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SOBRE LEYES Y DECRETOS
Aunque la Torá no es un libro de historia, es sin
embargo, difícil comprender por qué la ley
de la Vaca Roja, Pará Adumá, fue demorada
por casi 40 años. Sabemos que la primera Vaca Roja
fue sacrificada al momento de erigirse el Mishkán
(Tabernáculo del desierto), en el primer mes
del segundo año del Éxodo de Egipto. Hay numerosas
razones espirituales y religiosas para esta demora, pero
veremos por qué esta ley aparece ahora, justo antes
del ingreso de las tribus de Israel a la Tierra
Prometida.
Así
como hay una diferencia fundamental entre el amor a D-s
y el temor de Él, hay también una distinción
entre el estudio de Torá y la observancia de sus
preceptos. Honramos a un rey cuando examinamos, estudiamos
y nos esforzamos en entender sus leyes y su política.
De modo que en nuestro Ahabat Hashem (Amor a D-s)
es correcto y adecuado que estudiemos Torá y busquemos
una comprensión de Sus mitzvot (preceptos)
para acercarnos más a Él y enaltecerlo. Sin
embargo, el temor al rey y la aceptación de su mandato,
forzosamente no concuerda con esto. Sus súbditos
cumplen su voluntad y lo obedecen sin cuestionárselo.
Así
también, el cumplimiento de las mitzvot, que
son la voluntad de D-s, debe ser llevado a cabo con
perfecta
fe, sin ningún análisis ni búsqueda
de razones. Hacemos las mitzvot aunque las entendamos
o no. Incluso sin no las entendemos, sin embargo las
cumplimos
porque esa es la voluntad del Rey. "¿Por qué
hacemos sonar el Shofar? Porque Él lo ordenó"
(Talmud-Rosh Hashaná 16b). Aquel a quien se le ordena
y cumple es más grande que el que hace eso mismo
por su propia voluntad. Demuestra mayor devoción
y temor de Hashem. El que cumple sin ser ordenado
simplemente
está implementando sus propios sentimientos, sabiduría
o voluntad.
Hashem
nos dio mitzvot que se clasifican en: Eduiot
(conmemoración de acontecimientos, tal como el
Éxodo de Egipto en Pesaj, etc.), Mishpatim
(leyes sociales) y Jukim (decretos o estatutos).
Ellos constituyen una entidad que es indivisible; no
obstante,
cada parte aporta su propia contribución especial
a nuestra kedushá (santidad), devoción
a D-s y conducta. Es un error ver los decretos como
mandamientos
carentes de razón; esto sería pensar que D-s
es un legislador arbitrario, D-s libre. La verdad es que
la razón se mantiene oculta a la inteligencia humana,
de modo tal que el cumplimiento de jukim constituye una
simple y fiel obediencia.
Pese
a que hay otros estatutos en la Torá tales como shaatnez
(prohibición de tener mezcla de lana y lino en
la ropa), kashrut (leyes sobre alimentos permitidos
y prohibidos) y otros, ellos son radicalmente diferentes
de la Pará Adumá. Éste es el
único jok (decreto) que contiene en sí
dos aspectos diferentes: sus cenizas purifican a la
persona
que está tamé (posee negatividad espiritual)
y, al mismo tiempo, una persona pura se vuelve tamé.
Es el vehículo más apropiado para enseñar
la simple, perfecta e incuestionable fe que se requiere
para la observancia del judaísmo. Es el medio esencial
para la posesión de Eretz Israel y, por lo
tanto, sus leyes fueron pospuestas hasta la entrada a la
Tierra.
La
Tierra de Israel es sobre la tierra como el Reino del
Cielo
en las alturas. La posesión de Eretz Israel
requiere, por consiguiente, ser hecha en perfecta fe y sin
cuestionamientos ni análisis. La propia promesa de
la Tierra fue hecha a Abraham en razón de sus puras,
simples e incondicionales acciones. Cuando se le ordenó
ir a otra tierra, no hubo mención de cuál
sería ésta ni de cómo sería
reconocida. No obstante él y Sara dejan su hogar
para cumplir con el deseo Divino. Antes del pacto final
respecto a la Tierra, sellada con el mandamiento del
Berit
Milá (circuncisión), se le dice: "Condúcete
(encamínate) ante Mi Presencia y sé 'tamim',
íntegro".
Los
espías, sin embargo, no se condujeron de acuerdo
a este rasgo de Abraham. Quisieron ver, examinar y evaluar
la naturaleza de la Tierra Prometida. Ahora, 40 años
después, una nueva generación se halla preparada
para ingresar a la Tierra de Israel y se requiere de un
especial mensaje educativo y espiritual para tomar
posesión
de ella con fe perfecta. Por ello se les da ahora el
decreto
de la Vaca Roja.
(R' Meir Tamari-Shem Meshmuel-Project Genesis)