Cristina Martínez Bilbao
el Próximo lunes 5 de agosto, el Tribunal islamista de Apelación
de Funtua (del estado nigeriano de Katsina) deberá resolver el caso de
lapidación de Amina Lawal, tras haber pospuesto tres veces su veredicto
y no haber escuchado las alegaciones de la defensa ni a la acusada hasta
el pasado lunes. El 5 de agosto, el fiscal de la “sharia” presentará sus
argumentos y se supone que el tribunal decidirá entonces la suerte de
Lawal, quien fue condenada a morir apedreada el pasado 22 de marzo por
haber tenido relaciones sexuales tras su divorcio.
Amnistía Internacional reiteró su preocupación a DEIA por las
irregularidades que los tribunales de la “sharia” o ley islámica
desarrollan en estos procesos, en los que se cuestiona el derecho
fundamental a la vida, se practican sentencias sin que el encausado
conozca sus derechos y sin que cuente con un abogado, como ocurrió con
Lawal hasta que la asociación Baobab le procuró un letrado.
La miembro de Baobab y también abogada Ezinne Ndidi ha denunciado
esta semana cómo estos tribunales integristas o funcionan con «mucha
celeridad», lo que «de forma precipitada deja fuera mucha información
que pueda ser pertinente» o, de lo contrario, los juicios que se
prolongan excesivamente y sus retrasos «llevan a la pérdida de
información que también es pertinente».
Por otra parte, esta organización humanitaria mostró esperanza en
que, además del precedente absolutorio de Safiya Hussaini, la defensa
podrá apelar al Tribunal Federal, el cual no contraviene los tratados
internacionales sobre Derechos Humanos, no respetados en 12 estados
nigerianos, que aplican los castigos de la “sharia”, como ocurre en 20
países del mundo. AI ha recogido cerca de 500.000 firmas contra esta
sentencia.