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SEGURO CONTRA INCENDIO
"Mirad, Hashem ha proclamado el nombre de Betzalel,
hijo de Uri, hijo de Jur" (Shemot/Éxodo
35:30)
Betzalel
fue el maestro arquitecto del Mishkán (Tabernáculo
del desierto). Al presentar a Betzalel, el Midrash
hace una intrigante pregunta: "¿Por qué
la Torá menciona a Jur?". La respuesta es que,
en ocasión del pecado del becerro de oro, Jur estuvo
dispuesto a sacrificar su propia vida para impedir que los
israelitas cometieran tan grave pecado. Hashem retribuyó
su gran acto de Kidush Hashem (santificación
del Nombre de D-s) diciendo: "Por tu vida que Yo te
he de pagar. Magnificaré el buen nombre de tu descendencia
en el mundo".
De
este Midrash vemos la importancia del ijus (línea
familiar) de Betzalel. En efecto, el ijus es un concepto
muy importante. Pedimos en nuestra oración de Shemoné
Esré tres veces al día: "Vezojer
jasdé abot", que Hashem recuerde la bondad de
nuestros patriarcas y nos redima por su mérito. En
el Talmud de Jerusalem aprendemos que los méritos
de nuestros ancestros perduran por siempre.
Cuando
Moshé estuvo de pie frente a Hashem, Le elevó
muchos rezos y súplicas pero no le fueron respondidas,
mas cuando exclamó: "Recuerda a Abraham, Itzjak
e Israel, Tus siervos", inmediatamente se le respondió.
En
Rosh Hashaná, los Sifré Jaim (Libros
de la Vida) y los Sifré Metim (Libros de los
Muertos) se abren para el juicio. Unos de los
comentaristas
preguntaba: "¿Por qué los Sifré
Metim tienen que ser abiertos? ¿No han sido ya
juzgados los muertos?". La respuesta es que se echa
una mirada a los que están con vida, para ver si
han seguido en la senda de sus ancestros, si se pueden
comparar
a ellos, si han continuado llevando el linaje real.
Pero
si bien el ijus puede ser un atributo maravilloso,
puede, en ocasiones, tener un efecto perjudicial. Muchos
de los que tienen ijus se comportan en forma arrogante
y confían en los méritos de sus padres, no
siendo, por lo tanto, cuidadosos en sus actos.
El
Gaón de Vilna comentaba que el ijus es comparable
al número cero. Si se tiene un gran ijus,
se tiene muchos ceros. Pero los ceros tienen valor sólo
si el número "uno" (o mayor) los precede.
Lo mismo sucede con el ijus. Sólo cuenta si
la persona prueba ser digna de ser alguien en la vida, un
número uno (o mayor) que preceda a los ceros.
El
Maguid de Mezritch llegó una vez de la ieshibá
y vio su casa en llamas. Su madre lloraba afuera
amargamente.
El Maguid se aproximó a ella y trató de calmarla.
-¿Por
qué lloras mamá? ¿Por la casa que se
ha quemado?
-No -respondió su madre.
-¿Por la platería que perdimos?
-No -dijo su madre.
El Maguid continuó preguntando pero su madre siempre
respondía en forma negativa. -Pero mamá ¿por
qué lloras tan amargamente?
-Teníamos una carta de ijus y ahora se ha
destruido.
-No te preocupes mamá. Yo comenzaré mi propio
ijus. Van a estar orgullosos de mí.
(Rab D. Goldwasser-Jewish Press)