Lisboa (Portugal), 13 Enero 2003 – 10h27
LA
VIDA
La vida es
la Maestra que siempre actúa sin favoritismos, sin preferencias a todos
enseñando, a todos probando constantemente.
Ella no os
da un momento de descanso. Siempre constantemente os prueba. No para un único
momento.
Enseña el
valor de la vida, lecciones para la conquista de la
Eternidad...
Ella
siempre sabe el porqué de la adversidad. Es Esfíngica. Tanto es una joven bella
y seductora, como una vieja sin edad sumamente sabia.
Como la
Esfinge, Ella lanza el desafío: "Descíframe o te
devoro"
Porque
siempre preguntamos por qué ¿Pero porqué tenemos que preguntar el por
qué?
Dolor,
sufrimiento y muerte... ¡La causa es la inconsciencia y la
invigilancia!...
Una lección
a sacar entre tantas...
¿Por
qué?
Porque la
Vida no puede ser despreciada y el Amor no debe ser usado con
debilidad.
Es
experimentando la impotencia y el dolor desesperante, que la calidad del acero
de vuestras almas es calibrado.
El Alma
sangrando clama al Espíritu y Este le envía el bálsamo, la
Misericordia.
¡Vida, la
Gran Maestra! Quien no la conoce la llama cruel, pero quien la conoce la llama
Sabia.
Si le
quieres llamar algo a la Vida, llámale la Moldeadora Divina. Es Ella que nos
moldea a todos y nos transforma.
Es normal
que por no comprender, el ser humano culpe a la Vida de las desgracias que le
ocurren. Siempre culpa a la Vida y al Destino, pero nunca se culpa a sí mismo.
Desgraciadamente se olvida que quien recorre los caminos de la Vida es él y
quien construye el destino es él también. La Vida solo actúa para enseñar y las
condiciones adversas son usadas como instrucción. Muchas de esas condiciones
adversas son heredadas por el mal uso del libre arbitrio, de las acciones menos
correctas en vidas pasadas, siendo que el saldo no fue pagado totalmente y
resultó saldo parcial para ser rescatado en vidas futuras, ajuste de cuentas con
la Ley de Causa y Efecto. Pero en todo esto hay sabiduría y cada uno tiene que
saber sacar el provecho necesario en su crecimiento interior. El destino es
fruto de las acciones practicadas. Conforme se actúa así se encuentra. Como se
siembra así se recoge.
No es la
Vida culpable de nada. Apenas el ser humano es responsable de la forma como él
mismo actúa con las Leyes Cósmicas.
Aprended a
aceptar la Vida, a lidiar con ella y a bendecir todo lo que ella distribuye. Si
cada uno la deja actuar encontrará aquello que muchos encontraron, Su Santo Ser
Crístico Personal.
¡La Luz os
acompañará!
¿Entre
tanto en el camino cuantos sufrimientos pasarán? Y todo porque se quiere que la
Vida siga un rumbo diferente y que no es el rumbo que el Alma necesita
recorrer.
¡Cuantas
veces se desea algo distinto de lo que realmente es preciso! ¡Cuánto sufrimiento
y cuanta desilusión! Y todo porque solo la Voluntad del hombre se levantó, osó
querer, sin saber y sin importarle cual es la Voluntad Mayor y lo que Ella tiene
para sí. La Voluntad Mayor es la que se designa por Voluntad de Dios y otros aun
la denominan Destino. Pero es la Voluntad Cósmica, Aquello que la Mente Cósmica
tiene destinado a cada uno que actúa. Ella da de acuerdo a las necesidades y
características individuales. Esto es filtrado por la Mente Inconsciente Humana
o deseo del Alma.
Es por eso
que la Vida moldea a cada uno, pero independientemente de las particularidades a
todos toca de igual modo con las mismas experiencias y oportunidades de
aprendizaje, con las mismas situaciones, todos pasan por lo mismo. No hay quien
no sepa lo que es ser contrariado, lo que es sentir dolor, lo que es el llanto,
la tristeza, la amargura, la rabia, el odio, la capacidad de superación, el
conforto, la aceptación, el perdón, el amor, la alegría,
etc.
Lo
importante es saber como debe lidiar con todo eso y superar, vencer, vencerse a
sí mismo, santificarse y encontrar la Luz de Su Cristo
Interior
Esto solo
se consigue por la Vida, por la forma como Ella lleva a cada uno a moldear y a
alquimizar su Ser.
¡Benditos
sean el sufrimiento y el dolor que nos conducen a la liberación y a la
trascendencia.
Amor es
saber soltar, liberar y hasta renunciar si es necesario a favor de la
Vida.
Nada está
en nuestras manos. La Vida es un río de aguas agitadas y fuerte corriente que no
puede ser parado o limitado.
¡Salgamos
dejando la Vida entrar y expandirse en nosotros, amando, amando
incondicionalmente a todos y a todo lo que nos toca para nuestro bien y
crecimiento, aun que el sabor sea amargo!
¡Bendito
sea Dios por amarnos y probarnos!
¡Bendito
nuestro hermano que nos prueba y nos hace crecer, creciendo
Él también
con nosotros!.