Los viejos.
Cuando tuve que irme de mi Costa Rica, lo hice como
tantos de nosotros que, por cosas de la vida, tenemos que dejar nuestra
tierra para ir en busca de algo mejor. En mi caso dejé alguien muy
especial.
Hablo de especial porque aunque no tiene mi misma
sangre, lo quiero y lo amo como si lo fuera.
Un mes antes de venirme a este hermoso país (USA) cae
en cama Edwin, el esposo de mi tía Dulcelina. Le dio algo raro que los
doctores no pudieron reconocer, pero para los allegados sabíamos que el
licor y el cigarrillo lo estaba asesinando, dejando un niño de tan
sólo 7 años en plena
vida.
Esta reflexión quiero enfocarla en nuestros viejos, si
ya están lejos de nosotros quiero que los recordemos porque aunque te
hagan hecho daño no puedes negar que han dejado una herencia sin
fin.
Edwin para mi fue un padre, un amigo, un todo. Son
aquellos viejos que te hacen recordar que todavía hay viejos prudentes y
que tienen mucho para darnos y enseñarnos.
Tal vez durante tu juventud y puede que ahora viejo no
lo recuerdes pero no podemos olvidar todo lo que han y siguen y nos
dejaron y aunque se fueron si es tu caso siguen influyendo en tu vida de una manera PRODUCTIVA.
Cuando viajaba a los Hogares de Ancianos a verlos y
animarlos, al final salía yo más animado que ellos porque todavía tenían
aquella sabiduría invaluable que me hacia reflexionar la vida. Tienen la
piel arrugada pero en sus corazones tienen un tesoro que muchos de
nosotros no dejamos que nos muestren con su palabras
sabias.
Muchos, como en mí caso no lo pude tener a mi viejo
Edwin para toda mi vida, pero si tengo la certeza que allá donde esta
Papa Dios está pidiendo por mi vida.
Si tu viejos están vivos y te molestan por ser viejos,
es muestra que ya están listos para darte sus tesoros, pero no para que
los maltraten y se burlen de ellos. Un día no muy cercano vamos a llegar
a ser como ellos y no nos gustaría que no tratasen mal.
Si nos han dejado una luz, y si su esfuerzo en
nosotros siguen dando frutos, y si una meta nos hace seguir y al
recordarlos nos hacen vivir, es muestra que todavía siguen en nosotros.
Si todavía los tienes vivos tratalos como se merecen,
ya ellos cumplieron con vivir la vida y esperan que el tren de la vida
los lleve a la verdadera felicidad ETERNA. Están tranquilos porque
dieron lo mejor de si en nosotros, ahora están listos para darnos sus
últimos alientos de vida. Si ya los tienes muertos con sólo recordarlos
les das "HOMENAJE" a toda aquella valentía, amor, y dedicación que
tuvieron con nosotros y recuerda no se han ido del todo si en ti ser
dejaron su tesoro valioso; los buenos consejos de cómo vivir la vida.
"Si nos han dejado una luz y si su esfuerzo en
nosotros sigue dando frutos, si una meta nos hacen seguir y al
recordarlos nos hacen vivir, es muestra que todavía siguen en nosotros."
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