Asunto: | [panyvidasantos] San Zacarías y Santa Isabel, San Ce lestino, San Bertila.. | Fecha: | Lunes, 4 de Noviembre, 2002 22:32:53 (EST) | Autor: | Saabkoki <Saabkoki @...com>
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San Zacarías y Sant
a Isabel, San Celestino, San Bertila...
San Z
acarías y Santa Isabel (Siglo I)
Fueron los
padres de san Juan Bautista. San Lucas cuenta su histo
ria en el
primer capítulo de su Evangelio, y hace
a estos esposos un formidable elogio:
“Los dos
llevaban una vida santa, eran justos ante Dios, y obse
rvaban con
exactitud todos los mandamientos y prec
eptos del Señor”.
Tuvo Isabel la dicha de
recibir la visita de su prima, la Virgen María, quie
n se
quedó con ella tres meses, ayud¡ndola en lo
s últimos tiempos de su embarazo,
pues Isabel era
ya una mujer mayor. Ella reconoció, por gracia de Di
os,
inmediatamente a la Madre del Salvador y pronu
nció las palabras que se repiten
millones de vece
s como parte del Ave María en todo el mundo: “Bendi
ta tú entre
las mujeres y bendito el fruto de tu
vientre”. La Virgen Santísima contestó a
Isabe
l, con unas palabras que ahora llamamos el himno Magni
ficat.
Por su parte, Zacarías, después de ser p
erdonado por su falta de fe, entonó un
himno de a
labanza, llamado el Benedictus.
San Celestin
o (1215-1296)
Este santo se hizo famoso porqu
e ha sido el único Papa que ha renunciado a su cargo.
Nació Celestino el último de 12 hijos. Su
madre le pedía a Dios que le concediera un hijo sacer
dote, y fue éste último hijo el que le pudo dar ese
gran gusto.
Celestino se hizo primero monje
ermitaño y después sacerdote. Era tan santo que much
os se le unieron y pronto llegó a tener 14 conventos
bajo su dirección. Después de la muerte del Papa Nic
ol¡s IV, los cardenales electores se habían dividido
en dos partidos y no había manera de elegir por mayo
ría al nuevo Papa. Entonces decidieron elegir a un sa
nto monje y escogieron a Celestino. Estaba éste aterr
orizado, pero casi lo forzaron a aceptar. Pronto se di
o cuenta de que no estaba preparado para este cargo, p
ues no conocía bien el latín, ni conocía las leyes
y c¡nones que rigen a la Iglesia en el Vaticano.. Tam
poco tenía suficiente pericia y como concedía cuanto
le pedían, llego a nombrar hasta tres personas disti
ntas para el mismo cargo.
Sólo tenía cinco
meses de Pontífice m¡ximo cuando decidió renunciar
. Primero publicó un decreto declarando que el Sumo P
ontífice sí puede renunciar a su alto cargo. Luego r
eunió a todos los cardenales, les leyó su renuncia,
y se despojó de sus vestiduras pontificias.
Cuando su sucesor el Papa Bonifacio VIII sintió que
se formaba en Roma un partido en su contra y a favor d
e Celestino, lo mandó llamar para apaciguar los ¡nim
os. Como no quería volver Celestino, lo mandaron apre
sar y murió dos años después, muy feliz, en una cel
da, pues decía: “Lo que yo siempre deseaba era tene
r una celda para poder dedicarme a la oración y a la
meditación. Y esa celda me la han dado aquí. ¿Qué
m¡s puedo pedir?
Santa Bertila (+710)
Nació en Soissons, Francia y era monja en Jouarre,
hacía una docena de años, cuando la reina Batilde l
a puso a la cabeza del monasterio que ella misma habí
a fundado en Chelles. Poco tiempo después, Batilde, d
estronada, fue conducida y encerrada para toda la vida
en ese monasterio. Bertila la sobrevivió una treinte
na de años y fue abadesa hasta su muerte.
Sa
nta Silvia (+592)
Es la madre de san Gregorio
Magno. Su marido, Gordiano, pertenecía como ella a l
a nobleza romana. Gregorio hizo pintar su retrato en e
l monasterio que había fundado, antes de ser sacerdot
e, sobre la colina de Escauro. Silvia siempre velaba p
or la delicada salud de su hijo, incluso cuando éste
accedió al papado. Como desconfiaba de las legumbres
que se vendían en el mercado, se las enviaba frescas,
cultivadas en su huerto.
* Pidamos fe v
erdadera a Nuestra Madre del Cielo, ella que es bendit
a porque creyó.
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