta, montaje y la
gestión de los sectores privatizados y del pago a los
acreedores. De igual manera participan como socios menores de
los saqueos y fraudes del capital financiero internacional.
Las medidas económicas pro imperialistas y la corrupción
convierten a los gobiernos, partidos tradicionales y
parlamentos en un sistema político envilecido que, en cierto
momento, provoca la repulsa de multitudes
enfurecidas.
5 - En la mayoría de
los casos la defensa de la soberanía y el sentimiento
antiimperialista tienen una presencia destacada. El rechazo al
ALCA y los TLC; la condena al Plan Colombia en los países
fronterizos; el repudio al pago de la deuda externa; la
defensa de los recursos naturales y las luchas contra las
privatizaciones, son enunciados mayoritariamente también
dirigidos contra el imperialismo.
6 -Tanto el de
Sánchez de Losada en Bolivia como el de Mahuad y Gutiérrez en
Ecuador, fueron gobiernos visiblemente controlados desde el
Departamento de Estado norteamericano y contaron con todo el
apoyo de EE.UU. para no ser depuestos. Los golpistas de
Venezuela en el 2002 tuvieron el mismo auspicio. En los cuatro
casos el resultado fue contrario a EE.UU. Aunque las
sucesiones de Mesa en Bolivia y Noboa en Ecuador tuvieron su
aval. Alfredo Palacio -sucesor de L. Gutiérrez- no cuenta con
su simpatía y proponen elecciones anticipadas. Todos estos
elementos determinan que el panorama latinoamericano de los
últimos años se caracteriza por una crisis institucional de
dominación política burguesa-imperialista a escala
continental.
7 - Desde hace más
de una década, el cargo de presidente sudamericano pasó a ser
revocable en cualquier momento, a condición que la
movilización de la población alcance la magnitud necesaria
para forzar la destitución, haciendo que la democracia directa
se imponga frente a la representativa. Sea por la movilización
popular, sea a través del referendo o plebiscito, la
democracia directa comienza a ocupar un lugar preponderante en
las iniciativas democráticas populares y en la mayoría de los
casos se impone sobre los representantes que manipulan o
traicionan los intereses populares. Así en el plebiscito
contra Chávez del 2004 llamado por la oposición, un 60% de la
población votó en apoyo al presidente y a la Revolución
Bolivariana.
8 - Las luchas de
los movimientos sociales se convierten en el elemento
dinamizador central y el eje sobre el cual, en diversas
ocasiones, las masas asedian a las clases dominantes y sus
instituciones. Los sucesivos levantamientos, huelgas,
ocupaciones de tierras, cortes de caminos, luchas contra las
privatizaciones y manifestaciones de masas, revelan la
magnitud socio-política de las resistencias populares,
amplias, radicales, democráticas y antiimperialistas. Es que
la re-colonización imperial de América Latina, coloca las
tareas políticas de soberanía nacional y de transformación de
la sociedad de manera íntimamente relacionadas.
9- En las crisis de
los estados periféricos del continente convergen tanto los
factores estructurales de largo plazo, como las medidas
adoptadas por los gobiernos sometidos al imperialismo y sus
instituciones que se proyectan en camino de una
re-colonización: privatizaciones, planos de ajuste,
venta-liquidación de los recursos naturales (sobretodo a las
transnacionales imperialistas), tratados de libre comercio con
EE.UU. (TLCAN, ALCA, CAFTA, etc.) y apertura comercial
indiscriminada, endeudamiento externo, concentración de la
propiedad de la tierra, desindustrialización en algunas
regiones, desmantelamiento de las leyes de protección social,
servicios públicos quebrados, flexibilización laboral,
desempleo, pobreza y hambre.
10 - Los sujetos de
la rebeldía social son diversos: trabajadores sindicalizados,
desempleados, campesinos sin tierra, campesinos que sustentan
la resistencia zapatista, pueblos indígenas, sin techo,
operarios de fábricas "recuperadas", jubilados,
cooperativistas, estudiantes, pobladores, jóvenes y mujeres de
los barrios pobres, pequeños agricultores y comerciantes
arruinados y pequeños ahorristas estafados. El clima de
revuelta en las clases bajas explica la instabilidad
latinoamericana. Con diferentes magnitudes y diversas
expresiones, no hubo un país de América del Sur que no
atravesase por crisis de las instituciones burguesas.
11 - Junto a la
descomposición de los partidos tradicionales de la elite
política, se abrió una crisis en las burocracias sindicales y
una recomposición de los movimientos sociales. Las grandes
centrales sindicales que se consolidaron en el siglo anterior
se desmoronan. La CGT argentina es un aparato burocrático en
decadencia, situación agravada por el acompañamiento a los
gobiernos peronistas neoliberales y su ausencia en el
"argentinazo". La CTV venezolana luego de participar en el
golpe contra Chávez entró en caída libre. La CUT brasileña
atraviesa un proceso de rupturas de sindicatos que se rebelan
contra la política económica del gobierno Lula. La excepción
es la COB boliviana, que desde una situación de parálisis, se
re-prestigió al sumarse a las movilizaciones indígenas
campesinas que derribaron a Sánchez de Losada. El escenario
social de nuestro continente se ha reestructurado y mientras
organizaciones tradicionales pierden perfil, nuevos
protagonistas asumen roles destacados: los movimientos
campesinos indígenas, los movimientos de sin tierras, los
piqueteros, los pobladores de los suburbios pobres de las
ciudades, partidos y organizaciones étnicas, los estudiantes y
jóvenes desocupados, los nucleamientos de trabajadores
informales.
12 - En el siglo
anterior las destituciones presidenciales siempre cabían a los
uniformados y por lo común asumía una junta militar o un
"general presidente". Desde 1992 en adelante, en todos los
casos los parlamentos fueron los que otorgaron una coartada de
legalidad a las sustituciones de los mandatarios. En Venezuela
1993 la destitución la produjo la Corte Suprema de Justicia,
pero el Congreso fue quien nombró el sustituto. Los
parlamentos actúan como "mediadores" entre la población y los
reemplazos presidenciales, encontrando los mecanismos de
sucesión que la mayor parte de las veces no existen en las
constituciones. En ninguna carta magna democrático burguesa se
acepta que el presidente sea revocable en cualquier momento ni
se estipula que hacer, cuando la población enfurecida lo
expulsa antes que se complete su mandato. La única salida es
el vicepresidente. Si el vicepresidente es potable para las
fuerzas políticas "supervivientes", el parlamento lo inviste.
En caso contrario se fuerza su dimisión y asume el presidente
del Congreso o se realizan las componendas necesarias para que
asuma alguien potable para la clase política. A la caída de
Fujimori hubo que esfumar dos vicepresidentes. En Argentina en
dos semanas hubo cinco presidentes. En todos los lances la
sucesión se resuelve luego de una negociación de los líderes
políticos por porciones de poder en el nuevo escenario.
13 - En algunas
oportunidades intervinieron otros interlocutores para la
negociación de la "salida institucional". En las tres
destituciones de Ecuador las Fuerzas Armadas se entrometieron
públicamente dando y quitando apoyo a los presidentes
condenados o vetando a la sucesora inmediata, en el caso de
Bucarán. En Bolivia los mandos militares intentaron hasta
último momento sostener a Sánchez de Losada. Pero en
Sudamérica, las Fuerzas Armadas durante el siglo XX
protagonizaron experiencias que los han desacreditado
totalmente frente a la sociedad e internacionalmente. Todavía
la opinión pública de la mayoría de los países del continente
los repudia, amplios sectores siguen reclamando que sean
juzgados por sus crímenes y algunos mandos aún enfrentan
procesos. La reacción frente a una intentona militar podría
ser imprevisible. Lo cierto es que los ejércitos han evitado
intervenir con golpes frontales en los últimos años. Esto no
significa que los ejércitos estén desmantelados. Hay una
completa continuidad de las instituciones policiales-militares
y represivas durante los procesos de democratización que
sucedieron a los gobiernos militares. Por otro lado existen
iniciativas de represión más o menos selectiva en la mayoría
de los países del continente y una tendencia clara a
criminalizar los movimientos sociales que reclaman sus
derechos. En las crisis presidenciales a que nos venimos
refiriendo no dejó de actuar la represión. En este panorama
general es necesario hacer una excepción: Colombia. Se trata
de un país militarizado, paramilitarizado y bajo intervención
militar norteamericana, en situación de guerra civil. Por ser
el aliado privilegiado de EE.UU. su escenario nos plantea la
amenaza latente de militarización en el continente. Pero es
necesario destacar que las contadas intromisiones y presiones
militares han estado a punto de crear rupturas verticales de
la institución (Ecuador 2000, Venezuela 1992 y 2002) o peor
aún un quiebre horizontal (Bolivia 2003, cuando el ejército
tiró contra la policía) al confrontarse con una movilización
popular de amplia representación.
14 - Los embajadores
de EE.UU. también intervienen abiertamente en defensa de sus
pupilos o en la elección del sucesor. Así ocurrió con Sánchez
de Losada (y Mesa, su sustituto), con Mahuad (y Noboa) y
últimamente con Lucio Gutiérrez. Puede suponerse que en el
caso de la sustitución de Fujimori, EE.UU. veía con entusiasmo
el interinato de Paniagua, heredero de su aliado incondicional
Belaúnde Terry. La OEA es otro de los interlocutores en las
transacciones de la sustitución de presidentes. Hasta el
momento actúa como vocero oficioso del Departamento de Estado
pero, agobiada por los escándalos de sus titulares, ha perdido
mucha capacidad de presión. A partir del 2002 se sumó Brasil,
que se arroga el derecho de intervenir en situaciones críticas
sudamericanas imponiendo su liderazgo continental. Lo hizo en
la huelga petrolera en Venezuela, intervino en Bolivia para
que asumiera el vicepresidente Mesa, recibió y asiló a Cubas
Grau, comanda la fuerza de intervención militar en Haití y
rescató a Lucio Gutiérrez otorgándole asilo. Su intervención
en Bolivia fue para impedir la ruptura de la legalidad
institucional burguesa. Con la intervención en Haití fue más
allá. Sirvió para "blanquear" la situación luego de una
desestabilización pergeñada por los servicios norteamericanos
y un golpe efectuado directamente por los marines. EE.UU.
elogia el liderazgo continental brasileño, al tiempo que
chantajea con un voto favorable al ingreso de Brasil en el
Consejo de Seguridad de la ONU. La condición es que sus
intervenciones no se salgan del libreto y que se mantenga el
acuerdo básico del gobierno Lula con EE.UU. de no innovar en
la relación de dependencia financiera de Brasil con el
imperialismo.
15 - Lo cierto es
que cada vez hay más interlocutores en las negociaciones de
destitución presidenciales, pero por el momento los
parlamentos son las instituciones utilizadas para la
normalización en las caídas de mandatarios. Y las
negociaciones de las elites políticas por tras de estas
instituciones siguen definiendo las salidas en estas crisis.
Tanto en Argentina como en Ecuador en abril del 2005, la
consigna "que se vayan todos" sintetiza el repudio al sistema
político en conjunto, pero no plantea una salida por la
positiva que impida las maniobras de los dirigentes
tradicionales para que todo continúe como está. Hasta ahora
las movilizaciones callejeras se agotaron en el momento
inmediato a la fuga presidencial, sin intentar imponer una
salida propia. Y las viejas raposas partidarias, responsables
por la descomposición del sistema político, se hacen cargo de
restaurarlo en iguales o similares condiciones.
16 - El movimiento
popular ha apoyado las instituciones democrático-burguesas y
la democracia representativa cuando ella está amenazada por
golpes militares pro imperialistas o cualquier tipo de
iniciativa autoritaria. Así fue en Venezuela en el 2002. En la
crisis de Bolivia de octubre del 2003, el embajador
norteamericano se instituyó como gran defensor de la
continuidad democrática para mantener al presidente electo
Gonzalo Sánchez de Losada. Después de su expulsión los países
americanos intervinieron en defensa de la asunción de Carlos
Mesa -el vicepresidente en ejercicio- para impedir que una
institucionalidad alternativa de la democracia popular
¿Asamblea Popular? sustituyese el parlamento desacreditado que
sustentaba a Sánchez de Losada y pasó a sustentar a Carlos
Mesa.
17 - En la crisis de
Bolivia de octubre del 2003 se levantó la necesidad de una
Asamblea Constituyente. Pero a pesar de tratarse de un proceso
insurreccional, la movilización no continuó lo necesario para
imponerla. Es un órgano con una representación más amplia que
el Parlamento y tiene la capacidad de modificar el sistema
político y la propia estructura de la sociedad. En la mayoría
de las constituciones burguesas está contemplada. Pero los
políticos tradicionales saben perfectamente que una Asamblea
Constituyente elegida en el marco de una población enardecida
y movilizada es un instrumento muy peligroso para el sistema
capitalista. Aspiraciones populares postergadas o estafadas
invariablemente por los políticos burgueses como la Reforma
Agraria o las que representan las ansias de soberanía nacional
(no pago de la deuda externa, ruptura con los TLC,
nacionalización de los hidrocarburos, expulsión de tropas
extranjeras, etc.) pueden ser aprobadas y efectivizadas por
una Constituyente. Incluso medidas más radicales aún. Por eso
la clase política boliviana evitó hasta ahora su convocatoria.
Y por eso también, en estas crisis, es un camino que impediría
las maniobras parlamentarias para burlar los reclamos
populares. En Venezuela, la Asamblea Nacional Constituyente,
bajo el gobierno de Chávez (1999), abrió el camino al proceso
de revolución bolivariana.
18 - En esta etapa
de crisis institucional de dominación imperialista y burguesa
presenciaremos más de una vez la repulsa popular a los
presidentes, parlamentos o a la justicia burguesa. Cuando las
instituciones democrático-burguesas son colocadas en jaque por
la movilización popular, como fue en el caso de Bolivia,
después del derrocamiento de Sánchez de Losada, aceptar la
continuidad democrático burguesa y permitir que la sucesión la
asuma el vicepresidente que era previsible que continuaría con
la misma orientación, significa perder en el parlamento lo que
se gana en la calle. En estos casos es el momento de impulsar
en el movimiento la Asamblea Constituyente o -si las
condiciones lo permiten- instituciones alternativas de
democracia popular. De esta forma se da una respuesta positiva
a las aspiraciones populares de cambio.
19 - En Bolivia en
el 2003 hubo un frente de hecho entre la Central Obrera
Boliviana (COB), los cocaleros del Chapare y Los Yungas, el
Movimiento al Socialismo (MAS) de Evo Morales que los
representa, la Confederación Sindical Única de los
Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB) y el Pachacutik
dirigidos por Felipe Quispe, la Junta Vecinal del Alto, la
Coordinadora de Defensa del Gas, la Central Obrera de
Cochabamba, etc. Cuando la amenaza de renuncia del presidente
Mesa para imponer la Ley de Hidrocarburos favorable a los
monopolios, hubo un acuerdo formal entre los mismos
protagonistas para actuar en conjunto frente a la maniobra del
presidente. ¿De qué clase de organización se trata? Todo
indicaría que es un Frente de Organizaciones Sociales y
Políticas. En Ecuador un frente con esas características
participó en la caída de Mahuad y en las elecciones que
eligieron a Lucio Gutiérrez. ¿Cuál es la razón para mixturar
organizaciones sociales y grupos políticos en un mismo frente?
Como ya vimos, el neoliberalismo provocó una profunda
reestructuración de la sociedad. Surgieron nuevos
protagonistas sociales. Muchos de ellos no se sienten
representados por ningún partido político. Las organizaciones
campesinas indígenas no se consideran contempladas por la
izquierda urbana de clase media. A muchas organizaciones
ambientalistas o de género (en sentido amplio) les pasa lo
mismo. Trabajadores informales, desocupados o sin techo muchas
veces no son representados por organizaciones políticas. La
deficiente fuerza político-organizativa de la izquierda
socialista y revolucionaria en el continente, frenó e impidió
la conexión necesaria entre los diversos movimientos sociales
radicales y sus dinámicas políticas de mudanza profunda. En
esta fase, falta todavía una dirección social y política
anticapitalista y antiimperialista que pueda disputar la
conducción del gobierno y del estado, a las elites y a las
clases dominantes. Esta dirección social y política se hace
imprescindible para un cambio radical de la sociedad.
Volviendo a las
destituciones de presidentes, es bueno recordar que en medio
de todas las farsas grotescas de los golpes militares -con sus
secuelas de miseria, persecuciones y crímenes-, las
expulsiones a empujones o sin zapatos, y las fugas en
helicóptero en medio de multitudes enfurecidas, dos
acontecimientos, por distintas razones, se mantuvieron en el
plano de la dignidad. Uno fue el adversamente protagonizado
por Salvador Allende en la Moneda, el 11 de septiembre de
1973. El otro fue festejado por los cubanos el 1ero. de enero
de 1959 cuando los revolucionarios entraban en La Habana y se
afianzaba la gesta del único pueblo que ha conquistado su
independencia en el continente.
Isla de Santa Catarina,
Brasil, 1º de mayo 2005
* Juan Luis
Berterretche, escritor y periodista uruguayo, realizó varios
trabajos de investigación sobre el movimiento anarquista y la
III Internacional en el Cono Sur durante las primeras décadas
del Siglo XX. Militante de la izquierda marxista
revolucionaria en los años 60, 70 y 80, tanto en Uruguay como
en Argentina y Brasil. Actualmente es Secretario de Formación
del P-SOL (Partido Socialismo e Liberdade) en Santa Catarina,
Brasil. (Tomado de "Correspondencia de
Prensa")
Una Nota sobre la Muerte de
André Gunder Frank (1929-2005)
Por
Samir Amin
Yo me
encontré a André Gunder Frank y su esposa Marta Fuentes en
1967. Una larga conversación nos convenció que estábamos
intelectualmente en la misma longitud de onda. La "Teoría de
la modernización," entonces dominante, atribuyó "el
subdesarrollo" del Tercer Mundo a la formación retardada e
incompleta de sus instituciones capitalistas. La ortodoxia
Marxista, representada por los Partidos Comunistas, presentó
su propia versión de esa visión y caracterizó América Latina
como "semi-feudal." Frank puso por delante una nueva y
completamente diferente tesis: que desde sus mismos orígenes
América Latina se había constituido dentro de la estructura
del desarrollo capitalista como la periferia de los centros
con costas sobre el Atlántico Europeo. Por mi parte, yo había
comenzado a analizar la integración de Asia y África en el
sistema capitalista a la luz de los requerimientos de la
"acumulación en escala global", un proceso que por su lógica
interna tenía que producir una polarización de riqueza y
poder.
Unos años
después, en México en 1972, volvimos a encontrarnos
nuevamente, en el Congreso del CLASCO (Congreso del Concilio
Latinoamericano de Ciencias Sociales), dónde Frank -junto con
F. H. Cardoso, Aníbal Quijano, Rui Mario Marini y otros-
propuso la primera formulación de la "teoría de la
dependencia". Ellos me habían invitado a presentar las
conclusiones que yo había sacado en forma paralela, en base al
muy diferente proceso histórico por el cual Asia y África se
habían integrado en el sistema global.
Nosotros
encontramos naturalmente lineamientos similares en el "Sistema
Mundial", la escuela de pensamiento introducida durante los
años 70 del siglo pasado por Immanuel Wallerstein. Así se
estableció "la banda de los cuatro" (Amin, Arrighi, Frank,
Wallerstein). Los "cuatro" nos pusimos de acuerdo en editar
dos libros de los cuales seríamos sus autores: ¿La crise,
quelle crise ? [¿La Crisis, Qué Crisis?] (1982) y Le gran
tumulte? [¿El gran tumulto?] (1991) (los dos publicados en
Francia por Maspéro-La Découverte). Aunque el establecimiento
de la nueva estructura económica de la globalización
neoliberal recién había empezado y la nueva estrategia global
de capitalismo recién comenzaba a percibirse, nosotros ya
atribuimos importancia estratégica a los "nuevos movimientos
sociales" que diez años después, en Porto Alegre en el 2001,
lograron juntarse en el "Foro Social Mundial."
Esta
proximidad de perspectivas básicas, a pesar de las claras
diferencias (que estimulaba a todos nosotros ) nos llevó a una
amistad íntima. Isabelle (mi esposa) y yo amamos a Frank como
un hermano y padecí la aguda degradación de su salud durante
los últimos doce años de su vida, años de constante y valerosa
lucha contra el cáncer. Lo que yo amé por sobre todas las
cosas de Frank era su ilimitada sinceridad y devoción. Frank
estaba motivado por un solo deseo: el deseo de ser útil a la
clase obrera y siempre subordinado al pueblo y a las víctimas
de la explotación y la opresión. Espontáneamente,
incondicionalmente, él estaba siempre de su lado. Una cualidad
que no necesariamente se encuentra en los mejores
intelectuales.
Vimos en la
Web
"Asia Oriental y el mundo: las
décadas por venir" Immanuel
Wallerstein.
Brasil: la Gran Marcha de los Sin Tierra por la
reforma agraria y por un cambio en la política económica del
presidente Lula da Silva. Entrevista con Luiz Bassegio,
secretario general del Grito Dos Excluidos, una de las
organizaciones que participan en la
marcha
En la era del terror.
Noam Chomsky
Haití: la huelga de hambre que
amenaza la vida del encarcelado ex primer ministro de Haití
Yvon Neptune ya lleva tres semanas, lo que aumenta la tensión
en el país más pobre de América
1ro. de mayo: Discurso de Atilio
Boron en la Plaza de la Revolución de La Habana
Carta de Evo Morales al presidente
venezolano Hugo Chávez Frías
Buzón de los
lectores.
Gracias a todos por sus aportes los iremos
publicando en sucesivos
números
ACLAREMOS LAS
ACLARACIONES
Compañeros:
Cuando "La Lucha
Continúa" me pidió autorización para publicar un
(apurado) balance sobre Adeom, no vi
ningún problema. No se me ocurrió que iban a hacerle
modificaciones y ponerle mi firma... para peor sin consultarme
sobre el resultado final.
Se podría haber optado
por sacarlo sin mi firma, con las correcciones que quisieran
(aunque no me parecía tampoco muy apropiado), o sacarlo sin
modificar (por más limitaciones que tuviera su redacción), o
finalmente hacerle modificaciones y consultarme sobre las
mismas...
Yo no caractericé de
"moderadas" y "radicales" las listas, terminología del
periodismo burgués superficial, no mía. Mucho menos es mía la
caracterización política de las listas, que no creo realista.
¿La 17 es del PST e independientes? Me acabo de enterar. ¿La
1974 es del MRO y del FRAS? No lo sabía. ¿La 1980 es del PT?
Estoy muy conciente de que NO es así.
Curiosamente para la 307
no se toma la versión "periodística" de su filiación
(supuestamente vinculada a la Coordinadora 8 de Octubre), pero
sí se lo hace para las demás listas, cuando todos sabemos que
la realidad es mucho más compleja en TODAS ellas.
Entiendo que en un
mensaje que va para compañeros de otros países, que no conocen
la realidad del movimiento obrero uruguayo, pueda ser vital
informarles qué son esas listas. Pero si no se me consultó
sobre como YO las caracterizaba (lo que correspondía si se iba a
poner mi firma), podrían haber puesto esas caracterizaciones
FUERA de mi mensaje, bajo la responsabilidad de la redacción
de "La Lucha Continúa".
Si
"moderados" y "radicales" nunca dijo mucho, ahora dice una
falsedad. Platero no se caracteriza por ser "reformista" o
"moderado", sino por ser polea de transmisión del gobierno del
EP-FA-NM en el sindicato, es decir, representante de un
gobierno burgués y fondomonetarista. No defenderá
"moderadamente" y con métodos "moderados" las reivindicaciones
de los trabajadores, sino que ha anunciado que no exigirá el
cumplimiento del convenio, al que consideró "una locura"
firmar (por parte de Arana), precisamente cuando 4200
trabajadores están ganando en primera instancia un reclamo
judicial por su incumplimiento.
Ante esta
situación, que no fue generada por mí sino por un método que
considero poco responsable, les pido que publiquen una
aclaración en el próximo número, respecto a que el mensaje fue
modificado sin mi conocimiento y que no me hago responsable
del "resultado". Lamento tener que llegar a esto, y parto de
la base de que es un mal entendido, que no hubo ninguna mala
fe de parte del Equipo Editor de "La
Lucha Continúa". Saludos fraternales.
Nota de la
Redacción: La carta del lector aclara
debidamente los hechos en términos formales. Las
caracterizaciones entre paréntesis referidas a las listas
fueron agregadas por nosotros pra hacer más inteligibles los
hechos, y debimos hacerlo constar así. En cuanto al contenido
conceptual de las mismas, es tan opinable una cosa como la
otra. Defenderíamos aquí nuestro punto de vista frente al de
Rafael Fernández... si eso fuese realmente lo más importante.
Pero en un balance sobre las elecciones de ADEOM, sobre otras
elecciones sindicales, sobre la presencia política electoral
de los distintos grupos mencionados, sus resultados, y las
oportunidades que se dejan pasar... hay otras cosas de
las que hablar antes. Lo
haremos.
la emancipación de los trabajadores
será obra de los trabajadores mismos
|