22 de Abril
Santa María egipciaca, penitente. Siglo V.
Una hermosa
tradición muy antigua cuenta que en el siglo V un santo sacerdote
llamado Zózimo después de haber pasado muchos años de monje en un
convento de Palestina dispuso irse a terminar sus días en el desierto de
Judá, junto al río Jordán. Y que un día vio por allí una figura humana,
que más parecía un esqueleto que una persona robusta. Se le acercó y le
preguntó si era un monje y recibió esta respuesta: "Yo soy una mujer que
he venido al desierto a hacer penitencia de mis pecados".Y dice la
antigua tradición que aquella mujer le narró la siguiente historia: Su
nombre era María. Era de Egipto. Desde los 12 años llevada por sus
pasiones sensuales y su exagerado amor a la libertad se fugó de la casa.
Cometió toda clase de impurezas y hasta se dedicó a corromper a otras
personas. Después se unió a un grupo de peregrinos que de Egipto iban al
Santo Sepulcro de Jerusalén. Pero ella no iba a rezar sino a divertirse
y a pasear.
Y sucedió que al
llegar al Santo Sepulcro, mientras los demás entraban fervorosos a
rezar, ella sintió allí en la puerta del templo que una mano la detenía
con gran fuerza y la echaba a un lado. Y esto le sucedió por tres veces,
cada vez que ella trataba de entrar al santo templo. Y una voz le dijo:
"Tú no eres digna de entrar en este sitio sagrado, porque vives
esclavizada al pecado". Ella se puso a llorar, pero de pronto levantó
los ojos y vio allí cerca de la entrada una imagen de la Sma. Virgen que
parecía mirarla con gran cariño y compasión. Entonces la pecadora se
arrodilló llorando y le dijo: "Madre, si me es permitido entrar al
templo santo, yo te prometo que dejaré esta vida de pecado y me dedicaré
a una vida de oración y penitencia. Y le pareció que la Virgen Santísima
le aceptaba su propuesta. Trató de entrar de nuevo al templo y esta vez
sí le fue permitido. Allí lloró largamente y pidió por muchas horas el
perdón de sus pecados. Estando en oración le pareció que una voz le
decía: "En el desierto más allá del Jordán encontrarás tu
paz".
María egipciaca se
fue al desierto y allí estuvo por 40 años rezando, meditando y haciendo
penitencia. Se alimentaba de dátiles, de raíces, de langostas y a veces
bajaba a tomar agua al río. En el verano el terrible calor la hacía
sufrir muchísimo y la sed la atormentaba. En invierno el frío era su
martirio. Durante 17 años vivió atormentada por la tentación de volver
otra vez a Egipto a dedicarse a su vida anterior de sensualidad, pero un
amor grande a la Sma. Virgen le obtenía fortaleza para resistir a las
tentaciones. Y Dios le revelaba muchas verdades sobrenaturales cuando
ella estaba dedicada a la oración y a la meditación.
La penitencia le
hizo prometer al santo anciano que no contaría nada de esta historia
mientras ella no hubiera muerto. Y le pidió que le trajera la Sagrada
Comunión. Era Jueves Santo y San Zózimo le llevó la Sagrada Eucaristía.
Quedaron de encontrarse el Día de Pascua, pero cuando el santo volvió la
encontró muerta, sobre la arena, con esta inscripción en un pergamino:
"Padre Zózimo, he pasado a la eternidad el Viernes Santo día de la
muerte del Señor, contenta de haber recibido su santo cuerpo en la
Eucaristía. Ruegue por esta pobre pecadora, y devuélvale a la tierra
este cuerpo que es polvo y en polvo tiene que convertirse".
El monje no tenía
herramientas para hacer la sepultura, pero entonces llegó un león y con
sus garras abrió una sepultura en la arena y se fue. Zózimo al volver de
allí narró a otros monjes la emocionante historia, y pronto junto a
aquella tumba empezaron a obrarse milagros y prodigios y la fama de la
santa penitente se extendió por muchos países.
San Alfonso de
Ligorio y muchos otros predicadores narraron muchas veces y dejaron
escrita en sus libros la historia de María Egipciaca, como un ejemplo de
lo que obra en un alma pecadora, la intercesión de la Sma. Madre del
Salvador, la cual se digne también interceder por nosotros pecadores
para que abandonemos nuestra vida de maldad y empecemos ya desde ahora
una vida de penitencia y santidad.
Fuente: http://www.churchforum.org
(Recomendado por Pan y Vida).