10 de Febrero
277. Santa
Escolástica y Beato Arnaldo Cattaneo
Santa Escolástica, virgen (+ 547)
En la vocación apostólica de los hermanos Santiago y Juan, la Iglesia ha
visto una muestra de la Providencia Divina, que llama frecuentemente a los
miembros de una misma familia al servicio de Dios.
Los gemelos Benito y
Escolástica, nacidos en la pequeña ciudad de Nursia, Italia, son un ejemplo
típico de estos llamamientos.
No se saben muchos detalles de su vida; sin
embargo, es probable que Escolástica haya dirigido la primera comunidad de
jovencitas que alababan a Dios, por medio del culto litúrgico y se sostenían
económicamente de sus trabajos manuales, fundando el primer monasterio femenino
para benedictinas e imitando a su hermano Benito, que ya había dado vida y forma
a los benedictinos. Ambos aprendieron de sus padres la virtud y la fe cristiana.
Su comunidad ayudó a numerosas familias pobres, explotadas por algunos señores
feudales de aquellas regiones italianas.
Aunque el convento benedictino
de Subiaco lleva hoy el nombre de Santa Escolástica, los restos mortales de la
santa fueron colocados al lado de los de su hermano, San Benito, en
Montecassino, Italia.
Beato Arnaldo Cattaneo (+1255)
Padua estaba
en poder de Ezzelino el Feroz, un tirano tan terrible que se decía que era hijo
del diablo. Dante lo situó en su Infierno inmerso hasta los ojos en una olla de
sangre hirviendo. Arnaldo, abad del monasterio de Santa Sabina, se había
refugiado con sus monjes en una cueva por temor al tirano. Cuando se enteró de
que Federico II se acercaba a la ciudad para liberarla salió a su encuentro
acompañado de sus monjes. Si el santo hubiera sido profeta, hubiera sabido que
Ezzelino reaparecería muy pronto y que se mostraría tan cruel como al principio.
Arnaldo fue arrestado y arrojado a un cubil infecto. Murió después de ocho años
de sufrimientos.
* Poner mucho más amor en nuestras oraciones a
Dios.
Fuente: Es.catholic.net, Encuentra.com