Amigos/as: Os
paso un escrito de interés elaborado en el IES Las Llamas (en Cantabria)
firmado, entre otros, por nuestro colega Antonio Martín.
Un cordial
saludo
Paco
García
Religión, Historia y Enseñanza.
Como parte de un
proyecto más amplio para desarrollar las modificaciones legales del programa de
secundaria y bachillerato y los acuerdos entre Estado e Iglesia, la Consejería
de Educación de Cantabria anuncia un doble cambio que califica de firme: una
hora de religión en 2º de bachillerato (que pasa de 0 a 1) y una hora menos de
Historia de España (que pasa de 4 a 3). Esta decisión ha provocado la
convocatoria de huelga para el miércoles 7 por iniciativa del profesorado de
Geografía e Historia, pero extendida al profesorado en general. Supuestamente,
la medida se relaciona y se complementará con otras que atañen a la introducción
de las nuevas asignaturas de Ciencias para el Mundo Contemporáneo y Educación
para la Ciudadanía. Todo esto necesita de una análisis profundo, pero como aquí
y ahora es imposible, quisiéramos exponer algunas cosas al respecto.
En relación a la
decisión que provoca la huelga, es inaceptable que, en un Estado que se declara
laico, el estudio de la Religión condicione la enseñanza de este modo,
produciendo: i) una reducción horaria en materia centrales como la Historia u
otras; ii) una pérdida de tiempo del 94% de alumnos que no cursarán la materia a
la misma hora. Si de momento ha de tolerarse, por el imperativo del concordato,
la presencia de la Religión , lo razonable y coherente es limitar su impacto
imitando a la Comunidad Asturiana : impartir religión en una séptima hora
añadida al horario escolar.
En relación al
contexto en que se enmarca la decisión, la política de “modernizar” los
programas de enseñanza mediante el añadido de nuevas asignaturas como las
citadas, u otras como Igualdad para Hombres y Mujeres, es una gran impostura por
varios motivos. Es innecesaria: los valores ciudadanos e igualitarios o los
interrogantes científicos se pueden y deben trabajar en los espacios
curriculares ya existentes y regulados por un rigor epistemológico (no por un
sesgo ideológico), como Historia, Ciencias o Filosofía. Es cínica: se obliga a
los profesores a impartir un tipo “nuevo” de contenidos mientras se les sigue
formando y juzgando en torno a los que impone “la tradición” (las disciplinas
académicas clásicas). Es perturbadora: nos atrapa en discusiones y
enfrentamientos corporativos para ganar o conservar horas en un horario cada vez
más recargado e imposible de gestionar, mientras nos evita entrar en lo que es
fundamental y un problema común, como la falta de democracia interna en los
centros, la estructuración academicista del tiempo escolar o la gestión de
la enseñanza al margen del profesorado. Además, en el caso de la Educación para
la Ciudadanía , la perturbación va acompañada de falso progresismo: de cara a la
galería se promueven, supuestamente, valores cívicos, pero en los entresijos del
sistema (el reparto de competencias autonómicas) se hace un reparto y un uso
prepolítico (nacionalista, territorial) del tiempo y el contenido dedicado a la
Historia.
Por todo esto, y
más, la convocatoria de huelga para el miércoles no debería ser la expresión de
descontento de los profesores de Historia, debería significar la salida a flote
del descontento acumulado por los profesionales de la enseñanza y la reclamación
de un debate público y una negociación transparente sobre los problemas de fondo
(algunos ciertamente graves) del programa de enseñanza y del sistema
escolar
El Departamento de
Geografía e Historia del IES Las Llamas: Juan Manuel García , Carmen Martínez,
Antonio Martín, Andoni Fernández.