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Un Jefe
que lo Sabe
Todo
Alejandro
Magno, antiguo rey de Macedonia, fundó el inmenso
imperio griego que se extendía hasta la India. Era un
jefe militar especialmente amado por sus soldados. Pudo
obtener sacrificios extraordinarios de parte de ellos,
pues permanecía cerca de su ejército aun en los más
mortíferos combates. Por la historia se sabe que el más
modesto de sus soldados estaba seguro de que Alejandro
podía verlo en el combate y esta certeza le daba
aliento.
El
cristiano tiene cerca de sí a alguien mucho más grande
que Alejandro. Es Jesús mismo, quien murió en la cruz
para que creyendo en él fuésemos
salvos.
En Juan
1:45-50 leemos la
historia de Natanael. Felipe le anunció que había
hallado al Mesías: Jesús, el hijo de José, de Nazaret.
Natanael preguntó: –¿De Nazaret puede salir algo bueno?
Felipe le contestó: –Ven y ve. Cuando Jesús vio que
Natanael se acercaba, dijo: –He aquí un verdadero
israelita, un hombre realmente sincero. Extrañado,
Natanael repuso: –¿De dónde me conoces? Jesús le
respondió: –Antes que Felipe te llamara, cuando estabas
bajo la higuera, te vi. Entonces Natanael exclamó:
–Maestro, tú eres el Hijo de Dios… Jesús le respondió:
–¿Porque te dije que te había visto bajo la higuera,
crees? ¡Cosas mayores que éstas
verás!
Jesús nos ve a todos, sea cual sea el lugar en donde
estemos y conoce toda nuestra historia. ¡Aceptémosle
como nuestro Salvador y
Señor!
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