Informe de la BBC indica que
la reducción iguala el flujo anual de 18 arroyos
Granjeros
de Texas sobrexplotan el río Ogallala, de los acuíferos más grandes de
EU
Trabaja el Inifap
en la elaboración de semillas más resistentes a la sequía
MATILDE
PEREZ U.
En la disputa
por el agua del río Bravo entre México y Estados Unidos no se ha dicho que los
granjeros texanos están agotando el río Ogallala -que corre de Texas a Dakota
del Sur-, debido a que extraen por bombeo más líquido del que recibe por las
lluvias.
Las
extracciones de agua del Ogallala son de 12 mil millones de metros cúbicos
anuales, indica el informe La crisis mundial del agua, de la BBC de
Londres. La reducción de uno de los acuíferos más grandes de Estados Unidos es
de 325 mil millones de metros cúbicos, volumen que iguala el flujo anual de 18
ríos del estado de Colorado.
Los más de
754 kilómetros cuadrados que abarca la cuenca del río Bravo son compartidos por
México y Estados Unidos, por eso ambas naciones han firmado acuerdos y convenios
binacionales, entre ellos el de la distribución de las aguas de ese caudal. A
México le toca entregar a los texanos 431 millones de metros cúbicos anualmente
o bien un acumulado de dos mil 158 millones de metros cúbicos durante un periodo
de cinco años.
En México,
los gobernadores de Nuevo León, Tamaulipas, Chihuahua y Coahuila realizan
esfuerzos para evitar confrontaciones interestatales entre los campesinos por el
agua del río Bravo, cuyo afluente se ha reducido debido a la sequía que se
inició en 1993. Se necesita una conciencia y responsabilidad regional; el
problema del agua no es asunto sólo de autoridades, instituciones y
especialistas; corresponde a la sociedad hacer un uso racional del recurso,
comprender que se genera en bosques y selvas y que de la protección y
conservación de éstas dependen la calidad y disponibilidad del recurso, dijo el
director del Instituto de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias
(Inifap), Jesús Moncada de la Fuente.
En los 377
mil kilómetros cuadrados que ocupa la región del río Bravo en México, la
precipitación media anual es de 402 milímetros, que forman parte de la recarga
del caudal cuyo escurrimiento medio anual -en temporada normal- es de 7 mil 650
millones de metros cúbicos. Sin embargo, el volumen disponible del río se va
reduciendo paulatinamente debido una sobrexplotación de 700 millones de metros
cúbicos anuales en los acuíferos que lo alimentan. Del volumen total disponible,
87 por ciento se destina a la agricultura, 11 por ciento al uso público-urbano y
2 por ciento a la industria y otros usos.
Para el
Inifap, abundó Moncada de la Fuente, el reto es realizar un trabajo genético
para elaborar semillas más resistentes a la sequía y crear sistemas sofisticados
de riego por aspersión y por goteo a costos aceptables; difundir entre los
agricultores prácticas de manejo de suelo para aumentar la capacidad de
retención de humedad y el uso de abonos orgánicos. "Hay que generar una
mentalidad que se acerque a la información y analice la producción agrícola por
litro de agua para evitar su desperdicio".
Actualmente,
el Inifap tiene en la Comarca Lagunera el Centro de Investigación Agua, Suelo y
Plantañ allí se realizan investigaciones para desarrollar semillas que sean más
eficientes en el uso del líquido. Hay un programa de mejoramiento de maíz, trigo
y frijol, en el que se busca precocidad "como forma de escapar a la falta de
agua", abundó.
"Estamos en
una polaridad. En el sur-sureste hay agua en abundancia, y del centro hacia el
norte el líquido escasea." Además hay que reconocer que en los lugares en los
que se genera el agua están asentados los más pobres; ellos están dispuestos a
cuidar de la riqueza natural pero requieren recursos y educación, actividades
productivas que resten presiones a los bosques y al suelo.
Insistió en
tener una visión ampliada del sector rural, dejar de verlo únicamente como un
proveedor de alimentos y generador de materias primas; hay que incluir el manejo
racional de las cuencas porque de eso depende tener menos o más agua, de mejor o
menor calidad.
También
-destacó- hay que estar informados sobre los efectos del cambio climático y la
vulnerabilidad del país a ese aumento de tres a cuatro grados en la temperatura
en el noroeste y de dos grados en el sureste.
El consultor
en cambio climático Manuel Estrada Porrúa advirtió que el aumento de la
temperatura afectará al norte y las zonas más pobladas del país, ya que los
recursos hidrológicos más inermes serán los de la región centro y los ubicados
en la cuenca del Lerma-Chapala-Santiago.
En el
artículo "Cambio climático global: causas y consecuencias", publicado en la
revista Datos, Hechos y Lugares, estableció que la agricultura
-particularmente la producción de maíz de temporal- sería la más afectada por la
escasez de lluvia, y por el aumento del nivel del mar habría alteraciones en
ocho de los diez puertos pesqueros y tres de los cinco puertos industriales más
importantes del país. Las zonas costeras con mayor vulnerabilidad serían las de
Tamaulipas, Veracruz, Tabasco, Yucatán y Quintana Roo. "El cambio climático
tendría serias consecuencias para México, exponiéndolo a cuantiosas pérdidas de
toda índole."
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