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En mayo,
con 115.000 despidos, se habría alcanzado un nuevo récord
en la destrucción de puestos de trabajo, según el relevamiento
de la consultora privada Tendencias Económicas. Con esta cifra en
los primeros cinco meses del año hubo más de 300.000 cesantías, lo
que equivale a un incremento del 2.300% con relación a igual
período de 2001.
Los despidos del mes pasado superan el
récord anterior de 75.000 cesantías que hubo en febrero por
el impacto de la crisis financiera y la devaluación del peso. Y
supera las altas marcas de despidos alcanzadas tanto durante la
crisis del Tequila, en 1995, como durante los primeros meses de
1999, cuando recrudecieron las cesantías y las suspensiones por la
devaluación brasileña.
Aunque luego en marzo y abril hubo
una desaceleración de los despidos, en mayo volvieron a recrudecer
por la caída de las ventas , como consecuencia de la baja en
el poder adquisitivo de la población y el aumento del
desempleo.
El informe señala que "los mayores despidos se
localizaron entre los empleados de comercio y en menor medida
en estaciones de servicio, transporte, textiles, construcción,
bancos, energía y petróleo, metalurgia, automotriz y alimentos". Y
se produjeron por "la pronunciada caída de las ventas y de la
producción, a pesar de la suspensión de los despidos sin causa
justificada y el pago de doble indemnización, según el régimen
recientemente prorrogado".
La medición de Tendencias
incluye al personal tanto registrado ("en blanco") como no
registrado ("en negro") en el sector público y en el
privado.
A diferencia de los despidos que tuvieron lugar el
año pasado, que se centraron en la industria y en la construcción,
en lo que va del año continuaron las cesantías en la construcción
pero ahora se concentran en el comercio y en los sectores de
servicio. Y por primera vez después de muchos años, comienzan a
producirse cesantías entre empresas privatizadas y en el sector
financiero, en especial bancos.
Por su parte, "las
suspensiones se incrementaron un 13% , localizándose en las
actividades de transporte, textil, salud, siderurgia, metalurgia,
automotores y bancos". Según la consultora "el aumento de las
suspensiones indica claramente que la actividad sigue en caída
libre". En muchos casos, esas suspensiones están consensuadas
con los sindicatos a través de los Procedimientos Preventivos de
Crisis.
Estos datos coinciden con otros indicadores oficiales
vinculados al empleo. Según el Ministerio de Trabajo, en abril
continuó el achique de personal entre las empresas privadas, a la
vez que las expectativas empresarias continúan siendo negativas a la
hora de tomar más personal.
Se estima que en el primer
cuatrimestre el PBI habría retrocedido alrededor del 15%
tomando en cuenta que durante los cuatro primeros meses de este
año la producción industrial retrocedió el 16,7%, mientras la
construcción cayó el 39,9%. A su vez, el consumo de servicios
públicos bajó casi el 10% y cayeron tanto las ventas en los
supermercados como en los "shoppings".
Como resultado de
esta situación, "la conflictividad laboral se incrementó fuerte y
generalizadamente en mayo", agrega el informe.
También señala
que "se acrecentaron las huelgas, debido a la fuerte caída del
salario real y atrasos en los pagos de sueldos" tanto en la
administraciones públicas provinciales y municipales, como en el
sector privado (transporte, bancos, prensa, salud, minería,
metalúrgica y automotriz).
Con este cuadro productivo y
laboral, se estima que en la actualidad el desempleo —que el INDEC
concluye de medir esta semana— podría rondar el 25%,
abarcando a más de 3,5 millones de personas. El mayor porcentaje
de desempleo, con el 18,4%, se alcanzó durante la crisis del
tequila. En octubre de 2001 la desocupación fue del 18,3% y afectó a
2,5 millones de personas.
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